CUATRO CUENTOS EXTRAVAGANTES
1º ESO – IES LOS MONTESINOS CURSO 2014-15
CUENTO EXTRAVAGANTE I
Había una vez unos niños llamados Raúl (el inteligente), Borja (el fuerte) y Tobías (el miedoso), eran los hijos de Faustino IX. Pasaron los años y los príncipes se volvían más guapos, más fuertes y más inteligentes. El día en que Tobías, el más pequeño de los tres hermanos, cumplió los 18 años su padre los envió al gran reino de Miami donde tendrían que recoger un cargamento. Por el camino todos estaban nerviosos, menos Tobías, que estaba un poco enfadado por no celebrar su cumpleaños y intrigado por lo que le había dicho su padre: “Cuando seas rey lo comprenderás”. Cuando llegaron no había nadie, solo un campesino que estaba esperando sentado al lado de unas ruinas. El campesino dijo cuando les vio llegar: -
Vosotros debéis ser Raúl, Borja y Tobías. Tomad esta arma (que era la pistola de Jorge Man) y dirigíos hacia esa montaña rocosa de allí.
Los príncipes estaban intrigados, así que se dirigieron hacia la montaña. Cuando llegaron, vieron a un gran dragón que escupía fuego. Tobías, asustado, se escondió en un agujero mientras sus hermanos luchaban ferozmente contra el dragón. Pero sus hermanos no podían más y el gran dragón los mató. Tobías, enfurecido, subió por el agujero e intentó matarlo, pero no pudo con él y murió.
FIN
Ana I. – 1º ESO
CUENTO EXTRAVAGANTE II
Hace mucho tiempo comenzó una guerra con los militares y los nazis, luchando para quedarse con el territorio. Después de días luchando y luchando sin conseguir ganar, llegó uno más de ellos, el más fuerte de todos, y nada más ponerse a luchar, los derrotaron, aunque casi le quitan la cabeza. Una vez que el territorio les pertenecía lo reformaron todo, y se quedó superchulo. De repente, apareció un mago malvado y le puso una trampa a cada uno de ellos. Todos se quedaron alucinados al ver a ese mago malvado, pero ignoraban que les había puesto una trampa. Todos cayeron en ella menos uno, el más fuerte de todos, porque había visto al mago poner la trampa. De nuevo, uno de ellos casi pierde la cabeza en una de las trampas. Todos querían volver a la realidad, pero no podían. Tenían que quedarse allí, porque si lo abandonaban perderían el territorio, y entonces tendrían que volver a luchar para conseguirlo. A la mañana siguiente, cuando salieron fuera, se encontraron animales mágicos, se quedaron todos con la boca abierta, pero, de repente, desaparecieron. Esa misma tarde regresaron a casa para buscar a Hitler en familia, pero no lo encontraron, entonces decidieron volver allí. Estuvieron otro año más y cuando regresaron a casa lo hicieron con dinero y sus cabezas. Aunque decidieron volver para afeitar a Hitler, no pudieron porque había muerto.
Ainoa, 1º ESO
CUENTO EXTRAVAGANTE III
EL CANI Y SU VENGANZA Hace mucho tiempo un niño se convirtió en cani, es decir, calvo, con gorra, porreta y la camiseta del revés, lo cual le hacía parecer un poco idiota.
Justo el día de la trasformación, los mutantes invadieron la tierra creando así la primera guerra contra mutantes. Pasaron varias semanas y al cani solo le quedaba su hermano. De repente, una voz extraña dijo: os mataré. El CANI asustado corrió y corrió, hasta que empezó a volar. Se puso muy contento, menos por una cosa: se había olvidado de su hermano. Desde lo alto vio cómo los mutantes le alcanzaban y: ¡BANG! Una pistola de rayos le atravesó la cabeza lo cual le hizo decir en voz alta: Me vengaré.
Pasaron dos días y estaba muy sediento. Se sentó en una piedra y dijo: “Desearía una botella de agua”, y ¡PLAF! Una botella de agua apareció a su lado y la piedra en la que estaba sentado empezó hablar. -Hola, estoy aquí, debajo de ti. -¿Cómo? No puede ser –dijo el CANI. -Claro que puede ser, ¿quién te ha dado el agua? –respondió la piedra. A partir de ese día las cosas empezaron a funcionar. Pasaron tres semanas y el CANI muy bien equipado, con deseos que le había concedido la piedra, comenzó una lucha a muerte contra los mutantes.
Había conseguido derrotar a casi todos los mutantes. Y digo casi todos porque aún quedaba el más peligroso, el que había matado a su hermano, que estaba muy bien escondido. Después de unas horas se encontraron y justo cuando estaba a punto de apretar el gatillo, ¡BANG!, el mutante mató al CANI.
Iván M., 1º ESO
CUENTO EXTRAVAGANTE IV
EL GUERRERO 21
Érase una vez un Guerrero al que llamaban 21 porque tenía 21 pelos en la barba. Trabajaba para el gobierno pero era escritor.
Su deseo era conseguir tinta infinita porque él siempre emparejaba sus hojas. Se dirigió al bosque muerto, porque Snoog-dog le había dicho que allí la encontraría. Se lo dijo Snoog-dog porque era un Guerrero 21/ ecritor /cani, y por eso conocía a Snoogdog. Bueno, el caso es que se dirigió al bosque muerto. Cuando llegó, sacó su clip y, de repente, el clip se multiplicó en cientos y cientos, y cada paso que daba el Guerrero 21 dejaba un clip, así no se perdería.
Llevaba varias horas buscando el árbol muerto, se suponía que la tinta estaba dentro de él, hasta que por fin lo encontró, era un árbol grande pero muy podrido, tenía poca vida, no como los otros árboles que estaban vivos. Tenía un foso de fuego blanco, también había un puente blanco, por eso le costó encontrarlo. Empezó a cruzarlo y cuando terminó me di cuenta de que no era un puente, ¡ERA UN TIPEX! Era un tipex gigante que escupía fuego blanco y que todo lo que tocaba ese fuego no se quemaba, se borraba. El clip empezó a hacerse grande y hubo una batalla épica. Al final el Guerrero 21 ganó y el tipex se transformó en una princesa que estaba atrapada dentro de él. La princesa se llamaba Tinta y en vez de pelo tenía tinta que se regeneraba, el Guerrero 21 se enamoró de ella. Cuando volvió, se casó con la princesa, así tenía a su amada y tinta infinita para siempre. Se fumó un porro con Snoog-dog y colorín colorado la tinta se ha desparramado.
FIN José M., 1º ESO