UNIDAD 2 Los sentidos construidos en torno al juego
¡NOS ENCONTRAMOS NUEVAMENTE! Hemos reflexionado sobre lo que implica pensar el juego y el jugar desde la perspectiva de derechos, y cómo esto se relaciona a lo largo de la historia con una manera de entender a los niños y niñas, una construcción social de la categoría infancia. En este nuevo módulo, te proponemos reconstruir el abordaje que a lo largo de la historia se ha realizado en torno al juego, y cómo, la manera de entenderlo, ha ido aportando a la construcción de esta categoría hoy. Los contenidos del módulo son: El juego en el desarrollo del conocimiento del hombre: las teorías del juego. Un niño que juega es un niño sano. Manifiesto por el Día del Juego. Por Qué Juegan Los Niños. Capacidades que se desarrollan gracias a la actividad lúdica. Como aprenden los niños a través del juego. Beneficios del juego para los niños. La actividad lúdica a través del juego favorece el aprendizaje infantil. Tipos de juegos y sus beneficios para los niños. La fantasía e imaginación de los niños...Los niños experimentan imaginando. Potenciando la creatividad a través del juego. Los juegos funcionales y los juegos constitutivos. FORT-DA. El Objeto Transicional. Los juegos psicomotores: mediadores de la comunicación. Clasificaciones de los Juegos. Los objetivos que nos proponemos: ● Reconocer las diferentes construcciones teóricas que aportan a nuestra comprensión del juego y el jugar. ● Analizar la relación entre juego y aprendizaje, jugar y aprender en esta primera etapa de la vida. 1
● Conocer la importancia del juego en relación a las dimensiones del sujeto en situación de aprendizaje: lo cognoscente, lo subjetivo, lo social y la corporeidad.
Propuesta metodológica: La metodología será fundamentalmente de intercambio y reflexión crítica, para lo cual vamos a generar espacios de acompañamiento como foros para compartir ideas, y por supuesto puedes contar con el correo interno para tus dudas, preguntas o comentarios.
UNIDAD 2:
Los sentidos construidos en torno al juego
1. El juego en el desarrollo del conocimiento del hombre: las teorías del juego. A lo largo de la historia muchas disciplinas y áreas de conocimiento se han ocupado del juego. Como actividad humana, brinda diferentes perspectivas de análisis que hasta nuestros días configuran construcciones que posibilitan otorgarle sentidos diferentes, según el área desde la cual lo consideremos. No obstante, todas estas maneras de pensar el juego enriquecen la mirada, para comprender y profundizar en esta compleja actividad. El juego es una actividad que ha sido estudiada por numerosos filósofos, psicólogos, pedagogos y sociólogos. Se han elaborado gran número de teorías intentando develar sus características en pos de definirlo y conceptualizarlo. Johan Huizinga (1872-1945) fue un profesor, historiador y teórico holandés que según muchos autores fue el primero en realizar un abordaje científico-académico del juego en relación a la cultura. Uno de sus textos más conocidos, reúne una construcción que pone al juego como actividad propia del hombre, que propicia el advenimiento de la cultura, Homo ludens, cuya primera edición fue en 1938. Recuperamos a continuación, algunas frases ilustran su perspectiva compleja del juego: [...] Mientras se juega hay movimiento, un ir y venir, un cambio, una seriación, enlace y desenlace. 2
[...] Dentro del campo de juego existe un orden propio y absoluto. He aquí otro rasgo positivo del juego: crea orden, es orden. Lleva al mundo imperfecto y a la vida confusa una perfección provisional y limitada. El juego exige un orden absoluto. La desvariación más pequeña estropea todo el juego, le hace perder su carácter y lo anula. Esta conexión íntima con el aspecto de orden es, acaso, el motivo de por qué el juego, como ya hicimos notar, parece radicar en gran parte dentro del campo estético. [...] El juego es una acción u ocupación libre, que se desarrolla dentro de unos límites temporales y espaciales determinados, según reglas absolutamente obligatorias, aunque libremente aceptadas, acción que tiene su fin en sí misma y va acompañada de un sentimiento de tensión y alegría y de la conciencia de “ser de otro modo” que en la vida corriente. [...] Osadía, visos inciertos de ganancia, inseguridad del resultado y tensión constituyen la esencia de la actitud lúdica. La tensión determina la conciencia de la importancia y valor del juego, cuando crece, hace que el jugador olvide que está jugando. El juego es la actividad que posibilita al niño el desarrollo integro, es decir en la dimensión orgánica, cognitiva, afectiva; el juego es expresión del cuerpo del niño que se pone en contacto con los otros y con el mundo. Es una actividad natural y característica de la infancia. Podríamos expresar muchas ideas sobre el juego, decir por ejemplo que el niño juega:
Para ponerse en contacto con el mundo de las cosas,
Para conocer y contactarse con los otros
Para experimentar y ensayar nuevos aprendizajes,
Para ejercitar sus logros y aprendizajes
Para descargar tensiones y liberar energía.
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El juego es una actividad que no tiene fin en sí misma, produce placer, y posibilita el despliegue de la creatividad, permitiendo al sujeto apropiarse del mundo. Entre las teorías desarrolladas, retomando a Zapata (1989) podemos mencionar algunas: Spencer (1885) desarrollará la teoría de la Energía Sobrante; mediante la cual establece que el juego posibilita rebajar la energía acumulada, que no es consumida durante las situaciones que implican cubrir las necesidades básicas. Lazarus (1883) Expresa como el juego supone una recuperación de la energía, contrario al juego, en su teoría de la Relajación. K. Groos, en 1896 efectuó una de las primeras investigaciones sobre el "juego de los animales" y luego, estudió los juegos en los seres humanos, partir del análisis del juego animal dificultó, el abordaje del juego infantil, en su dimensión humana. Claparéde, enfocó al juego dentro de lo que definió como la teoría del pre-ejercicio. El estableció que el juego era un ejercicio de tendencias instintivas que más tarde encontrarían en la vida adulta, su aplicación concreta en el trabajo, en el deporte o en la vida cotidiana. Los dividía en: Juegos de experimentación o juegos de funciones generales como son los sensoriales (auditivos, táctiles, visuales, etc), los motores (carreras, saltos, etc), intelectuales (de imaginación, resolución de problemas) y los juegos afectivos y de ejercitación de la voluntad. Juegos de funciones especiales. Juegos de persecución, de lucha, de imitación, de actividades familiares y sociales. La teoría del pre-ejercicio remite en realidad a definir la naturaleza del juego por los instintos - biológicos, en relación con la predisposición heredada. En esta teoría se concibe al juego como preparación para la vida, desarrollando los instintos; es decir es un agente naturalmente educativo. 4
Gracias al tiempo que dura la infancia, en los animales y en los seres humanos, posibilita una etapa de plasticidad que permite que a través del juego, se experimente, se pruebe y se imite. Por medio del entrenamiento que otorga el juego, se desarrollan las funciones fisiológicas y psíquicas del niño. Por medio del juego, el niño se aleja del mundo real y puede comprender ese mundo distinto al propio; "el mundo adulto"; a la vez, que va conformando su futura personalidad que le permitirá incursionar con éxito en el mundo de la actividad social y laboral. El juego desempeña en la infancia el rol que el trabajo desempeña en el adulto. Un niño que ha jugado adecuadamente será un adulto que se integre constructiva y creativamente a su realidad. Por medio del juego, el niño se prueba física y mentalmente, y esto le permite ganar autonomía y afirmar su yo.
Henry Wallon clasifica los juegos de acuerdo a las etapas evolutivas en: Los juegos funcionales, son los que refieren a toda actividad que se guía por la ley del efecto; son movimientos simples y elementales, que tienden a lograr el dominio de gestos y a ejercitar el auto-conocimiento corporal (mover los dedos, tocarse un pie o alcanzar un objeto, producir sonidos, tirar cosas, etc.), posibilitan al niño conocerse a sí mismo en su despliegue corporal y el mundo que lo rodea. Los juegos de ficción implican asumir imaginariamente roles de adultos, como por ejemplo, jugar a la familia, a la comidita, al doctor, etc. Los juegos de adquisición le permitirán recibir y comprender a los seres humanos y a las cosas que lo rodean por medio de la razón y los sentidos. El niño no se cansará de oír relatos, cuentos, aprender canciones; no se cansará de realizar cualquier esfuerzo para captar el medio y la cultura de su realidad circundante. Los juegos de fabricación constituyen para el autor, la síntesis integradora de las anteriores etapas, por medio de estos juegos el niño opera con los objetos y 5
transforma y construye nuevos objetos, a partir de la experimentación (combinación, inclusión, etc). Esta propuesta es una propuesta netamente evolutiva, y si bien realiza un importante avance en relación a los aspectos afectivos y sociales, se encuentra fuertemente enraizada en un paradigma epistemológico positivista. Para Kant el juego es "una finalidad sin fin", una realización que sólo tiende a realizarse a sí misma. El juego en cuanto comienza a ordenarse en relación al fin, deja de ser juego para transformarse en trabajo, y pierde las características que lo definen como juego. S. Hall (1904), expresa cómo a través del juego, podemos rememorar las tareas de la vida
de
nuestros
antecesores,
llamada
la
teoría
de
la
Recapitulación.
Para Vigotsky el juego es una actividad social, el niño jugando con otros, aprende a cooperar y construye vínculos sociales de importante significatividad, es incluso jugando que se acerca al lenguaje. El autor expresa: “El juego es una actividad social en la cual gracias a la cooperación con otros niños se logran adquirir papeles que son complementarios del propio. Vygotski se ocupa sobre todo el juego simbólico y señala cómo los objetos, por ejemplo un bastón, sustituyen a otro elemento real (un caballo) y esos objetos cobran significado en el propio juego y contribuyen al desarrollo de la capacidad simbólica. Los objetos simbólicos cobran un significado en el juego a través de la influencia de los otros” (Delval, 2001) El juego para Pichón Riviere es un campo de aprendizaje, en el cual se produce un ajuste del sistema de comunicación y un entrenamiento que propicia el cambio que justamente este genera. Es una manera de explorar el mundo.
2. Un niño que juega es un niño sano Jugar permite un crecimiento equilibrado del cuerpo, de la inteligencia de los niños y de su afectividad y sociabilidad: es un componente indispensable en su crecimiento y, por desgracia, en el mundo hay muchos niños que no pueden jugar porque han tenido
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la mala suerte de nacer rodeados de bombas y de hambre, cuando no de explotación infantil. Los niños que han nacido en países como el nuestro son muy afortunados, y por eso debemos valorar esta suerte: "los niños tienen limitado su derecho al juego en la medida en que se priorizan aquellas actividades aparentemente útiles", alertan desde la Fundación Crecer Jugando, al tiempo que invitan a unirse al manifiesto por el Día del Juego.
3. Manifiesto por el Día del Juego - El juego constituye una actividad esencial para el desarrollo del individuo como lo es la educación, la alimentación o la salud. - Si los niños, niñas y jóvenes pudieran crecer en la alegría del juego devendrían adultos con mayor salud física y mental y la actitud lúdica les acompañaría siempre. - El juego resulta una valiosa herramienta para generar una sociedad mejor, fomentando la comunicación entre las personas, profundizando en las relaciones de los individuos de una comunidad y reconciliando posturas antagónicas. - El juego potencia la creatividad y el talento, estimulando la posibilidad de ver las cosas de distintas formas, favoreciendo mentes abiertas, alimentando la capacidad de transformar los conceptos e imaginar perspectivas nuevas. - El juego incide directamente en el desarrollo de la inteligencia emocional: en la capacidad de controlar las emociones, de motivarse un mismo, el reconocimiento de las emociones ajenas y el control de las relaciones.
4. Por Qué Juegan Los Niños Por Qué Juegan Los Niños Extraído de El Niño, El Mundo Externo. Donald Winnicott (1942) ¿Por qué juegan los niños? He aquí algunas de las razones, quizás evidentes, pero que vale la pena revisar. 7
Placer La mayoría de la gente diría que los niños juegan porque les gusta hacerlo, y ello es innegable. Los niños gozan con todas las experiencias físicas y emocionales del juego. Podemos aumentar el rango de ambas clases de experiencias proporcionando materiales e ideas, pero parece más conveniente ofrecer de menos y no de más en este sentido, ya que los niños son capaces de encontrar objetos e inventar juegos con mucha facilidad, y disfrutan al hacerlo. Para expresar agresión Suele decirse que los niños "liberan odio y agresión" en el juego, como si la agresión fuera algo malo de que es necesario librarse. En parte es cierto, porque el resentimiento acumulado y los resultados de la experiencia de la rabia pueden parecerle a un niño algo malo dentro de él. Pero resulta más importante decir lo mismo expresando que el niño valora la comprobación de que los impulsos de odio o de agresión pueden expresarse en un ambiente conocido, sin que ese ambiente le devuelva odio y violencia. El niño siente que un buen ambiente debe ser capaz de tolerar los sentimientos agresivos, siempre y cuando se los exprese en forma más o menos aceptable. Debe aceptar que la agresión está allí, en la configuración del niño, y éste se siente deshonesto si lo que existe se oculta y se niega. La agresión puede ser placentera, pero inevitablemente lleva consigo un daño real o imaginario contra alguien, de modo que el niño no puede dejar de enfrentar esta complicación. En cierta medida la enfrenta desde el origen, cuando acepta la disciplina de expresar el sentimiento agresivo bajo la forma del juego y no sencillamente cuando está enojado. La agresión también puede utilizarse en la actividad que tiene una meta final constructiva. Pero estas cosas sólo se logran gradualmente. A nosotros nos toca aseguramos de que no pasamos por alto la contribución social que hace el niño al expresar sus sentimientos agresivos en el juego, en lugar de hacerlo en el momento en que siente rabia. Quizás no nos guste sentirnos odiados o heridos, pero no debemos 8
pasar por alto lo que subyace a la autodisciplina con respecto a los impulsos de rabia. Para controlar ansiedad Si bien resulta fácil comprender que los niños juegan por placer, es mucho más difícil que la gente acepte que los niños juegan para controlar ansiedad, o para controlar ideas e impulsos que llevan a la ansiedad si no se los controla. La ansiedad siempre constituye un factor en el juego de un niño, y a menudo el principal. La amenaza de un exceso de ansiedad conduce al juego compulsivo o al juego repetitivo o a una búsqueda exagerada de placeres relacionados con el juego; y si la ansiedad es excesiva, el juego se transforma en una búsqueda de gratificación sexual. No es éste el momento adecuado para demostrar la tesis de que la ansiedad subyace al juego de los niños. Con todo, el resultado práctico es importante, pues en tanto los niños jueguen sólo por placer es posible pedirles que renuncien a él, mientras que, si el juego sirve para controlar la ansiedad, no podemos impedirles que lo hagan sin provocar angustia, verdadera ansiedad o nuevas defensas contra ella (como la masturbación o los ensueños diurnos). Para adquirir experiencia El juego es una porción muy grande de la vida para el niño. Las experiencias externas e internas pueden ser ricas para el adulto, pero para el niño las riquezas se encuentran principalmente en la fantasía y en el juego. Así como la personalidad de los adultos se desarrolla a través de su experiencia en el vivir, del mismo modo la de los niños se desarrolla a través de su propio juego, y de las invenciones relativas al juego de otros niños y de los adultos. Al enriquecerse, los niños aumentan gradualmente su capacidad para percibir la riqueza del mundo
externamente real. El juego
es la prueba
continua de la capacidad creadora, que significa estar vivo. Los adultos contribuyen aquí al reconocer la enorme importancia del juego, y al enseñar juegos tradicionales, pero sin ahogar o corromper la inventiva de los niños. 9
(Hoy agregaría aquí una nota sobre la experiencia de vivir en un área de transición de la experiencia, es decir, transición con respecto a la realidad interna
y la
externa.
Véase "Transitional
Objets
and
Transitional
Phenomena", Int, J. Psycho-Anal., vol. 34, parte 2, 1953, y en Conozca a su niño, pág. 44.) Para establecer contactos sociales Al principio los niños juegan solos o con la madre. No hay una necesidad inmediata de contar con compañeros de juego. Es en gran parte a través del juego, en el que los otros niños vienen a desempeñar papeles preconcebidos, que una criatura comienza a permitir que sus pares
tengan existencia
independiente. Así como algunos adultos tienen facilidad para hacerse de amigos y enemigos en el trabajo, mientras que otros pueden vivir en una casa de pensión durante años y preguntarse por qué nadie parece interesarse por ellos, del mismo modo los niños se hacen de amigos y de enemigos durante el juego, mientras que eso no les ocurre fácilmente fuera del juego. El juego proporciona una organización para iniciar relaciones emocionales y permite así que eso no les ocurre fácilmente fuera del juego. El juego proporciona una organización para iniciar relaciones emocionales y permite así que se desarrollen contactos sociales. Integración de la personalidad El juego, el uso de las formas artísticas, y la práctica religiosa, tienden de maneras diversas, pero relacionadas, a la unificación y la integración general de la personalidad. Por ejemplo, es fácil ver que el juego establece una vinculación entre la relación del individuo con la realidad personal interna y su relación con la realidad externa o compartida. Examinando este complejo problema desde otro punto de vista, diríamos que es en el juego donde el niño relaciona las ideas con la función corporal. En este sentido, sería provechoso examinar la masturbación u otras búsquedas de satisfacción sexual junto con la fantasía consciente e inconsciente que la acompaña, y comparar esto con el juego verdadero, en el que predominan las 10
ideas conscientes e inconscientes, y donde las actividades corporales relacionadas se mantienen latentes o bien están sometidas al contenido del juego. Cuando nos encontramos con un niño cuya masturbación compulsiva está aparentemente libre de fantasías, o cuando un niño cuyas fantasías diurnas compulsivas están aparentemente libres de una excitación corporal general o localizada, reconocemos con máxima claridad la tendencia saludable que existe en el juego que relaciona los dos aspectos de la vida, el funcionamiento corporal y la viveza de las ideas. El juego es la alternativa a la sensualidad en el esfuerzo del niño por no disociarse. Es bien sabido que cuando la ansiedad es relativamente grande, la sensualidad se torna compulsiva y el juego resulta imposible. De modo similar, cuando encontramos un niño en quien la relación con la realidad interna y la relación con la realidad externa no están articuladas en otras palabras, un niño cuya personalidad está seriamente dividida en este sentido, vemos con suma claridad que el juego normal (como el recordar y el relato de sueños) es una de las cosas que tienden a la integración de la personalidad. El niño con esa seria división de la personalidad no puede jugar, o no puede jugar en formas reconocibles para otros como relacionadas con el mundo. Comunicación con la gente Un niño que juega puede estar tratando de exhibir, por lo menos, parte del mundo interior, así como del exterior, a personas elegidas del ambiente. El juego puede ser "algo muy revelador sobre uno mismo", tal como la manera de vestirse puede serlo para un adulto. Esto es susceptible de transformarse a una edad temprana en lo opuesto, pues cabe decir que el juego, como el lenguaje, nos sirve para ocultar nuestros pensamientos, si nos referimos a los pensamientos más profundos. Es posible mantener oculto el inconsciente reprimido, pero el resto del inconsciente es algo que cada individuo desea llegar a conocer, y el juego, como los sueños, cumple la función de autorrevelación y comunicación en un nivel profundo. 11
En el psicoanálisis de niños pequeños, ese deseo de comunicarse a través del juego se utiliza en lugar del lenguaje del adulto. El niño de tres años tiene a menudo una tan profunda confianza en nuestra capacidad para comprender, que el psicoanalista se ve en grandes dificultades para estar a la altura de lo que el niño espera. La desilusión en este sentido provoca a veces mucha amargura, y no puede haber
mayor estímulo para el analista que busca una comprensión más
profunda que la aflicción del niño ante nuestro fracaso para comprender lo que (casi en secreto al principio) nos comunica a través del juego. Los niños de más edad ya están comparativamente desilusionados en este sentido, y para ellos no es un choque que no se los comprenda, o incluso descubrir que pueden engañar, y que la educación consiste en gran medida en adquirir eficacia para engañar y transar. Sin embargo, todos los niños (e incluso algunos adultos) siguen siendo en mayor o menor grado capaces de recuperar la confianza en la capacidad ajena de comprensión, y en su juego siempre podemos encontrar el camino hacia el inconsciente, y hacia la honestidad originaria que tan curiosamente comienza en plena floración en el bebé para volver luego al capullo.
Sin lugar a dudas, todos nosotros recordamos
con
mucha
nostalgia
algún juego de nuestra niñez. Todos, de
alguna
experimentamos
u
otra esa
forma hermosa
sensación de jugar solos o con otros, de crear y recrear espacios y juguetes. De un momento a otro teníamos una salvaje choza en el medio de la selva, solo con un par de cartones, o teníamos montado un gran kiosco con obejtos que la abuela ya no usaba. La lista sería interminable si cada uno de nosotros se pusiera a enumerar estas situaciones lúdicas que tanto nos entretenían de pequeños. Sabíamos 12
que nos apasionaban esos momentos, lo que no sabíamos, era que estábamos construyendo los cimientos de nuestro pensamiento, de nuestra imaginación, de nuestro lenguaje. El juego es más que un simple juego, cuando el niño o la niña juegan, está poniendo en marcha diferentes procesos mentales, que a su vez contribuyen a su maduración cerebral y a su desarrollo en todos los sentidos. A través del juego los niños y las niñas: ●
Desarrollan su lenguaje, practican expresiones y formas de comunicarse.
●
Dan sentido y significado al mundo que les rodea, en especial a todas aquellas facetas del mundo social que necesitan dotar de significado.
●
Se relacionan y aprenden a interactuar.
●
Aprenden a seguir unas reglas y la importancia de las mismas.
●
Desarrollan su pensamiento, planean estrategias, sacan conclusiones, hacen predicciones, etc.
●
Se potencia el desarrollo psicomotor, muchos juegos implican movimiento y coordinación.
●
Se favorece el desarrollo emocional. Son muchas las emociones y sentimientos experimentados en el juego, desde frustración, alegría, enfado, sorpresa, etc. tendrán que aprenden a manejar esos estados emocionales.
●
Además el juego supone diversión, distensión y entretenimiento. Lo que supone un importante valor: el niño o la niña están motivados a jugar, se entusiasman y se favorece el aprendizaje y desarrollo.
El juego es el medio natural de desarrollo y autoexpresión del niño, y es una de las herramientas terapéuticas empleadas en la prevención y tratamiento de dificultades acaecidas durante el desarrollo. Para Knox (1992) todos los juegos tienen en común la motivación intrínseca, espontaneidad, diversión, flexibilidad, su carácter absorbente, desafiante y vitalizador y la finalidad en sí mismo. Las experiencias lúdicas son importantes, la terapia a través del juego va encaminada a solucionar los problemas de adaptación de algunos niños. Si 13
el niño sufre algún trastorno que altera su equilibrio psíquico, éste se manifiesta ante todo en su juego. Es la motivación por el juego la que facilita la adquisición de los objetivos terapéuticos, el niño que juega está libre, experimenta con sensaciones, situaciones, emociones, materiales, con su cuerpo y su relación con la gravedad. El juego es indispensable para el desarrollo normal e integral del niño, también lo es para el niño con discapacidad. Jean Piaget describió los estadios que van apareciendo cronológicamente: el estadio sensoriomotor de los 0 a los 2 años, el estadio preoperacional entre los 2 y los 6 años en el que predomina el juego simbólico y el estadio de las operaciones concretas entre los 6 y los 12 años en el que predomina el juego con reglas. Todos los estadios son necesarios para el desarrollo completo de los niños y niñas porque van unidos a diferentes formas de experimentar y aprender sobre el cuerpo, su relación con el entorno y los demás. Cuando un adulto juega con un niño es importante que la motivación del niño guíe el juego, el juego no es una tarea, el niño no tiene por qué estar siempre activo, es necesario estar en el momento presente con el niño, respetar sus preferencias y disfrutar de estar juntos.
Natalia Nieves-Day Co-Directora y Terapeuta Ocupacional Clínica VitaeTherapy (Altea, Alicante)
5. El juego desarrolla diferentes capacidades en el niño - Físicas: para jugar los niños se mueven, ejercitándose casi sin darse cuenta, con lo cual desarrollan su coordinación psicomotriz y la motricidad gruesa y fina; además de ser saludable para todo su cuerpo - Desarrollo sensorial y mental: mediante la discriminación de formas, tamaños, colores, texturas, etc, en muchos de sus juegos se incluyen las seriaciones y clasificaciones casi de manera espontánea. - Afectivas: al experimentar emociones como sorpresa, expectación o alegría; 14
- Creatividad e imaginación: el juego las despierta y las desarrolla. - Forma hábitos de cooperación, para poder jugar se necesita de un compañero. - El juego hace que los bebés y niños pequeños aprendan a conocer su cuerpo, los límites de él y su entorno. Los niños deben disfrutar de sus juegos y recreaciones y deben ser orientados hacia fines educativos para así conseguir el máximo beneficio. En un inicio, los niños sólo se desenvuelven por la percepción inmediata de la situación, hacen lo primero que se les viene a la mente, mediante el juego el niño aprende a desenvolverse en el ambiente mental, utilizando el pensamiento para ir más allá del mundo externo concreto, logrando guiar su conducta por el significado de la situación obligándolo y motivándolo a desarrollar estrategias para la solución de sus problemas. Por ejemplo, cuando el niño quiera hacer que su torre de bloques pueda ser más alta, utilizará su pensamiento para descubrir que debe colocar los bloques más grandes en la base, o hacer una base con varios bloques pequeños y conseguir hacer una torre más alta que si lo hiciera apilando un bloque tras otro. A partir de los dos años de edad, el niño comienza una nueva etapa de juego utilizando su experiencia anterior para conseguir nuevos aprendizajes más elaborados debido a que la naturaleza de sus juegos cambiará porque está desarrollando su capacidad para pensar el sus nuevos descubrimientos, comienza a comunicarse fluidamente, amplía su vocabulario y cuenta con un mejor dominio de su cuerpo (motricidad gruesa y fina), haciendo que busque nuevas experiencias, compañeros de juego para desenvolver su imaginación participando más en el mundo de los adultos. La etapa escolar significa otro escalón en el progreso de sus juegos, ahora juegan en el colegio y al llegar a casa siguen jugando y poniendo en práctica lo que han vivido y aprendido en el colegio, imitando la realidad, representando por medio del juego simbólico todo lo que han vivido o quieren vivir, permitiéndoles exteriorizar sus emociones: alegrías, sentimientos, momentos difíciles, frustraciones, etc.
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6. Cómo aprenden los niños a través del juego En ocasiones, algunos padres tienen la idea de que el tiempo que los niños pasan jugando es un tiempo perdido y sin importancia. Sin embargo, es importante que los padres sepan que el juego es probablemente el aspecto más importante de la vida de un niño y son innumerables los beneficios de cada tipo de juego. Esta creencia se refleja en la tendencia de los padres a enseñar a sus hijos una variedad de habilidades, en vez de simplemente jugar con sus ellos. En una sociedad que enfatiza tremendamente las notas del colegio, el éxito en lo económico y la importancia del trabajo, es difícil abandonar la idea de que el juego de los niños es equivalente a perder el tiempo. Los profesores tienen la responsabilidad de que los niños consigan determinadas metas académicas, los padres en ocasiones se convierten en profesores de sus hijos para asegurar que tengan un desarrollo adecuado en sus estudios, como consecuencia los niños desde los dos o tres años ya están metidos en aprendizajes estructurados para aprender a leer, escribir y acumular conocimientos. A raíz de todo esto, con frecuencia el juego se abandona o queda relegado al tiempo del recreo.
7. Beneficios del juego para los niños El juego beneficia a los niños de muchas maneras: dándoles oportunidades para que puedan aprender quiénes son, el alcance de lo que pueden hacer y cómo se pueden relacionar con el mundo a su alrededor. La importancia del juego reside en que ayuda al desarrollo físico, emocional y social del niño y, sobre todo, el juego ayuda a establecer una relación de cariño entre los miembros de la familia, creando experiencias y sentimientos positivos que se podrán usar en momentos de conflicto. Los adultos pueden poco a poco ayudar a sus hijos a aprender durante el tiempo de juego.
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8. La actividad lúdica a través del juego favorece el aprendizaje infantil. a. Tipos de juegos y sus beneficios para los niños
1. El juego físico: mejora las habilidades físicas, contribuye de forma positiva en la salud y en el desarrollo muscular del niño, así como ayuda a mejorar el control motor y su coordinación entre la vista y el tacto. Ejemplo que ello son: - Cubos. - Juguetes
de
transporte:
patines,
bicicleta,
un
coche,
triciclo.
- Juguetes para jugar al aire libre: arenero con palas y cubos, y columpios. - Juegos activos: la comba, la goma, el escondite, pilla-pilla, el pañuelo. 2.
El juego exploratorio o de manipuleo: este tipo de juego implica resolver
problemas, manipular, explorar y ganar control sobre una actividad, entre otras cosas el niño aprende que él mismo puede controlar el proceso y el resultado de toda actividad. Hasta los juguetes más sencillos permiten al niño explorar las dimensiones del espacio, manipular, armar y desarmar figuras para crear nuevas formas y hacerse más sensible al color y a la textura de los materiales. Por ejemplo: -Puzles. -Juguetes de construcción como Legos o Playmobil, cajas para armar casitas -Cubos que encajan -Pinturas, papel, tujeras, plastilinas y arcillas. 3. Los juegos con normas o reglas: los niños prescolares no son capaces todavía de seguirlos; es a partir de los 6-8 años de edad cuando los niños son capaces de interactuar de forma cooperativa y empezar a comprender las reglas. Por ejemplo: -Dominó. -Juegos de mesa y juegos de cartas 4. El juego simbólico o imaginativo: implica el uso de ideas o símbolos, en vez de personas u objetos. Los niños trabajan con representaciones de cosas en lugar de las cosas mismas; este tipo de juego empieza desde los 18 meses y está presente en todos 17
los niños saludables a los 3 años. Es una oportunidad para que los pequeños piensen simbólicamente y les da una defensa útil para resolver cosas por sí mismos, ayudándoles a tener una mejor idea de lo que es real y lo que no lo es, les permite experimentar los sentimientos y las emociones de otros, y ser sensibles al impacto que sus acciones tienen en la gente los rodea. Por ejemplo: - Marionetas. -Disfraces. - Juguetes relacionados con la casa: muñecas, carricoches, cocinita, platos, comida de plástico, etc. - Teléfonos de juguete y dinero de juguete. - Actividades imaginarias: poner una tienda, restaurante, hospital. Estos juegos, donde se evocan situaciones en las que se crean personajes y hasta los muñecos cobran vida, se denomina Juego Simbólico debido a esta posibilidad de simbolizar, es decir de crear situaciones mentales y combinarlas con hechos reales e imaginarios. El juego Simbólico, permite al niño representar situaciones mentales reales o ficticias. Favorece la comprensión y asimilación del entorno del niño, desarrolla su lenguaje y contribuye con su desarrollo emocional. Fomenta su capacidad imaginativa, permite en el futuro un juego colectivo y con reglas. A través de este juego el niño representa, de forma simbólica, los roles y las situaciones del mundo que le rodea. Este juego implica “hacer como si” comiera, usando un palillo en vez de una cuchara o “hacer como si” fuera la madre o el doctor de su muñeca. A través de esta actividad desarrollan muchas de sus destrezas y se van formando una imagen del mundo. El juego simbólico es particularmente importante pues se refiere a la capacidad del pequeño para imitar situaciones de la vida real y ponerse en la piel 18
de otras personas. Se trata de una actividad en la que el niño pasa continuamente de lo real a lo imaginario que le ayuda a ampliar su lenguaje, desarrollar la empatía y, sobre todo, consolidar sus representaciones mentales. También es una vía para que el niño canalice sus preocupaciones e incluso le permite encontrar soluciones a sus conflictos ya que recrea diferentes situaciones a través del juego. ¿Pero cuando comenzamos a desarrollar este tipo de juego? Generalmente el juego simbólico comienza a los dos años, aunque depende mucho de la madurez psicológica de cada niño. Esta actividad aparece cuando el pequeño desarrolla la capacidad para crear y trabajar mentalmente con los símbolos. En un primer momento
el
niño se limita a reproducir vida
la
cotidiana
de los adultos, los cuentos que les
leen
padres
y
sus los
dibujos animados.
De
hecho, a los dos y tres años la visión del niño aún es muy egocéntrica y prefiere jugar solo o con sus padres. Sin embargo, poco a poco, a medida que se consolida el lenguaje, su imaginación y la capacidad de representación; va recreando escenarios más complejos, frutos de su fantasía e incluye a otras personas en el juego. De hecho, un aspecto fundamental de esta nueva actividad es el juego compartido. En un primer momento el niño comparte su juego con los padres pero más adelante comienza a disfrutar jugando con otros pequeños. En este punto son capaces de establecer una meta común y ciertas normas del juego. Poco a poco, el juego simbólico 19
se complejiza y se hace grupal, por lo que pasa a ser un proceso de socialización propiamente dicho. Este cambio se produce a los 4 o 5 años, edad en la que el niño ya tiene las herramientas psicológicas necesarias para compartir el simbolismo del juego con otros pequeños. Así, la niña que antes jugaba a ser la madre de su muñeca, ahora incluye en el juego a otros pequeños, que asumirán diferentes roles, como el padre, el doctor y la maestra. 9. La fantasía e imaginación de los niños...Los niños experimentan imaginando La fantasía e imaginación de los niños, no es un tema menor, por lo visto hasta aquí, acompaña el desarrollo del niño y le permite no solo recrear situaciones, sino también manifestar mucho más que una simple hora de juego. Por esto, es preciso que ayudemos
a
desarrollarla,
poniéndola
en
cauce
para
que
no
se
desborde. La fantasía toma sus componentes de la realidad interna y externa, y la transforma creando una realidad distinta. Con su imaginación, el niño inventa nuevos personajes y juegos, además de originales historias. La fantasía siempre ha estado muy presente en la literatura, el cine y en diversas obras de arte. Si nos paramos a pensar, son muchos los títulos que se nos vienen a la cabeza con la fantasía como trasfondo, desde las recientes aventuras de Harry Potter hasta las historias mitológicas de hace siglos. La imaginación es una facultad humana que empezamos a ejercer desde que somos muy pequeños, y es a la edad de los 3-6 años cuando ésta brinda a los niños posibilidades mucho más creativas e inesperadas, ya que no siguen la lógica de los adultos. El proceso de crecer y madurar no resulta nada fácil para un niño. Poco a poco ha de ir enfrentándose con el mundo, ha de relacionarse con los demás. Por todo ello, los niños necesitan un mundo interior que les brinde protección y que se convierta en su refugio. Cuando el niño juega con la imaginación, se transforma en la persona todopoderosa que no es en la realidad. Inventa y transforma, por ejemplo, un palo de escoba en un caballo de carreras. La fantasía es para él un modo de aprender y con su imaginación 20
crea situaciones y se coloca a sí mismo dentro de ellas, como un juego de simulación. Para la niña y el niño, es la manera de vivir una rica variedad de experiencias: puede convertirse en mamá, en un maestro o en un guerrero. No sólo transforma un objeto en otro, sino que es capaz de transformarse él mismo; puede cambiar de identidad de un momento a otro, pasando de la ficción a la realidad cuantas veces necesite hacerlo. Y buscará cómplices que participen con él en el juego fantástico. Es conveniente que los niños usen esa capacidad de fantasía, que jueguen mucho, que inventen, pinten, se disfracen, hablen, etc. Más importante que ponerle los pies en la tierra recurriendo a argumentos "lógicos", puede ser que participemos de sus juegos fantasiosos. La fantasía es para él un modo de aprender, con ella crea situaciones y se coloca dentro de ellas. Nuestro papel, consistirá en ayudarles a diferenciar la realidad de lo que sólo existe en su cabeza.
10. Potenciando la creatividad a través del juego… Aunque siempre relacionamos la creatividad con el arte, la pintura y la música, lo cierto es que la persona creativa también puede serlo en otras áreas como las matemáticas o las ciencias. Lo que determina que una persona o un niño sea creativo es su grado de imaginación, de originalidad, de productividad y de solucionar problemas de diversas formas. Todos los niños tienen un gran potencial creativo, por lo que lo mejor es animarles y alentarles para que lo desarrollen y no se frustren. Así, diversos estudios han puesto de relevancia la importancia del "proceso creativo" más que del "resultado creativo", pues hay que tener en cuenta que hablamos de niños y que están aprendiendo. Por ello, lo mejor es animarles siempre y comunicarnos con ellos. En ocasiones, muchos niños dejan de lado esa creatividad por falta de confianza en sí mismos. Algunos definen la creatividad como el resultado de un proceso, otros como las características de un producto y otros como un rasgo propio de la personalidad. Los niños empiezan a reflejar su creatividad en el colegio sobre todo por medio de
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actividades artísticas o plásticas. El arte es fundamental para que los niños puedan expresarse y para que desarrollen su pensamiento. Aunque pueda haber distintas interpretaciones de la creatividad, lo que sí está claro es que la creatividad es aquello por lo que las personas somos capaces de crear ideas y soluciones nuevas. Con la creatividad, las personas proyectamos o imaginamos un problema en la mente y conseguimos extraer una solución. Todas las personas tenemos por naturaleza el impulso de crear cosas nuevas o de hacer algo nuevo, es decir, de ser creativos. Estos primeros síntomas se reflejan en la infancia. Los especialistas recomiendan fomentar la creatividad de los menores porque permite aumentar la autoestima y la conciencia de uno mismo, es decir, que los niños se sientan seguros para expresar sus sentimientos y emociones. Otra de las ventajas de la creatividad es que fomenta la socialización en los menores, pues al ser niños expresivos y no esconder sus sentimientos son más capaces para conocer los de los demás y ser más receptivos. Además, las personas creativas se sienten más realizadas y satisfechas por hacer algo para lo que tienen un don especial o un talento natural. El juego es el recurso apropiado para que en la intervención con el niño potenciemos el desarrollo de la creatividad tan necesaria es para su desarrollo óptimo. Para esto es preciso darle el tiempo y los recursos para que el pequeño juegue, que elija a qué quiere jugar: que cante, que baile, que invente mundos imaginarios. Será necesario felicitarlo y destacar cuando manifieste una idea nueva dentro de su espacio lúdico. Es esencial no burlarse ni reírse de él o sus ideas, por alocadas que puedan parecerte. Él debe sentir que lo que hace tiene un valor pues, si no, dejará de hacerlo y de explorar nuevos caminos de su creatividad. De esta manera también estaremos alentándolo para que experimente, lo que lo hará ver cosas diferentes y le ayudará a motivar su creatividad. Pregúntale que hace, que ha inventado, esto tiene dos lados positivos: por un lado, muestras interés por lo que está haciendo. Pero además, si le cuestionas cosas (hasta las más obvias) estarás ayudando a desarrollar su pensamiento crítico para que él mismo encuentre soluciones a preguntas que quizá no se había planteado. Plantéale retos y metas alcanzables pero, a su vez, lo suficientemente difíciles para que 22
signifique algo para él lograrlas. Le ayudará a diseñar alternativas diferentes y creativas ante los problemas. Destaco aquí el tiempo dedicado a las manualidades con productos y cosas que ya no se usen y que él pueda otorgarle nuevos usos y funciones, como por ejemplo casas de muñecas con cajas de cartón. Será fundamental el trabajo con los padres para que ellos mismos puedan en el hogar potenciar la creatividad de sus hijos y de esta manera colaborar con el tratamiento del niño. La Doctora Margaret Morgan Lawrence afirmaba que la creatividad nace en la cuna familiar y en el mundo interior de los padres, de ahí la importancia de estos en el desarrollo de la creatividad de sus hijos. Muchos niños no llegan a desarrollar sus habilidades inventivas debido a que los padres no dedican la atención suficiente a su potenciación, porque coartan sus ideas o porque no les permiten tomar decisiones. La doctora Lawrence aconseja a los padres a que sean capaces de retrotraerse a su infancia y a intentar dar rienda suelta a su creatividad para que fomenten así la de sus hijos: “Si tuvieran cinco años ¿qué les gustaría hacer?... Dedicar a esto un tiempo semanal, puede resultar más enriquecedor de lo que pensamos”.
Algunos tópicos a trabajar con los papas: 1. Promueve la libertad de expresión para que generen ideas personales sin temor a equivocarse. Crea un clima de confianza y seguridad para tu hijo. 2. Dedica tiempo para jugar con tu hijo. Por medio del juego, la imaginación y las emociones de tu hijo fluyen. Intenta estar a su altura, jugar e imaginar con él para potenciar este clima divertido y familiar. 3. Trabaja en grupo con tu hijo, plantea problemas en común para que todos participen en la búsqueda de soluciones. 4. Deja que tu hijo se equivoque. Es fundamental que tu hijo cometa errores y que aprenda en qué se ha equivocado para que pueda construir nuevos aprendizajes.
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5. Fomenta sus intereses y su curiosidad. Apunta a tu hijo a actividades que impliquen desarrollo creativo e intenta que utilice su imaginación cuando converse contigo. (Ana Vázquez Recio)
11. Los juegos funcionales y los juegos constitutivos A lo largo de los años se han venido haciendo diferentes categorizaciones respecto del juego. Jean Piaget en "La formación del símbolo en el niño" nos dice después de revisar varias categorizaciones (pensemos que corría el año 59 cuando él escribe el libro) "se encuentran tres grandes tipos de estructuras que caracterizan los juegos infantiles y dominan la clasificación de detalle: el ejercicio, el símbolo y la regla; los juegos de construcción constituyen la transición entre los tres y las conductas adaptadas" Para comenzar vamos a revisar un texto donde Piaget diferencia en tres etapas la primera clasificación de juegos: los juegos de ejercicios. "Los juegos
de ejercicios sensorio-motor pueden clasificarse según
los tipos
siguientes,... una primera clase... que se limitan a producir una conducta ordinariamente adaptada a un fin ulterior tal cual, pero sacándola de su contexto y repitiéndola por el solo placer de ejercer su poder. De la primera clase se pasa a la segunda... La única diferencia entre estas nuevas conductas y las precedentes estriba en que el sujeto no se limita a ejercer actividades ya adquiridas tal cual en el plano de las adaptaciones inteligentes, sino que constituyen nuevas combinaciones que son lúdicas desde el comienzo." Piaget continúa para clarificarlos más con los siguientes ejemplos:
1. Los primeros corresponden a las diferentes acciones sensorio-motoras de los estadios comprendidos entre el 2ª y el 5ª. 2. La segunda clase está más destinada a la exploración del objeto en sí, Ej. Mete bolitas dentro de un recipiente.
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3. Existe además una tercera clase que es la de las combinaciones con una finalidad, es decir las que desde el comienzo tienen una finalidad lúdica. Ej. Los niños ordenan por forma y tamaño algunos cubos. Al verlo finalizado lo utilizan como soporte para el proceso lúdico. Este juego sensorio motor le facilita el ingreso al juego simbólico.
Más allá de todas las diferenciaciones que ordena Piaget, a nosotros lo que más nos interesa, es que desde el principio esta acción sensorio motora está al servicio de los procesos del juego y que el juego se arma dentro de los procesos sensorio motores. Esto por otra parte encierra dos aspectos a ser mirados. Por un lado la combinación de estructuras a ser logradas, procesos de adaptación y asimilación, para seguir dentro del lenguaje piagetiano, que serian las primeras herramientas sobre las cuales el niño podría operar
para armar sus engramas
primeros del juego. Dice Piaget "un esquema no es jamás en sí mismo lúdico o no lúdico y su carácter de juego no provienen sí o no del contexto o del funcionamiento actual. Pero todos los esquemas son susceptibles de dar lugar a esta asimilación pura, cuya forma extrema la constituye el juego" Como vemos los juegos de ejercicios no solo tienen el valor de preparar para sostener los procesos simbólicos a advenir, sino que en si mismo son importante para el niño en el momento de ser puestos en la escena. Otro de los aspectos, es el esquema de repetición que sostienen estos primeros juegos funcionales. Repetición que le permiten al niño sostener el primer engrama realizado al azar y sobre ella lograr habilidades. Sobre la repetición el niño logra perfeccionar el primer esquema realizado al azar. Ahora bien, dentro de repetición de este esquema el niño también encontrará variaciones y es sobre ella que se construyen nuevos esquemas y así sucesivamente se construyen mejo- res y nuevos esquemas. Repetición, que por otra parte reaseguran al niño como operador de modificaciones en el entorno. Este es un proceso muy significativo para la apropiación del mundo
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del objeto. Mundo del objeto que al principio y solo gracias a los procesos de repetición el niño logrará hacer propio y podrá devenir en estructura conocida y luego representada. Es en la repetición del juego, tanto sensorio motor como simbólico que el niño se reasegura tanto en su orden interno como en el ordenamiento externo. Y es a partir de la repetición que puede introducir variables que lo llevarán a estructuras más elaboradas. Esta repetición es una de las conductas que mayor temor imprime al adulto, cuando mira jugar al niño, porque se le parece en extremo al ritualismo o lo que es peor a la estereotipia. A nuestro entender la estereotipa tiene justamente sus raíces en este proceso del juego funcional. Donde el niño queda entrampado en la repetición por el solo placer del propio hacer sobre su propio cuerpo "Haciendo" o por el placer del hacer sobre un mismo objeto. Esta tiene varias explicaciones, una de los tantas es que es el niño encuentra en la repetición el proceso reasegurador de su propio cuerpo. Por otra parte, en la repetición se encuentra seguro de controlar el mundo externo, al servicio del control del mundo interno. Así él bebe inicia los juegos funcionales y queda por necesidad de control del mundo externo estereotipado o sin posibilidades de simbolizar este juego para hacerlo llegar al juego simbólico. Para decirlo de manera más sencilla queda entrampado en la repetición de un juego sensorio motor o funcional. Mucho de esto pasa en los rituales. Sin entrar en el trastorno o la patología ritualista sería interesante revisarlo, aunque sea de manera superficial. El ritual tiene un esquema semejante a este del juego sensorio motor, solo que un alcance mayor ya que esta enlazado en el mundo de la especie, la raza, la cultura y la sociedad. Pero me parece que sería interesante mirar como estos juegos hasta aquí solo, funciona- les o sensorio motores, le permiten al niño constituirse como sujetos ¿Cómo estos juegos dejan de ser mirados como simples esquemas de acción para estar al servicio de la constitución del sí mismo?
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Estos juegos que introducen, como primer objeto de placer el cuerpo de la mamá. Donde se comienza a visualizar las primeras acciones más o menos coordinadas para la incorporación de objetos externos, por ejemplo el rostro de la madre, su nariz hace de este juego un juego constitutivo ya que el que sostiene la acción le comienza a poner significación a través de la palabra. Dándole al niño jerarquía de persona pensante, que tiene la posibilidad futura de entrar en la cadena del lenguaje. La mamá da por supuesto un nivel de comprensión, da por supuesto que su hijo hoy no parlante será en el futuro portador de la palabra. Junto con este juego funcional por parte del niño, palabras llenas de significación por parte de la madre aparecen los primeros soportes lúdicos. Acción-silencio- palabra + gesto/ cadena que establece los primeros modos de comunicación entre el bebé y su madre. Ritmias que se establecen en espacios muy pequeños que le permiten al bebe salir al mundo
a conocerlo y poder ir
descubriendo quien es él. Y por su parte a la madre encadenarlo a su especie y a su condición de sujeto poseedor de deseo, de saber y de hacer. Estos juegos funcionales se comienzan a ampliar en la medida en que el niño a través de la experimentación activa y la asimilación funcional comienza a descubrir el mundo externo y encontrar estructuras más adaptadas para ingresar a él. Pero por otra parte no solo él se auto provee de nuevas experiencias, sino que su madre reconociendo estas nuevas adquisiciones le ofrece un mundo cada vez más rico en objetos y personas. Esta presentación del mundo, del mundo de las personas, del mundo de los objetos está siempre cargada de significación. Está siempre cargada de palabras. Dice Francoise Dolto "La palabra, tiene ciertamente, un sentido simbólico en sí misma, es decir que reúne, más allá del espacio y el tiempo en una comunicación por el lenguaje hablado, registrado, escrito, a seres humanos que, aun sin experiencia adquirida en común, pueden transmitirse, si se tiene confianza, los frutos con base en
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el lenguaje adquirido por ellos en el cruzamiento de su imagen del cuerpo con su esquema corporal." (La imagen inconsciente del cuerpo) Es que utilizando la palabra, como mediador de la ausencia del cuerpo de ella, la madre introduce al niño en los juegos del cu-co, juego que introduce al niño en el orden simbólico de la ausencia del cuerpo de la madre. Juego de ausencia presencia. Que se juega a escasa distancia de los cuerpos, que utiliza el tapado de uno de los cuerpos y que utiliza como mediadora a la palabra. Juego de dos presencias el cuerpo- silencio ausencia- cuerpo presencia. Por otra parte el juego del cuco se inicia con la ausencia del rostro materno. Este cu-co
se va ampliando y cada vez se lo realiza a mayor distancia y con la
posibilidad de que inicie el juego también el niño. Este juego toma a lo largo de la vida del niño cada vez mayor variedad de formas. Una de ellas es el juego tradicional de las escondidas. En la medida en que la mamá vaya reconociendo a su hijo como sujeto (separado de ella) poseedor de saber,
poseedor de habilidades
de acción, poseedor de
conocimientos, le irá ampliando el mundo, a la vez que lo llena de palabras las cuales, vuelvo a insistir están cargadas de significación tanto para la madre como para su relación comunicacional con el niño. Este mundo cada vez más se llena de objetos de variadas formas, colores, texturas, sabores, olores, temperaturas, consistencias. A las cuales ira presentando la madre, no solo porque al principio se las pondrá en sus manos, en su boca, en su espacio inmediato, sino que este espacio se irá abriendo y conquistando en la medida en que logre mayores desplazamientos y mejores coordinaciones visomotoras. Es justamente cuando el niño inicia la salida al mundo que inaugura este juego conocido como:
FORT-DA Juego que tiene sus raíces en el juego del cu-co y que se ve enriquecido ya que el niño tiene mayores capacidades psicomotoras, es decir puede desplazarse a la búsqueda 28
del objeto perdido, tiene secuencias y orden de trayectoria para seguir el objeto que se le escapa de su radio de acción en relación a su propio eje. Y lo que es más tiene o arma ritmias organizadas que le permiten sostener esta secuencia motora. Desde el aspecto cognitivo, el niño tiene la posibilidad de armar la conservación del objeto. Esto es aunque el objeto se le desaparezca él sabe que permanece y por otra parte él tiene la posibilidad de armar el esquema de medio- fin. Aunque al principio el niño no los pueda diferenciar claramente. Desde el aspecto afectivo el niño a través de este juego de carreteles o tiradas de objetos desde su silla alta o de otras manifestaciones más o menos elaboradas puede acceder a poner desde unos juegos con significación la ausencia de su madre. La cual le permite al niño introducirse en los primeros procesos de separación y de individuación. Puede comenzar a diferenciarse del cuerpo de su madre a la vez que descubre su propio cuerpo. A la vez que se introduce en los primeros procesos de significación tanto desde la palabra como de los objetos. Este juego del fort-da inaugura los procesos de constitución de su propia imagen corporal. Son tantos y tan variados los estudios o lectura de diferentes psicoanalistas argentinos sobre este juego que es muy difícil definirlo o mirarlo desde un mismo lugar. Ricardo Rodulfo toma este juego del fort-da y hace algunos análisis respecto de él que ya hemos revisado anteriormente, pero plantea otros que son muy importantes para la constitución subjetiva. Él dice en "El niño y el significante " que el niño pequeño a partir de del juego del fortda puede
fabricar un afuera y a partir de ello" simbolizar lo que antes le era
impensable: la partida de la madre. No tenía modo de concebirlo salvo como desaparición peligrosa e insoportable; a partir de la producción de este espacio inaugura una manera de pensarlo, se vuelve imaginarizable, representable y, por lo tanto, da curso a una regulación diferente de la angustia, lo que es otro fruto absolutamente capital "
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Rodulfo nos explica que esto le permite en definitiva fabricar imagos." Fabricar imagos quiere decir que cuando el Otro se va, no se va todo para él, en especial no se va de su cuerpo, es capaz de armar imagos que le ayuden a esperar" Como vemos el fort-da inaugura los primeros cimientos para la constitución de su propia imagen corporal, de su propio sí- mismo. Lo que sí es importante clarificar es que ni el acto psicomotor, ni el proceso de conservación de objeto,
ni el proceso de ausencia y presencia, ni el inicio de
simbolización del objeto y la palabra se dan de manera separada, sino que es un continuo en el desarrollo que dependiendo desde los aspectos teóricos que está estudiando el que lo mira lo explica desde lugares distintos. Pero es necesario insistir para que comencemos a ver al niño en desarrollo y como un todo y no de manera fragmentada. Pensar en este fort- da como un juego nos permite muy claramente mirar a este niño desde una totalidad y no como una sucesión de hechos que cada autor tomara para explicar sus fundamentos teóricos. Por otra parte es necesario que este fort-da tenga la posibilidad de ser vivenciado por el niño, ser observado en sus diferentes manifestaciones por nosotros para que podamos de aquí en más hacerlo fluir dentro de este desarrollo y no como un juego aislado. Este juego es una parte de un proceso a ser vivenciado y desarrollado en otros juegos más elaborados. Uno de los aspectos que aparecen por primera vez anunciados en este fort-da en este ahí está o no está, en este poner fuera del alcance de su mano por su propio medios un objeto, en este anunciar a través de la palabra la ausencia o presencia de este carretel es que este objeto comienza por primera vez a ser significado como juguete. Y aquí aparecen los primeros esbozos del juguete, que a nuestro entender se instaura en el juego con el objeto que la mamá trae en su ausencia para que el niño se entrega. Objeto- juguete que la mamá ha cargado del simbolismo de que en su ausencia se encargue de entretener a su hijo.
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El Objeto Transicional Objeto, que Winnicott llama Objeto Transicional y del cual también habla F. Doltó El objeto Transicional es un objeto que articula a los niños con las imágenes táctiles de las zonas de base, funcional y erógena, oral y olfativa; y con las imágenes manipuladoras funcionales anales de la época en que, antes de ser autónomo para la marcha son "deambulados" por el adulto. Sobre los objetos transicionales, ellos desplazan la relación pasada de los adultos con ellos cuando, de estos adultos, se sentían objetos parciales" "Los objetos transicionales le son necesarios si un peligro amenaza separarlos de un lugar de seguridad materna y cuando pierden su imagen funcional anal y por lo tanto la motricidad y la de ambulación, es decir cuando se los mete en la cama (a veces también cuando cambian de lugar" Tiene necesidad de este objeto llamado transicional, uno entre varios, que representa la relación rememorada de sí mismo siendo pequeños con el adulto asegurador: adulto de quien posee su omnipotencia potencial frente a esa cosa que es el objeto transicional" Es objeto que desde lo real tendrá forma de trapito, de oso o de objeto que fue puesto en la vida de este niño desde las manos de su madre y que consensuaron los dos que es un objeto que aparece en momento de inseguridad tanto interna como externa, está cargado de un simbolismo que asegura la ausencia de la madre . Dicho simbolismo no solo está consensuado por la díada madre hijo sino que está sostenida por el entorno. En un párrafo anterior Doltó también expresa "Los niños que tienen bastantes palabras de amor y de libertades lúdicas motrices, no necesitan objetos transicionales. Sea cual fuere su deseo de asegurarse, poseen la suficiente inventividad motriz asociada a su madre y bastantes palabras con la madre, esta se halla lo suficientemente presente, como
para
que renueve
su "stock" de palabras
vocalizadas, objetos transicionales sonoros quizás antes de que se articulen a
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situaciones y actos para devenir auténticas palabras que ellos conservan durante sus momentos de soledad y cuando se están durmiendo”1 Este objeto pierde por primera vez su condición de tal para iniciar el proceso simbólico. Simbolismo que introducirá primero su madre a este objeto. Objeto que toma presencia simbólica justamente en la ausencia del cuerpo (objeto) de la madre segurizante hasta ahora para el niño. Este inicia al niño al proceso simbólico que se verá desplegando en su plenitud en el juego simbólico. Vamos a hacer una revisión desde la mirada de Winicott, este nos dice en Realidad y Juego. "En el desarrollo del niño pequeño aparece, tarde o temprano, una tendencia a entretejer en la trama personal objetos distintos -que-yo. En cierta medida estos objetos representan el pecho materno” Pero más adelante enuncia que su enfoque tiene que ver con las primeras posesiones y con la zona intermedia entre lo subjetivo y lo que se percibe en forma objetiva. Por otra parte él habla del fenómeno transicional y del objeto transicional. De este último él dice que "llega a adquirir una importancia vital para él bebe al disponerse a dormir, y que es una defensa contra la ansiedad, en especial contra la de tipo depresivo" a esto le agrega que el objeto puede ser blando o duro, que no hay diferencias entre niñas y varones y que pueden aparecer palabras asociadas con los juegos vocálicos del niño (man, ta, da) y que está asociada a la palabra nene utilizada por el adulto. En nuestra cultura a este objeto transicional se lo puede denominar "nana". También nos explica que: A. El bebé adquiere derechos sobre el objeto, y nosotros los aceptamos. Pero desde el comienzo existe como característica cierta anulación de la omnipotencia. B. El objeto es acunado con afecto, y al mismo tiempo amado y mutilado con excitación C. Nunca debe cambiar, a menos de que los cambie el propio bebé 1
F. DOLTO " La imagen inconsciente del cuerpo " Edit. Piados. España 1984. pág. 54
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D. Tiene que sobrevivir al amor instintivo, así como al odio, y si se trata de una característica a la agresión pura. E. Pero al bebé debe parecerle que irradia calor, o que se mueve, o que posee cierta textura, o que hace algo que parece demostrar que posee una vitalidad o una realidad propia F. Proviene de afuera desde nuestro punto de vista, pero no para el bebé. Tampoco viene de dentro: no es una alucinación G. Se permite que su destino sufra una descarga gradual, de modo que a lo largo de los años queda, no tanto olvidado como relegado al limbo. Quiero decir con esto que en un estado de buena salud el objeto transicional no "entra", ni es forzoso que el sentimiento relacionado con él sea reprimido... Pierde significación, y ello porque los fenómenos transicionales se han vuelto difusos, se han vueltos difusos, se han extendido a todo el territorio intermedio entre " la realidad psíquica interna" y "el mundo externo tal como lo perciben dos personas en común ", es decir a todo el campo de la cultura" 2
Otro aspecto del objeto transicional Sería necesario también tomar otro aspecto del objeto transicional, que es la importancia que le damos al proceso simbólico. Al respecto Winnicott insiste en que es más importante como objeto en sí mismo que como el simbolismo que el niño le da. Él aclara que "cuando se emplea el simbolismo el niño ya distingue con claridad entre fantasía y los hechos, entre los objetos internos y los externos, entre la creatividad primaria y la percepción. Pero en mi opinión el término de objeto transicional deja lugar para el proceso de adquisición de la capacidad para aceptar diferencias y semejanzas. Creo que se puede usar una expresión que designe la raíz del simbolismo en el tiempo, que describa el viaje del niño desde lo subjetivo puro hasta la objetividad; y
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D. W. WINNICOTT "Realidad y Juego" Edit. Celtia. Bs.As. 1982 pág. 22
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me parece que el objeto transicional (trozo de frazada, etc.) es lo que vemos de ese viaje de progreso hacia la experiencia"3 Es necesario rescatar del análisis de Winnicott la importancia que le da a la experimentación desde lo real con este objeto que está cargado de simbolismo. Este objeto tiene entonces para el niño los componentes del juego y por otra parte es una instancia de la cual se nutre el sujeto para su constitución
Los juegos psicomotores: mediadores de la comunicación Tipos y Clasificaciones del Juego Juego Psicomotores El juego es una exploración placentera que tiende a probar la función motora en todas sus posibilidades. Gracias a este tipo de juego los niños se exploran a ellos mismos y miden en todo momento lo que son capaces de hacer, también examinan su entorno, descubriendo a otros niños y objetos que les rodean, haciéndolos participes de sus juegos. Se pueden encontrar: 1. 2. 3. 4.
Los Los Los Los
juegos juegos juegos juegos
de conocimiento corporal. motores. sensoriales. de condición física.
El juego es el lenguaje natural del niño. Cada niño, de forma singular utiliza ese lenguaje en forma idiomática, es decir, cada gesto, cada palabra, cada acción tiene una significación peculiar en cada caso. Hace que los juguetes, las acciones y las personas signifiquen lo que él personalmente piensa o siente que son. El juego es una forma de comportamiento que será considerado por el terapeuta o maestro como un discurso, tiene significación y texto a desarrollar. Es a través del juego que él bebe y niño pequeño se irá apropiando del mundo del objeto, para lograr armar aprendizajes nuevos.
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D. W. WINNICOTT "Realidad y Juego" Edit. Celtia. Bs.As. 1982 pág. 23
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Es a través del mundo del juego que se comunica con su madre y luego con sus pares, adquiriendo a través de él la posibilidad de posicionarse como persona y relacionarse con sus congéneres. Dice Winnicott "jugar es hacer, el juego compromete al cuerpo, el juego tiene siempre una implicancia corporal, implica una acción sobre el mundo externo y modifica a su vez el mundo interno" Es decir en el juego aparecen todas las estructuras que permiten las resoluciones en el ámbito de habilidades
motoras,
esto es jugar compromete las habilidades
o
conductas psicomotrices que a lo largo del desarrollo le permitirá apropiarse del medio. Se juega la puesta en escena de las propias habilidades corporales con relación al medio (espacio) en una coordinación
que habla de sincronías (tiempo) y de
coordinaciones que le posibiliten la concreción de un objetivo, con relación a una praxiamotora. Estas habilidades que le permiten o no la posibilidad de apropiarse del mundo, también lo llevan a replantearse en la escena del juego, desde sus distintos roles, quien es él con relación a el mismo y a los otros. Se pone en juego su propia imagen corporal. Esta imagen corporal, que justamente se está armando con relación al placer y el goce de que el ser independiente, separado e individualizado de su madre tiene logros en la apropiación del mundo del objeto. Lo cual le permitirá a su vez los procesos de identificación corporal. (Posturales, tónicos, actitudinales) Uno de los primeros juegos psicomotores que muchos autores también toman como constitutivo, es el juego de las caídas. Es un juego que se presenta de manera muy temprana en el desarrollo y es un juego que acompaña el logro de las posturas. Se inicia en la posición de sentado donde se ve la caída del niño sin signos de temor, ni de angustia. Estos juegos se plantean desde diferentes lugares, el primero es que se plantea el niño el juego de los desequilibrios, gozo y placer que viabiliza la posibilidad del logro de posturas cada vez más equilibradas o al menos con menor plano de apoyo.
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También hacen referencias a la puesta en escena de sus desabilidades. Lo que se muestra o lo que el adulto lee es la inhabilidad para el logro de un proceso equilibratorio y produce así la repetición del inicio de la postura a los fines de que el niño pueda superarla. Conquistar una nueva habilidad. Y por otra parte hacen referencias a los límites corporales, buscando el límite en el plano de apoyo que sostiene la caída. Lo que da como consecuencia al "no-límite" que existe en el dejar el cuerpo al propio albedrío del vacío. Con estas caídas aparecen las primeras vivencias de lo vacío- lo lleno (el tope) Estas caídas por otra parte
se manifiestan
no solo desde
la posibilidad
desequilibratoria del cuerpo, sino desde la búsqueda de final de trayectoria, cuando arroja un objeto al vacío. Hay otros juegos como son los juegos de balanceos, los movimientos giratorios aluden en parte a estos mismos principios. Dice Ana Cerutti: "Los juegos y actividades motoras centradas sobre sí mismo son fuente de sensaciones esencialmente de origen vestibular y propioceptivos que actúan sobre el tono, las emociones y por ende inciden en la conciencia de sí mismo. Son buscadas por las sensaciones corporales que provocan y los estados tónico emocionales que de ellas resultan."
Tanto los juegos giratorios como los de balanceos se miran desde dos aspectos, uno es el de la repetición, la cual da la posibilidad de pensarlo desde dos aspectos, él la repetición se perpetua el placer y por otra parte en la repetición se presenta el cambio lo que da paso a nuevos juegos equilibra torios de mayor sofisticación. Lo significativo de estos juegos es que ellos se perpetúan en la historia y que la cultura lo sostiene y modifica. Por ejemplo: el juego de los giros aparece desde que el niño alcanza dominio en la posición tanto sea de sentado como de parado, se extiende a las rondas tradicionales, las cuales están desde siempre en la cultura, luego a las calesitas y así a las danzas. El juego de caída que comienza también en la posición de sentado, se modifica en la marcha y se perfecciona en los saltos. El niño lo pone en ejecución en juegos de dominio corporal frente a otros y aparece también en los juegos de plaza, y luego en 36
los peloteros o castillos inflables para dar lugar a posteriori a muchos deportes que van desde la caída libre de grandes alturas hasta el salto en alto o largo. Es bien sabido que el adulto continúo gozando de estos juegos psicomotores tanto a través de las danzas como en los deportes. Danzas y deportes que no solo muestran las jugadas personales, sino que nos permiten perpetuarnos en la historia. Historia, proceso de la cultura que nos permite expresarnos como seres sociales. A modo de anécdota, la semana
pasada
mirando
un
programa
en
National
Geographic en la que se mostraba la historia de una foto de una niña en Afganistán, se ven que los chicos juegan en el colegio al juego de las sillas y los varones un juego semejante al voley, solo que con un hilo. Realmente esto nos permite mirar que los juegos que si bien uno cree asociado a la vida occidental, estos niños con otras ropas y otras costumbres sociales y otras realidades religiosas, los juegos son los mismos. Es más al finalizar los niños más pequeños se ven en una calesita muy semejante a las nuestras. Esto nos debería permitirnos y estudiar mucho más sobre estos juegos. Clasificaciones de los Juegos
Motricidad General
Elementos Psicomotores básicos Coordinación Motriz
1. 2. 3. 4. 5. 6.
Esquema Corporal Percepción Especial Percepción Temporal Agilidad Equilibrio Coordinación
Habilidades Básicas
Expresión corporal
1. Desplazamientos 2. Saltos 3. Giros 4. Lanzamientos/conducción
1. Imitación 2. Representación
Actividad integradora nro. 2
Finalizado el abordaje de la segunda unidad, y la lectura del Material Ampliatorio, le proponemos la realización de la Actividad Integradora Nro. 2. Esta actividad integra la totalidad de los conceptos abordados en la unidad 2, tiene carácter obligatorio y deberá ser entregada en el espacio indicado en el aula virtual para su corrección. 37