PENTECOSTALES EL PUEBLO DEL ESPÍRITU pg. 4
EL ESTADO DEL MOVIMIENTO PENTECOSTAL pg. 16
SANADA DE CÁNCER DE SENO EN LA ETAPA 4 pg. 29
AYUDA A TU IGLESIA A DESCUBRIR AL
Espíritu Santo M
uchos no comprenden al Espíritu Santo. Sin embargo, tener una relación sana con Él es vital en la vida cristiana. Muéstrale a tu iglesia lo que significa tener al Espíritu Santo en nosotros, con nosotros y a través de nosotros. La serie de 4 semanas de ¿Quién es el Espíritu Santo? Serie de estudio para toda la iglesia incluye recursos para niños, jóvenes y adultos. Disponible también en inglés.
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LA SERIE DE 4 SEMANAS INCLUYE:
Sermones y grupos pequeños de Doug Clay para adultos
Sermones y grupos pequeños de Josh Wellborn para jóvenes
Faith Case Liga de Investigadores lecciones para de niños
Folletos ¿Y Ahora Qué? El bautismo en el Espíritu Santo para niños, jovenes, y adultos
Además, devocionales familiares, guía de coordinación, afiches, y más para imprimir con el fín de promover la series.
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miiglesiasaludable.com E.U.A. 1-800-328-0296 Búscanos en tu libreria cristiana favorita.
BIENVENIDO
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ÍNDICE
a historia de las Asambleas de Dios es una historia
El pueblo del Espíritu...............................4
de personas comunes y corrientes de todas las edades
El Espíritu Santo confirma el amor
que han hecho cosas extraordinarias a través del poder
de Dios por los jóvenes...........................8
del Espíritu Santo. Si alguna vez hubo un versículo tema
El bautismo en el Espíritu Santo:
apropiado para las Asambleas de Dios, es Zacarías 4: 6,
¿cómo lo sabemos?............................... 10
«No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha
El bautismo en el Espíritu Santo en los
dicho Jehová de los ejércitos».
niños........................................................ 14
Hace 105 años nuestros fundadores comprometieron las
Pentecostal............................................. 16
Asambleas de Dios a la «mayor evangelización que el mundo haya conocido». En ese tiempo, el movimiento ha crecido a casi 70 millones de personas en todo el mundo, ¡con una nueva decisión de salvación por Cristo, como promedio, cada 41 segundos! Ciertamente, lo que Dios ha hecho a través de las Asambleas de Dios ha sido una obra del Espíritu. Y Él quiere hacer mucho más, ¡a través de ti!
El estado del movimiento Preguntas y Respuestas: Dones espirituales............................................. 20 Empoderado para alcanzar a la nación.................................................. 26 Sanada de cáncer de seno en la etapa 4................................................ 29 El rol del Espíritu en las misiones........ 30 El viaje en tren 9-1-1.............................. 34 Estilo de vida en el poder del Espíritu.............................................. 36
En esta revista, encontrarás relatos reales de milagros y perspectivas prácticas de lo que significa ser pentecostal. Mi oración es que tu fe crezca a medida que lees estos artículos y que seas inspirado para vivir una vida completamente guiada y empoderada por el Espíritu.
– Doug Clay
SUPERINTENDENTE GENERAL del Concilio General de las Asambleas de Dios
Mark Forrester
John W. Kennedy Keith Surface
Dan Van Veen © 2019 El Concilio General de las Asambleas de Dios. Todos los derechos reservados. El Texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Texto bíblico marcado NVI tomado de la Santa Biblia Nueva Versión Internacional © 1999 por la Sociedad Bíblica Internacional. Usado con permiso.
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EL PUEBLO DEL ESPÍRITU
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a iglesia pentecostal nació el Día de Pentecostés, en el cual los cristianos del primer siglo recibieron al Espíritu Santo. Pero la Fiesta de Pentecostés fue celebrada cientos de años antes del nacimiento de Cristo. Pentecostés celebraba la cosecha de verano que tenía lugar 50 días después de la Pascua, de ahí el término «Pentecostés». Pero en el Día de Pentecostés, según se documenta en Hechos 2, la iglesia empezó su misión de extender el evangelio a todo el mundo. Eso ocurrió 50 días después de la resurrección de Jesús y dio cumplimiento a las profecías dadas por Jesús y Juan el Bautista acerca del bautismo en el Espíritu Santo. Resulta improbable que la iglesia del primer siglo pudiera comprender lo que el Espíritu Santo haría en el futuro. Sin duda ha sido un milagro. De hecho, el movimiento pentecostal o carismático, relativamente joven, ahora es representado por uno de cada cuatro cristianos alrededor del mundo (un estimado de 669 millones de personas).
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La denominación de las Asambleas de Dios continúa creciendo en E.E. U.U. junto con el movimiento pentecostal. Entre 2001 y 2016, el número de jóvenes adultos (de 18 a 34 años de edad) dentro de la fraternidad aumentó en un 18 por ciento. Pero aparte de los números, ¿quiénes somos nosotros como pentecostales? ¿QUÉ ESTÁ HACIENDO EL ESPÍRITU SANTO? Otra manera de enmarcar nuestra identidad como pentecostales es ver lo que el Espíritu Santo está haciendo en la vida de las personas. Nunca es suficiente describir al Espíritu Santo; debemos experimentar de manera personal el cambio de vida que trae. Podemos leer acerca del Espíritu, tener conversaciones sobre el Espíritu, o reflexionar sobre el Espíritu, pero hasta que no tengamos un encuentro personal con Él, nunca entenderemos cómo su poder y presencia cambian todo.
Jesús prometió que el Espíritu sería un Defensor que nos ayudaría, instruiría, nos recordaría la Palabra de Dios, testificaría de Jesús, nos guiaría a toda la verdad, glorificaría a Jesús, y nos empoderaría para extender el evangelio (Juan 14:16, 26; 15:26; 16:13,14; Hechos 1:8). Y cuando Jesús les dijo a sus discípulos, incluidos nosotros, que Él siempre estaría con nosotros (Mateo 28:20), se entiende que eso sucede a través del ministerio del Espíritu Santo. Tres términos expresan mejor esta relación con el Espíritu: en, con y mediante. Al encontrarnos con el Espíritu de estas maneras, Dios nos transforma en el pueblo del Espíritu. El Espíritu vive en nosotros. Cuando llegamos a ser seguidores de Jesucristo, el Espíritu Santo habita en nosotros (Romanos 8:9). En el momento en que recibiste a Cristo como Salvador, el Espíritu Santo comenzó a habitar en tu corazón. Tu cuerpo se convirtió en el templo del Espíritu Santo. Dios infundió tu vida con su presencia. El Espíritu Santo que habita en nosotros hace posible nuestra comunión con Jesús. Como pueblo del Espíritu, en realidad somos el pueblo de Jesús. No seguimos a uno a expensas del otro. El poder para seguir a Jesús y crecer a nivel relacional con Él proviene directamente del Espíritu Santo. De hecho, el mismo poder que te acercó a Cristo habita en ti para ayudarte a vencer cualquier cosa que amenace con quitarte la libertad. El Espíritu Santo habita en nuestra vida de manera poderosa. El momento en que experimentaste el
bautismo en el Espíritu Santo, te entregaste voluntariamente al control del Espíritu. Eso es algo que la Escritura nos alienta a hacer con regularidad (Efesios 5:18). El Espíritu anda con nosotros. La palabra que Juan usa para describir al Espíritu Santo es parakletos o paráclito, que significa defensor, ayudador, intercesor, consejero (o uno que se pone al lado). No creo que describir al Espíritu Santo como un entrenador personal sea una exageración. Él se mueve con nosotros para dirigir nuestra vida, acercándonos más a Jesús y haciéndonos más como Él. Un lugar en el que sucede eso es en nuestro tiempo con la Escritura. Si el Espíritu Santo no nos condujera a la Palabra de Dios y abriera nuestros ojos a su significado, la Biblia tal vez se parecería a cualquier otro libro. Una señal del bautismo en el Espíritu debería ser el ansia por leer y conocer la Palabra de Dios. Los pentecostales no desean la experiencia por la mera experiencia. Un sello distintivo de nuestra expresión es que dependemos del Espíritu en nuestro corazón, pero eso nunca sucede a expensas de la Palabra de Dios revelada en la Escritura. Él es «el Espíritu de verdad» (Juan 14:17). Así como el Cristo resucitado en su camino a Emaús, el Espíritu hace que nuestro corazón arda e ilumina las Escrituras (Lucas 24:32). La voz del Espíritu siempre se conformará a la Escritura. Debemos rechazar todo sentir interior que esté en conflicto con la Biblia. Nuestros propios anhelos tal vez nos engañen, pero el anhelo de Dios nunca lo hará. La guía del Espíritu se torna más clara cuando rendimos nuestra voluntad a la de Dios.
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El Espíritu Santo habita en nuestra vida de manera poderosa. Una iglesia guiada por el Espíritu se concentrará en la Palabra de Dios, que transforma su mente y permea su vida, cambiando la manera en que piensa y vive. Eso significa que dependemos del Espíritu, que vive en nosotros y anda con nosotros, no solo para ayudarnos a llevar una vida santa, sino también para compartir a Cristo con un mundo perdido y agonizante. El Espíritu actúa mediante nosotros. El pueblo del Espíritu es un pueblo en misión. Desde el primer capítulo del libro de los Hechos, esa misión ha estado en primera plana: contarle al mundo acerca de Jesús mediante el poder del Espíritu. Nuestro Señor prometió: «Cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra» (Hechos 1:8). Adónde va el pueblo del Espíritu, vive de tal manera que se evidencia el poder de Cristo. La vida misional consta de ser testigos del evangelio. Ser pueblo del Espíritu poco vale si lo único que hacemos es hablar en lenguas (1 Corintios 13:1, 2). El Espíritu Santo en nosotros nos une con Cristo. El Espíritu Santo con nosotros nos hace más como Jesús. Y el Espíritu Santo que obra mediante nosotros significa que vivimos una vida en misión, llena de amor y valentía.
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Cuando amamos como Jesús, lo expresamos de manera externa. Se da mucha importancia a la manera en que los pentecostales adoran, ¿pero estamos amando con esa misma pasión? Jesús ministró con compasión (Mateo 9:36), extendió misericordia (Marcos 5:19) y siempre dijo la verdad (Juan 8:32, 40). El pueblo del Espíritu hace lo mismo a través del amor. El Espíritu Santo nos da valentía más allá de nuestra naturaleza humana. El caso del apóstol Pedro es un buen ejemplo para ver cómo eso se desenvuelve. Antes de la llenura del Espíritu, por naturaleza, Pedro tendía a vengarse, enojarse, o huir y esconderse (todo eso sucedió horas antes de la crucifixión de nuestro Señor). Pero el Día de Pentecostés, el empoderamiento del Espíritu Santo le dio valentía a Pedro. Él proclamó la verdad de Jesús. Él hizo frente al encarcelamiento y la muerte vez tras vez. El convertirse en una persona del Espíritu marcó la diferencia. El mensaje de Cristo comunicado por personas llenas de valentía y poder del Espíritu es lo que cambiará el corazón, no la fuerza de nuestras convicciones o el volumen de nuestras protestas. ¿Es posible que hayamos redefinido la experiencia pentecostal como un estilo de adoración en vez de un estilo de vida basado en la misión? De ser el caso, hemos perdido nuestro fundamento. El Espíritu Santo se ha determinado a morar en nosotros para empoderarnos a nivel misional, ¡para que en los Estados Unidos y en el mundo la gente pueda conocer a Cristo!
TRANSMITIRLO Me encantan las distintas expresiones de adoración dentro de nuestra fraternidad. Mientras observo a las iglesias de las Asambleas de Dios del país, sé que hay un deseo de recibir más del Espíritu. Pero temo que nos estamos quedando cortos. En mi niñez y adolescencia, yo pasaba tiempo en el altar regularmente buscando al Espíritu Santo. Los mentores rodeaban a los creyentes jóvenes en un tiempo de oración, y se quedaban hasta que sucediera un cambio. Hoy, sin embargo, parece que esos momentos se han perdido en un programa de mucha actividad eclesial, o que han quedado relegados a un retiro de fin de semana o campamento de verano. El deseo de mi corazón es ver a muchos de la generación de la posguerra, que han experimentado su pentecostés, compartir esa experiencia con las generaciones futuras. Los milenarios y la Generación Z necesitan tener su pentecostés. Cada generación subsiguiente debe buscar al Espíritu Santo de manera nueva. Mi preocupación es que la falta de experiencia pentecostal tendrá un impacto sobre nuestra efectividad y nuestros resultados pentecostales. ¡Debemos encontrar y crear espacio para que sucedan las experiencias pentecostales! Debemos determinarnos a crear espacios que estén infundidos por el poder del Espíritu Santo… no solo para los adultos, sino también para los jóvenes. Si limitamos a un campamento o un retiro el potencial de este tipo de cambio en los estudiantes, nos perdemos muchas posibilidades en las que podríamos ver vidas transformadas. Ver creyentes ser bautizados en el Espíritu Santo
El mensaje de Cristo comunicado por personas llenas de valentía y poder del Espíritu es lo que cambiará el corazón, no la fuerza de nuestras convicciones. ¿QUÉ SIGNIFICA SER PENTECOSTAL?
E
ntonces, ¿qué queremos decir cuando
decimos «soy pentecostal»? Una respuesta precisa incluye tres elementos. Primero, los
pentecostales leen el Libro de los Hechos como un modelo para su vida. Segundo, los pente-
costales enfatizan que no debemos confundir el bautismo en el Espíritu prometido a cada
creyente en Hechos 1y 2 con nacer de nuevo
o la conversión. Tercero, el movimiento pente-
costal desde su inicio (Hechos 2:4; 10:46; 19:6), conectó el hablar en lenguas con el bautismo
en el Espíritu Santo. Los primeros pentecostales
describían las lenguas como un marcador único, una señal o evidencia del bautismo en el Espíri-
tu. Muchos historiadores insisten en que sin esta conexión entre las lenguas y el bautismo del Espíritu, no habría movimiento pentecostal.
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nunca debe ser algo fuera de lo común en nuestra fraternidad si esperamos continuar en el poder pentecostal. El desafío que enfrentamos como nación y como Iglesia requiere que capacitemos a la próxima generación. Vivimos en una sociedad post-cristiana. El alfabetismo bíblico está en declive y la inmoralidad va en aumento. Los jóvenes han cambiado la sexualidad sagrada por la confusión de género. Como pueblo del Espíritu, tenemos el poder y estamos capacitados para dar un paso adelante.
AG NEWS // LA OBRA DEL ESPÍRITU
EL ESPÍRITU SANTO CONFIRMA EL AMOR DE DIOS POR LOS JÓVENES
Quiénes somos como pentecostales no es un asunto de una etiqueta compartida, una expresión común de adoración o incluso una doctrina sobre la cual estamos de acuerdo. Nuestra identidad se halla en la experiencia de una relación vital con la Persona del Espíritu Santo. El poder dinámico que puede trastornar el mundo solo vendrá cuando dependamos de Él por completo a diario.
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yo Chaw y su familia se mudaron a Worthington, Minnesota, hace ocho años dejando a su padre en Myanmar (Birmania). Fue una difícil introducción a una nueva vida para este niño de primaria.
Doug Clay
Superintendente General
del Concilio General de las Asambleas de Dios
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John Nau, ha sido el pastor de jóvenes de Solid Rock Assembly en Worthington por los pasados seis años. Él recuerda con claridad cuando Chaw y varios de sus amigos comenzaron a asistir al grupo de jóvenes, hace dos años cuando tenían trece años de edad. No fue algo agradable.
«Yo los llamaba futuros líderes», Nau dijo con una risa. «Estos niños eran un terremoto; estaban desesperados por atención y la demandaban causando interrupciones con regularidad».
empezara a hablar, así que empecé a hablar en inglés para que Nyo me entendiera; porque mi lengua materna es el español. Entonces, el Espíritu Santo puso en mí el sentir para que hablara en lenguas, lo cual hice, pero sin saber lo que estaba diciendo».
Aunque algunos de los niños del grupo dejaron de venir, Chaw continuó asistiendo y la iglesia mostraba paciencia y comprensión a las necesidades del niño. En el 2015, Chaw se unió a otros jóvenes para ir a su primer campamento de la iglesia, donde aceptó a Jesucristo como su Señor y Salvador.
De repente, Chaw empezó a llorar y en respuesta a la oración de Rodríguez extendió sus brazos y lo abrazo llorando. Rodríguez, correspondió al abrazo de Chaw y finalizaron la oración.
Nau explicó que Chaw supo del fallecimiento de su padre en Myanmar en el 2014. La decisión de Chaw de seguir a Cristo y creer en la Trinidad (incluyendo a Dios el Padre), fue importante debido a su falta de contacto o apoyo de su propio padre.
Después de ese tiempo de oración, Fernando llamó aparte a Chaw y le preguntó por qué lloraba tan intensamente. Chaw le explicó que mientras Carlos oraba en el Espíritu, él había estado hablando en su lengua materna (la de Chaw), karen (un idioma tonal del sureste asiático y Myanmar). ¡En el idioma karen le dijo a Chaw que Dios lo amaba como un padre!
Chaw se conectó en la iglesia y su fe creció, pero Nau sabía del conflicto que este adolescente vivía por no haber tenido a su padre en la vida. «Además, Chaw sabe que solo hay un camino al cielo, y que la única manera de llegar es a través de Cristo», dijo Nau. «Su padre murió siendo budista». Pero Dios intervino. En septiembre de 2016, Chaw visitaba el hogar de su amigo, Fernando Rodríguez, el muchacho (ahora de 17 años) que lo había invitado a la iglesia. El padre de la familia, Carlos, oriundo de Honduras, le preguntó a Chaw si le permitía orar por él, y Chaw accedió. «Nyo comenzó a hablar de su papá, y podíamos ver la tristeza que tenía, así que todos empezamos a orar por él», explicó Carlos Rodríguez, de 40 años. «De repente, empecé a sentir el mover del Espíritu Santo dentro de mí como un fuego y el Señor me dijo que
Al principio Fernando no podía creerlo, pero Chaw confirmó que pudo entender todo lo que Carlos había estado orando por él en lenguas. «Ser usado de esa manera fue una experiencia impresionante», dijo Carlos. «¡Alabo al Señor por ello!». Desde entonces, Chaw ha crecido más profundamente en su fe y se ha convertido en un testimonio para sus amigos, demostrando lo que significa ser un seguidor de Cristo. Nau dice que el testimonio de Chaw sobre cómo el Espíritu Santo le comunicó el amor de Dios ha sido un extraordinario aliento. «Para mí, ver lo que esto hizo en la vida de Nyo Chaw es impresionante», dijo Nau. «Historias como estas son un refrigerio y una confirmación en la vida de muchas personas, incluyendo la mía».
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EL BAUTISMO EN EL ESPÍRITU: ¿CÓMO LO SABEMOS?
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¿
Continúa Dios derramando su Espíritu sobre los creyentes hoy? ¿Cómo sabemos cuando una persona ha recibido el bautismo en el
Espíritu Santo? Cuando los líderes de la nueva Iglesia intentaron determinar si Dios había bautizado verdaderamente a los gentiles con el Espíritu Santo, basaron su decisión en lo que oían. Mientras Pedro estaba todavía hablando, el Espíritu Santo descendió sobre todos los que escuchaban el mensaje. Los defensores de la circuncisión que habían llegado con Pedro se quedaron asombrados de que el don del Espíritu Santo se hubiera derramado también sobre los gentiles, pues los oían hablar en lenguas y alabar a Dios. Entonces Pedro respondió: «¿Acaso puede alguien negar el agua para que sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?» (Hechos 10:44-47). La pregunta de algunas personas es: «¿Necesitamos evidencia del bautismo en el Espíritu Santo y, si así es, debemos usar las lenguas como la evidencia?». Si no hay una evidencia distintiva, o alguna señal de que sucedió, entonces cualquier persona puede decir que tiene el bautismo en el Espíritu Santo y todo lo que esto conlleva, incluso cuando no es así. Pedro reconoció que los creyentes en la casa de Cornelio habían recibido al Espíritu Santo porque hablaron en lenguas, así como en el Día de Pentecostés. Asimismo, las lenguas fueron la evidencia inicial cuando los creyentes en Éfeso recibieron al Espíritu Santo después de que el
apóstol Pablo impuso sus manos sobre ellos y oró por ellos (Hechos 19:1-6). Cuando alguien intenta usar las Escrituras para explicar una experiencia personal o interpretar la Escritura desde una perspectiva aprendida, es posible que cause tensión. Históricamente, el redescubrimiento de la doctrina de hablar en lenguas como la evidencia física inicial del Espíritu Santo empezó con una asignación en un instituto bíblico en Topeka, Kansas, que requería que los estudiantes escudriñaran la Biblia y encontraran lo que decía en torno al tema. Los estudiantes todavía no habían recibido el Espíritu Santo con la evidencia de hablar en lenguas. Las preconcepciones o la experiencia personal no nublaron su perspectiva. Solo tenían la Biblia, la compañía mutua y la tarea. Después de mucho estudio, al final concluyeron que la única señal repetible del Espíritu Santo eran las lenguas, y que en ningún lugar de la Escritura se menoscababa la importancia del bautismo en el Espíritu Santo. Así que buscaron por ellos mismos la experiencia con la evidencia de las lenguas y, uno por uno, empezaron a recibirla. Desde entonces, muchos teólogos han emprendido la misma tarea, dando mucho énfasis a los escritos de Lucas y el apóstol Pablo. ¿Y si empezamos nuestra investigación mucho antes que Pablo o Lucas y el Día de Pentecostés? ¿Qué sucedería si comenzamos con el Antiguo Testamento? La manifestación del Espíritu Santo que más se repite a través del Antiguo Testamento es el fuego.
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