EXPOSICIÓN PRESIDENTE
Antonio-Claret García García DIRECTOR GENERAL
Ildefonso Pastrana Sánchez-Crespo DIRECTOR GENERAL ADJUNTO DE RELACIONES INSTITUCIONALES Y OBRA SOCIAL
Fernando Rodríguez Moreno DIRECTORA DE ADMINISTRACIÓN Y GESTIÓN DE OBRA SOCIAL
Consuelo Ruiz Fajardo DIRECTOR DE CENTROS CULTURALES
Rafael Ruiz Pablos
PRODUCCIÓN
CATÁLOGO EDICIÓN
CajaGRANADA Museo Art Nouveau y Art Déco TEXTO © Pedro Pérez Castro
DOCUMENTACIÓN
Chloé Signès FOTOGRAFÍAS
Juan Angel Jiménez Eduardo Margareto para la fotografía de Manuel Ramos Andrade © Fundación Manuel Ramos Andrade © Corbis
DISEÑO Y MAQUETACIÓN
Alter bi FOTOMECÁNICA E IMPRESIÓN
Gráficas Varona EDITA © Fundación Manuel Ramos Andrade
CUBIERTA
Ministerio de Cultura Junta de Castilla y León ORGANIZA CajaGRANADA COLABORAN
Museo Art Nouveau y Art Déco COMISARIOS
Pedro Pérez Castro Marisa Oropesa DOCUMENTACIÓN
Maite Conesa Chloé Signès Eliana L`Abbate TRANSPORTE Y MONTAJE
Feltrero División Arte MUSEOGRAFÍA
José Valladares DISEÑO DE IMÁGENES
Alter bi AUDIOVISUALES
K-iman
Cartel de “Cabaret”. Diseño de Alter bi
Todos los derechos reservados. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse ni transmitirse sin permiso escrito de la Fundación Manuel Ramos Andrade Depósito Legal: S- 1 298-2005
Instituciones
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Introducción
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Dedicatoria
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El Museo Art Nouveau y Art Déco y la colección de Criselefantinas Introducción Salamanca La Casa Lis El Museo Art Nouveau y Art Déco Manuel Ramos Andrade La colección de criselefantinas
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Fotografías
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Indice
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La exposición que aquí se presenta permite al Ministerio de Cultura ejercer su labor de impulso, difusión
y acercamiento a la sociedad del patrimonio cultural español, destacando la singularidad de una colección cuidadosamente seleccionada por el Museo Art Nouveau y Art Déco de Salamanca. Un museo ubicado en el palacete conocido como Casa Lis, uno de los escasos ejemplos de arquitectura modernista situados fuera del ámbito geográfico de Cataluña, y que constituye un magnífico ejemplo de identificación entre contenedor y contenido.
De esta forma, el museo, que dispone de la única colección pública completa de artes decorativas de los
períodos art nouveau y art déco del Estado, se erige en un excepcional punto de referencia dentro de la oferta museística española, lo cual se pone de manifiesto tanto en lo que se refiere a la especialización como en lo que afecta a la calidad de las piezas que se exponen. En concreto, sus colecciones de criselefantinas y de muñecas de porcelana se pueden incluir, sin ninguna duda, entre las mejores colecciones públicas del mundo. La exposición “Cabaret. París-Berlín, años 30” tiene como objetivo dar a conocer en Madrid, por primera
vez, este excepcional museo, anteriormente ya presentado en París, Lisboa, Barcelona y Valencia. Su museografía to histórico en el que los artistas realizaron sus obras. No ha de olvidarse que la variada procedencia de sus colecciones hace del Museo Art Nouveau y Art Déco un museo de alcance y contenido europeos, dado que Alemania, Francia, Austria, Bélgica, Italia, Gran Bretaña y España son los países de origen de la mayoría de las piezas que conforman sus fondos.
Con la itinerancia de esta muestra por seis ciudades españolas, programada para el año 2006, el Minis-
terio quiere apoyar la difusión de este singular museo y se complace en esta ocasión en presentarla gracias al propio museo y a la colaboración de la Junta de Castilla y León.
Carmen Calvo Ministra de Cultura
incorpora elementos novedosos de imagen y sonido que permiten al espectador poder contextualizar el momen-
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Después de haber sido presentada en varias ciudades europeas, recala en Granada la exposición
Cabaret. París-Berlín, años 30 cuyo contenido permite descubrir al visitante una de las etapas mas atractivas del pasado siglo XX.
El corto período de entreguerras europeo trajo consigo la recuperación del optimismo artístico
cultural arrasado entre 1914 y 1918. Los últimos coletazos del Art Nouveau y sobre todo el nacimiento y desarrollo del Art Déco, corriente esta marcada por un lujo de connotaciones decadentes y licenciosas, cobraron fuerza en ciudades como París y Berlín, deseosas de superar el trágico pasado inmediato. El universo del Cabaret da buena cuenta de todo ello.
A través de un atractivo montaje compuesto por imágenes y sonido de época, las esculturas criselefantinas
de la espléndida colección del Museo Casa Lis de Salamanca, se erigen en el epicentro de la muestra. Verdaderas su sentido contextualizado en los escenarios que las inspiraron.
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joyas de las artes decorativas forman un conjunto inigualable por su calidad y variada procedencia que cobra todo
La Obra Social de CajaGRANADA agradece al Ministerio de Cultura, a la Consejería de Cultura y Turismo
de la Junta de Castilla y León y al Museo Art Nouveau y Art Déco Casa Lis, su colaboración en este proyecto.
Antonio-Claret García Presidente de CajaGRANADA
Al contemplar estas pequeñas y delicadas esculturas de bronce y marfil, al visitante del museo siempre le suscitan las mismas preguntas ¿Qué motivó a estos escultores a utilizar estos materiales? ¿Cuáles fueron las razones que influyeron en sus composiciones? ¿De dónde obtenían su inspiración?. Esta exposición pretende dar respuesta a estos y otros interrogantes que habitualmente nos hacen las personas que visitan el museo. La exposición “Cabaret, París-Berlín, años 30” muestra una pequeña parte de las colecciones que se exponen en el Museo Art Nouveau y Art Déco de Salamanca. Las piezas seleccionadas representan el trabajo de un reducido grupo de escultores centroeuropeos que, subyugados por el espíritu de la modernidad que supuso el art déco, recorrieron los salones para captar
nas”- hemos seleccionado otras piezas que complementan el espíritu de una época que impregnó cualquier aspecto de la vida diaria. Así, se pueden contemplar en la exposición joyas, frascos de perfume, abanicos y otros accesorios que, acompañados por las músicas del momento, harán posible un acercamiento al mundo del cabaret y del music hall. La exposición no pretende ser un recorrido historicista de los años que precedieron a la II Guerra Mundial, aunque evidentemente, las referencias históricas -desde la quiebra de Wall Street en octubre de 1929 hasta la aparición de los movimientos totalitarios en Italia y Alemania- están presentes en la muestra.
Perfume de Coty realizado por R. Lalique. París, 1 934
Sí pretende ser un acercamiento al espíritu de la época mediante efectos escenográficos y una museografía innovadora. Hemos intentado recrear la atmósfera parisina en el Folies Bergère de Joséphine Baker y el ambiente berlinés en el cabaret de Marlene Dietrich, con una referencia a las mujeres que inspiraron a los escultores de criselefantinas. La exposición se cierra, como si de un fundido en negro se tratara, con la canción de Lili Marlene, preludio de una guerra que, entre otras muchas cosas, terminó con un estilo que dignificó los objetos domésticos y convirtió lo cotidiano en algo bello.
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lado del Atlántico. Junto a esta espléndida colección de pequeñas esculturas de bronce y marfil -“criselefanti-
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el movimiento y los ritmos de los nuevos bailes que surgían de la vieja Europa y de aquellos que venían del otro
En 1925 se había celebrado en París la Exposition Internationale des Arts Décoratifs et Industriels
Modernes, de gran importancia para el desarrollo del art déco. En contra de lo que algunos historiadores mantienen, esta exposición no es el comienzo del nuevo movimiento. No obstante, los franceses ya habían intentado organizar en 1915 una muestra para exponer todos los productos franceses con el sello del nuevo diseño, proyecto que se vería frustrado por la I Guerra Mundial. La exposición de 1925 no es el comienzo, pero sí la consagración del trabajo de arquitectos, escultores, joyeros, modistos y una larga lista de oficios artesanos que aprovecharon este gran escaparate para lucir los nuevos productos artísticos. En torno al Grand Palais, espacio principal de la exposición, convergen los nuevos diseñadores de casas, automóviles, fragancias, ropas, objetos domésticos e industriales. Cada uno aporta lo que considera más avanzado en artes decorativas, con un sello personal, pero coincidiendo en unas similitudes de conjunto que configuran lo que conocemos como art déco.
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Al mismo tiempo que se celebra la exposición de 1925, está tenien-
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do lugar una gran explosión creativa en todos los campos. El cubismo en la pintura, la arquitectura funcional de Le Corbusier, el diseño de la Bauhaus. En 1924 se produce el primer manifiesto surrealista de Breton y un año después se celebra en París la primera exposición Pabellón de la Exposición de Artes Decorativas de Paris de 1 925
surrealista, en la que también participarían Picasso, Miró y Klee.
En 1925 lanza Cartier sus nuevos diseños, basados en la geometría y en trazos sobrios y moderados, introduciendo nuevos materiales como el platino, el ónice, el coral y las esmeraldas. Paul Poiret presenta sus nuevas colecciones basadas en los elementos de los ballets rusos que tanto influyeron a los escultores de criselefantinas. Coco Chanel crea su estilo basado en las influencias orientales y egipcias y lo combina con la sencillez de su ropa. En 1923 tiene lugar el descubrimiento de la tumba de Tutankamon que causa un gran impacto en todos estos creadores, hasta el punto que es difícil que alguno se vea libre de sus influencias. Con el final de la exposición de 1925 los almacenes de París se convierten en los nuevos escaparates de estas nuevas creaciones. Las Galeries Lafayette , el Studium del Louvre o el Au Bon Marché ofrecen a precios razonables todo tipo de objetos decorativos para adornar las nuevas casas. Algunos de esos objetos podemos contemplarlos en esta exposición, convertidos hoy en objetos de culto tras una vitrina. Si hay un denominador común de esta sociedad burguesa que se siente orgullosa del progreso y que comienza a olvidar la guerra, es el gusto por rodearse de objetos bellos, que utiliza y con los que convive. Los trabajos salidos de los ateliers se convierten en obras del art déco que distinguen a sus nuevos propietarios. Poseer un mueble
de Ruhlmann, un objeto de plata de Puiforcar, una cerámica de Lenoble, un vidrio de Lalique, una pintura de Dupas o una escultura de Chiparus es un orgullo tan grande como conducir un nuevo modelo de Bugatti o llevar joyas de Cartier o Fouquet.
En 1925 llega a París Joséphine Baker como corista de La Revue Nègre. Tenía sólo diecinueve años y una experiencia como bailarina en Broadway y en el Cotton Club de Harlem. Su primera actuación en París tiene lugar en octubre de 1925 en el teatro Music-Hall de los Campos Elíseos, donde interpreta el célebre baile de la banana, vestida únicamente con un cinturón hecho de plátanos. Rápidamente se gana al público parisino, ávido de exotismo, y consigue un primer papel en el Folies Bergère . Hemos elegido a Joséphine Baker y el Folies Bergère como elementos de referencia para el primer espacio dedicado a París de esta exposición por la fuerte influenCABARET
cia que la artista y el espacio tuvieron en los escultores parisinos de criselefantinas. Un
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ejemplo de esto es la frecuencia en la representación de las bailarinas de “charleston” en estas esculturas. No en vano se atribuye a Baker el éxito de este baile en Europa, y es en el cabaret del Folies Bergère donde se montaban las mejores coreografías de charlestón. En tan sólo dos años, la Perla negra se convierte en la artista mejor pagada de toda Europa, rivalizando con las grandes estrellas de Hollywood.
Grandes almacenes de Berlín años 30
Pero no sólo llego de Estados Unidos Joséphine Baker. Procedente del continente americano comienzan a triunfar en Europa ritmos como el foxtrot, la samba, la rumba y el tango. El foxtrot, nacido en 1912 con las primeras orquestas de jazz, alude con su nombre a las primitivas danzas negras que imitaban pasos de animales, y en las que se inspiraban los primeros bailarines. Rápidamente se convierte en el más popular de Norteamérica, aunque cuando llega a Europa encuentra una fuerte resistencia. En los años treinta consigue hacerse muy popular en París. El Tango, que había nacido en la zona portuaria de la ciudad de Buenos Aires en los últimos años del siglo XIX, adquiere su máxima popularidad a finales de los años veinte con Carlos Gardel. La Samba, danza popular y forma musical brasileña de origen africano, triunfa internacionalmente en la década de los veinte. La rumba, de origen afrocubano, encuentra su momento de máximo esplendor en Europa en los años treinta. Y Pareja bailando charlestón. ©Bettmann / Corbis.
todos estos ritmos se escenifican en las veladas de los cabarés europeos.
Europa, después de la Primera Gran Guerra, había decidido que no podía repetirse nunca más otra tragedia de tales dimensiones. Las fuerzas aliadas se unieron para formar la Liga de Naciones esperando asegurarse una paz duradera. Los ciudadanos europeos habían recuperado la esperanza y vivían años de despreocupación, asombrados por los nuevos descubrimientos científicos y cautivados por la nueva cultura dominante norteamericana que llegaba a través del cine de Hollywood. Pero algunos indicios ponían de manifiesto que algo no iba bien. En 1926 la inflación arrasó Alemania hasta que, finalmente la moneda perdió todo su valor. Así llegamos al 24 de octubre de 1929, cuando la Bolsa de Nueva York se desplomó estrepitosamente, provocando la mayor crisis mundial que el capitalismo había conocido jamás. La economía norteamericana se había convertido, durante los años veinte, en la más sólida del mundo basada en el gran consumo. No hay que olvidar que una de las características del art déco es la producción masiva de los nuevos objetos producidos en serie. Quizás el más significativo, sea el automóvil, y las fábricas americanas no podían dar salida a su excesiva producción. Los precios comenzaron a bajar y los valores de
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las acciones en la Bolsa, que habían tenido una subidas espectaculares, no acordes a la situación real de la economía, cayeron estrepitosamente. El pánico se reflejó inmediatamente en todos los sectores: comenzaron a cerrar bancos y empresas, y esto supuso la ruina de muchos empresarios, que tuvieron que despedir a sus trabajadores. Como consecuencia, el paro se convirtió en una pesadilla para gran número de norteamericanos. La posición de liderazgo mundial de Estados Unidos motivó un efecto dominó en todo el mundo. En Europa se vieron afectados todos los sectores, desde el comercio a las inversiones en la industria. Pero la consecuencia más negativa se manifestó en los parados, especialmente grave por el escaso desarrollo de los sistemas de protección social. ¿Pero cómo es posible que con este panorama pudiera triunfar un estilo que estaba dirigido a la burguesía acomodada? La verdad es que no parece que fuese el momento histórico apropiado para que un grupo de escultores se dedicara a esculpir estas pequeñas figuras destinadas a un público con gran poder adquisitivo. Una de las razones que explican la enorme difusión del art
déco es el desarrollo de los nuevos sistemas de comunicación, que llevaron a todos los lugares las nuevas creaciones de estos artistas. Y sin duda el vehículo de mayor difusión es el cinematógrafo.
Wall Street, octubre 1 929
En 1926 se estrena en Nueva York Don Juan, la primera película con efectos sonoros y una partitura sincronizada, aunque habría que esperar hasta un año después para el estreno de El cantor de jazz (The
Jazz Singer), considerada la primera película sonora de toda la historia del cine. Con la llegada del sonoro comenzaron a proliferar las películas musicales y las ofertas a las grandes divas del mundo del espectáculo para protagonizar historias en la gran pantalla. La influencia del cine en estos artistas es tan importante como los espectáculos “en vivo” de cabaret y
music hall tan frecuentados por los escultores de criselefantinas. Para esta exposición hemos utilizado la referencia de cuatro grandes películas. Dos de ellas son contemporáneas: La caja
de Pandora, 1 929 (Die Büsche der Pandora), dirigida por G. W. Pabst e interpretada por Louise Brooks y El Angel azul, 1930 (Der Blaue Engel), dirigida por Josef Von Sternberg e interpretada por Marlene Dietrich. Las otras dos películas son posteriores y hacen referencia al mismo periódo: Cabaret, 1972 (Cabaret ), dirigida por Bob Fosse e interpretada por Liza Minnelli y La caída de los dioses, 1969 (La
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caduta degli dei ) dirigida por Luchino Visconti e interpretada por Ingrid Thulin. En el caso de La caja de Pandora, película que aunque realizada en 1929 pertenece al cine mudo, resulta determinante la personalidad de Louise Brooks convertida en icono de una época y que responde a un modelo de mujer que inspiró a los artistas de los años treinta. Lulú, el personaje que interpreta “la Brooks”, es el de una chica desinhibida, sensual y temeraria que pasa de ser la amante de un político a ejercer la prostitución. Su imagen con el pelo corto muy marcado, su vestuario y Marlene Dietrich en El Angel Azul. 1 930 ©John Springer . Corbis
sus poses se identifican con la estética de una época que hemos visto reflejada en la memoria como un arquetipo de la mujer fatal del art déco.
Lola Lola es el personaje que interpreta Marlene Dietrich en El Ángel azul, adaptación de la novela de Heinrich Mann El Profesor Unrat. Sombrío retrato sociológico de un viejo profesor de literatura que se muestra severo con sus alumnos hasta que conoce a Lola y queda prendado de sus encantos. Desde este momento su vida se desmorona, atrapado por su obsesión amorosa. Sternberg aprovecha los humeantes ambientes del cabaret berlinés para destacar los aspectos lumínicos (con huellas del expresionismo) y enmarcar los personajes que más tarde influirán a los escultores de criselefantinas.
Cabaret, de Bob Fosse, está ambientada en el Berlín de los años treinta. Se basa en la novela de Chistopher Isherwood Goodbye to Berlin, que más tarde daría origen a un musical en Broadway. En este caso el personaje femenino se llama Sally Bowles, que interpreta Liza Minelli con una estética muy similar a la Lulú
de la Caja de Pandora, y que se desarrolla durante gran parte de la película en el cabaret Kit Kat. La Alemania de estos años está marcada por la inseguridad en el futuro a causa de los distintos fracasos políticos. No es anecdótico el recurso al cabaret, como imagen y espacio en donde se desarrollan algunos de los acontecimientos, y que simbolizan el cambio en la sociedad alemana. Podríamos afirmar que la Alemania de estos años es un cabaret en donde cada uno de los sectores sociales intenta asimilar el cambio lo mejor que puede. Uno de estos grupos, el de los jóvenes que se afilian a las juventudes hitlerianas bajo la promesa de un futuro mejor, está representado en la secuencia fuera del cabaret que se inicia con un primer plano de un joven rubio cantando “El mañana me pertenece”, mientras la cámara va abriendo campo y nos permite ver un grupo de miembros de las Juventudes Nazis formando un coro ideológico. En la exposición podemos ver una de las figuras de Ferdinand Preiss, El flautista, que representa a un joven con las características de la raza aria . En La caída de los dioses el cabaret está menos presente, pero explora el mismo terreno que la película de Fosse: la ascensión del nazismo en Alemania discurre paralela a la decadencia de la sociedad dominante del antiguo régimen. El espaCABARET
cio donde se desarrolla el drama de la familia aristócrata vinculada a la gran industria
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pesada es la mansión familiar, pero sus personajes se mueven como si estuvieran en un cabaret. Salvando las distancias entre el efectismo teatral de Visconti y la tradición musical de Fosse, ambos coinciden en los elementos de análisis de la sociedad Louise Brooks 1 925. ©Bettmann. Corbis
alemana de los años treinta.
La enorme vitalidad cultural y social de París hace posible que la recuperación, después de la I Guerra Mundial, sea inmediata. Así, a mediados de los años veinte, París es una ciudad alegre y vitalista, receptora de todos los artistas de la vanguardia mundial y escenario de los nuevos movimientos creativos. La efervescencia artística y cultural de los años de la República de Weimar, desde 1919 hasta 1933, había convertido a Berlín en una gran metrópolis -la tercera ciudad del mundo- en tan sólo algunas décadas. Baste con comentar, para que se comprenda la magnitud de la vida cultural de la ciudad, que en estos años se editaban más de cien periódicos que dedicaban un espacio importante al arte. Ambas ciudades contaban con innumerables establecimientos de cafés, restaurantes y cabarés que no cerraban hasta altas horas de la noche. Y estos lugares eran frecuentados por mucha gente, entre ellos los escultores de criselefantinas.