LOS PROSCRITOS, LA OBRA ESCANDALOSA Y PROHIBIDA DE DÉBORA ARANGO

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La huida del convento. Acuarela sobre papel. 100 x 67 cm.Sin fecha.

LO S PRO S C R I TO S L A O B R A E S C A N DA L O S A Y P R O H I B I DA D E

DÉBORA ARANGO


DÉBORA ARANGO PÉREZ «La vida mia ha sido sufrida y divertida» La pintora colombiana más menospreciada pero al mismo tiempo la más cruda reveladora de la esencia nacional, es la antioqueña Débora Arango. La mujer que pintó a escondidas casi toda su obra, como ella misma lo relató, debido a la censura a la que fue sometida por los cánones tradicionalista, patriarcal y católico de su época, es, justamente hoy, reconocida como la pionera del arte moderno en Colombia. Fotográfia de Débora Arango . Gabriel Carvajal. Sin fecha.

Incómoda y proscrita por la élite política, religiosa, académica y tradicional y censurada hasta la década de 1990, logró, no obstante, realizar una obra en cuyos trazos está moldeado uno de los capítulos más vergonzoso y violento de la historia de Colombia aún sin punto final; de ahí la fuerza vital de su producción artística y el sentido de toda su vida, en sus propias palabras, «la vida con toda su fuerza admirable»;

La pintora más transgresora del arte colombiano, nació en el seno de una familia tradicional antioqueña: octava entre catorce hijos, educada en la firme vocación católica –intacta en toda su vida–, y en medio de una sociedad que esperaba de la mujer ser buena hija, esposa y madre, el ángel guardián del hogar. De estos, entonces valores “naturales” de la mujer, Débora solo cumplió el primero. Paradójicamente, el hogar, “recinto sagrado de la mujer”, se cumplió para Débora, pero no para ser ese ángel sumiso sino para resistirse a ser lo que no quería ser.

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Sus padres, Cástor Arango Díez y Elvira Pérez Uribe, de forma excepcional, le concedieron la libertad de elegir: «Pre-

ferí no quedarme con el asombro de cualquier señorita de mi época, recelosa de la crítica y simpatizante de la indiferencia social». Con el consentimiento

irrestricto de sus padres, la casa familiar en Envigado, Casablanca, fue su taller para el disfrute del arte y el refugio de todas las críticas y ataques que recibió. Débora Arango nació un lunes 11 de noviembre 1907 en Medellín y falleció un domingo 4 de diciembre de 2005 en Casablanca, Envigado, después de casi un siglo de «Una vida sufrida y divertida» como ella misma la definió, para quien la pintura debía «tener un

objetivo, mostrar una realidad, hacerla palpable a los ojos de todo el mundo, dejar un sentimiento de rechazo o simpatía por lo que nos rodea».

EL COMPROMISO SOCIAL “Yo simplemente fui pintando y fui pintando lo que fui viendo” La cáida. Óleo sobre lienzo 196 x 110 cm.Sin fecha.

Las décadas de 1930 y 1950 representaron para Medellín y el país una serie de transformaciones conocidas como la modernización.

Época que mostró los contrastes entre el mundo rural y urbano y en este último los efectos de la migración campo ciudad; al lado del crecimiento

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económico y los sectores más privilegiados de la sociedad, pululaban el desempleo, la pobreza, la exclusión social, el surgimiento de un proletariado pobre, el poder patriarcal sobre la mujer. Al iniciar el siglo XX, la presencia de la Iglesia y los valores cristianos tenían un alto arraigo en la cultura antioqueña; era la región más católica del país.

Voceadores. Óleo sobre lienzo. 101 x 67 cm.Sin fecha. Paz. Acuarela sobre papel. 77 x 56 cm.Sin fecha.

Este fue el país y la región que avivó el temario pictórico y sublevó la conciencia social que impregnó la obra de Débora Arango, quien siempre se consideró así misma «una hija de familia muy obediente». En el marco de una sociedad moralista, pacata y ultramontana la artista supo dar el salto del arte contemplativo o la pintura clásica, al arte interpretativo inspirado en la realidad social que observó con conciencia y de manera crítica desde muy temprana edad hasta alcanzar los niveles del expresionismo alemán descarnado que la caracterizó y condenó a ser silenciada. Para Débora Arango la realidad social, o lo que ella denominó «la vida con toda su fuerza admirable» no podía encontrarse en la hipocresía y simulación de las capas sociales altas; esta fuerza solo podía emanar de los grupos marginados del privilegio económico y social, «por eso mis temas [afirmó] son duros, acres, casi bárbaros […] me

emocionan las escenas rudas y violentas». En la década de 1940 estos fueron algunos de los temas que desbordaron su genialidad artística. Sus obras fueron habitadas por prostitutas (Los que entran y los que salen, Justicia, La lucha del destino; Friné o trata de blancas), familias pobres (Paternidad, Patrimonio, Maternidad y violencia), trabajadores populares (Los voceadores, Los matarifes, Terciadores), seres famélicos por el hambre (El almuerzo de los pobres) o distorsionados por el alcohol y la sevicia, marginados sociales, la crítica mordaz y certera (Los seguros sociales), la religión (Hermanas de la Presentación, Los cargueros, Las monjas y el cardenal, El obispo, Levitación); los olvidados y los dueños del poder ocuparon un lugar principal en su concepción del deber ser del arte. Como señaló en una ocasión

«para mí la pintura fue todo». 4


EL PINCEL FUSTIGA LA POLÍTICA «Yo no soy liberal sino muy metida» Débora fue una mujer política aunque no hizo parte de ningún partido; no obstante para ella «hay

Pero a partir de 1946, cuando la temperatura política alcanzó el grado de ebullición y el enfrentamiento político entre los dos partidos tradicionales, el liberalismo y el conservatismo aunado a la Iglesia, se agudizó con la politización de todos los sectores y se institucionalizó La Violencia (1946-1958), en su estética afloró el desprecio por la corrupta clase política colombiana.

que comprometerse de alguna manera, sin que por ello entremos a comulgar con una u otra idea política». Su obra política se puede apreciar como un correlato del aciago acontecer nacional. Durante los años de gobierno liberal –la Revolución en marcha (1930-1946), el espectro social, además del desnudo, eclipsó su obra.

La danza. Acuarela sobre papel. 56 x 38 cm Sin fecha.

Artista y obras fueron objeto de acalorados debates públicos en la prensa y en las instancias políticas. En 1940 Jorge Eliécer Gaitán, su gran amigo, entonces ministro de educación, la invitó a exponer en el teatro Colón de Bogotá; para la artista este respaldo de Gaitán representó «una pequeña luz en mi vida», en medio de tanto desaire por su obra. A partir de ese momento el enfrentamiento entre política y arte fue mutuo. El ‘jefe natural’ del Partido Conservador, Laureano Gómez, desde su periódico El Siglo y el Congreso de la República se fue lanza en ristre contra el liberalismo y la artista; en su arenga recalcitrante tildó su obra de pornográfica. De su parte, la acuarelista antioqueña desplegó desde la temática y el poder simbólico la capacidad del arte de interpretar y expresar una convicción personal; de acuerdo con

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Beatriz González, “es la primera vez en la historia del arte colombiano que la expresión domina la forma”. Para Débora, el país ofrece un espectáculo sin conmensuración, la violencia tiene dos caras: la de la tragedia humana, con temas universales e históricos, donde es latente, como lo enuncia su mejor biógrafo, Santiago Londoño, “el clima social del momento”, plasmado en obras de la talla de La despedida, La amargada, Esquizofrenia, La paz. Doña Berta. Óleo sobre lienzo. 117 x 146 cm.Sin fecha.

derrocaron a Rojas, Huelga de estudiantes, Melgar. Este periodo esquematiza valores inéditos en las artes plásticas en Colombia referentes a su expresión estética, nunca antes puestos en escena: los espacios, el tratamiento de color y figuración, los batracios, lobos, gallinazos y hienas (zoo morfía), la burla caricaturesca, son metáforas que encarnan la clase política nacional, representada con desprecio por la acuarelista.

En la otra cara; el horror, el caos y el pandemónium cubren sus acuarelas y lienzos; la rabia y la ironía brotan de Masacre 9 de abril, La danza, El cementerio de la chusma y/o Mi cabeza, El tren de la muerte, Junta militar, La República, La justicia, La salida de Laureano, Plebiscito, Las tres fuerzas que

LA “EXPRESIÓN PAGANA” «En alguna ocasión traté de dibujar el rostro casto de una mujer para hacer La mística, y contra todas las fuerzas de mi voluntad resultó el rostro de una pecadora» Desnudos, rostros y miradas inauditas para la época y su condición de mujer la condenaron a ser una proscrita, a la censura y el aislamiento artístico. Los desnudos sin miramiento como La amiga, Montañas, La bailarina en descanso, Clavel rojo y Contrastes desataron la polémica en torno a su vida y expresión plástica.

«Cuando decidí hacer desnudos, –declaró Débora– y pintar escenas urbanas de gente con pocas oportunidades, lo único que estaba haciendo era pintar la vida, desde mi manera de interpretarla. Solo eso, de interpretarla, porque yo nunca fui una mujer mundana, como creyeron algunos».

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Su técnica experimental muy pronto la alejó de sus dos maestros señeros fundamentales Eladio Vélez y Pedro Nel Gómez, el de mayor impacto en su formación. La exposición del Club Unión de Medellín en 1939, la primera en la que participó Débora –contaba con 31 años–, desató una de las polémicas más enardecidas del arte en Colombia.

haciéndole competencia a los fotógrafos...un cuerpo humano puede no ser bello, pero es natural, es humano, es real, con sus defectos y deficiencias». Así, pinta en su alcoba o taller –puerta y ventanas cerradas– con modelos que son sus hermanas y amigas más cercanas; en el colorido prefiere los contrastes fuertes y privilegia la expresión sobre la forma: «la expresión pagana porque surge espontáneamente» de su temperamento:

«Yo tengo un espíritu tranquilo, reposado y analítico. El fenómeno debe surgir probablemente de la interpretación emocional que me producen los demás. Debe ser así, lo creo yo, que veo en todos los rostros humanos, pasión y paganismo» presente en obras como La místi-

Con La amiga y Cantarina de la rosa, desnudos sugerentes y sensuales, la acuarelista convulsionó los principios estéticos del arte y los valores morales de la sociedad. A los embates recibidos, la artista lanzó una de las sentencias más avanzadas del arte colombiano: «el arte no es amoral ni inmoral» y en consecuencia está libre de cualquier principio ético.

ca, El retorno, La colegiala, El obispo, Pitonisa.

Los que entran y los que salen. Óleo sobre lienzo. 152 x 120 cm.Sin fecha.

Sin desconocer sus influencias, valoró su autonomía: «los estu-

dios de desnudo que he realizado los he ejecutado en mi casa, siguiendo mi propia iniciativa. Yo he desarrollado [mi estilo] con temas propios, siguiendo mis personales inclinaciones». La carnosidad y colorido de sus desnudos corresponden a la ambición estética de darle «humanidad a la pintura.

Si no fuera así, estaríamos

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Arte y religión: «¡Ave María si soy creyente!» Nadie como Débora Arango, ha sabido diferenciar y separar las convicciones personales de la concepción y deber ser del arte, «… no era

En su sentencia «el arte no es amoral ni inmoral», se adivina la cercanía de Débora a la filosofía cristiana y la disertación sobre el arte y la moral. Invitaba a los críticos a leer a filósofos, entre ellos al dominico Antonin-Dalmace Sertillanges (1863-1948) y a Jacques Maritain (1882-1973); esto explica su cercanía al filósofo de Envigado, Fernando González, el único que le extendió una recomendación para estudiar muralismo en México, cuando sus maestros Eladio Vélez y Pedro Nel Gómez negaron incluso conocerla.

usual que una señorita de esos años pintara así. Precisamente me nacía ser así porque me gustaba pintar así… establecía qué era la verdadera pintura, de manera que mis costumbres las juzgaban mal, pero yo no tenía costumbres particulares diferentes a las de una mujer corriente, católica y de buenas costumbres», pero al mismo tiempo confiaba en los vaticinios que le deparaba la vida (Pitonisa).

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Un hogar y educación católica, afirmaron su fe religiosa. En los colegios de monjas donde fue educada, descubrieron su don y le alojaron el ánimo temprano a dejar la afición e irrumpir en el campo del arte propiamente dicho. Pero este ambiente conventual también le enseñó el conflicto religioso, y sus diversas facetas: el de su fe íntima, mujer religiosa de misa diaria; la represión hacia lo que la pintora consideraba la belleza de la naturaleza figurada en el cuerpo, para su caso, el de la mujer despojada de cualquier tabú y peHermana de la caridad. Acuarela sobre papel. 77 x 56 cm.Sin fecha.

cado y, la crítica a la Iglesia como institución. De esta posición quedan acuarelas y retratos de figuras femeninas y masculinas religiosas. Las monjas representadas en Las hermanas de la Presentación, Las monjas y el cardenal, La monja intelectual, Hermana de la caridad, son testimonio de su visión y la gratitud hacia algunas de ellas, decisivas en su vida. Así mismo están las desertoras que batallaron entre el celibato y la sexualidad, ejemplos de este dilema humano y profundo son La mística, Meditando la fuga, La huida del convento. Acuarelas plenas de simbolismo, sensualidad, erotismo y paganismo. Monjes lúbricos y la alta jerarquía de la Iglesia católica (El obispo, Levitación, La danza), del mismo modo, fueron temas que instigaron su creación pictórica. En estas pinturas salta la crítica más agria y exacerbada de la artista hacia la Iglesia, sin precedente hasta la actualidad.

Cartelera. Óleo sobre lienzo. 110 x 231 cm.Sin fecha.

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La acuarelista se debatió entre el confesionalismo, la filosofía y el sacrilegio; con este brebaje absurdo, para la época, enfrentó una amenaza de excomunión por su obra pecadora y hereje y fue condenada moralmente. De su parte, ella siguió «encerrada, tranquila, haciendo

lo que me parecía… De costumbres continué con mi catolicismo y buenas maneras»

Confrontación, censura y reivindicación: «Todo lo pinté a escondidas… No me dieron ni una oportunidad,¡ni una!»

Los seguros sociales. Óleo sobre lienzo. 137 x 90 cm.Sin fecha.

El cementerio de la chusma y/o Mi cabeza. Óleo sobre lienzo. 127 x 94 cm.sin fecha.

Desde su primera confrontación pública, fue víctima del anatema y la clausura. No sólo en Medellín; en Bogotá y la España franquista, sus exposiciones fueron clausuradas al día siguiente de inaugurarlas. Para Débora Arango el repudio y el rechazo fue la constante; por esta razón asegura « Nunca pinté

con la idea de que podía mostrar. No podía mostrar... Estuve muy cohibida. Todo lo pinté a escondidas ». Un repaso por nes de Débora de la primera en A partir de este rrieron 35 años

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las exposicioArango des1939, es fácil. año transcude arte bajo


drid bajo el franquismo, la exposición fue clausurada al día siguiente; en 1957, también fue clausurada la primera exposición individual a sus 50 años en la Casa Mariana de Medellín; en 1960 participó de una exposición de Cerámica contemporánea en el Museo de Zea y no hizo parte de salón alguno en los siguientes 15 años, cuando expuso en el Museo de Arte Moderno de Bogotá. Después de 1975, debido a su escasa salud y con casi 70 años, solo pintó ocasionalmente.

La celestina. Acuarela sobre papel. 97 x 68 cm.

La monja intelectual. Acuarela sobre papel. 76 x 56 cm.Sin fecha.

la cama convertido, muchas veces, en alimento para polillas, hasta que el Museo de Arte Moderno de Bogotá en 1974, con la muestra Arte y política y la Biblioteca Pública Piloto de Medellín en 1975, en una exposición de más de cien obras, titulada Retrospectiva, decidieron absolverla de la herejía y realizar sendas explosiones; se trató de un revelación total. Después del escándalo de 1939, en el Primer salón de artistas profesionales del Club Unión de Medellín –en el que le otorgaron el primer puesto– su obra recibió desprecio y olvido general y fue descolgada y censurada una y otra vez. En 1940, la exposición del teatro Colón, tras la invitación de Gaitán, fue desmontada un día después; censurada en el Primer salón anual de artistas colombianos en la Biblioteca Nacional; en 1955, en Ma-

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nal del arte colombiano, el gobierno colombiano por medio de su Ministerio de Relaciones Internacionales, decidió prescindir de las obras de Débora Arango, por el daño que estas podían causar a la imagen de Colombia. Ni la crítica de arte más reconocida en Latinoamérica, Marta Traba, pudo reconocer y comprender esta acuarelista doméstica avanzada en todo. En el 2004, cuando la artista regresó a España la exposición mereció el título de Débora Arango, una revolución inédita del arte colombiano, por fin reconocida un año antes de su muerte.

En 1984, el Museo de Arte Moderno de Medellín, finalmente, realizó una retrospectiva con 240 pinturas, casi todas inéditas, lo que significa, una invisibilización oficial de la más grande artista femenina en Colombia, hasta hoy, durante casi toda su vida; tenía 87 años. Tres años después la artista donó 233 obras a este museo. No deja de sorprender que en 1995 en Biarritz, Francia, en una muestra internacio-

La despedida. Acuarela sobre papel. 97 x 66 cm.Sin fecha.

Melgar. Óleo sobre lienzo. 153 x 135 cm.Sin fecha.

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1908-1917 1918

1920

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COLOMBIA Y EL MUNDO

MARÍA DÉBORA ELISA ARANGO PÉREZ 1907

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Nace el 11 de noviembre en Medellín (Plazuela de San Ignacio).

1899-1903 La guerra de los Mil Días y la pérdida del Canal de Panamá sumieron al país en una profunda tragedia.

Vive una infancia feliz en medio de su familia. Inicia sus estudios primarios. Enferma de paludismo y la envían a vivir a Envigado con sus abuelos. Estudia en el colegio de la Presentación.

1910 - 1920 Revolución Mexicana. 1914 - 1919 Primera Guerra Mundial. 1917 Revolución Rusa.

De nuevo en Medellín, sigue sus estudios en el colegio María Auxiliadora donde conoce a la hermana María Rabaccia, la primera en reconocer su talento.

1923

Abandona el colegio por su enfermedad pero continúa el aprendizaje en pintura con la hermana Rabaccia.

1924

Empieza sus lectura de filósofos: Ortega y Gasset, Maritain, Sertillanges, y Fernando González.

1920’s Europa trata de recuperarse de la crisis en que la dejó sumido la guerra, con la creación de la Sociedad de Naciones. El arte, por su parte, busca superarla con el surgimiento las vanguardias: cubismo, dadaísmo, surrealismo y la pintura abstracta. Es la década de Freud, padre del psicoanálisis. Apertura del Canal de Panamá.

1928

Masacre de los obreros del enclave bananero de la United Fruit Company en Ciénega, Magdalena.

1930

−Enrique Olaya Herrera es elegido presidente de Colombia. −Inicia la República liberal (1930-1946).

1932

Inicia las clases de pintura con Eladio Vélez.

1933 1935

Recibe clases de pintura en Bellas Artes de Medellín. Conoce a Carlos Correa.

1934 Primer mandato presidencial de Alfonso López Pumarejo, denominado la Revolución en marcha por las reformas sociales que emprendió.

1935 1938

Es la alumna más aventajada de Pedro Nel Gómez. Expone por primera vez en 1937.

1936 - Gaitán se posesiona como alcalde de Bogotá. Francisco Franco realiza el golpe de Estado en España contra el gobierno demócrata. Inicia la era franquista. 1937 - Ataque alemán a la población civil de Guernica (España). Picasso pinta el Guernica.

Muere su madre, Elvira Pérez. Expone en el Primer Salón de Artistas Profesionales, Club Unión. Desata la polémica con sus desnudos.

1939 Inicia la Segunda Guerra Mundial con la invasión nazi a Polonia. 1943 Surge el existencialismo con Jean-Paul Sartre.

1939

1940

Gaitán la invita a exponer en el teatro Colón, Bogotá. Se reanuda polémica nuevamente.

1944

Firma junto con otros pintores El manifiesto de los artistas independientes de Colombia a los artistas de las Américas.

1945 1946 1948

Jorge Eliécer Gaitán, ministro de Educación del gobierno de Eduardo Santos. Jorge Eliécer Gaitán es nombrado ministro de Trabajo en la presidencia interina de Darío Echandía. 1945 - Termina la Segunda Guerra Mundial Se crea la Organización de las Naciones Unidas –ONU–

Se instala con su familia en Casablanca, Envigado. Estudia en la Escuela Nacional de Bellas Artes, México. Pinta Masacre del 9 de abril.

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1946 Es elegido presidente Mariano Ospina Pérez. 1947 Inicio de la Guerra fría. 1948 - 9 de abril Es asesinado Gaitán, y se desata “El Bogotazo”. Inicia el periodo de guerra civil no declarada en Colombia conocido en la historia como “La Violencia”.


1949

Inician las operaciones de las guerrillas de los Llanos.

1950

En medio de la violencia es elegido presidente el conservador Laureano Gómez.

1951 1953

Laureano Gómez sufre un ataque cardíaco y asume la presidencia el designado Roberto Urdaneta Arbeláez.

Muere Cástor Arango, padre de Débora Arango.

−Golpe de Estado de Gustavo Rojas Pinilla. −Guadalupe Salcedo se desmoviliza, entrega las armas y firma la paz con el gobierno. Es asesinado 4 años después.

Pinta La salida de Laureano.

1954

Viaja a Inglaterra. Trabaja con cerámica.

1955

Exposición individual en el Instituto de cultura Hispánica de Madrid, es clausurada por Franco.

1956 1957

Presenta un boceto para un mural en concurso 1957 - Rojas acepta retirarse y nombra un gobierno militar de transición. de Coltejer.

1958

Viaje a Europa.

1960

1974

1975

Las mujeres colombianas obtienen el derecho al voto, la cédula de ciudadanía y la mayoría de edad.

Inicia el Frente Nacional con el pacto firmado entre liberales y conservadores. Presidente Carlos Lleras Camargo.

Participa en exposición colectiva con sus cerámicas en el Museo Zea. En los siguientes 15 años no volvió a exponer y deja de pintar.

1959 Triunfa la revolución cubana. 1962 Primera sesión del Concilio Vaticano II. 1964 Ataque a Marquetalia, inicio de guerrilla de la Farc. 1966 Ernesto Guevara llega a las montañas de Bolivia. 1966 Camilo Torres se une al ELN y un mes después es abatido, en su primer combate. 1967 Es asesinado Ernesto El Che Guevara en la Higuera, Bolivia. 1967 Primeros trabajos sobre la Teología de la liberación. 1968 Movimiento internacional de Contracultura. Mayo del 68. 1970 - Es elegido presidente Misael Pastrana, acusado por algunos de fraude electoral, lo que da origen a la guerrilla M-19. 1971 - Llega la artista estadounidense Ethel Guilmour a Colombia.

El Museo de Arte Moderno de Bogotá la saca del olvido con la exposición Arte y Política.

Muere Franco en Madrid y se restaura la monarquía instituLa Biblioteca Pública de Medellín realiza una retros- cional. 1979 Empieza en Colombia la era de terror con las mafias pectiva de su obra, la mayoría inédita. de coca.

1980- 1984 Participa en exposiciones colectivas en Medellín.

1984

El Museo de Arte Moderno de Medellín –MAMM– realiza una retrospectiva de 240 obras.

1987

Dona al MAMM 233 obras.

1985 - Creación de la Unión Patriótica. 1986 – 1990 Genocidio que exterminó la Unión Patriótica

1988 – Inicia guerra de los carteles de mafia narcotraficante en Colombia.

1988 2004

Débora Arango empieza a ser reconocida en todo el país. 2004 - Las 233 obras del MAMM son declaradas Bienes de Interés Cultural de carácter nacional.

1990 Firma de paz con el M-19, entrega de armas. Asesinados cuatro candidatos presidenciales. 1991 Constituyente y redacción de la Constitución del 1991. 1993 Es abatido el narcotraficante Pablo Escobar en Medellín.

2005

Muere en Envigado a los 98 años de edad.

2008 - Muere Ethel Gilmour en Medellín a los 68 años de edad.

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DÉBORA ARANGO Y ETHEL GILMOUR DOS MIRADAS SOBRE UN MISMO PAIS ETHEL GILMOUR, artista quien nació en Cleveland, Ohio en 1940 y falleció en Medellín, Colombia, en el 2008, cumplió durante casi cuatrodécadas idéntica labor que la que desempeñó Débora Arango durante la primera mitad del siglo XX; la de documentar la vida y el convulsionado acontecer de la Colombia que vivió y amó esta estadounidense que llegó a Medellín en 1971. Formada académicamente en el expresionismo abstracto, esta artista perteneciente a la generación del hippismo, al llegar a esta tierra ardiente, enamorada de colombiano, cambió radicalmente su expresión estética, dedicándose por completo y para siempre, a una producción artística que documentó año tras año el acontecer político de nuestra tierra, y cantó la vida dulce de los colombianos más humildes y sufridos.

Ethel Gilmour. Sala mágica Sin fecha.Ca.1990.

Ethel Gilmour.Lunes, martes, miércoles, jueves, viernes... C.a.1990.

En sus obras de corte “naif”, (pues utilizó a propósito este idioma “ingenuo” para lograr unas obras de inmensa ternura e indudable humor que molestaron inconfesada y profundamente a críticos y público por igual), quedaron consignadas el paisaje, y decoración doméstica de la vida en los pequeños pueblos, así como el corazón de sus habitantes. Igualmente su religiosidad, sus ídolos populares y su estilo de vida, a la par con la guerra perennemente presente en esta pobre patria. Podemos en su obra, a muestra de ejemplo, ver al pueblo cargando en dulce procesión pueblerina a sus santos de devoción un Viernes Santo, mientras los alrededores del mismo explotan en bombardeos, disparos y muertos caídos por doquier. Con un tono absolutamente opuesto al que fue propio de Débora, y en una época completamente distinta a no ser por lo idéntico del horror continuo y persistente, esta artista, heredera de la vocación que tuvo la maes-

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tra Antioqueña de testificar esta interminable historia de espanto, ella la pintó como una oración que desde el arte clama por la paz”. Igual que la de Débora, su obra espera que el paso del tiempo lleve a nuestra sociedad a aceptarla en su verdadera valía y reconocerle su honroso sitial en la historia del arte colombiano.


LOS PROSCRITOS

LA OBRA ESCANDALOSA Y PROHIBIDA DE

DÉBORA ARANGO DIRECCIÓN GENERAL: Martha Lucía Villafañe COORDINACIÓN GENERAL: Jonathan Valderrama INVESTIGACIÓN HISTÓRICA: Alba Inés David Bravo, historiadora CURADURÍA: Martha Lucía Villafañe, Jonathan Valderrama MONTAJE: Luz Amparo González, Sergio Andrés Urrego y Liliana Macías ASISTENCIA ADMINISTRATIVA: Marta Lucía Ceballos DISEÑO GRÁFICO: Carolina Villa Serna SEGURIDAD: John Fredy Girón, Luis Alfredo Rojas, Jhonatan Tilano

BIBLIOGRAFÍA

Arango. Sofía Stella. “La crítica, y tres mujeres en la plástica antioqueña”. Agenda cultural 49 (1999): 1-5. González, Beatriz. “Débora Arango, una revolución inédita en el arte colombiano”. Arte la revista 1: 2 (2001): 6-11. Jemio Arnez, Kathya. “Débora Arango. La transgresora de los signos de 1939. (1907-2005)”. Revista Lasallista de Investigación 3: 2 (2007): 62-73. Londoño Vélez, Santiago. “Débora Arango, la más importante y polémica pintora colombiana”. Nómadas 6 (1997): 1-15. Londoño Vélez, Santiago. Débora Arango. Vida de pintora. Colombia: Ministerio de Cultura, 1997. Rosas G., Ana María. “El arte moderno en Colombia en sus relaciones con la moral y la política. A propósito de la pintora Débora Arango”. Sociedad y economía 15 (2008): 1-24. Schuster. Sven. “” Arte y violencia: la obra de Débora Arango como lugar de memoria”. Ensayos 35 (2013): 35-40.

INAUGURACIÓN

Sábado 27 de agosto, 4:00 p.m. Auditorio del Museo Juan del Corral La exposición estará abierta hasta el 30 de octubre de 2016 en la sala de exposiciones temporales del Museo Juan del Corral

Sin Título. Óleo sobre lienzo. 193 x 100 cm.Sin fecha

Calle de la Amargura N° 9-77 Santa Fe de Antioquia (Colombia). Teléfonos 853 46 05 - 853 21 09. museojuandelcorral@mincultura.gov.co Horarios: Lunes, martes, jueves y viernes, 9:00 a.m. a 12:00 m. y 2:00 a 5:30 p.m. Sábados, domingos y festivos, 10:00 a.m. a 5:00 p.m. Miércoles, cerrado


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