¿Qué
se conmemora en las fechas que están en el patio poniente, afuera del museo?
El Consejo de la UAEMéx acordó, en noviembre de 2005, declarar “2006, 50 Aniversario de la Transformación del Instituto Científico y Literario Autónoma a Universidad Autónoma del Estado de México”, a efecto de conmemorar que el 21 de marzo de 2006 se cumplieron cincuenta años de la transformación; dentro de las actividades de celebración se decretó que el patio ubicado en el poniente del edificio central de Rectoría sería llamado Patio del Cincuentenario. En este patio se encuentran grabadas en letras de bronce cuatro fechas importantes que corresponden a los siguientes hechos:
Fecha oficial de la fundación del Instituto Literario en San Agustín de las Cuevas, Tlalpan (D.F.). También es el día en que se abrieron las cátedras por destacados juristas, teólogos y pedagogos, pues además de estudios superiores, el Instituto tuvo inicialmente un colegio lancasteriano de primeras letras para niñas y otro para niños.
Reapertura del Instituto después de una clausura que duró más de diez años, pues en 1835 había sido suspendido al entrar en vigor la Constitución de las Siete Leyes, que instalaban el sistema centralista en el país; hasta que en 1846 el entonces gobernador del Estado, Francisco Modesto de Olaguíbel, ordena nuevamente su funcionamiento.
Fecha inaugural de la Ley que transformó al ICLA en Universidad Autonoma del Estado de México. El 16 de marzo de 1956, la XXXIX Legislatura del Estado dio su aprobación al Decreto N° 70, por el cual se creaba la Universidad “a partir del Instituto Científico y Literario”, señalando el 21 de marzo como fecha inaugural, una semana después se reunió por primera vez el consejo universitario, integrado por representantes de alumnos y profesores.
Fecha de conclusión de los trabajos de remozamiento del Edificio Central de Rectoría. Durante el rectorado del Dr. Jorge Hernández García y del entonces gobernador del Estado Lic. Juan Fernández Albarrán, se prestó una muy especial atención a la universidad, y decidieron combinarse ambas autoridades para emprender una reparación general que diera vida al antiguo beaterio y prolongara el servicio que daba como instalación escolar, ya que nuevas escuelas profesionales seguían ocupando el edificio, arreglando por ejemplo: techos, entresuelos, corredores, barandales y jardines; todo se restauró, cuidando que su estilo siguiera igual.