Málaga hoy SÁBADO 2-12-2006
‘ M OV I DA ’
Éxito. Los jóvenes dudaron en ir hasta el Paseo de los Curas, el nuevo ‘botellódromo’ de la capital, pero poco a poco fueron acudiendo y convirtieron la avenida en la nueva Plaza de la Merced
Desubicados, pero a gusto EL REPORTAJE
Nacho Sánchez ■ MÁLAGA. Hacía 25 minutos que la Policía Local había cortado el tráfico. El Paseo de los Curas se encontraba totalmente vacío, como la imagen de la Gran Vía en la película Abre los Ojos. Y nadie se atrevía a entrar. Saúl del Viejo y Azahara Sáez lo hicieron, pero sólo para hacerse una foto en el nuevo botellódromo. “Nos parece un gran sitio”, decía la pareja. En la Plaza de la Marina, David, Adam, José Alberto, Antonio y otro David dudaban sobre ir o no ir hasta el recinto. Pero tras algún titubeo, se decidieron. “Vimos mucha Policía y no sabíamos qué hacer, pero nos hemos decidido”, decía uno de ellos. Estos jóvenes de Estepona, pero estudiantes en la capital, pueden decir que han sido los primeros en tomarse una copa en el botellódromo del Paseo de los Curas. Unos celebraron el estreno con ron Brugal Añejo, “como se merece el momento”, y otros con whisky Royal Swan “porque no hay dinero para más”. A las 23.30, apenas había unos cuantos aventureros con su botellón. Es lo mismo que ocurría en la Plaza de la Merced, porque hasta pasada la medianoche el ambiente no empieza a crecer.
1 FOTOGRAFÍAS: ÁLVARO CABRERA
3 CRÍTICAS “Es una amenaza para el Parque”
La Plaza de la Merced estaba rodeada de vallas y los jóvenes no tuvieron más remedio que
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ir al Paseo de los Curas El lugar más concurrido era el entorno del Opencor de La Malagueta, nuevo sitio para quedar con los amigos para comprar los vasos, el hielo y los refrescos. Pero pasadas las 00.00, el Paseo empezaba a tener los rasgos de cualquier botellón: jóvenes con bolsas llenas de bebida, mujeres vendiendo rosas y algún que otro vecino despistado. Todos iban pegados a sus móviles: “En La Merced ya no se puede beber, hay que ir cerca del Puerto. Aquí sí dejan”. Mientras varios agentes de la Policía Local vigilaban el tráfico en el Paseo de los Curas, otros paseaban por la Plaza de la Merced. Informaban a todo aquel que vieran con ganas de beber que el botellón pasó a la historia en esa zona y les indicaban la nueva ubicación. Tampoco los jóvenes tenían otra opción, ya que se llevaron una sorpresa al ver como una gran valla rodeaba a la plaza y varios vigilantes de seguridad impedían cualquier intento de acceder a ella. La colocación de las
1. Unos 3.000 jóvenes acudieron al nuevo ‘botellódromo’ ubicado en el Paseo de Los Curas, cortado al tráfico desde las 23.00. / 2.
Personal del Servicio de Atención a la Movida informan del traslado con carteles sobre las vallas de la Plaza de la Merced.
vallas el mismo día que empezaba el nuevo botellón “ha sido totalmente casual”, según el director del Área de Juventud, Mario Cortés. El centro estaba desolado. Los pequeños despachos de bebidas estaban vacíos –y algunos, como El Pilón, cerrado– y los kioscos ya notaban las consecuencias. “Nos han dado un nuevo palo. Primero el tabaco, luego el alcohol y ahora cambian el botellón”, decía uno de los quiosqueros. Los bares tenían ayer menos clientes de los habituales, igual que los establecimientos de pizzas o kebabs. En la plaza del Teatro Cervantes tan sólo una veintena de jóvenes bebían en la calle y más de uno permaneció tras charlar con uno de los policías locales, que le informó de que a la próxima, multa.
De vuelta al Paseo de los Curas pasada la una de la madrugada, todo hacía indicar que la iniciativa no había tenido éxito. El ruido en el Paseo del Parque era nulo. Silencio total. Pero tras doblar la esquina, se podía ver a casi 3.000 jóvenes disfrutando de una agradable noche. “Yo pensaba que no vendría nadie, pero al bajarme del autobús todos se dirigían hacía aquí, así que ni siquiera he probado con la plaza”, explicaba Juan Jesús, estudiante de Informática. Otros, como Pablo, también estaba contento con la ubicación, aunque decía que ahora es más difícil quedar en un sitio concreto con los amigos. “Antes quedábamos en una de las esquinas de La Merced, pero aquí todo
No todo podían ser alabanzas para el botellódromo de Paseo de los Curas. La Real Academia de Bellas Artes de San Telmo y la Academia Malagueña de las Ciencias hicieron público un comunicado ayer en el que criticaban la nueva ubicación del botellón. Según dicen, la práctica se convierte “en una amenaza para el Paseo del Parque”, que es “patrimonio de todos los malagueños”. Así, sus representantes piden que no se lleve a cabo allí.
es igual”, añadía. Incluso todos aplaudían los urinarios químicos, que no tenían cola para usarlos. A partir de ahí, la noche siguió como cualquier otro botellón: guitarras al son de Los Delinqüentes, amistades para siempre después de cuatro copas y amigos que desaparecen. Adam, del grupo de Estepona que inauguró el botellódromo, busca a sus colegas. “Se me han perdido, pero el sitio es genial”, decía. Tanto, que los jóvenes se fueron más tarde de lo habitual y los operarios de Limasa limpiaron la avenida a partir de las 4.30 de la madrugada, una hora más tarde de lo que lo hacían en la Plaza de la Merced. Seguro que repiten.
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