Vista del Depósito de Vilanova antes de la construcción del economato
La joya del Museo del mes de febrero: Depósitos de agua del taller de locomotoras de Vilanova i la Geltrú Las primeras locomotoras de vapor debían llevar en el tender reservas de carbón y agua, sin embargo, en el caso del agua, aunque salían llenas de origen, no era suficiente y tenían que provisionarse varias veces en un trayecto largo. Fruto de esta necesidad surgieron los depósitos de agua como elementos característicos de las antiguas estaciones de ferrocarril. Estos depósitos, aún visibles en muchas estaciones, eran imprescindibles para la explotación ferroviaria del pasado. Había de grandes dimensiones que se situaban en los depósitos de locomotoras y más pequeños en estaciones estratégicas para suministrar agua a las máquinas de vapor. Se abastecían de agua de su municipio aunque, a veces, tenían que traerla de otros lugares y una vez en el depósito, proporcionar la presión necesaria para elevarla, por su propio peso o por medio de bombas. Se construían metálicos o de otros materiales como cemento, ladrillo u hormigón Depósito de Tortosa
Los tres depósitos de Vilanova i la Geltrú son de los años 20 del siglo pasado. Se hicieron de acuerdo con el resto de instalaciones del depósito de locomotoras, conjugando la utilidad con unas líneas armónicas. El primero y el tercero son metálicos sobre pilares de forja. El segundo, también almacén de hormigón con cubeta metálica. Además, disponía de un sistema de tratamiento sobre los minerales del agua para reducir los efectos negativos en las calderas de las locomotoras. Su función era de reserva por si la red local fuera insuficiente. Depósitos de Vilanova
Hoy en día, son una representación emblemática del Museo y un destacado elemento visual del conjunto patrimonial. Para conmemorar los 25 años del Museo se ha creado un programa de patrocinio para la restauración de los tres depósitos para rehabilitar y preservar tan singulares construcciones.
Vista actual de los Depósitos de Vilanova