Málaga hoy DOMINGO 28-5-2006
CADA UNA MIDE 40 METROS Y TIENE UN PESO DE 60 TONELADAS
Las vigas del nuevo puente sobre las vías del tren llegan el martes El paso superior sustituirá provisionalmente al de Juan XXIII, que será derribado por las obras del soterramiento y se convertirá en una glorieta NACHO SÁNCHEZ
El nuevo paso superior que sustituirá al puente de Juan XXIII será una realidad en pocas semanas. Durante la madrugada del próximo martes comenzarán a llegar las primeras de las nueve vigas que conforman su estructura principal, que serán colocadas horas después por dos inmensas grúas de 500 y 350 toneladas. Es el segundo paso para la construcción del puente, ya que los cimientos ya están siendo edificados. Una obra de ingeniería complicada y que se realizará en un plazo de poco más de dos meses. Las seis primeras vigas –que son de las denominadas en “doble T” o tipo “elefante” y que tienen 40 metros de largo y 60 toneladas de peso– en llegar se colocarán en los antiguos terrenos de Repsol, parte de los cuales han sido tomados por las empresas que realizan el soterramiento para acopiar materiales. Cuando estén las seis, se instalarán una a una durante la madrugada, desde la medianoche y hasta las seis de la mañana, con la intención de molestar al menor número de trenes posibles. Posiblemente, esta labor se inicie a partir de la noche del miércoles. Las tres res-
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tantes se colocarán la noche siguiente, pero no hará falta bajarlas de los camiones al suelo, si no que las grúas las agarrarán directamente del vehículo, para ahorrar tiempo. Una vez estén las nueve vigas ya puestas en su sitio, es el momento de construir el tablero de un hormigón especial y muy fino sobre ellas. Tendrá un ancho de 17,6 metros. Más tarde, se incorpora nue-
CONSTRUCCIÓN
Las características serán similares al puente de Juan XXIII, con dos carriles de 3,5 metros de ancho para cada sentido vo hormigón con ferralla para que tenga consistencia. Será el momento de esperar entre 20 y 22 días para que fragüe y no haya problemas más tarde. Mientras, se irán construyendo los desvíos de la actual Avenida de Juan XXIII que dirigirán los 51.000 coches que circulan por allí diariamente hacia este puente con una inclinación del 7,8 por ciento. Cuando esté seca la plataforma
de hormigón, se pondrá encima una capa de balasto y tierra, para que el puente pueda resistir todo el peso que deberá soportar por la circulación de vehículos. Finalmente, se coloca el asfalto, la mediana y las líneas de señalización, que serán amarillas porque el paso superior siempre será provisional. Las características del nuevo paso serán iguales a las del actual, con dos carriles en cada sentido de 3,50 metros de ancho cada uno, además de una mediana de 20 centímetros y aceras en cada lado de metro y medio de ancho. Tras las últimas pruebas, se pondrá en funcionamiento probablemente a finales del mes de junio, momento en el que comenzarán a circular los coches por allí. Además, se fomentará el uso del puente Juan Pablo II, para repartir el tráfico entre las pasarelas. Entonces también se iniciará el derribo del puente de Juan XXIII, unas obras necesarias para continuar los trabajos del soterramiento de la alta velocidad en la capital, ya que los cimientos de la infraestructura impiden el desdoblamiento de las vías. Cuando el soterramiento esté acabado, el paso provisional también será derrumbado. La construcción de un gran bulevar sobre las vías del tren –que ya estarán bajo tierra– hará innecesaria esta construcción y ambos puentes serán finalmente sustituidos por una gran glorieta en el cruce de esta nueva vía y la Avenida Juan XXIII.
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