La obra de Hessie se revela hoy con claridad después de muchos años, seguramente demasiados, sumida en una oscuridad y silencio derivados a partes iguales de la timidez y de la resistencia de la artista ante el sistema del arte. Y también, sobre todo, derivados de su posición política y de su manera tan radical de impugnar y de poner en cuestión muchas de las convenciones del sistema que, a la postre, la acabaron condenando al olvido y la marginación.
La exposición Survival Art (Arte de supervivencia), presentada en les Abattoirs, Musée - Frac Occitanie Toulouse en 2017 y en el MUSAC en 2018 con un comisariado de Annabelle Ténèze y Sonia Recasens, vino a rescatar del olvido el cuerpo de obra que Hessie desarrolló desde finales de la década de los sesenta; una artista que, con humildad y en silencio, se posicionó de manera divergente ante el statu quo, hasta el punto de no ocupar lugar en él.