Málaga hoy
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● SÁBADO, 11 DE DICIEMBRE DE 2010
Cultura y Ocio MÚSICA Un grande del rock, en la proximidad
Canciones como amigos de toda la vida Lapido brilló con altura el jueves en el Centro Cultural Provincial
José Ignacio Lapido, el jueves, en el Centro Cultural Provincial.
Pablo Piñero / MÁLAGA
La noche parecía un recuerdo. Un tarareo de músicas de otras épocas. Guitarras eléctricas con protagonismo sobre el escenario. Y en el patio de butacas abarrotado un público más cerca de los 40 que de los 30. Espectadores a los que apetecía olvidar todo y reencontrarse con sus viejos amigos
para seguir sintiéndose joven. Que parecían querer verse reflejado en un puñado de canciones para pensar qué ha sido de nuestras vidas gastadas buscando una dirección. La música de José Ignacio Lapido incita a ello: si no la conoces por no haberla escuchado nunca, sólo un concierto después las canciones te parecen amigos de toda la vida. Más aún cuando el granadino se mete en la
P. PIÑERO
piel de 091, cuando el sonido de su Gibson SG recuerda a Granada, a rock puro, a otro tiempo que muchos echaron menos durante el concierto. Lapido abrió el jueves en el Centro Cultural de la Diputación la gira de presentación de su sexto disco como solista, De sombras y sueños (editado por su propio sello, Pentatonia Records), que anoche le llevó a Madrid y que antes de fin
Manuela Nogales y Bud Blumenthal se alían en la Gades Los bailarines y coreógrafos presentan este fin de semana su primer proyecto conjunto Pablo Bujalance / MÁLAGA
Un motivo para el aprendizaje, o para el encuentro. Manuela Nogales y Blud Blumenthal son dos bailarines de amplia experiencia, además de dos primeras figuras de la escena contemporánea. La primera fundó su compañía hace más de quince años en Sevilla. El segundo, estadounidense, hizo lo propio en Bruselas hace dos décadas. Cuando aquello del destino les propuso realizar un trabajo conjunto, la respuesta no pudo ser otra: ¿por qué no? “No es habitual que a personas de nuestra veteranía nos lleguen este tipo de propuestas. Claro que tampoco es habitual seguir en la danza cuando falta poco para
cumplir 50 años o ya se han cumplido, como es nuestro caso”, explicaba ayer Nogales en Málaga. En cualquier caso, de aquella propuesta surgió el primer proyecto conjunto de ambos, Dentro por fuera, fuera por dentro, que presentan hoy y mañana a las 20:00 en la Sala Gades, en el Conservatorio de Danza. El montaje sigue la máxima de Samuel Beckett empleada como referencia: “Baila primero. Piensa después. Es el orden natural”. Se trata de un espectáculo “muy sencillo, articulado únicamente en torno al espacio, la luz, la música y el movimiento”, según la artista sevillana. En esta arquitectura, Nogales y Blumenthal reconstruyen su propio encuentro: “Se trata de descubrir lo que puedes dar de ti al otro y lo que puedes tomar del otro para incorporar a tu oficio. Y nada más. Actualmente, los
Nogales y Blumenthal, en acción.
de año le permitirá reencontrase con su Granada. La banda proponía una música sacada de una receta perfecta, hecha con los ingredientes justos. Con el sonido exquisito de las guitarras de Lapido y Víctor Sánchez, la batería de Popi González en su punto exacto y el fino teclado de Raúl Bernal, el bajo de Paco Solana aumentaba y disminuía el ritmo de un rock de lobo solitario, de bares de carretera, de moteles norteamericanos. De sueños y de sombras. De esperanzas y supervivencia. Lugares a los que también recurre alguien con quien Lapido comparte mucho: Quique González, que participa en uno de los temas de De sombras y sueños, al igual que hacen Eva Amaral y Miguel Ríos. Durante la hora y media larga de actuación, Lapido y su banda presentaron la inmensa mayoría de los temas del último trabajo, como En medio de ningún lado o La hora de los lamentos. Pero fue con el paso de los minutos cuando el músico se permitió desgranar todos y cada uno de sus discos en solitario; especialmente los tres últimos: De sombras y sueños, Cartografía y En otro sitio, en otro lugar. Un buen concierto en el que Lapido se fue sintiendo cómodo poco a poco: desde un inicio en el que se excusó por los posibles fallos de un concierto que sirve de inicio de gira, hasta que sonrió al verse a sí mismo regalando al público Ladridos del perro mágico, un tema de 1999 que decía no haber tocado “en mucho tiempo”. Un “bravo maestro” desde el tendido pareció sentarle bien, así que más tarde llegaron los verdaderos guiños al público: La canción del espantapájaros y, para cerrar, Esta noche. Una noche en la que todos, incluido Lapido, volvieron a casa más jóvenes. Más cerca de los 30 que de los 40.
espectáculos de danza contemporánea tienden a hacerse muy complicados, se recurre mucho al mestizaje. Yo también lo he hecho con mi compañía. Pero este trabajo va justo en la dirección contraria, como un viaje a la esencia”. Compartir experiencia y dedicación conlleva una carga importante de aprendizaje. Según Nogales, “cada vez que te implicas en algo relacionado con la creación estás aprendiendo. Pero eso se multiplica cuando se hace un montaje entre dos que nunca antes habían trabajado juntos, como nosotros. Ver a otra persona haciendo lo que tú llevas años haciendo pero a su manera, con sus procedimientos, resulta muy revelador. La técnica es la técnica, lo es siempre, pero verlo fuera de ti te hace pensar bastante”. Tanto es así que las compañías de Manuela Nogales y Bud Blumenthal han puesto en marcha, a raíz de Dentro por fuera, fuera por dentro, un proyecto de residencia artística entre Bruselas y Sevilla a modo de laboratorio escénico, con funciones de producción y difusión. El mundo se cambia moviéndolo.