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Museo de Historia, Antropologfa y Arte Centro de lnvestigaciones Arqueol6gicas Universidad de Puerto Rico, Recinto de Rfo Piedras 25 de agosto de 2.oo5
Vasija ulilizada en practicas magico-religiosas ricamente ornamentada con disej`os incisos entrecruzados, rellonos dc ptistti blcinca.
Los dos tubos que tiene al extremo de la derecha se utllizaron para la aspiraci6n de polvos alucin6genos en la
cercmonia dc` la Cohoba. Diametro: 230 mm.,
Alto: 35 mm.
CULTURA LA FTUECA Luis Chanlatte Balk
Yvonne Narganes Storde
Trasfondo hist6rico: el hallazgo En el afio 1975, el Centro de lnvestigaciones Arqueoldgicas de la Univcrsidad de Puert() Ric(), Recint()
de Rfo Piedras, organiz6 un
programa orientado a establccc`r la ruta migratoria antillana de la cultura Saladoide
o lgneri y su distribuci6n espacial en la isla de Puerto Rico. Durante el mes de julio de ese aFio, iniciamos las
investigaci()nL`s en terrenos de la antigua Central Azucarera Rufina, en Guayanilla, en la costa sur de Puerto
Rico y realizamos excavaciones en un dep6sito residual saladoide, cn la picza de caFia denominada Tecla-I.
En este yacimiento notamos la prescncia dc un alto porcentaje de cer5mica pintada polfcroma con disefios a
tres y cuatro colores, que habra sido reportada con anterioridad por otros investigadores. Este hallazgo nos dirigi(`) hacia la isla devieques, donde tenramos informaci6n de que habfa un dep6sito residual de la cultura saladoidL`.
Llegamos a Vieques en la primera semana del mos de julio dc 1977 y visitam{]s la finca Sorc6 i`n el
barrio La Hueca. En ese sector hicimos un corte que nt]s pi`rmiti6 vcr la estratigrafi'a natural del dep6sito y comprobar que la poljcromfa observada en Tecla-I c()rresp()ndra a un desarrollo antillano que se inici6 en las Antillas Menores y posteriormente tuvo su clrmax cultural en la isla devieques.
Lt]grado el objetivo que nos llev6 a Vieques, organizamos una acci6n metodol6gica dc sondcos selectivos para identificar otros posibles dep6sitos residuales en las areas aledaf`as a este yacimiento.
Llam6
nuestra especial atenci6n un dep(`)sito residual qiie localizamos al sureste del rfo Urbano, no muy alejado del
dep6sito saladoidc` conocido, el cual no contenra cer5mica pintada. Este, en cambio, presentaba un alto
porcentajL` de ceramica ornamentada con diseFtos incisos flnos entrecruzados en zonas. En diciembre de 1977 volvimos a Vieques para continuar el estudio de este dep6sito enigm5tico cuya caracteristica principal era el alto porcentaje de l{)s diseFl()s incisos y la ausencia total de cer5mica pintada.
Cuando terminamos esta segunda intervenci6n nuestra sorpresa fue adn mayor, pues habramos recuperado uns fina lapidaria â‚Źompuesta p(]r representaciones zoomorfas, ornitomorfas y antropomorfas tallddas en piedras
Amuleto bimorfo tallado en jadef\a qua rcprcscnta el c6ndor de lob Andes con el pich6n en sus g,irras. Alto : 51 mm., Ancho : 42 mm.
sc`mipreciosas, y una variedad de adorn(js ct]rpttrales elaborados en concha de ndcar, asociadas todas a ccr5mjca sin pintar. Las tallas lrticas dL` may()r tamaFio representaban un ave de rapiFia con una cabeza humana en las garras. Thra cl afio 1981
habramos descubier[o seis dep(`)sitos rcsidualL`s c()n material similar.
Despu6s de considerar varias posibi I idadcs dentro del marco arqueol6gico del Caribe con()cid() hasta
ese momento,I legamos a la arriesgada conclusion de que est5bamos frente a otra migraci6n indi'gi`na, diforente a la Saladoide, a la cual llamam()s cultura La Hueca,
para honrar el sitio dondc la dcscubrimos. A continuaci6n,
nuestra tarca fuc c`stablccer su origen ancestral y c6mo y p()r d(`)ndc i`sta nueva migraci6n lleg6 hasta la isla de ViequL`S.
Para
lograr ese prop6sito
seleccionamos el
controversial
rasgo cer5mico decorativo
cntrecruzado en zonas y la representaci(')n del ave de rapifia presente en su
inciso fint]
lapidaria, que ptjstcrit]rmcnte
result6 ser el c6ndor andino suramcricano. Esos dos elemenlos culturales nos llevar()n a z()nas de I()s Andes
suramericanos, en ircas geogr5ficas de Bolivia y Peru. Estos novedosos matc`riales culturales nos permitieron
crcar un nuevo esquema, en el cual denominamos las dt)s mi8raciones agroalfareras procedentes de Suram6rica como AGRO-I o Cultura La Hucca y AGRO-ll o Cultura Saladoide, siguiendo el orden cronolt']gii`(j de entrada a las islas, segdn los fochamientos radiocarb6nicos obtenidos. Igualmente si` ampli6 el esquema cultural para
Puerto Rico, dt]nde se auscult6 el origen de un /ormafi.vo ar]fi.//ar]o, rc`sultado de largas comunicaciones de las dos culturas agr()alfareras suramericanas (Huecoide y Saladt>ide), con las poblaciones arcaicas de la lsla.
Por primera vez presentamos la cultura La Hueca a la clase profesional arqueol6gica del area, en el
V/// Congreso /nferr)ac/`ona/ c/e Arqu6]o/o6Jj'a de/ Car/`be, celebrado en la isla de San Kitts, duranti` i`l mi`s de julio de 1979. Al poco tiempo, sci descubrieron otros asentamientos pertenecientcs a cstc grupo poblacional indrgena. El primer() dc` 6st()s fue I()calizado por el arque6logo Miguel Rodrrguez, en cl 1985, en Punta Candelero,
Humacao, Puerto Rico, del cual se obtuvo la fecha temprana dc` 250 a.C. Ltts materiales ceramicos de Punta Candelero son similares a los de La Hueca en Sorct5, adi`m5s de encontrarse en un estrato puro y sin mezcla con material saladoide. Asf mism(], el material lapidario presenta la tipologfa completa, aunque nt] la abundancia. El inti`rtss p()r localizar
cn las Antillas Menore5.
tan extraordinaria cultura provoc('j que se identificaran otros sitios huecoides
Los sitios arqueol6gicos dc-H()pe Estate, en la isla de San Martin, con
una cronologfa
temprana de 550 a.C., y Morel, en la isla dc Guadalupe, del cual 5e obtuvo una cronologfa de 400 a.C. exhiben materiales ceramicos similares a la cultura huecoide de Sorc6, aunque no compartc`n la abundante y variada producci(`)n lapidaria y de adornos corporales. Los sitios de Trants y de Prt]sperity en las islas de
Monserratc y di` Santa Cruz respectivamente, han aportado matcrialcs similares a los obtenidos en Sorce. Hasta L`l presente, no se ha detectado la presencia huecoidc cn las otras islas de las Antillas Mayores.
V[isija tipii.a de I.i cultura L.i Hueca.
Es la mds representativ.i, por su caracteri`slica asimetrica.
Diametro: 2J0 mm. ^lto: 70 mm.
Pr6stamos culturales La evidente vecindad de los huecoides y los saladoides durantc su transito hacia las Antillas, ofreci6
la oportunidad de intercambiar conceptos culturales. Esta situaci6n fue aprovechada por los saladoides para L`nriqucccr su prtjducci('jn ccramica. El primer ejemplo lo podemos apreciar en los recipientes con bordes h()riz()ntales anchos, adornad()s c()n disefios incisos fin()s entrecruzad()s i`n z()nas, rayad()s en sect), presentes
en los yacimientos saladoides tempranos de las Antillas.
Esto lo consideramos un pr6stamo cultural tt]mado
de los huecoides, ya que ese rasgo decorativo es ajeno a su tradici6n ceramica. Los s.iladoides antillanos aplicaron el
inciso entrecruzado en el
interior de algunas de sus vasijas
ahicrtas, difi`rcnciand()sc` tsstc` di`l incis() huc`c()idc cn clue cl trazo es ancho y realizado con la pasta hllmeda. L()s hucc()idi`s uti I izar(>n .`1 incisti fint> c`ntrc`cruzado para adornar c`xclusivamcntc la parte exterior y los bordes
interiores de sus recipientes cer5micos.
El inciso rel leno de blanco es otro prestamo cultural desarrollado con mucha profusi6n en el salacl()ide
antillano
temprano.
Un
detalle que permite
identificar
los
modelos cer5micos
de lradici6n
huecoide,
incorporados por los saladoidcs como prc`stamos culturales, cs la presencia de un pequcfio bot6n exterior perforado transversalmente, aplicado debajo del borde horizontal, cuya funci6n nos parece que fue la dc` colgar las vasijas, de manera que se pudiera apreciar la figura representada.
Ese bot6n perforado no esta
presente en los recipientes trpicos huecoides.
Origenes del inciso entrecruzado La tecnica dec()rativa del inciso entrecruzad() fue utilizada sin intc`rrupci(`)n a trav6s del tiemp(), por
los huecoides. En cambio, para los saladoides esta t6cnica fue popular en las etapas tempranas dc` su cultura
y desaparece en sus postrimerras. Para establecer la ruta migratoria de esta nueva cultura, comenzamos a buscar otros asentamientos con material ceramico similar. En la costa norte de Venezuela notamos que, en el sill() de Rr() Guapo, c()n
una cron()I()gfa de 270 aF`os d.C.,
hay un deposit() residual
c{)n ausencia I()tal de
cer5mica pintada, y donde la decoraci6n incisa fina entrecruzada es abundante. La fase temprana del sitlo de Tutishcainyo, en la vertiente oriental de los Andes peruanos, con una
cronologra de 2000 al 1600 a. C., es el sitio mss antiguo que tambi6n presenta el uso profuso de la t6cnica del incis() entrecruzad() en su ceramica.
El entrecruzado e inciso simple, c()n la t6cnica de rellen() con una pasta
blanca o pigmento rojo, esta presente en otros sitios arqueol6gicos andinos suramc`ricanos tales como el dc Valdivia en
la costa ecuatoriana y los siguientes sitios en Colombia: Momil-I
(3000 a 2552 a. C.) y la fase Barlovenlo (1560 a 1030 a. C.).
(700 a. C.),
Puerto Hormiga,
Presentaci6n Ideal dc collar compuesto por 29 cuentas batraciformes, talladas en scrpontina y 41
cuentas de concha.
Alto. de 24 mm. a 45 mm.
P()r dltim(), cl hallazgo de la representaci6n del c6ndor de los Andc`s cntrc la sorprendente y prolifera industria lapidaria huecoidc` di` Sorc6 fuc un elemento clave en la identificaci6n cultural de esta poblaci6n.
Las caracteristicas especrficas de esta ave la haccn inconfundible entre las aves de rapiF`a de las Americas, precisamentii pt]r ser la llnica especie de la familia de los catartid()s Guy() bimorfismo sexual distingue a los
machos, por poseer una carllncula () cresta gruesa fija que se proyecta ontrc c`l pico y la cabeza, de las
hembras, por no poseerla. Las dem5s avcs dc rapifia americanas no presentan bimorfismo alguno en los sexos. Otra particularidad de este amuleto ornitt)mt)rftj es la presencia de una cabeza humana i`ntrc` las garras del ave.
Esta representaci6n est6 vinculada a algun()s c{)nceptos mfticos de sectores andinos, tales
c()in() B()livia y Perd, d()nde se les conoce como cabezas trofeo y aludi` al ct'>ndor en funci6n de conductor de las almas, o c`omo c`l avc` sagrada que trajo en su pico al primer hombre a la Tierra.
Rasgos diagndsticos y sus ori'genes Pr()cedente del Antillas Menores,
continente suramericano,
la cultura La
Hueca
llega a Puerto Rico a traves de las
para cl siglo Ill antes de Cristo. En La Hueca y Punta Candelcro, segl]n el patr6n observado,
la aldea se componra de cuatro a siete bt]hft]s ordenados en un semicfrculo, que delimitaban una gran plaza central libre de viviendas. En el caso de Sorce, la si`cci(')n abierta del semicirculo daba acceso a un ri'o.
La
fuc`nti` de agua potable era indispensable tanto para i`l ct]nsumo humano como para la producci6n ceramica, entre otras actividadcs dom6sticas apremiantes. La ausencia dc` L`nterramientos en los dep6sitos arqueol6gic()s hucc()ides indica que las ceremonias relacionadas con el destin() final de sus muertos se practicaban fuera de I(is lrmitcs de la aldea.
mctmento no se han encontrado ontc`rramientos huecoldes en Puerto Rico.
Hasta el
Este hecho imposibilita el que
podcimos conocer sus aspectos ffsicos (estatura, rasgos faciales) y biol6gicos (enfermedades, efcct()s de su nutricit'in), asf como sus creencias, costumbres y ritos funerari{)s.
La ceramica La vasija tfplca o emblem6tica de la cultura La Hucca es de forma elfptica-asim6trica c()n un() de sus
extremos en forma tabular triangular y el opuesto con una asa figurativa zoomorfa que se proyecta sobr.` cl borde.
Exhibe la peculiar caracteristica de tener uno de los lados de la vasija inclinado hacla el interior (el
lado con la agarradera figurativa) y cl otro lado se inclina hacia afuera (el lado c.on la proyecci6n tabular)
El
borde de la vasija es una prolongaci6n de la panza, doblada hacia afuera. Hay otro in()delo muy comdn en la ciiramica de la cultura La Hueca. Estas son unas vasijas abiertas a modo de platos, con bordes ri`vertidos hacla
afuera. Los bordes siempre estan adornados por disefios incisos geomâ‚Źtricos dondc` se destaca el uso de la t6cnica del inciso entrecruzado en lfneas finas rayadas en seco precocci6n.
El resto del ajuar ceramico huecoide esta compuesto por una variedad de formas, la mayor fa de uso domestico. Entre 6stas se distingucn unas cscudillas con y sin pedestal, de labios simplcs, sin rebordes, y unas
vasijas a modo de platos profundos, las cuales luccn agarraderas acintadas en forma de D. C()mpletan lo m5s sobresaliente del ajuar cer5mico huecoide los boles flexad()s que representan vasos-efigies aspirad()res dc C()h()ba; I()s supucst()s incensarios cilindricos a modo de pequefias chimc`ncas; unas garrafas para lfquido, los
vasos libatorios y unt]s amplios discos de barro (burenes) utilizados para la claboraci6n del cazabe.
Con respecto a los rasgos y las t6cnicas decorativas de la ceramica huec()ide, 6sta siempre muestra elementos modelados y disefios incis()s, c{)n un alto porcentaje del inciso relleno de pasta blanca y en algunos casos, roja. Hay una ausencla total de cer5mica pintada.
El inciso fino entrecruzado es el disefio dc` mayor
utiljzacidn cn la cer5mlca huecoide.
Lftica utilitaria
Los artefactos lfticos son muy variados. Se destacan los destrales de apariencia petaloides, dl` lt]s cualc`s algun(js prcsc`ntan la doble funci6n de hacha y machacador. Otros artefactos lrticos son los buriles y
raspadores tallad(]s cn lascas de pedernal, los yunques de gran tamaF`(), I()s machacadores discoidales y unos pulidc)res acanalados que c()nsideram{)s fueron utilizados para la elaboraci6n dc cui`ntas o para calibrar los
v5stagos de las flechas. La gran cantidad dc microlascas silrceas recuperadas sugieren una significativa actividad artesanal lftica, propia de sociedades organizadas y bic`n establecidas.
La concha utilitaria Los objetos en concha claborados por log huecoides representan, en su gran mayorra, instrumentos de trabajo. Los artefactos mss abundantes de la coleccidn son las hachas tipo destral, de contorn()s simc`tricos rigurosamcnte cortados. Algunos instrumentos comunes son I()s raspad(}res con funci6n de punzones o buri lc`s,
extraidos del extrc`m() inferior de la columnela o espiral del carruch(] Strombus gt.gas y S[rombus cos[afus. Estos fueron utilizados en actividadcs rclacionadas a la agricultura y a la madera; para la fabricaci6n de
bohfos, canoas, dti les dom6sticos de cocina y mobi liario entre otros. Otros objetos confeccl()nad()s en concha
son los recipientes o copas elaborados de la c()ncha dc`l molusco Ca5s/s tubero5a, y el fotuto, instrumcnto de s()nid(), elaborado del C`haron/.a uar/'egata. Tambi6n utilizar(]n algunas especies de corales como instrumentos
pulidorc`s. Adcm5s, usaron corales madrep6ricos como yunques para trabajos con materiales mss delicados.
Adornos corporales: Lapidaria La caractcristica material de mayor relevancia de la cultura Huecoide, esta representada por la abundante colecci6n
lapidaria t] de adornos corporales lfticos.
Se han encontrad() mss de 2,500 objetos,
muchos de ellos confeccionad()s en pic`dras scmipreciosas traidas de Suramâ‚Źrica.
Entrc las picdras semi-
precic)sas se destacan la amatista, la cornalina, c`l jadc`, el agata, el cristal de roca, la venturina, la turquesa y
algunas variedades de cuarzo verde. cristalizada y la diorita, entre otras.
Tambien utilizar(in piedras locales tales como la serpentina, la calcita La tendencia naturalista es la prcforida en estas ejecuciones escult6ricas
d()ndi` sc` dc`stacan las representaciones zoomorfas de ranas, del ct']ndor andino y de reptiles no identificados.
Todos estos adornos fui`r(]n utilizados como pendientes. Entre los adornos mss caractcristicos se encuentran los pendientes batraciformes () en f()rma de rana,
de los cuales se han encontrado sobre mil ejemplares. Aunque la representaci6n de la rana es comdn c`n la c.ultura Salad()ida y i`n ()tras muchas culturas suramericanas, la forma dc 6sta es particular de la culture Huecoide.
El adorno corporal de mayor rc`lcvancia de la colecci6n es el pendiente representandt) al condor con una
cabeza trofeo. Generalmente lo muestran con una cabeza humana en las garras. Otros adornos de impc)rlancia en la colecci(`)n s()n las cuentas plano-convexas elaboradas en piedra vc`rdi`, jadi`I'ta, nc`frita, serpenti na, mcilaquita, venturlna y calcita amarilla. Estos adornos debleron haber sido utilizados
ct]mt> incrustacioncs en objetos de madera, concha y textiles.
Nacar Otra de las manifestaci()ncs materialc`s de esta nueva migraci6n agr()alfarc`ra cs su delicada pr{)ducci{`)n
di` adornos corporales finamente trabajados en nacar o madreperla. En general, estos adornos son de formas
geom6tricas, aunque los m5s elaborados responden a figuras zoomorfas de ranas y de murci6lagos, asr como de colmillos de perro, habilmentc rc.cortadt)s.
Concha Los adornos corporales elaborados en la concha de los moluscos marinos de las especies Sfrombus
g/.gels y Sfrombus costatus (carruchos) representan una interesante colecci6n de objetos, aunque la varied.id tipoldgica ni la cantidad rivalizan c()n la pr()ducci(`)n cn piedra.
La may()r parfc de C`sta sc comp()ne de
cui`ntas disc()idalcs, microcucntas y un aprcciable grupo de obi.etos de forma rc`ctangular plana, c()n una
perforaci6n en cada extremo, que pudieron haber sido utilizados como adornos o separadores de tramos de collares.
Hueso y coral Esta colecci6n es muy pequefia en comparaci6n con la producci6n en los otros materiales. La mayorra
de los objetos est5n elaborados en huesos de aves, con los cuales confeccionaban separadores de cuentas y cilindros para la aspiracidn de polvos; vertebras de tibur6n, para cuentas de collar y los dientes de perro y
pcscados, para pcndicntcs. Tambi(`n sc hallaron cuatro colmillos pcrtcnccicntcs a dos animales suramcricanos. Trcs dc C`sttjs ct]rresponden al pecari Tayassu pecari. y el cuarto colmillo es del jaguar fantc`ra tjnc`a. Dos dc
ellos, el de jaguar y uno de p6cari, fueron utilizados como pendientes, segtln lo demuestran
las
perforaciones
que ostentan.
Fuentes alimentarias La abundancia de restos faunicos han aporlado un caudal de informaci6n relativa a la economra y a la dieta de las poblaciones agro-ceramistas tempranas. Entre los restos de fauna recuperados en los dep6sitos
hemos identlficado tres especies de anlmales que se crefan extintos a la llegada del hombre a Puerto Rico. Estas son la musarafia (insectivoro), un roL`dor, y la iguana.
Otras especies utilizadas en menor proporci6n
fuer()n I()s mamifer()s la hutra, el manatf y el delfi'n.
El pescado fue el alimento de mayor consumo entre la poblaci6n huecoide de Sorc6.
Los meros y
los pargos fueron las familias de peces de mayor utilizaci6n. Tambi6n se han encontrado restos 6seos de la tortuga terrestre, o hicotea. La presencia de las tortugas marinas es escasa. Los moluscos marinos fueron tambi6n muy imp()rtantes en la dicta huec()idc.
Entre las especies de mayor utilizacidn se encuentran los
carruchos. Otros moluscos de apreciable valor lo fueron el cobo, la almej.a, el caracol y los caracoles dc` tii`rra.
El crust5ceo o juey de tierra tambi6n form6 parte esencial, y fue un recurso fundamental, de la alimentaci6n
huecoide. Las avi`s terrcstres fucr()n partc-prim()rdial dc la dieta huc`coide. Las especies de mayor consumo lo fuc` la familia C(J/urnb/.dac`, quc` incluyc` a las palomas, las tdrttilas y las rt]las. Otras familias dc` avc`s utilizadas
fueron las aves del litoral: los flamencos y las bobas, las garzas, los falcones y las cotorras,. los patos, los
gansos, y las gallaretas, entre otros de menor importancia. Los productos agrrcolas que traen a las Antillas los primeros agroalfareros complementan las fuentes alimentarias f&unicas.
La
base agrfcola de todas
las culturas antillanas fue el
cultivo de
la yuca amarga,
Man/ht)t i/I/.//`s/`ma. Otros tubc`rculos qua probablcmcntc fueron consumidos por los aborrgenes huecoides fueron las diversas variedades de batata y de yautfa.
Conclusi6n En c(jnclusit']n, cl dc`scubrimiL`ntt] dc` la cultura La Hueca aport6 un nuevo ingrediente a las investigaciones arqueol6gicas antillanas, in()tivand() a I()s investigad()res del Caribc oriental a v()lvcr al camp(),
pero esta vez, con el criterio de la existencia de dos culturas agroalfareras cambi6 totalmente el esquema cultural antillano de la 6poca aborigen.
procedentes de Suramâ‚Źrica, lo que
CREDITOS Universidad de Puerto Rico, Rccinto de Rfo Piedras Dr. Antonio Garcra Ptidilla > P/esi`c/enfe
Dra. Gladys Escalona de Motta > Rectora
Dr. josc` Luis Ramos Escobar > Dec`.mo, facu/racy de Humani.dades
Museo de Historia, Antropologfa y Arte r-ldvia Marich{il Lugo > Oi.ref(ore EXHIBIC16N
Museo de Historia, Antropologfa y Arte Centro de lnvestigaciones Arqueol6gicas
Curaduiia luis Chcinlatte Baik > Arque6/ego Yvrtnne Narganes St()rde > Arquet\j/()ga
Producci6n de Exposicidn L.lan.l Ort.iz Melt`indez > Discl~`adtir dc: c]ixposicidin, catiilogo, opLlsculo Danny R()driguez Claudio > A5/.sfcinfci c/i.sefio gr;i//co |cssicci VdliL`nti` Rivcrcl, AngL`l M6ndez Rt`mos, johomar Cruz Nieves > As/`5lontes
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25 de agosto de 20()5
Amulc`to himorfo, (allaclo en jadc```a quc` rcpresenla c`l c6ndor de los Andes. Alto : 52 mm,, Ancho : 42 mm.
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