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AÑO 1 / Nº O / ABRIL 2010

Novedades Sobre las Artes Nuestras

•~ LA TIGRA, CHACO

•~ Walsh por BAYER

•~ ROCK BOLIVIANO

•~ ARTE ORGÁNICO



Sumario Novedades Sobre las Artes Nuestras

Abril 2010

La Tigra, Chaco

··························/ pág 9 / ····································· Articultores

···························/ pág 12 / ·································· Arte y Ley de Medios

···························/ pág 16 / ·································· Walsh por Bayer

···························/ pág 21 / ·································· Atajo

··························/ pág 30 / ·································

···························editorial ¿”A pulmón”? ¿Quién quiere hacer una revista “a pulmón” hoy, señora, señorita, señor? ¡Pero, no! Sólo personas sin escrúpulos podrían adjudicarse semejante desatino, tamaña oda al hacer sin fundamento (nótese que “escrúpulos” suena a “tentáculos”, porque son ambas palabras esdrújulas, acaso porque hablan de lo mismo). Sólo estúpidos enamorados podrían condenar su sistema respiratorio al polvo y las pelusas, sólo unos dementes irremediables consignar noches enteras en que las calles alborozan con música y vermouth a la jodida tarea de ponerse de acuerdo. Ponerse de acuerdo porque sí, mire usted… Pero como decía: “a pulmón” es demasiado fácil. Distinta sería la cosa --vaya precisión-- si en lugar del pulmón se entregase el corazón, ese caballito imparable que galopa por décadas sin respiro. Sería noble. El pulmón tiene tabaco y anís para el ocio. ¿Qué se le puede dar al corazón para que amaine? ¿Amor? ¿Para que de repente ¡zas! y le duela a uno hasta el caracú? Mejor entregar las manos, para palpar hasta el orgasmo el mundo. O los pies, para caminar la calle, la tierra, las baldosas naranja de cualquier patio de vecina. Entregar los ojos, y dejar de ver para mirar y maravillarse; el cuerpo, para que las balas no pasen más allá. Entregar todo por amor, aunque duela. Por coraje, por empatía. ¿Entregar el cerebro? No. Allí mora la Memoria. Y la Nuestra no se entrega.

staff································

Ailín Bullentini, Carolina Sánchez Iturbe, Esteban Vera, Facundo Gari, Guillermina Watkins, María Daniela Yaccar, Nahuel Lag, Nicolás Sagaian, Sergio Sánchez, Adrian Pérez y Luis Paz. Colaboran: Osvaldo Bayer, Ricardo Holcer, Grupo de Arte Callejero (GAC), Nicolás Lantos, Gustavo Sala, Egon y Juan José Burzi. Fotógrafos: Daniel Ayala, Mariano Iñíguez, Martín Lo Nigro, The Dark Flack y María Luz Carmona. Diseño: Daniel Alberto Villalba y Pablo Soto.


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Gentileza de Capitán Fok

“El nombre me lo pusieron unos amigos modernosos que siempre me decían: ‘¿Qué venís a chongear acá?”.

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ECLADISTA DE BANDAS DE ROCK Y POP, COMPARTIÓ ESCENARIO CON ZETA BOSIO, MARTÍN CARRIZO, BOOM BOOM KID Y ANDREA ÁLVAREZ. COMPUSO TECLADOS PARA PROYECTOS FOLCLÓRICOS Y PUBLICITARIOS, Y PARTICIPÓ DEL TRIBUTO LATINOAMERICANO A DEPECHE MODE. LA PROPUESTA DE CAPITÁN FOK SE CENTRA EN EL ELECTROPOP, CON BEATS DANCE Y PAISAJES CERCANOS A SUS ORÍGENES DARK.

Por Luis Paz

uan Pablo Malvasio toca teclados hace 17 años. Primero lo hizo en la soledad de su cuarto, sacando temas de Fito Páez “de oído”, hasta que conoció a New Order, Depeche Mode, Soda Stereo, Virus y el electropop ibérico. Su primera banda, Z80, tenía un sonido “muy depechero” y tuvo un éxito “poco más que nulo”. Luego de dos proyectos tributo a Soda, se convirtió en Capitán Fok, avatar bajo el que registró Irónico!, crónicas del amor urbano que lanzó en agosto de 2007 en clave electropop. Desde entonces, tocó en cuanto escenario pudiera, desde las fiestas Divas & Divos, Eyeliner y El Dorado, a la peluquería Prana, pasando por la Marcha del Orgullo, el homenaje a Miguel Abuelo y hasta fondas. A principios de siglo, se iba a peinar a Prana para los shows. Entonces, como ahora, era un musculoso símil Glen Danzig (vocalista de Misfits). Ahora, dice dar más con su physique du rol: está más “punkoso”. A Fok le encanta acuñar términos. En la hora y media de charla con NAN, se despacha con “depechero”, “ceratoide”, “porteñoide” y otros. Entremedio, y mientras se baja dos termos de mate en su casa-estudio, opina sobre la escena y da tips para el homemade producer. -- Irónico! ya tiene cuatro años. En perspectiva, ¿qué estima le tiene? -- Tiene cosas que hoy no haría. Ahora estoy escuchando cosas más indies e italo disco, artistas más teatrales que musicales. Antes era muy sónico y ahora estoy trabajando en base al Casio, que me obliga a pensar en canciones. En 1999, cuando armé mi primera

banda, Z80, tenía un cuelgue electrónico y me mandaba un tema. -- Adicta empezaba a salir del ghetto y Miranda! no existía. El escucha porteño no estaba preparado para el e l e c t ro p o p . -- Todo era house o rock and roll, no había circuito alternativo. Me costó, pero después aprendí de la época que estaba viviendo y, si bien sigo clavado en un sonido, trato de meter cosas más modernas. En ese tiempo no era vocalista, tocaba teclados. -- ¿Y los colgó? -- No, nos separamos y después de un año seguí con una banda tributo a Soda, en 2003, cuando era una banda retro que había muerto en 1997. Pero nos iba bien, cobrábamos por show y nos vinculamos con gente como Martín Carrizo, de ANIMAL, que nos produjo un tema, o Zeta Bossio, que vino a vernos. Después vino un flaco de otra banda tributo y me llevó. -- En términos económicos y artísticos: ¿podía sobrevivir con eso? -- No, para nada, mantenía otro laburo. Y con las bandas nos fuimos quedando sin trabajo porque la de temas propios se fue cerrando en componer y dejó de ser rentable, en términos económicos, y la otra en términos artísticos: me limitaban mucho porque era “muy dark”. Cuando corté con las dos me puse a armar temas que ya tenía. --Y los subió a Internet, en los albores de los sitios musicales gratuitos. -- Sí, tenían una calidad vocal espantosa pero, por la urgencia, los subí igual. Recibí criticas horribles. Entonces, me puse a es-

tudiar canto. Hoy estoy más tranquilo porque sé dónde están mis puntos débiles. -- ¿Le muestra sus canciones a gente de otro palo? -- Sí, a gente del rock y la electrónica. Y me pasa que la del rock es más receptiva, la del electro dice que “es muy canción”. -- Por estética, uno lo alinea más con el rock que con la electrónica. -- Es algo que trato de explotar: un chabón pelado, musculoso, tiene que hacer heavy metal, es un clissé. Pero yo soy muy individual y me gustan ciertas cosas de cada cultura. Por ejemplo, fui muy raver, pero nunca me drogué con “pastirulas”. Está eso de que vas a una Creamfields y lo tenés que hacer. Hay algo muy social ahí que no pasa por una decisión de uno. Yo decido por mi cuenta, más allá del medio. -- Sorprende que en sus canciones aborde temas universales: la vida en la ciudad, las rupturas. -- El solista suele ser más autobiográfico, pero son períodos. Y también es contextual. En Rosario, por ejemplo, di un show con un maquillaje tremendo y fue demasiado raro. -- Y bueno, imagínese que va a tomar cerveza y entra “el auténtico electrochongo argentino” todo maquillado… -- Eso me lo pusieron unos amigos muy modernosos que siempre me decían: “¿Qué venís a chongear acá?”. De última, es mucho más revolucionario que los rockeritos exageradamente producidos que no dejan de ser nenes de papá.


“Nos gustan los cueros, las motos, las peleas callejeras, pero a la vez guardamos mucho cariño adentro”.

Gentileza de Los Bullys

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NSPIRADO EN EL CINE QUE ALGUNA VEZ FUE “SUPERPRODUCCIÓN” Y AHORA ES “CLASE B DEMODÉ”, COMO RAMBO O VOLVER AL FUTURO, UN GRUPO DE ARTISTAS PLÁSTICOS, LITERARIOS Y MUSICALES EJERCE “ARTE BULLY”: “UN TIEMPO DE VIOLENCIA INTELECTUAL EN CONTRA DEL ARTE OFICIAL, EL QUE VENDE, EL DE GALERÍA”, DEFINE ANTOLÍN, SU LÍDER.

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Por Guillermina Watkins

e la cabeza de un muchachito salió todo. Tímido e introvertido a simple vista, Antolín --el alter ego del artista plástico, poeta y músico Andrés Olgiatti--, es el Víctor Frankenstein de una masa informe de artistas platenses que, durante cuatro días, se convirtieron en la primera pandilla de la ciudad en copar las callecitas de la Rural durante Arte BA 2009: los Corazones de Bullys. Ovejas negras, hijos del rigor, el grano en el culo del arte plástico tradicional, los Bullys arrancaron enojos y elogios por igual en el mundo de la plástica. Eso sí, no pasaron desapercibidos ni un segundo y, al menos por ese tiempo, Arte BA pudo ser el jardín de infantes para estos bravucones de corazón grande. Los 23 artistas que compusieron el staff estable de la muestra demostraron que son expertos en patear calles, tocar puertas y molestar entre tanta quietud aparente. Pudieron “de pedo” saltar el cerco infranqueable entre la Ciudad de Buenos Aires y La Plata sin salir lastimados en el intento. Al contrario, como en la mayoría de las películas de superhéroes de las que son fanáticos, los Bullys se levantaron a último momento y arrasaron con todo. ¿La premisa básica?: divertirse y

mostrar su arte. Hijos de la democracia, pero sobre todo de la televisión, los Bullys se inspiran en los personajes ochentosos y noventosos con los que crecieron: Meteoro, Alf, Caballeros del Zodíaco, Rambo, Volver al futuro, entre otros. “Tenemos la marca de la ciudad, de la tele, de los chicos malos del colegio. Nos gustan los cueros, las motos, las peleas callejeras, pero a la vez guardamos mucho cariño adentro”, cuenta Antolín. La mayoría son músicos o están relacionados con la música de manera directa. No contemplan el arte como un todo divisible y con esa perspectiva sientan sus bases. “Comencé a convocar a músicos que, sin darme cuenta, también eran unos excelentes artistas en otras disciplinas. La estética Bully siempre estuvo relacionada al rock y eso fue lo que quisimos resaltar en la muestra”, agrega el artista plástico. Entre tazas de té de vainilla y de boldo, asegura además que el oxímoron del nombre es la contradicción eterna de los artistas que componen el grupo. Pero, ¿cómo se fueron armando los Bullys para llegar a ser protagonistas del Arte BA? “En 2006, con un grupo anterior, íbamos siempre a Belleza & Felicidad. Ahí hicimos un primer ciclo. Éramos Los Primos

del Campo, haciendo alegoría crítica a cómo se ve La Plata desde el ojo porteño. Durante 2007 volvieron los ciclos, pero fueron más espaciados. Repetimos algunos artistas y otros se fueron sumando (como Javi Punga y Chico Ninguno, entre otros).” -- ¿Por qué unir poesía con pintura y música? -- Porque nos parece más interesante: a veces la gente espera algo más cuando está viendo una obra y está bueno enriquecer la convocatoria con una propuesta musical y poética. Además, como nuestra estética está muy ligada al rock, no podemos dejar de tener música en las presentaciones. Y todos somos músicos, queremos mostrarnos completos. -- ¿Cuál es el manifiesto de los Bullys? -- No tenemos manifiesto como los de antes pero tenemos un lenguaje en común que está influenciado por las mismas cosas. Compartimos una actitud “Bully”, es decir, una postura contra el “arte nerd”, oficial, el de la galería, el que vende. En este sentido, el arte Bully implica un tipo de violencia intelectual motivada por el aburrimiento, el hastío, el enojo, la marginalidad, el humor, la ironía, la dejadez, la resignación, la falta de lugares de contención, la falta de aceptación, la propia timidez. En Arte BA nos pasó que muchos nos consideraban el “souvenir” de la Feria porque decidimos cobrar cada dibujo a cien pesos, pudiendo el comprador adquirir por bajo precio una parte del conjunto hasta su desmaterialización definitiva, y contribuyendo, a su vez, a la materialización de “un millón de dólares imaginario”, bajo el lema abusivo “Dame algo”. Ese “dame algo” es el de los matones del colegio que les quitan la comida a los nenitos. Ser aceptados o que nos echen no nos importa, sólo queremos llamar la atención. -- ¿Hubo un antes y un después de Arte BA? -- La muestra fue interesante porque realmente descolocamos las cosas. Muchos galeristas pensaban que nuestros precios les bajaban el nivel de competencia, cuando no iba a suceder, pero esa decisión nos aisló un poco.

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PARA CUESTIONAR LA CULTURA DEL MIEDO Daniel Ayala

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XPOSICIONES, RECITALES, OBRAS DE TEATRO Y DANZA, GRAFFITIS, PRESENTACIONES DE LIBROS, TALLERES Y PROYECCIONES FUERON SÓLO ALGUNAS DE LAS ACTIVIDADES EN LAS QUE SE PUDO “INTERVENIR” EN LA ÚLTIMA EDICIÓN DE LA MUESTRA AMBULANTE, MONTADA EN EL BARRIO PLATENSE MERIDIANO Vº. EL FIN: “DISCUTIR EL BARRIO DE LAS PERSIANAS CAÍDAS”, EXPLICAN SUS ORGANIZADORES.

“Queremos discutir el barrio de las persianas caídas,de las cámaras de seguridad, de los vecinos en alerta”.

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Por Carolina Sánchez Iturbe

areció un sueño. Centenares de expresiones artísticas navegaron en las calles de La Plata, se acomodaron entre baldosas y adoquines y descansaron en rincones insospechados para, de la mano de quien las admirase, cambiar de formas y sentidos. Una incontable cantidad de mirones jugó a ser intervención, se convirtió en parte de las veredas, las calles, las instituciones sociales, los comercios e incluso de las casas y garajes de los vecinos, que --en una escena aún más surrealista-- habían abierto su privacidad al mundo para convertirla en un lugar de interacción. Así, a medida que los cuerpos caminaron por la última edición de la Muestra Ambulante, llevada a cabo entre noviembre y diciembre de 2009, los roles desaparecieron: el dueño de casa olvidó el miedo a que su propiedad sea expropiada; el comerciante, el terror a la inseguridad; el visitante, el prejuicio y la timidez; el artista, su ego. Todos pasaron a ser parte de lo mismo, conservando sus diferencias, aprehendiendo de ellas. Un barrio cambió, la gente admitió que el espacio público puede no ser de paso y sí de permanencia, de interrelación; no temió y se asoció con completos desconocidos. Un barrio cambió. No es casual que Daniel Badenes, uno de los integrantes del Grupo La Grieta, colectivo cultural que históricamente se ha encargado de organizar esta movida (aunque desde hace poco se sumó a la tarea el Colectivo de Gestión Cultural y Comunicación Medio Limón), le jure a NAN que el arte “es sólo una excusa”. En la última edición de la Muestra Ambulante se exhibieron numerosas realizaciones artísticas provenientes de las más variadas disciplinas en las calles, los comercios, las instituciones comunales y las casas de Meridiano Vº, un barrio platense pintoresco por su estilo añejo y que se sostiene en el recuerdo de la vieja estación provincial de trenes que funcionó hasta la última dictadura militar. Cuando esa estación cerró, el tiempo se detuvo, la nostalgia reinó y algunos vecinos recuperaron el lugar para convertirlo en un centro cultural. De esa manera, aquel espacio que anteriormente había establecido al barrio como un lugar de paso, ahora se transformó en un rincón en el que se desea permanecer. Esos mismos vecinos, o quizás otros, fueron los que a fines del año pasado abrieron las puertas de sus casas ante el anuncio de la llegada de una nueva creación colectiva. “La Muestra Ambulante es una intervención artística, pero también política y social”, asegura Badenes con convicción. Es que los objetivos de este programa multidisciplinario no se organizaron únicamente en torno a la estética y el entretenimiento. Según el muchacho de cabellos rizados --que, aunque la cantidad de trabajo lo apremie, quiere tomarse el


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Daniel Ayala

tiempo necesario para explicar su propuesta y la de sus compañeros--, la Muestra Ambulante procuró poner en discusión “la ciudad y la sociedad que queremos”, porque a través del arte y de la “mixtura de lenguajes” se intentó plantear la necesidad de establecer redes sociales, de retomar los lazos con el que está al lado, para que las costumbres barriales emerjan y la gente nuevamente se adueñe del espacio público. “La muestra intenta discutir el barrio de las persianas caídas, de las cámaras de seguridad, de los vecinos en alerta, donde la relación con el otro se da a través del estigma y la sospecha, y no por medio de la vocación de diálogo, el saludo y la confianza”, explica Badenes. Así es como los organizadores de la Muestra Ambulante aseguran haber comprendido la dimensión política de la cultura y valerse de ella para intentar llevar a cabo una pequeña revolución con “la apuesta al lazo social: que no exista ni la lógica del espectáculo, los paracaidistas artísticos ni los grandes nombres, sino la construcción colectiva”. Entonces, el arte se convierte en excusa “para el encuentro, para el diálogo, para cuestionar la cultura del miedo”. Uno de los modos que tuvieron los organizadores de estimular el diálogo consistió en la obligación explícita que debieron cumplir los creadores: “En la última muestra, no admitimos que no existiese relación entre el artista y el comerciante o vecino que cedió el espacio. Queríamos que el artista que estuviese en la carnicería conociera al carnicero, sus prejuicios sobre el arte y sus expectativas; que hubiera también un encuentro ahí y no sólo en lo que se provocaba después en los visitantes”, explica Badenes. En el intento de evitar lo que él denomina “paracaidismo artístico”, que consiste en expositores que presentan sus propuestas sin interiorizarse en la vida cotidiana del barrio, los organizadores velaron porque la movida pudiera dejar rastros aún tiempo después de su realización, que se produjera una verdadera transformación del espacio, “un clima de confianza con el vecino, y que a éste le quedase en la retina que se puede salir a la calle y que la puerta del garaje es mucho más que ese lugar para entrar el auto”. A partir de la ruptura del límite entre espacio abierto y privado, los espectadores tomaron protagonismo. Esa posibilidad liberadora de recuperar los lugares comunes y de entender a las viviendas como sitios de encuentro fue la que más tarde, a partir de la elección (prevista o casual) de las propuestas --que por rondar las 200 no podían ser recorridas en su totalidad--, le permitiría al visitante construir un relato único. Por ello, Badenes discute la categoría de “público” y explica que en el último encuentro colectivo anheló que en la muestra no hubiera espectadores, sino que fueran sólo “intervinientes”. Que se pretendiera que reinara una

actitud de “tolerancia cero hacia el encierro” y que “se subiera la edad para el juego y la risa” tampoco fue casual: no sólo a través de la presencia en la calle se logró la reciprocidad de la gente, sino --y sobre todo-- a partir de lo lúdico, que permitió desempolvar la vieja costumbre de jugar en la vereda. Lejos de considerar a su proyecto como un acto superador, Badenes jura que aún hay numerosas discusiones que no pudieron ser resueltas en relación a los objetivos que el colectivo persigue edición tras edición. Con la intención de ser un espacio en constante movimiento, el joven periodista asegura que las jornadas de debate que entablaron con sus compañeros son numerosas y que siempre pretendieron “subir la apuesta” e incluir más aristas a partir de las que reflexionar sobre la vida cotidiana. Así, a diferencia de la primera muestra, realizada en 1995, el grupo ya no sólo pone el foco en el “enclaustramiento” que vive el arte en los museos, si no también en las costumbres de la sociedad actual y en el peligro de que Meridiano Vº se transforme en un “circuito gastronómico y centro cultural” en el mapa platense. Por ello, la Muestra Ambulante también se propone como un “cortocircuito”. A cuatro meses de la última muestra, sin lugar a dudas, un barrio cambió. La experiencia quedó grabada como un tatuaje en la retina de quienes tuvieron la fortuna de recorrerla, de mirarla de cerca y sentir sus texturas junto a cómplices, que no eran más que completos desconocidos. Ahora, ellos, los “intervinientes” esperan que el barrio, de la mano de la inquietud de diversos artistas, vuelva a cambiar para, otra vez, poder encontrarse con personas de las que no podrán recordar sus nombres y, por fin, celebrar que la cultura venció al miedo.

“Se puede salir a la calle, y la puerta del garaje es mucho más que un lugar para guardar el auto”.


UNA CAJA DE SORPRESAS 8

Dengue dancing Mati Nuevo

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HICOS QUE BUSCAN CHICAS, CHICAS QUE BUSCAN CHICOS, CHICOS QUE BUSCAN CHICOS Y CHICAS QUE BUSCAN CHICAS, TODOS ELLOS DE VEINTITANTOS, SE REÚNEN LOS JUEVES EN UN CABARET EN EL QUE SÓLO FALTAN OLMEDO Y PORCEL ACODADOS EN LA BARRA.

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Por Nicolás Lantos

e la céntrica avenida baja una escalera que desemboca en una cortina. Tras un mostrador sonríe una señorita elegante, y el patovica, de negro estricto, sólo cumple una función decorativa. Adentro, los espejos recubren cada pared, las luces son de colores y los mozos usan chaleco y moñito. La decoración no deja lugar a dudas: estamos en un cabaret. Pero no uno de esos cabarets decadentes que hacen hilera a pocas cuadras de allí ni uno de los más conchetos, exclusivos para turistas y CEOs que hay por Recoleta. Es más bien uno de esos cabarets que aparecían en las películas picarescas argentinas de mediados de los ‘80. Sólo faltan el “Negro” Olmedo y el “Gordo” Porcel acodados a la barra, junto a un par de vasos de whisky apoyados, como corresponde, sobre sendas servilletitas cuadradas con guarda celeste y el nombre del lugar: Gong. Pero no vinimos a hacer uso de los servicios que cualquier cliente desatento puede buscar en un lugar así cualquier jueves a la noche en la Ciudad de Buenos Aires. Vinimos a una fiesta. Y una primera mirada atenta a lo que sucede ahí dentro nos confirmará que llegamos al lugar correcto. Música que va del pop a la electrónica, muy bailable, y que evita caer en el cliché del hitazo. Preciosas chicas bien arregladas, muchachos elegantes en un sentido muy particular de la palabra. Luces intermitentes. Una barra agitada. Damos unos pasos más hacia adentro del salón y ya estamos hundidos en plena pista y mucha gente baila, sola, en pareja o en grupitos que no tardan en

mezclarse para barajar de nuevo. La edad promedio de la gente es veintivarios, pero dentro de un universo bastante amplio. Una noche, por ejemplo, luego de bailar durante un buen rato con una muchacha, mientras compartíamos un vaso de cerveza, terminé descubriendo, sorprendido, que la señorita en cuestión tenía nada más que dieciséis años. “¿Además del colegio?”, repreguntó cuando yo quise averiguar qué hacía de su vida. Las fiestas Dengue Dancing son una caja de sorpresas. Nos abrimos paso entre los bailarines y sorteamos una barrera natural de sillones para acercarnos a la barra. Porque en una fiesta lo importante, lo primordial, es tener siempre un vaso en la mano. Ninguno de los mozos (porque no son barmen ni bartender ni nada de eso, son mozos) tiene menos de sesenta años. Atienden con parsimonia a la clientela y no se inmutan ante las miradas divertidas de las chicas que se asoman a pedir una bebida. Los precios son algo excesivos (diez pesos un vaso de cerveza, veinticinco un trago), pero la gente siempre parece estar en sintonía. No es extraño descubrirse charlando durante un buen rato con alguien a quien hasta hace pocos minutos no conocías. Y no sólo en situación de levante (que las hay, las hay) sino más bien en un placenteramente extraño clima de comunión fiestil. Hay un pequeño lugar para fumar escaleras arriba, el Salón Fumadonnas, donde funciona una especie de improvisada pista B. Hay ba-

Gong es uno de esos cabarets que aparecían en las películas picarescas argentinas de mediados de los ‘80. ños cómodos y funcionales. En las Dengue se han forjado amistades y también pasiones. Hay chicos que buscan chicas, chicas que buscan chicos, chicos que buscan chicos y chicas que buscan chicas. Pero lo que todos buscan es pasar un buen rato un jueves a la noche, momento crucial de la semana para aquellos que aprecian la vida nocturna, trampolín hacia el weekend. Ya son hace rato las cuatro de la mañana. Y la concurrencia, de a poco, ralea. Los beats le dejan un rato al rock, y en los sillones, terminamos nuestro enésimo vaso y encendemos un cigarrillo. En la pista hay dos parejitas apretando, junto a la barra algunos de los habitués redondean la velada. Arriba, en el Fumadonnas, resisten los últimos fiesteros que no quieren dejar de bailar. Nosotros, no en pleno uso de nuestras facultades, aprovechamos que afuera todavía es de noche para encarar el largo camino de regreso al hogar. Cruzamos la cortina y saludamos a la chica que sigue sonriendo y al patova decorativo. “Hasta el jueves que viene.” * Las fiestas Dengue Dancing van todos los jueves desde la medianoche en Gong, Córdoba 634. La entrada es gratis hasta la 1.30.


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Martín Lo Nigro

“Aparecen ausencias que el espectador completa” “LA TIGRA, CHACO”

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EDERICO GODFRID Y JUAN SASIAÍN, DIRECTORES DE LA PELÍCULA LA TIGRA, CHACO, SE SINTIERON EN ESA CIUDAD COMO EN EL CAPÍTULO DE LOS SIMPSON EN EL QUE NO HAY NADA EN LA TV Y LOS NIÑOS DESCUBREN LA BELLEZA DEL ARCO IRIS. Por María Daniela Yaccar

“El espacio se mete solo. Sin embargo no fue condición para contar la historia”. F. Godfrid

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a Verdad suena a objetivo pretencioso en el universo del arte. O no, si se escribe en minúscula. Persona significa máscara, entonces pareciera que arte es una suerte de máscara por duplicación. En La Tigra, Chaco eso no sucede, porque todo parece auténtico. El nacimiento de la primera criatura cinematográfica de Federico Godfrid y Juan Sasiaín fue precisamente así: uno en calidad de encargado de la puesta en escena y el otro como actor, llegaron al pueblo norteño que le dio el nombre al film para participar del Festival Nacional de Monólogos. Lo primero que vivieron fue un impacto temporal, el que experimentaría cualquier bicho de ciudad: “Fuimos a comprar yerba y estuvimos adentro del almacén una hora. No había nadie en la caja. Nos vieron y nos dijeron: ‘¿Vienen por el encuentro de monólogos?’. Notaron que estábamos apurados. Eso nos agradó como para escribir una ficción”, cuenta Sasiaín. De manera que lo de la ópera prima de la dupla fue pura casualidad, y esas casualidades invaden exquisitamente los 80 minutos que dura la historia. “Está bueno llegar a un espacio y que te regale imágenes”, dicen ellos. Y pensar que La Tigra, ubicada a doscientos kilómetros de Resistencia, tiene nomás veinte cuadras (la verdad puede esconderse en los rincones más recónditos). Hasta allí viaja Esteban (Ezequiel Tronconi) para buscar a su padre, Cacho, y hablar de algún asunto que no queda del todo claro. El joven vivió

en La Tigra o pasó allí varios veranos de su infancia, por eso es que su llegada al lugar es un reencuentro íntimo con sensaciones viejas. También con una bella muchacha estudiante de medicina llamada Vero (Guadalupe Docampo), aparentemente un amor de la pubertad. Un detalle a tener en cuenta: Tronconi y Docampo son los únicos actores profesionales del film. Godfrid y Sasiaín, que se conocieron hace una década en el festival de cine marplatense --pese a que cursaron juntos Imagen y sonido en la Universidad de Buenos Aires--, hasta ahora más cercanos a las tablas que al celuloide, no disimulan su sorpresa ante el reconocimiento que ganó La Tigra. Obtuvieron el premio a la mejor película en el Festival de Cine de Mar del Plata de 2008, el del público en la cuarta edición de la Muestra de Cine Argentino en Leipzig (Alemania), el de la Crítica Francesa en el 22º Festival de Toulouse 2010, la mención especial del Jurado en la última edición del Festival Internacional de Cine de Karlovy Vary (República Checa) y dos nominaciones (ópera prima y actor revelación para Tronconi) en la entrega de los premios Sur de la Academia de Cine de la Argentina. Asimismo, Docampo se quedó con el palmar de la Asociación Argentina de Cronistas como mejor actriz. -- ¿Cómo fue que comenzó a tomar forma el proyecto? Juan Sasiaín: -- Cuando volvimos a Buenos Aires, le dijimos a la gente de Cultura del


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municipio si daba para que fuéramos a escribir una peli allá. Entonces nos instalamos diez días, a seguir chocándonos imaginariamente con el pueblo que regala constantemente imágenes para armar un relato de viaje. Con la misma obra (Beto, el suertudo) habíamos ido a Venezuela, pero no escribimos nada. Nos aterró la ciudad… Federico Godfrid: -- Y nos hipnotizó la piscina. La Tigra era como el capítulo de Los Simpson en el que sacan Tom & Daly y los chicos no tienen nada que ver en la tele. Al segundo día, empiezan a salir. Y al tercero están todos jugando en las plazas, ven el arcoíris... Eso nos pasó a nosotros. -- ¿Cuánto influía en el proceso de escritura eso de chocarse con las imágenes del pueblo? J.S.: -- En un momento abandonamos el guión literario, lo teníamos de guía y al técnico como madre. Eso nos dio la libertad de reescribir bastante en el rodaje y de improvisar con los actores. La madre eran las imágenes. Por ejemplo, habíamos pensado en una escena entre los hermanitos Esteban y Alejandrito (Federico Ibáñez) en la pileta. Cuando volvimos a La Tigra, vimos que la pileta que íbamos a usar estaba vacía. El agua se acababa a las seis de la tarde. La producción nos propuso conseguir un camión con agua. Le dijimos que no, ¿cómo iba a traer un camión viendo a esta gente que no tiene agua? Entonces fuimos de vuelta al espacio de rodaje para ver qué se nos ocurría. Y cuando llegamos a la casa, escuchamos a Candelaria (Ana Allende, tía de Esteban en la ficción) retando a un perro. ¡Había un gallo en la pileta y el perro se lo estaba por comer! Ana trató de bajar por la escalera para sacar al gallo. Y Fede le dijo: “Pará Ana, bajamos nosotros”. Era un gallo, no una gallina, así que le teníamos miedo. Bajé yo también, después el sonidista. Ana nos decía: “De las patitas, de las patitas”. Finalmente después de mucho sudar logramos sacar el gallo de ahí. Nos miramos con Federico: “Hay escena”. Pasó en todo el rodaje estar permeables a escuchar el espacio realmente, a ver qué imágenes funcionaban de modo verdadero. -- El trabajo con actores no profesionales también apuntaba a lo mismo, ¿no? J.S.: -- Partimos hacia el rodaje con la convicción de que sabemos dirigir actores. Queríamos un vínculo entre hermanos bien verdadero. Generamos uno previo: manda-

Gentileza de La Tigra, Chaco

“No podíamos escribir la historia de un chaqueño porque no la conocemos. Era más honesto contar la de un porteño”. J. Sasiaín mos a Ezequiel a jugar a la pelota con el nene, a recorrer el pueblo y a tomar helado. En la escena del almuerzo entre tía y sobrino, no salió cada uno de su motorhome. Ana cocinó para Esteban y el afecto se le nota. Lo que le sucede al cuerpo es que está compartiendo algo con el otro hace tres tardes y que es una señora convidando milanesas. Hay improvisaciones con textos de ellos y pedidos de repetición para recuperar una verdad que ya tenían. -- ¿Qué lugar le cabe al espacio en el film? Sería erróneo decir que es nomás una seguidilla de imágenes bellas que capturan. F.G.: -- Ninguno de nosotros era consciente de que queríamos ser naturales con el lugar. El espacio se mete solo. Sin embargo no fue condición para contar la historia. Me acuerdo de las cosechas de algodón, que era una imagen muy tigrense, y nosotros le escapamos a eso. J.S.: -- El espacio modifica a las personas que viven ahí. Nosotros filmamos a las personas modificadas por ese espacio. F.G.: -- Hay otra película que se filmó en el interior con una actriz muy famosa que no es argentina. Era una diva en su motorhome y había alguien que era su reemplazo en preparación, para que fotografíen para probar luces, cámara, movimientos. Para filmar en un hospital tuvieron que desalojar a todos los enfermos. Eso era enemigo de nuestra película. -- ¿Sintieron miedo de contar la historia

desde afuera, de caer en el “porteñocentrismo”? J.S.: -- Siempre decimos esta frase con mucha verdad y a mí a veces me da vértigo. Sabíamos que no podíamos escribir la historia de un chaqueño porque no la conocemos. Con diez días de ir a vivir ahí no te alcanza. Tampoco con un año. La historia que decidimos contar es la de un porteño que llega a ese lugar, como nosotros, que nos chocamos con el almacén al comprar la yerba. Nos parecía más sincero y honesto. -- Se nota que tienen una preocupación esencial: eso de lo verdadero. F.G.: -- La producción artística es la exposición de los mundos internos. Cuando no veo al realizador en la obra, sino esa cosa pop de “mirá cómo juego”, me agarra furia. No quiero eso. No le creo. Me parece mentiroso. Hace diez años que doy clases (es profesor de Dirección de Actores en la UBA).Lo que siempre pregunto a los alumnos es: ¿dónde estás en lo que contás? ¿Por qué contás la historia de un chabón que fue secuestrado por el FBI? Cuando el protagonista es un estudiante de cine, tiene el póster de La naranja mecánica y se viste con chupines, usa anteojitos cuadrados y tiene los pelos todos levantados. Eso es mierda. Es una alegoría, como lo es la paloma para decir la paz. No hay una construcción de sentido. Me da miedo cuando la gente dice que le gustó mucho la dirección de actores, cuando hace ese recorte. Ahí digo, a esta persona la película le resultó muerta. J.S.: -- Me emocioné con un pibe que me


“Me da miedo cuando la gente dice que le gustó mucho la dirección de actores. Porque a esa persona la película le resultó muerta”.

F. Godfrid

11 UN LLAMADO A LA SUBJETIVIDAD

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Gentileza de La Tigra, Chaco

dijo que la peli le hacía acordar a un pueblito de la India. Y yo decía: “¿De la India? ¿Qué tiene que ver la India con La Tigra?” Tenemos esta búsqueda constante de mundos propios internos y de volcarlos a las ficciones que creamos. (Mauricio) Kartun decía que uno escribe desde miserias y lugares propios y que no hay que mostrar lo que creamos inicialmente a familiares. Está bueno, también, que los que nos conocen den otro significado a las cosas. Cuando llega el camión con el padre de Esteban, mi hermano se pone a llorar y dice: “Ése es papá”. Una búsqueda y a la vez un hallazgo es que escribimos ausencias, nos surge de modo inconsciente. Son poéticas o movilizantes. El espectador tiene que completar. -- Acaban de sumergirse en el terreno del cine independiente, ¿cómo lo ven? F.G.: -- Soy muy pro cine argentino. Hay un falso prejuicio entre el comercial y el independiente. Hay pelis que salen con tanto marketing que funcionan solas, por más de que sean aburridas. J.S.: -- Nos encanta lo que pasa con la película: es popular y gusta a los críticos también. F.G.: -- Tampoco tenemos prejuicios con lo comercial. La gente no va a ver nada, menos cine argentino. Hay todo un tema sociocultural de larga data, que tiene que ver con la globalización que ha hecho cosas buenísimas pero que también ha destruido la cultura. Por un lado, uno tiene más acceso que antes a ver películas iraníes o turcas, pero también existe el imperialismo de la mi-

rada que construye una forma de ver cine. Entonces películas como El secreto de sus ojos --y aclaro que (Juan José) Campanella nos encanta-- hacen dos millones y medio de espectadores porque apelan al star system y porque tiene una construc ción del lenguaje audiovisual que es hollywoodense. Y después La Tigra, Chaco no le gusta al espectador, o ni la va a ver. Va a decir: “Cine argentino... Será lento, no pasará nada”. Nosotros pertenecemos a una generación que también está atravesada por el imperialismo de la mirada. Y ponemos como referente a El padrino o La guerra de las galaxias, no a un gaucho del 1900. Por eso uno aplaude la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual o el Canal Encuentro. No existía en mi imaginario que pudiera existir un canal cultural que no sea un embole. --¿Están pensando en una nueva película o desean volver al teatro? J.S.: -- Estamos con un proyecto de película, en otro pueblo. Pero aún no tenemos nada definido.

a Tigra

exhibe en 80 minutos un abordaje cálido de los vínculos humanos, siempre desde la óptica del personaje de Tronconi: un hijo y su padre ausente, un eterno romance adolescente, una repentina pero auténtica amistad entre dos hermanos separados por una abismal diferencia de edad. Desde que el primer opus de Godfrid y Sasiaín vio la luz, el ojo de la crítica se posó en la dirección de actores. Cabe valorar ese aspecto. Pero también es más que interesante la preliminar del rodaje y cómo ello influye en las características del film. En este sentido, hay que reconocer la perspicacia de los directores para acercarse a ese tipo de relaciones, ya que cualquier espectador podría reconocerse en lo que les sucede a esos personajes. Cualquiera se corrió velozmente de la sorpresa a la empatía como le sucede a Esteban con su hermanito, cualquiera tuvo un amor de esos inolvidables. La instancia de preproducción también se observa en la capacidad de los realizadores de abrirse a las percepciones que entrega un espacio. Permeados totalmente por la desorientación temporal con la que se toparon al poner un pie en ese pequeño pueblo, lograron plasmar la parsimonia de un lugar sin que por esto la película cayese en un dejo de lentitud “porteñocéntrico”. En general, las historias que ponen a prueba al espectador son aquellas de trama intrincada. Es esta otra razón para ver La Tigra, Chaco. Una película en la que campea la simpleza, pero llena de signos de pregunta y, por eso, un llamado a la subjetividad.

¿QUIÉNES?

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ederico Godfrid es egresado de la carrera de diseño de imagen y sonido de la uba. es profesor de dirección de actores para cine y televisión en la UBA, la Universidad del Centro y el BAC. Realizó estudios teatrales con Daniel Casablanca, Cristina Moreira y Lorenzo Quinteros. Participó en las piezas teatrales Verídicamente opaco (1999), Prisionera de mis ojos (2001), Una buena afeitada (2002, 2003) y Arrabal payaso (2007, 2008). Juan sasiaín también se recibió en la UBA en Diseño de imagen y sonido. Actualmente se desempeña en esa institución como profesor de guión. En 2002, realizó el cortometraje Afganistán. En el ámbito teatral, se destacan sus trabajos Verídicamente opaco (1999), Prisionera de mis ojos (2001), Magic Tales (2002), Una buena afeitada (2002), Blanco, el color más oscuro (2004), Beto, el suertudo (2004) y Es así (2007).


Por Nahuel Lag

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Gentileza de Articultores

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RTISTAS, PROGRAMADORES Y VECINOS RECORREN LAS CALLES EN BICICLETA BOMBARDEANDO CANTEROS Y ALCANTARILLAS CON SEMILLAS VEGETALES. SE TRATA DE UN MOVIMIENTO ARTÍSTICO, DE UN PROYECTO SOCIAL, UNA MANERA DE PENSAR Y DE ACTUAR QUE APUNTA A PROMOVER LA LIBRE CULTURA, EL DESARROLLO SOSTENIBLE Y “EL LIBRE TRÁNSITO POR LA TIERRA”.

“¿Por qué lo considero arte? No me interesa pensarlo. Algunos pintan y otros hacemos proyectos sociales”.

J. Villamayor


ARTICULTURALISIMO

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uienes decidan unirse a la “Guerrilla Huerta” y salir a la calle a arrojar

semillas para reforestar la ciudad, deben fabricar sus propias bombas caseras. Estos son los pasos a seguir:

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13 Mientras cocina, después de pelar una fruta o tras devorar lo que trajo el

delivery de alimentos vegetarianos, no tire las semillas. Cómo si juntara papel o tapitas plásticas para una obra benéfica, elija un lugar para guardarlas. También puede pedirle a sus padres que en lugar de solicitar al mozo del restaurante que envuelva “los huesos para el perro“, lo haga con las “semillas, para mi hijo”.

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Pepita en mano, tome un recipiente y vierta los siguientes ingredientes:

arcilla (se consigue en cualquier librería amiga), tierra (accesible en su patio o en la calle) y agua (de su canilla, de un arroyo, río o una excéntrica botella de agua mineral). La arcilla dará plasticidad a la mezcla, la tierra aportará nutrientes a la semilla y el agua hará el enchastre.

3

Mezcle los ingredientes hasta que tome una consistencia que permita hacer una

bola de tierra entre sus manos. Aplástela, coloque las semillas y moldéela nuevamente. Déjela secar de tres a cuatro días.

4 “En cinco minutos tirás las semillas y quedás en un estado de ansiedad inmenso. El activismo produce adicción”.

J. Villamayor

El miércoles es el día de los “articultores”. Cargue sus bombas en un bol-

so, infle su bicicleta, póngase casco, prevéngase de mantener el equilibrio y salga a bombardear su ciudad. La lluvia se encargará de desarmar su bomba y germinar la explosión de vida.


DIRTY Neo swing DIAMONDS con perfume de mujer

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The Dark Flack

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AS NUEVE MUJERES Y EL SAXOFONISTA DE LA BIG BAND DEMOSTRARON DE LA MANO DEL SENSUAL RITMO QUE INTERPRETARON POR QUÉ LA DENOMINACIÓN “SEXO DÉBIL” MURIÓ HACE RATO. FUE HACE CASI UN MES EN EL BAR PLATENSE CIUDAD VIEJA, PERO ES UNA CITA RITUAL PARA LOS SEGUIDORES DEL VESTIDO ROJO Y LAS LIGAS DE LA CANTANTE FERNANDA LÓPEZ CAMELO. Por Carolina Sánchez Iturbe

López Camelo sacude la cabeza y las piernas, mixtura la sensualidad del swing con la fuerza del rockabilly.

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a mujer se hace dueña del escenario, se calza sus mejores ropas y, cuando se cuelga sus instrumentos musicales, demuestra que el denominado “sexo débil” dejó de existir hace rato. La mujer despista. Juega a ser una femme fatale y aprovechándose de la atención que sus portaligas despiertan, se gana el respeto y la admiración de quienes la rodean. Durante la madrugada del primer sábado de marzo --como durante todos los principios de mes del año --, en Ciudad Vieja la mujer se convierte en muchas de ellas, corporizándose en las Dirty Diamonds; y festeja al son de la música. Dirty Diamonds es la big band de neo swing --un género tradicionalmente ejecutado por varones-- que ya lleva casi cinco años de trabajo en La Plata. Originalmente constituida sólo por mujeres, hace poco tiempo aceptó la incorporación masculina con la llegada de los vientos del saxofonista Federico Jaureguiberry. Sin embargo, ellas multiplican por nueve esa presencia y, claro, siguen siendo mayoría. Una ellas, Fernanda López Camelo, baila al mismo tiempo que el calor se apodera del bar Ciudad Vieja. Enfundada en un vestido rojo que deja en evidencia su figura curvilínea, salta sobre unos tacos altos al tiempo que entona “Shake your lovemaker”, versión del tema de Cherry Poppin’ Daddies. A su lado, Rhonda, una de las muchachas más glamorosas de la ciudad, se hace cargo de los sonidos graves que su bajo acentúa. Entre tanto, las otras siete chicas y sus polleras con tajos pronunciados, junto al saxofonista, completan el cuadro ejecutando cada uno de los matices de la canción de principios de los ’90. Imposible imaginar un mejor homenaje a la feminidad, más aún si se tiene en cuenta la cercanía de la fecha del recital con la celebración del día internacional de la mujer. Por eso, el público aplaude absorto cada una de las acciones que esas nueve mujeres realizan, al tiempo que la cantante se trepa de un salto sobre una de las mesas, desde donde deja en evidencia que su voz es perfecta y mueve cada uno de sus músculos poseída por el sonido de los saxos. Desde ahí, la entrega al espectáculo parece absoluta y se torna difícil quitar la mirada del escenario. Demostrando su carácter de pasionaria, cuando llega la versión de “Americano”, la canción de Brian Setzer, López Camelo sacude la cabeza y las piernas sin preocuparse por si al agacharse su ropa interior queda expuesta, mixturando la sensualidad del swing con la fuerza del rockabilly. Detrás de ella, la flautista y la saxofonista se sonríen y bailan aunque el reducido escenario de Ciudad Vieja, que es uno de los bares que promete convertirse en uno de los lugares con mayor tradición rocker de La Plata y que, al mismo tiempo, rememora a los antiguos bodegones de bodeville, las obligue a limitar sus impulsos. Cada vez que se produce un silencio, quienes son testigos de la muerte de la mujer sumisa aúllan, celebrando el despertar de desmesura en el género. Entonces, las Dirty vuelven a la ametrallar con “What’s next”, el popular tema de Royal Crown Revue. El sonido híper festivo (apto para la presentación de un show televisivo) de la canción tienta a tres chicas acodadas en la barra, provocando que sus caderas se muevan. Después de más de una hora de recital y con el pelo empapado por la transpiración, Fernanda anuncia el final del espectáculo. Sin dar tiempo a que la banda se retire del escenario, el público pide a los gritos un tema más. Habiendo agotado todas las canciones de su repertorio, la cantante le pregunta a sus seguidores cuál desean escuchar nuevamente. Setzer resulta ganador y el bajo de “The dirty boogie” suena con potencia. Los coros que realizan las chicas de la banda resultan encantadoramente simpáticos, aunque ninguna de ellas se distrae en la ejecución precisa de la melodía. Un pizca importante de carisma y mucha determinación parecen ser los condimentos que hacen de las Dirty Diamonds una combinación explosiva; la explicación de por qué las mujeres, conservando lo mejor de su sensualidad, ya nada tienen de “sexo débil”.


¿Qué es Arte? “La proliferación de la imagen empobrece el pensamiento” Por Ricardo Holcer* Lo político del teatro no reside en analizar la historia para descubrir su significado arcaico, sino de referirla al estado actual de nuestra sociedad, que en el presente aún silencia las voces libertarias que pueden dar otro sentido a nuestro futuro. Cuando el teatro de representación aborda lo Político, lo hace así: con mayúscula. Es un relato triunfante para domesticar la memoria, ajustándola a una imagen del pasado que aquiete las conciencias y los cuerpos en el presente. Creo, por el contrario, que la potencia política del teatro consiste en explorar nuestra historia desde los materiales que la componen de un modo antropofágico: devorando y vomitando el texto para producir una dramaturgia inquietante en la que pasado, presente y futuro nunca están fijos, sino que se mezclan en el acontecimiento de la escena a través del cuerpo del actor. El Teatro es hoy un espacio privilegiado, tal vez el último que nos queda para dar una batalla que es siempre política: restituir palabras a los cuerpos. Creo que estamos viviendo un momento donde una forma de robarnos, una más, es quitarnos las palabras, los enunciados. Los medios de comunicación masivos y las redes virtuales como Facebook construyen un imaginario, y creo que esta proliferación de la imagen es un empobrecimiento del pensamiento y una alienación de los cuerpos para la participación real en su propia historia. Más que por el lenguaje, el teatro debería hacerse sensible a la potencia del devenir minoritario del habla, que se fuga y es plural. Es una política de sentido que implica atender a la técnica, es decir a los procedimientos de creación de una obra y a la estética. En mi actual espectáculo, El ardor, con el dramaturgo y actor Marcelo D’ Andrea buscamos ir directo al cuerpo del espectador, no a través de una moral, de una intermediación ideológica o de re-presentar una imagen histórica. En escena, un mecánico es tomado de las tripas por un locro que devoró. El ardor estalla en él con su historia de mestizaje, mezcla de naturaleza y cultura. ¿Qué movimiento de nuestra historia política es más repetido que las luchas intestinas? La historia del mecánico es contada a través de espasmos de humor. La repetición de nuestra historia expuesta como tragedia. Esta paradoja es la política de sentido que hace vibrar el tono de la puesta. Y de ahí que nadie pueda decir si lo que ve es trágico o irrisorio. Probando que, paradójicamente, lo indecible es de la esfera más política de la historia y el teatro.

* Director teatral.

“El arte es político en todos los espacios” Por Lorena Bossi*

No existe límite entre Arte y Política. Todo arte es político, todo “hacer arte” es “hacer política”. Desde los comienzos del Grupo de Arte Callejero (GAC), insistimos en eliminar esa “y” entre Arte y Política, para difuminar ambas cuestiones en un mismo dispositivo de comunicación y pensamiento. ¿Cuándo se empieza a hablar de “arte político” como categoría? Sus más grandes exponentes, Tucumán Arde y las experiencias que surgieron del núcleo del Instituto Torcuato Di Tella, no se pudieron definir como arte político en el momento en que surgieron y existieron, sino mucho después. Hoy esas experiencias son resignificadas en base a una categoría que pisa cada vez con más fuerza. Es una lectura actual de la historia. Actualmente, existe un revisionismo de los años ‘70 que en los ‘90 no existía. Casi nadie sabía qué era Tucumán Arde. Nuestro trabajo en el GAC desdibuja los límites entre militancia y arte, que sí aparecen en el espectador, en el crítico. El eje de la cuestión pasa por generar ideas, pensamientos, reacciones, reflexiones a partir de imágenes, textos convertidos en imágenes, acciones lúdicas. Eso es hacer política, es hacer arte. Muchas veces se ciñe la definición de arte político al arte que va por fuera del circuito oficial. Es una equivocación. El arte es tan político en uno u otro espacio de circulación. Lo es en todos lados, en realidad. La política circula por los senderos artísticos oficiales permanentemente, lo que pasa es que allí hablamos de política oficial, de empresas. Por qué no, de dinero. La nuestra, que elegimos otros dispositivos de trabajo y otros espacios, es diferente, pero tan política como aquélla. Apostamos a la libre circulación de las imágenes y los discursos. Estamos totalmente en contra de la propiedad privada de la obra. Está bueno que si una imagen o un discurso gusta, se lo pueda apropiar y resignificar, se puedan generar cosas con eso, cosas distintas. En primer lugar, es difícil que una obra en un museo esté al alcance de todos. Tiene que ser alguien entendido para comprender. Y si es alguien así, ve a la obra como “obra”. En cambio, los materiales que se exponen en la calle circulan de otra manera con la gente, son más de su cotidianidad. Nuestro juego político pasa por ahí. El mundo de los museos no nos interesa. Por eso desde el GAC nos reímos de la categorización. Mientras nos esforzamos en distinguir esto de aquello y que esto es así y no puede ser aquello, más limitamos nuestra posibilidad de pensar que todo responde al mecanismo de lo político.

Artista plástica *

Una de las creadoras del GAC

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A

SÍ LO CONSIDERÓ DIEGO BORIS, REFERENTE DE LA UNIÓN DE MÚSICOS INDEPENDIENTES (UMI), EN REFERENCIA A LA INICIATIVA DE DESMONOPOLIZAR EL SISTEMA DE MEDIOS QUE SE LLEVARÍA A CABO CON LA APLICACIÓN DE LA LEY DE SERVICIOS DE COMUNICACIÓN AUIDIOVISUAL. NAN CONSULTÓ A ARTISTAS INDEPENDIENTES SOBRE EL IMPACTO QUE GENERARÁ LA APLICACIÓN DE LA NUEVA NORMA.

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Por Nahuel Lag

na apertura del juego en el que, hasta ahora, participaban sólo los intereses económicos de las empresas mediáticas concentradas, limitando fuentes de trabajo para los actores y oportunidades de difusión, producción y distribución para los músicos y cineastas independientes. Eso significa la demorada Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual según los referentes de los artistas, encargados de dar --con cuotas de emisión aseguradas-- contenido a la televisión y la radio del país. Inocencia de lado, los integrantes de las organizaciones que representan a actores, músicos y cineastas desde la sanción de la nueva legislación señalaron que es “un primer paso adelante, aunque hay que esperar que comience a aplicarse y hacerle el aguante porque va a recibir embates por parte de los representantes de los intereses económicos que se ven afectados”. Las medidas tomadas por jueces federales de Mendoza, Salta y San Luis que impiden la aplicación de la normativa, a cinco meses de su aprobación, hicieron realidad los temores de los que cerca de 50 mil personas, convocadas por la Coalición por una Radiodifusión Democrática (CRD), que hicieron frente el pasado 15 de abril en una marcha desde el Congreso hasta Tribunales para defender la aplicación de la ley. “Hay una ley de la democracia, en vigencia, votada por amplia mayoría del Congreso. No puede un juez, con algunos lazos con la dictadura, querer suspenderla. Tenemos que terminar con las trabas y los obstáculos que lo único que buscan es estancar un avance para la libertad de expresión y las realizaciones artísticas”, sentenció en diálogo con NAN Cristian Aldana, líder de la banda El Otro Yo y referente de la Unión de Músicos Independientes (UMI), una de las 300 organizaciones que integra la CRD, autora del documento 21 puntos básicos por el Derecho a la Comunicación, base de la ley. Cuando el vicepresidente de la Nación y presidente de la Cámara de Senadores, Julio Cobos, vio los 44 votos positivos por sobre los 24 negativos y una sola abstención, no pudo más que pronunciar: “Se convierte en ley, se comunicará al Ejecutivo”. Menos de un día después, la presidenta Cristina Fernández plasmó su firma para lograr que la norma entre en vigencia y reemplace a la Ley 22.285, que llevaba el sello de la última dictadura militar. “La diferencia fundamental con la ley de radiodifusión que se dejó atrás es que la nueva fue consultada y debatida durante varios años, contemplando las inquietudes de organizaciones sociales, artísticas, sindicales y estudiantiles”, resaltó Luis Alí, secretario general de la Asociación Argentina de Actores e integrante del Consejo Federal de Comunicación Audiovisual.

Mariano Iñíguez

“Las trabas buscan estancar el avance de la libertad de expresión y las realizaciones artísticas”.

C. Aldana


“La nueva ley fue debatida durante varios años por organizaciones sociales, artísticas, sindicales y estudiantiles”. L. Alí

A cinco meses de su entrada en vigencia, la ley no pudo dar sus primeros pasos por las medidas judiciales impuestas por jueces federales de Mendoza, Salta y San Luis, a fines de 2009. La jueza federal de Mendoza Olga Pura de Arrabal impuso el primer amparo promovido por el diputado nacional por el peronismo disidente Enrique Thomas. A esa medida le siguieron las del juez federal de Salta Miguel Antonio Medina, a pedido del Comité de Defensa del Consumidor (Codelco), y el juez de San Juan Leopoldo Rago Gallo, que dispuso suspender la aplicación de seis artículos de la nueva ley por un planteo de inconstitucionalidad presentado por un grupo de medios locales. La medida cautelar de la jueza mendocina que suspende la totalidad de la aplicación de la ley se transformó en la traba más fuerte para abrir nuevos espacios en el espectro radiofónico, cuando el 26 de marzo pasado la Cámara Federal de Apelaciones de Mendoza confirmó el fallo. Entonces, las voces de la dictadura que reinaban en la ley derogada volvieron a aparecer. Los organismos de Derechos Humanos cuyanos solicitaron ante la Consejo de la Magistratura la destitución de dos de los camaristas mendocinos, Otilio Romano y Luis Miret, por no investigar el accionar criminal de las fuerzas de seguridad antes y durante la última dictadura militar. “La oposición avanzó en todas las posibilidades que tuvo de interferir sobre la ley y hace uso de cada cosa que aparece. Ya es caprichoso”, apuntó Alí, recordando las estrategias de cajonear la medida, al intentar imponer la idea de que la norma se votó “a las apuradas” y de anular la norma con el argumento de que al día en que fue votada en Senadores no se habían informado las “fe de erratas” realizadas al proyecto aprobado en Diputados. Postura que no obtuvo quórum, pero que tendría éxito a partir de la medida cautelar impuesta por la jueza mendocina. Sin embargo, los artistas que esperan la puesta en marcha de la legislación no se desaniman, después de haber participado en los foros que sucedieron en todo el país con el objetivo de debatir el anteproyecto (presentado oficialmente en marzo de 2008) y de realizar nuevos aportes hasta conformar el documento que llegó a Diputados, que incluso fue sometido luego a audiencias públicas y reuniones de comisiones de ambas cámaras legislativas. Laureano Gutiérrez, integrante de la Asociación de Directores y Productores de Cine Documental Independiente de Argentina (ADN), apuntó que “el baluarte de la nueva ley pasa por poder regular desde el Estado, con un rol protagónico, las políticas audiovisuales de acceso a la información y el derecho a informar”.

A LA MÚSICA SU LEY

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Por Sergio Sánchez

a música es un arte que debe distanciarse de la lógica de mercado. Con esa idea, organizaciones de músicos autogestionados de todas las regiones del país reunidos en asambleas redactaron en 2008 un anteproyecto de ley que espera tratamiento. La norma establece como punto principal la creación del Instituto Nacional de la Música (INM) que “permitirá mejorar las condiciones de fabricación, impresión, difusión y circulación de la música en vivo”, explicó Diego Boris, presidente de la Federación Independiente de Músicos de la Argentina (FIMA), en diálogo con NAN. Además, el órgano de fomento tendrá entre sus funciones la organización de circuitos estables de música en vivo que posibilitarán la conformación de espacios nuevos y alternativos. A saber, comedores comunitarios, cooperativas de trabajo y espacios públicos de todo el país. “Es importante que exista un camino paralelo al privado que incluya posibilidades para los músicos y que brinde herramientas a los que decidieron autogestionarse”, consideró Cristian Aldana, líder de El Otro Yo y presidente de la Unión de Músicos Independientes (UMI). De todas maneras, el anteproyecto de ley será presentado en Comisión de Cultura formalmente en los próximos días por un senador del Frente para la Victoria para ser tratado en el Poder Legislativo. El nonato INM contará para su creación con el 2 por ciento de los fondos recaudados por la AFIP, según lo estipula el artículo 97 de la suspendida Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. “La Ley de la Música es uno de los proyectos que estudiarán en las próximas reuniones de comisión. Pero a veces los tiempos no son los que uno desearía. Igual, creemos que vamos a tenerla en muy breve tiempo porque tiene respaldo de diferentes bloques y partidos. Nadie se opone a ella, al contrario, todos la apoyan”, explicó Esteban Agatiello, secretario de la UMI. El anteproyecto de ley presenta herramientas novedosas y útiles, como los vales de Producción y Difusión que serán otorgados por el futuro Centro de la Producción Musical que funcionará en cada una de las sedes que tendrá el INM en las cinco regiones del país. El vale de Producción beneficiará al músico censado con el solvento económico de una de las instancia del proceso de producción de un disco o DVD, con herramientas profesionales. Por otro lado, el vale de Difusión es una “orden pura y simple de canje” para que los espacios del circuito estable puedan acceder a medios de comunicación, difusión y publicidad privados o estatales. En ese sentido, Agatiello destacó que si se aprueba la legislación “los artistas no pagarían para tocar, sino que serían contratados y cobrarían según las leyes sociales y laborales” que les corresponden. Para poder contar con los beneficios laborales impulsados por el INM --en contraposición con la derogada Ley de Ejecutante Musical-- la propuesta de ley establece la realización de un censo de músicos nacionales “anual, gratuito, y obligatorio”, coordinado por las subsedes de cada región.

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Mariano Iñíguez

A repartir para el arte

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l artículo 95 es el que distribuye los fondos recaudados por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), a través de la aplicación de gravámenes y tasas a los explotadores de licencias. Del total, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) percibirá un 25 por ciento; el Instituto Nacional del Teatro (INT) un 10 por ciento; y un 2 por ciento el naciente Instituto Nacional de Música (INM), asignado sobre tablas durante la votación en la Cámara Baja y en base a la propuesta del diputado de Proyecto Sur Claudio Lozano de modificar la distribución de los recursos con el agregado del INM. “La nueva ley aumentó los porcentajes de recursos con los que ya contaban los institutos nacionales de cine y de teatro. El logro de la creación del INM y la asignación de un presupuesto es importante porque es la primera vez que se toma a la música como un arte que tiene que ser fomentado”, explicó Diego Boris, referente de Unión de Músicos Independientes (UMI). “La conformación del ente se concretará cuando se apruebe la Ley Nacional de la Música. Por eso, la aplicación de la norma será un fuerte impulso para el desarrollo de una ley que permita mejorar la difusión, la producción y las condiciones para tocar en vivo”, añadió. Los institutos que más rápidamente podrán verse beneficiados por los fondos provenientes de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisuales serán los de cine y teatro. Para Gutiérrez, el incremento en el porcentaje que percibe el INCAA “establecerá un soporte y un estímulo al sector audiovisual”, mientras que la intervención del Estado en el sector es “importante para mediar en las relaciones económicas y de poder, y desarmar monopolios en un marco que contemple la producción audiovisual como herramienta para evitar que grupos concentrados sean los que informen y marquen las pautas culturales”. En el caso del teatro, el INT será beneficiado aunque participe indirectamente del arco audiovisual. “Su trabajo tiene más que ver con el fomento de la disciplina en las salas de cada región. El presupuesto es un logro porque hace mucho tiempo que instituto funciona con un fondo fijo y bajo, cuando es el semillero de todos los actores que pasan a trabajar en producciones audiovisuales”, explicó el actor.

Dos artículos fundamentales

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e solucionarse el conflicto legal, podría pasar un año o más para que la ley se reglamente y comience a aplicarse en su totalidad, pero hay puntos que podrían comenzar a ponerse en práctica rápidamente. Uno de ellos es el 65, que establece que un 30 por ciento de los contenidos de programación emitidos por las radiodifusoras debe ser de origen nacional, y de ese porcentaje, la mitad tiene que provenir de productores independientes, para que los autores e intérpretes ejerzan los derechos de comercialización. “Es un 15 por ciento del total de las programaciones. No es mucho pero ayudará a mejorar el bajo promedio de difusión de la música autogestionada. Así, algunas producciones, mejores que las que ofrece el mercado, comenzarán a salir a la luz”, indicó Boris. Además, el cantante sostuvo que las cuotas de producción local atacarán el problema que los músicos independientes tienen “en las radios de provincias del Interior a las que no tienen acceso porque allí se replica lo que viene de la capital. Por eso, va a permitir una circulación más federal. La concentración nunca fue buena para el arte. No puede decidir solamente el mercado cuál es la música que produce un país”. El artículo 65 también contempla a los servicios televisión abierta, cuya programación deberá ser en un 60 por ciento de producción nacional, dentro del que se contempla un mínimo de producción local independiente que varía entre un 30 y un 15 por ciento, según la cantidad de usuarios potenciales. Además, obliga a los servicios de televisión por suscripción a incluir, como mínimo, una señal de producción local propia que satisfaga las mismas condiciones. La Asociación Argentina de Actores buscó ir más allá y fijar en la norma un porcentaje de cuota de ficción que asegure fuentes de trabajo a los actores, pero la dura postura de la oposición, que argumentaba que lo solicitado implicaba “censura”, no lo permitió. “La producción nacional no

“Es la primera vez que se toma a la música como un arte que tiene que ser fomentado”.

D. Boris


Según la ADN, la industria audiovisual local genera cerca de 50 mil puestos de trabajo anuales.

Maria Luz Carmona

nos garantiza ‘ficción’, ya que engloba a productos como Bailando por un sueño, de Marcelo Tinelli. Esperemos que se cumpla con el rubro porque es algo rentable, lo que genera mayor audiencia”, explicó Alí. Como los músicos, los actores aprovecharán el impulso de la ley para propiciar legislaciones específicas. “La ley de actores está avanzando, ya está en comisiones de Cultura y de Trabajo, y está caminando de a poco. Le vamos a dar tiempo a las comisiones para que, cuando el proyecto vaya al recinto, haya argumentos sólidos para votarla”, apuntó el integrante del Consejo Federal de Comunicación Audiovisual. Por último, el artículo 67 asegura una cuota de pantalla del cine y artes audiovisuales, a través del cual los licenciatarios de señales de televisión deberán exhibir en estreno televisivo en sus respectivas áreas de cobertura, y por año calendario, ocho largos nacionales; pudiendo optar por incluir, en la misma cantidad, hasta tres telefilmes nacionales. En ambos casos, se fomenta las realizaciones de productoras independientes nacionales y se pone atención en los contenidos relacionados con la niñez, a través de la creación del Consejo Asesor de la Comunicación Audiovisual y la Infancia. “Las cuotas de pantallas son barreras que tienen que establecerse, ya que si no, la posibilidad de comprar producciones internacionales más baratas limita la venta de producción nacional. Si no hay barrera, no se pueden generar productos”, aseguró. Según la ADN, la industria audiovisual local genera cerca de 50 mil puestos de trabajo anuales con una producción promedio de 60 largos de ficción, 40 documentales y gran cantidad de cortometrajes, más los servicios de producción, la publicidad y las ficciones para televisión. Todo aquello se verá potenciado con la implementación de las cuotas y, en ese sentido, Alí consideró que a la flamante ley “hay que hacerle el aguante porque va a recibir embates por parte de los representantes de los intereses económicos que se ven afectados”. Y concluyó: “Un retroceso significaría menos laburo”. Sin embargo, después de la movilización hasta Tribunales, Aldana se esperanzó: “Es una demostración de que no van a poder frenarnos con cualquier excusa. Luchamos de la mano con organizaciones políticas y sociales porque desde hace tiempo dejamos de entender a la política como una mala palabra. Desde el momento en que un músico hace un disco independiente, tras el rechazo de una discográfica, está teniendo una actitud política”.

Por Ailín Bullentini CULEBRÓN TIMBAL: “ES UN SUEÑO HECHO REALIDAD”

“Tener la posibilidad de trabajar como lo venimos haciendo desde siempre, pero ahora con un apoyo adicional: una ley que nos ampara e incluso nos da un horizonte económico. Es un sueño hecho realidad”. La reflexión pertenece a Pablo Carballo, que en esta ocasión cambió los micrófonos de la radio que integra en la Productora Cultural Comunitaria de El Culebrón Timbal, para perpetuar, en un grabador de NAN, la postura de la organización social frente a la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que tiene a ésa y a las otras cientos que vibran en todo el país como protagonistas. Porque esta organización del noroeste del Conurbano bonaerense es el paradigma del campo de aplicación de la suspendida norma. Nació hace trece años con el objetivo de defender y fomentar el “gran poder cultural” de esas zonas, producto de un “mestizaje de tradiciones latinoamericanas y subculturas urbanas, géneros populares y rituales del arte y el entretenimiento”. Hace cinco, comenzó a librar esa batalla en los pastizales del arte y la comunicación, a través del “multimedio” La Posta (una radio comunitaria y una revista), la Escuela de Arte Popular (talleres de murga, producción musical y teatro), el proyecto de cine, rock y cómic El Cuenco y una banda homónima a la organización. “El Culebrón es una experiencia de comunicación que demostró ser fuerte, a pesar de no tener amparo legal”. Sin embargo, reconoce que la nueva ley no sólo les dará “seguridad”, sino que al contemplar recursos de financiación para experiencias de comunicación comunitarias, “ayudará a que el cambio social en lo comunicacional también se logre en lo laboral: si un pibe que se acercó a la radio como voluntario porque le gusta puede, además, vivir de esto, ya es mucho mejor”. El fomento a la música independiente que plantea la suspendida norma fue otro punto destacado por el comunicador. “’Independiente’ quiere decir que el músico es dueño de los derechos intelectuales de comercialización de su obra. Eso es muy importante”, cerró Carballo.

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La hija del loco (2009) Sara Hebe

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robablemente sea el mejor disco del reggae subterráneo de 2009. Y a olvidar los giros poéticos porque el hecho es así de contundente y llano: llegada de Trelew a Córdoba y de allí a las tierras porteñas en las que estudió abogacía y teatro y hasta repartió volantes de McDonald’s para alcanzar el fin de mes, Sara Hebe entrega en su disco debut doce pistas de un rap inteligente, fresco y militante, bien acomodado sobre ritmos de hip-hop, cumbia y reggaetón sintetizados. L.P.

Memoria del infierno (2009) - Jorge Federico Watts

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La fiesta de la forma (2009) - Los Reyes del Falsete

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scribo contra el silencio y para que esto no se olvide,“ pero también para entender”. En 315 páginas, Jorge Federico Watts, sobreviviente de El Vesubio, reseña su militancia en el partido Vanguardia Comunista y en la Asociación de Trabajadores del Estado y cuenta su experiencia en ese centro clandestino de detención durante la última dictadura militar argentina. A ello, le añade una buena dosis de reflexiones y anécdotas propias y ajenas. F.G.

Viva Belice (2009) Daddy Antogna y los de Helio

Por Luis Paz

l que quiera encontrar la voz, que cante”, proponen Los Reyes en el verso fundamental de “La fiesta de la forma”, track epónimo y punto de ebullición de su primer álbum. Es una frase tan propia de la historia muerta del rock como viva en la impostura musical del trío de Adrogué: una batería, dos guitarras, muchas buenas ideas, momentos de terror y de descontrol, con odas a las chicas borrachas y el ferrocarril Roca, pero dirigidas maravillosamente por la actitud caprichosa y desfachatada de Tifi Rex, Juanchy Munchy y Niqui Rex. “Puedo decirles lo que quiera, ¿quién se va a sentir peor?”, pechean en “Pacheco” y el sentido se reconstruye solo: lo que muestran estas diez piezas es el manifiesto conurbano, pretencioso y convencido de un grupo entregado por igual al proyecto melódico que al jugueteo noise. Grabadas entre mayo de 2008 y junio de 2009 en Estudio Quinto y producidas por el ex El Otro Yo Ray Fajardo, las canciones suenan festivas y frescas, fundamentalmente bien pensadas, con duraciones precisas, arreglos que ponen en relieve a la canción y una lírica inevitablemente anclada en el colegio secundario, con menciones a Yabrán (que “está vivo”) y Tinelli (que “idiotiza la nación”) y una relectura de “Una vela”, de Intoxicados. Desde las bellas formas melódicas y percusivas de “Las cosas como son” hasta el melancólico final con “Tifi Rex”, La fiesta de la forma propone un recorrido ascendente por la sonoridad desequilibrada del trío, con momentos de fino jolgorio, como “El gran cohete” y “Monseñor”, e instantes de verborragia etílica en la crónica del cariño más allá de lo viciosa de “Mi chica”.

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a lo dijo Joey Ramone: “I believe in miracles for me and you”. Y podría agregársele el “for the entire human raze” de Michael Jackson. Porque fue así, mezcla de milagro y voluntad, como Daddy Antogna llegó, a los 53 años, a sacar Viva Belice, un disco que se inserta en una larga tradición argentina de rock progresivo. El álbum está hecho por cuatro integrantes y dos invitados, 44.44 minutos de duración y ocho temas instrumentales, con climas en subibaja y momentos sinfónicos. G.W.

Taper Ware (2009) - Marta Lema

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a novela gira alrededor de la apropiación de menores durante la última dictadura cívico militar y el vaciamiento del lenguaje. La autora lo hace desde el realismo, pero también desde lo fantástico y la ciencia ficción. Blanca Lema militó en el anarquismo y en diversas agrupaciones de izquierda hasta que el terrorismo de la Triple A le pisó los talones y tuvo que exiliarse en 1974. Es poeta, narradora y guionista de cine, y publicó su primer poemario a los 16 años. E.V.


ANEC DOTARIO RODOLFO Rodeado por un grupo de tareas de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), Rodolfo Walsh sacó su pistola calibre 22. Lo mataron a balazos antes del frustrado intento de Alfredo Astiz de secuestrarlo con vida. Ocurrió el 25 de marzo de 1977, en la esquina de San Juan y Entre Ríos. Horas antes despachaba la memorable “Carta abierta de un escritor a la Junta Militar”, tipeada en las duras teclas de su máquina de escribir, acaso su arma más poderosa. Desde entonces, permanece desaparecido. Había nacido 50 años antes en Choele-Choel, Río Negro. Fue escritor, dramaturgo, traductor, periodista

WALSH

y militante. Todas esas aristas se retroalimentaron en su producción, como en Operación masacre (1957), su investigación sobre los fusilamientos clandestinos en los basurales de José León Suárez en la que combinó técnicas de la labor periodística y procedimientos de la novela policial. Además publicó los libros de cuentos Diez cuentos policiales (1953), Variaciones en rojo (1953), Los oficios terrestres (1965) y Un oscuro día de justicia (1973); las obras de teatro La granada. La batalla (1965) y Un kilo de oro (1967); y las non fiction ¿Quién mató a Rosendo? (1969) y El caso Satanowsky (1973). En 1959, viajó a Cuba para participar de la fundación de la agencia de noticias Prensa Latina. De regreso al país, dirigió el semanario de la CGT de los Argentinos durante 1968 y 1969. Y, poco después, fundó y fue redactor principal del diario Noticias, de orientación montonera. En esos años, los últimos de su vida, intensificó su labor revolucionaria militando en las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) y en Montoneros.

EL ÚLTIMO ENCUENTRO

Por Osvaldo Bayer

Fue todo casualidad. Increíble. En ese diciembre de 1974, con el terror de la Triple A en las calles. Justamente mi nombre había salido el 12 de octubre en la lista de las tres A. Condenado a muerte. Por la Patagonia rebelde, en el gobierno “democrático” de Isabel Perón y López Rega. Me negué a irme del país. Vivía escondido, atento a los peligros. Pero ese día, no sé por qué tuve ganas de ir al centro de Buenos Aires. Justo iba por la avenida 9 de Julio y al llegar a la esquina de la calle Corrientes me lo encuentro, de frente, nada menos que a Rodolfo Walsh, el más perseguido del país. Nos quedamos paralizados uno frente al otro. Él, rápido, con un movimiento de cabeza, me indicó que fuéramos hasta la vereda del Troust Joyero Relojero, que quedaba justo en esa esquina. Nos aproximamos y, mientras disimulábamos y mirábamos los relojes de la vereda, conversamos: agregó--: Tenés que irte. -- Mirá quién habla --le contesté con cierto humor triste. -- No, no es lo mismo. Vos escribiste huelgas patagónicas --me replicó. -- ¿Y vos, que te metiste nada menos que con los milicos de Operación Masacre y con los burócratas sindicales de ¿Quien mató a Rosendo?? -- No, no es lo mismo... --alcanzó a decirme casi en voz baja. -- Somos todos inocentes... --le dije con un dejo de humor. Permanecimos unos segundos en silencio, hasta que él reaccionó y me invitó: -- Vamos al cafecito ese de la media cuadra. Fuimos allí, calle Corrientes. Un salón pequeño y oscuro. Nos sentamos al fondo. Conversamos media hora, sobre la lucha y los métodos. Nos despedimos. Fue la última vez que nos vimos. En el exilio me enteré de su heroica muerte. Rodolfo era así: se preocupaba por los otros. Ésa, su pregunta: “¿Qué hacés vos acá?”, lo Egon describe tal cual era. Se preocupaba antes por la suerte de sus amigos que por su vida propia.

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ACIDO EN 1996 PARA SALDAR UNA DEUDA DISCURSIVA SOBRE LA ÚLTIMA DICTADURA BOLIVIANA, EL SEXTETO DE “ROCK URBANO” SE PROPUSO “RETRATAR LOS PERSONAJES” DE LA PAZ. “MIENTRAS SE COMETÍAN CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD, SE CANTABAN TELENOVELAS HECHAS CANCIONES, COMO HACÍA PALITO ORTEGA EN ARGENTINA”, COMPARA SU LÍDER, “PANCHI” MALDONADO. Por Sergio Sánchez, desde La Paz, Bolivia

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“No queremos lavar cerebros ni fundamentalizar nuestra forma de pensar. Buscamos encender mentes”.

Gentileza de Atajo

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a ciudad de La Paz puede resultar sorprendente para aquellos ojos desprevenidos que se topan por primera vez con esa inmensa olla integrada por calles que bajan y suben por los rincones de las montañas y casas que desnudan ladrillos. En el fondo, el imponente nevado Illimani de más de 6400 metros de altura parece vigilarlo todo. Y una vez en el corazón de la urbe, son los habitantes, muchos de ellos originarios de las zonas rurales, los que le dan la identidad a la vida paceña. Los mercados, los negocios que huelen a frituras, las cholas cargadas con mercaderías, los lustrabotas que se tapan la cara por pudor a ser reconocidos y las bocinas de los vehículos forman parte del paisaje cotidiano. “¡16 de Julio, Plaza Ballivian, Alto Lima!”, repiten a los gritos los “voceadores”, jóvenes y niños que trabajan en minibuses y colectivos y que informan el recorrido a los posibles pasajeros. Sobre esas costumbres urbanas y la realidad política, cultural y social de Bolivia, con un lenguaje popular, canta sus canciones hace 14 años el grupo de “rock urbano” Atajo. A base de ritmos tradicionales de Latinoamérica y el mundo, la banda surgió en 1996 para saldar una deuda musical en el país: la mayoría de los grupos de música no denunciaba la represión de la dictadura militar que culminó en 1982 y tampoco repudiaba los atropellos de los gobiernos neoliberales de derecha, como el de Gonzalo “Goni” Sánchez de Lozada, sino que se ocupaban de contar historias de “amores que no existían”. “Necesitábamos vernos a nosotros mismos, hacia dentro, lo que estaba pasando en nuestra sociedad, en Latinoamérica y en el mundo. Y reflejarlo en una canción. Eso no estaba en parte de las cosas que habíamos aprendido o escuchado, pero sí se daba en otros lados. En Argentina, Chile, Brasil o México los grupos le estaban dando duro al momento histórico que se vivía”, recordó el líder de Atajo, Francisco “Panchi” Maldonado, durante una entrevista con NAN. “Yo decidí --continuó el vocalista-- parar con una banda de blues que tenía y armar una nueva. Pero empezar ‘de volapié’, como decimos aquí, que significa ‘arrancar de una’, sin pensar demasiado en las consecuencias. Y por eso también elegimos el nombre Atajo, para tomar un camino cortito, hablar sobre nuestra realidad y cantar cosas que nos pasan con ritmos no sólo locales sino también del mundo, sin límites ni techos. Fue una lucha dura porque al principio, cuando arrancábamos un concierto, la gente se iba. Teníamos que insistir porque el público estaba acostumbrado a que los grupos tocaran canciones de moda. Nos pedían temas de Maná o Guns N’Roses. Tuvimos que educar un poco al público”, ríe ahora el cantante. -- ¿Sobre qué “realidad” no se estaba cantando? -- Estábamos acostumbrados a que hubiera desaparecidos y torturados. El país se estaba hundiendo. Y los grupos que en ese momento tenían que decir algo cantaban canciones de amores que no existían, telenovelas hechas canciones. Creo que lo mismo pasó con Palito Ortega en Argentina, quien mientras se cometían crímenes de lesa humanidad seguía cantando letras de amor. En Bolivia, nadie contaba las cosas que se debían contar. Y no sólo en los tiempos de transición de


“La música está hecha para jugar. Pones las reglas y empiezas a jugar con cada canción que te llega”.

la dictadura, sino también durante los gobiernos neoliberales. Además de que los milicos hicieron pelota el país, los partidos neoliberales dieron el remate. Entonces, teníamos ganas no sólo de cantar canciones de denuncia sino también sobre el típico heladero que va con su cajita por el barrio vendiendo o sobre el tema de la caserita del mercado. Es decir, retratar los personajes que hacen a esta ciudad mágica. Creo que cuando alguien a quien le gusta la música escucha una canción que habla sobre su chofer, su casera, su barrio o su calle no lo puede creer. Y eso hace que el rock tenga una identidad, más allá de que sea nacional o local. Lo importante es que sea popular. Por eso se ha calificado a la música de Atajo como “rock urbano”. -- ¿Y qué implica esa urbanidad? -- En realidad, “urbano” no se refiere a la parte geográfica sino más a la poesía urbana. Se refiere a lo que se vive en la ciudad, pero no se deja de lado al campo. De hecho, hay una canción que habla sobre los “aparapitas”, que son los cargadores que trabajan en los mercados transportando roperos, cocinas o refrigeradores. Es gente que emigra del campo a la ciudad para probar suerte y como no tiene trabajo se dedica a eso. Son personas que dejan sus familias, casas y tierras para venir a trabajar. -- ¿Creés que la música puede ser motor de cambio? -- Siempre decimos que Atajo quiere llegar al corazón de la gente, tocar su alma y encender su mente. Y con eso no queremos lavar cerebros, convencer ni fundamentalizar nuestra forma de pensar para que todos piensen igual. No queremos hacer una religión de nuestra música ni un partido de fútbol. Queremos tocar. La gente que quiera escucharnos, bien, y la que no, también. En la música de Atajo se respira la variedad de ecosistemas, ritmos y comunidades que conviven en Bolivia: la calma del lago Titicaca descansa en los huaynos; el vaivén de La Paz se repite en las morenadas; las coplas pintan las ciudades del sur del país; las diabladas rebelan las huellas precolombinas en Oruro y las sayas evocan la festividad de los afrobolivianos de las yungas de Tocaña. Sin embargo, los músicos de Atajo no respetan fronteras e interpretan sonidos del mundo. Por eso, también exploran estilos como reggae, blues, ska, música árabe, milonga, tango, murga, candombe y corridos mexicanos. Y todas esas composiciones se pueden encontrar en ni más ni menos que nueve discos, de estudio y en vivo: Personajes paceños (1998), Atajo en vivo, Calles baldías 1 y 2 (2002), Nunca más (2004), Sobre y encima (2005), Vivitos y coleando 1, 2 y 3 (2008). Además del DVD Hechos en Bolivia (2006). -- ¿Se ponen límites para interpretar ritmos? -- La música está para hacerla. Se creó para compartir y tocar. Y firmemente creo que está hecha para jugar. Porque es un juego en el que pones las reglas y empiezas a jugar con cada canción que te llega. Entonces, tratamos de experimentar, mostrar ritmos no sólo mestizos y criollos sino más tradicionales. No queremos ponernos límites. La gente sabe que de Atajo se puede esperar todo: desde una canción súper metalera hasta una muy tradicional.

-- ¿Y eso se da de manera azarosa o intentan universalizar su música? -- Las bandas que se dedican a hacer sólo un ritmo musical están codeándose con los otros. Creo que la música está ahí para tomarla libremente. Hay miles y miles de ritmos en todo el mundo con los que se puede trabajar. Y lo lindo es eso: poderse divertir con esa variedad de estilos y no quedarse sólo con uno. -- También sirve para integrar a las sociedades y personas… -- Sí, eso es lo lindo. Recuerdo una anécdota: estábamos tocando un huayno en una reunión alternativa, durante un encuentro de presidentes de Latinoamérica en Santa Cruz, en 2003. Y de repente vi bailar un punk con una de las Madres de Plaza de Mayo ¡Y no lo podía creer! Fue muy hermoso para mí ver eso. Se notaba que el “punketo” era de La Paz, porque bailaba el huayno súper bien y a la viejita la movía para todos lados. Y eso es lo que nos gusta: poder juntar al abuelo con su nieto en un concierto o a la madre con su hijo. Lo importante es que se mezclen todos y que no tengan lugar las diferencias que ponen para separar. En el fondo, tanto ‘punketos’ como rastas buscan las misma meta, la misma luz. Aunque “Panchi” es el principal compositor de letras y melodías que suenan en la banda, la riqueza de las canciones se completa gracias a la batería de Edgar Arene, la guitarra de Germán Romero, la percusión de Elmer Cuba, el teclado de Marco Flores y el bajo de Gonzalo Molina. Debido a su larga trayectoria, fueron invitados a realizar dos giras por Alemania, Suecia, Luxemburgo, Holanda, Austria y países latinoamericanos. “En Venezuela y en Brasil nos trataron muy bien, como reyes. Es lindo saber que algunas veces te reconocen el esfuerzo de tantos años. Cuando vamos a Europa sabemos que no somos los Rolling Stones, sino una banda que canta cosas raras, porque casi nadie conoce Bolivia. Cantarles sobre el chofer de minibús es muy exótico para ellos. Pero siempre nos trataron con mucho respeto”, se enorgulleció el músico, que se enamoró de la guitarra a los cinco años. Vientos de cambio Los últimos años Latinoamérica empezó a escuchar --no sólo musicalmente-- un poco más a sus raíces y alejó la mirada de Europa y Estados Unidos. No es casual que ése incipiente cambio de perspectiva se haya dado después de la caída de gobiernos de derecha neoliberales y la aparición de modelos más socialistas o progresistas. “Nos dimos cuenta que hay otras formas de vivir. ‘Se les está jalando el mantelito” y estamos demostrando que ‘el fin de la historia’ que profetizó Francis Fukuyama es una mentira. Nos han mentido una vez más. ¿Qué ‘fin de la historia’? Hay nuevas ideas y formas de vivir, lo estamos demostrando. Ha sido un error grande, no sólo de este filósofo, sino de las gentes y los gobiernos que han creído que la verdad absoluta era el neoliberalismo y el capitalismo. Pero se han equivocado una vez más. Y les está saliendo cara la cuenta, porque ahora hay un continente que huele fuerte a cambio. Y eso es algo que molesta y mucho”. -- ¿Qué postura toma la banda ante el actual proceso de cambio en Bolivia encabezado por el presidente Evo Morales?

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Gentileza de Atajo

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-- Los que tocamos hace tiempo, cuando estaban en el poder los gobiernos de derecha, cantábamos canciones que parecían un sueño. Como una canción que se hizo muy famosa que se llama “Que la DEA no me vea”, en contra de la policía americana que lucha contra el narcotráfico internacional y que tenía intenciones de prohibir el consumo de coca. Para mucha gente era chistosa la canción, era pensar en algo que nunca iba a pasar. Y cuando entró este gobierno echaron a la DEA de Bolivia. Son cosas que a veces cuesta imaginarse que han pasado. En “Tiempo”, decimos que necesitamos tiempos de cambio. Y de repente llegamos a un momento de cambio muy importante en nuestro país. Y vemos que muchos sueños se hicieron realidad. Considero que la revolución no es sólo el cambio de un gobierno o un sistema sino que parte de la revolución más importante es cambiar uno mismo. Si uno no cambia como persona, desde su entorno, su casa, la revolución no existe. -- Ustedes ya exigían un cambio antes de la llegada de Evo… -- La gente nos dice que somos “masistas” o “evistas”, porque defendemos los derechos y reivindicaciones de todos los indígenas, campesinos, mujeres y hombres. Siempre lo hemos hecho. Y como ahora entra un gobierno que reivindica, ya nos califican de eso. Y lo defendemos y estamos de acuerdo con este cambio porque creo firmemente que es lo mejor que le ha pasado a este país. No digo que no hay otra cosa mejor que ésta. Sí la hay. Y sé también que el mismo presidente lo sabe. Y que todos los bolivianos lo sabemos. Pero también es un momento en el que tenemos que trabajar para hacer una sociedad mejor. Atajo está en eso ahora. No sacamos una bandera del Movimiento al Socialismo, apoyamos este proceso pero también lo criticamos. -- Pero también sería hipócrita haber pedido reivindicaciones indígenas y ahora oponerse al presidente, ¿no? -- Hay muchas organizaciones que hacen eso, que le dan palos a los indígenas, cuando antes decían lo contrario. Hay un ejemplo que es claro: tener un presidente que habla como el lustrabotas, como el chofer, como el que limpia la calle, que habla en ese tipo de lenguaje, es realmente importante porque te das cuenta que ha cambiado algo en este país. Antes los presidentes, sin ir muy lejos, el anterior, el “Goni”, hablaba como gringo. La mayoría de los presidentes te hablaban con palabras recontra buscadas y el pueblo no entendía. Ahora, cuando habla este presidente, todos entienden lo que dice. Por eso el pueblo se ríe cuando el hace un chiste, lo hace en el mismo nivel. Y eso es lindo, es un cambio muy importante en un país. Me siento orgulloso de

“Si Evo hace un chiste, el pueblo ríe, porque lo hace en el mismo lenguaje. Y ése es un gran cambio”.

eso. Ojalá algún día una mujer indígena pueda ser presidenta. -- Más allá de eso, ahora la mujer tiene más espacio en la política… -- Sí, pero ojalá que se le dé más lugar, porque sabemos que vivimos en unas sociedades muy machistas. Y creo que no sólo es importante que participen porque estamos en épocas de equidad sino también porque es lo más humano. Salimos de una mujer y debemos tenerle respeto. Creo que parte de la descolonización consiste en que las mujeres tengan más participación en la sociedad. La colonia, junto con la religión, nos ha metido que el hombre es el jefe de la familia, que es más forzudo, más inteligente y que puede más. Desde chiquitos nos dijeron eso. Esa es una idea que nos metió la colonia y no es cierta. Por lo menos en nuestro país, la mujer maneja la economía, es valiente, llevadera, puede bancarse como madre soltera con muchos hijos y seguir adelante. En cambio, el hombre ha demostrado todo lo contrario: abandona a los hijos y el hogar, no se preocupa por nada. Creo que es un mal ejemplo para la sociedad, y lo digo siendo hombre. La mayoría de los hombres se olvidan que han venido de una mujer. -- Culturalmente genera vergüenza realizar “tareas de mujeres”… -- Cuando me preguntan de qué vivo y qué hago, respondo que “vivo gracias a la música”. Y me repreguntan: “¿Qué más haces”. “Soy amo de casa”, respondo sin dudar. Y se ríen. Yo lo digo con orgullo porque me gusta. Pero la gente no está acostumbrada a escuchar eso. Lo digo porque el trabajo que hago en mi casa lo hago para la gente que más amo en mi vida: mi esposa y mis dos hijas.


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ON RIBETES DE DRAMA EXISTENCIALISTA PERO EN CLAVE COMEDIA, LA OBRA TEATRAL DE LA AUTORA ISRAELÍ ANAT GOV EN VERSIÓN DE JUAN FREUND CITA A UN DIOS ABATIDO EN EL CONSULTORIO DE UNA PSICÓLOGA. AQUÍ, EL HACEDOR SE PERMITE REÍR PERO TAMBIÉN SE ANGUSTIA: “CREÉ AL HOMBRE PARA DARLE DE COMER A LOS ANIMALES, PERO DESTRUYE EL MUNDO”, HACE ECO EN LA SALA.

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Por María Daniela Yaccar

l hombre tiene un problema: Dios. ¿Cuántas veces ése de arriba --o cualquier similar envestido por estatuto de omnipotencia-se llevó la culpa de pesares personales o de media hora de noticiero? Cualquiera que padezca, aunque de lejos, la guerra o el hambre podrá entender. Pero la cosa no es tanto creer o reventar, sino depositar la miseria humana en un objeto externo. Sobre eso se interroga Oh, Dios mío, escrita por Anat Gov y dirigida por Juan Freund, que se presenta todos los jueves y sábados a las 21 en el Auditorio Ben Amí (Jean Jaurés 746). El hombre como proyección de Dios y Dios como proyección del hombre es la síntesis que recorre la obra, y que la distancia de la violencia indiscreta propia de algunos textos religiosos. Aleccionadora, filosófica y existencialista, la pieza es aún así una comedia, ya que se permite bordear el humor. Sobre todo porque narra un encuentro bien particular: el de una psicóloga y Dios. Ellá (Silvia Franc), una terapeuta especializada en niños con dificultades de aprendizaje, manda a su hijo a ver Shrek mientras aguarda a su próximo paciente. Quien ingresa se da en llamar Señor D. (Eduardo Wigutow), un hombre de sombrero, lentes, bigote y presencia potente, sin ánimos de develar su identidad. Actitud que, claro, no es bien recibida por ella y que da lugar a un comienzo tenso, amenazado constantemente por el abandono. Hasta que, en un momento, el Señor D. deja a un lado el misterio. Él dice que es un artista mutifacético de 5770 años. La terapeuta se inquieta y le propone derivarlo a un psiquiatra, pero él se niega. “Necesito que me escuchen. Algo terrible va a ocurrir.” Y ahí, sin vueltas, con la voz bien grave y con la advertencia de la música de Gabriela Goldman que no llega a ser tétrica pero que ilustra el enigma, el Señor D., hundido en la desesperación, se anuncia: “Soy Dios”. Las dimensiones de la sala --demasiado larga y angosta-- atentan, por momentos, contra la captación de una relación íntima y llena de vericuetos. Al principio, el vínculo es de lo más tirante, porque ella tiene dificultades para creer en Dios. El diálogo adquiere calidez cuando finalmente recupera la fe, luego de varias pruebas. El Dios de Freund resulta tan omnipotente como para hacer llover según su antojo, pero tan humano como para llorar por el desconsuelo que le producen los errores del humano y esforzarse por dar lástima. La humanización de Dios es uno de los puntos más interesantes de la pieza: Dios es capaz, incluso, de usar su poder divino para presionar a Ellá y continuar con la sesión. Lejos de valerse de arengas, es realmente un tipo deprimido que no sabe qué hacer con su vida y que se ríe cuando se sienta sobre

Gentileza de Oh, Dios mío

el corpiño de su terapeuta. En cuanto al problema de Dios, se invierte la ecuación: es el hombre. “¿Por qué creé a ese maldito? Lo hice para darle de comer a los animales, regar las plantas…. Pero él destruye el mundo, contamina ríos, genera baños de sangre”. En la indagación por su psiquis, no faltan las críticas a la deidad. De hecho, terapeuta y Dios llegan a la conclusión de que lo que él persiguió al crear al hombre es sentirse amado --lo que busca cualquier persona, según la terapeuta-- y que, cuando no lo consiguió, se vengó. Así, pasean por el texto bíblico para poner el acento en algunas desgracias, como la violencia entre hermanos --por ejemplo, entre Caín y Abel-- o la muerte de los hijos de Job --aunque habitualmente se le eche la culpa al Diablo--. En su afán por conseguir la atención de su amigo, y consciente de haberla perdido, Dios se habría dado la licencia de no garantizar su bienestar. Por eso es que la cuestión no es creer o reventar. “Todo lo que escribí o dirigí a lo largo de mi trayectoria profesional, tenía un fuerte contenido y preocupación por lo social. Vamo y vamo y Al fondo a la izquierda son dos grotescos sobre los recursos humanos para poder sobrevivir en situaciones límites. Bienvenido Sr. Mayer, pieza autobiográfica, habla de la ilusión de un holocausto perdonado y la culpa redimida. En Tribunal de mujeres (escrita por Naomí Ragen), abracé la defensa de aquella mujer que lucha contra los fundamentalistas que le arrebataron a sus doce hijos. Y con Oh, Dios mío mi búsqueda es realizar el siguiente interrogante: el hombre que mata, asesina a millones de niños y ancianos, ¿está hecho a imagen y semejanza de Dios o se ha creado un Dios a su imagen y semejanza?”, expresó Freund. Un interrogante que se responde a través de una relación impensada.

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EL ARTE Y LA NECESIDAD ZURCIDOS CON EL MISMO HILO uriel valentín

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RAS FLOTAR EN LA NEBULOSA DE LA INDECISIÓN POST-ADOLESCENCIA, ESTE JOVEN VOLCÓ SU VOCACIÓN ARTISTICA EN OBJETOS QUE LE DAN DE COMER: CON TELA, HILO, PINTURA Y GUATA CREA MINIATURAS DE WOODY ALLEN, CORTÁZAR Y EL CHE, ENTRE OTROS.

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Gentileza de Uriel Valentín

Por Luis Paz

uiero entrar en tus cosas, revisar, abrir cada cuaderno y dejarlo en su lugar. Y buscar en tu libro de secretos del mar, darle cuerda a tus juguetes y verlos funcionar.” Es difícil precisar cuántas veces esos versos de Daniel Melero entonados por María Gabriela Epumer se reprodujeron en la conciencia de Uriel Valentín. La primera fue en 2000, cuando la fallecida guitarrista y cantante publicaba Perfume y él comenzaba el milenio con más dudas que certezas, más dificultades que posibilidades y más frustraciones que adornos. Casi una década después, esas relaciones cambiaron para el artista plástico de 27 años criado en Boulogne y curtido en Bellas Artes: sabe dónde ir, aunque no sea el único camino; y algunos pesares se fueron gracias al presente de sus obras más conocidas, los muñecos de personajes de la cultura popular que vende a través del blog Mediodescocido (www. mediodescocido.blogspot.com). “En el comienzo de la década, con 20 años y en plena crisis, ese tema me daba vueltas en la cabeza. Quería regalarle algo a mis afectos pero no tenía un mango. Y en ese tema encontré la respuesta: un juguete, un muñeco, algo mío que al regalarlo quedara aunque pasara lo que pasara”. Cuando la luz llegó, en medio de una época oscura en la vida de Uriel, que por entonces recién se recuperaba del fallecimiento de su madre y salía al mundo adulto luego de recibirse en Bellas Artes y de terminar sus estudios secundarios en una nocturna, tomó retazos de tela, hilo, pinceles y guata, y le dio forma a un Kurt

Cobain alado de 30 centímetros. “Eso es lo que generan las crisis, las económicas y las personales: abrir la bocha para ver cómo sobrevivir”. Así vinieron las Frida, los Cortázar, las Marilyn, los Woody, las Evita, los Perón…

Clásico

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mpecé a desear ser artista a los ocho o nueve”. Su padre, Víctor Hugo, y su madre, Viviana, tuvieron mucho que ver. Ella escribía, él pintaba y las salidas a teatros, conciertos y galerías eran comunes en su hogar. “El arte siempre estuvo en casa y soy un agradecido de ese apoyo de mis viejos, que no siempre pudo ser económico, pero siempre me impulsaron a hacer lo que deseaba”. Un momento rastreable ocurrió a mediados de los ‘90, cuando Víctor Hugo encaró a Uriel con una de las mejores propuestas que un pibe de 12 años interesado en el arte puede recibir: “Averigüé en Bellas Artes y podrías hacer tu secundario ahí”. Años después, las cosas cambiaron. Viviana falleció a consecuencia del cáncer, Víctor Hugo entró en shock y Uriel, con apenas 14, entraba a su juventud y a Bellas Artes a la deriva, con una seguidilla de dos repeticiones de grado. Por una decisión ideológica de su padre, que “siempre pensó que la educación pública aportaba otras cosas además de contenidos”, aunque básicamente por estrechez de dinero, Uriel siguió frecuentando Bellas Artes de tarde y se cambió a otra escuela por la noche. “En las

escuelas del Estado no estás tan mimado y eso hace que aprendas otras cosas: tantas libertades te ayudan a ponerte límites”. La nocturna completó su instrucción de vida: “Cuando ves a compañeros de cuarenta o cincuenta que se rompen el orto laburando todo el día y a la noche van a estudiar, te caen las fichas y te ponés las pilas”. Pero era difícil: la partida de Viviana lo había dejado “colgado de una nube” y fueron años difíciles, de evasión non sancta entre cebada y humo, y de introspección divina en su modesto atril. “Fueron cuatro o cinco años en los no sabía qué hacer. Tenía mi título de magisterio pero no quería dar clases; intenté con la música pero sabía que no era lo mío. Así fue de los 19 a los 23 o 24”, hasta que empezó otra etapa.

Contemporáneo

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e anotó en el IUNA decidido a sobrevivir con su arte. Pero no le gustaba esa postura academicista de que allí --en los conservatorios, academias e institutos-se hacen los artistas. ¿Se nace artista? “En el magisterio estaba creído de que si no nacés con talento artístico, fuiste. Pero no es así. Muchos compañeros grosos, con una facilidad tremenda para dibujar, no sé dónde quedaron. Y otros, con muchísimo esfuerzo, llegaron a ser lo que quisieron. El artista se va haciendo”. Comenzó a frecuentar Plaza Francia para intentar vender los muñecos. Un día conoció el apriete de un artesano que lo mandó


a mudar de allí si no hablaba con “el Indio”. Uriel no planeaba pelearse con nadie y, desde la soledad de su cuarto, abrió el blog Mediodescocido, hoy su distribuidora online. Así generó contactos con chicas que creían que su arte era “tierno”, tal vez “demasiado”; y otros profesionales que le valieron una exposición en la galería Appetite. Si bien Uriel es un artista plástico multifacético (realiza logrados cuadros en los que conjuga lo pop, la clase B, la psicodelia y el arte urbano), se hizo conocido por sus reproducciones de personajes de la cultura popular joven: rockeros, escritores, cineastas, políticos, líderes carismáticos, personajes animados y de videojuegos. “Muñecos” que pueden ser juguetes, adornos, peluches, figuras vudú u obras de arte, según los resignifican sus compradores. “Al ser formato muñeco, tienen características de juguete. Que yo les cambie el concepto es otra cosa, porque aunque los entienda como obras únicas y todas sean artesanales, cosidas distinto, pintadas diferente y con ropa variada, tampoco puedo estar pensando en qué van a hacer con ellas”. Su poder de decisión sobre venderlos o no llega hasta donde el conocimiento del fin del muñeco llega, pero no deja de estar atado a las necesidades económicas. Cuando le pidieron uno con clavos, pudo negarse. Lo mismo recientemente, cuando le pidieron figuras del matrimonio Kirchner pinchados como en una práctica oscurantista. “Es mi laburo y necesito la guita, pero siempre preferí resignar una salida, un recital u horas de sueño a entregarlo para fines con los que no concuerdo”, destaca Uriel, curtido por la paciencia obligada por centenares de muñecos hechos. “Distintos habré hecho entre 100 ó 120, no puedo decir cuántos porque de muchos no me acuerdo y no tengo registro, recién hace poco pude comprarme una cámara para sacarles fotos”, se disculpa. El amor que tiene por cada uno queda traspasado a la obra en entre tres y cuatro horas. A veces son cuatro o cinco figuras las que empaca al final del día. La cuenta no es muy difícil: algunas jornadas se extienden durante 20 horas. La razón tampoco: “Hay que comer”. Sabe que la crisis no terminó, más allá de los titulares de los diarios, pero no extraña la década anterior: “Volvieron los ‘60, los ‘70 y los ‘80, y cuando regresaron todos festejamos. Pero los ‘90 son nuestra década infame; el arte, entonces, si no era careta, tenía una carga de desconsuelo que no sé si quiero recuperar”. “Mi deseo hacia los muñecos es que a la

gente les interesen, que los quieran aunque sea mínimamente como los quiero yo, que los alegren, que les sirvan para alegrar”. Aunque suene a deseo aislado, responde a un concepto mayor: “Hay gente que desea tener arte en su casa, que no se conforma con que el arte sea para otras personas, de otros barrios o con otros trabajos. El arte puede ser para todos”, dice convencido. A pocas cuadras o, como mucho, un colectivo hasta Once, el arte está disponible para todos en reproducciones de Klimt, Van Gogh o Rivera comercializadas en Todo Por Dos Pesos. La competencia es, así, desleal para con los artistas que no desean seriar su trabajo, sino seguir haciéndolo de modo artesanal. Y aunque los costos sean muy altos aún, “todo se puede charlar”, entiende Uriel. “Lo que más me importa es el interés de la gente. Si no hay posibilidad económica, se charla. Lo esencial es que esté la pregunta: en el arte, el solo hecho de que te interese ya me parece una iniciativa re grosa”. Y ése es el modo de hacer que representa y defiende hoy.

Moderno

H

acer futurología no es tarea del arte ni del periodismo. Pero la charla con Uriel, que no permite que el protector de pantalla se apodere de su notebook y sacude el mouse cada vez que ocurre, entra en los carriles futuros: ¿qué viene ahora? ¿Y después? “Sigo haciendo cuadros, aunque más para mí, y ahora que los muñecos se venden más eso me da un resto para quedarme algunos porque tengo la idea de exponer”, comienza. También señala que, aunque le encantaría producir más, no está dispuesto a que sus obras pierdan el aura: “Me ofrecieron ayuda y ponerme más gente, pero el arte no puede ser seriado, no tengo ganas de hacer reproducciones de mil muñecos iguales. Ahí sí que lo que hago pasaría a ser como un peluche o un muñeco, y no más que eso”. Olmedo, Luca y su novia parecen asentir desde las fotos de la pared. Los mira y continúa: “No pueden seguir cerrándonos las puertas, el arte independiente es lo que pasa ahora y los espacios clásicos tienen que renovarse”. Uriel habla entre sus herramientas, sus cuadros, sus muebles. Imaginarlo trabajando es como imaginar a Bukowski escribiendo encerrado en una habitación de hotel, en soledad, entregado al hacer.

“Siempre preferí resignar una salida, un recital u horas de sueño a entregar una obra para fines con los que no concuerdo”.

“Eso es lo que generan las crisis, las económicas y las personales: abrir la bocha para ver cómo sobrevivir”.

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[DANZA]

SE TRATA DE UNA INVESTIGACIÓN ESCÉNICA ENMARCADA EN EL PROGRAMA DE DANZA Y POLÍTICAS DEL ÁREA DE DANZA DEL CENTRO CULTURAL DE LA COOPERACIÓN. JUEVES DE MAYO A LAS 20 EN LA SALA SOLIDARIDAD DEL CCC, CORRIENTES 1543, CIUDAD DE BS AS.

~.El milagro

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LA NUEVA PIEZA DE ROMINA PAULA ABORDA LOS VÍNCULOS FAMILIARES A TRAVÉS DE UNA REVERSIÓN DE EL ZOO DE CRISTAL, DE TENNESSEE WILLIAMS. MIÉRCOLES A LAS 21 Y DOMINGOS A LAS 17 EN ESPACIO CALLEJÓN, HUMAHUACA 3759, CIUDAD DE BS AS..

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~.El tiempo todo entero

[TEATRO]

TENÍA SÓLO 19 AÑOS CUANDO EXPUSO SUS PRIMEROS LIENZOS. SU CARRERA YA CUENTA CON MEDIO SIGLO Y SERÁN 50 SUS OBRAS EN EXHIBICIÓN. DURANTE MAYO EN CASA MUNICIPAL DE LA CULTURA DE ALMIRANTE BROWN, ESTEBAN ADROGUÉ 1224, ADROGUÉ.

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~. Rodolfo Zagert

[PLÁSTICA]

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* “¿Cómo nombramos lo que nombramos?” La dinámica caótica del mundo propone una nueva lógica en la que los símbolos de la argentinidad se redefinen, generando nuevos interrogantes. Los creadores latinoamericanos Guilherme Morais, Santiago Dragani, Leandro Valle, Lucía Lacabana y Toni Más, bajo la dirección de Gabily Anadón, fusionan danza contemporánea, literatura, sociología y filosofía para intentar desentrañarlos. Artistas invitados: Laura Lifschitz, Ale Cosin y Román Ghiliotti.

* Se trata de una versión distinta y a la vez brillante de El zoo de cristal, del dramaturgo estadounidense Tennessee Williams. Una especie de metamorfosis vernácula de esa obra maestra a cargo de la joven dramaturga Romina Paula. El tiempo todo entero retrata a una familia sin horizontes claros, en la que los conflictos del texto original permanecen. La obra de la autora de las novelas ¿Vos me querés a mí? y Agosto fue galardonada con el Premio S otorgado al teatro alternativo.

* Las paredes de las salas Raúl Soldi, Mundo Mouzo y Sara Stábile de ése centro cultural municipal serán soportes del recorrido pictórico que el artista plástico y arquitecto misionero inició en los primeros años de ‘70. Sus creaciones, que pasearon por varios países del mundo, proponen un viaje impredecible por texturas y colores, matices y formas que conforman una dimensión donde nada fluye porque sí. Lo irracional sólo cobra sentido si el espectador se anima a bucear esos océanos.

“ESCUCHÁ”

* El Mató, de gira La banda platense Él Mató a un Policía Motorizado sigue recorriendo el país con su Gira del Nuevo Magnetismo. Luego de visitar las ciudades de Rosario, Santiago del Estero y Tucumán, el Conurbano bonaerense será el nuevo destino de Santiago Motorizado y su pandilla, que desembarcarán en Ramos Mejía y Quilmes. Más información en www.elmato.com.ar.

* La libertad de Varela La cineasta Elena Varela, que había sido detenida, encarcelada y torturada mientras realizaba un documental sobre la lucha mapuche en Chile, fue absuelta por los cargos de asociación ilícita y robo con homicidio que se le imputaban. Después de escuchar el veredicto, la documentalista subrayó que finalizan seis años de persecución en su contra.

* Volver a jugar Subcoop, la cooperativa de fotógrafos porteños que busca retratar historias que no se muestran en los medios de comunicación nacionales, participará durante mayo en el Encuentro de Colectivos Fotográficos Euroamericanos, en Soria y Madrid, España. Para ver trabajos de los grupos, ingresar a www.fotoeco.es/blog.


* Elevaron una voz constante pero silenciosa. Prefirieron pasar inadvertidos en la lucha diaria por la memoria, la verdad y la justicia durante casi 30 años. Argentina y el mundo conocen a las Madres y a las Abuelas de Plaza de Mayo. Pero ¿y a los padres? ¿Qué hicieron ellos? Eso se preguntaron Joaquín Daglio, Juan Vitale, Milena Vidal y Maximiliano Cerdá, los realizadores del documental que será proyectado en la XII edición del Festival Internacional de Cine de Derechos Humanos de Buenos Aires.

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*EXPERIMENTOS

~.Pampa Yakuza

LA DIVERSIDAD DE RITMOS DE LA BANDA CONTINÚA SUBIDA A UNA GIRA SIN PAUSA. TRAS VISITAR LA CIUDAD DE BUENOS AIRES Y LA PLATA, LOS MÚSICOS DE LINIERS VOLVERÁN A CONECTAR SUS INSTRUMENTOS. EL PRÓXIMO 22 DE MAYO CIRCUS, FLORENCIO VARELA 1998, SAN JUSTO.

[CINE] ~.Padres de la Plaza

* Acompañada por los conjuntos Maturana y La Potoca, Pampa Yakuza se subirá al escenario de Circus para ofrecer un recorrido por una carrera de más de una década. Como en cada cita, a partir de una mezcla de reggae, candombe, rock, ska y carnavalito, los pamperos otorgarán “un buen momento” para mover el esqueleto. Además, proyectarán imágenes del flamante DVD Naturaleza revivir, dirigido por Federico Bezenzette, de la productora independiente Si Lo Sentís Hacelo.

[MÚSICA]

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*CICLOS

* ¿La única forma de ver una película en un cine es de frente, sentado en una butaca, como un espectador pochoclero? ¿Qué persiste detrás de las imágenes? Éstas y otras cuestiones se debaten en el Taller de Análisis de Cine de Nicolás Mango. Jueves de 18 a 20 en el Centro Cultural La Sala, Avellaneda 645, Caballito.

[LIBROS INDEPENDIENTES]

AÚN NO HA SIDO ESTRENADA A NIVEL COMERCIAL, PERO EL DOCUMENTAL CONTINÚA DE VISITA POR DIVERSOS CINES ARGENTINOS. UNA NUEVA OCASIÓN: EL PRÓXIMO 4 DE MAYO A LAS 17 EN LA CASA DEL BICENTENARIO, RIOBAMBA 1635, CIUDAD DE BUENOS AIRES.

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[Para cinéfilos]

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* Una nueva edición de la Feria del Libro Independiente y Alternativa (FLIA) desembarcará en el estacionamiento recuperado por estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Habrá recitales, charlas debate y stands de diseño. El primer fin de semana de mayo desde las 11 en Azcuénaga 933, Ciudad de Buenos Aires.

*EN FOCO

Lima es el resultado de un proceso de exploración de técnicas teatrales y aplicación de recursos musicales a la creación escénica. Nada en el escenario tiene la lógica de la realidad. Impacto visual, escenográfico y musical en un combo explosivo dirigido por Silvina Aspiazu y Nelson Valente. Sábados 8 de mayo, 19 y 26 de junio en Banfield Teatro Ensamble, Larrea 350, Lomas de Zamora.

Elegido por la Casa de la Amistad Argentino Cubana para participar en el Ciclo de Cine Latinoamericano, será proyectado el documental El mundo según Monsanto, que denuncia los efectos negativos que provocan los productos agroquímicos y las semillas de soja transgénica a nivel mundial. El próximo 15 de mayo a las 20 en El Despojo, Alsina 1744, Ciudad de Buenos Aires.

Una selección de fotografías y manuscritos del libro Ojos y voces de la isla, realizado por niñas, niños y adolescentes de Isla Maciel en los talleres de periodismo coordinados por la Asociación Civil Miguel Bru entre 2004 y 2007, son exhibidos en la ex Esma. De lunes a viernes de 14 a 20.30 y sábados de 17 a 24 en el ECuNHi, Av. Del Libertador 8465, Ciudad de Buenos Aires.

Los escritores Vicente Battista y Jaramillo romperán con la lógica de creación literaria asentada en el imaginario colectivo cuando inicien un nuevo Jam de escritura, en el que improvisarán relatos. Compartirán con el público el alumbramiento de tramas de cuentos cortos y ensayos. DJ Pintos musicalizará el ambiente. El próximo 19 de mayo a las 22 en Podestá, Armenia 1740, Ciudad de Buenos Aires.

El Ciclo de Danza Contemporánea del Teatro del Pueblo presenta en continuo dos obras de las compañías Surdance Ensamble y Castadiva, dirigidas por Jorge Amarante y Mónica Fracchia, respectivamente. Las piezas Soledades alternas y Venecia sin ti fueron creadas especialmente para esta temporada. Jueves de mayo a las 21 en Teatro del Pueblo, Roque Saenz Peña 943, Ciudad de Buenos Aires.

El suizo Gian Paolo Minelli presenta un ensayo fotográfico y cultural que narra los cien años de Villa Lugano: el desarrollo de sus edificios y espacios libres, los restos de arquitectura industrial, la retracción de las casas de clase media, los complejos de vivienda social y las villas miseria. Hasta el 20 de mayo en el Centro Cultural Recoleta, hasta, Junín 1930, Ciudad de Buenos Aires.

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CUENTITO Y AL PIE Pripiat INSTANTES. En un rincón de una habitación oscura, cientos de clavos tirados en el piso parecen un enjambre de gusanos. La imagen áspera de un juguete plástico al lado de una máscara de gas ya oxidada. En un patio interno, dos arcos de fútbol de metal enfrentados, con algunos centímetros entre sí. Una pelota de cuero y sus gajos en estado de putrefacción. Una ventana rota. Instantes de vidas anónimas. SILLAS. De la misma forma en que se pueden encontrar máscaras de gas y objetos personales por todo Pripiat, también es común ver sillas al aire libre, en jardines, o en medio de extensiones vacías, alejadas de las viviendas. A veces son dos o tres, a veces solamente una ¿Quién las dejó en esos lugares insólitos? ¿Alguien las usó? ¿En algún momento de la evacuación? Esas sillas quizás sean la mejor metáfora de lo que es la desolación en Pripiat. LOS VIEJOS I. La prohibición de habitar Pripiat y sus alrededores fue transgredida por quienes ya no tenían nada que perder: los viejos. Aforrándose al sentido de pertenencia que el Estado no pudo aplastar, varios matrimonios y algunos viudos y solitarios decidieron regresar a sus hogares. La mayoría de ellos vivían en los alrededores de la ciudad. No veían el sentido de abandonar sus miserables viviendas a esa altura de su existencia. Vivieron en los terrenos más radioactivos del planeta, sin luz ni gas, sin un hospital cercano y prácticamente aislados. Ninguno ocupó una vivienda que no fuera la que tenía antes del accidente, ni hizo uso de algún elemento que no fuera suyo antes del desalojo. Si no, ¿que sentido hubiera tenido volver? LA VUELTA AL MUNDO. El parque de diversiones de Pripiat sufre las lluvias y los vientos a la intemperie. Los juegos se deterioran pacientemente. Los árboles crecen escindiendo al parque de la ciudad. Los asientos amarillos de la rueda gigante resaltan ante los diferentes tonos de verdes, semejan un ala de mariposa. Es la vuelta al mundo, rodeada de árboles y vegetación, el juego más entero del parque de diversiones. Sin embargo la vuelta al mundo se descompone cuando se la ve de cerca, se vuelve amenazante, el amarillo de los asientos se esfuma, se tiñe de sombra y muta en un metálico de muerte. LOS VIEJOS II. Cada quince días llegaba un camión con provisiones. Tenía cuatro paradas, en lugares intermedios de las zonas pobladas.

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Las provisiones siempre eran escasas, tal vez con intención de debilitar la voluntad de los viejos. Los dos hombres que conducían y repartían las cajas llevaban trajes aislantes con escafandra y guantes. Astronautas que interactuaban con campesinos. El presente por un lado y el pasado que se prestaba mansamente a desaparecer por el otro. LOS VIEJOS III. Sembraban en esas tierras desahuciadas y complementaban su alimentación con lo que cosechaban. Muchas veces el crecimiento de las verduras y frutas era anormal, tenían formas y tamaños desproporcionados. Siendo personas conocedoras de la naturaleza, estas particularidades no pasaron desapercibidas. A pesar de eso, siguieron con la siembra. CHOCADORES. El domo de los autos chocadores no conserva su techo, sólo la estructura de vigas metálicas que lo sostenía. Los autitos fueron dejados en desorden, algunos enfrentados en una colisión que nunca termina, otros volcados. En algunos sectores la pista está invadida por la vegetación verde que se abre camino entre las tablas de madera lustrada del piso. Incluso, dentro de algunos autitos también crece la vegetación. Las guías metálicas que los conectaban con el techo están todas quebradas y dobladas, a excepción de una que aún se mantiene enganchada al techo inexistente, como un bebe y su cordón umbilical. El domo de autos chocadores es lo más parecido a un cementerio de todo el lugar. FOTOS. En Pripiat se encuentra de todo, menos fotos. Los habitantes de esa ciudad resignaron ropa, juguetes, libros, televisores, instrumentos musicales, pero se llevaron sus fotos. Únicamente un álbum tirado en un departamento. Y así y todo, el álbum contenía dos: una antigua, tendría más de tres décadas, de un bebé, coloreada; y otra en donde había una mujer tocando un piano y un grupo de señoritas sentadas que miraban fijo a una mujer mayor parada, que les estaba hablando. El resto del álbum estaba vacío, con las marcas de las fotos arrancadas… ¿Por qué dejaron esas dos? ¿Quién era el bebé, quién la protagonista de la otra foto? ¿Quizás el bebé era alguna de esas mujeres? CONTINUARÁ.

Por Juan José Burzi




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