Murtuus in Anima Curam Gero Cutis Revista. Año 1. Numero 3. Agosto 2013. Director: Gabriela Córdoba. Edición/ Redacción: Mme. Eglantine, Gabriela Córdoba. Paginación: Hayden Coffin. Strigoi Publicaciones. Arcadia, Parterre bucólico. info@strigoi.com.ar http://strigoi.com.ar/ Murtuus in Anima Curam Gero Cutis Revista es una publicación de Strigoi. Registro Nº 1209112322232 SafeCreative. Todos los derechos reservados. Prohibido reproducir total o parcialmente el material publicado en este número. Los artículos y colaboraciones son responsabilidad del autor y no reflejan el punto de vista de Murtuus in Anima Curam Gero Cutis Revista.
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1º AÑO.- Primera serie. Nº3
AGOSTO 2013
Fundadora-Directora: GABRIELA
CÓRDOBA
Secretaria de Redacción: MME.
Paginación:
EGANTINE
HAYDEN
COFFIN
A Nuestros Lectores ............................................................................................................... 6 Cementerios por Paul Sébillot (Traducción) .................................................................. 7-11 El Murciélago Alevoso de Diego Tadeo González ...................................................... 12-19 Erfüllungspolitik por Thomas Theodor Heine ............................................................ 21-23 Reseñas de Libros y Revistas .......................................................................................... 24-25
La Revue parait une journée ensoleillée de chaque mois.
El Nº: 0 cent.
ARCADIA
IMPRESA POR STRIGOI MIACGC ET Cie, 9, RUE DE LA MERCI
2013
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articipamos, a través de la presente editorial, a nuestros amables lectores que MIACGC Revista ha decidido renovar su apariencia, si bien bajo la edición del mes de Agosto de 2013, no han sufrido cambios significativos las secciones generales. Atraídos por publicaciones francesas (veníamos manteniendo una compaginación similar a las de journals y magazines ingleses), aparecidas durante el transcurso de finales del siglo XIX y comienzos del XX, seleccionamos un aspecto visual quizá anterior al reputado estilo art noveau. Espacios más afines a los contenidos, fuentes nítidas que beneficien la lectura y, sobre todo gracias a antojadiza debilidad, la inserción de coloridas portadas que mejor engalanen el conjunto de temáticas tratadas, son las novedades para nuestro actual número. Codiciamos que las innovaciones descritas antes sean de vuestro agrado y retribuimos a cada uno de ustedes la serenidad en la espera frente a esta demorada impresión. Siempre entraña gozo seleccionar detalladamente, exponer más tarde y concluir elaborando con nuestro grupo de trabajo una revista que formalice y demuestre la disposición concienzuda que nos caracteriza.
El Equipo de Strigoi Publicaciones. —6—
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AUL Sébillot (1843 – 1918) si bien estudió derecho en Rennes, nunca ejerció. Desde su juventud se vio fascinado por el Arte y dedicó gran parte del tiempo a pintar, componer poemas y a la dramaturgia. Como descendiente de una antigua familia bretona, más tarde se interesó por la etnografía y el folclore natal. De esta suerte, creó Dîner de ma Mère l’Oye o “Cenas Célticas”, círculo que reunía a lingüistas, historiadores, artistas y a todo aquel que se ocupaba de las tradiciones populares de Bretaña. Fue al transcurrir una de esas veladas, en diciembre de 1885, cuando surgió la Societé des Traditions Populaires. Esta agrupación contó con un órgano de publicación periódica llamado Revue des Traditions Populaires, del que Sébillot fue director y secretario general. Murtuus in Anima Curam Gero Cutis destina la siguiente traducción de uno de los ensayos del escritor a fin de recobrar los enormes aportes que brindó a los estudios sobre tradiciones. En Cementerios coteja las costumbres de enterramiento y los rituales dados después del fallecimiento en diferentes regiones de Francia y países limítrofes, a lo largo del transcurso del siglo XIX. Naturalmente, no escapan a su recolección los sucesos anecdóticos en los que intervienen hombres lobos, fantasmas, resucitados y vampiros.
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URANTE el curso de mis investigaciones para revelar las tradiciones populares en relación a los cementerios, noté, no sin cierta sorpresa, que el corpus era mucho menos abundante de lo que hubiera supuesto; sin embargo, a la vez, resultaba interesante de revisar y, en ocasiones, incluso curioso y original, y sólo había sido reportado por uno o dos observadores. Además, constaté que la gran mayoría de leyendas sobre cementerios provenían de Bretaña o de Normandía y que, fuera de estos dos grandes grupos provinciales, apenas había otras regiones ocupa—7—
MIACGC Revista das. Al sur del Loira, se encuentran únicamente en un conjunto de cuatro (Gascogne, Berry, Poitou y Nivernais); las regiones de Forez y la de los Pirineos están representadas sólo por uno o dos hechos. No obstante, Poitou, Berry y Nivernais figuran en rango honorífico entre los países que han sido explorados. ¿Debemos concluir, entonces, que las provincias del oeste, especialmente aquellas relacionadas con las razas celtas, son las únicas donde existen, en gran número, leyendas sobre cementerios? No lo creo y, si bien Bretaña, donde el culto a los muertos está arraigado por todas partes, debe ocupar el primer lugar dentro del folclore especial, estoy persuadido de que una investigación realizada en las otras regiones de Francia llevaría a comprobar o leyendas paralelas a las ya recogidas, o nuevas tradiciones. En Francia puede decirse que los cementerios son objeto de un gran respeto, porque mantienen [el sentido] de piedad con respecto a los muertos y también el temor a experimentar sus resentimientos. En efecto, los difuntos reflejan las celosas prerrogativas del lugar donde reposan y numerosas son las leyendas que indican cuánto es imprudente faltarles en cualquier cosa. El campo de descanso es casi tan sagrado como la iglesia. Quienes penetran en él deben ser respetuosos, atravesarlo siguiendo los senderos trazados que rodean el templo y cuidarse de caminar sobre las fosas; en el país de Léon se dice a quienes pisan las tumbas: “Quit a ha lesse divar va anaoum”, (¡retírese de encima de mi muerto!) 1. El cementerio de Lanrivoaré (en Finistère) es reverenciado de un modo particular: según una leyenda ampliamente difundida en el país, en dicho camposanto fueron enterrados 7.727 santos degollados por los paganos. Se puede entrar al cementerio, todo recubierto por losas funerarias, sólo después de haberse descalzado. Aquel que olvidara esta protección, vería en seguida sus entrañas esparcidas por la tierra 2. Los cementerios, cualesquiera que sean, pueden, por otra parte, contener reliquias de santos; una creencia que se comprobó en varios países, y que no es sólo el eco de la Edad Media, considera que los cadáveres que permanecen intactos en la tierra después de un cierto número de años son los de personajes que, debido a su santidad, han sido preservados de la corrupción. En la primera mitad del siglo XVII, se encontró en Marsella, en la abadía de Saint-Victor, un cuerpo inalterado; la voluntad del pueblo era que fuese el de una santa pero, cuando un viejo religioso fue a consultar el registro, vio que se trataba de la amante de M. de Guisa, que había sido sepultada allí una treintena de años antes 3. A finales del siglo pasado [s. XVIII], un general español que fue encontrado intacto en la iglesia de Antreul, cerca de Lille, hoy está a punto de convertirse en objeto de culto 4. Una momia descubierta en 1824 dentro de una capilla, en Laval, bajo la invocación de san Julián, pasó por santa. En Landéda, se encontró abierta una tumba con el cuerpo de una mujer perfectamente seco y momificado, se vistió con un delantal a la santa y se la colocó de pie en un relicario, donde fue venerada hasta 1840 5. Cuando, hacia 1841, se destruyó el antiguo cementerio de Ercé-près-Liffré, encontraron un cadáver incorrupto que fue canonizado por el pueblo con el nombre de la “Santa de Chasné” 6; y, en el relicario de Elven, se vio, durante mucho tiempo, el ataúd de la Pequeña Santa, una mendiga cuyo cuerpo fue encontrado en perfecto estado de desecación cincuenta años después de haber sido inhumado 7. Sean o no santos, los muertos cuyas carnes no han sido consumidas se vengan de aquellos que los han perturbado, antes que los gusanos hayan acabado su obra. Un rector de Penvenan había dado orden a su sepulturero de cavar una fosa en una parte del cementerio donde los cadáveres se conservaban durante mucho tiempo. El enterrador obedeció a regañadientes y, cavando a pesar de sí, quebró un ataúd, e incluso, laceró los restos. Luego, vació la sepultura y en esa plaza colocó el ataúd del primer ocupante. Por la noche, vio entrar en su cabaña al muerto que había molestado y éste le mostró el pecho agujereado 1 2 3 4 5 6 7
OAJIBRT. Voyage dans le Finistère, éd. Fréminville, p. 41. L.-F. SAUVÉ. Annuaire Ces Traditions populaires, 1887, p. 20-22. TALLEMANT DES RÉAUX. Historiettes, t. 11, p. 24. Société des Antiquaires de France, t. VI; p. CXXX-VI. L. KERARBVEN. Guionvac’h, p. 366. PAUL SÉBILLOT. Trad. et sup. de la Haute-Bretagne, t. I, p. 330. HABASQUE. Notions historiques sur les Côtes-du-Nord, t. II, p. 295. —8—
MIACGC Revista
Día de los Muertos en el Cementerio de Montmartre, Paris (Illustrated Times, 1856).
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MIACGC Revista por el golpe de su pico. El sepulturero le suplicó que lo perdonase, diciéndole que había actuado bajo la presión de una orden. El muerto le respondió que no tenía rencor en contra de él, sino que le requería una misa que debía ser pagada por el sepulturero y oficiada por el rector de Penvenan en persona. Una vez que la misa se consumó, se vio al fallecido entrar en la sacristía detrás del rector, y cuanto éste atravesó el camposanto para llegar a su vicaría a través del camino más corto, cayó muerto muy cerca de la fosa recientemente ocupada por el difunto 8. En Florenville, dentro de la Bélgica valona [región de Valonia, hacia el sector meridional del país belga], se cree que si un santo es depositado en un cementerio, renace cada cien años. Su regreso entre los vivos es anunciado con campanas que suenan, y las puertas de la iglesia y las de la necrópolis abren los dos batientes 9. Hay cadáveres que no descansan tranquilos en la tierra donde fueron inhumados. En vano es volverlos a colocar en su tumba, pues persisten en salir hasta que se haya dado satisfacción al deseo que motivó tal prodigio, y no siempre es fácil de adivinar, porque el alma de estos muertos parece estar “separada de sus cuerpos”, y no podemos interrogarlos, como sucede con los resucitados. Asimismo, en ciertos países se conoce por tradición lo que demandan, y cuando la penitencia o la reparación se cumplen, sus apariciones dejan de aterrorizar a los vivos. Según algunos cronistas franceses del siglo XIV, un canónigo de Notre-Dame, que había sido enterrado debajo del coro de la catedral, fue, durante varias noches consecutivas, rechazado por su sepultura hasta que se encontró a un confesor que lo liberó de un pecado mortal, por el cual no podía descansar en tierra santa 10. No encontré leyenda análoga en las tradiciones populares modernas, aunque las expuestas nos proporcionan algunos ejemplos de cadáveres que salen de la tierra. En la Baja Normandía, se piensa que los niñitos muertos sacan el brazo fuera de su sepultura cuando, durante su vida, sus padres los golpearon. Un correctivo maternal debe expiar la falta, y las madres, mediante meticulosidad misericordiosa, van a azotar a sus pequeños cuerpos atormentados 11. Se dice que en el país de Tréguier un capitán extranjero había sido enterrado, con su anillo de oro, en la ribera en donde su cuerpo y el de sus hombres habían sido arrojados; este lugar fue llamado “el cementerio de los ahogados”. Un astuto pescador vio un día una mano que salía de la tierra; los dedos del capitán se mostraban crispados, salvo el anular que, rígido y amenazante, se levantaba. Una mujer que estaba allí, dijo: “¡Ese es el dedo del anillo, que fue robado y ahora él lo reclama!”. Se recubrió la mano del difunto con arena pero, al día siguiente, fue vista nuevamente. Entonces, hundieron el cadáver esparciéndole encima enormes guijarros; sin embargo, dos horas después, la mano reapareció. Hasta el rector de Penvenan se acercó para rociar al muerto con agua bendita, pero la mano continuaba saliendo de la tumba. A continuación, se vio arribar a una modista, quien había cometido el robo extirpándole al capitán su dedo con los dientes y, cuando el anillo de oro fue repuesto, la mano entró y no volvió a mostrarse sobre la arena 12. De acuerdo a una creencia, que, según sé, no ha sido recogida en otro lugar más que en Normandía a comienzos de este siglo [s. XIX], algunos condenados no reposan apacibles en sus tumbas. Un hombre réprobo come, después de morir, la mortaja que cubre su rostro. Este desgraciado da, desde el fondo de su sepultura, gritos impetuosos y horrorosos y, se cuenta que, pueden verse cómo las flamas infernales se elevan por encima del hoyo que contiene el cadáver. Los campesinos aseguran que curas de edad avanzada se ocupan de visitar los cementerios durante las noches, para asegurar la buena conducta de los difuntos. Cuando estos religiosos oyen gritos, cuando ven llamas, o cuando perciben que la fosa está igual de elevada que en la época de la inhumación, inducen que allí se encuentra un condenado mísero, que pronto se convertiría en hombre lobo si no ponen orden. Entonces, ayudado por el sacristán, el cura 8 A. LE BRAZ. La légende de la mort en Basse-Bretagne, p. 159-163. Este es el único ejemplo que conozco acerca de la creencia, aunque, posiblemente, no sea el único en la Baja Bretaña. 9 ALFRED HAROU. Mélanges de traditionnisme en Belgique, p. 75. 10 P. L. JACOB. Curiosités et croyances populaires du moyen-âge, p. 78. 11 AMÉLIE BOSQUET. La Normandie romanesque, p. 263. 12 A. LE BRAZ. LOC. cit., p. 201-203. — 10 —
MIACGC Revista se arma con una laya, abre la fosa y corta la cabeza del fallecido. Se la lleva, a pesar de los perros que son diablos disfrazados y que parecen reclamar a su presa, y lanza la cabeza en un río. Afirman también que ese cráneo cava un precipicio en donde ha sido arrojado 13. Como se verá más adelante, hay épocas en el año en que todos los muertos son autorizados para salir de sus tumbas y, por razones diversas, otros muertos pueden abandonarlas durante algún tiempo; aquéllos pertenecen a la numerosa tribu de resucitados, de quienes varios volúmenes no bastarían para contar los gestos. Algunos se van lejos a hacer penitencia, cumplir una promesa, pedir que se ejecute una restitución o hacen una peregrinación. Los sacerdotes pueden, conforme a una leyenda bretona, abandonar su féretro para salir a dar la extremaunción a un moribundo 14. Con esto me refiero sólo a aquellos cuyos actos están relacionados con el cementerio mismo.
Continuará en el próximo número. © de la digitalización del original: Gallica, Bibliothèque numérique. BnF, Bibliothèque nationale de France. © de la traducción: Gabriela C. R. Córdoba. Todos los derechos reservados.
Día de los Muertos en Bretaña, 1891..
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L. DU Bois. Annuaire de l’Orne pour 1809, p. 107. A. LE BRAZ, 1. c., p. 55. — 11 —
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ONDAR los dilatados pasadizos intelectuales que acaban por impulsar la poesía postbarroca y la neoclásica españolas, supone fijar nuestra mirada en los numerosos cír- culos literarios de los cuales proceden. Dos sirven como basa fundamental a la Segunda Escuela Salmantina (s. XVIII), de la que hemos tomado a uno de sus mayores exponentes: fray Diego Tadeo González y las octavas aliradas de su autoría El Murciélago alevoso. Las mencionadas son La Academia del Buen Gusto de Madrid y La Academia del Trípode de Granada. Estos grupos poéticos poseían características comunes en lo referido a temas y procedimientos estilísticos (a pesar de pretender renovar la decadencia expresiva del culteranismo y conceptismo, continuaron extrayendo modelos de versificación del siglo XVI), empleaban seudónimos para firmar sus obras (el de González era Delio), y reducían el desarrollo de las tertulias al tratamiento exclusivamente erudito de sus tareas intelectuales. Después, con necesario ánimo equilibrante, la tendencia rococó compareció en salones de letras y monasterios. Así, el agustino Diego Tadeo González (1732 - 1794) fundó, junto a José Cadalso y Gaspar Melchor Jovellanos, la Escuela Poética de Salamanca o Escuela Salmantina. Narran críticos doctos que a la sombra ascética de los conventos augustinos, las primeras reuniones se realizaban en la celda del fray, cuestión que no reviste mayor asombro si se piensa que los integrantes primerizos que iban uniéndose a la camarilla se congregaban en torno a idéntica hermandad religiosa. Posteriormente, miembros laicos fueron admitidos, y es aquí cuando la extrañeza asoma, puesto que adoptaron también el tratamiento de fray… ¿Sería que la chanza monástica también formaba parte del remozo poético fomentado por los salmantinos? Como fuere, durante el último tercio del siglo XVIII el padre Delio, adepto incondicional del trabajo de Fray Luis de León, enlaza sus inclinaciones literarias a otros contertulios líricos y crea la Arcadia agustiniana. En el caso de El murciélago alevoso, poema con rasgos satíricos y festivos, que fue pródigamente enaltecido durante la vida del escritor como uno de los más claros ejemplos de restauración para el habla castellana, hallamos atributos constitutivos del rococó dieciochesco, a la razón: tema amoroso encubierto por el propósito de venganza ante el peligro que importuna a la mujer querida, breves estrofas, exclamaciones anímicas, uso de verbos reflexivos, etc. Al parecer los protagonistas de la invectiva son tan reales como el trance que provoca el mamífero volador. El furioso amante no es otro que fray González y Mirta es doña María del Cármen Gonzalez Llorente, oriunda de Cádiz. Una virtuosa ternura los unió e hizo que compartieran amenos días alrededor del interés por la escritura que conmueve y deleita. En Historia de Cádiz y su provincia desde los remotos tiempos hasta 1814 (1858) de Don Alfonso de Castro, se advierte: “Consagróse á la amistad de Fr. Diego Gonzalez por repetidos lazos de alma á alma. Celebró este su hermosura con un amor casto, cual cumplia á un hombre ejercitado en los áspero de la penitencia, en lo fervoroso de las oraciones, en la mas profunda humildad, en la mas austera molestia. Un religioso, muerto á la profanidad y al engaño del mundo, mal podia escribir versos amorosos para afrenta de su honor sino para honor de su ingenio, ni obligar como obligó algunos de sus dias y noches á celebrar la hermosura de Mirta, si ella no fuera el — 12 —
MIACGC Revista mismo corazon de la castidad. Eran cisnes moribundos al siglo cada uno de sus pensamientos poéticos, cuando dulcemente cantaban su belleza, queriendo robar las inspiraciones al Dios de la poesía.” En cuanto al intimidante murciélago, uno de los símbolos que mejor suple a la figura vampírica, sabemos cómo en siglos pasados, debido al desconocimiento científico imperante o a la descalificación y poca eficacia descriptiva en manos de viajantes, se confinó al quiróptero a la exclusiva aparición, entre otros animales exóticos, en códices enlazados a prácticas satánicas, en el mejor de los casos; cuando no se lo identificó con aberrantes seres mitológicos de la talla de los nuevos habitantes de las Indias españolas. No era posible para los conquistadores separar aquellos homines bestiales de la fauna que los circundaba. Leemos en Historia natural y moral de las Indias, escrito por el jesuita José de Acosta en 1792 “[...] si veían pasar algun raton ó murciélago en la capilla de su Idolo, ó que habian roido algun velo; porque decian, que si no hubiera precedido algun delito, no se atreviera el raton ó murciélago á hacer tal descortesía.” Y en El Siglo Medico, Boletin de Medicina y Gaceta Medica (1868), tomo XV: “[...] el murciélago, ese animal asqueroso y repugnante, que parece no tienen otro destino en la creación que asustar á las débiles mujeres y despertar el instinto de fiereza de la infancia [...]”. Hasta aquí algunas anotaciones para el poema de González que, si bien explícitamente no refiere a vampiros, sí patentiza una suerte de desvío interpretativo que fue en aumento al transcurrir los siglos y entronizó, bajo un nimbo malévolo, a los grandes agentes polinizadores.
Bibliografía: - El siglo médico: Revista clínica de Madrid, Volumen 15, Números 731 - 782. - DE CASTRO, Adolfo. Historia de Cádiz y su provincia: desde los remotos tiempos hasta 1814, Imprenta de la Revista Médica, Cádiz, 1858. - DIEZ, J. Ignacio. Venus venerada: Tradiciones eróticas de la literatura española I. Editorial Complutense, 2006. - DE ACOSTA, José. Historia natural y moral de las Indias: en que se tratan las cosas notables del Cielo, elementos, metales, plantas y animales de ellas; y los ritos, ceremonias, leyes, gobierno y guerras de los Indios, Madrid, 1792. - AYGUALS, Wenceslao. El Panteón Universal: diccionario histórico de vidas interesantes ..., Volumen 3, Ayguals de Izco Hermanos, Madrid, 1853.
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Retrato de fr. Diego Gonzalez por A. Rodriguez, 1817.
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El Murciélago alevoso; invectiva del maestro Fray Diego Tadeo González Se hallará con LA GATOMAQUIA de Lope de Vega, en la librería de Cuesta, frente á las Covachuelas. Madrid Imprenta, calle del Amor de Dios, núm. 14. 1834.
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STABA Mirta bella cierta noche formando en su aposento con gracioso talento una tierna cancion, y porque en ella satisfacer á Delio meditaba, que de su fé dudaba, con vehemente expresión le encarecia el fuego que en su casto pecho ardía. Y estando divertida, un Murciélago fiero, ¡suerte insana! entró por la ventana: Mirta dejó la pluma sorprendida, temió, gimió, dio voces, vino gente; y al querer diligente ocultar la cancion, los versos bellos de borrones llenó por recogellos. Y Delio noticioso del caso, que en su daño habia pasado, justamente enojado con el fiero Murciélago alevoso, que habia la cancion interrumpido, y á su Mirta afligido, en cólera, y furor se consumia, y así á la Ave funesta maldecía. Oh! monstruo de ave y bruto, que cifras lo peor de bruto y ave, vision nocturna grave, nuevo horror de las sombras, nuevo luto, de la luz enemigo declarado, nuncio desventurado de la tiniebla y de la noche fria, ¿qué tienes tú que hacer donde está el dia? Tus obras y figura maldigan de comun las otras aves, que cánticos suaves, tributan cada dia al Alba pura: y porque mi ventura interrumpiste, y á su Autor afligiste, todo el mal y desastre te suceda que á un Murciélago vil suceder pueda. La lluvia repetida — 15 —
MIACGC Revista que viene de lo alto arrebatada, tan solo reservada á las noches, se oponga á tu salida; ó el relámpago pronto reluciente te ciegue y amedrente; ó soplando del Norte recio el viento, no permita un mosquito á tu alimento. La Dueña melindrosa, tras el tapiz do tienes tu manida, te juzgue inadvertida por telaraña sucia y asquerosa, y con la escoba al suelo te derribe; y al ver que hulle y vive tan fiera y tan ridícula figura suelte la escoba y huya con presura. Y luego sobrevenga el jugueton gatillo bullicioso, y primero medroso al verte, se retire, y se contenga, y bufe, y se espeluce horrorizado, y alce el rabo esponjado, y el espinazo en arco suba al Cielo, y con los pies apenas toque el suelo. Mas luego recobrado, y del primer horror convalecido, el pecho al suelo unido, traiga el rabo del uno al otro lado, y cosido en la tierra observe atento, y cada movimiento que en ti llegue á notar su perspicacia le provoque al asalto y le dé audacia. En fin sobre ti venga, te acometa y ultrage sin recelo, te arrastre por el suelo, y á costa de tu daño se entretenga; y por caso las uñas afiladas en tus alas clavadas, por echarte de sí con sobresalto, te arroje muchas veces á lo alto. Y acuda á tus chillidos el muchacho, y convoque á sus iguales, que con los animales, suelen ser comúnmente desabridos; que á todos nos dotó naturaleza de entrañas de fiereza, hasta que ya la edad ó la altura nos dan humanidad y mas cordura. Entre con algazara la pueril tropa al daño prevenida, — 16 —
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Ilustración que acompañó a El Murcielago alevoso en La Carcajada Enciclopedia de Gracias, Sales, Chistes, Donaires y Ocurrencias, (1843).
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MIACGC Revista y lazada oprimida te echen al cuello con fiereza rara; y al oirte chillar alcen el grito y te llamen maldito! y creyéndote al fin del Diablo imagen, te abominen, te escupan, y te ultrajen. Luego por las telillas de tus alas te claven el postigo, y se burlen contigo, y al hocico te apliquen candelillas y se rian con duros corazones de tus gestos y acciones, y á tus tristes querellas ponderadas correspondan con fiesta y carcajadas. Y todos bien armados de piedras, de navajas, de aguijones, de clavos, de punzones, de palos por los cabos afilados, (de diversión y fiesta ya rendidos) te embistan atrevidos, y te quiten la vida con presteza, consumando en el modo su fiereza. Te puncen, y te sajen, te tundan, te golpeen, te martillen, te piquen, te acribillen, te dividan, te corten y te rajen, te desmiembren, te partan, te degüellen, te hiendan, te desuellen, te estrujen, te aporreen, te magullen, te deshagan, confundan y aturrullen. Y las supersticiones de las viejas, creyendo realidades, por ver curiosidades, en tu sangre humedezcan algodones para encenderlos en la noche obscura, creyendo sin cordura que verán en el aire culebrinas, y otras tristes visiones peregrinas. Muerto ya, te dispongan el entierro, te lleven arrastrando, gori gori cantando, y en dos filas delante se compongan; y otros fingiendo voces lastimeras sigan de plañideras, y dirijan entierro tan gracioso al muladar mas sucio y asqueroso. Y en aquella basura un hoyo hondo y capaz te faciliten, en él te depositen, — 18 —
MIACGC Revista y allí te den debida sepultura: y, para hacer eterna tu memoria, compendiada tu historia pongan en una losa duradera, cuya letra dirá de esta manera: EPITAFIO Aquí yace el Murciélago alevoso, Que al Sol horrorizó, y ahuyentó el dia, De pueril saña triunfo lastimoso, Con cruel muerte pagó su alevosía: No sigas caminante presuroso Hasta decir sobre esta losa fria: Acontezca tal fin y tal estrella Á aquel que mal hiciere á Mirta bella.”
FIN.
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Day Dream, pintura por F. Wyburd,(1892).
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IMPLICISSIMUS prosigue significándose como un prominente semanario alemán, satíri-
co-político, hasta hoy. La revista elaboraba críticas a la democracia, análisis anticlericales y antifeudales sobre la política interior y exterior del Imperio y la República de Weimar, y examinaba, secundada por un acento mordaz, la pávida mentalidad del pueblo alemán. A los efectos de cotejar asuntos literarios, históricos y sociológicos ocurridos bajo el contexto de las dos guerras mundiales, la revista ofrece una fuente de invaluable tenor”, es la introducción que puede leerse en la web de la revista (Simplicissimus.info), donde se ofrece al público, de modo libre, cada uno de los números digitalizados desde su creación. Fundada en 1896 por Albert Langen, rápidamente se convirtió en el escenario donde se aglutinaba lo mejor de la vanguardia artística de su tiempo. A la llegada de la Primera Guerra Mundial, se presionó al editor para que influyera con los contenidos de la publicación en el partidismo patriótico de los lectores, valiéndose de connotaciones machistas, exigencia que fue denegada al espíritu preponderante emergente: el nacionalsocialismo. No obstante, la resistencia intelectual se vio diezmada, y en 1933, la revista fue censurada por las fuerzas nazis. Heine también, al ser reconocido como judío, debió exiliarse. Diez años más tarde, en la década de 1940, el staff de caricaturistas y editores todavía se mantenía, no sin presentar combate al nazismo que exhortaba a las publicaciones nacionales a divulgar en sus páginas propagandas del partido, comentarios e imágenes halagüeños de los campos de concentración y asesinatos en masa. Agobiado al extremo, el semanario decidió separar su línea editorial de los acontecimientos mundiales, e inclinó los contenidos a las ilustraciones eróticas o pin-up, tan en boga por esos días. Quien nos interesa en esta historia es Thomas Theodor Heine (1867 – 1948), realizador de Erfüllungspolitik (Política de cumplimiento), la ilustración que anexamos en la sección Arte de MIACGC Revista de este mes. Comenzó a dibujar las portadas de Simplicissimus, en Múnich, el mismo año de fundación del semanario, 1896. Había sorprendido en grata forma a los editores que venían rastreando su labor; sus contemporáneos igualaban la calidad artística que poseía con Henri de Toulouse-Lautrec y los grabadores de madera japoneses de siglos anteriores. Fue contratado, entonces, pero con dicha fortuna también llegaba a su vida la persecución. Repetidas veces fue encarcelado por juzgar al gobierno alemán a través de la caricatura, situación que, aunque pudiese especularse en menoscabo de la notoriedad de la revista, aumentaba el número de lectores. Cabe aclarar, asimismo, como señala Gary Stark en Banned in Berlin Literary Censorship in Imperial Germany, 1871 – 1918, que el encasillamiento de los desviados al que eran sometidos escritores y artistas durante la Alemania Guillermina (la palabra deviant posee varias acepciones en inglés; algunas más inocentes, como bohemio, individualista o anormal, y otras relacionadas con una clara calificación peyorativa: pervertido, desviado y aberrante), repercutía cual estigmatización y desafiliación de — 21 —
MIACGC Revista las convenciones sociales y las rutinas. “El proceso de nombrar criminal a una persona es un proceso de etiquetado, definición, identificación, segregación y descripción. Hace hincapié en hacer consciente a otros y concientizarse a sí mismo. Esto concluye en un estímulo que evoca los mismos rasgos con los que se culpabilizaba a la persona. Ésta acaba describiéndose como tal”, recalca Stark. Alienación, injusticia, censura y desafío fomentaron en aquellos hacedores alemanes una bravía conducta antisocial. Por eso es que, cuando Heine fue acusado de cometer un crimen (¡con sus ilustraciones!) de lèse-majesté contra el káiser Wilhelm II (Guillermo II), a quien zahería criticando su administración y el establecimiento militar prusiano, adoptó el sobrenombre Majestätsbeleidiger, con el que reincidía como principal partícipe de la revista. Indudablemente, para el pintor su situación penal resultaba ser más una insignia de honor que una desgracia. Otra demostración de su arrojo ocurrió cuando, en 1922, diagramó una portada para Simplicissimus en la que aparecía un grupo de policías que forzaba a sufragistas consideradas poco femeninas a desnudarse y permanecer, bajo inclemente temperatura, únicamente cubiertas por sus respectivos corsets. Sería, en épocas ulteriores, esta visionaria ilustración antecedente razonable para la posterior liberación del vestuario femenino. Erfüllungspolitik acompañó la portada del número 21 de Simplicissimus del 23 de agosto de 1922, en el volumen 27. El fascículo está numerado desde la página 297 hasta la 312. La imagen exhibe a un hombre exangüe que se apoya en un árbol del que está atado. El murciélago que absorbe su sangre lleva el vientre hinchado y aprisiona una de las piernas del infeliz con sus garras. Acaso sea tremebunda alegoría de los sucesos políticos acaecidos en la Primera Guerra Mundial que primero anularon, para luego vaciar, el coraje inclaudicable de los pueblos... © del comentario a la ilustración: Mme. Eglantine. Todos los derechos reservados.
Bibliografía: - Simplicissimus.info - STARK, Gary. Banned in Berlin Literary Censorship in Imperial Germany, 1871 - 1918. Berghahn Books, Inglaterra, 2012.
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MIACGC Revista
Erfüllungspolitik (1922), por Thomas Theodor Heine. — 23 —
Mediante el uso del método procesual de análisis, Pamela Stewart y Andrew Strathern confrontan la superstición con los rumores. Tomando como referencia ejemplos etnográficos desde la perspectiva paciente de la antropología social, en Brujería, hechicería, rumores y habladurías el propósito esencial es demostrar de qué forma cooperan en la génesis de las acusaciones de herejía las murmuraciones que aparecen en las primarias agrupaciones aldeanas y se extienden hasta arribar a las ciudades coloniales, a partir del siglo XVII. Como es de suponerse, a la caza de brujas se anexan también casos de vampirismo, cual patrones atestiguantes para la atribución del delito. El estudio fue publicado por Ediciones Akal, en 2008, está escrito en castellano y consta de 192 páginas.
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MIACGC Revista Editorial Rey Lear publicó en 2010 La mujer y el vampiro, prosa poética narrada en 25 capítulos breves por Luis Alberto de Cuenca e ilustrada por el grabador y pintor, Manuel Alcorlo. Una mujer silenciosa se convierte en numen para el escritor-vampiro que clama su interés. Ambos son reclusos de la maldición que acarrean aquellos que no pueden reflejarse en los espejos, pero es el enamorado quien, consciente a pleno de su necesidad de hurtar la vida de los demás para así prolongar la suya, manifiesta a la donna el afán de ser exterminado por su amor con “la estaca que tú misma/ clavarás en mi pecho, atravesándome/ el corazón.” Escrito en castellano, con una cantidad de 64 páginas.
En Amazing Spider-Man Vol 1 #101, revista de cómic lanzada en octubre de 1971 por Marvel, aparece por primera vez Morbius. Se muestra como la figura del antihéroe opositor a Spider-Man, aunque, en realidad, es el obsesivo dr. Michael Morbius que, después de desatinadas investigaciones concernientes al sistema sanguíneo y las enfermedades que pueden aquejarlo, acaba transmutándose en vampiro. Bajo la dirección del mismísimo Stan Lee, con guión de Roy Thomas y dibujado por el portentoso Gil Kane, el arácnido protagonista se encuentra con el enemigo bebedor de líquido vital, cuando, luego de que intentó ingerir una poción que lo recuperara a su estado humano, descubrió que contrariamente había desarrollado 4 brazos extras. Desesperado por recobrar su vida normal al lado de Gwen Stacy, Peter acude al médico Curt Connors y le revela la verdad. Éste le indica que se traslade hasta la residencia en la que posee un antídoto para el problema. En camino, Morbius aparece y ataca al rey de las arañas. Con posterioridad a esta primer aparición, Marvel decidió incluir al antagonista en otras entregas de literatura ilustrada, ya con un rol más preponderante, como Morbius the Living Vampire, Morbius Revisited y, recientemente, Journey into Mystery (2013).
Vampiros de Javier Arries no es más que otra de las tantas recopilaciones que hacen confluir fetichismo
popular a las expresiones artísticas sobre vampiros. Utiliza (pueril estrategia de contenido) Transilvania como espacio natural para situar la creencia y va desarrollando una pretendida explicación legítima que justifique las razones por las cuales el mito acaparó gran parte de la cultura occidental. Repetitivo resumen, si los hay… Con el sello de Editorial Planeta y editado en 2007, pueden leerse 208 páginas anotadas en castellano.
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