CATEMACO

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Juntas de Mejoras

D i r e c t o r i o Fidel Herrera Beltrán Gobernador del Estado de Veracruz Reynaldo G. Escobar Pérez Secretario de Gobierno Sergio Antonio Cadena Martínez Presidente Municipal Concepción Gracia Barrios Síndico Unico Manuel Darío Montoya Absalón Regidor Primero Víctor Jesús Chontal Martínez Regidor Segundo Leonel Sánchez Torres Regidor Tercero Gregorio Altamirano Nava Regidor Cuarto Sergio Luis Molina Cazarín Secretario Gabriel Cinta Cobos Junta de Mejoras Municipal Carlos Manuel Rodríguez Mouriño Director de Turismo Bertha Hernández Rodríguez Coordinadora Estatal de Juntas de Mejoras

Jorge A. Brandi Herrera Coordinación Editorial Fernando Piñero Hernández Diseño Daniel López Vargas Leonardo Lagunes Blanco Alejandro Vásquez Jarvio Carlos Roa Gutiérrez Alejandro García Ruíz Noé Apo Martínez Investigación y Fotografía

Agradecemos especialmente al maestro Tomás Uscanga Contantino y al antropólogo Alvaro Brizuela Absalón por su enriquecedora aportación, producto de una vida de analisis e investigacón. De igual manera al crónista fotográfico Secundino Pereira Cadena por compartir su valioso material que da vida a las páginas de nuestra revista.

Año 1 No 8. Fecha de Publicación Marzo de 2006. Publicación Mensual. Tiraje: 1,000 ejemplares. Editada y publicada por la Coordinación Estatal de Juntas de Mejoras, dependiente de la Secretaría de Gobierno del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, sin fines de lucro, que promociona las tradiciones, costumbres, bellezas naturales y aspectos destacados de los municipios que integran el estado de Veracruz. Con domicilio en la calle de Tuxpan No 19 Fracc. Veracruz, C.p. 91020, Xalapa, Ver. Teléfonos: 01 228 8 43 45 28/29/30.


Tierra mística, heredera del conocimiento ancestral de la enigmática cultura Olmeca. Agua, tierra, fuego y aire, elementos que se conjugaron para hacer de Catemaco una expresión terrenal del paraíso. Tierra de brujos, de fandango, donde lo exótico convive con lo cotidiano, mezclándose, para conservar el espíritu mágico que se respira en su ambiente. Ser Catemaco, es convertirse en incienso que conjura el amor por su gente, sus rincones, sus espacios, es llevarte algo de si y dejar impregnado algo de ti.

Bienvenido


Contenido Acatemaco Catemaco en la Historia 4

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Catemaco Vive en sus Fiestas y Tradiciones

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Los Chaneques

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Personajes Ilustres

Brujer铆a 14

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El Saz贸n

Descubriendo la Laguna

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Como

Llegar

y Donde Ho sp e d ars e

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a ciudad de Catemaco se encuentra ubicada al sureste del estado de Veracruz en la región de Los Tuxtlas. Si viene usted del Distrito Federal utilice la carretera federal 150 hasta llegar al entronque a Puebla, donde deberá seguir en dirección a Acatzingo, continúe sobre la misma ruta hasta llegar al entronque a Ciudad Isla, Ver., y después siga los señalamientos rumbo a Catemaco. Si viene de Xalapa tome la carretera a Veracruz, siguiendo la desviación a Paso del Toro hasta llegar a Alvarado, siga derecho hacia Lerdo de Tejada hasta llegar a la ciudad de Catemaco; si lo prefiere en el punto de Paso del Toro, conduzca por la autopista rumbo a Coatzacoalcos y a la altura de la Tinaja siga la desviación hacia Ciudad Isla y de ahí la carretera hacia Santiago Tuxtla y Catemaco. Si viene de la ciudad de Monterrey, tome la carretera federal 085 hasta llegar a Ciudad Victoria, después siga la carretera federal 070 que lo llevará a Santiago Nuevo León, y de ahí, la carretera federal 080 la cual lo conduce al libramiento de Tampico, ahí siga la carretera federal 180 hasta llegar a Veracruz, a 165 km. se localiza Catemaco pasando por Alvarado. Catemaco cuenta actualmente con una amplia y completa infraestructura turística, con hoteles y hostales hasta de 5 estrellas; su oferta restaurantera es adecuada a las necesidades del turismo; usted encontrará prestigiosos restaurantes así como cocinas económicas donde podrá satisfacer su paladar con los más exóticos manjares de la región.

PONGAN atención, señores; lo que les voy a contar no lo dice ningún libro, alguien lo empezó a soñar antes de que mundo fuera éste que girando está.

Con la Conquista española se empaño el viejo esplendor, pero la magia enterrada ningún casco la piso, y el Acatemaco antiguo del agua siempre brotó.

Catemaco fue fundado por Dios en el año cero. Porque quería ver su rostro reflejado en un espejo derramó gotas de luz en el vientre de mi pueblo.

Nagual, olmeca, mestizo, el pueblo siguió su marcha, perfilando la nobleza de su rostro de obsidiana día con día recién lavado en el espejo del agua.

Da ahí nació la laguna, y de la laguna todo: el barro de nuestro cuerpo pegado al suelo barroso, mitad tierra, mitad agua, mitad árbol, mitad cóndor.

Colonial, independiente y buen revolucionario, se fue curtiendo el pellejo con el tequio de los años; con la carrillera en hombros busco siempre el mejor bando.

Los primero pobladores tenían branquias y volaban, se hundían en pozas de nubes, andaban entre las ramas, se alimentaban de estrellas tan dulces como naranjas.

Con Teodoro Constantino y con Cándido Aguilar se atrinchero en la montaña, se hizo todo militar y buscó el único oficio de dedicarse a pelear.

Herbolarios por costumbres, en la selva hacia sus nidos, se bebían la noche a sorbos, la guardaban en sus picos, y en la noche de sus ojos la luna tendían sus hilos.

Peleando creció, las balas le fermentaron la piel; se mimetizó en el monte, como volcán quiso arder... cuando despertó, vio al pueblo a otro tiempo amanecer.

Verdes entre los follajes, azules en la montaña, se confundían con la misma piel de animales y plantas; aullaban con las tormentas y al viento mecían las ramas.

Tiempo que a veces parece que el rostro le desbarata, que le acorrala el origen con una lluvia de balas... pero de tantas heridas surge su fuerza estancada.

Las lajas cimentadoras del pueblo les daban vida; de las lajas de sus plantas brotaba el agua y corría a su paso fermentando torrentes de maravilla.

Y vuelve a su blando vientre de luz de sol y de luna donde crecen las raíces enredadas en la espuma que Dios concentró en el fondo mágico de la laguna.

Cruzaron su sangre savia con el maíz y el jaguar, se alimentaron de estratos cargados de tempestad; esparcieron sus semillas hasta en los surcos del mar.

De ahí brota el viejo sueño de su pasado remoto; pueblo selva, pueblo lago de habitantes misteriosos como el rayo, como el trueno, como los altivos troncos.

Esculpieron su memoria sobre colosales piedras, de todos sus días y noches quisieron llevar la cuenta; la historia los cuenta ahora como los viejos Olmecas.

Cuando se queda mirando, cuando duerme, cuando sueña, cuando se hunde en la laguna, cuando se pierde en la niebla, ve a Dios que en su propio espejo su enigma inicial recrea.

Y empieza la historia a hablar de otras culturas fincadas en tan codiciado espacio, conjunción de tierra y agua... las islas se hicieron pueblos que muy del fondo brotaban.

Y se humedecen sus alas, dobla sus ramas al viento y junta todas las formas que forman su antiguo cuerpo, y en la noche, entre la bruma, se cuenta este mismo cuento:

¿Y quién no había de buscar para asentarse esta tierra donde el milagro hecho fruto desbordaba las cosechas ...? La historia de Dios creador se repite en cada siembra.

Pongan atención, señores; lo que les voy a contar no lo dice ningún libro, alguien lo empezó a soñar antes de que el mundo fuera éste que girando esta.

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Resumen: Antropólogo Álvaro Brizuela Absalón “Un Espacio Sagrado Veracruzano” Cultura de Veracruz Nueva Época 2005


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atemaco es un lugar que posee parajes de belleza sorprendentes; la tierra, todavía pródiga, ha permitido que desde tiempos remotos sea asiento de grupos humanos que han dejado huellas en su paso, así ha sido hasta llegar a nuestros días. Por sus orígenes geológicos en la región hay conos cineríticos (cráteres) de volcanes apagados, en Catemaco forman pequeños vasos de agua, uno de ellos es Chalchuapan, remanso de quietud y de tonalidades verdes, al este de la cabecera y en las faldas del cerro Cacahuateno; los de Asmolapan y Nixtamalapan (de color amarillo verdoso) al noroeste y en las faldas del cerro de las Ánimas, vecino del cerro Puntiagudo y cercano del famoso Mono Blanco, son lugares asociados a leyendas y misterio. Sus aguas están formadas por un lago, lagunas, numerosos ríos, arroyos y manantiales. Los manantiales a orillas del lago son numerosos, algunos brotan con gas carbónico y le dan otro sabor al agua; de éstos, los más conocidos son los de Arroyo Agrio y Coyame. Su territorio se encuentra dentro de una gran área que fue asiento de la cultura Olmeca, las fechas en que florecieron en la región datan desde el año 1000 (A.C.) hasta el 900 (D.C.), y años posteriores en que también ocurren migraciones e incursiones militares que ocupan poblados y también fundan nuevos asentamientos. Uno de estos asentamientos es el sitio arqueológico de Matacapan, estuvo habitado desde el año 1000 al 600 (A.C.), fue

abandonado debido a una erupción volcánica en el año 600. En la isla de Agaltepec, en el lago de Catemaco, se fundó un centro ceremonial, contemporáneo a Matacapan.

Catemaco

El territorio donde se encuentra Catemaco estuvo habitado desde tiempos muy tempranos, así lo testimonian ciertos objetos y construcciones, uno de estos es la escultura de piedra en forma de huevo procedente de la Isla de Tanaspi, que se ha fechado entre los años de 300 (A.C.) al 200 (A.C.), aunque hay opinión de que esta escultura fue llevada al lugar en fecha posterior. Otros restos culturales en el poblado, fueron fechados entre los años 500 al 900 (D.C.). Acerca del tiempo en que pudo originarse el nombre de Catemaco, es probable que se remonte alrededor del año 700 (D.C.), cuando arribaron grupos nahuas, de no ser acertada esta hipótesis, tendríamos que ubicar el origen de su nombre hacia el 1300 (D.C.), fecha de las últimas migraciones nahuas. En algunos diccionarios se asienta que Catemaco significa “Suelo Enlosado”, palabras que en nahua tienen significado diferente. En el vocabulario en lengua mexicana de Fray Alonso de Molina, “Suelo de Losas” se escribe: “Tlateuapalmantli”, “Tlatepapatlacmantli”; otra forma es: “Tlapapacmantli” : “Suelo Empedrado con Losas”, “Suelo Enlosado”. El diccionario de la lengua náhuatl o mexicana de Rémi Siméon, registra “Tlatepatlacmantli”, y se refiere a enlosado, embaldosado, hablando de suelo; “Tepatlacti”, la traduce: losa, piedra ancha y plana. Otra traducción es la que considera que el nombre es Caltlemaco: de

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calli : casa, y tlematli : incensario (en la casa del incensario). Otras opiniones lo designan como el lugar de las casas quemadas; “El Lugar donde está la Casa Quemada”, en náhuatl es: “Calchichinanco”; “Chichinalcali” : “La Casa Quemada”; “Kali Tlatlatoc” : “Casa Quemada”. Una interpretación proporcionada por Román Güémes, hablante de la lengua nahuatl, sostiene que “Agat”/”Acat” significa carrizo, “Ten”/”Tentli”: orilla, labio; “A”: agua, “Co”: lugar, traducido libremente es: “Lugar de Agua Rodeado de Carrizos”. Como se mencionó antes, los nombres que le daban a los lugares describían alguna característica del mismo; éste no fue la excepción: años atrás, bordeando la orilla oeste, desde las tierras que bajan del Cacahuateno hasta adelante de Maxacapan, todavía crecían en abundancia las matas de carrizos. En el siglo XVI, a la llegada de los conquistadores, Catemaco formaba parte del señorío de Tuztla (hoy Santiago). Hacia 1604 Catemaco era una congregación que tenía 26 tributarios y continuaba sujeta a la cabecera de Tuztla. Fue rebautizado por los españoles como San Miguel Catemaco.

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A estas tierras llegó Fray Diego de Lozada trayendo la imagen de la Virgen del Carmen; la fecha de su llegada es imprecisa, sin embargo, es posible que esto haya ocurrido a principios del siglo XVII, porque en 1664, fecha en que el volcán de San Martín hizo una nueva erupción, un grupo de pescadores y sus familiares que vivían a la orilla del lago, asustados, entre cánticos y sahumerio, llevaron en procesión a la imagen. La fama y milagros atribuidos a la Virgen crearon la necesidad de construir un espacio mayor para su veneración, por lo que, en 1719, indígenas de San Andrés y de Catemaco se congregaron y le construyeron un templo. Hacia 1831, el culto a la Virgen del Carmen había tomado tanta fuerza, que la convirtieron en propietaria de una hacienda de ganado mayor, en tierras a orillas del lago donde pastaban 1,400 reses. En 1776, Catemaco pasó a formar parte de la jurisdicción de la alcadía de San Andrés, que era considerada como “República de Indios”; en ese tiempo la organización política era una mezcla de elementos indios y españoles, y el culto a la Virgen del Carmen había cobrado tanta importancia que también se otorgaron cargos para el ciudadano y administración de los asuntos religiosos. En ese año, se eligieron


autoridades civiles y religiosas: para alcalde a Juan Andrés, alguacil a Nicolás Hipólito, regidor a Monti Juan, como ayudantes a Juan de la Cruz y Andrés Martín, para el cargo de fiscal a Matheo de la Cruz, y mayores a Pedro y Joseph Velasco, como maestro de capilla a Miguel Aparicio, ayudante a Joseph Santiago y escribano a Joseph García. El 12 de enero, el Gobernador de Justicia, Mayor y Administrador del Estado y Marquesado del Valle, Don Francisco Antonio Larrea, les dió posesión en sus cargos, para ello, les entregó las varas o bastones de mando, con este símbolo se les reconocía como autoridades. Para 1854 la jurisdicción de los Tuxtlas pertenecía al distrito de Veracruz; éste lo formaban las villas de Santiago y San Andrés Tuxtla, y los pueblos de Hueyapan y Catemaco con 1,500 habitantes; la ranchería Maxacapan y la pescadería de Sontecomapan. El 28 de mayo de 1881, Catemaco fue declarado Villa.

carga y carretas tiradas por bueyes, pudieran transitar coches y camiones, los efectos se vieron pronto por el incremento de la actividad comercial entre los dos poblados.

Catemaco

A partir de 1950, cuando se hizo carretera costera, la vida empezó a cambiar, la comunicación entre los pueblos del istmo, el Papaloapan, el puerto de Veracruz, Xalapa y la capital del país se hizo ágil y constante; los jóvenes que tuvieron la oportunidad salieron a estudiar. El comercio se diversificó, cada año el número de visitantes era mayor; se construyeron hoteles y restaurantes para recibir al turismo. En el año de 1966, a Catemaco se le concede categoría de Ciudad. Los habitantes del municipio continúan con sus trabajos agrícolas, ganaderos, pesca, las derivadas del turismo y otras, hechos que configuran la dinámica social y cultural del hombre y su acción sobre estas tierras, todavía generosas.

En 1922, se hicieron los trabajos para arreglar el camino entre Catemaco y San Andrés, a pico y pala, y con la ayuda de la deficiente maquinaria que tenía el Gobierno del Estado. La finalidad era, que además del traslado de peatones, y acarreo en bestias de

Las Cascadas de Tepetapan: Estas cascadas naturales de Catemaco, fueron llamadas “El Pequeño Niagara”, un bello recuerdo del Catemaco de ayer.

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Texto de Tomas Uscanga Constantino De Tierra y Agua Narraciones, mitos y leyendas de Catemaco IVEC (Col. Atarazana), Xalapa, Ver. Mex., 1998

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o los vi, compadre. Y no es cosa de que ‘biera yo andao borracho. Noooo. En mi meritito juicio. Me interné en el monte buscando palos pa’ hacer leña y me jui más lejos que de costumbre. Entré por el camino de Solotepec y cuando me di cuenta ya estaba yo en el mero corazón de la selva… como que una juerza misteriosa me empujó hacia allá. ¡qué lugar tan bonito, compadre! con decirle a usté que hasta me quité el sombrero en señal de respeto y de miedo también, porque la verdá sea dicha me dio miedo compadre, me entró como un escalofrío y hasta calambre me dio. Había un silencio como de muerte. El sol colaba sus rayos entre los espesos árboles y bajaba en tiras de luz esparcidas igual que como las que pintan en las estampas de la Divina providencia. Los bejucos que colgaban de los árboles parecían culebras que caían hasta el suelo; las flores de

pitahaya y lengua de mujer se abrían tan grandes como nunca las había visto y deslumbraban de tan preciosas. Una mancha de pico ‘e canoa rompió el silencio y se paró entre los árboles, pintándolos más con el arcoiris de sus picos. Ay compadre, qué cosa tan bonita.... un airecito suave, blandito, se pegaba al cuerpo como acariciándolo, y las mariposas, desas grandototas azules que poco se ven en el pueblo, pintaban el aire con su polvo brillante azul turquesa. Con decirle a usté, compadre, que hasta me olvidé de a lo que iba. Me acurruqué junto aun tronco viejo y me quedé mirando, mirando esa bendición de Dios. Pero tuve que volver a mis cabales, compadre, porque la necesidá obliga... ya le digo a usté que iba a cortar leña y empecé con el primer tronco seco que estaba más cerca de mí. Ya ‘bía yo levantao el machete, compadre, cuando oí unos quejidos como de criatura enferma; muchos compadre, muchísimos, en coro, como si les estuvieran dando tormento... los sentí tan


Catemaco pegados a mis oídos que parecía que se me venían encima, apretados y duros como un zumbido de avispas. Entonces mi miedo aumentó. Dejé tirao el machete y salí despavorido... corrí como mejor pude, abriendo brecha entre el monte con mi propio cuerpo. Corrí, corrí, compadre, como alma que lleva el diablo, y va usté a creer, compadre, que el ruido ya no era de llanto sino de risas... eran risas, compadre, carcajadas que aumentaban a medida que yo más corría. Entonces cavilé “han de ser los cabrones chaneques que me quieren jugar una mala pasada” y procuré calmarme a ver si ellos también se calmaban. Ya no corría; caminé con tranquilidá buscando encontrar algún camino, pero cuando me di cuenta ya andaba por la laguna encantada. Usté cre, compadre... las risas no paraban, y yo vueltas y vueltas sin poder llegar a ninguna parte, volviendo siempre al mismo lugar. Con decirle a usté que hasta me caí varias veces y andaba ya todo ensangrentao. Ya estaba yo apunto de tirarme a la laguna de puro desesperado,

compadre, porque ya estaba empezando a hacerse de noche, cuando vi, primero sus ojos como tizones encendidos entre la ramazón, y después sus cuerpos, compadre, viejos como tronco de árbol viejo, con reflejos verdes como ramas verdes, pero no alcancé a verlos mejor porque la oscuridá ya había apretado. Entonces me acordé de “que mi amá me había dicho que lo que hay que hacer cuando lo atrapan a uno los chaneques es gritar tres veces Juan, pero con ganas, como pa , conjurar el hechizo. Grité con juerza: ¡Juan! ¡Juan! ¡Juan! y de pronto como que todo se me aclaró; ya no era de noche como creía; las risas se callaron... empecé a caminar... todo se me volvió conocido otra vez, y jue así como pude dar con el camino, compadre. Cuando llegué a la laguna bebí bastante agua pa’ enjuagarme el susto, me zambullí con todo y ropa, y cuando salí, sentí como si el mismo San Juan Bautista me hubiera bautizado con su agua bendita, porque se me borró el hechizo y me olvidé de todo lo que me había pasado, compadre.

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T radiciones

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vive en sus

Fiestas y

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Por Antropólogo Álvaro Brizuela Absalón.

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no de los festejos populares con que se abría el calendario, era el paseo de los Reyes Magos recorriendo las casas, esta celebración ha quedado en el olvido. Le seguía la Candelaria el día 2 de febrero, cada año la Virgen era llevada en procesión desde la casa de la encargada hasta la iglesia, esta procesión era vistosa y alegre, numerosas personas seguían a la imagen, cantando alabados; el fandango era uno de los momentos esperados, jaraneros improvisando versos, mientras las parejas de hombre y mujer, o mujeres solas bailaban en la tarima, la que era rodeada por otras personas que alternadamente pasaban a bailar, cuando terminaba la fiesta, la imagen era devuelta a la casa de la persona encargada de cuidarla, así hasta el año siguiente; entonces, los jaraneros salían a cantar las Pascuas de la Candelaria. Actualmente la comunidad del ejido La Candelaria, celebra esta fiesta con juegos como son: el torneo de cintas a caballo, despescuzada de gallos, encuentros deportivos, carreras de caballo, baile de salón y fandango. La Semana Santa, en años anteriores, era un festejo popular que convertía a Catemaco en un gran centro regional sagrado y de mercado. Todo el pueblo se convertía en posada, casas, corredores, calles y patios eran ocupados; los “soltaderos para las bestias”, que eran los terrenos donde pudiesen pastar los caballos y las mulas, se convertían en potreros temporales. En las calles del centro, los puestos cubiertos con grandes mantas configuraban un vistoso mercado con espacios muy definidos para los productos que se ofrecían. Ahí se compraban herramientas, ropa, utensilios para la cocina, juguetes de madera, latón y cartón, abundaban los que ofrecían dulces en conserva y confitería, y también los que ofrecían imágenes, rosarios, oraciones y velas. Más que un festejo de alegría, decían algunos peregrinos era una celebración de duelo por la muerte del Señor Jesucristo. En esos días a los niños del lugar se les prohibía meterse a las aguas del lago, porque se creía que podían volverse pescados. La representación de la Pasión de Jesús al interior del templo y en el atrio era motivo de un comportamiento pleno de misticismo, contemplada en silencio. Cuando llega el 24 de junio, es el tiempo de renovar los poderes y agradecer a las divinidades la interacción favorable cuando esta es solicitada por el especialista. Este día es propicio para el corte de hierbas, molienda de vegetales, y comunicarse con el Diablo o con entidades sobrenaturales buenas.

El 16 de julio las calles del centro de Catemaco volvían a revestirse de blanco con la instalación de los “puestos” cubiertos de manta, otra vez el pueblo era un lugar que recibía a cientos, o tal vez, miles de peregrinos, que después de dos días de camino, llegaban de Texistepec, de Soteapan, Pajapan entre otros. La visita al Tegal en la orilla del lago y frente a la Isla de Agaltepec, era y es un lugar de visita impostergable, en este lugar está una cueva un tanto deteriorada por el tiempo, donde la creencia popular dice se apareció la imagen milagrosa de la Virgen del Carmen. Cada persona o familia se detiene frente a la portada, se santigua y se hace un barrido, una limpia, tallando unas ramas por el cuerpo. También se acostumbra darse un baño para pedir salud, y de purificación en las aguas del lago frente a la cueva. Otro de los divertimientos era la mojiganga, con personajes diversos, llamaban la atención las figuras más reconocidas que representaban mujeres gordas y altas, estas enormes muñecas eran conocidas como doña Porfiria. El festejo religioso del 16 de julio, culminaba con la procesión alrededor de la iglesia, cargando en andas a la imagen de la Virgen, ésta se acompañaba de música de viento, como llamaban a la banda compuesta por instrumentos aerófonos. Por las noches, en el parque Francisco I. Madero la diversión era el baile popular, y alrededor del parque, juegos de lotería, ruleta, fondas, venta de cerveza, refrescos. Era un lugar de encuentros, de nuevas amistades y de enamoramientos. En las fiestas de Semana Santa y del 16 de julio, las familias de peregrinos permanecían en Catemaco por cuatro días, cuando los camiones de pasajeros empezaron a transitar entre Veracruz y Coatzacoalcos, este medio de transporte remplazó el caballo, y poco a poco fue disminuyendo la permanencia de los peregrinos en el lugar, y aunque se quedaran a dormir en los corredores de las casas por una o dos noches, los que podían hacerlo, viajaban de ida y vuelta el mismo día. En años recientes se ha retomado la tradición de las peregrinaciones a pie y a caballo provenientes de Pajapan y Soteapan; otras son los numerosos peregrinos que de otras entidades llegan en autobuses. Durante aquellos años, las familias que llegaban eran de poblados de la Sierra de Soteapan, Pajapan, y de la parte baja, Minatitlán, Acayucan, Texistepec, Oluta, Coatzacoalcos, por mencionar algunos.

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Ca t emaco Una limosna para este pobre viejo que ha dejado hijos, que ha dejado hijos, para el año nuevo. Ya don Ferruco se muere de tristeza porque a media noche, porque a media noche, le vuelan la cabeza. Ahí viene el viejo muriéndose de risa porque a media noche, porque a media noche, lo vuelven cenizas.

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El 12 de diciembre se festeja a la Virgen de Guadalupe, la madrugada del doce se acostumbraba un recorrido por las calles, éste se conocía como la Aurora, en un carro –camión de redilasadornado, una joven representaba a la guadalupana; en la actualidad el santuario de la Virgen del Carmen se está revistiendo de un nuevo culto, porque es visitado por muchos peregrinos, que, de diferentes lugares llegan en autobuses para rendirle culto a la Virgen de Guadalupe. Los festejos de Navidad y el Viejo. Si bien es cierto que estas festividades han cambiado, no han dejado de celebrarse, es posible entenderlo porque cada generación va reinterpretando tradiciones, y estos cambios se pueden observar en la tradición de las Posadas y la Rama. Antes, en días anteriores a la Navidad los pescadores y los campesinos salían con sus familiares y vecinos, ellos eran los que con sus jaranas acompañaban los cantos, los hombres llevaban la voz, y en coro contestaban las mujeres, estos cantos se conocían como las Pascuas de Navidad, a estas le seguían las Pascuas de Año Nuevo, las de Reyes y de la Candelaria. En las casas era esperada la Parranda, como se le conocía a esta tradición; al llegar a una casa, con los versos pedían permiso y saludaban, después entraban, tocaban otros sones y bailaban, los de la casa invitaban alguna bebida, dulces y daban una cantidad de dinero, que era recibido por una persona que había sido designada para tal propósito. El canto de despedida siempre hacía alusión a la Pascua del momento y a la fecha siguiente en que regresarían, sólo en las Pascuas de Año Nuevo se despedían cantando con: Adios Manuelito al año volvemos. La Rama, otra expresión popular, la cual se hace de un tallo floreado y seco de un agave que se adorna con paistle, globos, faroles, serpentina y estrellas, ésta es llevada adelante del grupo. Anteriormente el grupo lo formaban mujeres jóvenes y niñas vestidas con refajo, faja y blusa; así vestían el 12 de diciembre; una marimba y tres marimberos. La música de la marimba acompañaba los cantos de las mujeres: Naranjas y limas, limas y limones, más linda es la Virgen que todas las flores. Enseguida, pasaban a la casa o en el corredor, en parejas bailaban dos o tres piezas musicales, fuera danzón, rumba, son jarocho o cualquier otro ritmo. Los Nacimientos era una tradición que se acostumbraba en muchas casas, los preparativos para hacerlo llevaba varios días, que empezaban con la siembra de granos de maíz en forma

de almácigo –este ambientaba el nacimiento, semejando un milpa-, se confeccionaban figuras que representaban mujeres, hombres y niños, se hacían casitas de cartón, etcétera, y se componía el pesebre donde se colocaban las imágenes de San José, la Virgen, los Reyes Magos, ángeles y animales del establo. Cada año le corresponde a una familia recibir el Niño Dios, que es donde se representa el nacimiento del Niño Jesús, de ahí es llevado a la media noche a la Iglesia para celebrar la Misa de Gallo. Ahora son jóvenes quienes se visten como los peregrinos, San José, y la Virgen que va montada en un burro llevando al Niño Dios, los siguen un grupo de arcángeles y las personas que acompañan la procesión. Los festejos populares del calendario terminan con la representación del Viejo. Ahora son comparsas que se disfrazan como en un carnaval, de entre estos disfrazados, van la vieja embarazada, el viejo, y los músicos, recorren las calles haciendo bulla, corriendo, y como siempre el Diablo, que corretea y va dando de coletazos a los que alcanza. Se detienen en determinados lugares para bailar, y son recompensados con dinero. Antes, la comparsa del Viejo era diferente, en una camilla de varas llevaban un viejo, la ropa que vestía era pantalón, camisa y zapatos, el cuerpo era un relleno de hojas de maíz, papeles, trapos y cohetes. Lo acompañaban: la querida, la viuda embarazada y sus hijas, el sacerdote, el médico, el brujo, el diablo y la muerte. Algunas veces la querida y la viuda se peleaban por el viejo, lloraban porque se estaba muriendo, para eso y que se aliviara llamaban al médico, ante la dificultad para aliviarlo, llamaban al curandero o al brujo, este empezaba a hacer sus movimientos para exorcizar y le sacaba un sapo de la barriga, mientras tanto el diablo y la muerte se peleaban por llevarse al moribundo, finalmente, la muerte con su guadaña lo jalaba para llevárselo. Cada uno gesticulaba y hablaba según el guión. Las representaciones eran más continuas a medida que se acercaba el día 31 de diciembre. Finalmente, en cada barrio o en el parque se quemaba el Viejo en medio de la gritería de la gente, y las explosiones de cohetes desbarataba el cuerpo hasta dejarlo en cenizas. El calendario de fiestas y rituales arriba mencionado, continúa, y como se mencionó antes, las tradiciones han cambiado, y ahora son las nuevas generaciones quienes las reinterpretan; festejos que siguen divirtiendo a los lugareños y a los visitantes.


Catemaco

Teresa García Cadena Nació el 15 de octubre de 1910. En Xalapa se integró al movimiento literario Estridentista en cuya revista, Horizonte, empezó a publicar su producción poética. Fué alumna de la Universidad de México donde estudio Químico Farmacéutico. Trabajó en las Secretarías de Salubridad, Gobernación, Agricultura y en la Beneficencia Pública. Regresó a su tierra natal repartiendo su tiempo entre su profesión científica y la colaboración con grupos de lucha social y de vanguardia, con la creación literaria y el periodismo. Lorenzo Turrent Rosas Nació el 17 de octubre de 1903 y murió el 23 de agosto de 1941. Escritor. Ingresó a la Facultad de Derecho y se tituló en 1926. Fue funcionario judicial y juez de primera instancia en Tlacotalpan y Córdoba. Fundó y dirigió la revista Xalapeña, fue fundador y miembro de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios en 1935. Figuró como Magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Veracruz. En 1932 publicó la antología “Hacia una Literatura Proletaria”. Algunos de sus relatos han sido publicados en el extranjero. Tomás Uscanga Constantino Nació en el año de 1945. Licenciado en Letras Españolas por la Universidad Veracruzana. Ha sido promotor de talleres de creación literaria y en esta actividad ha fomentado la publicación de revistas estudiantiles. Además de su vocación por la literatura, tiene interés por el teatro, inclinación que lo ha llevado a formar y dirigir grupos experimentales. Ha publicado en prosa y poesía: De Tierras y Agua, Mitos y Leyendas de Catemaco, Doce Sonetos; Impresiones en la Laguna y Vuelta al Origen, en cuento: Tierra y Agua. Narraciones, Mitos y Leyendas de Catemaco. Tanto su obra poética como su prosa, tienen en común la constante evocación de una de las zonas más pintorescas de los Tuxtlas: la región de Catemaco.

hijos: Domingo, Guillermo, Roberto y Adolfo. Comenzó a escribir a la edad de 15 años, sin que diera a conocer sus poesías hasta 1911, cuando se fue a vivir a Xalapa. A partir de 1922 vivió en el Distrito Federal, donde colaboraba en la revista “El Hogar” y los periódicos “El Globo”, “El Universal” y “El Demócrata”. Fue socia fundadora del Ateneo Mexicano de Mujeres y socia activa de la Unión Femenina Iberoamericana y de Vanguardia de Acción Veracruzana. Autora de los libros de versos: Alma y Rosas de mi huerto; y de las novelas Su Novela (1935), Soy Rebelde, La Novia del Marino, El Desertor y La Cita. Vale la pena recalcar que fué tía del famoso escritor Carlos Fuentes. María Andrea Absalón de Brizuela Nació en Catemaco 1914, se casó con Rafael Brizuela Pereyra, madre de 10 hijos. De muy joven tuvo acercamiento al campo del arte a través de los cursos de guitarra. Su gusto por la pintura la llevó a la conservación de imágenes religiosas de madera, las que retocaba en sus partes deterioradas. Años más tarde, se dedico la pintura y a escribir poesía. Una de sus satisfacciones fue haber ganado el concurso para que Catemaco tuviese su escudo.

Adolfo Moreno A la edad de 15 años fue profesor de una escuela primaria pero tuvo que dejar esta actividad para incorporarse a las fuerzas revolucionarias comandadas por el general Antonio Portas Domínguez y tomó la plaza de San Andrés Tuxtla. Fue Secretario del Estado Mayor con el grado de subteniente. Combatió en la Revolución Constitucionalista encabezada por Venustiano Carranza y le fue conferido el grado de teniente. Continúo sus estudios y obtuvo el título de abogado. Posteriormente se desempeñó como procurador de justicia del Estado de Veracruz y murió en el año de 1937.

Roberto Álvarez Boettiger Nació el 25 de junio de 1898. Odontólogo. Fue médico del Centro Educativo Rafael Dondé; capitán primero en el Cuerpo de Sanidad Militar y catedrático de higiene en general, y de higiene bucal en la Universidad Nacional. Dirigió la Revista Odontológica de México. Obtuvo diplomas de la Universidad Nacional, de la Asociación Médica Mexicana y de la Sociedad Mexicana de Médicos Militares. Además, recibió el Primer Premio en el IV Congreso Odontológico Nacional Mexicano. Autor de diversas obras, entre las que destacan Higiene bucal, que ha sido el libro de texto de la Universidad Nacional.

María Boettiger de Álvarez Nació el 19 de noviembre de 1876 y murió en 1945. Sus padres fueron don Felipe Boettiger, de origen Alemán y doña Ana María Murcia, mexicana. Se casó a la edad de 16 años con don Domingo Álvarez, con quien procreó 4

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Fragmentos por Antropólogo Álvaro Brizuela Absalón y Dr. Albano Rojas Aldana.

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n Catemaco sobreviven prácticas mágico religiosas y de medicina tradicional que tienen su origen en el México antiguo, mitos y leyendas que relatan la presencia de seres sobrenaturales. Es a través de la tradición oral, rituales y curanderismo que podemos hablar de ello, con la conquista y colonización española concurren otros elementos culturales que no sólo las enriquecieron, sino que muchas otras fueron modificadas y tal vez eliminadas. Una de estas tradiciones que son un punto de referencia importante a nivel nacional e internacional son las prácticas de la medicina tradicional y la magia. Mencionaremos brevemente el caso del Cerro del Mono Blanco, la Montaña Sagrada por excelencia, donde existe la cueva

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dedicada a ritos de iniciación de curanderos y hechiceros, o brujos; por las referencias históricas del siglo XVI que mencionan a Huitzilopochtli, divinidad de la religión mexica que tuvo culto importante en la región, presuponemos que con la presencia de esta divinidad se enriqueció el culto en la cueva, y la del Mono Blanco fue una de ellas. Una tradición mexica en ocasión de haber ganado una batalla, culminaba con un festejo, y en la región, aunque se haya revestido como un hecho religioso, se debe entender como un hecho político del conquistador para reafirmar el poder sobre los pueblos sujetos, tributarios. En la religión de los mexicas se rendia culto a los cerros y a las cuevas, estos rituales estaban asociados al agua, a la agricultura y el maíz, a Tlaloc y sus ayudantes los Tlaloques; en la región, la presencia mexica que practicaba estos cultos debió ocurrir en el Postclásico (del 900 al 1500 D.C.). Algunos estudiosos proponen una relación entre los Tlaloques y los Chaneques, es decir, que los primeros dieron origen a las creencias y relatos de Chaneques. A las tradiciones mesoamericanas locales se entrelazaron las de origen europeo, resultado

que nos va a dar una identidad regional, estas se van a expresar a través del culto a la imagen de la Virgen del Carmen, de rituales que se llevan a cabo durante fechas fijas en el primer viernes de marzo y el 24 junio; la primera, relacionada con los ritos de iniciación para curanderos y hechiceros o brujos, y corte de vegetales; la segunda, dedicada a rituales de agradecimiento y renovación. En el entorno cultural se desarrollaron festejos que fueron enriqueciendo el calendario ceremonial religioso del lugar. Primer Viernes de Marzo El calendario ceremonial sigue con los rituales dedicados al Primer Viernes de Marzo, estos rituales son de carácter privado, con ello se busca mayor eficacia en las prácticas de los especialistas en medicina y magia. La noche del jueves para amanecer viernes, se visitan los lugares sagrados para realizar los ritos de paso, donde el iniciado cambia de estatus, de novicio renace como iniciado, y adquiere el poder para practicar la medicina o la magia, trabajando como curandero o brujo. Cuando se hace el primer viaje a esos lugares, son dos las preguntas


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que le hacen al novicio: cuál es el camino que va a seguir: en el de la izquierda está el maligno, y en el de la derecha está el encanto bueno. También es el tiempo del corte de vegetales, molienda de los mismos, preparar medicinas, confeccionar resguardos. Este día, el lugar es visitado por muchas personas de diferentes estatus y actividades, todos van en busca de alivio, de equilibrio interior y de protección; todo esto se realiza a través de curaciones –herbolaria-; limpias o barridos, conjuros y exorcismos. Los Personajes de la Brujería Curanderos: Se les conoce así a mujeres y hombres quienes curan males principalmente derivadas del espíritu. El mal aire, el mal de ojo y el espanto. Tienen las facultades de curar, con solo observar o tocar a quienes desean ser aliviados. Tienen un gran dominio sobre las yerbas. Su formación religiosa los hace invocar a los Santos de su devoción o en otras ocasiones a la muerte. De sus pacientes escogen su guía en base a visiones que estos hayan tenido, dominando así a las fuerzas malignas. También tienen la facultad de bendecir un lugar, o ayudar a bien morir, ahuyentando las fuerzas del mal.

Yerberos: Existe una grande similitud con los curanderos. Estas personas realizan esta actividad, solo por afición o por tradición familiar porque poseen un gran conocimiento de la herbolaria, y sus tratamientos, nunca van en desacuerdo con la tradición religiosa. Hueseros: Estos son los primeros que utilizan las plantas recolectadas el Primer Viernes de Marzo en el Cerro del Mono Blanco. Se basan en la percepción de sus manos, que tan buenos resultados les han dado en las reducciones de fracturas. Ocasionalmente utilizan la secreción del árbol del huele como vendaje, aquí también debemos recordar que a los Olmecas les llamaban los hombres del huele. Culebreros: Se dice que para ser culebrero se debe tener un magnetismo y aura muy especiales. Se sabe que cuando una persona con estas características observa un pleito entre dos culebras necesariamente esta lucha es a muerte. Posteriormente tendrá la facultad de realizar curaciones por mordeduras (picaduras dicen ellos). Una de las yerbas más utilizadas es el Huaco, que es poderoso antídoto para este tipo de accidentes. Siete días durante el tratamiento a parte de infusiones de cataplasma.

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Ca t emaco El paciente debe guardar reposo absoluto. La condición más importante es, que durante su tratamiento no debe ser visitado por alguna mujer que esté en su período menstrual, o que haya tenido relaciones sexuales o que esté en gestación por un embarazo, pués se tiene la creencia que le provocará la muerte. El culebrero tiene la oportunidad de agarrar a las culebras sin que estas le causen daño. Las Chupadoras: Se especializan en alejar a los malos espíritus; tienen actividades semejantes a los curanderos, emplean agua de los siete espíritus, albahaca, una rosa roja, ruda, huevo de gallina negra y agua natural. Realizan las limpias de todo el cuerpo, ingieren agua de los siete espíritus y succionan a decir de ellas, las coyonturas, las articulaciones y las sienes, con lo cual extraen el mal. Posteriormente colocan el huevo en un vaso con agua y observan cual era el mal. Agregan en el agua la rosa y las yerbas; debe permanecer tres días debajo de la cama del paciente y al término de este tiempo, el paciente tirará en el río el huevo con las yerbas sumergiendo el recipiente en el sentido opuesto a la corriente. Sin duda alguna, uno de los aspectos más interesantes de la región de Los Tuxtlas es el lugar que ocupa la magia dentro de la cosmovisión de la gente y que se comparte a todo el mundo.

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ESCUDO

Diseñado por María Andrea Absalón de Brizuela

En la parte inferior del escudo, sobre el color anaranjado hay una figura Olmeca, representa a la cultura original, que dio origen a otras. Sobre esta, los volcanes en erupción, fenómeno que dio origen a la formación del lago de Catemaco. También cómo símbolo de lo cambiante, el fuego que purifica, lo viejo y lo nuevo.

El color azul en el centro y a la derecha, las aguas que bañan la región, las aguas del lago, donde una mano vigorosa sostiene una red, que con el pez y la barca simbolizan la actividad en torno al lago, la fuente de vida en esa cotidianidad desde el nacer, ser y morir. En el centro y la izquierda sobre el azul, las rocas de color sepia y rayas blancas representan las cascadas; las rocas en forma de boca de la que brotan burbujas representa a los nacimientos de agua mineral de Coyame y Arroyo Agrio. En el fondo amarillo las actividades relacionadas con la tierra, campos agrícolas donde se cultiva maíz, frijol, tabaco y también se cría el ganado. En la parte superior, un templo y montañas. Catemaco como centro sagrado, el santuario donde se venera a la Virgen del Carmen. Lo verde detrás del templo, montañas y cerros, donde se encuentra la Cueva Sagrada del Mono Blanco; los montes donde se recogen las plantas medicinales, donde según las creencias también habitan seres sobrenaturales, de entre ellos el Chaneque. La franja que rodea el escudo con imágenes de la flora y la fauna, y lo que en un tiempo fueron las actividades cacería.

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BuzÓn DE SUGERENCIAS

Juntas de Mejoras

Amigo lector, este es un espacio dedicado para ti con el afán de conocer tus sugerencias y comentarios para mejorar este material editorial que se hace con gran entusiasmo, cariño, compromiso y respeto a la esencia de los veracruzanos.

Calle Tuxpan No. 19, Fracc. Veracruz C.P. 91020 Xalapa, Ver. Coordinación Estatal de Juntas de Mejoras Correo Electrónico: junta_de_mejoras@yahoo.com.mx 19


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Tegogolo: Su captura se lleva a cabo sumergiéndose en la laguna con un visor aproximadamente a 3 ó 4 metros de profundidad. Actualmente es una fuente de empleo porque en temporadas altas, como marzo, se pueden capturar de 6 a 10 kilos, y su precio puede variar desde 80 hasta 150 pesos por kilo. Existen diferentes maneras de preparar el tegogolo: en coktel, o con la tradicional receta que lleva cebolla, tomate, chile cuachile (parecido al chiltepín), cilantro, sal y limón, acompañado de tortillas de mano con sal y manteca.

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a cocina Catemaqueña como en casi todo el estado, mezcla ingredientes precolombinos, ocupando un lugar importante los incorporados en el siglo XVI por los negros traídos a trabajar, quienes dejaron una marca importante en la manera mítica y mágica de preparar y consumir algunos alimentos como el mogo mogo, los plátanos verdes machucados, la manera de guisar la yuca, enriqueciéndose aún más su gastronomía, por contar con los elementos que proporcionan sus lagunas y ríos, como la mojarra, los tegogolos, los topotes y el juile entre otros, acompañados por las exquisitas tortillas pellizcadas de maíz blanco hechas a mano y sazonadas

con sal y manteca, Catemaco ofrece platillos originales capaces de satisfacer el más exigente paladar, como la mojarra en tachogoby, muy laboriosa ya que es asada a las brasas con salsa, con un sabor muy singular, la carne de chango, que es en sí carne de cerdo ahumado con hojas de guayabo, de aguacate y leña verde, lo cual le da un peculiar sabor y aroma. La cercanía del mar incrementa la riqueza culinaria de Catemaco, incorporando a su cocina mariscos como los camarones: para pelar; al mojo de ajo; enchipotlados; en caldo; en cóctel; el robalito asado, el pulpo, el caracol, la jaiba y muchos más, así como postres, entre- los cuales podemos encontrar melcochas, dulce de tecoyote, nanche en dulce, alfajores, mostachones, dulces de coco, de toronja, de papaya, de leche, de camote y masafinas; también encontramos conservas y licores preparados de manera tradicional


como los de nanches o el jobo curtido, licores de chagalapoli, de naranja, de hierbabuena, de tamarindo o bebidas sin alcohol, como el refresco de pozole, de chagalapoli, de frutas, el atole de maíz. En su visita por Catemaco disfrute del sabor de nuestra cocina, una de las más ricas del mundo, la cual está disponible en los establecimientos de comida ubicados en el Malecón y el primer cuadro de la ciudad.

Preparación de la mojarra en Tachogoby: Ingredientes: Mojarra del Lago de Catemaco, Manteca, Cebolla, Tomate chiquito, Cilantro, Ajo, Sal al gusto. Preparación: Se limpia la mojarra retirándole sólo las viseras y las agallas, dejándole las escamas. Después se pone a azar en brazas previamente preparadas untándolas de manteca, durante el tiempo de cocción la mojarra es bañada continuamente con una salsa de tomate chiquito, cebolla, cilantro y sal al gusto, la cual se acitrona con aceite muy caliente. Después de un rato, que la mojarra esta perfectamente asada se coloca en un platón de barro y se baña con el resto de la salsa de Tachogoby.

Q ¿Por qué Carne de Chango?

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Antiguamente en esta Ciudad de Catemaco había muchos changos arañas, lo que llevó a los campesinos a cazarlos, el color peculiar de esta carne frita era de un tono rojizo. Posteriormente se prohibió esta práctica y la gente utilizó la carne de cerdo para disfrutar el sabor peculiar de esta carne, decidieron ahumarla con hojas de guayabo, aguacate y leña verde, lo que le dió un color similar al de la carne de chango.

Preparación de la mojarra al Chile Limón:

Ingredientes: Mojarra del Lago de Catemaco, Manteca, Chile jalapeño, Limón, Cebolla y Sal al gusto. Preparación: Se limpia la mojarra, sólo se le retiran las viseras y agallas, dejando las escamas, se pone a calentar un comal, al estar al punto, se le agrega una cucharada de manteca y se coloca la mojarra. Por otro lado, en un recipiente se pone a hervir agua, después de que hierve se deja enfriar y se baña la mojarra agregándole sal al gusto, rebanadas de cebolla, chile y limón, se coloca en un tazón hondo y se sirve.

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Fragmentos por Antropólogo Álvaro Brizuela Absalón.

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a región de Catemaco se encuentra enclavada en el macizo montañoso de Los Tuxtlas que emerge de la llanura costera del Golfo de México, por su ubicación en el hemisferio norte y su composición geomorfológica, donde la flora, fauna, vestigios arqueológicos, tradiciones culturales y sus gentes, la hacen un lugar privilegiado y de interés, tanto para el turismo como para los estudiosos del medioambiente y la cultura. En este entorno, se encuentran sitios de interés para el visitante, de ellos mencionaremos algunos: Lago de Catemaco: Es el tercer cuerpo lacustre mayor de México, tiene una profundidad máxima de 22 metros, que se localiza en una pequeña fosa entre la Isla de Agaltepec y la ribera del lago, su longitud máxima es de 12.3 km., su anchura es de 10.25 km., con un perímetro de 49.7 km. Al interior del lago se encuentran las siguientes islas: Tanaspi, Agaltepec, Totogochío y Tanaspillo. El recorrido en lancha permite visitar sitios de interés tanto histórico como arqueológico y disfrutar playas para bañarse, nadar, o sentarse en algún restaurante del Malecón para deleitar el paladar con los platillos, bebidas y dulces regionales. Isla de Tanaxpi: Es la de mayor extensión. Con una gran variedad de flora. En este lugar se rescató un escultura de piedra en forma de huevo; se le ha fechado entre los años de 300 A.C. al 200 D.C. Está custodiada y en exhibición en el Museo de Antropología en Xalapa. Isla de Agaltepec: En 1920, los antropólogos Franz Blom y Oliver Lafarge, estuvieron en la isla, su primera observación fue que cada palmo de la isla había sido transformado por la mano del hombre. Encontraron que en los puntos bajos,

al este y al oeste, alrededor de los patios, habían túmulos. Por el lado este de la plazoleta había un basamento piramidal truncado, y al oeste de la pirámide, otra plazoleta. En 1938, el arqueólogo Juan Valenzuela realizó estudios en la isla, se pudo establecer que se trata de un centro ceremonial del período clásico. Islotes de Totogochío y de Tanaspillo: Estos islotes permiten observar las crestas de cráteres, lo que indica el origen volcánico del lago. En 1974, la Universidad Veracruzana y la UNAM introdujeron familias de macacos (Macaca arctoides), que fueron traídos de Tailandia vía Puerto Rico, para hacer estudios sobre su comportamiento en espacios controlados. Vale la pena mencionar que el nombre con el que se le conoce a estos lugares es el de Isla de los Monos, aunque ésta especie no es originaria de ese habitat. La Cueva del Tegal: La importancia de este lugar sagrado, es porque en su interior se encontró la imagen de la Virgen del Carmen. Hasta la fecha mantiene sus atributos sagrados, y ahí llegan los peregrinos para orar, hacerse barridos, levantar niños, y darse baños de purificación en las aguas del lago frente a la cueva. El nombre del lugar, que traducido libremente puede ser semejante a lo que ahora se entiende como capilla o adoratorio, habla de un culto ancestral. En la ribera del lago, hay sitios de interés turístico, de entre los que se encuentran: La reserva ecológica de Nanciyaga, donde el visitante puede encontrar hospedaje y alimentos. Para los viajeros que llegan en lanchas movidas por motor fuera de borda, el lugar ofrece una experiencia inolvidable al caminar por veredas bajo una exuberante vegetación, ambiente en el que si lo desea, va a ser recibido por un curandero, ya sea para hacerle una limpia o adquirir un amuleto.

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Vecina a Nanciyaga, está La Jungla, que también conserva su entorno natural con vegetación primaria y secundaria. Estos lugares provocan en el visitante un estado de contemplación y serenidad, características que lo han convertido en un centro de interés para directores de cine, tanto así, que se ha convertido en un gran set para filmar películas, tanto nacionales como de otros países. Playa Azul: Por ser uno de los grandes hoteles, el primero construido a la orilla del lago, el lugar permite estar en un ambiente que conserva la vegetación, y sentirse alejado del bullicio urbano. Disfrutar el paisaje a la orilla del lago o viajar en lancha, se suma a la actividad de participar en la observación de aves. Los servicios que El clima en la región presenta cinco variantes del grupo de climas cálido húmedo, debido a las condiciones de humedad, esta variedad climática se ve reflejada en la vegetación en lugares con altitud de 1600 metros, donde el clima se clasifica como templado, los vientos predominantes son los del norte, generalmente vienen acompañados con lluvia, y los cálidos del sur, que en las aguas del lago de Catemaco producen un oleaje agitado, a este se le conoce como viento de surada; otro es conocido como viento de turbunada, que viene del norte. Los cambios de estación, las temperaturas durante el día, las montañas y aguas del lago y lagunas producen imágenes que sumergen y enlazan al observador con esta paradisíaca naturaleza. ofrece son: bungalows, piscina, restaurante, temascal, navegación, entre otros. La Margarita: A la orilla del Lago, es un lugar para quienes les atrae participar en actividades compartidas con los lugareños, se anuncia como ecoturismo campesino; además de disfrutar del entorno natural, podrán observar montículos que guardan restos arqueológicos. Se llega en lancha de motor. Islote de las Garzas: Cuando se recorre la laguna de Catemaco, observar a las aves que la sobrevuelan es un espectáculo. Actualmente existen en Los Tuxtlas más de 585 especies de aves, de las cuales el 64% se pueden observar en la laguna, una muestra de esta diversidad son las 16 especies de garzas reportadas, de las cuales en el islote podemos observar a la garza nívea, de color blanco con las patas negras, la cual se reproduce tres veces al año.

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Punta de Tepeyaga: En el recorrido de 2 km. en lanchas de pescadores por la laguna de Catemaco se observa la avifauna y vegetación a orilla de la laguna, hasta llegar a unos petroglifos (vestigios arqueológicos). Poza Reina: Otra belleza de los Tuxtlas, este lugar al igual que muchos otros, se encuentra rodeado de una gran vegetación, aire puro y por supuesto aguas cristalinas, además podrás practicar escala acuática. Poza Azul: Esta hermosa poza se encuentra junto a una comunidad llamada Las Margaritas, en donde encontrarás un camino mágico por su vegetación, la cual no se sabe con exactitud cuantos metros tiene de profundo. Río Cuetzalapan: Este río se encuentra aproximadamente a una hora y media de la ciudad de Catemaco, es un lugar perfecto para ir a acampar y pescar con toda la familia, aquí se la pasará muy relajado escuchando el cantar del río y de los pájaros, ya que es una zona llena de vegetación y colorido.

Oxochapan: Esta comunidad se encuentra a tan solo una media hora de la ciudad de Catemaco, aquí podrá apreciar 7 hermosas pozas que juntas desembocan en una hermosa cascada, es un lugar fácil de acceder, ya que queda a orilla de carretera. Sontecomapan: Esta comunidad esta a orilla de la laguna de Sontecomapan, que tiene una superficie de aproximadamente 500 hectáreas. La unión del agua dulce (ríos) y salada (de mar)

Tebanca: Comunidad localizada a 17 kms. de la ciudad de Catemaco, la cual significa “Nido de Culebras”, esta localidad se caracteriza por tener uno de los siete centros recreativos que existen en toda la república mexicana, llamado “Mártires de Río Blanco” que es manejado por el DIF nacional. Atienden a personas que requieren asistencia social. El campamento fue diseñado para 128 personas. Esta asentado en una hectárea de terreno. La estancia es de 5 días a partir del lunes al medio día y la salida es el sábado por la mañana, se da alimentación y hospedaje y se hacen recorridos durante en los principales sitios turísticos de la región de Catemaco. 25


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Coyame: Es una localidad que se encuentra localizada a 12 km. de la ciudad de Catemaco, se distingue por su embotelladora refresquera, los manantiales fueron descubiertos accidentalmente por un extranjero en 1950, pero no fue, sino hasta 1952 cuando la refresquera empezó a funcionar. Estuvo en pleno auge en la década de los setentas, y llegó a ocupar el segundo lugar de producción y consumo en la zona del sureste mexicano. Su producción es variable aproximadamente 1,600 cajas de refresco por un turno. A continuación se describe brevemente el proceso de embazado: 1. Las botellas pasan por un estricto proceso de lavado. 2. Se extrae el agua del manantial para su filtración. 3. Posteriormente pasa por un sistema llamado Promix que se encarga de mezclar 5 tantos de agua por 1 de jarabe cuando es refresco, si es agua mineral pasa directo. 4. Pasa por el sistema de carbonatación que consiste en mezclar el refresco con el gas carbónico. 5. Más tarde se lleva a cabo el proceso llenado en sus respectivas botellas.

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ha creado el ambiente adecuado para que abunde el mangle, que se observa durante el paseo en lancha, a la vez que se miran numerosas aves acuáticas, cangrejos y otros animales. Su playa se encuentra a tan solo 10 minutos en lancha y a unos 30 minutos por carretera; la zona de manglar de la laguna se caracteriza por la abundancia del mangle rojo en las partes colindantes con el cuerpo de agua, este manglar es uno de los que presenta mayores dimensiones estructurales y por su grado de conservación es valioso.

recorrido en lancha al mar y a la laguna, sendero interpretativo, manglares, visita a sitios arqueológicos, recorridos en kayak, observación de aves, visita a diferentes cuevas, entre otros, actualmente cuentan con los siguientes servicios que son: albergues, bungalows, regaderas, baños secos, tiendas de campaña, guías y vigilancia.

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La Perla: Aquí se encuentra un arrecife, cuenta con un faro, en donde usted puede apreciar una magnifica vista de toda la comunidad. Además de su hermosa playa, cuenta con un valle en donde se pueden realizar paseos a caballo o simplemente caminando. López Mateos y Miguel Hidalgo: Son comunidades integradas en la red de ecoturismo campesino de Los Tuxtlas, que busca proteger los recursos naturales y darles un mejor manejo. Las principales actividades que se pueden realizar durante los recorridos a estos sitios son las siguientes:

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Trabaja

Amigos de Veracruz:

Catemaco, ha iniciado, con la desinteresada y comprometida ayuda del Gobernador del Estado, Lic. Fidel Herrera Beltrán, una serie de proyectos que dirigirán su entorno hacia nuevos estadios de desarrollo y progreso. La introducción del Sistema de Agua Potable por Gravedad, aprobado por el Gobernador del Estado y considerado en el POA 2006 de la CAEV; así como la ampliación de nuestro Malecón y la pavimentación del Circuito de la Laguna, próximos a iniciarse, también, constituyen sendos objetivos en la dotación de obra pública, cuya idea central, es la de abonar esfuerzos en el sentido mencionado, logrando beneficios inmediatos y a largo plazo, para los más de 48 mil habitantes del municipio y para todos nuestros visitantes. Ello, y las labores de proyección de nuestro sector agroalimentario, turístico y comercial, fortalecen nuestra ambiciosa meta de hacer de este territorio, el terruño donde coincidan y convivan nuestras tradiciones más arraigadas con la modernidad que nuestro pueblo merece.

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Costumbres y hábitos, originados en nuestra época precolombina, esculpidos durante la conquista y rediseñados en la colonia y en la parte moderna de nuestra historia, se sintetizan en las actuales creencias y prácticas esotéricas y místicas, en donde el origen, la parte conquistadora y la mezcla resultante de religión, carácter y vena, logran un ambiente propicio para el sincretismo, el ancestral conocimiento de la herbolaria, la medicina natural y algunos menesteres más, que hacen de este municipio, un lugar donde la magia, la tradición y la modernidad, están destinados a convivir de manera cotidiana y otorgan una característica única a sus habitantes y al entorno. Desarrollo y tradición, deben ir de la mano en la noble tarea que hemos visualizado, de hacer de Catemaco el destino turístico veracruzano, en donde la excelencia de los servicios, contraste con el marco histórico y cultural de un pueblo con origen, plan y destino. Ese es nuestro deseo y en ello nos acompaña, el Lic. Fidel Herrera Beltrán. Afectuosamente: Lic. Sergio A. Cadena Martínez Presidente Municipal



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