Gran Málaga
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DOMINGO 10-10-2004 Málaga hoy
T R Á F I CO
Atascos. Un accidente suele crear retenciones con miles de coches implicados, pero cuando en el carril contrario
los conductores disminuyen la velocidad para curiosear qué ha pasado, las consecuencias pueden ser mucho peores
Miradas que causan accidentes EL REPORTAJE
Nacho Sánchez ■ MÁLAGA. La curiosidad, el morbo o un repentino instinto de investigación. Esto es lo que lleva a muchos conductores a ralentizar su marcha cuando en el carril contrario se produce un accidente. A pesar de circular por plena autovía, ver qué sucede al otro lado de la mediana y observar todo lo que ha ocurrido es algo demasiado habitual en las carreteras. Málaga no es una excepción. La consecuencia de girar la cabeza hacia el carril contrario y disminuir la velocidad es singular: si un accidente crea cinco kilómetros de retención en la dirección por la que circula el vehículo implicado, curiosear desde el carril contrario puede crear un
Un vistazo al carril contrario para observar qué ha sucedido puede ocasionar accidentes y un gran atasco atasco de más del doble de longitud. Es lo que en tráfico se conoce como efecto mirón. “La gente disminuye la velocidad para curiosear y observar el otro lado de la carretera en el que hay un accidente o un control de la Guardia Civil o una grúa, y la circulación comienza a ralentizarse”, explica Luis Lorenzo, jefe provincial de la Dirección General de Tráfico (DGT) en Málaga. Ello provoca que algún conductor un poco despistado acabe embistiendo al vehículo que tiene delante con el consiguiente atasco que también puede producirse como consecuencia del alcance. “Al final, lo que era un accidente
en un carril, se convierte en varios en el de sentido contrario y se crea un gran lío de tráfico para todos lados”, explica Lorenzo. “Y tan sólo para poder contar luego en el trabajo el accidente que había en la autovía”, añade el responsable de la DGT. Además, los más curiosos son los que suelen ir en el carril izquierdo, el de máxima velocidad, por lo que el peligro de disminuir la marcha para observar es mucho mayor. “Los conductores no se dan cuenta de que el que viene detrás les puede ver, pero los que van más atrás no, y por la izquierda la gente suele ir muy rápido”, afirma Lorenzo. A ello se une que muy pocos conductores guardan la distancia de seguridad, por lo que la posiblidad de nuevos choques entre turismos se multiplica. De esta manera, el efecto mirón acaba con múltiples consecuencias. Además de atascos kilométricos y nuevos accidentes, la DGT y los cuerpos de seguridad tienen que organizar lo más rápido posible un sistema para reanudar la fluidez de las carreteras afectadas por ello. En estos casos, varios agentes se sitúan al principio del atasco y otros lo hacen a la cola para evitar nuevos alcances. “Pero se da el caso de que los policías hacen gestos ostensibles a los conductores para que circulen y dejen de mirar qué ha pasado en el carril contrario y éstos increpan a los policías porque no les dejan ver qué ha pasado”, explica Lorenzo, quien afirma que “eso da muestra del poco respeto que muchos conductores tienen hacia los demás en carretera”. Por ello, lo que se pide en estos casos es “el correcto comportamiento por parte de los que conducen y que siempre hagan caso a lo que dicen los agentes de tráfico, que son los que conocen realmente como está la situación”, explica Lorenzo. Según la DGT, los atascos cau-
CURIOSIDAD. Un conductor mira a la calzada desde un autobús a la altura de los Baños del Carmen.
3 ATASCOS La clave la tienen los conductores La clave de la circulación la tienen los propios conductores. Bajo esa línea trabaja la Dirección General de Tráfico para concienciar a todos aquellos que van al volante de sus vehículos. “Ellos son los que determinan si la circulación es fluida o no”, explica Luis Lorenzo. De hecho, el estado de la circulación depende de la actitud en la carretera de los conductores. Según el director de la DGT, las personas que van conduciendo deben tener en cuenta que un coche les puede matar a ellos, a sus compañeros de viaje o a cualquier otra perso-
na que impliquen en un accidente. “Hay que prestar la máxima atención al volante. Y mucho más en un atasco, porque aunque esté parado o circulando a baja velocidad, cualquier despiste para observar qué ha pasado en otro carril puede multiplicar los peligros”, afirma Lorenzo. Por ello, recomienda que en caso de retención o circulación lenta “hay que estar atento, pero con tranquilidad, no hay que desesperarse”, explicó el responsable de le DGT. Y es que aunque los atascos pueden llegar a desesperar, hay que conducir tranquilos.
SERGIO CAMACHO
sados por la curiosidad son diarios en Málaga, sobre todo en horas punta: a primera hora de la mañana y a última hora de la tarde. La zona de Guadalmar, la entrada del túnel de la avenida Carlos Haya o la autovía A-7 a su paso por la Cala del Moral son zonas en las que son considerados como “algo muy normal” para el director de la DGT, “aunque la verdad es que da igual, suceden a todas horas y en casi cualquier lugar de las carreteras más importantes”, asegura Lorenzo. Aunque, según Tráfico, en general, todos los grandes ejes de la capital son propicios para estos grandes atascos propiciados por un vistazo al carril contrario y que pueden acabar con nuevos accidentes y la saturación de las vías por simple curiosidad.
TRIBUNALES
Tres personas se enfrentan a 19 años por 430 kilos de hachís y armas sin permiso ROCÍO ARIAS ■ MÁLAGA. El juicio se ha hecho esperar. La huida de cinco de un total de ocho detenidos en 1994 dejó en un impás la actuación de la Justicia, que no podrá ejercer más que sobre los tres que están localizados: Stepahnie Maria C., Thierry P. B. y Hycham M., a quienes se acusa de dos delitos. El fiscal del caso adelantó que previsiblemente la petición inicial de 19 años en total se reducirá ya que ésta se redactó conforme al antiguo Código Penal. El nuevo marco legal de
1995 contempla penas menores por los delitos contra la salud pública y tenencia ilícita de armas que sentarán en el banquillo a los tres acusados el próximo miércoles en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Málaga. Los hechos fueron descubiertos en julio de 1994 en Marbella, cuyo Juzgado de Instrucción número 2 investigó la causa. Así, según el relato de la Fiscalía, fueron arrestadas ocho personas, siete hombres y una mujer. Ninguno con antecedentes penales. El 14 de julio de 1994 se registró el domicilio de
Hycham M., hallándose diversas armas de fuego y munición: tres pistolas, dos revólveres y una granada de mano. Al respecto, éste insistió en que pertenecían a Eriq P., huido en la actualidad, lo que puso sobre la pista a los agentes para encontrarle en la finca La Paloma, también en Marbella. Comenzó así la segunda fase de la operación que se desarrolló al día siguiente, 15 de julio de 1994, y concluyó con la detención de los otros dos acusados que serán juzgados el próximo miércoles en la Audiencia Provincial. Stephanie Maria C. y Thierry P. B. fueron sorprendidos junto a otras seis personas. En la vivienda se intervinieron grandes cantidades de droga, dinero y dos turismos preparados para transportar sustancias estupefacientes. En total, 430 kilos de hachís, valorados en 594.400 euros, más de 15.300 euros y diversas cantidades de dinero en moneda francesa y alemana.
Condenan a una mujer a tres años de prisión por la venta de heroína R. A.
Desde su propia casa, Sebastiana S. R. distribuía heroína. Ésta es una de las afirmaciones que motivaron la sentencia de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Málaga, que condena a la acusada a tres años de prisión al considerar probada la autoría del delito grave contra la salud pública. La procesada fue vista por agentes de la Policía que vigilaban la calle Fandango donde residía entregando por una
■ MÁLAGA.
ventana un objeto a cambio de dinero. Sebastiana accedió voluntariamente al registro de su vivienda, donde se hallaron dos bolsitas de heroína, valoradas en 12 y 20,5 euros procedentes de la venta de esta sustancia. Asimismo, y siempre según la sentencia, se comprobó mediante la identificación de diversos clientes habituales que reconocieron sin duda a Sebastiana como la persona que les proveía las dosis y que habitaba sola en ese domicilio. Esto dio lugar a su imputación y, ahora, su condena.