CREEPYPASTA: CRUENTIS Devorar es todo lo que he hecho desde ese día, ese sanguinario día hace ya más de millones de años. Sentir esas almas desvanecerse para pasar a ser una parte de mí, robar sus poderes lo que los hacia especiales a costa de sus vidas. Hace millones de años existía un doctor que trabajaba para el ejército de una nación nada especial y que un día logro desarrollar y perfeccionar y acelerar la alteración genética, pensó que eso ayudaría al mundo pero solo lo condeno, en lo primero que fue utilizada esa investigación fue en hacer soldados o mejor dicho bestias de caza para esa nación nada especial, con esas armas iniciaron una guerra a escala mundial, solo que esas bestias se salieron de control devastando naciones por igual, llevaron a la sociedad al colapso y casi la extinción de la especie, sin embargo el destino tiene formas curiosas de hacer las cosas pues el doctor que inicio todo sería quien lo terminara, se encargó de controlar y eliminar a las bestias que el creo, y una vez que las cosas se calmaron se encargó de reconstruir la sociedad de los escombros. Envejeciendo estaba ese doctor, sabía que su momento de partir llegaría y con este muy posiblemente el descontrol de la sociedad que logro salvar, para asegurarse de que abria alguien que cuidara de su frágil mundo creo un ser llamado Aethereum que velaría por la vida hasta el fin de los tiempos, aquel ser tenía la capacidad de resistir hasta la muerte misma. El doctor al cabo de un tiempo vio que no era suficiente con Aethereum asi que creo a otros similares a él para que le ayudaran, Aethereum fue el primero seguido de él estaba Gravis, el segundo, quien tenía un gran poder capaz someter a cualquiera con el peso de su mirada después creo a los gemelos Crescere, el tercero y Amare la Cuarta, el niño capaz de pelear hasta el final y la niña capaz de calmar a cualquiera y por ultimo a Frater, el quinto y último, aquel que los uniría a todos para guiarlos en ese frágil pero letal mundo. Hasta ahí todo estaba bien, entre el doctor y Aethereum se encargaron de criar a los cuatro pequeños para que así algún día ellos fueran quienes cuidaran la ciudad en la que vivían, solo que al destino no le gustan los finales felices, con el tiempo la gente que vivía en la cuidad olvido porque existían las bestias y también olvidaron por qué la ciudad estaba segura, la gente olvido la deuda de vida que tenían con el doctor y empezaron a ver a sus 5 creaciones como unos monstruos iguales a las bestias debido a su gran poder, y con el tiempo se desato el caos, la ciudad se convirtió en una turba de gente que darían caza al doctor y a sus creaciones, todo por el miedo. La turba logro entrar en la casa del doctor a pesar de los esfuerzos de las 5 creaciones, el doctor, un anciano para ese tiempo, murió, fue asesinado y brutalmente masacrado, el único testigo de eso fue Frater quien a partir de ese sanguinario día no fue el mismo al igual que sus hermanos. El tiempo siguió pasando y los hermanos seguían protegiendo la ciudad como les encargo el doctor, pero dudaban si era lo correcto proteger a aquellos que solo traen la desgracia, el destino volvió a hacer de las suyas y trajo la tragedia de nuevo a los 5 hermanos, pues encontraron el
cadáver de Aethereum momificado y parcialmente destrozado, esto enfureció a los 4 hermanos y a la vez los confundió pues Aethereum era inmortal hasta donde tenían conocimiento sus hermanos, la cacería comenzó los 4 hermanos buscaron por toda la ciudad al culpable, pero aunque encontraron a gente que los quiso herir en grupos organizados de pandillas, ninguno hubiera logrado matar a Aethereum asi que cesaron la cacería. Los hermanos devastados y al borde del colapso siguieron protegiendo esa ciudad maldita de las bestias con el miedo de morir un día, a excepción de uno, GRAVIS, quien creía saber quien fue el que mato a Aethereum, esto se lo dijo a Crescere, al día siguiente Gravis estaba muerto, fue encontrado en una fábrica abandonada a las afueras de la ciudad, su cuerpo fue aplastado y atravesado por múltiples trozos de metal de la fábrica. -TU LO MATASTE! *exclamo Frater culpando a Crescere por no proteger a Gravis. -Te matare desgraciado *respondió Crescere a Frater con odio. La presión de los 2 hermanos y sus constantes peleas hizo que Amore se fuera de la ciudad buscando la muerte entre las bestias. Después de eso Frater y Crescere se dispusieron a pelear entre si usando sus habilidades, la pelea a los pocos minutos se convirtió en una masacre, los ciudadanos miraban aterrorizados como un monstruo apareció de la nada en el lugar donde se encontraban peleando los 2 hermanos, Amore regreso al escuchar los gritos y al enterarse de lo ocurrido se dirigió donde se encontraban sus hermanos pero llego tarde pues su hermano gemelo Crescere ya había muerto y Frater se encontraba mal herido, alrededor de los 3 solo se podía apreciar montones de carne machacada de lo que parecía la bestia que los estuvo cazando, estos montones de carne eran como tentáculos con espinas con un grosor de medio metro y varios metros de largo. - No pude proteger a Crescere pero matamos a la bestia.*dijo Frater. A pesar de las heridas de Frater este no murió, fue atendido por Amore y vivieron juntos ahora a salvo con el tiempo Frater y Amore se volvieron demasiado unidos al punto de parecer una pareja, tal vez si lo eran pero al destino no le gustan los finales felices........... Un día Amore estaba recostada en la entrada de la casa del doctor y Frater llego y le hizo una pregunta -¿eres feliz? -sí, si lo soy pues estoy a tu lado, eso me hace feliz.*respondió Amore -Me alegra no quería que estuvieras triste cuando todo acabara.*dijo frater Amore se extrañó por esa frase pero casi instantáneamente lo entendió, al ver como la figura de su hermano que incluso llego a amar se deformaba, como sus dientes se volvían completamente
puntiagudos como los de un tiburón y sus ojos se abrían al punto de parecer que se salían de sus cuencas. -¿Frater?*exclamo Amore. -No, CRUENTIS.*respondió Frater/Cruentis. Ahí fue cuando Amore entendió que Frater era una bestia, LA BESTIA QUE LOS ESTUBO CAZANDO TODO ESTE TIEMPO. En una explosión de velocidad Cruentis adquirió una forma inhumana y enorme para luego destrozar, machacar y devorar a Amore en un pestañeo. Después de unas horas la ciudad desapareció al igual que otras que lograron resistir a las bestias y se extendió el rumor de un foráneo que aparecía para advertir la llegada de una bestia que lo devoraba todo y el nombre de ese sujeto era Cruentis la bestia y el dios del consumo y el deterioro.