Caja. Michoacán (México). S. XVII
Biombo de los proverbios. México. S. XVIII
Detalle. Caja Pintada. Pasto (Colombia). S. XVII.
“E
n la tensión entre las ilusiones de la utopía y las realidades de la Conquista, una nueva cultura surgió en las Américas, desde el principio de nuestra existencia poscolombina. Los hechos desnudos de la conquista recibieron la respuesta de los hechos mucho más secretos e insinuantes de la contraconquista, a medida que los pueblos indígenas derrotados, enseguida los mestizos de indio y blanco y, finalmente, los recién llegados negros en el Nuevo Mundo, iniciaron un proceso que solo podemos llamar la contraconquista de América: la conquista de los conquistados por los derrotados, el surgimiento de una sociedad propiamente americana, multirracial y policultural”.
Producción
Museo Etnográfico de Castilla y León
Comisariado Francisco Marcos Carlos Piñel
Coordinación Ruth Domínguez
Difusión Emilio Ruiz
Didáctica
Eva Belén Carro Alberto Marbán
S. de Administración Josefa Estébanez
Montaje
Red Producciones
Gráfica y Rotulación
“D
e acuerdo con el historiador mexicano Edmundo O’Gorman, América no fue descubierta; fue inventada. Fue inventada por Europa porque fue necesitada por la imaginación y el deseo europeos. Para la Europa renacentista debía haber un lugar feliz, una Edad de Oro restaurada donde el hombre viviese de acuerdo con las leyes de la naturaleza”.
Estudio Mynt Luis de la Mata
Agradecimientos Lorenzo Arrimadas Francisco Marcos Julián Hernanz
(Carlos Fuentes, El espejo enterrado). Tapiz. Cuzco (Perú). S. XVII.
Podríamos definir este complejo mundo artístico como una cosmovisión que hunde sus raíces en la Edad Media europea, más concretamente española, que se mixtifica con la fecunda tradición artística y cultural del mundo precolombino, indígena y mestiza, manifestando con mayor o menor grado la expresividad nativa y logrando un arte propio de gran personalidad. Este arte nuevo plantea ya de forma rotunda la cuestión del mestizaje en el arte y la resuelve de manera pasmosa. Pero, más allá de sus creaciones, está la experiencia de una sociedad pluri-étnica y pluri-cultural, de la cual nos está dado observar sus frutos más fecundos. Una lección a meditar cuando las certidumbres se alejan.
L
a muestra se compone con obras de pintura y escultura, mobiliario y algunos magníficos objetos de uso doméstico, como arquetas de madera o cuero y cajas (de maderas nobles, carey, marfil, nácar, metales preciosos, talladas y policromadas), biombos pintados con escenas y proverbios, esculturas en marfil, y piezas diversas de platería. En total más de un centenar de objetos. Muchos de los objetos aquí reunidos han sido expuestos en conocidos espacios culturales de México, Colombia o Perú, o aparecen en diversas monografías y estudios de arte americano. A partir de hoy tenemos la gran oportunidad de poder contemplar en Zamora estas piezas y conjuntos de excepcional importancia.
Coquera. Madera tallada. S. XVIII. Perú
Ángel. Pintura. S. XVIII. Cuzco (Perú)
Cerámica. Tonalá. S. XVII. Puebla (México)
La exposición pretende ofrecer una amplia visión del legado artístico y cultural de la América de habla hispana, a través de diferentes obras realizadas durante el período de la presencia española y portuguesa en América y Oriente, entre los siglos XVI y XVIII. Se trata de una selección de piezas muy notables, procedentes de diversos países, principalmente México, Perú, Colombia, y Filipinas.
Candelabros. Plata. S. XVII. Perú
Marfil. Arte hispano-filipino. S. XVII
L
as artes del Nuevo Mundo, el conjunto de obras que aquí se presenta, nos transportan a un mundo en parte familiar y conocido, también en parte sorprendente, y pone en evidencia la enorme creatividad de pueblos y culturas, con una muy rica y desconocida historia, que nos conduce hacia una nueva era, un nuevo mundo.
Los artistas y artesanos hispanoamericanos nos invitan también a otra lectura del Renacimiento europeo. Visto así, el arte de Italia, de Flandes o de España ya no es el desenlace de la Edad Media y el arranque de los tiempos modernos, sino un injerto en una tierra que, durante milenios, ha recorrido otras vías, inventando diferentes soluciones al misterio de la vida y de la muerte, al enigma de la imagen y de la representación. Con el descubrimiento de América, el lento desarrollo de los estilos, el juego resuelto de las influencias, los trayectos obligados de Italia hacia Flandes, y de Flandes hacia Italia, se ven conmocionados por la irrupción de otras historias, de otros lenguajes que hacen que el arte occidental cese para siempre de ser europeo.