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UN GRANDE, ¿CÓMO LO LOGRÓ?
from My Bike Edición 33
by Rivcom SAS
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Con tan solo 3 años Miguel Londoño Naranjo empezó a montar en bicicleta en el Bosque Popular. Nació el 23 de febrero de 1993 y pronto conoció al amor de su vida: la bicicleta.
Sus papás lo llevaban al parque a enseñarle a montar y a perfeccionar su técnica. Rápidamente empezó a salir a la ciclovía, se inscribió en cuanta prueba había y empezó a cosechar triunfos. Se destacó en BMX, Cross Country, Ruta, Downhill y Enduro. Después de muchas caídas, muchos raspones, una fractura de clavícula y un accidente en el que perdió por completo la movilidad de su brazo izquierdo, Miguel se hizo experto.
Tras el pasar de los años Miguel se preparó para grandes triunfos, recibió varias medallas y trofeos, desde copas intercolegiales, hasta mundiales de ciclismo. Fue ocho veces campeón nacional de ciclomontañismo, dos veces campeón panamericano, campeón latinoamericano, sexto en la Copa del Mundo, campeón nacional de ruta, campeón nacional contra reloj, número cinco del ranking nacional y perteneció a la Selección Colombia de Ciclismo de Montaña, donde representó a nuestro país en múltiples competencias. Participó en cuatro mundiales: Canadá, Italia, República Checa y Suiza e hizo parte del Giant Team italiano durante 6 meses.
Miguel solo necesitó 26 años para llegar al punto más alto de su carrera deportiva, seguramente podían venir nuevos triunfos, más medallas, más reconocimientos, pero para su familia y sus amigos Miguel es el más grande de todos los ciclistas colombianos.
A finales del 2019, a pocos días de llegar la Navidad, Miguel se encontraba en las afueras de Medellín, donde viajó para participar en una feria de bicicletas. Esa mañana en su bici, descendía por la loma de Los Balzos, el piso estaba mojado y perdió el control sufriendo un golpe tan fuerte que le produjo su muerte. Ese sábado 14 de diciembre, Colombia perdió un gran ciclista y nuestro deporte sintió una tristeza que quizás no olvidaremos. Su familia tuvo una pérdida muy grande, su hijo, todo un campeón se había ido a pedalear lejos de ellos, pero era tanta la gente que lo quería que durante esa semana la compañía y fortaleza que recibieron por su pérdida hizo más llevadera esa tristeza suavizando un poco el dolor. Saber que tantas personas admiraban a Miguel los hacía sentir orgullosos y felices, sintieron todo ese amor de sus seguidores, de sus amigos y personas cercanas a quienes inspiró y dejó recuerdos imborrables. En ese momento sintieron que Miguel no estaba solo mientras pedaleaba hacia la cima más alta de todas, sintieron que las personas que lo querian lo estaban acompañando mientras pedaleaba hacia el cielo.
Los mensajes, las fotos y cada recuerdo que le iba llegando a su familia, mostraban la gran persona que era su hijo, cada recuerdo reflejaba un consejo, una anécdota o una vivencia que habian compartido con él. Muchos coinciden en recordarlo por su sonrisa,
esa alegria y disposicion que siempre tuvo para afrontar la vida, lo cual ayudó un poco a calmar el dolor que sentían en el fondo del alma.
. Eduardo Londoño, Hermano de Miguel
Miguel era reconocido por la disciplina y pasión que desde pequeño aprendió en su casa. Su papá lo apoyaba y llevaba a cuanta carrera había sin importar que tan lejos fuera o con qué recursos se contaba y gracias a espacios como El Bosque Popular pudo entrenar día a día.
Hoy Miguel nos deja su legado, demostró que los deportistas manizaleños tienen como destacarse en competencias nacionales e internacionales, ahora el reto que queda es poder tener más deportistas como Miguel Londoño Naranjo, no solo por su capacidad para ganar, sino por su calidez humana.
Su familia agradece de manera especial a todos los que han hecho posible este sueño, pues solo los más grandes logran motivar a otros para que los imiten y los superen.
En honor a su familia y a Miguel, la Revista My Bike quiere hacer este homenaje póstumo para que cada vez que digamos su nombre: Miguel Londoño Naranjo, recordemos que para ser grandes deportistas, no es suficiente con llegar primero a la meta, también es necesario ser grandes personas, sino es así, de nada sirve ganar.