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El ciclismo colombiano

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PASIÓN

PASIÓN

“La disciplina ha cambiado mucho desde que llegué al país, me acuerdo que cuando llegué la manera de entrenar y de alimentarse era muy distinta, me impactaba mucha la forma en cómo comían y cómo rendían, no soy de extremos en temas de alimentación, pero comer sano es clave, los ciclistas acá comían muchos fritos y poco carbohidrato sano, me preguntaba madre mía si esta gente comiera bien, serían aún mejores”.

Igual pasa con la forma de entrenar y los equipos con los que trabajaban, la táctica y la estrategia evolucionó demasiado, y el apoyo a aumentado, aunque todavía falta mucho, pero sin duda que la gente de la empresa pública y privada se ha dado cuenta que el ciclismo es una gran plataforma publicitaria.

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“Por ejemplo en el tema de contrarreloj estamos a años luz de Europa, recién llegado recuerdo que en una Vuelta a Anapoima, todos corrían con las bicicletas normales y yo llegué con mi bici de contrarreloj, rueda lenticular, manillar acoplado, casco aéreo, y todo el mundo me miraba como si viniera de otro planeta, salí y gané por 2 minutos y medio al segundo, al año siguiente ya se veían las bicis de contrarreloj, hasta que todos empezaron a utilizarla y desde luego eso mermó las diferencias”.

El español no tiene duda en que los ciclistas colombianos lo tienen todo para ser potencia en cualquier terreno y ya lo han demostrado, Santiago Botero campeón del mundo en contrarreloj, Fernando Gaviria, Álvaro

Hodeg, quienes se salen del molde, pero también piensa que Colombia se están perdiendo los talentos por falta de apoyo. “Nairo, Rigo, Egan, Henao, Gaviria, talento de sobra, pero no nos podemos dormir, hay que tener cuidado con los bajones, hay que ponerse las pilas para el relevo”.

Frente al tema competitivo segura que el ciclismo más difícil del mundo es el colombiano, por su altísimo nivel, “He corrido Giro, Tour, Vuelta, con el estrés que se vive, llegadas explosivas, Dolomitas, momentos de mucho esfuerzo, pero el nivel nacional es durísimo, es un ciclismo puro y me recuerda al ciclismo de los 90 el de Induráin, Pantani, Chiappucci, ataques a 60 o 90 kms de meta”.

Asegura que ahora es muy táctico, manipulan los corredores, se espera mucho, nadie ataca, distinto a lo de Colombia, “en el primer Tour Colombia pasó algo curioso, los colombianos no atacaban porque se intimidaron al ver equipos como Ineos, Quick Step, entre otros, pero creo que debían correr a su manera y más estando en casa. En Bélgica el pavé es a fondo y nadie dice hagámosle suave”.

¿2001 el mejor año?

“Son épocas y momentos muy bonitos, para mi esa Vuelta a España que perdí en el último día en la contrarreloj es mía en la mente, fue una locura perderla de esa forma con problemas mecánicos, sin embargo, estar en el podio es una sensación inigualable, también el Tour donde conquisté el maillot blanco de mejor joven, con mis padres observándome, otro momento incomparable”.

Para él, el ciclismo es complicado y también ha vivido procesos muy duros con las lesiones, ya que en cualquier momento los factores externos te juegan una mala pasada y dan al traste con la preparación.

“Aunque el palmarés en el 2001 fue excepcional, mi mejor época fue de 2010 a 2017, donde me he encontrado más tranquilo en la carretera, me he encontrado más maduro, más fuerte, mis números lo dicen, gané Vueltas a Colombia, Clásicos RCN, todas la Clásicas Nacionales, afuera gané Vuelta a Asturias, Tour de Gila en Estados Unidos, Tour de Río, he tenido buen nivel y me lo he disfrutado”.

Ahora mismo el colombiano por adopción sigue corriendo porque se siente fuerte físicamente y se adapta a lo encomendado, puede ser el mejor gregario o el mejor líder, ya que cada momento en su carrera deportiva ha sido muy satisfactorio, por ejemplo, en 2003 empezando el año tuvo muchas caídas y terminó siendo una temporada muy buena, fue el mejor gregario para Valverde en la Vuelta, terminando segundos en el podio y disputando etapas.

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