La pelea y el arrojo de generaciones enteras son el reflejo de la realidad actual. Frente al modelo económico, conservador y antidemocrático que se ha impulsado desde las esferas de poder, agricultores, mujeres, jóvenes, euskaldunes, trabajadores/as, inmigrantes han cimentado el modelo de cambio sobre el que se debe construir la Navarra del futuro. Estos últimos treinta años han reflejado la existencia de dos únicos proyectos para el futuro de Navarra. El proyecto conservador, ultra-católico, defensor de la unidad de España, proveniente de los intereses de las clases asentadas en el Franquismo. Un proyecto que ha sabido manejar el debate social, desviar la atención sobre el modelo de cambio e instaurar un sistema de prebendas para embaucar a ciertos sectores y fortalecer los principios del proyecto. Por otra parte ha existido un proyecto de izquierdas, euskaldun, basado en la libre decisión de la ciudadanía y de la participación popular, rupturista con el franquismo y de la mano del resto de territorios vascos. Lo han impulsado sectores sociales progresistas, democráticos, defensores de los derechos de las mujeres, jóvenes e inmigrantes, independentistas, impulsores de la defensa de los derechos de la clase trabajadora. Ha sido un proyecto integrador de corrientes de opinión de la Navarra alternativa, de la Navarra contrapuesta a la versión oficial de la Navarra Foral y Española. Treinta años después, la dicotomía de proyectos no ha variado. Sin embargo todos los agentes políticos han hecho suyos principios incontestables (democracia, libertad de expresión, defensa del euskera, participación ciudadana, progreso, cambio...), convirtiendo en palabras huecas muchas de ellas. La derecha habla de respeto a la libre decisión de la ciudadanía, pero sigue impidiendo que podamos opinar sobre proyectos importantes. El euskera se considera un bien común de los/las navarros/as, pero se impide poder estudiar y vivir en euskera. Se reconocen los derechos de las mujeres, pero en Navarra no se puede abortar. Se habla de derechos de los/las trabajadores/as, pero el Gobierno de Navarra tramita todos los expedientes de regulación de empleo que le llegan. Es decir, existe un abismo entre lo que se dice y lo que se hace. Por ello no debemos permitir que se tergiversen y manipulen conceptos tan importantes.
La izquierda abertzale está plenamente comprometida con el impulso de un cambio rotundo de la realidad social, económica y política de Navarra. Creemos que se debe articular una gran alianza popular entre todos los sectores progresistas y abertzales. Una alianza de base, una alianza entre las personas. Los partidos políticos deben ser reflejo de la demanda popular. Creemos que en estos momentos el debate central es el concerniente al modelo de cambio. Porque consideramos que el cambio que demanda la mayoría de la ciudadanía va mucho más allá de un quítate tú para ponerme yo. Debemos hablar de contenidos, de las bases sobre las que debe acordarse el cambio. Por ello, con absoluta responsabilidad y humildad, queremos trasladar los principios sobre los que entendemos que debe edificarse en Navarra el cambio político y social:
1- Cambio en la correlación de fuerzas con respecto a la derecha por medio de una confluencia de sectores de izquierdas y abertzales, que impulse un nuevo modelo de convivencia en lo político, en lo social y en lo económico. 2- Defensa comprometida de los derechos civiles y políticos. Impulso popular de un escenario democrático, garantía de derechos individuales y colectivos. Todos los proyectos políticos sin excepción deben poder materializarse en igualdad de condiciones si tienen respaldo de la mayorÌa de la ciudadanÌa navarra. 3- Impulso de dinámicas conjuntas de izquierda, diametralmente opuestas al modelo de desarrollo económico y social actual: desarrollo económico alejado de los intereses de las grandes empresas y poderes económicos; respeto del medioambiente y paralización del modelo de desarrollo devastador y alejado de las necesidades de la ciudadanía; defensa de los derechos laborales de la clase trabajadora; apoyo decidido a la vivienda pública y en alquiler; reforma radical del sistema impositivo; incremento del gasto social; fortalecimiento de los servicios públicos de calidad; plenos derechos políticos y sociales para las personas inmigrantes. 4- Reconocimiento del derecho a decidir sobre Euskal Herria de la ciudadanía navarra. 5- Reconocimiento e impulso social e institucional del euskera como idioma oficial y bien cultural de la ciudadanía navarra. Izquierda abertzale de Nafarroa Abril del 2010