PREMIO PHOTOPATAGONIA 2018 | Septiembre 2019 |MAEM by Museo De Arte Eduardo Minnicelli

PREMIO PORTFOLIO Ph P2018 Photo Patagonia

BERTA GIMÉNEZ RÍO GALLEGOS ARTISTA INVITADO

ATAÚLFO PÉREZ AZNAR

BUENOS AIRES

SEPTIEMBRE 05.2019

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PREMIO PORTFOLIO

Ph P2018 Photo Patagonia

La instancia de Revisión de Portfolios en PhotoPatagonia 2018 ha premiado el trabajo de la fotógrafa local Berta Giménez, que expone acompañada por el consagrado Ataúlfo Pèrez Aznar. Ambos, con un lenguaje desnudo de rodeos, amalgaman la realidad de un ayer-hoy que, el MAEM, nos propone recorrer desprovistos de prejuicios y con todos nuestros sentidos.

Mario Baigorria | Sergio Vuckovic | Pablo Biagini | Julio Menoiz

PREMIO PORTFOLIO Ph P2018 Photo Patagonia

BERTA GIMÉNEZ RÍO GALLEGOS

ESCENARIOS PRESTADOS

En el proyecto “Escenarios prestados” intento entretejer fragmentos de la historia santacruceña acercando a la memoria imágenes actuales de edificios abandonados, poblaciones desaparecidas, parajes despoblados que se encuentran a lo largo de su extensa geografía. Hurgar en esos espacios permite imaginar ignotas historias, sueños, alegrías y cansancios de quienes lo habitaron. Estos sitios cargados de contrastes, incertidumbres y nostalgias, atrapan por su extraña belleza y estimulan la memoria pasando del olvido al recuerdo, de lo consciente a lo inconsciente, de lo real a lo ficticio y esa tensión va creciendo a medida que las grietas crean zonas borrosas, imprecisas. Es aquí donde se observa que irrumpe con fuerza incontenible la naturaleza, que se apropia nuevamente de esos espacios, recuperando antiguos territorios llenándolos de nuevos colores, aromas y sonidos. Como expresa Wim Wenders en su poema “Los lugares tienen memoria”: Puedes llevarte una piedra o un puñado de arena. Pero no puedes llevarte el lugar. (...) Ni siquiera la cámara puede. Y si le sacamos una foto, no hacemos más que tomar prestada su apariencia durante un momento, nada más que su piel externa, su superficie. Las construcciones abandonadas son escenarios vivientes que guardan celosamente secretos e historias que aún perduran. Berta Giménez

Ruta Nac. 40 : 51º 52’ 32.9” S 71º 36’ 57.6” O

Ruta Nac. 40: 51º 59’ 34.3” S 71º 13’ 54.7” O

Ruta Nac. 40: 49º 48’ 33” S 72º 03’ 10” O

Ruta Nac. 40: 51º 52’ 32.9” S 71º 36’ 57.6” O

Comandante Luís Piedra Buena : 50º 07’ 14.1” S 68º 19’ 34.7” O

Ruta Prov. 57: 50º 45’ 34” S 69º 25’ 53” O

Puerto Coig: 50º 57’ 24” S 69º 13’ 36” O

Comandante Luis Piedra Buena: 50º 07’ 14.1” S 68º 19’ 34.7” O

Puerto San Julián : 49º 14’ 47” S 67º 40’ 38.4” O

Comandante Luis Piedra Buena: 50º 07’ 14.1” S 68º 19’ 34.7” O

El Turbio : 51º 40’ 50.5” S 72º 05’ 21.9” O

Nací en Curuzú Cuatiá, provincia de Corrientes, en 1946. Mi infancia transcurrió en el campo junto a mis padres y hermanos. Inicie los estudios primarios en la escuela pública del pequeño pueblito y más tarde ingresé al Colegio María Auxiliadora de Curuzú Cuatiá, egresando con el título de maestra normal nacional en 1964. Entre los años 1968 y 1978 colaboré como voluntaria en las misiones salesianas del Gran Chaco Paraguayo, realizando trabajo de alfabetización con diversas comunidades aborígenes. Fue un tiempo de gran enriquecimiento espiritual y cultural. Años después, estudié Antropología en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires, formación que no terminé. Llegué a Santa Cruz en 1981 donde formé mi familia. Desde 1983 vivo en Río Gallegos, donde me aboqué a la docencia. El acercamiento a la fotografía se da por ese deseo de contacto con la gente, a través de sus historias, costumbres y lugares que perduran en su memoria individual y colectiva. Además, es atreverse a la aventura, a lo desconocido. Salir de la comodidad para descubrir a través de la cámara, una nueva forma de mirar, aún aquello que es conocido. Por ello, comienzo a tomar cursos y a participar de muestras colectivas y concursos de fotografía. En 2011 obtengo una mención en el concurso nacional del FCBA, con la obra “Mirada Interior”. En 2013 recibo una nueva mención con “Ternura” por parte de la Casa de Santa Cruz. En el año 2017 obtengo el tercer premio y mención de Honor con las obras “Reposo” y “sub estación” en el concurso nacional organizado por el Colegio de Ingenieros y el FCBA de la ciudad de Buenos Aires. En 2014 inicio la investigación y el recorrido con cámara en mano, de aquellos sitios ligados a diferentes etapas poblacionales y económicas de la provincia, que hoy se encuentran abandonados. Este proyecto, es objeto de este trabajo.

ATAÚLFO PÉREZ BUENOS AZNAR AIRES DESDE CERCA

Con su cámara siempre atenta a los detalles de la vida social, Ataúlfo Pérez Aznar abre un intersticio entre lo que vemos y lo que no deseamos ver. Ese espacio no es involuntario sino mediado por la intencionalidad de estar allí. Ataúlfo no piensa su arte fotográfico a partir del encuentro fortuito con una situación, escena o lugar; él va a dónde quiere ir. Su trabajo comienza antes de tomar la cámara y salir a la calle; analiza los lugares, con quienes se podrá encontrar, piensa posibles encuadres y situaciones. La foto será final de un largo recorrido marcado sobre reflexiones sobre lo fotográfico. Ataúlfo propone una fotografía memoria. Devuelve el acontecimiento o acto del pasado a la memoria social. En el trabajo de selección y edición, sitúa a sus propias fotografías en el tiempo - y se coloca él mismo en esa temporalidad -, no sobre una linealidad o la vuelta al tiempo original, sino elaborando una narración. Y en las elecciones deja espacio para que los espectadores sostengan un itinerario propio, en el proceso de reminiscencia individual o colectiva. Diferentes puntos nos llevan a esas imágenes del pasado, al recuerdo, a los espacios y las significaciones transitadas. Nos interpela con retratos y grupos familiares de sectores sociales relegados muchas veces de los proyectos políticos hegemónicos, como los pueblos originarios, las travestis, los pacientes de neuropsiquiátricos y las clases populares. La mirada de un fotógrafo que nunca deja de involucrarse con su realidad más inmediata nos produce una sensación de cercanía. Pero también de cierta incomodidad, la que experimentamos al percibir la vulnerabilidad de nuestras vidas en sociedad.