Primer aniversario muerte de José Antonio Muñoz Rojas

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Málaga hoy

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● MARTES, 28 DE SEPTIEMBRE DE 2010

Cultura y Ocio LITERATURA Un aniversario de dudosa trascendencia

José Antonio Muñoz Rojas, un poeta de su tiempo.

Un año de silencio Muñoz Rojas falleció hace un año · Ninguno de los proyectos prometidos sobre su figura ha sido llevado a cabo desde entonces Pablo Piñero / MÁLAGA

“Lo que no se recuerda, no está vivo”. El verso de es de José Antonio Muñoz Rojas, poeta que falleció hoy justo hace un año. Se fue poco antes del que hubiese sido su cien cumpleaños. Y antes de que le llegaran un sin fin de homenajes y actos que pretendían poner en valor su obra. Su vida acabó. Y su recuerdo también: durante el último año, el autor de Las cosas del campo o Cantos a Rosa ha caído en el olvido y las instituciones apenas se ha vuelto a acordar de él. Tampoco hay rastro ya de sus en los escaparates de las librerías. Tras los honores, galardones, premios y nombramientos de 2009, fueron muchos los anuncios y proyectos anunciados por

las instituciones relativos a Muñoz Rojas. Aún más tras su muerte y durante la conmemoración de su centenario. Ninguno se ha llevado a cabo. El Ayuntamiento de Antequera, eso sí, ha entrado en conversaciones con los descendientes del poeta para la creación de un museo sobre su figura, pero hasta el momento no han fructificado. La intención, según explicaron fuentes familiares, es la realización del proyecto en la antigua casa de Muñoz Rojas en calle Comedias, en pleno centro de la ciudad de El Torcal. Pero la idea se ha topado con la crisis y la lenta negociación debido a los compromisos de ambas partes. Por eso, “hasta el momento lo único que se ha realizado es el inventario de todos los libros y documentos” que el autor antequerano tenía tanto

en Antequera como en Madrid, según explicaron las mismas fuentes. El trabajo que concluyó ayer mismo. La posible Fundación Muñoz Rojas no se ha abordado. Y la prometida digitalización de parte los fondos bibliográficos tampoco se ha llevado a cabo. Estaba previsto que el trabajo fuese inicialmente realizado por los alumnos del taller de empleo Pósito de la Memoria, en Antequera, pero el curso acabó sin que digitalizaran ni un documento. Más tarde, se acordó que dicha labor fuese realizada en el Archivo de la Real Maestranza de Caballería de Ronda. Y según ha podido saber este periódico, aún no ha comenzado dicha digitalización. Sin hechos que sirvan para poner en valor a Muñoz Rojas, ¿qué ha pasado con sus lectores? “La

Manuel Cruz gana el premio Espasa de ensayo con ‘Los filósofos y el amor’ El catedrático de la Universidad de Barcelona se alza con un galardón de 30.000 euros Efe / MADRID

El catedrático de Filosofía Contemporánea de la Universidad de Barcelona Manuel Cruz ganó ayer la vigesimoséptima edición del Premio Espasa de Ensayo, do-

tado con 30.000 euros, con la obra “Los filósofos y el amor”. La obra ganadora es una aproximación al tema del amor de diez destacados filósofos, a través de sus escritos y biografías, y su autor se mostró “muy satisfecho” por el galardón, que sirve además para “contribuir a que el ensayo tenga más presencia en el espacio público”.

Cruz (Barcelona, 1951), firma colaboradora del diario El país y autor de otros ensayos como Pensar por pensar o ¿A quién pertenece lo ocurrido?, profundiza en esta obra en una idea que le ha perseguido desde siempre: “Constatar que tanto la experiencia del amor como la idea misma de amor es una especie de constante en la historia del pensamiento”.

gente sigue preguntando por su obra, pero de modo más atenuado”, asegura Manuel Borrás, responsable de la editorial Pre-Textos, donde se han publicado los últimos libros del autor antequerano. El editor cree que cuando haya alguna nueva publicación “la cosa remontará”. “A José Antonio no se le olvidará en la medida en que sus libros estén al alcance del público lector y que de vez en vez honremos su memoria”, añade Borrás. El editor espera poder ver algún día ver reunida toda la prosa de Muñoz Rojas “como era su deseo” y como ya se hizo con su poesía en el tomo La Alacena Olvidada, dirigido por la investigadora Clara Martínez Mesa y editado por Pre-Textos y la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales. “De hecho, ese trabajo es el que más se ha vendido este año”, subraya José Antonio Ruiz, de la librería Luces. Allí, la demanda del autor es baja “salvo por títulos como Las cosas del campo”, asegura Ruiz, que destaca igualmente “que Muñoz Rojas nunca ha sido un poeta de masas”. El librero, además, destaca que la mayor etapa de ventas del poeta fue en los meses cercanos a la Feria del Libro de Málaga de 2009, que estaba dedicada especialmente a Muñoz Rojas. “Y luego, al bajar la atención sobre él, las ventas bajan”, concluye Ruiz. Fuentes de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía aseguraron que no hay ninguna actividad prevista para recordar el aniversario de la muerte de Muñoz Rojas, aunque subrayaron que fue nombrado Autor del Año en 2009, durante el cual se realizaron numerosas actividades. La Academia de las Nobles Artes de Antequera, último proyecto fomentado por Muñoz Rojas, tampoco ha organizado nada, según explicaron fuentes de la entidad. La Diputación Provincial de Málaga, por su parte, recordará al autor este jueves durante un acto en el Centro Cultural Provincial en el que intervendrán la directora del Centro de la Generación del 27, Aurora Luque o el editor Francisco Torres, entre otros, y donde se proyectará el documental El poeta sin tiempo, que se acerca al universo del autor.

“¿Han hablado siempre de lo mismo que nosotros entendemos ahora o era otra cosa?”, se pregunta el también ganador del premio Anagrama en 2005 por Las malas pasadas del pasado, que ha intentado en su nuevo libro “ver en qué medida esta presencia nos informaba a propósito de los cambios que se han ido produciendo”. “Lo que Platón dijo fue recogido y utilizado por autores muy próximos a nosotros, como Freud. Son diversas cajas de resonancia de una misma experiencia”, aseguró.

Sexo y drogas, protagonistas en ‘Suites imperiales’ de Easton Ellis El autor retoma 25 años después, a los protagonistas de ‘Menos que cero’ Efe / MADRID

Bret Easton Ellis se convirtió con su primera novela, Menos que cero, en el azote de la sociedad norteamericana. Hoy, 25 años después, retoma a sus protagonistas, transformados en yuppies en medio de un Hollywood con drogas y sexo; y el resultado es Suites Imperiales. Un libro demoledor de un Hollywood lleno de violencia, con escenas salpicadas de snuff movies (donde se tortura, viola y asesina), coches BMW, fiestas, champagne y jóvenes guapas y guapos que se matan por cualquier papel en una película. Y una narración en la que Bret Easton Ellis coloca la lupa en la aparente superficialidad para llegar al fondo de las contradicciones del alma humana. “Yo nunca juzgo a mis personajes. Escribo desde el sentimiento. Y mis personajes no son frívolos sino gente dañada que ha sufrido. Todos mis libros están escritos habiendo conocido el sufrimiento. Mis novelas están basadas en el dolor. Aunque después, escribir es una liberación. Es una terapia maravillosa”, argumentó Ellis. Publicada por Mondadori Suites imperiales se convierte así en la secuela de “Menos que cero”, porque el autor mientras escribía su penúltima novela, Luna Park, volvió a releer su ópera prima. Le gustó mucho y comenzó a preguntarse, ha comentado, cómo habría influido el paso del tiempo a su protagonista, Clay, y al resto de los personajes que entonces tenían 19 años y que ahora pasan ya los 40. “Al principio tenía proyectado hacer una novela romántica, pero luego la vida, que siempre afecta a las novelas, lo cambió todo”. Y ese novela amorosa se convirtió en Suite imperiales, un “homenaje a Raymond Chandler, una intriga negra, con Los Ángeles, Hollywood y el narcisismo que rodea a la industria del cine”, precisó. Y es que el autor de American Psycho, también guionista de Hollywood como el protagonista de Suites imperiales, pasó tres años “infernales” en este ambiente de la industria del cine. Un tiempo que coincidió, además, con la muerte de su mejor amigo y de su padre, aclaró.


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