REVISTA VEOVEO 78

¿Cómo es un país abuelo? Pregunta Jacinto una noche antes de dormir.

Un país es ese pedacito del corazón de cada uno de nosotros; le dice el abuelo muy emocionado. ¿Tú conoces todo nuestro país abuelo? Lo conozco como la palma de mi mano, mucho tuve que viajar en mi juventud en este mágico lugar de América.

Yo quiero conocer mi país como tú abuelo, cuéntame sobre la magia que encierra. Claro que sí Jacinto, pero con una condición. ¿Cuál es abuelo?

Que jamás olvides que aquí naciste y que cuando tú seas grande lo recorras y disfrutes de cada lugar hermoso que descubras, y cuando seas abuelo como yo cuentes a tus nietos historias maravillosas de esos

lugares extraordinarios. ¡Te lo prometo abuelo!

Jacinto, nuestro país es tan hermoso como cuando la luna llena ilumina la noche. Nuestro Ecuador tiene más de mil lugares y cada uno brilla como un gran diamante. Nuestro país tiene más de mil colores y parece una inmensa paleta de los mejores pintores.

Nadie jamás podrá igualar la caída del sol a orillas del mar en sus playas. Ni dejar de sorprenderse de las montañas y volcanes de cabezas canosas que intentan llegar al cielo, porque no te imaginas la felicidad de haber llegado a la cima más alta como es el Chimborazo. Y de esas montañas

nacen muchos ríos que brillan como hilos de plata y hacen su incansable recorrido siempre cantando de alegría.

Nuestro país tiene muchos bosques cuyos árboles encierran secretos inimaginados.

Tiene lagos silenciosos escondidos que guardan personajes de fantasía.

Tiene islas encantadas donde viven ¡Pero lo mejor de todo lo que tiene nuestro país es su gente! Cual puntitos de colores trabajan en el día y en la noche para que este paraíso sea el más hermoso del mundo. Son gente orgullosa de sus costumbres y tradiciones, y al igual que yo las cuentan emocionados a sus hijos y nietos para que no se pierdan.

Nuestro país, Jacinto, es un lugar de cuentos. Es el país del sol y del arco iris, de los valles encantados y las tortugas gigantes, de los bosques fantásticos y las montañas de hielo, de los ríos prodigiosos y los esteros de sal, de los manglares y los sembríos en las laderas, de los colores y sabores a manjares del cielo, es un país pequeño pero con una riqueza gigante. ¡Gracias abuelo! ¿Por qué Jacinto?

Porque he descubierto que soy uno de los puntitos de colores que está orgulloso de vivir en este mágico país.