Arqueología de Vieques

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FACUIJTAD DE HUMANIDADES

CATALOGO ARQUEOLOGIA DE VIEQUES SEGUNDA EDICI0N

CENTRO DE INVESTIGACIONES ARQUEOLOGICAS

UNIVERSIDAD DE PUERTO RICO, RECINTO DE RIO PIEDRAS.


IMPPESO EN F]EPUBLICA DOMINICANA PFllNTED IN DOMINICAN FIEPUBLIC

Texto y fotografias: Luis A. Chanlatte Balk Logo: Jose F\. Velazquez Dlbujos de Leonardo Alvarado, cortesi.a de la museograta Patricia Fleid Baquero.

Diseno y diagramaci6m Isabel Pareja lmpresj6n: Editora Col.ripio, C. por A.

Calle A. esq. Central

Zona Industrial de Herrera Santo Domingo, Repdblica Dominicana


Personal investigativo

ABQUEOLOGO -DIBECTOF}: Luis A. Chanlatte Baik APIQUEOLOGO -ASISTENTE: Yvonne M. Narganes Storde

ASISTENTES DE CAMPO: Samuel Matos Flicardo R. Torres

Luis A. Santos

AYUDANTES DE CAMPO:

Santiago Ayala Humberto Carambot

Julian Garci'a, h

Carlos`M. F]oman, h

Jost C, Parrilla

Carlos a. Garcla Ploberto Ayala

Carlos R. Rold6n

Jesos Serrano

V`ctor Ayala

Eddie Salgado Jos6 A` Camacho

Plub6n Carambot

Evelin Garcia

jos6 M. F`osa Orlando Carambot lvan Ayala Santos

Saturnino Torres Luis E. Martl'nez

Dolores Torres Jaime Peralta

COLABOPADOF`ES: Severino Flivera. W. Pl. Fisher, Berta Collins, Manuel Garci'a

Ar6valo, Fernando Morbdn Laucer, Jose A. Caro, Jose Chez Checo, Jose F. Orlando, Jalil Suez Badillo, Wilfredo Geigel, F]afaol F3ivera Garcla, Agamen6n Gus Pantel, Miguel Rodri`-

guez, Pedro Escabi, Carlos Ordunas, Luis Paul Gonzalez, Pablo A. Delerme, E(rain lrrizarri, Miguel Carlo, Mario Soli's

Ratael Carambot, Julian Garcl`a, Jose Emeric, Nepomuceno Belardo, Angel Janes, Gabriel Cordero, Luis Melendez, Maquino Ayala, ln6s Salgado, Modesto DI.az P6rez, Lilliam

de Pivera, "nin de C8rambot, Finga de Floman, 0llva de Garci'a, Mari'a de Delerme, Petra de Ayala, Luz de Salgado, Movil Oil Caribe, lnc. y Antonjo Hernandez Valdez.

3



Preambulo Para que el lector pueda comprender mejor la terminologia y las clasificaciones que en esta sencilla publicaci6n presentamos, haremos una ยง'ntesis de la problematica arqueol6gica antillana y de loยง principales resultados investigativos, producto de trabajos arqueol6gicos realizados como c/.enci.a de esfud/.o y no como un media para coleccionar ``piezas indigenas bonitas". Ya a tines del siglo XIX el coleccionismo en Las Antillas habia

comenzado a manifestarse como una inquietud cultural de profesionales y de personas cuyas condiciones econ6micas le permitian

adquirir

"curiosidades de

los indios". A

principios del

presente siglo el interes por coleccionar aument6, dando por resultado la formaci6n de valiosas colecciones, las cuales sirvieron para realizar los primeros estudios arqueol6gjcos con caracter profesjonal. La primera divulgaci6n con calidad cientifica, de los materiales arqueol6gicos antjllanos, es publicada por el Smithsonian Institution de Washington, D. C. en el 1907. Fue el producto de un

minucioso estudio de las diferentes colecciones existentes en Las Antillas para esa epoca, realizado por el arque6logo norteamericano Dr. J. W. Fewkes. En Puerto F`ico los primeros en hacer investigaciones arqueo16gicas serias, fueron don Adolfo de Hostos y el Dr. J. L. Montalvo 5


Guenard. Las colecciones de estos dignos pioneros de la arqueologfa puertorriquef`a, hoy forman parte del acervo cultural aborlgen del Museo de Antropologia, Historia y Arte de la Universidad de Puerto Pico. Las investigaciones arqueol6glcas profeslonales en La§ Antlllas, comlenzan en la d6cada de los trelnta coma parte de un amplio "survey cientlfico", con los arque6logos norteamerlcanos de la Universidad de Yale: Froelich G. Plainey e lrving Plouse, aunque con anterloridad ya otros hablan reallzado algunas investigaclones alsladas. En Puerto Plico las re{erldas investlgaciones

adquleren mayor relevancia, a mediados de la d6cada de los cuarenta con la llegada del arque6logo, puertorrlqueflo Dr. Picardo E. Alegrla. En el 1947 Ia Unlversidad de Puerto Pico crea el

Fig. 1

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11

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IntermediatePeriod I

CrabPorlod

11

Fuer\`el.. Irv.ing F\ouso., Now Evidonco porlalnlng lo Puerlo FIIcon Prehistory. Peobody Museum. Yale Unlverglly. National Academy ot Sciencos. Vol. 23,1987: (Anthropology) , page.182-187.


Centro de lnvestigaciones Arqueol6gicas y de inmediato se realizan dos significatjvas excavaciones durante el resto de la decada: una en Monsorrate, Luquillo y otra en Hac/.onda a/8nde, Loiza. Este peri'odo investigativo es de corta duraci6n y no vuelve a reactivarse hasta el 1975, fecha en que damos inicio a nuestro

programa, cuyas valiosas aportaciones materiales y culturales hoy podemos admirar en esta exposici6n. Pero es el Dr. Irving Plouse, quien establece las clasificaciones que regiran las investigaciones arqueol6gicas antillanas, por casi cuatro d6cadas. Plouยงe elabora un cuadro cronol6gico y espacial, basado en tipologlas ceramicas evolutivas, publicado por primera vez en 1937 y ligeramente mejorado en el 1940. Este esquema fue enriquecido y refinado a traves de los anos con el producto de investigaciones realizadas por su autor y por otros arque6logos del area antillana. /F/.gs. 7 y 2/.

Ya en el 1981 este esquema habra perdido su estabilidad y sobrecarc|6 su nomenclatura estili`stica de tal manera, que perdi6 Fig. 2

Porlod IV

Bahamao

Cuba

Jamaica

Haiti

Dominican

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Fuen`e` lrving House. Origjns a/ Was/ /ndian Po/lery-MaAing. American An`hropoiogy. voi

42,

NO

1.

1940,

pag, 61,


la funcionalidad para explicar los fen6menos culturales abori'genes ocurridos en las islas antillanas. /F/.g. 3/. Mie.ntras esto ocurre el Centro de lnvestigaciones Arqueol6gicas de la Universidad de Puerto F`ico, descubre una nL/eve in/.grac/.6n agroa/farera, en el Bo. La Huoca (1977) costa suroeste de la isla de VI EQUES. Tal descubrimiento abre nuevos derroteros para la arqueolog`a cientifica antillana, la cual hasta ese momento basaba sus clasificaciones en una sola migraci6n agro-alfarera y un proceso evolutivo unilineal. J=ig. 3 MONA PASSAGE AREA VIEQUES SOUND ARE'^

WINDWARD PASSAGE AREA

WESTERN PERIPHEF.Y

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GUAYABOBLANCO

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Fi.on`e lrviri9 Flouse ConloronclB dlcl8da on o1 Musoo de Anlropologla, IJistc)rla y Arlo de la Unlvor8Idad do Puono i?leo, S de rriorzo de \cO\


ESQUEMA NUM. 1

MIGPIACIONES Y PF`OCESOS CULTuPALES ANTILLANOS. Fig. 4

I - -- -I

(m=:,::::O:dses)

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I

11

AGB0ALFAPEPlos-I

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AGBOALFAFiFFln.Q-ll

(giiapoldes)

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AGFIOALFAPIEF` OS-'I'

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(ogt`onoides) (arcalcos)

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I

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SUB-GBUPOS

I

III

(elonoldes) (melllaccolde8 y otrog)

.

I

AGFIOALFABEPIOS-lv (/aso t8ina)

-------t -Flopresentan comun(caclonos o ]ntorrelaclones culturalog : - Flepresentan a ind]can los do§arrollos loc a'e8, I)

: -Cogta oriental de Venezuela: contacto§ e ln terrelaciones Comlonzo de la§ incor-

poracionos culturales. 200 A, a, a too OC. '1)

• -Movimion(a migralorlo antillario

lncorpo raclone9 a lnlerrelaciones culturale8

en lag lslas: ZOO A.C, a GOO 0 C.

Ill: -De§arrollos locales antlllanos

GOO a 7492 0.C.


Apoyados ahora en la presencia de dos in/.gract.ones agroa//8/eras.. la reci6n descubierta que estamos llamando Comp/e/.o Cu/tural La Hueca y la muy conoc.ida cultura igneri o saladoide, elaboramos un novedoso esquema en el que exponemos nuestro criterio reterente a los procesos migratorios y a los desarrollos culturales del oborigen antillano./F/'g. 4/,/EsqL/ema rvo. 7/

En nuestro esquema denominamos las dos migraciones par sus condiciones culturales y en el orden cronol6gico de entrada a Las Antillas, esto es: AGFIOALFAPEBO-I y AGPIOALFABEPIO-ll y asi sucesivamente a los desarrollos Ill y lv. Posteriormente con el

inter6s de facilitar esta nueva nomenclatura, resolvimos acortar la terminologi'a asi': AGBO-I, AGBO-H,Ill y lv.

Postulamos tambi6n que la tipologi'a osf/.ono/.de es el resultado de una transformaci6n de log habitos tradlcionales de los area/cos, quienes lentamente se vuelven ceramistas y agri'colas en contacto con los AGPO-I y posteriormente con los AGBO-I I. A ese desarrollo cultural antillano le llamamos AGF]O-Ill.

Los TAINOS o AGBO-lv representan la fase mas tardi'a de los AGPIO-I, a quienes les toc6 vivjr los rigores del Descubrimiento, Conquista y Colonizaci6n del Nuevo Mundo.

10


Posterior a la primera edici6n de este catalogo-monografico, desarrollamos un sogundo osquom8 explicativo de nuestra teorfa, que con`empla dos mlgracionos agroalfareras antill8n8s, on vez do I/n8. Con 61 detallamos los conceptos del esquema No.1 en sus secciones 11 y Ill.

En el esquema No. 2 a.iv.id.imos la primora otapa del perlodo

adgors°ag'oa##j#unn°u:an,effEe°-:uyoc^aGyR°L-o':',rgenp:;:se::asdp8Sc`:v°a'. mente. La sogunda efapa corresponde a los desarrollos locales y regionales, integrada por los AGPIO-I 11 e identificados por la gente

ostionoide y los grupos sub-tainos, es\o es, los arcaicos oonvertidos en agroaltareros tras un largo proceso de aculturaci6n y los AGPO-IV que representan las expresiones mas tardfas de los AGPO-I, personificados por los diferentes grupos TAINOS y sus derivaciones. ESQUEMA NUM.: 2 PEF`IODO AGFIOALFAPIEPO ANTILLANO

(Cronolbgla aproximdda: 200 A. C. al 1492 D. C.)

pF`iMEnA ETAPA (ZOO A.C. el 600 D.C.)

Fa80 lgnorl

Faso O§tlon®8

y Sub-Talno8

SEGUNDA ETAPA (GOO al 1492 D`C,)

Ease Tai`na

11



lntroducci6n Las muestras arqueol6gicas que hoy presentamos en este catalogo es el producto de un amplio programa investigativo desarrollado por el Centro de lnvestigaciones Arqueol6gicas de la Universidad de Puerto Bico, Becinto de Plfo Piedras, el cual comenz6 el lro. de julio de 1975 y cuyas actividades adn contindan. El objetivo principal se orient6 hacia la localizaci6n de evidencias culturales que permitieran trazar una posible ruta migratoria de la gente /.gner/. a AGBO-Il, desde Sa/adÂŽro en el rlo Orinoco, Venezuela, hasta su entrada y distribuci6n en Las Antillas Menores y Mayores. Iniciamos los trabajos en TECLA, Guayanilla, costa suroeste de Puerto Plico. Las primeras excavaciones aportaron nuevos

ingredientes artesanales, desconocjdos hasta entonces coma parte del desarrollo /.nsu/ar /.gne//.. Entre ellos se distingui6 la

presencia de unos componentes ceramicos con disenos policromados, integrados por los colores b/anco, ro/.a y 8naran/.ado. (Lam.1 )

Estos resultados plantearon la necesidad de proyectar las investigaciones hacia areas mas distantes, sefialandonos la lsla de VIEQUES como el proximo objetivo. AW deberi'amos buscar las evidencias materiales de enlace cultural, que sugiriera una posible ruta de ocupaci6n AGPIO-ll o /.gnor/.. 13


(Lam.1) Vasija policromada. TECLA-I, GUAYANILLA., P.R.

Durante los afros 1977, 78 y 79 dedicamos toda nuestra atencj6n al sector arqueol6gico de SOBCE en el Bo. La Hueo8 de Vjeques. Estas intervenciones establecieron los nexos culturales entre SOPCE y TECLA, confirmand6se la preยงencia de ceramica

policromada compuesta por la ya conocida combinaci6n de los colores blanco, roio y anaraniado. (Lam. 2). Un minucioso estudio de esa area arqueol6gica aport6, ademas, en un recodo del ri'o UBBANO, la presencia de una nueva cu/fura agroa/farera con ceramica sin pintar, Iimitando sus ele14


mentos expresivos y decorativos a la t6cnica alfarera del mode/ado-t.not.so. Esta ceramica poco atractiva vino acompafiada de u na extraordi naria /.ndusrrt.8 /ap/'dari.a q ue caus6 nuestro asom-

Par:;#|°apb°rL'::::::€::iuu|:|':sy,it:c':§myadt:r;a::i%a'cS:::opr:: les elaborados en concha de madro-pe//a /ndcar/. Acontecimiento arqueol6gico nunca ocurrido en todo el Archipi6lagoAntillano. /Lams. 3 y 4/.


(Lam. 3) Amuletos -cuentas -LA HUECA.

(Lam. 4) Adornos corporales en concha de madre-perla (Nacar) LA HUECA

16


Este descubrimiento nos alert6! Seflalandonos que en las clasificaciones imperantes algo andaba mal, por lo qua decidimos revisar todos los procesos clasificatorios conocidos, Hegando a las conclusiones ya expuestas en el preambulo.

17


MAPA DE VIEQUES Pu®,to Rico

EZZ

SORCE - LA HUECA

CARIBBEAN

SE


VIBOUES

A

SOUND


(Lam. 5) Vista panoramica del area arqueol6gica-SORCE

20


AG R OALFA R E R OS -I LA HUECA-VIEQUES LA HUECA es un sector rural en ol litoral suroeste de la Isle de VIEQUES, cuyas coordenadas son: 18° 05' 56" Iatltud norte y 65° 29' 34" Iongitud oeste y forma parte de la Colonla Puerto Pleal. El area arquool6gica de LA HUECA est6 lntegrada por dos tlncas

privadas dedlcadas a la crlanza de ganado vacuno, una al sur que se extiendo hasta el lltoral marlno (mar Caribe) propledad del

seflor don Sovor/no fwora, nuestro mis eflclente y posltlvo colaborador y la otra conoclda toponfmlcamente coma Sof]CE. Sorc6 tue propiedad de la §enora Eugon/a Bouc/or procedento de Guada/upo, Antillas Menores, a quien se conoci6 en la i§la de Vleques como "Madam Sorc6" posiblemente par corrupcl6n del apellldo Boucier o quiza poratrlbulrle los veclnos prdctlcas esplrituales en su vlda prlvada al modo a/ro-ant///ano, muy popular en el medlo isle flo. E§te tlpo de actividad se determlna en frances con el t6rmino: SORCIEPIE y en ingl6s: SOF`CEPIEPl.

Hoy tanto LA HUECA como SOF`CE son ampliamente conocidos por el conte-nido de sus valiosos asentamientos arqueol6gico§, representativos de nuestras pret6ricas culturas aborigenes. El area arqueol6gica es una triple terraza escalonada la cual pro§enta tres nlveles diferentes desde la costa en el Mar Car/.bo, hasta el f]/o Urb8no que la circunda por el norte y por el este. /Lam. 5/ 21


El 1 ro. de julia de 1977 el Centro de lnvestigaciones Arqueol6-

gicas de la Universidad de Puerto Flico, Plecinto de Plo Piedras, inici6 en ese sector arqueol6gico un amplio programa investigativo. Los frutos no se hicieron esperar y de inmediato el grupo de trabajo comenz6 a identificar numerosas areas de ocupaci6n aborigen, que obviamente por su ubicaci6n en arco debieron corres-

ponder a un aยงentamiento poblacional. Las primeras muestras culturales colectadas seflalaban ur`a clara correspondencia con la muy conocida cultura lGNEPII o sa/ado/'de atendiendo a las clasificaciones de la arqueologfa venezolana. Posteriormente, mientras las investigaciones avanzaban, en un recodo del f}/o Urbano descubrimoยง la presencia de un gran dep6sito residual, cuyas evidencias culturales se alejaban diametralmente de las caracteriยงticas tradicionales de los grupos AGF`O-II o IGNEPIS. Marcamos el sectorcomo "droa Z". De inmediato observamos la significativa ausencia de ceramica ornamentada con diserlos pintadoยง b/anco sabre ro/.a en un dep6sito que en principio considefabamos deb`a ser AGFIO-lI, ya que esta zona arqueol6gica estaba reportada con exclusividad correspondiente a la gente /.gner/.. /Lam. 6/. El rasgo mas destacado f ue el i.not.so fi.no onlrecruzado /crosshatchod/ considerado par las clasificaciones tradicionales como un marcador de tiempo para el /.gner/. ant/.//ano mas temprano y

para el sa/ado/.do de la costa venezolana. Los trazos incisos aun conservan restos de una pasta blanca que los rellena. De momento esto cre6 confusion par tratarse de un rasgo supuesramenfe diagn6stico del saladoide insular y costero. En v.ista de que el \.iempo disponible se acortaba resolvimos dejar la i nvestigaci6n de ese dep6sito residual para una pr6xima intervenci6n. /Lam, 7-A y 8/. Posterior a esta primera etapa investigativa en la finca SOPICE, decidimos dedicarle al "area Z" los dos aflos siguientes: 1978 y 79.

En efecto, volvimos en el 1978 y despues de comprobar que aquellas muestras culturales no correspondfan a ninguna de las caracteristicas AGF30-ll o i'gner/., planificamos una intervenci6n

22


(Lam. 6) Vasija ti`pica del Complejo Cultural LA HUECA.

(Lam. 7-A) Ornamentaci6n inciยงa rellena de

pasta blanca -LA HUECA.

23


(Lam. 7-8) Ornamentaci6n incisa rellena de pasta rosada-LA HUECA.

mas amplia en

el afto 1979 dedicandole cinco moses sin

lnterrupci6n.

Log resultados fueron fabulosos! La cer6mica mantuvo la ausencia total de colores pintados que caracteriza a los AGPIO-I I.

En cambio present6 novedosas formas de va9ijas y de t6cnicas ornamentales, a esto se sum6 una extraordinaria industria lapidarla lntegrada por adornos corporales, finamente elaborados en piedras semi-preciosas y en concha de mad/a-per/a (nacar). /Vor Lams. 3 y 4).

Frente a tan abrumadoras evidencias materiales, comprendimos que habfamos descubierto una nueva migraci6n aborigen, diferente de los muy conocidos igneris en todas sus manifestaciones artesanales. Ahora teni'amos el compromiso de "bautizarlos"I Slguiendo el patr6n ya establecido en los hallazgos arqueol6gicos

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y para honrar el lugar donde hicimos el descubrimiento, le llamanos COMPLEJO CULTUPIAL LA HUECA. A fines de julio de ese mismo ano (1979) asistimo§ al 8vo. Congreso de Aqueologfa de Las Antillas Menores, celebrado en la

LSL%vdaems,.t6,£t,.t6§;I:::,:;:.n73:ecnuc::tfj¥:,::::e:;nLa::6:Ad:;:i: QUES, NUEVO COMPLEJO CULTUF`AL AGPIOALFAPIEPO EN LA APQUEOLOGIA ANTILLANA. La exposici6n en diapositivas

de estos novedosos materiales, representativos del desarrollo aborigen que ya se habia iniciado en el mundo de la arqueologi'a con el nombre de LA HUECA, causaron el esperado revuelo entre los aque6logos presentes. A parti r de ese momento la gente de LA HUECA o AGPIO-I serfa tema de controversia, hasta imponer su realidad cultural mediante la continuidad de las investiga-

ciones del Centro de lnvestigaciones Arqueol6gicas, en ese sector de la isle de Vt.oquos. Durante el ano 1981 volvimos a intensificar las investigaciones

en relaci6n con la gente de La Hueca. Orientamos nuestros trabajos hacia el sur de los dep6sitos AGPO-ll, de los cuales ya habfamos localizado nueve dep6sitos residuales de viviendas. En esta oportunidad identificamos so/'s nuevos Wont/'cu/os, cuyas caracterlsticas culturales en las muestras colectadas en cada uno de ellos, correspondieron en todas sus expresiones al Camp/e/.o Cu/tural La Hueca o AGFIO-l. En el 1982 nuestra intervenci6n en La Hueca se concentr6 en estudiar con exclusividad el s6pf/.mo monticulo AGBO-I el cual marcamos con las siglas Z-T-B. Despu6s del "area-Z", fue el dep6sito mss productivo en evidencias culturales tipicas del Compleio Cultural La Hueca. Actualmente estamos trabajando en la ponencia que presentaremos en el X Congreso Arqueol6gico de Las Antillas Menore§, a fines de julia proximo (1983) en la isla de Martinica. Ia cual hemos titulado: ASENTAM IENTO POBLACI ONAL AGPIO-I , COMPLEJO CULTUFIAL LA HUECA -VIEQUES -PUEPITO BICO. Le llama-

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mos "Asentamiento Poblacional" porque la presencia de s/ere positivas evidencias de viviendas familiares, ordenadas en arco, ya constituye un poblado para la estructura social de nuestros aborigenes en su etapa migratoria. Aunque es de suponerse que los poblados mas grandes comenzari'an a formarse en las islas de mayor extension territorial, como sucederi'a en Puerto Bico y las dem6s Antillas Mayores.

Materiales que identifican a La Hueca CEFIAMICA:

La tecnica alfarera empleada fue el enrollado. La superficie de sus recipientes es alisada y eventualmente ligeramente pulida. Es frecuente observar parti'culas brillantes amarillentas introducidas en la pasta, que el vulgo confunde con granos de arena aur`fera,

pero que en realidad es mi.ca, En algunos casos se observa la presencia de manchas de humo producto del horno alfarero. Los desengrasantes integrados por granos finos, medianos y gruesos

proceden de arenas cuarzosas. El temple es bueno y regular. Su mas peculiar caracteristica es que la ceramica no luce ornamentaciones pintadas, de manera contraria a sus vecinos AGPIO-Il o t.gnert. que llegaron hasta la policromia. La tecnica

ornamental es incisa constituyendo u nos patrones invariables que

generalmente estan rellenos de pasta blanca y en algunos casos de rojo. El diseno mss popular es el i.nci'so eritrecruzado eri zones. (Ver Lam. 7-A y 8). El ajuar ceramico del Camp/e/.o Cu/ttjra/ La Hueca esta com-

puesto por uno variedad de formas bajas y altas, la mayoria de uso dom6stico, las cuales lucen asas acintadas. En algunos caยงos se presentan simples sin aditamentos funcionales, ni elementos que podamos considerar decorativos. La ornamentaci6n mas elemental la apreciamos en unas discretas protuberancias que interrum26


pen la horizontalidad del borde y que son producto de la aplicaci6n por parejas, de pequeFlas bolitas de barro aplanadas. EI

aspecto expresivo en su ceramica esta representado por unos ap6ndices figurativos modelados-incisos, que fungen de asas en las vasijas. /Lam. 8/.

Entre sus vasijas mss atractivas estan las asi.m6tr/.cas-e//.pt/.cas de apariencias '`aladas", con uno de sus extremos en forma tabular

y el opuesto con un asa figurativa que se proyecta sobre el borde, arrancando desde una protuberancia cupular a mitad de la panza /Lam. 9/. Ambas areas estan ricamente decoradas con diseFios geom6tricos donde intervienen la espiral, los arcos y los trazos angulares. Aqui es donde con mas frecuencia se ha conservado i.n-s/.tu la pasta blanca o roja que rellena la incision. En algunos casos el adorno figurativo fue colocado en la parte interior del

borde, con ahuecamiento exterior, esta colocaci6n rompe el patron regular del Compleio La Hueca. (Lam.10). En su casi totalidad las expresiones son de apariencias zoom6r//.Gas y om/.tomor/as, la mayoria de eHas se asoman sobre el borde de la vasija como un arco volado con un solo punto de

(Lam. 8)

Difcrentes formas dc vasijas, con ornamentaci6n simples-LA HUECA.

27


(Lam.

9)

Vasija

asim6trica

ell`ptica,

con

asa figurativa y ornamentaci6n incisa- LA HUECA.

(Lint.10) Vasija con omamentaci6n interior, incisa y figurativa. Rememora los modelos TAINOS. LA HUECA.


(Lam.11) Diferentes expresiones figurativas, modeladas-incisas-

LA HUECA.

apoyo. Es frecuente poder interpretar un aparente bimorfismo en estas asas, ya que aparte de la expresi6n frontal el disef`o que engalana la parte posterior de la figura, parece exponer una segunda expresi6n, esta vez ar}lropomor/a. La ceramica de La Hueca o AGPIO-I tambi6n expone representaciones animales tales como el buho y el murci.6/ago. /lam. 7 7/. Entre los elementos figurativos mejor definidos se halla el perro dom6stico, denominado "mudo" porque no ladraba. (Lam.12). Otras formas de recipientes estan representadas por: pot/.zas o botellas de cuellos bulbosos; garrafas con tres asas en D, bot6n y punto; vasos //.b8fort.os con ap6ndices tubulares cuyos diametros fluctuan de cinco a cuarenticinco mil'metros. Son de notar tarnbi6n pequefias y medianas escudt.//as posiblemente para la aspi.ra29


(Lam.12) Modelados representando perrosLA HUECA.

(Lam,

13)

mente

ornamentada.Posible

Pequejia Vasija esferoidal

CO#OGA. LA HUECA

inhalador

rica.

de


a/6n de /a COHOBA, estas se encuentran dotadaยง de dos pequeflos tubos que se acomodan en las fosas nasales para la funci6n de aspirar el contenido de la eยงcudilla. De este tipo obtuvi-

mos un ejemplar completo ricamente ornamentado con un comDl.icado d.iseno inciso entreoruzado relleno de pasta blanca que hace resaltar la ornamentaci6n. /Lam. 73/. Es clara la presencia de vasos-efigies aunque muy fragmentados. Tambi6n estan presentes los pedestales-anulares, simples y ornamentados, asr como la existencia del clasico bor6n oxtor;.or

per/a/ado transversalmente por una fine punzada. Los elementos ceramicos asociados estan representados por /.nconsar/.os y burones. Los burenes son unos discos de barro de

\Lam. 14) Fragmentos di` BUREN con imrircsiones dc tejido y dc cesteria. Exclusivo del Compleio Cultural, LA HUECA,

31


diferentes diametros, utilizados por nuestros aborl'genes para "quemar" su pan-cazab/' o CAZABE, elaborado de la yuca. Algu-

nos se destacan por tener el borde alto, a modo de vasijas, condici6n que los diferencia un poco de la forma convencional de este mismo artefacto de cocina en Las Antillas Mayores. Otra particularidad de los burenes AGPIO-I la hemos observado en la parte posterior en muchos de ellos, los cuales presentan huellas impresas de teiidos acordonados y de cesterl.a. (Lam.14). Los /.ncensari.os o troumassees, cuya funci6n aun no esta bien determinada (?) tienen su representaci6n en unos cilindros de barro mal cocidos y de pobre elaboraci6n, los cuales fueron confeccionados utilizando una pasta con granos calizos gruesos. La tapa que cubre uno de sus extremos luce una abertura circular con reborde y su diametro regular es de dos centl'metros. El borde, reforzad,o con mayor engrosamiento, tiene cuatro ap6ndices laterales a veces por parejas que pueden fungir de agarraderas. /Lam.

'5'. Estas son las caracterlsticas principales de la ceramica de La

(Lam. 15) HUECA.

32

lncensarios (?)

l'osiblcmcntc para uso ccr{`monial o dom6sticQ LA


Hueca, expues\as a grandes rasgos ya que es\e Complejo Cultural adn se encuentra en etapa de estudio, analisis e interpretaci6n.

LITICA:

Los artefactos liticos son muy variados en el Camp/e/o Cu/fura/ La Ht/eca, entre ellos se destacan los desfra/es de apariencias pefa/oi.dos, de los cuales algunos presentan la doble funci6n de hacha y machacador. Este tipo de hacha o destral eveptualmente fue confeccionado con un filo bien definido y pulido en la parte

mas ancha o pala y una secci6n roma en el extremo opuesto, frecuentemente con huellas de uso por percusi6n. En algunos casos podemos apreciar que estos artefactos tambien fueron usados como martillos lateralmente. /Lam. 76/. Generalmente las superficies de las hachas fueron ligeramente pulidas, excepto la secci6n filosa que ocasionalmente esta brufiida, condici6n que en algunos casos se extiende hasta la mitad de ambas caras del hacha. Las areas laterales regularmente conservan la superficie aspera. Es frecuente tambi6n un tipo de destral que luce el proceso de lasqueos t)ifacialeยง y retoques marginales, lo que posiblemente obedece a etapas primarias de elaboraci6n, o/a manifestacioneยง de supervivencia arcaica. Las muestras mas finamente pulidas y de contornoยง mejores definidos, tienen los costados planos y aยงperos, sugiriendo otros usos

por esa parte del hacha. No desestimamos la posibilidad de que algunos de estos destrales se utilizaron enmangados. /Ver Lam. 16/.

Para la confecci6n de estas hachas la pe/t.dolt.fa ve/de f ue la materia prima preferida, posiblemente por su dureza de 5 a 6 en la escala de Mobs. En muy pocos casos fue utilizada otro tipo de roca, aunque siempre la selecci6n qued6 dentro de la "familia" de los sillcios, Otros artefactos lfticos estan representados poryunques masi-

vos, machacadores-discoidales, asi como grandee pulidores33


(Lam.16) Destrales o hachas dc artariencias pctaloides-LA HUECA.

acana/ados, a los cuales se les ha venido atribuyendo funciones de afiladores de hachas, uso que vemos poco practico despu6s de estudiar detenidamente estas ranuras, obviamente producidas por una acci6n de frotamiento de otro cuerpo s6lido que debi6 tenor forma cillndrica y cuya intenci6n fue rebajar su espesor puliendo la superticie. Posiblemente fueron utilizados para la

fabrt.caci.6r] de cuenlas y para calibrar los vastagos de las flechas. (Lam.17-Ayl7-B).

.

En los residuarios AGBO-I tambien son frecuentes los ÂŽco/actos o bien sea, piedras de rio (cantos rodados) utilizados en su forma natural como instrumentos contundentes y de percuci6n. (Ver Lam. 17-A).

La apreciable cantidad de artefactos y de ecofactos liticos en

34


(Lam.17-A)Yunque y machacadores discoidales-LA HUECA.

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Ii'y,a€

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(Lam.17-8) Pulidores acanalados, posiblemente para confeccionar cuentas -LA HUECA.

35


los dep6sitos residuales de LA HUECA y el abrumador porcentaje de in/.cro/ascas de diferentes materias primas, constituyen una s6lida evidencia de talleres con una gran actividad artesanal, propia de pueblos organizados y muy bien establecidos.

CONCHA: Similar a la lltica en muchas de sus formas, los detrales de concha tambi6n rememoran la producci6n arcaica, revelando la

posible temprana vinculaci6n y acercamientos cultu;ales que debi6 existir entre e§tos aborfgenes: procerdm/.cos y los primeros agroa//aroros que arribaron a la§ costas orientales de Venezuela, entre ello§ la gente de fi/a Guapo. Coma ejemplos tlpicos de la manufactura y supervivencia arcaica entre los grupoSde La Hueca, podemos citar las "copas" o recipientes confeccionados en el caracol del molusco marina

Oasis tuborosa y en casos esporad.loos en la Charonia variegata, cuya presencia se mantiene hasta lo§ niveles mas tempranos del /.gri6r/. ant/.//ano y cuyo porcentaje de frecuencia es bastante elevado en los dep6sltos AGF`O-I. /Lam. 78/.

Con igual frecuencia se encuentran lo§ "punzones" o but/./e6 extraidos del extremo inferior de la colunela o espiral del Slrombus cosfafus y g/.gas. /Ver Lam. 78/. En la misma proporci6n se colectan las ap6//.s/.s-cor}o/.des cortadas del contorno superior de lo§ Sfrombus y que generalmente transformaron en diminutos com/.os de "tres puntas", que bien podemos considerarles como el "proto-cemi", o "proto-trigonolito" los cuales mas tarde, en Puerto Plico y en la Reptlblica Dominicana, adquieren su maximo desarrollo, convirtiendose en grandes y hermosas escultura§ liticas. (Lam.19)'

Siguen en frecuencia los pequenos raspadores desprendidos del labio y manto del Sfrombus ptjg/.//.a y una variedad de artefactos que por sus formas y acomodaci6n en la mano, debieron ser instrumentos que intervinieron en diversas actividades artesana36


(Lam.18) "Copas", buriles y pequehos raspadores -LA HUECA.

(Liim.

19)

Diferentes instrumentos de conch2s y ap6fisis{onoicles con a|)ariencias de

cemies de "tres puntas" -LA HUECA.

37


les, muy especialmente en la elaboraci6n de la ceramica. /Ver Lam. 18).

De la variada tipologla de artefactos de concha, lo mss est6tico

y bien elaborado est6 representado par numerosas hachas sim6tricas y de contornos correctamente cortados. El arrefacto-hach8, obviamente destral, vari'a en tamaf`o entre nueve a trece cent`metros de largo, siempre dentro de los conceptos pela/ot.dos y rocrangu/ares p/ano-convoxos, con filos biselados. Es posible que estas muestras representen los patrones de sus hom6nimas li'ticas que mss tarde colectaremos en Las Antillas, asociadas a la producci6n de las culturas /.gr}ort. y la/na respectivamente. /Ver Lam.

20'. Segan lo indicado estas hachas estan dotadas de filo, Iogrado

\Lam. 20) Hachas o destrales de concha-Variedcid de f()I.mas -LA HUECA.

38


medlan`e biseles unifacialos y bifaci8Ies. I_os costados generalmente son planos por desgastes intencionaleยง. El extremo Superior es romo semejante a las de piedra, aunque en las de concha notamos que en muy pocos ejemplares se pueden apreciar huellas de usos contundentes. Consideramos de inter6s apuntar que la numerosa presencia de instrumentos liticos y de concha, es una clara evidencia de g randes actividades ag ricolas y madereras en el desenvolvimiento socio-econ6mico del Comp/a/.o Cu/tur8/ La Hueca.

Adornos corporales LITICA:

Los adornos corporales li'ticos estan representados por una tina y expresiva artesania, elaborada en una depurada selecci6n de p.ieclras semi-preciosas, tales como.. amatista, dgata, jadeita, turquesa. malaquita. topacio, 6palo, 6nice y acerina. Ademas estan presentes en buen porcentaje, la serponl/.n/.la, la per/.dot/.ta, la calcita cristalizada, el cuarzo cristalizado o cristal de roca, la di.ori.ra y otras de menor trecuencia. , EI Comp/e/.o Cu/fura/ La HL/oca desarroll6 una sorprendente y prol`fera industria lapidaria, aplicada a representaciones figura-

tiva anlropomor/a, zoomor/a, om/tomor/a y posiblemente de grandes y pequeflos cole6pteros como el cocuyo /Pyropho/us luminosas). (Ver Lam. 3).

La representaci6n de mayor frecuencia es la que tentativamente estamos llamando amu/etos-cuenras de aspecto barrac/./orme cuyas dimensiones fluctuan entre ocho a trei.nt;.c/.nco mi'/i'mefros de largo. Este tipo de emu/oros-cuenfas constituye un patron invariable en todos los dep6sitos residuales de la gente AGPIO-I /Ver Lam. 3/. Posiblemente debieron corresponder a collares especificos de cada tipo de materia prima, aunque tarnbi6n cabe la alternativa de que combinaran las variedades de color 39


para lograr efectos visuales de mayor atractivos. Como p/.eza tin/.ca en toda la cuenca del Caribe, obtuvimos un amu/ero-cuenfa tallado en 8maf/sfa el cual hace juego con veinte cuentas del mismo material obtenidas entre el "area Z" y el dep6sito Z-T-B. (Lam. 21 ).

No obstante, la talla mas impresionante en el rico "joyero" de

La Huoc8, esta representada por los imponentes emu/erosbimorfos, elaborados en jadeita y en serpentinita. La doble representaci6n esta compuesta por un ave de rapifla, que muestra similitud con el condor do Loo Andes, cuya cabeza luce un fuerte

(Lam. 21 ) Collar y amuleto de amatistd

40

-LA HUECA


(Lam. 22-8) Amuleto - bi. morfo tallado en jadeita-LA HUECA.


(Lam. 22.A) Variedad de amuletos ral LA HUECA.

-bimorfos.

Tipologi'a exclusiva del Complejo Cultu-

pico curvo y agudo, a la cual corresponde el cuerpo del amuleto que termina en forma de cola de ave. Frente al extremo inferior,

donde corresponderian estar las garras, tiene una cabeza humana muy bien delineada y definida, como si estuviera atrapada por el ave. Este tema se repite invariamente salvo una excepci6n donde la cabeza humana esta sustituida por un "pich6n" o ave mas pequena, como si pretendieran representar un acto de caceria. (Lam. 22-A y 8) . 41


Completan la atractiva variedad de adornos corporales liticos otras variedades de amuletos no muy frecuentes y que forman grupo aparte de los patrones seflalados, en uni6n a las cuentas

comunes y a ur\os adornos discoldales plano-convexos, perlorados al centro, generalmente tallados en rna/aqu;.ta y en pori.dori.f8. (Lam. 23).

CONCHA:

En concl`a de madre-perla o n6car ( Pterla colymbus, Flodlng y P/.ncfada red/.afa, Leach) Ia gente AGPIO-I deยงarroll6 una delicada manutactura de adornos corporales y posiblemente pare la aplica-

ci6n en vestimentas. Laยง formas mas frecuentes son /din/nas d/s-

(Lam. 23) Otras variedades de amuletos ti'picos de LA HUECA y botones discoidales planos . convexos.

43


coidales simples y dentadas, algunas perloradas en el c;en.\ro, placas cuadradas y recfangu/ares, asi' como representaciones zoomorfas, de batracios, de paces y de quil6pteros, muchas veces estilizadas mediante siluetas esquematicas delicadamente recortadas, con microsc6picas perforaciones, las cuales en muchos casos, indican ojos. /Ver Lam. 4/. Las dos figuras mas realistas estan encarnadas por la representaci6n de un mu/a/.6/ago y de un sapo o rana. (Lam. 24-A y 8). La abundante presencia en el Comp/a/.o L8 Hueca de adomos corpora/es elaborados en ndc8r, constituye otra valiosa novedad

para la arqueologia antillana, ya que hasta el presente conoclamos su discreta presencia en los asentamientos /.gneri's mas tem-

pranos, pero, nunca en cantidades ni en calidades que pudieramos considerarlos como una modalidad especifica, de tal o cual cultura aborigen.

(Lam. 24-A) Representaci6n de murci6lago tallado en nacar LA I-luECA.

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Los ornamentos confeccionados en concha de los grandee caracoles Slrombus (carruchos o Iamb/s) no son abundantes, 6stos se limitan a cuÂŽnlas para collares, pequenas p/aces roctangLi/ares con dos perforacjones laterales, una on cada extremo, cuya suporficle anterior prosenta un suave relive piramidal. Tambi6nhaygrandesypoquonosd/soosc/rcu/8rosyo//pfi.Cos,1o8cuaIes edemas dol agujoro normal Iucen otras perforacione8 contraIÂŽs m68 amplias y en algunos casos estan ligeramente desplazada8 del contro. En Slrombus pug///s confeccionaron u no9 rootdngu/os abovodados con dl9enos i ncisos lateralo8 y ocasionalmonto perforados al centro. Pare logror esto objoto ÂŽ1 aborigen cort6 el caracol por la mltad en forma longltudinal.

(Lam. 24-a) Representaci6n de sdpo tallado en nicar -LA HUECA.

45


Como podemos aprec.lar. el Compleio Cultural La Hueca sorprende al mundo arqueoldgico antillano, con su valioso aporte de ricos ornamentos tal lados en selectas piedras semi.-proci.osas y en concha de madre-per/a /n5car/. Esta extraordinaria producci6n en el orden num6rico y por su calidad estetica, se habi'a considerado por muchos aflos coma atributo exclusivo de las etapas culturales mas tardl'as del aborigen antillano, conocida popularmente como: TAINO. MADEFIA:

Ya hicimos la observaci6n de que los AGBO-I habian desarrollado una gran actividad maderera. Esto se confirma con la pre-

sencia de dos mr.oro8mu/eros ce/8/omor/os en el "Area Z". Son dos mindsculas caboc;tas zoomorfas de dificil identificaci6n. Abundando en las habilidades miniaturistas de la gente de La Hueca,

colectamos otra pequefla cabeza de madera en el dep6sito residual marcado Z-T-B, de mayor tamaFio y con rasgos muy bien definidos. En esta pieza identificamos la efigie de un murc/'6/ago. En el "Area-Z" tambien obtuvimos un amu/efo-cuenfa ti'pico, tallado en madera f6sil (?). /Lam. 24-C/.

Restos alimenticios Los restos alimenticios de la gente de LA HUECA o AGPO-I, estan representados en un alto porcentaje de fauna marina, especificamente de JUEYES (cangrejo) COBOS /C;.lari`um p;.ca/ moluscos mar.inos (Strombus gigas, costatus y pdgilis) y peces. A estos se les agregan las aves terrestres y marinas. Tambi6n estan representados los reprt./es //guana/ y los mami'feros, especialmente la especie de hufr'a conocida coma Hoto/opsomys. Otra valiosa informaci6n fue la identificaci6n de las mandibulas del

Nesophontes Edithae en los res.iduarlos cle La Hueca, clasm-

46


(Lam. 24-C) Cabc./a (li` muru(`ldgo tdlldtld.m"li`rti

LA HUEIA

cado asi por ser en Puerto Bico donde este pequeflo insecti'voro alcanz6 la 6poca agroa//arera, ya que se consideraba habia desaparecido en las etapas arcai.cas. /Lam. 25/. Tambi6n se han encontrado grandes cantidades de mol uscos de tierra /P. caroco//a/ especie que esta ausente en los dep6sitos AGF`O-I I, salvo una

que otra muestra dispersa. La evidencia de que/oni.os /carey e h;.coroa/ al igual que de manaft', es escasa como desperdicio de comida, estando totalmente ausentes en los niveles inferiores de los dep6sitos AGPIO-I. El perro es considerado como un animal domestico, por lo tanto su inclusi6n en la dieta aborigen es cuestionable. Estudios anali'ticos de los restos 6seos de perro, encontrados en los residuarios aborigenes. no indican que fueran utilizados como alimento. En los dep6sitos AGPO-I no son frecuentes lasevidencias 6seas de perro. 47


La presencia de buronos para la fabricaci6n de CAZABE (pan aborigen) nos sugiere que cultivaban la yuca /Jatropha man/.not, L.)l.aex.is`enŽiademachacadoresdiscoidalesydeyunquesmasivos establecen la posibilidad de que el MAIZ /Sea mayz/ estaba presente en la alimentaci6n cotidiana. A todo esto debemos agregarle la recolecci6n de frutos silvestre§ y de otras variedades de vegetales y granos. Un futuro estudio de los copra//.fos (heces fecales f6sil) colectados en los dep6sito§ AGPO-I, completard las informaciones sobre la dieta de este pueblo. Tambi6n se les agre-

garan los resultados de analisis de po/on y del m6rodo do //otac/.dn, que en la actualidad se hallan en proceso de laboratorio.

(Lam. 25)

48

Rcstos dlimenticios mds fro(.ucntcs en t`l Ltiit`iil``iti ` ullurtil

Ld Hueca.


Osamentas humanas Com.o un data interesante podemos senalar, que en ninguno de los siete dep6sitos que componen el asentamiento poblacional de Comp/e/.o Cu/rura/ La Huec8 en Vieques, pudimos localizar la mas pequef`a muestra de restos 6seos humanos, excepto d/.onlos y muÂŽ/as aislados. Lo opuesto sucede en los dep6sitos AGBO-ll o i.gnor/', donde abundan los huesos humanos dispersos y fragmentados, en todas las profundidades y extension del residuario.

Posibles procedencias Despu6s de analizar las caracterlsticas principales del Comp/a/.a Cu/turd/ La Huoca o AGPIO-I, nuestro principal problema estaba en indagar sus antecedentes. De d6nde vinieron y qui6nes eran".!

Para tales fines seleccionamos el diseno entroc/uzado /.nc/.so en lino rayado como un indicador cultural que mos senalara pos.ibles enlaces con algl]n grupo aborigen suramericano. Posteriormente por medio de una minuciosa busqueda, pudimos comprobar la gran similitud existente entre los rasgos cer6micos de la gente de fl/a Guapo, en la costa noreste venezolana y los que habitaron La Ht/ec8 en V/.equ6s. Esto marc6 el primer punto de conexi6n con Tierra Firme, Io que fue muy orientador para nuestras investigaciones. Continuando la bl]squeda encontramos informaciones de que en la i.s/a do Monserrafo, Antillas Menore§, en el aflo 1924 Harrington, arque6logo norteamericano, estudi6 los materiales de otro asentamiento similar al de La Huoc8, el cual consider6 Ca/i.bo, equivocadamente, debido al poco conocimiento que hasta ese momento habfa de la arqueologla antillana. Hoy sabemos que se trata de una migraci6n representativa de todo un complejo cultural, independiente de los AGPIO-I I o /.gnor/..

49


Puerfo Hormi.ga en Colombia, en la costa del Mar Caribe, tambien presenta rasgos que enlazan con la gente de La Hueca, especificamente el diseno /.nc/.so on{rocrL/zado y la t6cnica del modelado inciso.

La representaci6n del condor de Los Andes presente en la lapidaria del Oomp/a/.a La Hueca, es otro indicador que nos lleva mss all6 de las costas venezolanas, situando sus origenes en algun lugar de la vertiente oriental de la gran cordillera de Los

Andes. Otro aspecto orientador que podemos observar en estas muestras ornitomorfas, es que. generalmente, el ave lleva entre sus garras una cabeza humana, salvo un ejemplar que tiene atrapado un "pich6n" o ave mas pequena. Esta particularidad nos inclina a relacionarlos con el tema de las "cabezas-trofeos", que nace en Bolivia y se extiende hasta las culturas de LI`nea Vieja, en la costa del Atlantico en Costa Plica. En conclusion, los indicadores culturales seFiaiados: la ornamonfaci.6n onfrecruzada t.not.sa y la figura del condor, sugieren

que la gente AGPO-l procede de algtln lugar de Los Andes (?) cuya corriente migratoria debi6 bifurcarse al asomar a las costas del Caribe. Desde alli posiblemente un sector sigue hacia CentroAm6rica y otro se desplaza por la costa norte de Venezuela hasta ocupar Las Antillas. CPIONOLOGIA OBTENIDA POF` PIADIO CABBONO (C-14):

La fecha mss temprana obtenida en los dep6sitos residuaIes AGPO-I fue de 5 ahos despues de Cristo y sabemos

que atln en el ano 275 de Nuestra Era, se encontraban residiendo en LA HUECA.

50


AGROALFAREROS-ll SORCE-VIEQUES Cultura lgneri (AGRO-ll): Segun las clasificaciones imperantes la cu/tt/ra /gnor/, o sa/adoide para Venezuela, procede del bajo y del medio Orl.noo6 representados por los yacimientos abor'genes conocldos como SALADEPIO y PONQUIN, respectivamente. Desde estos dos puntos se supone que parten hacla las costas venezolanas, las migraciones caracterizadas por su ceramica pintada. Posteriormente, ocupan las islas antillanas, cuya penetracl6n estd identificada hasta Puerto Plico y la costa surorlental de la Pepublica Dominicana.

De esa migraci6n identificamos en la costa suroeste de la isla de Vieques, un valioso asentamiento que par el momento representa el a//.max cu/ft/ra/ de la gente /.gner/, el cual estd localizado en terrenos de una finca privada conocida como SOPICE, de cuyos pormenores investigativos hablaremos a continuaci6n. En julio de 1980 continuando nuestro programa, realizamos la cuarta i ntervenci6n en la iยงla de Vieques, esta vez en los dep6sitos residuales correspondientes a los AGRO-ll a i.gno//. en el area de SOF`CE, margen suroccidental del rfo UPBANO. Escogimos ese sector debido a que las ยงecuencias de sondeos realizados en etapas anteriores, nos seflalaron que allf hubo una mayor concentraci6n poblacional. Marcamos el lugar con las siglas YTA, pare fines de identificaci6n en el mapa topografico y para nuestras clasificaciones.

Generalidades ceramicas: En las actividades artesanales aborfgenes la alfareria fue un 51


monester de pr6ctica diaria sensible a cambios, aunque sin afectar notablemente sus mss arraigadoยง patrones tradicionales. El constante movimiento migratorio de eยงtas colectividades, en busca de mejores ecosistemas que les representaran un habitat mss seguro

y confortable, produjeron comunicaciones directas con otros pueblos de quienes incorporan modalidades ceramicas y t6cnicas decorativas, asi como nuevos artefactos dom6sticos llticos y de concha y otras calidades de materias primas. La dieta tambi6n lncorpora nuevos elementos que la enriquecen. Cuando observamos de cerca la cer6mica AGPIO-ll o /.gnorr. podemos apreclar que es de muy buena contextura y temple. La t6cnica alfarera empleada fue el 6n/a//ado. Los espesores de sus recipientes ceramicos varfa de tree a sols milfmetros y los desengrasanteยง o antlplasticos estan compilestos por arenas cuarzosas

(Lam.-26-A) Vasija campanular con ornamentaci6n pintada, rojo y blanco. Disefio figurativo y geom6trico-SORCE. La ornamentaci6n pintada es caracteri'stica de los AGRO.I I o CULTURA IGNERI

52


(Lam. 26-8) Vasija campanular bicromaaa, rojo y blanco. Corresponde al mismo grupo

que la anterior-SORCE.

(Lam. 26-C) Vasija campanular bicromada, rojo y blanco. Corresponde al mismo grupo

que la anterior-SORCE.

53


yin::sat}%:ne?:bcoarsa%Sasc::B.:::;C#:aos,acda:€::ena:;tso:nc:rseocsuFonst:Ss;aes. sores son mi'nimos y la superficie es bwffi.da. En todo ejemplar con diseftos pintados la superficie es pulida. Las manchas de humo

por cochura no son muy frecuentes. En Sorce los modos ma§ populares a t/pico§ estan representados por vasijas campanu/a/es la§ cuales §e presentan indistintamente en diferentes tamaflos, unas veces simples y otras con ornamentaci6n pintada. Sin perder su forma ba§ica, ofrecen uno §erie de variantes en el borde, en el fondo y en los componentes decorativos. Otras forma§ de menor frecuencia son las g/obu/ares y las es/oroor.da/es-f/exades, las cuales usualmente tienen un borde ancho y recto, con asas que rematan en ap6nd/'ces ce/a/onor/os. (Lam. 26-A, 8 y a/. Unos modelos que no adquieren grandes dimensiones son los de tendencia c6nicas invertidas. Estas formas se mueven dentro de una apreciable variedad de bordes horizontales, asas tabulares y de ap6ndices figurativos. Cuando estan decorados interiormen\e \lenen uri bot6n exterior perforado. (Lam. 27).

Un modelo roclangu/ar tambi6n es mediano y pequeFio y generalmente tiene el bordn extor/.o/ per/orado. Encontramos §us variantes en los contornos del borde, unas veces en arcos paralelos que sugieren hamacas y otras en arco abierto simulando alas. Habitualmente el borde, el fondo y algunas areas extremas, estdn

pintados de rojo. Se presentan desde simples hasta muy ornamentadas. con diseflos, relieves aplicados y ap6ndices cefalomorfos en cuyos casos adquieren condiciones de vasos-a//.g/.o, pero siempre sin apartarse del grupo de la monocromia roja. /Lam. 28/. Otras que tambi6n corresponden al grupo de las rocfangu/a/os

con bot6n exterior perforado, las cor`s.ideramos naviculares por §u gran similitud con las canoas mon6xilas de nuestros aborigenes, segun descripci6n y dibujo del Cronista de lndias Fernandez de Oviedo. Las hay simples, con borde y sector tabular pintado de

54


(Lam. 27) Vasjja c6nica invertida, bicromada,

rojo y blanco-SORCE

(Lam. 28) Vasija,efigie monocromada. El borde y la figura estan pintados de rojo.

SORCE.

55


(Lam. 29-A) Vasija navicular monocromada, represcnta una canoa aborigen mon6xila.

SORCE.

(Lam. 29-8) Vasijas naviculares tipo monoxilas. SORCE.

56


rojo, totalmente engobadas de rojo y una combinaci6n con diseflos incisos y areas pintadas de rojo, lo que las ubica tambi6n en la familja monocromatica. /Lam. 29-A y a/

Unos modelos cuadrados y ellpticos, amplian la variedad de form8s bien definidas. Estos tambi6n portonocon al grupo de la monocr8ml.a roia. Los hay desde muy simples, haste ricamente

ornamentados con disenos incisos que enmarcan zones coloreadas en el borde o en su interior. Los cu8drados, especlficamento, en Eilgunos casos se presgntan con bordos horizontales de solapa, Iuciendo asas tabulares y ap6ndices cefalomorfos. (Lam. 30).

Otros recipientes cefamicos estan representados por unos vasos-a/fos, cilindricos con una suave estrangulaci6n central, engobe rojo y ornamentaci6n incisa rellena de blanco. Tapa abovedada y boca muy cerrada, generalmente lucen superticies bruftidas muy brillantes. El fondo es plano circular /Lam. 37/.

(Lam. 30) Vasijas ell'pticas y cuadradas. SORCE.

57


(Lam. 31 ) Vasos altos con disefio inciso relle.

no de blanco y engobe roio. SORCE

(Lam. 32) |arra bicromada con asa acintada y modelado figurativo. SORCE.

58


Completan las formas ceramicas, grandes, medianas y pequeflas /.arras, con una o dos asas laterales que en algunos casos rematan en ap6ndices cefalomorfos. Las hay g/obu/a/os y osfero/.de/es-//exadas al centro, con cuello ancho y recto. Se presentan simples y muy ornamentadas con diseflos b/anco-sobrorojo. (Lam. 32).

Forman parte de este grupo unas bole//as o pot/.zas con cuellos bulbosos y asas que eventualmente tienen un "filtro" o "colador" intermedio entre la base del cuello y la parte superior del vaso. Tambi6n hay claras evidencias de que se confeccionaron vasose/i.gi'es, tanto simples como pintados. /Lam. 33-A y 8/.

Las muestraยง de mayor tamano estan representadas por unas garra/as o pot/.zas, de las cuales tambi6n hay medianas y pequehas. Las de cuello corto corrientemente tienen tres asas en D con un bot6n en relieve. Otras, con cuello bulboso, tienen dos asas acintadas entre el vaso y el vertedero. Es el tlnico recipiente

(Lam.

33.A)

Izqiiit`rda.

potlza d.` tr{'s d>as (Tdll.`

Ciiilllo I.i

tli`

froli`.il)

iiotl/.

ittli

.s.is

.iclntddas.

Derecha.

I'ilqili`r.`a

S()RCL

59


(Lam. 33-a) Cuello de potiza con "filtro" o colador. SORCE.

ceramico cuyo patron morfol6gico fue invariable y no luce ningun tipo de ornamentacidn adicional a los elementos funcionales. (Vcr. Lam. 33-A y 8).

Culminan loยง modos ceramicos con unas figuras escult6ricas huecas, conocidas en el mundo arqueol6gico antHlano, como vasos-a/i.gi.os, de los cuales hay {i.poe y stib-li.pos muy variados. Las mueยงtras mds representativas son de un alto valor est6tico, ornamentadas con dos y tres colores, pare darle mayor expresi6n a los rasgos fison6micos esbozados por un fino y preciso modeIado. /Lam. 34/.

Todos estos recipientes tienen el fondo p/ano-c/.rcu/ar, con excepci6n de las naviculares tipo canoes-mon6x/`/as que tiene londos plano-elipticos.

60


(Lam. 34) Vaso.efigie policromado, rojo, blanco y anaranjado. Es una combinaci6n de dos t6cnicas ornamentales: inciso relleno de blanco y pintado .SORCE.

Ornamentaci6n SIMPLES:

En los dep6sitos AGPIO-Il o /.gnor/' Ia ornamentaci6n ceramica

se presenta simple, modelada y pintada. Las muestras simples son las mds frecuentes y su ornamentaci6n consiste en adornos inciยงos, ap//.c8dos y mode/ados. La mayoria de estos recipientes presentan huellas de haber intervenido directamente en el "fog6n" de uso dom6stico. Las que demuestran una mejor calidad de elaboraci6n tambi6n presentan manchas de humo, pero estas proceden del horno-a//arero (fogata-abierta) donde fueron quemados como parte flnal de su manufacturaci6n. 61


(Lam. 35) Representaciones de grandes rostros modelados, algunos con amplias dentaduras. SORCE.

Dentrodeestatipologia,arusentedecoloresaplicados,hayuna diversidad de expresiones decorativas de un alto valor estetico, donde intervienen asas ac/.nradas y en D con bot6n, pedesfa/os cilindroc6nicos y anulares, cabezas modeladas-incisas ahueca-

das por detras, grandee rosfros aplicados, con amplias bocas ocasionalmente denta`das y un disef`o inciso fino entrecruzado en zonas, obviamente de tradici6n AGPIO-I. Aunque estas muestras con ornamentaci6n incisa entrecruzada, no son num6ricamente frecuentes, las estamos incluyendo como un a/omer]fo /.nrrus/.vo en el grupo de la ceramica simple, ya que carecen de pintura. (Lam. 35).

62


(Lam. 36-A) Expresiones figurativas posiblemente producto de nijias aprendices. SORCE.

Nos llam6 especialmente la atenci6n unos modelados torpes y burdos representando fisonomfas humanoides, las que a pesar de sugerir inexperiencia en el manejo de la plastica, posiblemente producto de niftas aprendices, reflejan una sorprendente fuerza de expresi6n creativa. /Lam. 36-A y a/

Queremos deยงtacar que en la cer6mica simple abundan unos modelos decorados con diseflos inciยงoยง Iineales, compuestos por trazos muy precisos (que tambien consideramos de tradici6n AGPIO-I) entre los que se distinguen representaciones figurativas esquematicas, cuyos rasgos aparentemente ยงe relacionan con los disenoยง tfpicos del arte rupestre aborigen. Estimamos que la pre63


(Lam. 36-8) Otro ejemplo de modelado de aprendices. SORCE.

sencia de esos /.doogramas cer6micos constituyen un gran aporte para las investigaciones arqueol6gicas antillanas, por ser la primera vez en que los petroglitos y las pictografl'as pueden relacionarse material y objetivamente con una colectividad agroalfarera espec`fica. Estamos llamandoles coramog/i'/os. /Lam. 37/. PINTADAS:

En orden de frecuencia sigue la omamontac/.6n p/'nfada com64


(Lam. 37) Ceramoglifo-DiseFio inciso figurativu en el interior de una vasija . SORCE.

puesta por uno, dos y tres colores. Hay casos en que el o la ceramista aprovecharon la tonalidad natural del barro para of recer una policromfa integrada por cuatro colores: tres aplicados y uno natural. Los matices que podemos considerar clasicos para los AGPO-ll o /.gnŽr/., son el b/arico, el ro/.o y el anaran/.ado, los cuales, ocasionalmente, presentan variaciones, §iempre dentro del concepto basico del color original. Entre lo que podemos considerar "accidentes" de elaboraci6n observamos que el blanco en ocasiones luce "sucio" o impuro, o{reciendo calidades amar/.//6nras. Asl el anaranjado eventualmente tiende a ser rosado y sa/man, segu n las proporciones mayo65


res o menores de la mezcla del blanco y el rojo y de la calidad de la homer/.fa o del ocre utilizado como colorante.

La ceramica pintada, por su atractivo colorido y complejos diseflos ornamentales, constituye el material mas espectacularen la artesanfa de los AGBO-ll. Los exponentes coloreados mas simples lucen aplicaciones de tinte rojo en el borde y en el fondo de sus recipientes abiertos. En otros alternan con la coloraci6n del borde, diseflos incisos, botones y barras en relieves. Los mds sofisticados en esta monocromfa, Iucen a modo de asas, unos ap6ndices cefalomorfos modeladoยง-jncisos. Algunoยง preยงentan caracterls`.loos de vasos-efigies. (Lam. 38).

(lam. 38) Ejemplo de bicroml'a-Vasija con pedestal, solapa y asa figurativa. SORCE.

66


La combinaci6n mds popular es el b/anco-sobro-ro/.a. Con esta t6cnica el igneri cre6 una exuberante gama de disefios geom6trlcos estilizados. Comparten 6n buen porcentaje de frecuencia, expresiones figurativas compuesta por rostros simplistas, de contornos triangulares, eli.pticos y rectangulares, en los que se destacan los detalles faciales mas sobresalientes, tales como los o|os, la nariz y la boca. Esta ultima a veces aparece con representaclones dentales. /Lam. 89/. /Vo/ lam. 26-A 8 y a/ Los elementos geom6tricos do mayor utilizacl6n estan forma-

dos par circulos. espirales. tridngulos y un dlseno en lorma de

(Lam. 39) Diseiios figurativos sencillos, cuadrados y trapezoidales. SORCE.

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ro/a/.-de-arena que generalmente representa la nariz, excepto en casos esporadicos en que 6sta se indica con un recfangtj/o vert/.ca/ o un pequeflo cuadro. Ocas/.one/menfe /a boca tambi6n es representada por esta figura. En la mayori'a de los disefios se seflalan los ojos por medio de un cfrculo rojo simple o con otro circulo conc6ntrico blanco. Eventualmente el campo rojo tiene en el centro un punto o una raya de color rojo tambi6n. Otro aspecto realista son los temas f lorales. Estas representaciones del ro/.no vegeta/ se limitan a reproducir flores comunes, entre ellas un frobo/ de cuatro p6taloยง y algo parecido a la //or-do//.s o flor del Lirio. No son frecuentes. Hasta el presente contamos con dos ejemplares, uno de TECLA, Guayanilla y el otro de SOPICE, Vieques. /Lam. 40 y 47/.

(Lam. 40)

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Representaci6n floral, posiblemente un trebol de cudtro petalos. SORCE.


(Lam, 41) Representaci6n floral-Posiblemente la estilizaci6n de una flor.de-lis o flor de lirio-TECLA-I GUAYANILLA, P.R.

Cuando se trata de vasijas campanu/ares, generalmente la ornamentaci6n plntada se limita a cubrir el panel exterior com-

prendido entre el borde y el angulo de flexion. Espofadicamente el diseflo baja hasta el fondo. En cambio si la decoracl6n es interior, 6sta cubre la totalidad del recipiente, quedando el dlseflo enmarcado dentro de una ancha franja engobada a modo de borde. /Vor Lam. 26-A 8 y C) (Ver Lam. 41).

En el caso de vasijas g/obLi/ares,os/oroi.de/os y de tendencias c6ni.cos, la ornamentaci6n abarca la totalidad exterior, lncluyendo las asas y los ap6ndices que usualmente adornan a laยง dos primeras formas. /Vor Lam. 27/.

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La ornamentaci,ch bicromatica blanco-sobre-rojo, incluye temas punteados y'entrecruzados y la combinaci6n poco coml]n negro-sobre-roio y negro-sobre-blanoo. El negro es apl.icado poscocci6n. Completan los elementos decorativos, la aplicaci6n de asas acintadas en D rematadas por ap6ndices cefalomorfos modelados-incisos ahuecados por detrds, que corresponden a la tradici6n ceramica de los AGPIO-I.

A las manifestaciones pict6ricas donde intervienen los colores blanco y rojo, le siguen unas expresiones policromadas que agre-

(Lam. 42) Ornamentaci6n incisa rellena de blanco y engobe roio. SORCE.

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gan un tercer color anaranjado, con tonalidades variantes que llegan hasta el matjz rosado y salmon. Aunque poco frecuentes tambi6n se pueden apreciar combinaciones en b/anco, ro/.a y negro. (Ver Lam.1 ).

Los modelos policromados siguen los patrones de la bicromfa, tanto en las formas como en los diseftos, por lo que consideramos irrelevante repetir tales caraterfsticas. Bien es conocida la proll'fica creatividad de los AGBO-I I, plaยงmada en sus disenos, encarnados por arm6nlcas composiciones geometricas y naturalistas.

La bicromla y la policromfa, tienen otroยง componentes no menos atractivos que los ya descritos. Noยง referimos a la ornamentaci6n incisa rellena de blanco con engobe rojo, t6cnica que consideramos fue incorporada por los AGBO-ll de los AGPIO-I durante el jnicio de su entrada en las islas. /Lam. 42/. Cuando solo intervienen los colores blanco y rojo, este tipo de ornamentaci6n es aplicada en el borde de pequehas y medianas vasijas 6s/orot.da/os //oxadeยง, extendi6ndose a veces hasta areas cercanas al angulo de flexion. Tambi6n intervienen en unos vasos altos, ornamentando zonas cercanas al fondo y al tope del reci-

piente, separadas ambas franjaยง decorativas por una ancha banda engobada de rojo, muy bien pulida. La tapa abovedada de estos vasos altos, luce la misma t6cnica decorativa. Las manifestaciones mas impresionantes, de esta modalidad ornamental, Ias encontramos en unas muestras a//.g/'es donde ademas del inciso relleno de blanco y engobe rojo, se combinan con modelados y zonas orbitales pintadas de anaranjado, para acentuar los rasgos fison6micos, quedando asl inclufdos entre el grupo de los policromados. /Lam. 43/. . Todo pareoe indioar qua 18 policromla posiblemente so inicla en el gran oentro Cultural comprendido par la peninsula de Paria,

Trinidad y las Isles Granedinas, donde sus primeros oxponentos incluyen o1 Color natural de la pasta como tercera tonalidad. Posteriormento la apll.cacl'6n pintada de loo tree colores. debl6 des71


(Lam. 43) Ejemplos de policromi'a donde vemos la combinaci6n de dos t6cnicas ornamentales: inciso relleno de blanco y engobe rojo y pintado.SORCE.

arrollarse durante los perfodos de asentamiento en Son Vi.oonto, SBnta Lucla, Martinic8, Antlgua y otros, haste alcanzar sus meiores m8nlfestaciones culturales en SOFICE, VIEQUES.

Artefactos ceramicos asociados Asociaaos a lei cerdmica utllltarl8 y ceremonial, identificamos

la presenci8 de topias, inoensarlos, burenes, volantes de huso, tapes-clrculares, fiohas, asplredores de cohoba, vasos-Iibatorios


y unas p/afa/ormas d/.sco/.c/a/es gruesas con patas cilfndricas anchas y bajas, las cuales por su solidez pudieron servir de asientos o duhos ceramicos. En algunos casos tjenen el borde decorado con la t6cnica del inciso relleno de blanco y engobe rojo, lo que elimina la po`sibilidad de una presumible funci6n dom6stica

de cocina o de cocci6n.

Otro aspecto interesante es la presencia regular de fopt.as con representaci6n de cabezas de perro (?) modeladas en la parte superior. Generalmente estan constituidas par un cilindro de barro maciso simple, cuyo espesor es reducido gradualmente

desde los extremos hacia el centro a modo de carrete. Este arte-

(Lam. 44.A) Arriba dos muestras de topias y abajo hachas rectangulares plano-convexas. SORCE

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(Lam. 44.a) Topia figurativa con representaci6n modelada posiblemente de un perro. SORCE

focto tue utilizado par la gente /.gnor/. o AGPO-I I, pare sostener sus vasljas de coclna en sustituci6n de las "tres piedras del fog6n" de lena. La lopi.8 est6 totalmente ausente en los dep6sitos residuales ^GFIO-l o Comple|o Cultural La HuecB. ( Lam. 44-A y a).

Adornos corporales A la cer6mica le siguen en lmportancia los adornos corporales, integrados por pequenos amuletos y una gran cantidad de cuen74


(Lam. 45-A) Diferentes materiales ornamcntales: hu(iso, concha, madera, perla y oro SORCE.

tas I/ticas de diferentes formas y materias primas, sobresaliendo el cuarzo cristalizado. Ia amatista, el 6gata, la iadeita, la diorita y otras de menor frecuencia. Como ornamentos "dnicos" obtuvimos una perla de Strombus, /rr/.c/acna pear/ una delgada /din/.na do a/a, rectangular, con los extremos ligeramente arqueados, que posiblemente fue utilizada para incrustaci6n en los rasgos fison675


(Lam. 45.8) Cuentas talladas cn cristal de roca. SORCE

micosdealgdn/'do/oocom/'yunaoro/.eracilindroc6nicaalargada, tallada en madera. /Lam. 45-A y 8/.

Elaborados en concha de Strombus, hay uno interesante coleccl.bn compuesta por amuletos. discos grandes, ned.ia\nos y pequef`os, perforados al centro y una gran variedad de cuenfas de diferentes tamaf`os y formas, asi como algunos elementos de diflcil interpretaci6n. Una de las muestras mas significativas talla-

das en este material, esta representada por uno mf.cro-caboza de macor/.x que seflala los canones de formas, que mas tarde seguirfan invariablemente las grandes y perfectas tallas p6treas. /lam. 46/. 76


(Lam. 46) PequeFlos cemi'es de caracol y una mlcro-cabeza de Macori'x. SORCE.

Asociados a los adornoยง corporales que podemos considerar de los AGPO-ll o i.goer/., se colectan esporadicamente algunos ejemplares lfticos de emu/oros-cL/entas, ocasional mente con alteraciones posteriores /lams. 47-A y 8/. 7.amb/6n so den casos mL/y

8islBdos donde est6n presentes algun8s muestr8s de amuletosbi'morfos, completos y fragmentados. Con relativa trecuencia se 77


(Lam. 4 /.A) Adornos cd'rL]urait;. ,urrespondientes al Complejo Cultural La Hueca, encontrados en' Ios dep6sitos AGRO-II o IGNERl de SORCE.

encuentran aaornos de madre-per/a, completos y fragmentados readaptados, que consideramos deben proceder de los residuarios AGPO-I abandonados, pues, culturalmente, estos adornos oorresponden al Compleio Cultural La Hueca. O\ros aconteceres que justificarfan esas mlnimas presencias es la posibilidad de unlones matrimoniales entre miembros de estos dos grupos agroalfareros, o quiza adquiridas por intercambios comerciales.

Litica utilitaria En materia de artefactos de trabajo en los dep6sitos AGPO-I I o 78


(Lam. 47-8) Adornos corporales ti'picos del Complejo Cultural La Hueca, encontrados en los dep^sitos AGRO-ll o lGNERI de SORCE.

/.gnor/., eยง tlpico colectar unas hachas de piedra silicia, de forma roctangu/ar con una cara p/and y la otra convox8, muy bien pulldas en toda su extension. /Vo/ Lam. 44-A/. Tambi6n se obtienen

hachas de piedra y de concha, correspondientes a los patrones AGPO-I, como otras evidencias de las inter-relaciones que debieron existir en algun momento, entre estos dos grupos culturales. (Ver Lams.16 y 20). 79


Igual que en los residuarlos AGE?O-I, Ios ecofactos estan presentes con un alto porcentaje de frecuencia y muy buena calidad de formas y de materia prima.

Restos alimenticios La alimentaci6n AGF30-ll o /'gnori., estuvo into.grada en un alto

porcentaje por especi'menes representativos de los ecosi9temas

( Lam. 48-A) Mandi'bula inferior de Nesophontc, pequcho insecti'voro prehist6rico . SORCE.

80


(Lam. 48.8) Osamentas de huti'as, nesophontes, peces y aves. SORCE

mar/.nos, cosroros y torros{ros. Estudios preliminares indican que de esta fauna alimenticia fueron utilizados con mayor frecuencia en la dieta /.grert. las siguientes especies: el Cobo /Oi.rari.urn pi.ca/

jueyes o cangrejo de tierra, paces, eves terrestres, grandee cant.idades de carey y una buena represQntaci6n de hut/.as (especie de conejo antillano) clasificada como /ยงo/oboddn po/torr/.cons/.s y en 81


muy poca cantldad otra variedad denominada cientificamente HÂŽtoropsonys. El m8n8I/ esta pre9ente pero muy discretamente. Tambl6n hay evidÂŽnclas del rvosophonfos Ed/theo un pequef`o lnsoctivoro supuestamente desaparocldo antes de que los primerce gI.upos agroalfareros entraran a Las Antlllas. /Lam. 48A y 8/.

Loo maohac8dores, los trituradores y los grandes morteros encontrados en los dep6sitos AGPIO-ll de SOPICE, sugieren una

gran actMdad agrlcola y recolectora. EI bur6n tambi6n es un buen indlcador de eficacia agrlcola, pues su presencia infiere el cultivo de la yuca. Los grandes morteros tambien constituyen evidencias que senalan la po§ible presencia del rna/z.

edad fluctda entre doce a catorce aiios. SORCE.

82


Osamentas humanas En los dep6sitos residuales AGBO-I I es i recuente obtener restos 6seos h umanos d ispersos y asociados a los demas componentes arqueol6gicos. Posiblemente corresponden a onforram/'onlos socLind8ri'os. Eventualmente locallzamos enferrami.enlos pri'ma//.os con osamentas completas, Io que noยง ha permitido hacer algunas observaciones patol6gicas, entre ellas los /uortos dosgasfes c/onra/os que bien pudieron produclrse por la cant/.nt/a mast/.caci6n del malz para hacer bebidas embriagantos. (Lam. 49).

(l.6m. 50) Enterramiento primario dc un perro aborigen, sin ofrenda funeraria. SORCE.

83


Completan los reยงtos 6seos la presencia de osamonf8s do po/ro las cuales tambi6n se encuentran esparcidas en todoยง log niveles del dep6sito. En algunos casos los hallamos en condiciones de enterramlentos primarios. Tanto las exequias humanas

como las de perro, esthn 8usentes de ofrendas funerarias. (Lam.50). CPIONOLOGIA OBTENIDA POP FIADIO CAF`BONO (C-14):

La techa mas temprana obtenlda en los dep6sitos AGPIO-I I es de 35 anos Despu6s de Cristo y sabemos que en ol ano 490 de Nuestra Era aun se encontraban residiendo en

soplcE.

84


En conclusi6n, cuando observamos la ceramica de estos dos grupo§ agroaltareros, podemos apreciar que el Complejo Cultural La Hueca o AGF`O-I, arrib6 a Las Antillas con una personalidad artesanal pure, salvo la incorporaci6n de algunos artefactos dom6stico§, lfticos y de concha, que obvlamente son de origen arcaico costero. En cambio, cuando los AGBO-ll o /.gner/' hacen §u entrada a la§ islas antlllanas, posiblemente medio slglo despu6s, son portadores de una artesanla A/bri.de, claramente manifestada por la presencia de un rico ajuar ceramico, cuidadosamente elaborado con varias t6cnicas ornamentales. E§pecfficamente c/nco modalidados decoratlvas. (Ver Lams 26-A, a y C -29-37-42 y 43)

Conslderamos que cuatro de estas t6cnica§ fueron adquiridas par contactos culturales, durante su movimiento migratorio desde el bajo y el medlo Orlnoco /Ver Lams. 29 -37 -42 y 43/

Con estas somer8s informaciones esperamos haber presentado unos conceptos claros de la importancia arqueol6gica represontad8 por ol COMPLEJO CULTURAL LA HUECA o AGRO-I y el

impresionante valor de los dep6sitos AGFIO-I I o igneri, qua poner de maniflesto el climax cultural ocurrido en el area de SOPICE, VIEQUES, en los albores de la EPIA CPISTIANA.

El programa investigativo en V/.oquos y en Guayani.//a, Puerto Plico, que ha producido tan buenos frutos, continuara hasta lograr el maximo de intormaciones culturales que nos permits trazar con relativa precisi6n, la ruta migratoria de estos dos pueblos, su entrada a la isla de Puerto Pico y su penetraci6n hasta la Plepdblica Dominicana. L. CH.

UNIVEBSIDAD DE PUEPITO PICO, BECINTO DE PIIO PIEDPIAS. MAPIZO DE 1983.



Obras aprovechadas CPUXENT -JOSE M. -HOUSE -IFIVING: "Arqueologi'a Cro-

nol6gica

de Venezuela"

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CHANLATTE BAIK -LUIS A.: "lnvestigaciones Arqueol6gicas en Guayanilla, Puerto F3ico" Parte I. -Santo Domingo, F3epdblica Dominicana.1976.

-"La Hueca -Vieques, Nuevo complejo cultural Agroalfarero en la Arqueologla Antillana". Ponencia en el 8vo.

Congreso de Arqueologla de Las Antillas Menores -St. Kitts,1979.

- "La Hueca y Sorce (Vieques Puerto Pico): Primeras Migraciones Agroalfareras Antillanas". Santo Domingo, F]epLlblica Dominicana,1981.

-"Sorce-Vieques: climax Cultural del lgneri y su Partici-

paci6n en los Procesos Socioculturales Antillanos". Ponencia en 9no. Congreso de Arqueologia de Las Antillas Menores -Santo Domingo, F]epilblica Dominicana,1981.

87


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Oriente de Venezuela, La Fase Cuartel" -Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia. Caracas, Venezuela. 1979.

88


INDICE 1.-PF`EAMBULO:

..

2.-lNTF`ODUCCION:

3.-AGF`OALFABEBOS -I

-La Hueca-Vieques - Materiales que identifican a La Hueca - Cer6mica

......

- Litica

- Concha -Adornos corporales: - Litica

- Concha - Madera -Flestos alimenticios . .

-Osamentas humanaยง -Posibles procedencias - Cronologl'a 4.. AGROALFAPIEROS -11

-Sorce -Vieques -Cultura lgneri

- Generalidades Ceramicas -Ornamentaci6n - Simples

- Pintadas - Artefactos ceramicos asociados . ` -

Adornos

corporales

-Lltica utilitaria

-Best6s alimentjcios

-Osamentas humanas - Cronologia

..............................


..... 1


Este libro se termin6 de imprimir el di'a 25 do Febrero de 1984, en los talleres de EDITOPIA COPI P IPIO, C. por A.

Calle

A, Esq. Central, Zona lnd. de Herrera,

Santo Domingot Bepublica Dominicana


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