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Lunes 13-2-2006 Málaga hoy
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El yoga tranquiliza la prisión Unos 30 funcionarios de la cárcel acuden a clases de esta práctica físico-mental durante su horario laboral, algo que reduce el número de bajas y mejora su rendimiento Nacho Sánchez ■ María tiene serios problemas en la espalda desde hace mucho tiempo. Sin embargo, apenas dispone de tiempo para poder asistir a algún curso para mejorar su estado de salud. “Pierdo mucho tiempo, sobre todo en el desplazamiento”, explica. Ha encontrado la solución a sus problemas en un lugar inesperado, dentro de su centro de trabajo: la prisión de Alhaurín de la Torre. Allí, los funcionarios pueden asistir desde el pasado mes de mayo a cursos de yoga en los que mejorar el estado de su salud laboral. De esta manera, María puede acudir sin perder ni un minuto y, además, le permite tomarse con mayor tranquilidad su trabajo, ya que las clases están incluidas dentro de su jornada laboral. “Desde entonces estoy encantada”, dice la trabajadora que asegura que ahora ir a traba-
SESIONES
Hasta ahora sólo reciben el curso los trabajadores del centro, pero pronto se impartirá también a los internos jar “es mucho más fácil”. La atmósfera en estos cursos es tranquila. Las instalaciones, el pabellón deportivo. Allí, una docena de personas sigue atentamente las instrucciones de su profesor –el también funcionario Francisco Avilés– que les enseña las diferentes asanas o posturas para tener mayor relajación y expulsar la tensión. “El objetivo es que el yoga se convierta en una válvula de escape de la tensión y ansiedad que tenemos cada día en este trabajo y que la gente aprenda a controlar sus sensaciones”, explica Avilés, que es profesor titulado de la escuela Iyengar de la India y que cuenta con más de 21 años de experiencia. La idea surgió con un comentario del director del centro penitenciario, Ángel Herbella. “Le escuché hablar algo sobre un módulo terapéutico y ofrecí la posibilidad de dar clases de yoga. Le
presenté una propuesta y él aceptó”, explica el funcionario. Desde entonces, cada martes y jueves en la cárcel de Alhaurín de la Torre y los lunes y miércoles en la sección abierta, unos 30 trabajadores de ambos recintos penitenciarios (aunque ahora durante la época invernal son menos, porque el frío les congela las ganas de ponerse su chándal) acuden a sus clases de yoga, para los que su profesor prepara ejercicios especiales. A los que están en el departamento de administración, que tienen más problemas de espalda, se les enseña “a tener una postura correcta”, para lo que se realizan diversos ejercicios. “Ellos tienden a corvar más la espalda durante su trabajo y hay que enseñarles a saber respirar más y que puedan captar mejor sus energías, afirma Avilés. Los trabajadores de los diversos módulos, que tienen otro tipo de actividad, tienen también sus ejercicios físicos, pero también mentales “para tratar de conseguir la expulsión de la ansiedad y aprender a meditar bien”. También atiende especialmente las necesidades de María y otro compañero de trabajo, que tienen problemas serios de espalda. “Recibimos una atención especializada y es un lujo”, dice la trabajadora. Eso sí, el curso se ha desarrollado “poco a poco” porque es importante que el cuerpo se vaya acostumbrando a las asanas “y las dificultades técnicas se irán aumentado”. El director de la prisión, Ángel Herbella, es otro de los que está encantado con los cursos de yoga, aunque todavía no lo ha probado. Sin embargo, asegura que ha sido una medida “muy buena” para la plantilla de trabajadores “y mejora mucho la salud laboral de los funcionarios”. De hecho, asegura que desde que comenzaron las clases se han reducido las bajas laborales. El próximo paso será impartir estas clases de yoga también a los internos, algo que se realizará a partir del próximo mes de marzo, según las previsiones que maneja tanto el profesor del curso como el máximo responsable de la prisión provincial.
ENTRENAR EN CUERPO Y ALMA. Los trabajadores del centro penitenciario, durante una de las clases.
JORGE GUERRERO
3 PROGRAMA DESARROLLADO POR LA EMPRESA MALAGUEÑA YERBABUENA SOFTWARE Empleo para ex reclusos a través de internet Una empresa malagueña diseña el software de un proyecto europeo que pretende facilitar la inserción laboral de personas con dificultades para encontrar empleo o desventajas sociales, como pueden ser inmigrantes, ex reclusos y personas con bajo nivel de estudios. La iniciativa, denominada Equal in red, está liderada por la Consejería de Empleo, y la ejecución en Málaga corre a cargo de la Diputación provincial, con un importe total de 1.975.400 euros, de los que el fondo social europeo aporta 1.484.450 euros. La empresa Yerbabuena Software, ubicada en el Parque Tecnológico de
Andalucía (PTA) con sede en Málaga, se ocupa del desarrollo de su aplicación informática, según explicó uno de sus miembros, Jesús Pedrosa, que se mostró entusiasmado con su participación en este proyecto y adelantó que el programa “permitirá generar informes y estadísticas a partir de los datos obtenidos por cada uno de los técnicos encargados de los puntos de información al público”. Álora, Antequera, Campillos, Fuengirola, Ronda y Vélez-Málaga serán los municipios que contarán con la presencia de estos técnicos para asesorar a los vecinos que tengan dificultades para acceder al mercado laboral o
crear su propia empresa. Pedrosa expresó “la responsabilidad que requiere este trabajo”, ya que el programa será el encargado de elaborar fichas y listas de los demandantes para ponerlas a disposición de las empresas o instituciones que puedan ofrecerles un empleo. Equal in red pretende además sensibilizar y difundir el concepto y la práctica de la responsabilidad social corporativa entre las empresas y crear redes entre demandantes de empleo y oferentes para que todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades laborales en igualdad de condiciones.