Moda Museoan: propuestas nº 14, 15 y 16 "Drappus"

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INTRODUCCIÓN HISTORIA LA ESCULTURA GRIEGA EL ROPAJE A LO LARGO DE LA HISTORIA LA INDUMENTARIA EN GRECIA CLÁSICA EL VESTIDO MASCULINO EL VESTIDO FEMENINO JOYAS Y ACCESORIOS LÁTEX OBTENCIÓN Y TRATAMIENTO. USO TEXTIL DEL LÁTEX. TÉCNICA PAÑOS HÚMEDOS CON LÁTEX CONCLUSIÓN BOCETOS DEL PROYECTO DRAPPUS


INTRODUCCIÓN. Unas de las técnicas escultóricas más representativas de la antigüedad greco-romana es la técnica conocida como “paños húmedos”, donde el escultor mediante su maestría conseguía dotar de una delicadeza y transparencia al frio mármol. Podríamos decir que lograba solidificar el maravilloso movimiento de lo efímero; un cuerpo que se descubre a través del vestido que lo cubre. Esta misma experiencia la encontramos en la actualidad en una técnica revolucionaria que consigue de igual forma dibujar el cuerpo que cubre; hablamos del látex. Podríamos pensar que el látex dista de igual modo en concepto y tiempo que nuestros lejanos vecinos de la antigüedad, pero nada más lejos. El látex es el material por excelencia de la sensualidad, del contacto, de la naturalidad, conceptos fuertemente arraigados en la Grecia clásica. Mi ambicioso proyecto alberga la comunión de todos estos elementos; escultura, técnica de paños mojados, modelado del cuerpo, pliegues, etc…, característicos de la época, traducidos a un lenguaje actual y novedoso. Imagínense, diseños realizados con una base gasa de algodón que apresa en el tiempo mediante la técnica del látex los pliegues y caídas de la indumentaria griega clásica, y a su vez mediante piezas superpuestas genera nuevos volúmenes férreos y cálidos. En resumen, un rediseño del diseño clásico, una forma de entender ese concepto escultórico con técnicas modernas pero que mantienen el espíritu formal y estilístico de Fideas y su escuela. Que no era otro que pretender congelar la belleza de un suspiro para toda la eternidad.


HISTORIA LA ESCULTURA GRIEGA La escultura griega se desarrollo entre el siglo VII a.C. y el I a.C. Nace en honor a los dioses del Olimpo. Plasman en su escultura sus concepciones de belleza física y equilibrio espiritual. En ellas se refleja su preocupación por el volumen, las dimensiones y la harmonía para representar el cuerpo humano. Las tipologías más frecuentes en el desarrollo de esta rama del arte fueron la escultura exenta y los relieves. Generalmente empelaban el mármol y las criselefantinas (marfil, oro y piedras preciosas) como material a esculpir. Se divide en tres épocas: Época arcaica: se desarrollo entre el siglo VII a.C. y el siglo V a.C. En ella existe una clara influencia del mundo egipcio, por su rigidez, frontalidad, ojos almendrados, rostros inexpresivos, cabello geométrico, brazos pegados al cuerpo, pies juntos con el izquierdo ligeramente hacía adelante y además por la simetría de las figuras. Los tipos escultóricos más importantes, en los que el artista desplegó su creciente dominio de la representación de la anatomía, la vestimenta y avanzo paso a paso hacía una imagen más realista fueron la mujer vestida y el hombre desnudo: la Koré y el kouros. La koré representaba a las sacerdotisas de la diosa Atenea, vestidas de forma simple y generalmente con peplo (una especie de mantilla que las cubre). Las cabezas son suaves, el pelo está partido en medio y peinado hacía atrás o solo recogido delante de las orejas. El Kouros representa a los atletas masculinos desnudos o una deidad especifica. Se empleo el bronce y la técnica de fundición en su elaboración. La estructura del cuerpo se caracteriza por la simetría y por los rasgos gruesos y torpes.


Época clásica: abarca un corto periodo, desde el siglo V a.C. hasta el siglo IV a.C. Pero es el de mayor importancia ya que es donde realmente se avanza hacía una escultura que recrea casi a la perfección y con gran fuerza realista el cuerpo humano. Comienza a existir mayor flexibilidad en los miembros y la tensión muscular cobra importancia. Es en esta época donde se dan las más valiosas aportaciones para el arte escultórico. Entre los autores más destacados se encuentran: · Mirón: Introdujo el movimiento contenido. Situado en el marco del realismo, pero sin expresar emoción en sus esculturas. Su obra más conocida, El Discóbolo (lanzador del disco), logró captar la postura que adopta un atleta en el momento justo en que coge impulso y fuerza para lanzar el disco. En ella se puede apreciar la tensión muscular, y cómo se contraen cada uno de estos para poder disparar el disco lo más lejos posible. Mirón solo esculpió la parte frontal de esta obra como si de un alto relieve se tratase, aún no había pretensión de que las figuras fuesen vista desde todos sus ángulos. · Fidias: precursor de la técnica de los paños mojados, la cual consistía en mojar las túnicas de sus modelos a tal punto que estas quedaban absolutamente empapas. Así Fidias lograba imitar a la perfección, a través de la exageración de las caídas de las telas debido al peso del agua, este efecto en sus esculturas consiguiendo un asombroso resultado que destacaba la belleza de las vestimentas de la época. Sus obras maestras están vinculadas al Partenón donde se puede apreciar claramente su técnica. · Policleto: autor del canon, que consiste en que la cabeza es la séptima parte del cuerpo humano, el arco toráxico y la línea inguinal son arcos de un mismo circulo, y la cara está dividida en tres partes: la frente, la nariz y la distancia de esta y el mentón. Para el artista este es el cuerpo varonil perfecto. · Lisipo: fue el escultor de las cortes de Filipo II y Alejandro Magno. Aplico un nuevo canon de proporciones ideales con el cual la cabeza debía ser 1/8 del cuerpo, y no un 1/7 como proclamo Policleto. Prefiere proporciones más esbeltas y cabezas más pequeñas, destacando una actitud más naturalista.


· Praxíteles: uno de los grandes escultores de este período, sus obras representan jóvenes graciosos y bellos, y dioses de un aspecto humanizado. Empezará a develar los caminos que seguirá la escultura helenística. Sus esculturas se destacan por el aumento de la expresividad, mayor realismo, representación de sentimientos y composiciones más dinámicas. Sus obras se caracterizan por la curva praxiteliana, que huye de la línea vertical y estática e imprime sobriedad y ligereza en las figuras. Hace que el cuerpo forme una S invertida que le proporciona equilibrio entre movimiento y reposo. Esto se aprecia claramente en su obra Hermes con el niño Dionisio, en la que la elevación de la cadera de Hermes es consecuencia directa de la curvatura del torso, y la elegancia con la que están definidos los músculos, hace que la escultura pierda tensión. A finales de esta época se apuesta por la suavidad, armonía, la representación de los sentimientos y el aumento de la expresividad. Los artistas que impulsaron este cambio fueron Praxíteles, Lisipo y Escopas. Este último es el que mejor expone los estados del alma y la pasión, sus trabajos parecen agitarse y las caras de sus obras muestran expresiones apasionadas. Época helenística: del siglo IV a.C al I a.C. el arte griego se abre a las influencias orientales en este periodo. Se representan el sufrimiento y la pasión. Se rompe radicalmente con la serenidad y el equilibrio clásicos. Se introducen temas anecdótico y cotidianos. Las piezas adquieren mayor dinamismo y movimiento. Proliferan los grupos escultóricos. Se caracteriza por la representación del movimiento exagerado, el desequilibrio compositivo, la exploración de las emociones humanas, la expresividad de rostros y cuerpos, es decir por su barroquismo. Los artistas se recreaban en la expresión del sufrimiento tanto físico como espiritual.

Desde el punto de vista artístico es evidente que el periodo helenístico no alcanza las cimas del clasicismo.


Pero, por encima de todo logra romper con el dogmatismo clásico, conectando con la dignidad humana y con la plasmación real de sentimientos y estados del ser. El énfasis en la individualidad se refleja en obras como El Galo Moribundo y La Anciana Borracha, donde el individuo es un ser concreto. La libertad creativa por otro lado, favorece la creación de obras muy dispares, gran parte de este nuevo arte tiende a adoptar un patetismo en el que las figuras se ven sometidas a posturas y situaciones exageradas dentro de una atmósferas de teatralidad. En este orden escultórico resulta innegable la influencia de Lisipo, que marco las nuevas creaciones.


EL ROPAJE A LO LARGO DE LA HISTORIA El ropaje o técnica de los paños mojados consiste en esculpir finos ropajes sobre los cuerpos como si se pegaran a él por estar húmedos (de aquí viene el nombre) de forma que se vislumbra la anatomía de forma muy insinuante, el cuerpo aparece vestido y desnudo a la vez, es un juego de sutilezas muy interesante y que ha tenido gran importancia en el mundo de la escultura. Ropaje, por extensión, es un término utilizado para la representación artística de la indumentaria en las artes figurativas, especialmente de la que se acomoda al cuerpo formando pliegues, e incluso se adhiere a él, revelando sus fomas de una manera similar a la de la escultura griega clásica (los panneggio bagnato -"paños mojados"- característicos de Fidias) y que se fue imitando en la pintura y escultura medievales con mayor o menor esquematización según la época (pliegues rígidos, formando líneas paralelas en el Románico -primitivismo similar al de la escultura griega arcaica-, mayor sensación de gravedad y variedad de formas en el Gótico -bucles, crestas y depresiones, estilo denominado Muldenfaltenstil en Centroeuropa-); mientras que el ropaje tiene un tratamiento propio, independiente del cuerpo, en la escultura helenística o el Barroco.


Con el término jetter (palabra francesa traducible como "tirar" o "echarse") se hace referencia a la ordenación de ese ropaje, la caída de cuyos pliegues se denomina drapeado (del francés draper -"cubrir"-). La representación de las telas, con sus característicos colores y texturas, es un importante desafío para pintores y escultores, que habitualmente les conceden gran parte de la superficie pictórica de retratos y otros géneros en que se representa la figura humana, en perjuicio de la carnación (la representación de la piel en las zonas desnudas). Otras zonas específicas de la superficie pictórica se denominan, en la representación de animales, pelaje o plumaje; en la de joyas y guirnaldas (con una determinada técnica), pastillaje; y en la del paisaje, celaje, ramaje, follaje, etc.


Algunos artistas menores, como Joseph Van Aken, se especializaron como "pintores de ropajes", siendo contratados por otros pintores para realizar esa parte de las obras. En los talleres de producci贸n masiva, como el de Rubens, era habitual que los maestros se reservaran s贸lo para una parte de las superficies, dejando las otras en manos de sus aprendices. Hasta tal punto estas pr谩cticas eran comunes, que cuando no era as铆, se destacaba, como es el caso de Gainsborough.


INDUMENTARIA EN GRECIA CLÁSICA EL VESTIDO MASCULINO El vestido griego, no se adaptaba al cuerpo sino que era un vestido suelto. Solía ser un rectángulo de tela, que envolvía el cuerpo y se sostenía mediante un cinturón, broche o algunos puntos de costura. Los griegos conocían la seda, el algodón, el lino y la piel de los animales. El lino se cultivaba en Asia Menor. El vestido de un hombre solía constar de dos piezas: una interior el quitón y una exterior, el manto o himation. Los hombres no llevaban ropa interior debajo de la túnica. El quitón podía ser dórico o jónico. El dórico consistía en un rectángulo de tela que envolvía libremente el cuerpo y a veces lo ceñía un cinturón, un broche o alguna costura. El quitón podía llegar hasta los pies; entonces se llamaba quitón poderés. Los hombres no llevaban ropa interior debajo; la túnica hacía de camisa. El jónico era de lino. Realmente, era un camisón con mangas que llegaba más abajo del codo. Servía para los dos sexos y se consideraba apropiado para personas de mediana edad. La túnica propiamente dicha o citwvn se ataba a los hombros con prendedores o cintas, y se ajustaba mediante un cinturón. Para dormir no se quitaban la túnica, que servía de camisa durante el día y de camisón por la noche. Los niños llevaban túnicas cortas sin cinturón. La exómida era el mono de trabajo de los esclavos, de los artesanos y de los soldados. Era un vestido corto, ceñido a la cintura con un cinturón y al hombro con un nudo, lo que permitía el movimiento de ambos brazos. El himatión era un paño de tela de lana de forma cuadrangular que se ponía envolviendo a la persona de tal modo que el brazo derecho quedara libre y cubierto el izquierdo. La clámide, un manto más tosco, era de los soldados, y era más abierta y flotante. Esta capa la solía utilizar los jóvenes porque permitía la desenvoltura de ambos brazos. Para dormir no se quitaban la túnica, pero sí el cinturón. La túnica que llegaba hasta los pies servía de ornamento y para las ceremonias.


EL VESTIDO FEMENINO Es muy parecido al masculino; sólo difiere en el color y en la forma de ajustar la tela. El peplo es un chal de lana abierto, propio de las espartanas, atado a los hombros con una fíbula, que podía ser totalmente abierto por uno de los lados o cerrado con costura. Si era muy largo, podía tener un repliegue. Al peplo se le solía hacer una costura de la cadera al pie, pudiendo llevar entonces cinturón. Este peplo, aunque las más refinadas dejaran de usarlo, siguió siendo el traje de las campesinas y de la mayoría de las mujeres del pueblo, además de las esclavas Además del peplo, las mujeres vestían usualmente tres prendas: una especie de camisa sobre la piel (citwvnion), una túnica larga hasta los pies (citwvn), y el manto. En invierno se llevaba un chal con una bufanda sobre los hombros.


JOYAS Y ACCESORIOS En época clásica, las joyas estaban reservadas a las mujeres, que llevaban collares y pulseras, pendientes y aros en las piernas. Las pulseras se llevaban en la muñeca, en el codo y en hombro. Los aros en los tobillos tenían un valor mágico. En la época clásica, en la vida cotidiana, las joyas estaban prácticamente reservadas a las mujeres, excepto los anillos con chatón que los hombres utilizaban para grabar su sello (sfragís) en arcilla o cera. Las mujeres llevaban con mucha frecuencia collares, pulseras, pendientes y aros alrededor de las piernas. Entre los accesorios no hay que olvidar el abanico y la sombrilla, muy útiles en un país tan cálido y soleado como Grecia. Otros accesorios eran el abanico y la sombrilla, muy útil en Grecia. El abanico griego era una pantalla con mango. En cuanto al calzado, hemos de decir que por las calles de Atenas y por casa se solía caminar descalzo. Fuera se utilizaban zapatos y sandalias. Las sandalias eran simples suelas de corcho, madera o piel. Había varias clases de zapatos para los hombres: el embás ( zapato de fieltro utilizado por los pobres); el coturno (especie de bota gruesa suada especialmente por los cazadores y en la tragedia), etc. En cuanto a las mujeres, se ponían una especie de tacón entre el pie y el zapato para parecer más alta. La piel del calzado femenino se teñía de diversos colores (Negro, rojo, amarillo, blanco). Por último, los sombreros. Los hombres iban con la cabeza descubierta normalmente. Sólo llevaban sombrero los extranjeros. Pero había algunos sombreros, como el pilos, de copa alta, el pilidion, que era una gorra de fieltro, el cuné (gorra de piel) y el petassos, un sombrero de alas anchas para ir de viaje. Las mujeres se cubrían la cabeza con un pliegue de su túnica. El cecrífalo es un pañuelo anudado a la cabeza, no un sombrero. La tolia es un tocado redondo de alas anchas.


LATEX OBTENCIÓN Y TRATAMIENTO. El látex natural es una suspensión acuosa coloidal compuesta de grasas, ceras y diversas resinas gomosas obtenida a partir del citoplasma de las células laticíferas presentes en algunas plantas angiospermas y hongos. Es frecuentemente blanco, aunque también puede presentar tonos anaranjados, rojizos o amarillentos dependiendo de la especie, y de apariencia lechosa. El látex es el material más elástico conocido. En ningún caso se debe confundir al látex con otras sustancias como pueden ser el caucho, la resina o las gomas vegetales, ya que el hecho de que tengan composiciones químicas, apariencia y funciones similares no quiere decir que se trate del mismo compuesto. La mayor parte del látex de empleo comercial se extrae de la siringa (Hevea brasiliensis) y es dedicado a la obtención de caucho. Sin embargo, también existen otros productos derivados del látex natural como la gutapercha (material amarillo o pardo producido a partir del látex de Palaquium oblongifolia), la balata (material duro muy similar al caucho que se obtiene principalmente del látex de Manilkara bidentata) y el chicle (sustancia de color rosáceo o pardo extraída del látex de Manilkara zapota) que tienen gran importancia comercial. El método empleado para la recolección de látex en las plantaciones consiste en realizar diagonalmente un tajo en la corteza del árbol (para ello se emplea una herramienta llamada faca seringueira o jebong) del que se quiere extraer, debiendo tener el corte aplicado unas dimensiones que se correspondan con la mitad o con un tercio de la circunferencia del tronco. Además, es recomendable el empleo de compuestos de amonio y tiuram en el corte para prevenir la coagulación del látex exudado, y permitir de este modo que fluya y sea almacenado en un cubo o cualquier otro tipo de recipiente. La cantidad de látex extraída de cada corte se sitúa en torno a los 30 mililitros, aunque esta variará dependiendo de la especie vegetal de que se trate. Una vez ha dejado de manar sustancia del tajo, se espera que pase un día para tapar a éste con un trozo de corteza de la base del tronco. Cuando los cortes llegan al suelo, se debe de esperar que transcurra el periodo de tiempo necesario para que se renueve la corteza en su totalidad. Sin embargo, cuando los árboles alcanzan los 25 años de edad dejan de producir látex suficiente, y por ello son talados para poder ser substituidos por otros más jóvenes. Una vez el látex ha sido extraído, esta sustancia es sometida a procesos de tamización, disuelta en agua y tratada con ácido para favorecer la concentración o aglutinamiento de las partículas en suspensión del caucho en el látex (el caucho aparece como una dispersión coloidal en el látex). Con posterioridad es prensado mediante la utilización de rodillos, de manera que se forman capas de caucho natural con un grosor de 0,6 centímetros que serán secadas con aire o humo antes de salir al mercado.


USO TEXTIL DEL LATEX Desde hace unos años el látex ha proliferado en el mundo textil convirtiendo en una tendencia en alza en la última temporada. En su origen, el látex fue empleado para uso sanitario, por su capacidad aislante, pero al producir reacciones alérgicas pronto fue sustituido por otros materiales. Posteriormente se filtró al uso doméstico e industrial por ser un material de fácil tratamiento y optimización de resultados. Uno de los campos donde más repercusión tuvo este material fue en la producción de preservativos y artículos eróticos, la delgadez del material permite una transmisión de sensaciones tan real casi como si el contacto fue directo. Tal fue su aceptación en este campo que se convirtió en un elemento fetichista que permitió la proliferación de prendas como lencería, monos, etc... Toda esta experimentación fue aprovechada por la industria de la Moda, empleándola en vestidos, pantalones y camisas, y convirtiendo el látex en una tendencia a la alza. En la actualidad encontramos este material en la mayoría de las colecciones de las grandes firmas.


TECNICA PAÑOS HÚMEDOS CON LATEX El látex tiene la cualidad que al solidificar mantiene la estructura del tejido moldeado con una apariencia plástica. Moldearé cada pieza del diseño sobre un maniquí femenino, creando los pliegues con una base de gasa de algodón, Una vez creado el efecto deseado le aplicaré una capa de látex líquido, que al secarse no solo mantendrá de una forma artificial los pliegues del efecto “paños húmedos”, sino que generará una forma escultórica que al posicionarla sobre un cuerpo real alcanzará nuevas dimensiones estéticas. Los diseños se inspiran en la figura y los volúmenes de la mujer griega, por lo que en apariencia, la estética de la vestimenta no variará de la que conocemos gracias a las pinturas, grabados y esculturas. Pero el acabado plástico y la textura aislante del látex proporcionarán una nueva visión del inicio y la base de toda la indumentaria occidental.






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