PSICOPATOLOGIA
REVISTA DIGITAL
PRESENTADO POR: NANCY STELIA IBARRA ROMERO LISBETH TATIANA PUMAREJO ARAUJO
DOCENTE: DR. ANTONIO AMARIS
UNIVERSIDAD POPULAR DEL CESAR PROGRAMA DE PSICOLOGIA GRUPO (4) CUARTO SEMESTRE VALLEDUPAR-CESAR Aテ前 2015
TABLA DE CONTENIDO
UNIDAD I Psicopatología concepto Concepto de anormalidad y normalidad. Criterios de anormalidad y anormalidad.
UNIDAD II Diagnostico Multiaxial Eje I. Trastornos clínicos y otros problemas que pueden ser objeto de atención clínica. Eje II. Trastornos de la personalidad- Retraso mental Eje III. Enfermedades médicas Eje IV. Problemas Psicosociales y ambientales Eje V. Evaluación de la actividad global Definición de salud mental Glosario de semiología o examen mental
UNIDAD III Trastornos en el neurodesarrollo Trastornos depresivos según el DSM V Trastorno de ansiedad según el DSM V Espectro de la esquizofrenia y otros trastornos psicóticos según el DSM V Trastornos de la personalidad según el DSM V
Trastornos de la conducta alimentaria y de la ingesta de alimento según el DSM V Trastornos parafilicos según el DSM V Trastornos relacionados según el DSM V
INTRODUCCION
En la siguiente revista tenemos como objetivo el desarrollar todo los contenidos aprendidos durante el semestre, mostrando el resultado de los conocimientos adquiridos durante el proceso educativo. Planteando como base el desarrollo de actividades, exposiciones y pruebas `previas para dar el resultado de la obtención de conocimiento, permitiéndonos desarrollar esta revista con todo la información relacionada a la psicopatología. Se conoce como psicopatología a la disciplina que analiza las motivaciones y las particularidades de las enfermedades de carácter mental. Este estudio puede llevarse a cabo con varios enfoques o modelos, entre los cuales pueden citarse al biomédico, al psicodinámico, al sociobiológico y al conductual
UNIDAD I.
UNIDAD I. Psicopatología concepto Se conoce como psicopatología a la disciplina que analiza las motivaciones y las particularidades de las enfermedades de carácter mental. Este estudio puede llevarse a cabo con varios enfoques o modelos, entre los cuales pueden citarse al biomédico, al psicodinámico, al sociobiológico y al conductual. Según el modelo psicodinámico, por citar un ejemplo, los procesos psicológicos son la principal causa de los desórdenes mentales y de perfil psicosomático. La perspectiva biologica aborda los trastornos mentales como cualquier otra clase de enfermedad, al considerar que las alteraciones psicopatológicas son generadas por anormalidades biológicas subyacentes (genéticas, bioquímicas o neurológicas). Por lo tanto, el tratamiento debe estar enfocado a la corrección de dichas anormalidades de raíz orgánica
Conceptos y criterios de anormalidad y normalidad psicológica.
La conducta normal Diversos especialistas han tratado de definir lo que es la conducta normal, así Zepeda (no posee cita o referencia) refiere que se ha tratado de definir lo “normal” desde un punto de vista meramente estadístico, considerando que quienes se encuentran en la media de una curva de distribución normal son los sanos, mientras que los que se alejan de ella son los enfermos.
También se ha tratado de diferenciar lo “normal” de lo “anormal”, argumentando que es únicamente una diferencia de grado: yo puedo ser muy pulcro y escrupuloso al momento de lavarme las manos, pero si quiero lavármelas diez veces seguidas antes de considerar que las tengo limpias, entonces soy un obsesivo compulsivo. Un enfoque más es el de la norma cultural; según él, la sociedad de alguna forma convino en qué conductas va a considerar como normales y cuáles no, dependiendo de este acuerdo lo que es “normal” y lo que no lo es. Empleando un criterio de efectividad, se considera sanos a quienes son capaces de mantener el equilibrio fisiológico y psicológico. Por otro lado, Offer y Sabsin,(no posee cita o referencia) consideran que la normalidad puede entenderse de las siguientes formas:
Normalidad como salud: Se considera que un comportamiento está dentro de los límites normales cuando no se observa psicopatología. Para la perspectiva médica la ausencia de signos y síntomas es indicativa de salud. Se considera a la salud como un estado funcional razonable más que óptimo.
Normalidad como utopía: La normalidad se considera como una mezcla armoniosa y perfecta de los distintos elementos de la mente (ello, yo y superyó). Este criterio se basa en la definición de Freud: Un ego normal es como la normalidad en general: Un ideal de ficción.
Normalidad como promedio: Se basa en el principio matemático de la curva en forma de campana (curva de Gauss). Esta definición considera normal el rango medio, y ambos extremos se corresponden con las
desviaciones
de
la
normalidad.
Se acepta
como
normal
el
comportamiento más frecuente en la población, en donde la patología sería la desviación con respecto a la media a ambos lados de la distribución Gaussiana.
Normalidad como proceso: Enfatiza la dimensión corporal y adaptativa de funciones psíquicas, en donde la normalidad vendría definida por la homeostasis o equilibrio dinámico entre la persona y su medio físico y social.
Criterios para definir la normalidad psíquica Por otra parte, también existen muchos criterios que pueden auxiliarnos a determinar cuando estamos en presencia de la normalidad psíquica. A continuación se enuncian algunos criterios de salud mental o de normalidad psíquica que señalan un adecuado funcionamiento mental:
Sentido propio de la identidad y la cohesión interna, que va unido aun conocimiento de uno mismo, de las propias motivaciones, deseos y emociones.
Sentido de la autoestima, ajustado a la realidad. Significa sentirse satisfecho y en paz con uno mismo, con el desarrollo de su “Yo ideal” que sirve de referencia para la evolución en continuo perfeccionamiento personal.
Sentimiento de seguridad, de ser aceptado en el mundo social.
Capacidad para aceptar y dar afecto.
Responsabilidad hacia el grupo social y familiar en el que el sujeto se desenvuelve.
Capacidad-no problematizada- de lograr una satisfacción de las necesidades biológicas: hambre, sexualidad, sueño y descanso, etc.
Capacidad para ser productivo y sentirse creativo y feliz en lo cotidiano.
Desarrollo de un sistema axiológico, coherente y aceptado con responsabilidad.
Ausencia de tensión y de hipersensibilidad.
Presencia de un firme anclaje en la realidad, sin percepciones distorsionadas, de la misma ni expectativas no adecuadas a ella.
Resistencia al estrés y a la frustración. En función de la existencia de mecanismos de defensa del Yo y su capacidad de enfrentarse
eficazmente con los conflictos. La conducta anormal Hansell y Damour señalan los siguientes conceptos centrales que debemos tomar en cuenta para poder definir la anormalidad:
La importancia del contexto para definir y entender la anormalidad Sólo podemos etiquetar una conducta como anormal si consideramos el contexto situacional en el que ocurre; las conductas que son normales en un contexto determinado podrían ser consideradas anormales en otro. Además, la conducta anormal es generalmente más entendible cuando es vista en el contexto de la historia de vida y los acontecimientos vitales de la persona. Finalmente, las variables del contexto demográfico como la edad, el
género, la cultura y la clase social influyen en la definición, clasificación, explicación y tratamiento de las conductas anormales.
El continuo entre la conducta normal y anormal Los síntomas emocionales y conductuales ocurren dentro de un continuo que va de lo menos a lo más severo, y muchas formas de anormalidad son versiones exageradas de sentimientos y conductas normales. La línea divisoria entre las conductas normales y anormales nunca está enteramente claro, pero el campo de la Psicología Anormal ha desarrollado criterios que nos ayudan a hacer esta distinción. El relativismo histórico y cultural al definir y clasificar la anormalidad La
definición
y
clasificación
de
la
conducta
anormal
varía
considerablemente a través de los diferentes periodos históricos y las diferentes culturas. Como resultado de ello, no podemos hacer afirmaciones universales y absolutas de lo que constituye la conducta anormal, y siempre tendremos que estar conscientes de los lentes históricos y culturales a través de los cuales vemos el concepto de anormalidad. Las ventajas y desventajas del diagnóstico
Como científicos Anormal
otros
campos
la
Psicología
cuenta
con
un
sistema de categorías para clasificar
su
estudio.
Estos
objeto
de
sistemas
diagnósticos tienen la ventaja de facilitar el tratamiento, la investigación y la enseñanza de la Psicología Anormal. Pero
los
sistemas
diagnósticos en la Psicología Anormal tienen también limitaciones importantes; pueden simplificar demasiado problemas complejos, y un diagnóstico
de
enfermedad
mental
puede
ser
estigmatizante
y
desmoralizante para la persona que está siendo diagnosticada. El principio de las causalidades múltiples Los trastornos mentales pueden ser el resultado de una amplia variedad de causas:
algunas
predisposiciones,
algunas
precipitantes,
algunas
psicológicas, algunas biológicas, algunas causas internas relativas a la persona afectada y otras externas relativas al ambiente. La mayoría de los trastornos implican causas múltiples que interactúan. Asimismo, muchas perspectivas teóricas diferentes coexisten dentro del campo de la Psicología Anormal. Cada perspectiva teórica tiene alguna contribución importante
que hacer, y el campo de la Psicología Anormal se está orientando hacia las explicaciones y tratamientos que combinan componentes de varias teorías. La conexión entre la mente y el cuerpo fusión Un entendimiento concienzudo de la Psicopatología requiere que comprendamos la conexión entre la mente y el cuerpo. Sabemos que las anormalidades cerebrales pueden causar síntomas emocionales, y, a la inversa, que el sufrimiento emocional puede causar síntomas físicos. Como resultado, es importante poner atención a la interrelación entre el funcionamiento psicológico y físico de una persona para poder explicar y tratar la conducta anormal. Criterios para etiquetar la conducta anormal De acuerdo con Rosenhan y Seligman (1989), existen siete criterios que pueden utilizarse para etiquetar el comportamiento como “anormal”:
Malestar o deterioro. Un individuo experimenta malestar personal o deterioro en su funcionamiento, lo que produce un riesgo de menoscabo físico o psicológico, o pérdida de la libertad para actuar.
Desadaptación. Un individuo actúa de tal forma que entorpece sus metas, no contribuye a su bienestar personal o interfiere mucho con las metas de otros y las necesidades de la sociedad. Una persona que bebe tanto que no puede mantener un empleo o que pone en peligro de la vida de otros debido a su intoxicación, manifiesta una conducta desadaptada.
Irracionalidad. Un individuo actúa o habla de manera irracional o incomprensible para otros. Un hombre que responde a voces que no existen en la realidad objetiva, se comporta de manera irracional.
Conducta impredecible. Un individuo que actúa de forma impredecible o errática de una situación a otra, como si experimentara una pérdida del control. Un niño que golpea su puño contra una ventana sin ninguna razón aparente, manifiesta una conducta impredecible.
Poca convencionalidad y rareza desde el punto de vista estadístico. Un individuo se comporta en formas estadísticamente raras y que violan las normas sociales o lo que es aceptable o deseable. Sin embargo, el simple hecho de ser poco común desde el punto de vista estadístico, no produce juicio psicológico de anormalidad. Por ejemplo, un nivel muy alto de inteligencia es sumamente raro, pero se considera indeseable, por lo que con frecuencia se califica como anormal.
Incomodidad del observador. Un individuo provoca incomodidad en los demás al hacerlos sentir amenazados o molestos de alguna forma. Una mujer que camina a la mitad de la calle, hablando en voz alta consigo misma, crea incomodidad en otros peatones que tratan de evitarla.
Violación de normas morales e ideales. Un individuo viola las expectativas de la forma en que nos debemos comportar, en relación con las normas sociales. Con este criterio, un individuo podría ser considerado anormal si no desea trabajar o no cree en dios. Este criterio de la anormalidad también es importante en situaciones legales.
Para poder etiquetar una conducta como “anormal”, más de un indicador debe estar presente y ser válido. Cuanto más extremos y preponderantes sean los indicadores, habrá mayor confianza en el señalamiento de una condición como anormal. Ninguno de estos criterios es condición necesaria, compartida por todos los casos de anormalidad. También es verdad que ningún criterio por sí solo es condición suficiente para distinguir todos los casos de conducta anormal de aquellas variantes normales del comportamiento. Diversas perspectivas teóricas sobre la conducta anormal Siguiendo a Alloy y Jacobson , podemos señalar como las diversas perspectivas teóricas explican la conducta anormal: Perspectiva biológica Esta perspectiva biológica se enfoca en la interacción entre el funcionamiento físico y psicológico de las personas. La mente y el cuerpo son dos aspectos de una compleja entidad única. El estrés psicológico y la enfermedad física se influyen recíprocamente. Lo discutible es que encontrar una predisposición genética o un desequilibrio químico que acompañe a un trastorno determinado no necesariamente significa que el factor orgánico sea el único o aún la causa principal de dicho trastorno. Perspectiva psicodinámica Esta perspectiva asegura que gran parte de nuestra conducta no es el resultado de nuestra elección consciente sino que es dirigida por el inconsciente, por fuerzas internas, que a menudo reflejan nuestras
experiencias
infantiles
y
relaciones
familiares.
La
perspectiva
psicodinamica ha sido criticada su falta de evidencia experimental, su dependencia en las deducciones, muestreo poco representativo, prejuicios culturales (especialmente respecto a las diferencias de género) y un retrato negativo de la conducta humana. Sin embargo, esta teoría psicodinamica ha jugado un rol muy importante al desmitificar la conducta anormal descubriendo la irracionalidad de la vida diaria y mostrando que la conducta normal y anormal no son categorías muy distintas como puntos en un continuum. Perspectiva cognitiva La perspectiva cognitiva en Psicología comienza con un interés en la cognición o el procesamiento mental de la información. Los problemas psicológicos surgen de ideas irracionales (Ellis) o pensamientos distorsionados (Beck). Esta perspectiva ha sido criticada por no ser científica ya que hasta cierto punto se basa en deducciones y por confundir las causas secundarias con las primarias. Al mismo tiempo, la perspectiva cognitiva es más científica que algunas otras perspectivas en el hecho de que pone énfasis en variables operacionalizadas y medición empírica de la memoria, la asociación y las expectativas. Perspectiva conductual Esta perspectiva ve a la conducta como resultante en la misma manera de la interacción de nuestra dotación genética y nuestra historia de aprendizaje. De este modo, los conductistas prefieren hablar de conducta “inadaptada” más que de conducta anormal y evitan asignar a la gente categorías
específicas de diagnóstico. Esta perspectiva ha sido criticada de sobresimplificante y determinista y como un posible medio de coerción política. Al mismo tiempo, las aproximaciones conductistas a la objetividad y experimentación se han vuelto una norma en la investigación psicológica, y el conductismo en gran parte ha desestigmatizado la conducta anormal.
Perspectiva familiar sistemática De acuerdo a esta perspectiva las causas de la conducta anormal pueden ser encontradas en patrones habituales de las relaciones, generalmente dentro de la familia. De acuerdo a la teoría de la comunicación, la psicopatología surge de patrones familiares de comunicación. ambiguos, contradictorios y hostiles. Esta perspectiva aún tiene que convertirse en una seria y unificada perspectiva psicológica, en parte porque sus afirmaciones son muy modestas y en parte porque algunos de sus descubrimientos no se han sostenido en estudios posteriores. Perspectiva sociocultural Esta perspectiva sostiene que la raíz de la conducta anormal no recae en la mente sino en la sociedad. Una teoría es que los males sociales como la pobreza y la discriminación empujan a la gente hacia la Psicopatología. Otra teoría dice que la clase y la raza de las personas influencia la forma en que sus problemas son diagnosticados y el tratamiento que reciben. Nadie discute que los factores socioeconómicos y variables culturales pueden contribuir a las alteraciones psicológicas, pero el grado de que estas sean causas o efectos es debatible. Particularmente controversial es la teoría de
que el s贸lo hecho de etiquetar sea responsable de la ocurrencia desproporcionada de Psicopatolog铆a entre los pobres
UNIDAD II
UNIDAD II Examen Multiaxial Evaluación multiaxial: Un sistema multiaxial implica una evaluación en varios ejes, cada uno de los cuales concierne a un área distinta de información que puede ayudar al clínico en el planeamiento del tratamiento y en la predicción de resultados. En la clasificación multiaxial DSM-IV se incluyen cinco ejes:
Eje I: Trastornos Clínicos. Otros problemas que pueden ser objeto de atención clínica: Describe todos los trastornos incluidos en la clasificación excepto los trastornos de personalidad y el retraso mental. Cuando una persona presenta un trastorno del Eje I y otro del Eje II, se supondrá que el diagnostico principal o el motivo de la visita corresponde al Eje I, a menos que el diagnostico del Eje II vaya seguido de la expresión < (diagnostico principal)> o < (motivo de consulta)>. En el caso de no presentarse ningún trastorno del Eje I, este hecho debe codificarse como Z03.2. Si hay que aplazar un diagnostico del Eje I hasta recoger alguna información adicional, este hecho se codificara como R69. Eje II: Trastornos de la personalidad. Retraso Mental: También puede utilizarse para hacer constar mecanismos de defensa y características
desadaptativas de la personalidad (en estos casos no debe utilizarse ningún número de código). Cuando una persona tiene más de un trastorno del Eje II deben hacerse constar todos los diagnósticos. Cuando no se presenta ningún trastorno del Eje II, este hecho debe codificarse como Z03.2. Si hay que aplazar un diagnostico del Eje II hasta recoger alguna información adicional, este hecho se codificara como R46.8. Eje III: Enfermedades Médicas: Cuando se supone que un trastorno mental es consecuencia fisiológica directa de la enfermedad médica, en el Eje I debe diagnosticarse un trastorno mental debido a enfermedad medica, y esa enfermedad debe registrarse tanto en el Eje I como en el Eje III. Por ejemplo, cuando un hipotiroidismo es causa directa de sintomas depresivos, su designación en el Eje I es “Trastorno del estado de ánimo debido a hipotiroidismo con sintomas depresivos”, y se hace constar de nuevo al hipotiroidismo en el Eje III. Cuando la relación etiológica entre la enfermedad médica y los síntomas mentales este insuficientemente probada para garantizar un diagnostico en el Eje I de trastorno mental debido a enfermedad médica, debe codificarse en el Eje I el trastorno mental apropiado, y la enfermedad medica solo se codificara en el Eje III.
Hay otros casos en los que deben registrarse las enfermedades médicas en el Eje III a causa de su importancia para la comprensión general o el
tratamiento del sujeto afecto del trastorno mental. Un trastorno del Eje I puede ser una reacción psicológica a una enfermedad médica del Eje III. Algunas enfermedades médicas pueden no estar relacionadas directamente con el trastorno mental, pero pueden llegar a tener implicaciones importantes para su pronóstico o tratamiento (por ejemplo, en la elección de farmacoterapia).
Cuando una persona tiene más de un diagnostico clínicamente relevante en el Eje III, deben hacerse constar todos ellos. Si no hay ningún trastorno del Eje III, este hecho debe indicarse anotando “Eje III: ninguno”. Si hay que aplazar un diagnostico del Eje III, a la espera de recoger alguna información adicional, este hecho se indicará anotando “Eje III: aplazado”.
Eje IV: Problemas Psicosociales y ambientales: que pueden afectar el diagnóstico, el tratamiento y el pronóstico de los trastornos mentales (Eje I y II). En general, el clínico sólo debe hacer constar aquellos problemas psicosociales y ambientales que hayan estado presentes durante el año anterior a la evaluación actual. Sin embargo, el clínico puede decidir el registro de problemas psicosociales y ambientales acaecidos antes del año anterior si han contribuido claramente al trastorno mental o se han constituido en un objetivo terapéutico. Si un problema de este tipo constituye el centro de la atención clínica, se hará constar también en el Eje
I, con un código derivado del apartado: “Otros problemas que pueden ser objeto de atención clínica”. Por razones de conveniencia los problemas se han agrupado en las siguientes categorías: 1. Problemas relativos al grupo primario de apoyo, 2. Problemas relativos al ambiente social, 3. Problemas relativos a la enseñanza, 4. Problemas laborales, 5. Problemas de Vivienda, 6. Problemas económicos, 7. Problemas de acceso a los servicios de asistencia sanitaria, 8. Problemas relativos a la interaccion con el sistema legal o el crimen, 9. Otros problemas psicosociales y ambientales.
Eje V: Evaluación de la actividad global: incluye la opinión del clínico acerca del nivel general de actividad del sujeto. Esta información es útil para planear el tratamiento y medir su impacto, así como para predecir la evolución. El registro de la actividad general en el Eje V puede hacerse utilizando la escala de evaluación de la actividad global (EEAG). La EEAG considera solamente la actividad psicológica, social y laboral a lo largo de un hipotético continuum de salud-enfermedad. No hay que incluir alteraciones de la actividad debidas a limitaciones físicas (o ambientales). En la mayoría de los casos las evaluaciones de la EEAG deben referirse al periodo actual puesto que estas reflejaran la necesidad de tratamiento o intervención. La EEAG se hace constar en el Eje V del modo siguiente: “EEAG = seguido
por la puntuación de 1 a 100, entre paréntesis anotar el periodo de tiempo reflejado en la evaluación, por ejemplo, “actual”, “mayor nivel en el último año”, “en el alta”.
De 100 a 91: Sin sintomas
De 90 a 81: Sintomas ausentes o mínimos
De 80 a 71: Sintomas transitorios y esperables
De 70 a 61: Sintomas leves
De 60 a 51: Sintomas moderados
De 50 a 41: Sintomas graves
De 40 a 31: Alteración de la verificación de la realidad
De 30 a 21: Ideas delirantes o alucinaciones. Alteración grave de la comunicación o el juicio
De 20 a 11: Peligro de causar lesiones a otros o a si mismo
De 10 a 0: Peligro persistente de lesionar gravemente a otros o a sí mismo.
El uso del sistema multiaxial facilita una evaluación completa y sistemática de los distintos trastornos mentales y enfermedades médicas, de los problemas psicosociales y ambientales, y del nivel de actividad, que podrían pasar desapercibidos si el objetivo de la evaluación se centrara en el simple problema objeto de la consulta. Además el sistema multiaxial promueve la aplicación del modelo biopsicosocial en clínica, enseñanza e investigación.
http://www.saludypsicologia.com/posts/view/192/name:DSM-IVEvaluacion-Multiaxial/redirect:1
Salud Mental La salud mental se define como un estado de bienestar en el cual el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones normales de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera y es capaz de hacer una contribución a su comunidad.
La dimensión positiva de la salud mental se destaca en la definición de salud que figura en la Constitución de la OMS: «La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades»
Semiología La semiología se encarga de estudiar los síntomas y los signos de las enfermedades que permite llegar a un diagnóstico correcto. Se basa en la observación, reconocimiento y el interrogatorio del paciente. Estos conceptos básicos le servirán al enfermero para comprender y conocer acerca de la nomenclatura establecida con respecto a las enfermedades. Síntoma Manifestación hecha por el paciente y que traduce malestar en su organismo. Ejemplo: el dolor, el miedo, el insomnio, los vómitos, etc. Puede ser: Objetivo: Lo refiere el paciente y se constata por el personal de asistencia. Subjetivo: No es posible comprobar si el mismo es real o no y tenemos que limitarnos a la referencia hecha por el enfermo.
Signo Alteración que se puede observar o constatar al examinar a un paciente. Síndrome Agrupación de síntomas y signos que tienen relación entre sí. Diagnóstico nosológico Cuando unimos varios síndromes entre sí, que agrupan varios síntomas y signos; estamos hablando de la presencia de un cuadro clínico determinado que está producido por una enfermedad o entidad nosológica
Glosario ATENCION: Íntimamente ligada a la conciencia (vigilancia), es la función psicológica que permite seleccionar un estímulo o grupo de ellos del conjunto de una experiencia, y que implica, generalmente, un esfuerzo del sujeto para conseguirlo. Distraibilidad e inestabilidad de la atención. Es cuando la capacidad de concentración no se mantiene lo suficiente y, por lo tanto, no existe la tenacidad necesaria para sostener un adecuado examen del estímulo. Se presenta como signo característico en el síndrome deficitario de la atención de los llamados niños hiperquinéticos; asimismo, como componente importante del síndrome maníaco en adultos. Hiperprosexia. Opuesta a la anterior, es la concentración tenaz y constante de la atención sobre un estímulo o grupo de ellos con exclusión casi total de los otros que suceden alrededor de la persona. Se presenta en la depresión, en los obsesivos y en los hipocondríacos. Indiferencia anormal. Es la falta de interés (prestar atención) a los acontecimientos del medio ambiente que normalmente interesarían a cualquier persona. Se presenta cuando hay fatiga o elevación del umbral de la atención que acompaña a los síndromes orgánico cerebrales; también, como signo muy característico de la esquizofrenia. Perplejidad anormal. Deriva de los contenidos extraños y sobreagregados que impiden la determinación del problema actual y que pueden producir extrañeza o ansiedad ante esta incapacidad. Se presenta, especialmente, en la depresión melancólica y en la esquizofrenia en sus comienzos. Frustración del objetivo. Es la falla en la culminación de la dirección de la atención hacia el estímulo escogido (intencionalidad correcta) por la aparición de experiencias ajenas que la desvían o interrumpen de la meta precisa. Es un síntoma importante de la esquizofrenia que explicaría la disgregación en esta psicosis, y que ha dado cuerpo a la denominada teoría del déficit psicológico para la esquizofrenia sustentada por Chapman y McGhie
ORIENTACION: Es el conocimiento del medio ambiente y de sí mismo en un momento determinado, y que permite al sujeto dirigir las actividades de acuerdo a sus intereses y necesidades. Desorientación autopsíquica. Es aquella que se refiere a la persona (no saber quién se es) y que puede estar relacionada con un trastorno de conciencia, de la memoria o con una interpretación delusiva. Desorientación alopsíquica. Cuando se refiere al tiempo (fecha) o lugar (ubicación). Se presenta en similares condiciones que la anterior. Desorientación en el cálculo del tiempo. Se presenta la lentificación o aceleración del tiempo transcurrido, como sucede en los síndromes depresivos o maníacos respectivamente. Otro tanto acontece con la doble cronología que se observa en la esquizofrenia como una contabilidad peculiar del tiempo ajena a la ordinaria, pero sin desconocer a ésta.
LENGUAJE: Es la expresión de ideas o pensamientos a través de la palabra o de sonidos articulados o inarticulados (lenguaje oral), de signos gráficos convencionales (escritura), o mediante ademanes y gestos (mímica) que permiten la relación y el entendimiento entre las personas. Disartria. Dificultad para la articulación de las palabras que contienen determinadas letras; está en relación a lesiones o afección tóxica de los centros nerviosos o de los nervios periféricos como sucede en la embriaguez alcohólica, en la intoxicación por drogas y en la parálisis general progresiva. b) Anartria. Es el grado mayor de la anterior. El paciente tan sólo puede emitir un gorjeo. Se presenta en los accidentes cerebro-vasculares, sífilis del SNC y tumores cerebrales. c) Dislalia. Es un defecto de pronunciación de las palabras por dificultad en la emisión del sonido correcto de determinada letra: rotacismo para la "erre", labdacismo para la "ele" y sigmacismo para la "ese", entre las más frecuentes. Se presenta por insuficiente inervación en el aparato fonador, malformaciones de la lengua o del velo del paladar, tartamudez o disfemia que es la falta de coordinación en la pronunciación de determinada sílaba
de la palabra, generalmente la inicial al comienzo de la frase. Puede deberse a lesiones de los sistemas pontocerebelosos, bulbares o trastornos congénitos del desarrollo o a malos aprendizajes tempranamente adquiridos. Afasia. Es la imposibilidad de expresarse por medio del lenguaje, oral o escrito, y de entender las palabras que se le dirigen (se estudia in extenso en el curso de Neurología). Verborrea. (logorrea o taquilalia). Es la exageración del lenguaje hablado por aumento de su productividad (hablar incesante) y, frecuentemente, coincidente con una aceleración del tempo psíquico; se presenta en las excitaciones psicomotrices y en las crisis maníacas, también en la embriaguez alcohólica. Mutismo. Es la ausencia del lenguaje hablado que se presenta en la inhibición grave de la depresión melancólica, en la catatonia esquizofrénica y en la simulación; en los delirantes, por temor o por otras razones igualmente delusivas. Musitación. Se trata de movimientos de los labios sin expresión de sonidos o en los que existe una murmuración constante, en voz muy baja, como si se hablara consigo mismo. Se presenta en esquizofrénicos (autistas). Soliloquio. El paciente habla en voz alta acompañándose de ademanes y gestos, como dirigiéndose a un auditorio imaginario (generalmente coincide con contenidos alucinatorios). Neologismo. Es el uso de palabras inventadas o condensadas, comprensibles sólo para el paciente. Se presenta en esquizofrénicos y es la expresión de conceptos delusionales; también en deficientes mentales. Ensalada de palabras. Se caracteriza por la emisión de palabras sin conexión alguna y, por lo tanto, el discurso se torna incomprensible. Puede presentarse en deficientes mentales graves. Se denomina esquizofasia en los esquizofrénicos. Ecolalia. Repetición no intencionada por parte del paciente de la palabra o frase dirigida por el interlocutor, generalmente, con la misma entonación. Se observa en los catatónicos, en pacientes estuporosos y en algunos orgánico cerebrales. Entre sus variedades tenemos: la metalalia, que es la repetición también no intencionada pero no de lo pronunciado por el interlocutor, sino de lo oído de alguna persona del alrededor, muy
característico de los niños autistas; y la palilalia, que es la repetición múltiple de la misma palabra o frase. Logoclonía. Es la repetición múltiple y compulsiva de la última sílaba de las palabras. La palilalia y la logoclonía indican organicidad. Coprolalia. Es el empleo incontrolable de palabras obscenas, como se observa en la enfermedad de Gilles de la Tourette y en algunos trastornos de personalidad. Verbilocuencia. Es el uso innecesario de rebuscadas palabras y formas gramaticales que tornan el discurso artificioso, formalista y hasta grotesco. Se presenta en pacientes con ideas de grandeza, en hipomaníacos, en dementes incipientes y en personalidades histriónicas. Oligofasia. Consiste en la pobreza de la cantidad de palabras y formas gramaticales utilizadas; muy característico de los deficientes mentales y dementes, especialmente en aquellos casos incipientes. Debe distinguirse de la que depende del grado de desarrollo cultural adquirido. Verbigeración. Es la repetición frecuente y anormal de un vocablo o frase corta que se intercala en el discurso. Presente en los esquizofrénicos y deficientes mentales. Las alteraciones del lenguaje escrito comprenden: Disgrafia. Es la dificultad de elegir las letras que han de formar las palabras debido, generalmente, a alteraciones en los mecanismos motores.
Agrafia. Incapacidad de escribir por ausencia total de las imágenes gráficas. Macrografia y micrografia. Son formas de disgrafia; la primera consiste en escribir con trazos muy grandes, desiguales y con tendencia a dirigirse hacia arriba, tal como se presenta en la fase maníaca de la enfermedad maníaco-depresiva; en la segunda, los trazos son muy pequeños y con tendencia a dirigirse hacia abajo, como se observa en la melancolía. Modificaciones serias en los trazos de la escritura habitual se producen en los casos de parálisis de origen central y periférico, y en el temblor que produce el alcoholismo, la demencia senil o arteriosclerótica y la parálisis general progresiva, entre otras. Actualmente se observan disgrafias como consecuencia de las impregnaciones medicamentosas, particularmente de neurolépticos. Los contenidos del lenguaje escrito guardan relación con el estado mental del paciente de tal manera que pueden estar presentes las mismas alteraciones del lenguaje oral. En los pacientes esquizofrénicos de larga data (crónicos), en sus escritos, son frecuentes los subrayados, adornos, signos cabalísticos, dibujos y otros, con lo cual el sujeto destaca la importancia de su ideación. También puede encontrarse microescritura y escritura en espejo (escritura en forma inversa que para leerla debe ponerse frente a un espejo). Las alteraciones en el lenguaje mímico comprenden: Hipermimia. Es la exageración de los rasgos fisonómicos en relación o no al estado afectivo dominante. La acentuación de las arrugas de la frente que forman la omega en la depresión, las verticales del entrecejo que dan el signo de Veraguth y ambos, más las comisuras labiales caídas y la cabeza inclinada, reciben el nombre de signo de Schule en la melancolía. La perplejidad tiene también una expresión característica. En la agitación maníaca el rostro es de alegría, satisfacción y euforia con risa estruendosa o escandalosa. En estado de éxtasis, cólera, amor y miedo hay también marcada hipermimia. Hipomimia. Es la marcada disminución de la mímica. La expresión facial del paralítico general con la desaparición de las arrugas y surcos nasogeniano y nasolabial es muy característica. En la catatonía esquizofrénica también se la encuentra. Amimia. Es la inmovilidad de la expresión facial que no traduce vida afectiva. Muy característica es la facies parkinsoniana o fija (figé).
También se encuentra en el estupor melancólico o en el catatónico y en los síndromes confusionales. Ecomimia. Es la ecolalia en relación a la mímica. Paramimia. Es la gesticulación que no corresponde ni a las palabras expresadas ni al estado afectivo dominante. Es un signo muy característico de la esquizofrenia. Puede también estar presente en pacientes con deficiencia mental. Es un arma de los simuladores. AFECTIVIDAD: Es la experiencia afectiva total que comprende fundamentalmente los sentimientos, las emociones y el ánimo (humor). Por sentimientos se entiende estados afectivos complejos, duraderos y no intensos. Ejemplos: orgullo, celos, amor, vergüenza. En cambio, las emociones son también estados afectivos que aparecen de manera brusca, más o menos violenta, pero de pasajera duración. El miedo, la cólera y la angustia son considerados como típicos ejemplos de emociones. Por último, el estado de ánimo es la manifestación afectiva prevalente y subjetiva que domina y colorea la experiencia total de un individuo en un momento dado, e indicaría el equilibrio que existe entre los distintos sistemas funcionales del organismo y el grado en que las circunstancias ambientales satisfacen las necesidades e intereses del sujeto. Angustia o ansiedad. Es una respuesta emocional lógica del organismo ante lo nuevo y lo no estructurado, muchas veces necesaria (mientras no desorganice la conducta), como sucede durante el aprendizaje. Como respuesta global del organismo tiene un correlato fisiológico, especialmente en relación al sistema nervioso autonómico, que se traduce por tensión, aprensión, temor, excitabilidad neuromuscular y sensitivo sensorial. En la vertiente psíquica se expresa como un miedo sin objeto actual y definido con conciencia de peligro o amenaza inminente e insoportable asociada a un sentimiento de desamparo o incertidumbre. El
grado severo de la ansiedad -y sus concomitantes somáticos- cuando se presenta en forma de crisis (ataque) se denomina pánico, diferenciándose de la ansiedad generalizada. La selectividad limitada e intensa genera la fobia. La angustia acompaña a una serie de procesos orgánicos como las arritmias cardíacas, las valvulopatías, especialmente al prolapso mitral, al angor pectoris, a la enfermedad obstructiva pulmonar crónica, a los tumores aminosecretantes, al hipertiroidismo, a la enfermedad de Cushing, al síndrome menopáusico, al uso de estimulantes, alucinógenos o al síndrome de abstinencia del alcohol y otros. Presente también en la esquizofrenia, sobre todo al comienzo; frecuentemente complica la depresión y se considera el eje dinámico de las antes llamadasneurosis. Tristeza. Es un sentimiento desagradable, penoso y aflictivo que se acompaña de relajación con pobreza de los gestos y movimientos y de un tono monótono, cansado, lento o quejumbroso de la voz. Puede no existir llanto, pero cuando existe es muy significativo, pese a que sea contenido por el sujeto. El grado máximo de la tristeza se denomina melancolía y los intermediosdistimias. La tristeza en sus diferentes gradaciones y presentaciones es un síntoma casi obligado de los estados depresivos. Depresión. Es un síndrome que tiene como síntomas cardinales a la tristeza o al estado de ánimo venido a menos, a la dificultad para elaborar el pensamiento, a la lentificación motora. El deprimido se siente desanimado, pesimista, desesperanzado y desesperado. Además, se agrega a esta sintomatología la mengua o pérdida del interés por los objetos del entorno, cansancio o fatiga, sentimiento de culpa, ideas de suicidio y muerte, disminución del apetito, estreñimiento, insomnio, impotencia o frigidez como un compromiso del estado vital. La angustia, en mayor o menor grado, siempre está presente. En los casos graves se comprueba ideas delusivas, elaboraciones pseudoperceptivas y estupor o agitación motoras. El síndrome depresivo es uno de los más frecuentes de la clínica psiquiátrica, y en su etiología confluyen factores genéticos neurobioquímicos, psicosociales y orgánicos (cáncer pancréatico, enfermedad de Addison o uso de sustancias hipotensoras, contraceptivas, digitálicas). Alegría. Es un sentimiento agradable de bienestar y satisfacción que se acompaña de viveza y variabilidad de gestos y movimientos y de un tono de voz de sonoridad cambiante interrumpido por sonrisas. El júbilo o euforia es el grado máximo de alegría, y ésta es uno de los síntomas obligados del síndrome maníaco. Manía o síndrome maníaco. Tiene como síntomas cardinales, a la manera de la depresión, el estado anímico de inestable euforia con elación, la
presión para verbalizar que pueda llegar al pensamiento ideofugal (fuga de ideas) y el aumento de la actividad motora que puede ascender hasta una solemne agitación. A esta sintomatología básica se agregan con frecuencia, la distraibilidad de la atención y el optimismo con sobrevaloración de las capacidades físicas y mentales acompañado de ideas megalomaníacas. Cuando el síndrome se presenta atenuado se denomina hipomanía. El síndrome maníaco no tiene la misma frecuencia de presentación que el depresivo, pero los factores etiológicos son similares, especialmente en relación a la enfermedad bipolar o enfermedad maníacodepresiva. Tampoco hay que dejar de mencionar los factores orgánicos, como las endocrinopatías de tipo hipertiroidismo o la enfermedad de Cushing; los neurológicos, como determinados tumores cercanos al diencéfalo, la esclerosis múltiple o la epilepsia psicomotora; el uso de sustancias simpatomiméticas, anticolinérgica o antidepresivas, entre otras. Apatía. Es la incapacidad, más o menos prolongada, para experimentar sentimientos con conservación de las funciones cognoscitivas. Existe una carencia de afecto o de su expresividad. No hay capacidad de goce o de sufrimiento. Se presenta en neurosis graves, en las diferentes formas clínicas de la psicosis esquizofrénica, en los estados demenciales y como síntoma importante en el síndrome de estrés-post-traumático. Afín a la apatía y confundiéndose con ella, se describe la frialdad afectiva, que es la falta de afecto por las necesidades e intereses de las otras personas, pero no de las propias y que se manifiesta en la ausencia de resonancia o empatía afectiva (indiferencia si los demás están tristes o alegres, satisfechos o descontentos). Se presenta como rasgo de carácter en las personalidades psicopáticas, como síntoma, en los síndromes delirantes demenciales de tipo paranoico; en los melancólicos, con la denominada anestesia dolorosa, en la cual el paciente se queja de no poder sentir el cariño y la comprensión que le muestran y tienen las personas que lo rodean, a pesar que lo reconoce; como aplanamiento afectivo constituye uno de los llamados signos negativos de la esquizofrenia. Ambitimia o ambivalencia afectiva. Es la adjudicación de sentimientos o emociones opuestos, aparentemente irreconciliables, sobre un mismo sujeto, objeto o situación en un mismo momento. Se presenta, a veces, cuando hay compromiso de la conciencia (confusión), en la esquizofrenia (síntoma cardinal para Bleuler); también en cuadros psicóticos leves. En las neurosis se presenta como sentimientos opuestos, pero no en el mismo momento.
Paratimia, discordancia o incongruencia ideoafectivas. Es la falta de relación entre lo expresado verbalmente y el vivenciar afectivo cuantitativa y cualitativamente. Este síntoma es privativo de la esquizofrenia. Labilidad emocional. Es la presencia de rápidos y a veces contradictorios cambios emocionales (falta de resolución). Se nos impone como desproporcionado a los estímulos de la situación. Consiste en accesos de risa o de llanto de variable intensidad por estímulos estresantes o a veces inocuos. La incontinencia emocional, una forma extrema, se presenta en los orgánico-cerebrales (síndrome pseudobulbar), pero también en las psicosis y neurosis, personalidades anormales y hasta en sujetos normales en determinadas circunstancias como en los velorios, por ejemplo. Inversión de los afectos. Se refiere a la irrupción de sentimientos opuestos a los que anteriormente manifestaba el paciente hacia otras personas. El cambio puede ser gradual y comprensible o súbito e incomprensible. El valor clínico será más severo cuanto más dramático sea el cambio afectivo. Así, la inversión de afectos manifiesta indica una franca psicosis. Por este mismo mecanismo se llega a la negación de la paternidad que el profesor Honorio Delgado consideraba privativo de la esquizofrenia. Anhedonia. Consiste en la mengua o incapacidad de goce sin pérdida de las funciones cognoscitivas. Se presenta en la esquizofrenia (S. Rado la consideraba como patognómica de ésta); sin embargo, se manifiesta también en las depresiones. En éstas, como una queja expresada por el paciente y sufrida por él; mientras que en el esquizofrénico se comprueba por el observador clínico. Alexitimia. Es la dificultad o incapacidad de describir con palabras los estados afectivos. Estos estados afectivos se refieren especialmente a aquellos que subyacen en los llamados trastornos psicosomáticos y en algunos síndromes organicocerebrales. (Se comprueba más en la medicina interna que en la psiquiatría). PENSAMIENTO: Proceso complejo por el cual se aprehende un objeto o un aspecto de un objeto o situación. Así, juzgar, abstraer, concebir, razonar y, en sentido amplio, imaginar, recordar y anticipar son formas de pensar. Tener en cuenta que los procesos perceptivos antes que antagónicos son suplementarios en un acto cognoscitivo dado. El pensamiento se reconoce a través del lenguaje oral, escrito o mímico. El Pensamiento delusional o delirante es aquel que se relaciona, especialmente, con la alteración del juicio, es decir, con la creencia o el
saber erróneo e inmodificable pese a los argumentos lógicos en contra. Cuando esta forma de pensamiento se presenta sin antecedentes o precipitantes, inmediatamente reconocibles, se denomina delusión o delirio y cuando deriva de una experiencia mórbida, perceptiva o afectiva frecuentemente se designa como idea delusiva, delusión secundaria o delirio secundario. La convicción delusional puede aparecer de un modo súbito o desarrollarse paulatinamente a partir de un temple o estado de ánimo delusional caracterizado por un sentimiento de alarma, de que algo va a suceder sin saberse cómo ni cuándo, que existe un significado no precisado en el mismo y en su entorno (amenaza, sospecha, desconfianza, conmoción, horror, inseguridad, agobio, perplejidad, expectativa angustiada) llamado Trema por Conrad. Cuando cristaliza la delusión y llega a constituir una estructura coherente cerrada en sí misma, se trata entonces de un sistema delusional. Los temas son muy variados y algunos caracterizan determinados síndromes o entidades psicopatológicas; así, en los deprimidos aparecen ideas delusivas de ruina, culpa, acusación, minusvalía; en los paranoides las de persecución, referencia, alusión, daño; alcurnia, grandeza, megalomaníacas en general, en los episodios maníacos; negación, nihilista, de enormidad, especialmente, en el síndrome Cotard y en algunas esquizofrenias; místicas, religiosas, mesiánicas, eróticas, en los esquizofrénicos hebefrénicos y paranoides; de reforma, de querella o reinvindicación y celotípicas, en los paranoicos. Adquiere un valor clínico importante para el diagnóstico de esquizofrenia cuando el tema es raro y extraño y la claridad de la conciencia está conservada. Puede presentarse, también, en los trastornos orgánico cerebrales (Alzheimer) o en las psicosis tóxicas, como sucede con el delirio dermatomórfico de la intoxicación cocaínica o en el síndrome paranoide producido por la anfetamina. Asimismo, la interpretación delusiva es frecuente en los trastornos de conciencia y en las psicosis afectivas. Pensamiento obsesivo. Se refiere a pensamientos, representaciones o grupos de pensamientos que ejercen un dominio sin motivo sobre la mente y que, en reaparición constante e inoportuna, tienen tendencia a la repetición infinita y a la incoercibilidad, a pesar del esfuerzo voluntario para desecharlos. La lid que se entabla entre las representaciones o pensamientos y el normal fluir de éste provoca un tono afectivo altamente angustioso. La obsesión como resultante es vivida con conciencia de falsedad o, por lo menos, de inutilidad y siempre con la convicción de que no es sugerida del exterior, padeciéndose, además, a plena lucidez de conciencia. Los temas obsesivos son muy variados y estarán de acuerdo a
la jerarquía de valores del sujeto y a su actividad preeminente del momento. Lo más valioso entra en conflicto obsesivo (antinomia); para unos, los de mayor valor serán la salud, la moral, la religión, la sexualidad, la existencia, la filosofía; para otros, lo absoluto, los números, el orden, la limpieza o la verificación. En todo caso son casi siempre de tipo negativo: tristes, crueles, angustiantes, deprimentes, atormentadores, odiosos, espantosos, penosos; nunca alegres ni felices. Estos temas se convierten en preocupaciones exclusivas llevando a la duda que obliga a la repetición interminable que en el caso del acto, se denomina compulsión, es decir, el pensar que no se ha ejecutado bien un acto simple o complejo que obliga a recomenzarlo o repetirlo en su totalidad. El lavado repetido de manos es una de las compulsiones más frecuentes. La duda compulsiva conforma la famosa locura de la duda. En la clínica el fenómeno obsesivo se presenta acompañando a la depresión melancólica, a la esquizofrenia, a algunos síndromes orgánico cerebrales como el epiléptico y por sí solo, constituye la anteriormente llamada neurosis obsesiva y ahora denominada trastorno obsesivo compulsivo. Pensamiento Fóbico. Es aquel que está constituido por ideas que aparejan temores irracionales a objetos, situaciones o seres vivientes cuya presencia real, y a veces imaginada, provoca angustia que puede llegar hasta el pánico. El sujeto reconoce como anormal su respuesta. En la actualidad su clasificación se ha simplificado en tres grupos: Agorafobia. Es el temor de estar o sentirse solo en lugares públicos y donde podría tener dificultades para escapar o ser auxiliado en caso de súbita incapacidad. Ello motiva una conducta evitativa. Por lo tanto, las muchedumbres, los grandes almacenes, los cines, se tornan objetos fóbicos. Además, el agorafóbico puede tener miedo de estar solo o de apartarse de su fuente de seguridad y, por ello, sentirse indefenso o incapaz de huir. Fobia Social. La característica fundamental es un miedo persistente e irracional a las situaciones en que el sujeto puede verse expuesto a observación o evaluación por parte de los demás, con un deseo apremiante de evitar tales situaciones. También existe miedo a comportarse de una manera humillante o embarazosa. Los ejemplos incluyen hablar o actuar en
público, utilizar los urinarios o lavabos comunales, comer en público y escribir en presencia de otras personas. Las Fobias Simples. Constituyen una categoría residual una vez excluidas las dos anteriores. Los objetos temidos son a menudo animales (insectos, reptiles, ratones) y situaciones (claustrofobia o miedo a los espacios cerrados, aunándose una acrofobia o temor a las alturas, por ejemplo). Desde el punto de vista clínico las fobias son manifestaciones de los trastornos de ansiedad en las clasificaciones actuales. La agorafobia es más frecuente en las mujeres. La fobia social suele empezar al final de la infancia o al principio de la adolescencia. (Muchos individuos normales tienen dificultades de hablar en público, pero sólo será fobia social a menos que la ansiedad y el miedo provocado se considere excesivo e irracional, con conducta de evitación). Como síntoma puede estar presente en la melancolía, en la esquizofrenia y constituir por si sola la llamada anteriormente neurosis fóbica y ahora trastorno fóbico. Ideas sobrevaloradas. Son pensamientos en que el aspecto afectivo del convencimiento predomina sobre el racional, de manera que éstos tienen un lugar privilegiado en la vida del sujeto llegando a orientar unilateralmente su conducta. Normalmente este tipo de ideas se encuentra entre los políticos, artistas, religiosos o los partidarios de un club deportivo ("hinchas"). Cuando estos contenidos ideicos se manifiestan como una prolongación de la personalidad se constituye la llamada personalidad del fanático. Las ideas sobrevaloradas de tipo hipocondriaco son las más comunes y acompañan con mucha frecuencia a los estados depresivos, en oportunidades a la esquizofrenia, en su comienzo, y a la patología de la tercera edad. Curso o progresión. La disgregación del pensamiento consiste en la asociación laxa, distante o ilógica de pensamientos entre sí que tornan incomprensible su sentido racional o emocional a pesar que el paciente elabore frases que, siendo adecuadas por separado, no están relacionadas consecuentemente y, por lo tanto, el razonamiento no llega a una conclusión veraz. Cuando la disgregación no es muy marcada puede pasar inadvertida en el lenguaje hablado, pero fácilmente objetivable en el escrito. En otras oportunidades puede ser tal que el discurso se componga de palabras aisladas o fragmentarias, condensaciones de ellas, neologismos o solamente sílabas, constituyendo una ensalada de palabras, como llaman algunos a esta alteración extrema. Características similares se observan cuando hay trastornos de conciencia, especialmente cuando ésta oscila entre el entorpecimiento y la lucidez,
llamándose entonces pensamiento incoherente. La disgregación está presente en la excitación psicomotora y en sujetos normales bajo gran tensión emocional. En los procesos esquizofrénicos tienen valor diagnóstico cuando no hay alteración en el nivel de la conciencia. Pensamiento inhibido o lentificado. Es manifestado por el paciente como una dificultad en su fluidez; las asociaciones son escasas y existe una franca dificultad en la elaboración mental con una pobre variedad ideacional que, sin embargo, con esfuerzo logra un pensamiento completivo. Este trastorno es frecuente en las llamadas depresiones inhibidas y se presenta, también, en los compromisos de conciencia, en los síndromes psicorgánicos y en algunos esquizofrénicos preocupados y afligidos. Aceleración del pensamiento y fuga de ideas (pensamiento ideofugal). Aquí la asociación y la facilidad de pasar de un tema a otro se oponen a la alteración anterior, y se transforma en fuga de ideas cuando pierde la dirección hacia la meta inicial que lo originó, o se cambia con frecuencia hacia otras, por intercurrencias externas o internas intercaladas, que la distraen constantemente o por la superficialidad y fugacidad de las asociaciones, muchas veces sólo por asonancia o contiguidad que no permiten la completividad del razonamiento. Esta alteración asociada a la verborrea y el ánimo eufórico es muy característica de los episodios maníacos. Presente en cuantía menor en los estados expansivos, hipomaníacos y en las diversas embriagueces de grado moderado. La fuga de ideas extrema por un mecanismo inverso al pensamiento inhibido y exceso de asociaciones, puede llegar, como éste, al mutismo. Pensamiento prolijo o circunstancial. Tiene como fundamento la mengua de la capacidad de síntesis y, por lo tanto, no distingue lo esencial de lo accesorio, elaborando un discurso cargado de minuciosidades y detalles que intervienen en los acontecimientos, pero que alargan innecesariamente el relato, aunque no se pierde el sentido principal, llegando finalmente a conclusiones precisas y concordantes con la realidad. Presente en los trastornos orgánico cerebrales como las demencias y las epilepsias deteriorantes, y en las personalidades con rasgos pedantes. Bloqueo o interceptación del pensamiento. La fluidez se detiene bruscamente por la falta, en ese momento, de asociaciones consecuentes que le permitan continuar el discurso que, pasado un breve lapso, puede ser reanudado con el mismo u otro tema. A diferencia de la ausencia, este trastorno se produce con la conciencia clara y el sujeto se percata y explica su dificultad. Presente, especialmente, en los esquizofrénicos catatónicos;
también, en los estados de perplejidad o de terror, y durante el sentimiento de vacío de los deprimidos y esquizofrénicos en general. Formales o intrínsecos. Pensamiento esquizofrénico. Se rige por una serie de características como que el sujeto "piensa mayormente en términos más concretos, realistas y factuales y como consecuencia las cosas tienen un valor más personal que simbólico" (Kassanin). De otro lado, el pensamiento no tiene una organización lógica normalmente sindética y sí utilización de metónimos y expresiones idiosincráticas con interpenetración y sobreinclusión de temas. De esta manera se puede tipificar, entre otras, las alteraciones siguientes: Pensamiento autístico o dereístico, en el que el mundo subjetivo (recuerdos, vivencias, ensueños o producciones anormales como las alucinaciones) se impone sobre el objetivo, haciendo caso omiso de la realidad presente aunque la percibe correctamente. Afines o derivadas de esta alteración están el simbolismo primitivo, el poder mágico del pensamiento y la palabra, la reificación o concretismo de lo mental y la participación en el alma ajena y en el ser de las cosas. Enajenación del pensamiento. Implica que éste escapa al control del sujeto perdiendo su autonomía y son sus variedades lospensamientos hechos o introducidos, la substracción (robo), la publicación del pensamiento y el eco del pensamiento, entre otras. Ambivalencia. Consiste en referir juicios opuestos sobre un mismo sujeto, objeto o situación en un mismo momento. Por ejemplo "José está vivo pero está muerto". Adjudicación de significaciones adventicias. Las palabras y conceptos adquieren denotación distinta de la habitualmente aceptada. Otra alteración intrínseca es el pensamiento deficitario u oligofrénico, caracterizado por una estructura rudimentaria donde los conceptos son escasos, la abstracción y generalización, siempre difíciles, lo son aún más cuando se trata de lo que está relacionado con sus propias y elementales necesidades. Precaria tanto la comprensión cuanto la explicación de los hechos por la no distinción entre causa y efecto, todo y partes, y realidad y fantasía. Pensamiento demencial. Comparte muchas de las características del anterior, pero es adquirido. No es homogéneo en su producción, pues al lado de fallas noto
rias se logran aciertos notables, indicando que en algún momento el funcionamiento fue normal; sin embargo, estos aciertos no tienen mayor continuidad. Asimismo, al lado de la pérdida de las capacidades mentales superiores se comprueba un menoscabo de la memoria, atención y expresión verbal con una tendencia a la repetición. Neologismos. Consisten en la formación de nuevas palabras a base de uniones, de una parte de un vocablo con una parte de otro, y las cuales adquieren un significado especial. Los neologismos son propios de los esquizofrénicos, pero pueden presentarse en personalidades histriónicas o pedantes con el objeto de llamar la atención por una supuesta originalidad; también en los deficientes mentales por mal uso de las palabras INTELIGENCIA: Capacidad para resolver con buen éxito situaciones nuevas por medio de respuestas adaptativas. Esta capacidad implica la utilización de una serie de funciones psicológicas con primacía del pensamiento. Retardo o deficiencia mental. Es el funcionamiento intelectual por debajo del promedio general que se origina durante el período temprano del desarrollo. Para la OMS existen dos categorías: el retardo mental propiamente dicho, debido fundamentalmente a causas ambientales y sin alteración del SNC; y la deficiencia mental debida a padecimientos del SNC. La clasificación del retardo mental se basa, especialmente, en los resultados de la aplicación de pruebas psicométricas, para lo cual el concepto de cociente intelectual (CI) es preponderante. Entiéndese por CI a la relación entre la edad mental (EM) obtenida en la prueba aplicada, y la edad cronológica (EC) en años de edad cumplidos por el examinado. El resultado se multiplica por cien para obtener el porcentaje de donde se obtiene la fórmula de CI = EM/EC X 100.
Se considera el CI de 100 como normal. La OMS preconiza, tomando este criterio, la clasificación siguiente: retardo mental leve, cuando el CI varía entre 50-69; moderado, entre 35-49; severo o grave, de 20-34; y profundo, cuando el CI es menor de 20. Generalmente, los dos últimos se acompañan de padecimientos del SNC. De otro lado, aunque la clasificación psicométrica es útil, el concepto de adaptabilidad social, pese a no tener una medición precisa, es posiblemente más confiable, ya que muchos niños con CI bajo funcionan bien como adultos debido a un buen ajuste social, mientras otros con CI con menor menoscabo terminan en los hospitales u otras instituciones debido a su conducta aberrante. Son, también, útiles la consideración de entrenables y educables. Los primeros, están comprendidos entre los que poseen un CI entre 20 y 34, que se benefician con programas especiales para que puedan cuidarse por sí mismos y realizar tareas sencillas. Los retardos comprendidos entre los CI: 35-69 son educables, a través, también, de programas especiales, llegando a participar en grado suficiente para adquirir pericia vocacional en tareas necesarias para su automantenimiento. Los retardos con menos de 20 de CI tendrán que depender por completo y ser cuidados durante toda su vida. El retardo mental puede ser consecuencia de lesión del SNC de diverso origen, y de un aspecto muy especial y frecuente entre comunidades primitivas o estratos económicamente desamparados, cual es la deprivación psicosocial. (Ver Capítulo 11). Demencia. Es el deterioro de las funciones mentales previamente normales, que se manifiesta principalmente en el menoscabo de la inteligencia, el pensamiento, la atención y la memoria; secundariamente en la afectividad y la conducta. Este disturbio es susceptible de comenzar en cualquier época de la vida: infancia, niñez, adolescencia, adultez y con mucha mayor frecuencia en la senescencia. La distinción entre retardo mental y demencia infantil no siempre es fácil; sin embargo, si se considera que el retardo mental es congénito o adquirido precozmente (período natal o perinatal), entonces todos los disturbios psíquicos deficitarios graves de naturaleza orgánica, precedidos por una etapa de años, en el cual el niño desarrolló y se comportó de acuerdo a su edad cronológica, debe
incorporarse a los disturbios demenciales. En cambio, el llamado síndrome deficitario de la atención o daño o disfunción cerebral mínima no se acompaña de reducción o retardo intelectual y, en consecuencia, no es una demencia, a pesar de las serias dificultades de aprendizaje exhibidas por estos pacientes. A la esquizofrenia también se le achaca una forma demencial. MEMORIA: Función de recordar o revivir una experiencia pasada con conciencia más o menos definida de que esa experiencia, denominada recuerdo, es reproducida. De otro lado, la memoria comprende por lo menos cuatro procesos diferentes: 1.1 Memorización y fijación (memoria anterógrada). 1.2 Conservación de la información. 1.3 Recuerdo o evocación (memoria retrógrada). 1.4 Reconocimiento.
Cuantitativas. Las hipermnesias consisten en un aumento extraordinario de la capacidad recordatoria muchas veces cuajado de hechos triviales. Se presentan en las psicosis agudas, en los estados excitatorios y febriles, en los estados crepusculares de origen epiléptico o histérico (disociativo) y en los trances de muerte inminente. Las amnesias se definen de manera general como la pérdida de la función memorística; éstas pueden referirse a la evocación y estar en relación a la extensión y al contenido. Así, habrá una amnesia masiva cuando compromete grandes porciones del pasado o de todo él; otra, que sólo compromete grandes porciones limitadas y corresponden a la amnesia lacunar; o selectiva, cuando el olvido se refiere a determinadas informaciones relacionadas entre sí, aunque pertenezcan a diferentes épocas de la vida del sujeto. Si se tiene en cuenta la evolución, la amnesia puede ser reversible, progresiva o irreversible. La causa de la amnesia puede ser orgánica como sucede en los traumatismos encefalocraneanos, las enfermedades infecciosas, vasculares, tumorales, tóxicas o degenerativas cerebrales y que pueden tomar cualesquiera de los tipos descritos. Como dismnesias, se conocen las hipomnesias que pueden estar en relación a la dificultad de mantener nuevas informaciones: dismnesia de fijación o dificultad para evocar de nuevo los hechos u objetos que antes se recordaban con facilidad. La de fijación se comprueba en el paciente que no puede mantener en la memoria datos sencillos como nombres, cifras, pequeños sucesos, inclusive a los pocos minutos de haber
recibido la información, pero los puede recordar pasadas unas horas o días. Se presenta en los estados depresivos, en los síndromes ansiosos, en las demencias incipientes, cuando hay disminución del nivel de vigilancia o de la atención y en los síndromes donde predomina la apatía; la dismnesia de evocación es la dificultad para recordar en el momento oportuno datos que antes se evocaban adecuadamente, pero estos recuerdos pueden aparecer en otras circunstancias sin esfuerzo alguno. Se presenta en similares situaciones que la anterior. Cualitativas. Las paramnesias son fallas en el proceso de reconocimiento, localización y evocación, pero desde el punto de vista de la calidad. Así, en cuanto al reconocimiento están los fenómenos del déjà vu y déjà vécu que se caracterizan porque el sujeto tiene la sensación de haber visto o haber experimentado respectivamente con anterioridad el lugar o la situación en que se encuentra en ese momento, aunque no categóricamente; la variante jamais vu, impresión de no haber visto o estado anteriormente en el lugar, en que se encuentra y que de hecho le es harto conocido, se comprueba como los anteriores en pacientes histéricos y en los momentos previos a la crisis temporales. El falso reconocimiento es la atribución de la calidad de conocido con certidumbre a un objeto o situación percibido o no por primera vez. En algunos pacientes esquizofrénicos es posible comprobar que consideren a extraños como amigos o parientes y negar firmemente que sus amigos o parientes sean tales y sí, más bien, impostores o dobles. Este último síntoma corresponde al síndrome de Sosias o de Capgras. Las confabulaciones son falsos recuerdos de sucesos verosímiles que el sujeto considera que realizó o presenció, muchas veces a partir de la insinuación premeditada del examinador, como sucede en los pacientes con trastornos globales de la memoria evocativa o cuando predomina la alteración de la fijación en la presbiofrenia o el síndrome de Korsakov, en el que las fantasías suplen los recuerdos. HAMBRE Y APETITO: Se entiende por hambre la necesidad de alimento como una urgencia fisiológica del organismo para salvaguardar la homeostasis, y en relación a la cantidad de nutrientes; en cambio, apetito es la necesidad selectiva de los alimentos, muchas veces más en concordancia a los factores culturales que a los nutritivos.
Anorexia. Es la pérdida del hambre o apetito. En la clínica psiquiátrica es más frecuente la hiporexia, de común presentación en las depresiones en general, especialmente en la llamada Mayor, donde es uno de los primeros síntomas en aparecer en forma de fácil saciedad y uno de los últimos en eliminarse; también, en los estados estuporosos o de perturbación de la conciencia; asimismo, en las enfermedades orgánico cerebrales con lesión de la hipófisis o sin ella. En los estados obsesivos el paciente se priva de comer por efecto de un temor anormal denominado sitiofobia. A veces acompañada de enflaquecimiento y de repugnancia, se comprueba en la hipocondría. El rechazo de alimentos se manifiesta en oportunidades como una expresión de negativismo en catatónicos y en algunos esquizofrénicos que, por el contenido anormal del pensamiento (temor a ser envenenados, por ejemplo), se niegan a alimentarse. La anorexia mental o nervosa es una entidad patológica caracterizada porque el sujeto rehusa comer. Con mayor frecuencia se presenta en mujeres y se acompaña de amenorrea. En el hombre es rara. La edad de presentación es entre los 12 y 21 años. Algunos autores insisten en que no hay anorexia sino una reacción de disgusto al alimento. Muchos tienen un hambre voraz y se resisten a comer, otros sólo ingieren determinados alimentos. En oportunidades se alterna con episodios de bulimia. El enflaquecimiento por restricción alimenticia puede alcanzar niveles caquécticos y llegar por lo tanto a confundirse con la enfermedad de Simmonds o la de Sheehan con las cuales hay que hacer el diagnóstico diferencial. En algunos casos la anorexia puede ser tan severa que el paciente fallece (Ver Capítulo **) Bulimia. Es el aumento desordenado e insaciable del hambre que se observa en el síndrome de agitación y en la deficiencia mental, a veces en la demencia, la esquizofrenia, y, en oportunidades, en los trastornos psicogenéticamente condicionados de larga data; aisladamente, en personalidades psicopáticas. Cuando en la psicosis el sujeto come con estas características, el síntoma se denomina sitiomanía. La bulimia como entidad nosográfica se refiere a episodios recurrentes de comilonas (consumo rápido de una gran cantidad de alimentos en un período de tiempo, usualmente menor de dos horas) al lado de otras manifestaciones como autoinducción del vómito, repetidos intentos para bajar de peso, uso de diuréticos o catárticos, ayunos y aislamiento social. La bulimia hay que distinguirla de la hiperfagia hipotalámica producida por tumores a ese nivel.
Pica o alotriofagia y malacia. La pica se puede definir como una anormalidad del apetito en el sentido de la inclinación a comer sustancias inasimilables como tierra, cenizas, madera, papel, jabón, parafina, sustancias en descomposición o excrementos (coprofagia). Se observa especialmente en deficientes mentales profundos, dementes seniles o paralíticos generales; de modo raro en esquizofrénicos y maníacos y, excepcionalmente, en epilépticos, y personalidades anormales. En los esquizofrénicos se puede observar, de otro lado, por la naturaleza de sus trastornos, engullir objetos que entrañan peligro para su salud y vida como piedras, monedas, clavos, llaves, agujas y demás. Todas estas desviaciones de la alimentación se consideran como perversiones en el sentido de no cumplir con el fin de nutrir el organismo, pero la denominada malacia "no siempre carece de sentido trófico", como dice H. Delgado; así, las comidas muy condimentadas o con excesivo sabor ácido pueden servir para estimular el hambre o para compensar una hipoclorhidria. La geofagia (comer tierra) en los niños puede estar de acuerdo con la carencia de determinados elementos minerales. Asimismo, los denominados antojos de las embarazadas pueden estar indicando insuficiencias nutricionales. De otro lado, hay que tener en cuenta los aspectos culturales de la alimentación y las normas de aprendizaje social y no tomar como alteración lo que para el grupo es habitual y para los demás exótico. Hasta hace poco tiempo entre los norteamericanos los tomates eran considerados como venenosos o incomibles; en el Japón, la leche de vaca era considerada como un alimento de uso no humano. También las creencias religiosas obligan a abstenerse de determinados alimentos, como sucede con los mahometanos; la carne de cerdo entre los judíos, o en el caso de ciertas sectas hindúes que, al considerar a la vaca como animal sagrado, no ingieren su carne y llegarían a morirse de hambre antes de comerla. En el otro extremo, en muchos países y algunos de ellos cercanos a nosotros, se come como plato exquisito hormigas, gusanos, culebras, monos o cocodrilos, entre otros. SUEÑO: Es una función fisiológica cuya función y mecanismo aún no están bien precisados; sin embargo, la distinción entre sueño normal o de onda larga, y sueño paradójico o sueño MOR, derivada del estudio electroencefalográfico, electromiográfico y de los movimientos oculares, es un buen aporte a la clínica. Entre las hiposomnias está el insomnio,
que no es solamente la agripnia (falta total del sueño) sino que también se considera entre ellas la mengua de la duración, la dificultad para conciliarlo, el sueño entrecortado o el despertar temprano. Debe distinguírselo del pseudoinsomnio que consiste en la enorme diferencia de la queja comunicada y la comprobada por la observación de los demás o por los hallazgos del registro electroencefalográfico tomado mientras el paciente duerme. Ello ocurre en los sujetos fatigados o con reposo incompleto, en el sueño superficial y cargado de ensueños o como queja hipocondriaca (idea sobrevalorada). El insomnio puede ser ocasional cuando se produce por emociones intensas, fatiga o ambiente no familiar, o causado por enfermedades somáticas, especialmente por aquellas que cursan con fiebre, dolores o contracturas (estimulación interoceptiva visceral que produce impulsos aferentes nociceptivos). También por condiciones psicopatológicas como la angustia que demora la aparición del sueño, tornándolo entrecortado y con presencia de pesadillas. En otras oportunidades se instalará el temor a no poder conciliar el sueño, como un mecanismo de retroalimentación; el no dormir acrecienta la angustia y la angustia impide dormir. La depresión, especialmente la del trastorno depresivo mayor, se acompaña de despertar precoz y tanto más temprano cuanto más intenso es el cuadro de fondo. En el estudio EEG en estos casos se comprueba que el sueño de onda larga es el disminuido. En general, el deprimido duerme menos horas totales que un sujeto sano. En la manía, el insomnio es casi completo, y en la hipomanía la disminución de las horas de sueño tiene las características de los depresivos. En los cuadros orgánico cerebrales crónicos es asimismo frecuente el insomnio como ocurre en las demencias tipo Alzheimer, inclusive con inversión del ciclo sueño/vigilia. Hipersomnias. Es el aumento del tiempo diario de sueño que puede presentarse de modo continuo o en forma de crisis. Así, laletargia o hipersomnia propiamente dicha, es un trastorno cuantitativo opuesto al grupo anterior, de mucha menor frecuencia. Se presenta en la enfermedad del sueño y en otras encefalitis de variada etiología; también en aquellas condiciones que comprometen la región mesoencefálica, en la hemorragia cerebral, en las intoxicaciones con narcóticos o alcohol, en determinadas infecciones y en algunas afecciones endocrinas; sin causa orgánica demostrable en la letargia nerviosa, como sucede en la histeria. En la narcolepsia o síndrome de Gelineau que se caracteriza por accesos de sueño fulminante acompañados o no de cataplexia, que comienzan y terminan en forma brusca, el EEG comprueba que el tipo de sueño es el MOR. En el síndrome de Klein-Levin la crisis de sueño se asocia a bulimia y se presenta en forma periódica. En el síndrome de Pickwick el acceso de sueño se acompaña de obesidad y trastornos respiratorios.
Parasomnias. Son trastornos cualitativos del sueño, muchos de ellos sin mayor significación clínica, como el somniloquio o hablar dormido que se presenta en la etapa del sueño ligero, con mayor frecuencia. El sonambulismo, es decir, la presencia de una actividad bien coordinada y compleja, pero no extraordinaria, que ejecuta el sujeto sin despertar. El substrato neurofisiológico es similar al de la hipnosis. Electroencefalográficamente se comprueba ondas largas del sueño que son sustituidas por una norma similar a la encontrada en la vigilia relajada. La enuresis, en niños y adolescentes, ocurre en un momento que se puede reconocer al despertar espontáneamente del sueño de la etapa cuatro; y en los adultos ocurre electroencefalográficamente durante una norma similar al sonambulismo. El pavor nocturno es un episodio en el cual el sujeto despierta aterrorizado y confuso, pero amnéstico en cuanto a la causa de la ansiedad; correspondería a la actividad paroxística en estructuras límbicas del lóbulo temporal y es más frecuente en niños. Las pesadillas, no como un mal sueño sino como sensación confusa y terrorífica de aprensión, parálisis y ansiedad que es recordada al despertar. La jacatio capitis, como movimientos pendulares de la cabeza, que algunos autores los extienden a todo el cuerpo y se presentan al momento de conciliar el sueño; frecuente en niños. La cataplexia del despertar, como falta de movilidad voluntaria en plena vigilia, se presenta al final del sueño; electroencefalográficamente corresponde a una alteración del sueño MOR. Las hipnalgiasson dolores que aparecen durante la iniciación del sueño como la topoparesia o la braquialgia parestésica nocturna. Los trastornos de sueño vigilia como la demora progresiva de una hora al acostarse y levantarse que produce una menor sensibilidad a los horarios sociales. El retraso o desfase del sueño, que consiste en una dificultad para quedarse dormido al acostarse y trae como consecuencia la somnolencia diurna y el sueño compensatorio de los fines de semana, o el desfase temporal que está vinculado a los viajes en jet del este al oeste o al que se produce en el trabajo por turnos (horarios múltiples o cambiantes del sueño), que se acompaña de quejas gastrointestinales frecuentes y requiere de períodos variables de adaptación entre turnos.
UNIDAD III
UNIDAD III TRASTONOS DEL NEURODESARROLLO Grupo de trastornos que tienen su origen en el periodo de desarrollo - Se caracterizan por déficits en el desarrollo que producen limitaciones en áreas específicas o limitaciones globales Estos déficits producen dificultades/limitaciones en lo personal, social, académico o en el funcionamiento ocupacional
Trastornos del desarrollo intelectual Trastornos del desarrollo intelectual - Inicio durante el periodo de desarrollo. - Incluye limitaciones del funcionamiento intelectual y en el comportamiento adaptativo (comportamientos conceptual, social y práctico). - Las deficiencias de las funciones intelectuales incluyen el razonamiento, la resolución de problemas, la planificación, el pensamiento abstracto, el juicio, el aprendizaje académico y el aprendizaje a partir de la experiencia. - Estas deficiencias deben estar confirmadas mediante la evaluación clínica y pruebas de inteligencia estandarizadas individualizadas. - Las deficiencias del comportamiento adaptativo producen fracaso del cumplimiento de los estándares de desarrollo y socioculturales para la autonomía personal y la responsabilidad social. - Sin apoyo continuo, las deficiencias adaptativas limitan el funcionamiento en
una o m谩s actividades de la vida cotidiana, como la comunicaci贸n, la participaci贸n social y la vida independiente en m煤ltiples entornos tales como el hogar, la escuela, el trabajo y la comunidad.
Retraso Global del Desarrollo
Menores de 5 años. - Cuando el nivel de gravedad clínica no se puede valorar de forma fiable durante los primeros años de la infancia. - Incluye
niños/as demasiado pequeños para participar en las pruebas estandarizadas. - Esta categoría se debe volver a valorar después de un periodo de tiempo.
Discapacidad mental no especifica - Mayores de 5 años cuando la valoración del grado de discapacidad intelectual mediante procedimientos localmente disponibles es difícil o imposible debido a deterioros sensoriales o físicos asociados, como ceguera o sordera prelingual, discapacidad locomotora o presencia de problemas de comportamiento graves o la existencia concurrente de trastorno mental. - Esta categoría solo se utilizará en circunstancia excepcionales y se debe volver a valorar después de un periodo de tiempo.
Práctica: ¿Qué cambios observamos respecto al DSM-IV? - Denominación discapacidad intelectual, antes retraso mental. - Inicio en el periodo de desarrollo, antes inicio antes de los 18 años. Las habilidades adaptativas se dividen en conceptuales, sociales y prácticas. - El trastorno requiere una especificación en función de la gravedad, que se hace en función del nivel adaptativo y no en función del CI, argumentando que el nivel adaptativo es el que determina el nivel de apoyos requerido. - Aparición del retraso global del desarrollo. Menores de 5 años que no cumplen los hitos evolutivos, pero que no pueden ser evaluados. El diagnostico debe ser revisado. - Discapacidad intelectual de gravedad no especificada cuando la inteligencia del sujeto no puede ser evaluada con el test convencionales.
Trastornos de la comunicación
Trastorno del lenguaje - Dificultades persistentes en la adquisición y uso del lenguaje en todas sus modalidades (hablado, escrito, lenguaje de signos u otro). - Deficiencias en la comprensión o la producción. Incluyen: • Vocabulario reducido (conocimiento y uso de palabras). • Estructura gramatical limitada (capacidad para situar las palabras y las terminaciones
de palabras juntas para formar frases basándose en reglas gramaticales y morfológicas). • Deterioro del discurso (capacidad para usar vocabulario y conectar frases para explicar o describir un tema o una serie de sucesos o tener una conversación). Las capacidades de lenguaje están desde un punto de vista cuantificable por debajo de lo esperado para la edad. - Limitaciones funcionales en la comunicación eficaz, la participación social, los logros académicos o el desempeño laboral, de forma individual o en cualquier combinación. - El inicio de los síntomas se produce en las primeras fases del desarrollo. - Las dificultades no se pueden atribuir a un deterior auditivo o sensorial, a una disfunción motora o a otra afección médica o neurológica y no se explica mejor por una discapacidad intelectual o retraso global del desarrollo. Trastorno fonológico - Dificultad persistente en la producción fonológica que interfiere con la inteligibilidad del habla o impide la comunicación verbal de mensajes. - La alteración causa limitaciones en la comunicación eficaz que interfiere con la participación social, los logros académicos o el desempeño laboral, de forma individual o en cualquier combinación. - El inicio de los síntomas se produce en las primeras fases del periodo de desarrollo. - Las dificultades no se pueden atribuir a afecciones congénitas o adquiridas, como parálisis cerebral, paladar hendido, hipoacusia, traumatismo cerebral u otras afecciones médicas o neurológicas Trastorno de la fluidez de inicio en la infancia - Alteraciones de la fluidez y organización temporal del habla, inadecuadas para la edad del individuo y las habilidades de lenguaje, persisten con el tiempo y se caracterizan por la aparición de uno (o más) de los siguientes factores: • Repetición de sonidos sílabas. • Prolongación de sonido de consonantes y
de vocales. • Palabras fragmentadas (p. ej. Pausas en medio de una palabra). • Bloqueo audible o silencioso (pausas en el habla, llenas o vacías). • Circunloquios (sustitución de palabras para evitar palabras problemáticas). • Palabras producida por un exceso de tensión física. • Repetición de palabras completas monosílabas (EJ: Yo yo yo yo lo veo). La alteración causa ansiedad al hablar o limitaciones en la comunicación eficaz, la participación social, el rendimiento académico o laboral de forma individual o en cualquier combinación. - El inicio de los síntomas se produce en las primeras fases del desarrollo. - La alteración no se puede atribuir a un déficit motor o sensitivo del habla, a un daño neurológico (ej: ictus, tumor, traumatismo) o a otra afección médica y no se explica mejor por otro trastorno mental.
Trastorno de la comunicación social A. Dificultades persistentes en el uso social de la comunicación verbal y no verbal: • Deficiencias en el uso de la comunicación para propósitos sociales como saludar y compartir información, de manera apropiada al contexto social. • Deterioro en la capacidad para cambiar la comunicación de forma que se adapte al contexto y a las necesidades del que escucha. • Dificultades para seguir las normas de conversación y narración, y saber cuando utilizar signos verbales y no verbales para regular la interacción. • Dificultades para comprender lo que no se dice explícitamente (ej. Hacer inferencias) y significados no literales o ambiguos del lenguaje (ej: expresiones idiomáticas, humor, metáforas) Las deficiencias causan limitaciones funcionales en la comunicación eficaz, la participación social, las relaciones sociales, los logros académicos o el desempeño laboral, ya sea individualmente o en combinación. -Los síntomas comienzan en las primeras fases del desarrollo y no se pueden atribuir a: • afección médica o neurológica • baja capacidad en los dominios
de la morfología y pragmática • trastorno del espectro del autismo • discapacidad intelectual • retraso global del desarrollo • otro trastorno mental. Trastorno de la comunicación no especificado - No cumplen todos los criterios del trastorno de comunicación o de ninguno de los trastornos de la categoría diagnóstica de los trastornos del desarrollo neurológico. - Se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por no especificar el motivo del incumplimiento de los criterios de trastorno de la comunicación o de un trastorno de desarrollo neurológico específico, e incluye presentaciones en las que no existe suficiente información para hacer un diagnóstico más específico. Práctica: ¿Qué consecuencias puede tener este nuevo trastorno (comunicación social) en nuestra práctica diaria? - Trastorno que puede confundirse con TEA/Tdh/… - Parece como si SCD sea esencialmente un cambio de nombre de TGDne. - Trastorno “más fácil” de informar a los padres. - ¿Qué pasará con los TGD (DSM IV) que coincidan ahora mejor con este diagnóstico? ¿rediagnosticados ? ¿ayudas?
Trastornos del espectro autista
Trastorno del espectro del autismo A. Deficiencias persistentes en la comunicación social y en la interacción social en diversos contextos,
actualmente o por los antecedentes: 1. Las deficiencias en la reciprocidad socioemocional varían, por ejemplo, desde un acercamiento social anormal y fracaso de la conversación normal en ambos sentidos pasando por la disminución en intereses, emociones o afectos compartidos hasta el fracaso en iniciar o responder a interacciones sociales. 2. Las deficiencias en las conductas comunicativas no verbales utilizadas en la interacción social varían, por ejemplo, desde una comunicación verbal y no verbal poco integrada pasando por anomalías del contacto visual y del lenguaje corporal o deficiencias de la comprensión y el uso de gestos, hasta una falta de expresión facial y de comunicación no verbal. 3. Las deficiencias en el desarrollo, mantenimiento y comprensión de las relaciones varían, por ejemplo, desde dificultades para ajustar el comportamiento en diversos contextos sociales pasando por dificultades para compartir juegos imaginativos o para hacer amigos, hasta la ausencia de interés por otras personas.
B. Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades, que se manifiestan (2 o +), actualmente o por los antecedentes: 1. Movimientos, utilización de objetos o habla estereotipados o repetitivos 2. Insistencia en la monotonía, excesiva inflexibilidad de rutinas o patrones ritualizados de comportamiento verbal o no verbal 3. Intereses muy restringidos y fijos que son anormales en cuanto a su intensidad o foco de interés 4. Hiper o hiporeactividad a los estímulos sensoriales o interés inhabitual por aspectos sensoriales del entorno
C. Los síntomas han de estar presentes en las primeras fases del desarrollo D. Los síntomas causan un deterioro clínicamente significativo en lo social, lo laboral u otras áreas importantes del funcionamiento habitual. E. Estas alteraciones no se explican mejor por la discapacidad intelectual o por el retraso global del desarrollo.
Trastorno de Atención Con Déficit de Hiperactividad
A. Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el funcionamiento o el desarrollo, que se caracteriza por:
1. Inatención: Seis (o más) de los síntomas, durante al menos 6 meses, afectando directamente las actividades sociales y académicas/laborales: • Presentación clínica de falta de atención • No presta atención a los detalles o comete errores por descuido. • Tiene dificultad mantener la atención.
para
• Parece no escuchar. • Tiene dificultad para seguir las instrucciones hasta el final. • Tiene dificultad con la organización. • Evita o le disgustan las tareas que requieren un esfuerzo mental sostenido. • Pierde las cosas. • Se distrae con facilidad. • Es olvidadizo para las tareas diarias. 2. Hiperactividad e Impulsividad: Seis (o más) de los síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses, afectando directamente las actividades sociales y académicas/laborales: • Mueve o retuerce nerviosamente las manos o los pies, o no se puede quedar quieto en una silla. • Tiene dificultad para permanecer sentado. • Corre o se trepa de manera excesiva; agitación extrema en los adultos. • Dificultad para realizar actividades tranquilamente. • Actúa como si estuviera motorizado; el adulto frecuentemente se siente impulsado por un motor interno.
• Habla en exceso. • Responde antes de que se haya terminado de formular las preguntas. • Dificultad para esperar o tomar turnos. • Interrumpe o importuna a los demás Ejemplos presentación clínica inatento: • Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades (ej: materiales y pertenencias en orden; descuido y desorganización en el trabajo; mala gestión del tiempo, no cumple los plazos). • Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades (ej: materiales escolares, libros, instrumentos, billetero, llaves, papeles del trabajo, gafas, móvil). • Con frecuencia olvida las actividades cotidianas (ej: hacer las tareas, en adolescentes, mayores y adultos, devolver las llamadas, pagar las facturas, acudir a las citas). Ejemplos presentación clínica hiperactividad e impulsividad: • Con frecuencia se levante en situaciones en que se espera que permanezca sentado (ej: en clase, en la oficina o en otro lugar de trabajo, o en otras situaciones que requieren mantenerse en su lugar). • Con frecuencia corretea o trapa en situaciones en las que no resulta apropiado. NOTA: en adolescentes o adultos, puede limitarse a estar inquieto). • Con frecuencia le es difícil esperar su turno (ej: mientras espera una cola).
• B. Algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos estaban presentes antes de los 12 años. • C. Varios síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos están presentes en dos o más contextos (ej: en casa, en la escuela o en el trabajo; con los amigos o parientes; en otras actividades). • D. Existen pruebas claras de que los síntomas interfieren en el funcionamiento social, académico o laboral, o reducen la calidad de los mismos. • E. Los síntomas no se producen exclusivamente durante el curso de la esquizofrenia o de otro trastorno psicótico y no se explican mejor por otro trastorno mental (ej: trastorno del estado de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno disociativo. Especificar si: • Presentación combinada: Si se cumplen el Criterio inatención y el Criterio hiperactividadimpulsividad durante los últimos 6 meses. • Presentación predominante con falta de atención: Si se cumplen el Criterio inatención pero no se cumple hiperactividad-impulsividad durante los últimos 6 meses. • Presentación predominante hiperactiva/impulsiva: Si se cumplen el Criterio hiperactividadimpulsividad y no inatención durante los últimos 6 meses. Especificar si: • En remisión parcial: cuando previamente se cumplían todos los criterios, no todos los criterios se han cumplido durante los últimos 6 meses y los síntomas siguen deteriorando el funcionamiento social, académico y laboral. Especificar la gravedad actual: • Leve: Pocos o ningún síntoma están presente más que los necesarios para el diagnóstico, y los síntomas solo producen deterioro mínimo del funcionamiento social o laboral.
• Moderado: Síntomas o deterioros funcionales presentes entre «leve» y «grave». • Grave: Presencia de muchos síntomas aparte de los necesarios para el diagnóstico o de varios síntomas particularmente graves o los síntomas producen deterioro notable del funcionamiento disocial o laboral. Otro trastorno por Déficit de atención con hiperactividad especificado. • El clínico opta por comunicar el motivo específico por el que la presentación no cumple los criterios. Esto se hace registrando «otro trastorno por déficit de atención con hiperactividad específico» y a continuación el motivo especificado (ej «con síntomas de inatención insuficientes»). Trastorno por Déficit de atención con hiperactividad no especificado. • El clínico opta por no especificar el motivo del incumplimiento de los criterios de trastorno e incluye presentaciones en las que no existe suficiente información para hacer un diagnóstico más específico.
Trastornos Aprendizaje
del
A. Dificultad en el aprendizaje y en la utilización de las aptitudes académicas, evidenciado por la presencia de alguno de los síntomas, al menos durante 6 meses:
1. Lectura de palabras imprecisa o lenta y con esfuerzo. 2. Dificultad para comprender el significado de lo que se lee. 3. Dificultades ortográficas. 4. Dificultades con la expresión escrita. 5. Dificultades para dominar el sentido numérico, datos numéricos y el cálculo. 6. Dificultades para el razonamiento matemático. B. Las aptitudes académicas afectadas están por debajo de lo esperado para la edad cronológica e interfieren significativamente con el rendimiento académico o laboral, o con actividades de la vida cotidiana, que se confirman con medidas (pruebas) estandarizadas administradas individualmente y una evaluación clínica integral. C. Las dificultades de aprendizaje comienzan en la edad escolar pero pueden no manifestarse totalmente hasta que las demandas de las aptitudes académicas afectadas superan las capacidades limitadas del alumno. D. Las dificultades de aprendizaje no se explican mejor por discapacidades intelectuales, trastornos visuales o auditivos no corregidos, otros trastornos mentales o neurológicos, adversidad psicosocial, falta de dominio en el lenguaje de instrucción académica o directrices educativas inadecuadas. Se han de cumplir los 4 criterios diagnósticos basándose en una síntesis clínica de la historia del individuo (del desarrollo, médica, familiar, educativa), informes escolares y evaluación psicoeducativa. Con dificultades en la lectura: - Precisión en la lectura de palabras. - Velocidad o fluidez de la lectura - Comprensión de la lectura. Con dificultades en expresión escrita: - Corrección ortográfica. - Corrección gramatical y de la puntuación. - Claridad u organización de la expresión escrita.
Con dificultad matemática: - Sentido de los números. - Memorización de operaciones aritméticas. - Cálculo correcto o fluido - Razonamiento matemático correcto.
Gravedad actual: Leve: algunas dificultades con las aptitudes de aprendizaje en una o dos áreas académicas, pero suficientemente leves para que el individuo pueda compensarlas o funcionar bien cuando recibe una adaptación adecuada o servicios de ayuda, especialmente durante la edad escolar. Moderado: Dificultades notables con las aptitudes de aprendizaje en una o más áreas académicas, de manera que el individuo tiene pocas probabilidades de llegar a ser competente sin algunos períodos de enseñanza intensiva y especializada durante la edad escolar. Se puede necesitar alguna adaptación o servicios de ayuda al menos durante una parte del horario en la escuela, en el lugar de trabajo o en casa para realizar las actividades de forma correcta y eficaz. Grave: Dificultades graves que afectan a varias áreas académicas, de manera que el individuo tiene pocas probabilidades de aprender esas aptitudes sin enseñanza constante e intensiva individualizada y especializada durante la mayor parte de los años escolares. Incluso con diversos métodos de adaptación y servicios adecuados en casa, en la escuela o en el lugar de trabajo, el individuo puede no ser capaz de realizar con eficacia todas las actividades.
Trastornos motores
Trastorno del desarrollo de la coordinación A. La adquisición y ejecución de habilidades motoras coordinadas está muy por debajo de lo esperado para la edad cronológica, la oportunidad de aprendizaje y el uso de las aptitudes. Las dificultades se manifiestan en torpeza (p.e. dejar caer o chocar con objetos), y lentitud e imprecisión en la realización de habilidades motoras (p.e. coger un objeto, utilizar las tijeras o cubiertos, escribir a mano, montar en bicicleta o participar en deportes). B. El déficit interfiere de forma significativa y persistente con las actividades de la vida cotidiana apropiadas para la edad cronológica (p.e. el cuidado y mantenimiento de uno mismo) y afecta a la productividad académica/escolar,
las actividades prevocacionales y vocacionales, el ocio y el juego. C. Los síntomas empiezan en las primeras fases del periodo de desarrollo. D. Las deficiencias no se explican mejor por discapacidad intelectual o deterioros visuales, y no es atribuible a una afección neurológica que altera el movimiento (p.e. parálisis cerebral, distrofia muscular, trastorno degenerativo). Trastorno de movimientos estereotipados A. Comportamiento motor repetitivo, aparentemente guiado y sin objetivo (p.e. sacudir o agitar las manos, mecer el cuerpo, golpearse la cabeza, morderse, golpearse el propio cuerpo). B. El comportamiento interfiere en las actividades sociales, académicas u otras y puede dar lugar a la autolesión. C. Comienza en las primeras fases del periodo de desarrollo. D. El comportamiento no es atribuible a efectos fisiológicos de una sustancia o una afección neurológica y no se explica mejor por otro trastorno del desarrollo neurológico o mental (ej: tricotilomanía, trastorno
obsesivo-compulsivo).
Especificar si: - Con comportamiento autolesivo. - Sin comportamiento autolesivo. Especificar si: - Asociado a una afección médica o genética, un trastorno del desarrollo neurológico o un factor ambiental conocido (p.e. síndrome de LeschNyhan, discapacidad intelectual, exposición intrauterina al alcohol).
Especificar la gravedad actual: - Leve: los síntomas desaparecen fácilmente mediante el estímulo sensorial o distracción. - Moderado: Los síntomas requieren medidas de protección explícitas modificación del comportamiento. - Grave: Se necesita vigilancia continua y medida de protección para prevenir lesiones graves. Trastornos de Tics Un tic es una vocalización o un movimiento súbito, rápido, recurrente, no rítmico. Trastorno de la Tourette
A. Los tics motores múltiples y uno o más tics vocales han estado presentes en algún momento durante la enfermedad, aunque no necesariamente de forma recurrente. B. Los tics pueden aparecer intermitentemente en frecuencia, pero persisten durante mas de un año desde la aparición del primer tic. C. Comienzan antes de los 18 años. D. El trastorno no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (ej: cocaína) o a otra afección médica (ej: enfermedad de Huntington, encefalitis posvírica).
Trastorno de tics motores o vocales persistente (crónico) A. Los tics motores o vocales únicos o múltiples han estado presentes durante la enfermedad, pero no ambos a la vez. B. Los tics pueden aparecer intermitentemente en frecuencia, pero persisten durante mas de un año desde la aparición del primer tic. C. Comienzan antes de los 18 años. D. El trastorno no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (ej: cocaína) o a otra afección médica (ej: enfermedad de Huntington, encefalitis posvírica). E. Nunca se han cumplido los criterios del trastorno de Tourette Especificar si: - Sólo con tics motores. - Sólo con tics vocales. Trastorno de tics transitorio A. Tics motores y/o vocales únicos o múltiples. B. Los tics han estado presentes durante menos de una año desde la aparición del primer tic. C. Comienzan antes de los 18 años. D. El trastorno no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (ej: cocaína) o a otra afección médica (ej: enfermedad de Huntington, encefalitis posvírica). E. Nunca se han cumplido los criterios del trastorno de Tourette o de trastorno de tics motores o vocales persistente (crónico) Estas categorías se aplican a presentaciones en las que predominan los síntomas característico de un trastorno de tics pero que no cumplen todos los criterios de un trastorno de tics o de ninguno de los trastornos de la categoría diagnóstica de los trastornos del desarrollo neurológico. Otro trastorno de tics especificado Se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por comunicar el motivo específico por el que la presentación no cumple los criterios de un trastorno de tics o de un trastorno del desarrollo neurológico específico. Esto se hace registrando «otro trastorno de tics especificado» y a continuación el motivo específico (p.e. «inicio después de los 18 años).
Trastorno de tics no especificado Esta categoría se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por no especificar el motivo del incumplimiento de los criterios de un trastorno de tics o un trastorno del desarrollo neurológico específico, e incluye presentaciones en las que no existe suficiente información para un trastorno más específico.
Otros trastornos del desarrollo neurológico
Estas categorías se aplican a presentaciones en las que predominan los síntomas característicos de un trastorno del desarrollo neurológico que causan deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento, pero que no cumplen todos los criterios de ninguno de los trastornos de la categoría diagnóstica del desarrollo neurológico Otro trastorno del desarrollo neurológico especificado Esta categoría se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por comunicar el motivo específico por el que la presentación no cumple los criterios de ningún trastorno del desarrollo neurológico especifico. Esto se hace registrando «otro trastorno del desarrollo neurológico especificado» y a continuación el motivo específico (p.e. trastorno del desarrollo neurológico asociado a exposición intrauterina al alcohol). Trastorno del desarrollo neurológico no especificado Esta categoría se utiliza en situaciones en las que el clínico opta por no especificar el motivo del incumplimiento de los criterios de un trastorno del desarrollo neurológico especifico e incluye presentaciones en las que no existe suficiente información para hacer un diagnóstico más específico (p.e. en el ámbito de urgencias).
Trastornos de la ansiedad La ansiedad es un mecanismo adaptativo natural que nos permite ponernos alerta ante sucesos comprometidos. En realidad, un cierto grado de ansiedad proporciona un componente adecuado de precaución en situaciones especialmente peligrosas. Una ansiedad moderada puede
ayudarnos a mantenernos concentrados y afrontar los retos que tenemos por delante. En ocasiones, sin embargo, el sistema de respuesta a la ansiedad se ve desbordado y funciona incorrectamente. Más concretamente, la ansiedad es desproporcionada con la situación e incluso, a veces, se presenta en ausencia de cualquier peligro ostensible. El sujeto se siente paralizado con un sentimiento de indefensión y, en general, se produce un deterioro del funcionamiento psicosocial y fisiológico. Se dice que cuando la ansiedad se presenta en momentos inadecuados o es tan intensa y duradera que interfiere con las actividades normales de la persona, entonces se la considera como un trastorno.
Criterios del DSM V
A. Ansiedad y preocupaciones excesivas (anticipación aprensiva), que se produce durante más días de los que ha estado ausente durante un mínimo de seis meses, en relación con diversos sucesos o actividades (como en la actividad laboral o escolar).
B. Al individuo le es difícil controlar la preocupación. C. La ansiedad y la preocupación se asocian a tres (o más) de los seis síntomas siguientes (y al menos algunos síntomas han estado presentes durante más días de los que han estado ausentes durante los últimos seis meses (Nota: En los niños, solamente se requiere un ítem):
1. Inquietud o sensación de estar atrapado o con los nervios de punta. 2. Fácilmente fatigado. 3. Dificultad para concentrarse o quedarse con la mente en blanco 4. Irritabilidad. 5. Tensión muscular. 6. Problemas de sueño (dificultad para dormirse o para continuar durmiendo, o sueño inquieto e insatisfactorio). D. La ansiedad, la preocupación o los síntomas físicos causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento. E. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamente) ni a otra afectación médica (p. ej., hipertiroidismo). F. La alteración no se explica mejor por otro trastorno mental (p. ej., ansiedad o preocupación de tener ataques de pánico en el trastorno de pánico, valoración negativa en el trastorno de ansiedad social (fobia social), contaminación u otras obsesiones en el trastorno obsesivo-compulsivo, separación de las figuras de apego en el trastorno de ansiedad por separación, recuerdo de sucesos traumáticos en el trastorno de estrés postraumático, aumento de peso en la anorexia nerviosa, dolencias físicas en el trastorno de síntomas somáticos, percepción de imperfecciones en el trastorno dismórfico corporal, tener una enfermedad grave en el trastorno de ansiedad por
enfermedad, o el contenido de creencias delirantes en la esquizofrenia o el trastorno delirante. ¿Qué es la ansiedad por separación? La ansiedad por separación puede ser considerada como un fenómeno universal que se observa normalmente después de los 6-8 meses de edad, y que persiste en diferentes grados de intensidad hasta los 2-3 años de edad (Ollendick y Huntzinger, 1991)El trastorno de ansiedad por separación (TAS) es el único trastorno reconocido actualmente por la American Psychiatric Association (DSM-V) como “Trastorno específico de la infancia y la adolescencia”, pues su comienzo debe ocurrir antes de los 18 años de edad. Los estudios epidemiológicos indican que aproximadamente un 4% de niños y adolescentes jóvenes sufren este trastorno, por lo cual es considerado uno de los trastornos más prevalentes entre todos los que ocurren durante la infancia y adolescencia.
CRITERIOS DEL DSM-V PARA EL DIAGNÓSTICO TRASTORNO DE ANSIEDAD POR SEPARACIÓN. 309.21(F93.0).
A. Miedo o ansiedad excesiva e inapropiada para el nivel de desarrollo del individuo concerniente a su separaci贸n de aquellas personas por las que siente apego, puesta de manifiesto por al menos tres de las siguientes circunstancias: 1. Malestar excesivo y recurrente cuando se prev茅 o se vive una separaci贸n del hogar o de las figuras de mayor apego.
2. Preocupación excesiva y persistente por la posible pérdida de las figuras de mayor apego o de que puedan sufrir un posible daño, como una enfermedad, daño, calamidades o muerte. 3. Preocupación excesiva y persistente por la posibilidad de que un acontecimiento adverso (p. ej., perderse, ser raptado, tener un accidente, enfermar) cause la separación de una figura de gran apego. 4. Resistencia o rechazo persistente a salir, lejos de casa, a la escuela, al trabajo, o a otro lugar por miedo a la separación. 5. Miedo excesivo y persistente o resistencia a estar solo o sin las figuras de mayor apego en casa o en otros lugares. 6. Resistencia o rechazo persistente a dormir fuera de casa o a dormir sin estar cerca de una figura de gran apego. 7. Pesadillas repetidas sobre el tema de la separación. 8. Quejas repetidas de síntomas físicos (p.ej., dolor de cabeza, dolor de estómago, náuseas, vómitos) cuando se produce o se prevé la separación de las figuras de mayor apego. B. El miedo, la ansiedad o la evitación es persistente, dura al menos cuatro semanas en niños y adolescentes y típicamente seis o más meses en adultos. C. La alteración causa malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, académico, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento. D. La alteración no se explica mejor por otro trastorno mental, como rechazo a irse de casa por resistencia excesiva al cambio en un trastorno del espectro del autismo; delirios o alucinaciones concernientes a la separación en trastornos psicóticos; rechazo a salir sin alguien de confianza en la
agorafobia; preocupación por una salud enfermiza u otro daño que pueda suceder a los allegados u otros significativos en el trastorno de ansiedad generalizada; o preocupación por padecer una enfermedad en el trastorno de ansiedad por enfermedad. MUTISMO SELECTIVO 313.23 (F94.0)
El mutismo selectivo es un problema de inhibición del habla que suele tener su inicio en la etapa preescolar. El trastorno se caracteriza porque el sujeto, pese a tener la capacidad del habla conservada, inhibe selectivamente la respuesta verbal delante de determinadas situaciones sociales o lo restringe a ciertas personas “de confianza” de su entorno familiar (normalmente padres y hermanos). CRITERIOS DE DIAGNOSTICO
a. Fracaso constante para hablar en situaciones sociales. b. Interfiere con su educación trabajo y comunicación. c. La duración de la alteración es como mínimo de un mes d. La alteración
no se explica mejor por un trastorno de la
comunicación. CARACTERISTICAS DIAGNOSTICAS a. El trastorno suele ser marcado por una elevada ansiedad social. b. Hablan en su casa en presencia de sus familiares inmediatos, pero no hablan con sus amigos ni familiares de segundo grado. Se niegan a hablar en la escuela, lo que puede implicar deterioro académico.
Prevalencia El mutismo selectivo es una enfermedad relativamente infrecuente y no ha sido incluido como categoría diagnostica en los estudios epidemiológicos infantiles. Factores De Riesgo Y Pronóstico a. Temperamentales b. Ambientales c. Factores genéticos y fisiológicos. Diagnostico Diferencial a. Trastorno de la comunicación
b. Trastorno del desarrollo, esquizofrenia y otros trastornos psicóticos c. Trastorno de la ansiedad social ( fobia social). FOBIA ESPECÍFICA
El manual de diagnostico de los
trastornos
mentales
(DSM-IV) de fine a una fobia como “temor acusado y
persistente
excesivo
que
o
es
irracional,
desencadenado
por
la
presencia o anticipación de un
objeto
o
situación
específicos”. Ejemplo:
volar,
alturas,
tormentas
eléctricas,
animales,
inyecciones,
sangre. El estímulo fóbico es sólo una causa aparente tras la cual se esconde una causa real, atroz y horrible.
Características La exposición al estímulo fóbico (ej. Las arañas), provoca inmediatamente una respuesta de ansiedad significativa. La persona suele evitar el estímulo temido y en caso de tener que enfrentarse a él, es a costa de un marcado malestar. La persona reconoce que su miedo es excesivo o irracional. En el caso de los niños, esta característica no se suele cumplir. En muchas ocasiones, existe una marcada ansiedad anticipatoria. cuando la persona sabe que se tiene que enfrentar a la situación. Factores de riesgo y pronóstico a. Temperamentales. b. Ambientales. c. Factores genéticos y fisiológicos. TRASTORNO DE ANSIEDAD SOCIAL (FOBIA SOCIAL) La fobia social es un miedo fuerte a ser juzgado por otros y a sentir vergüenza. Este miedo puede ser tan potente que impide ir al trabajo o a la escuela o llevar a cabo las actividades de cada día. La fobia social es un miedo fuerte a ser juzgado por otros y a sentir vergüenza. Este miedo puede ser tan potente que impide ir al trabajo o a la escuela o llevar a cabo las actividades de cada día.
Diagnostico Diferencial a. Timidez normal. b. Agorafobia. c. Trastorno de pĂĄnico. d.
Trastorno
de
ansiedad
generalizada. e. Trastorno de ansiedad por separaciĂłn. f. Fobias especĂficas. g. Mutismo selectivo. h. Trastorno depresivo mayor. i.
Trastorno
dismorfico
corporal. j. trastorno delirante. k.
Trastorno
del
espectro
autista. l.
Trastornos
de
la
personalidad. m. Otros trastornos mentales. n. Otras condiciones medicas. o.
Trastorno
desafiante.
negativista
TRASTORNO DE PÁNICO LA CRISIS DE PANICO O Crisis de angustia (ataques de pánico)Es un tipo de trastorno de ansiedad en el
cual
usted tiene
ataques
repetitivos de intenso miedo de que algo malo va a ocurrir. Síntomas 1. Molestia o dolor torácico 2. Mareo o desmayo 3. Miedo a morir 4. Miedo a perder el control o de muerte inminente. 5. Sensación de asfixia. 6. Sentimientos de separación. 7. Sentimientos de irrealidad. 8. Náuseas y malestar estomacal. 9. Entumecimiento u hormigueo en manos, pies o cara. 10.Palpitaciones, frecuencia cardíaca rápida o latidos cardíacos fuertes. 11.Sensación de dificultad para respirar o sofocación 12.Sudoración, escalofrío o sofocos 13.Temblor o estremecimiento
Causas La causa se desconoce, aunque los genes pueden jugar un papel. Otros miembros de la familia pueden tener el trastorno. Sin embargo, el trastorno de pánico a menudo ocurre cuando no hay ningún antecedente familiar.
ESQUIZOFRENIA, TRASTORNOS ESQUIZOTÍPICOS Y TRASTORNOS DELUSIVOS Esquizofrenia Los trastornos esquizofrénicos se caracterizan, en general, por distorsiones fundamentales y típicas del pensamiento y de la percepción, junto con una afectividad inadecuada o embotada. Habitualmente se mantienen tanto la lucidez de la conciencia, como la capacidad intelectual, aunque con el transcurso
del
tiempo
pueden
desarrollarse
ciertas
deficiencias
intelectuales. Entre sus fenómenos psicopatológicos más importantes se cuentan el pensamiento con eco, la inserción o el robo del pensamiento, la difusión del pensamiento, la percepción delirante y los delirios de control, de influencia o de pasividad, voces alucinatorias que comentan o discuten al paciente en tercera persona, trastornos del pensamiento y síntomas de negativismo.
La evolución de los trastornos esquizofrénicos puede ser continua, o episódica, con déficit progresivo o estable, o bien puede haber uno o más episodios, con remisión completa o incompleta. No debe hacerse diagnóstico de esquizofrenia cuando hay síntomas depresivos o maníacos extensos, amenos que haya quedado en claro que los síntomas esquizofrénicos antecedieron a la perturbación afectiva. Tampoco debe diagnosticarse esquizofrenia cuando existe una enfermedad cerebral manifiesta, ni durante los estados de intoxicación o de abstinencia de drogas. Los trastornos similares que se desarrollan cuando hay epilepsia u otra enfermedad cerebral, deben ser clasificados en F06.2 y aquellos inducidos por sustancias psicoactivas, en F10-F19 con cuarto carácter común .5.
Criterios para el diagnóstico de Esquizofrenia A. Síntomas característicos: Dos (o más) de los siguientes, cada uno de ellos presente durante una parte significativa de un período de 1 mes (o menos si ha sido tratado con éxito): 1. ideas delirantes. 2. Alucinaciones. 3. Lenguaje desorganizado (p. ej., descarrilamiento frecuente o incoherencia) 4. Comportamiento catatónico o gravemente desorganizado. 5. Síntomas negativos, por ejemplo, aplanamiento afectivo, alogia o abulia.
Síntomas Positivos Delirio Alucinaciones Desorganización conceptual Conductas estrafalarias
Síntomas Negativos Alogia Afectividad aplanada Abulia Anhedonia
Excluye: Esquizofrenia: • aguda (indiferenciada) • cíclica Reacción esquizofrénica Trastorno esquizotípico.
Criterios Diagnósticos de Investigación
Esta categoría global incluye los tipos de esquizofrenia más frecuentes, junto con otras variedades menos frecuentes y con los trastornos estrechamente relacionados con ella.
Criterios generales para la esquizofrenia tipo paranoide, hebefrénica, catatónica e indiferenciada:
G 1. Al menos uno de los síndromes, síntomas y signos listados en el apartado 1) o bien por lo menos dos de los síntomas y signos listados en 2) deben haber estado presentes la mayor parte del tiempo durante un episodio de enfermedad psicótica de por lo menos un mes de duración (o algún tiempo durante la mayor parte de los días).
1) Por lo menos uno de los siguientes: a) Eco, inserción, robo o difusión del pensamiento. b) Ideas delirantes de ser controlado, de influencia o pasividad, referidas claramente al cuerpo, a los movimientos de los miembros o a pensamientos, acciones o sensaciones específicas y percepciones delirantes. c) Voces alucinatorias que comentan la propia actividad o que discuten entre sí acerca del enfermo u otro tipo de voces alucinatorias procedentes de alguna parte del cuerpo. d) Ideas delirantes persistentes de otro tipo que no son propias de la cultura del individuo y que son inverosímiles, tales como las que se refieren a la identidad religiosa o política, a capacidades y poderes sobrehumanos (por ejemplo, ser capaz de controlar el clima o estar en comunicación con seres de otro mundo).
2) Al menos dos de las siguientes: a) Alucinaciones persistentes de cualquier modalidad, cuando se acompañan de ideas delirantes no muy estructuradas y fugaces, sin contenido afectivo claro, o de ideas sobrevaloradas persistentes, o cuando se presentan a diario durante al menos un mes. b) Neologismos, interceptación o bloqueo del curso del pensamiento, que dan lugar a incoherencia o lenguaje circunstancial. c) Conducta catatónica, tal como excitación, posturas características o flexibilidad cérea, negativismo, mutismo y estupor. d) Síntomas “negativos”, tales como marcada apatía, empobrecimiento de la expresión verbal y embotamiento o incongruencia de las respuestas emocionales (síntomas que suelen llevar al aislamiento social y a la disminución de los rendimientos). Debe quedar claro que estos síntomas no se deben a depresión o a medicación neuroléptica.
G2. Criterio de exclusión más frecuente usado:
1) Si en el enfermo se satisfacen también los criterios para un episodio maníaco o depresivo, los criterios listados más arriba en G1 (1) y G1 (2), deben haber estado presentes antes de la aparición del trastorno del humor.
2) El trastorno no es atribuible a una enfermedad orgánica cerebral (en el sentido en que se especifica en F00-Fo o a intoxicación, dependencia (F1x.2) o abstinencia (F1x.3 y F1x.4) relacionadas con alcohol u otras drogas. ESQUIZOFRENIA PARANOIDE
En la esquizofrenia paranoide predominan las delusiones relativamente estables, a menudo de tipo paranoide, las cuales se acompañan habitualmente de alucinaciones, especialmente del tipo auditivo y de perturbaciones de la percepción. No hay perturbaciones del afecto, ni de la volición, ni del lenguaje, como tampoco síntomas catatónicos, o bien esta sintomatología es relativamente poco notoria.
Incluye: Esquizofrenia parafrénica. Excluye: Estado involutivo paranoide Paranoia
Criterios Diagnósticos De Investigación
A. Deben satisfacerse los criterios generales para el diagnóstico de esquizofrenia.
B. Las alucinaciones o delusiones de tipo paranoide deben ser notables (tales como delusiones de persecución, de celos, genealógicas, de tener una misión especial o de transformación corporal; voces amenazantes o impositivas, alucinaciones olfatorias, gustativas, sexuales o de otro tipo de sensaciones corporales). C. En el cuadro clínico no debe predominar el embotamiento o ncongruencia afectivos, los síntomas catatónicos o el lenguaje incoherente, aunque puede hallarse presente alguno o todos estos fenómenos.
Criterios para el diagnóstico de f20.0 tipo desorganizado Se cumplen los siguientes criterios: A. Predominan: 1. lenguaje desorganizado 2. comportamiento desorganizado 3. afectividad aplanada o inapropiada
B. No se cumplen los criterios para el tipo catatónico.
Codificación del curso de la esquizofrenia en el quinto dígito: .x2 Episódico con síntomas residuales interepisódicos .x3 Episódico con síntomas residuales no interepisódicos.x0 Continuo .x4 Episodio único en remisión parcial .x5 Episodio único en remisión total .x8 Otro patrón o no especificado .x9 Menos de 1 ano desde el inicio de los primeros síntomas de fase activa Criterios para el diagnóstico de F20.2 Tipo catatónico (295.20)
Un tipo de esquizofrenia en el que el cuadro clínico está dominado por al menos dos de los siguientes síntomas: 1. inmovilidad motora manifestada por catalepsia (incluida la flexibilidad cérea) o estupor. 2. actividad motora excesiva (que aparentemente carece de propósito y no está influida por estímulos externos) 3. negativismo extremo (resistencia aparentemente inmotivada a todas las órdenes o mantenimiento de una postura rígida en contra de los intentos de ser movido) o mutismo. 4. peculiaridades del movimiento voluntario manifestadas por la adopción de posturas extrañas (adopción voluntaria de posturas raras o inapropiadas), movimientos estereotipados, manierismos marcados o muecas llamativas 5. ecolalia o ecopraxia Codificación del curso de la esquizofrenia en el quinto dígito: .x2 Episódico con síntomas residuales interepisódicos .x3 Episódico con síntomas residuales no interepisódicos.x0 Continuo .x4 Episodio único en remisión parcial .x5 Episodio único en remisión total .x8 Otro patrón o no especificado .x9 Menos de 1 año desde el inicio de los primeros síntomas de fase activa
Criterios para el diagnóstico de Tipo indiferenciado (295.90) Un tipo de esquizofrenia en que están presentes los síntomas del Criterio A, pero que no cumple los criterios para el tipo paranoide, desorganizado o catatónico.
Codificación del curso de la esquizofrenia en el quinto dígito: .x2 Episódico con síntomas residuales interepisódicos .x3 Episódico con síntomas residuales no interepisódicos.x0 Continuo.
.x4 Episodio único en remisión parcial.x5 Episodio único en remisión total .x8 Otro patrón o no especificado .x9 Menos de 1 año desde el inicio de los primeros síntomas de fase activa Criterios para el diagnóstico de Tipo residual (295.60) Un tipo de esquizofrenia en el que se cumplen los siguientes criterios:
A. Ausencia de ideas delirantes, alucinaciones, lenguaje desorganizado y comportamiento catatónico o gravemente desorganizado.
B. Hay manifestaciones continuas de la alteración, como lo indica la presencia de síntomas negativos o de dos o más síntomas de los enumerados en el Criterio A para la esquizofrenia, presentes de una forma atenuada (p. ej., creencias raras, experiencias perceptivas no habituales).
Codificación del curso de la esquizofrenia en el quinto dígito: .x2 Episódico con síntomas residuales interepisódicos .x3 Episódico con síntomas residuales no interepisódicos .x0 Continuo .x4 Episodio único en remisión parcial .x5 Episodio único en remisión total .x8 Otro patrón o no especificado .x9 Menos de 1 año desde el inicio de los primeros síntomas de fase activa
Criterios para el diagnóstico de Trastorno esquizofreniforme (295.40) A. Se cumplen los Criterios A, D y E para la esquizofrenia.
B. Un episodio del trastorno (incluidas las fases prodrómica, activa y residual) dura al menos 1 mes, pero menos de 6 meses. (Cuando el
diagnóstico debe hacerse sin esperar a la remisión, se calificará como "provisional".) Especificar si: Sin características de buen pronóstico Con características de buen pronóstico: indicadas por dos (o más) de los siguientes ítems: 1. inicio de síntomas psicóticos acusados dentro de las primeras 4 semanas del primer cambio importante en el comportamiento o en la actividad habitual 2. confusión o perplejidad a lo largo del episodio psicótico 3. buena actividad social y laboral premórbida 4. ausencia de aplanamiento o embotamiento afectivos
Criterios para el diagnóstico de Trastorno esquizoafectivo (295.70) A. Un período continuo de enfermedad durante el que se presenta en algún momento un episodio depresivo mayor, maníaco o mixto, simultáneamente con síntomas que cumplen el Criterio A para la esquizofrenia.
Nota: El episodio depresivo mayor debe incluir el Criterio A1: estado de ánimo depresivo.
B. Durante el mismo período de enfermedad ha habido ideas delirantes o alucinaciones durante al menos 2 semanas en ausencia de síntomas afectivos acusados.
C. Los síntomas que cumplen los criterios para un episodio de alteración del estado de ánimo están presentes durante una parte sustancial del total de la duración de las fases activa y residual de la enfermedad.
D. La alteración no es debida a los efectos fisiológicos directos de alguna sustancia (p. ej., una droga de abuso o un medicamento) o a enfermedad médica.
Codificación basada en tipo: .0 Tipo bipolar: si la alteración incluye un episodio maníaco o mixto (o un episodio maníaco o mixto y episodios depresivos mayores) .1 Tipo depresivo: si la alteración sólo incluye episodios depresivos mayores
Criterios para el diagnóstico de F22.0 Trastorno delirante (297.1) A. Ideas delirantes no extrañas (p. ej., que implican situaciones que ocurren en la vida real, como ser seguido, envenenado, infectado, amado a distancia o engañado por el cónyuge o amante, o tener una enfermedad) de por lo menos 1 mes de duración.
B. Nunca se ha cumplido el Criterio A para la esquizofrenia.
Nota: En el trastorno delirante puede haber alucinaciones táctiles u olfatorias si están relacionadas con el tema delirante.
C. Excepto por el impacto directo de las ideas delirantes o sus ramificaciones, la actividad psicosocial no está deteriorada de forma significativa y el comportamiento no es raro ni extraño.
D. Si se han producido episodios afectivos simultáneamente a las ideas delirantes, su duración total ha sido breve en relación con la duración de los períodos delirantes.
E. La alteración no es debida a los efectos fisiológicos directos de alguna sustancia (p. ej., una droga o un medicamento) o a enfermedad médica.
Tipo (en base al tema delirante que predomine): Tipo erotomaníaco: ideas delirantes de que otra persona, en general de un status superior, está enamorada del sujeto. Tipo de grandiosidad: ideas delirantes de exagerado valor, poder, conocimientos, identidad, o relación especial con una divinidad o una persona famosa. Tipo celotípico: ideas delirantes de que el compañero sexual es infiel. Tipo persecutorio: ideas delirantes de que la persona (o alguien próximo a ella) está siendo perjudicada de alguna forma. Tipo somático: ideas delirantes de que la persona tiene algún defecto físico o una enfermedad médica. Tipo mixto: ideas delirantes características de más de uno de los tipos anteriores, pero sin predominio de ningún tema. Tipo no especificado
Criterios para el diagnóstico de F23.8 Trastorno psicótico breve (298.8) A. Presencia de uno (o más) de los síntomas siguientes: 1. ideas delirantes 2. alucinaciones 3. lenguaje desorganizado (p. ej., disperso o incoherente) 4. comportamiento catatónico o gravemente desorganizado
Nota: No incluir un síntoma si es un patrón de respuesta culturalmente admitido. B. La duración de un episodio de la alteración es de al menos 1 día, pero inferior a 1 mes, con retorno completo al nivel premórbido de actividad.
C. La alteración no es atribuible a un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos, a un trastorno esquizoafectivo o a esquizofrenia y no es debido a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) o de una enfermedad médica.
Codificación según tipos: .81 Con desencadenante(s) grave(s) (psicosis reactiva breve): si los síntomas psicóticos se presentan poco después y en aparente respuesta a uno o más acontecimientos que, solos o en conjunto, serían claramente estresantes para cualquier persona en circunstancias parecidas y en el mismo contexto cultural. .80 Sin desencadenante(s) grave(s): si los síntomas psicóticos no se presentan poco después o no parecen una respuesta a acontecimientos que serían claramente estresantes para cualquier persona en circunstancias parecidas y en el mismo contexto cultural.
Especificar si: De inicio en el posparto: si el inicio se produce en las primeras 4 semanas del posparto.
Criterios para el diagnóstico de F24 Trastorno psicótico compartido (297.3) A. Se desarrolla una idea delirante en un sujeto en el contexto de una
relación estrecha con otra(s) persona(s) que ya tiene(n) una idea delirante establecida.
B. La idea delirante es parecida en su contenido a la de la persona que ya tenía la idea delirante.
C. La alteración no se explica mejor por la presencia de otro trastorno psicótico (p. ej., esquizofrenia) o de un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos, y no es debida a los efectos fisiológicos directos de alguna sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) o a una enfermedad médica.
Criterios para el diagnóstico de F06. Trastorno psicótico debido a... (indicar enfermedad médica) (293) A. Alucinaciones o ideas delirantes acusadas.
B. A partir de la historia clínica, la exploración física o las pruebas de laboratorio, hay pruebas de que la alteración es un efecto fisiológico directo de una enfermedad médica.
C. La alteración no se explica mejor por la presencia de otro trastorno mental.
D. La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de un delirium.
Código basado en síntoma predominante: .2 Con ideas delirantes: si predominan las ideas delirantes. .0 Con alucinaciones: si predominan las alucinaciones.
Nota de codificación: Si, como parte de una demencia previa, se presentan ideas delirantes, indicar las ideas delirantes codificando, si es posible, el subtipo de demencia, por ejemplo, F00.11 Demencia tipo Alzheimer, de inicio tardío, con ideas delirantes [290.20].
Criterios para el diagnóstico de trastorno psicótico inducido por sustancias
A. Alucinaciones o ideas delirantes. Nota: No incluir las alucinaciones si el sujeto es consciente de que son provocadas por la sustancia.
B. A partir de la historia clínica, la exploración física o los exámenes de laboratorio, hay pruebas de 1 o 2: 1. los síntomas del Criterio A aparecen durante o en el mes siguiente a una intoxicación por o abstinencia de sustancias2. el consumo de un medicamento está etiológicamente relacionado con la alteración
C. La alteración no se explica mejor por la presencia de un trastorno psicótico no inducido por sustancias. Las pruebas de que los síntomas no son atribuibles a un trastorno psicótico no inducido por sustancias pueden ser las siguientes: los síntomas preceden al inicio del consumo de la sustancia (o al consumo del medicamento); los síntomas persisten durante un período sustancial de tiempo (p. ej., alrededor de 1 mes) tras la abstinencia aguda o la intoxicación grave, o son claramente excesivos en relación con lo que cabría esperar por el tipo o la cantidad de la sustancia
utilizada o la duración de su uso, o hay otros datos que sugieren la existencia de un trastorno psicótico no inducido por sustancias (p. ej., una historia de episodios recidivantes no relacionados con sustancias).
D. La alteración no aparece exclusivamente en el transcurso de un delirium.
Nota: Debe realizarse este diagnóstico en lugar del diagnóstico de intoxicación por sustancias o abstinencia de sustancias únicamente si los síntomas son excesivos en relación con los habitualmente asociados al síndrome de intoxicación o abstinencia y cuando los síntomas son de suficiente gravedad como para merecer atención clínica independiente.
Código para el trastorno psicótico inducido por sustancia específica: F10.51 Alcohol, con ideas delirantes [291.5] F10.52 Alcohol, con alucinaciones [291.3] F16.51 Alucinógenos, con ideas delirantes [292.11] F16.52 Alucinógenos, con alucinaciones [292.12] F15.51 Anfetamina (o sustancias de acción similar), con ideas delirantes [292.11] F15.52 Anfetamina (o sustancias de acción similar), con alucinaciones [292.12] F12.51 Cannabis, con ideas delirantes [292.11] F12.52 Cannabis, con alucinaciones [292.12] F14.51 Cocaína, con ideas delirantes [292.11] F14.52 Cocaína, con alucinaciones [292.12] F19.51 Fenciclidina (o sustancias de acción similar) con ideas delirantes [292.11]
F19.52 Fenciclidina (o sustancias de acción similar), con alucinaciones [292.12] F18.51 Inhalantes, con ideas delirantes [292.11] F18.52 Inhalantes, con alucinaciones [292.11] F11.51 Opiáceos, con ideas delirantes [292.11] F11.52 Opiáceos, con alucinaciones [292.12] F13.51 Sedantes, hipnóticos o ansiolíticos, con ideas delirantes [292.11] F13.52 Sedantes, hipnóticos o ansiolíticos, con alucinaciones [292.12] F19.51 Otras sustancias (o desconocidas), con ideas delirantes [292.11] F19.52 Otras sustancias (o desconocidas), con alucinaciones [292.12]
Especificar si: De inicio durante la intoxicación: si se cumplen los criterios para la intoxicación por la sustancia y los síntomas aparecen durante la intoxicación. De inicio durante la abstinencia : si se cumplen los criterios para la abstinencia de la sustancia y los síntomas aparecen durante o poco tiempo después del síndrome de abstinencia.
Trastornos en la Alimentación
Esta
Sección
usualmente
incluye
tienen
su
trastornos expresión
que en
manifestaciones somáticas o en la alteración de funciones y hábitos críticos para la supervivencia del ser humano y de la especie como un todo, tales como la alimentación, el sueño y la función sexual. Incluye una
categoría central en la inter fase entre la salud mental y la salud física, F54, utilizada para denotar aquellas circunstancias en que presentando el paciente claros síntomas y signos de enfermedad somática, la evaluación clínica comprensiva permite concluir que los factores psicológicos y contextuales del paciente juegan un papel importante en su causalidad, en su manifestación o en su curso. Puesto que la evidencia claramente demuestra que la atención a los factores psicológicos implicados en la enfermedad física mejoran considerablemente su pronóstico, esta categoría diagnóstica es de importancia particular para ofrecer al paciente un enfoque terapéutico más completo y más efectivo, no sólo para recuperar su salud, sino también para evitar complicaciones mayores y para promover una mejor calidad de vida. Excluye: Anorexia sin especificación (R63.0) Dificultades y mala administración de la alimentación (R63.3) Polifagia (R63.2) Trastornos de la ingestión alimentaria en la infancia y la niñez (F98.2) ANOREXIA NERVIOSA Es un trastorno caracterizado por pérdida de peso intencional, inducida y mantenida
por
el
paciente.
Se
presenta
habitualmente en muchachas adolescentes y mujeres jóvenes, aunque puede afectar también a muchachos adolescentes y a hombres jóvenes, al igual que a niños que se acercan a la pubertad y a mujeres mayores, hasta la menopausia. El trastorno se asocia con una psicopatología específica en la cual se mantiene, como idea recurrente y sobrevalorada, un temor a la obesidad y a la flaccidez de la silueta corporal,
por lo que el paciente se autoimpone un umbral inapropiadamente bajo de peso corporal. Habitualmente hay desnutrición de gravedad variable, con alteraciones endocrinas y metabólicas secundarias y con perturbaciones de las funciones corporales. Entre los síntomas se cuentan la elección de una dieta restringida, el ejercicio excesivo, el vómito y las purgas inducidas, así como el uso de anorexígenos y diuréticos.
Excluye: Pérdida del apetito. Pérdida del apetito de origen psicógeno.
Criterios Diagnósticos
A. Pérdida de peso, o falta de ganancia de peso en los niños, que conduce a un peso corporal de al menos 15% por debajo del peso normal esperado para la edad y talla correspondiente. B. La pérdida de peso es autoinducida mediante la evitación de alimentos “que engordan”. C. Distorsión específica de la imagen corporal psicológica, en forma de idea sobrevalorada e intrusa de miedo intenso y persistente a la obesidad, de tal manera que el paciente se impone un umbral bajo de peso corporal. D. Trastorno endocrino generalizado que afecta al eje hipotálamo-hipófisisadrenales puesto de manifiesto en la mujer por amenorrea y en el varón por pérdida de interés por la sexualidad e impotencia (una excepción aparente es la persistencia de sangrado vaginal en mujeres anoréxicas bajo terapia de sustitución hormonal, la forma más frecuente de la cual es la toma de píldoras contraceptivas). E. No cumple los criterios A y B de bulimia nerviosa.
ANOREXIA NERVIOSA ATÍPICA Trastorno que reúne algunas de las características de la anorexia nerviosa pero en el cual el cuadro clínico general no justifica ese diagnóstico. Por ejemplo, uno de los síntomas claves, tal como el marcado miedo a la obesidad o la amenorrea, puede estar ausente, en presencia de una pérdida considerable de peso y un comportamiento encaminado hacia la misma. Este diagnóstico no debe hacerse en presencia de trastornos físicos conocidos asociados con pérdida de peso.
Criterios Diagnósticos
Se recomienda a los investigadores de las formas atípicas de anorexia y bulimia nerviosa que decidan el número y tipo de criterios a satisfacer por dichos trastornos.
BULIMIA NERVIOSA
Un
síndrome
que
se
caracteriza por accesos repetitivos
de
hiperingestión de alimentos y por
una
preocupación excesiva por el control del peso corporal,
que
lleva
al
paciente
a
practicar
una
hiperingestión alimentaria seguida de vómitos y uso de purgantes. Este trastorno comparte muchas características comunes con la anorexia nerviosa, incluido el excesivo interés en la apariencia personal y el peso. El vómito repetitivo puede dar origen a trastornos electrolíticos y a complicaciones físicas. A menudo, pero no siempre, hay antecedentes de un episodio anterior de anorexia nerviosa, con un intervalo que varía de pocos meses a varios años.
Incluye: Bulimia sin especificación Hiperorexia nerviosa
Criterios Diagnósticos
A. Episodios frecuentes de hiperfagia (no menos de dos veces a la semana durante un período de 3 meses) en los que el paciente consume grandes cantidades de alimentos en períodos prolongados de tiempo. B. Preocupación persistente por la comida junto a un deseo intenso o un sentimiento de compulsión al comer. C. El enfermo intenta contrarrestar la repercusión de los atracones en el peso mediante uno o más de los síntomas siguientes: 1) Vómito auto-provocado. 2) Abuso de laxantes. 3) Períodos de ayuno. 4) Consumo de fármacos tales como supresores del apetito (anorexígenos), extractos tiroideos o diuréticos. Si la bulimia se presenta en un enfermo diabético, este puede abandonar su tratamiento con insulina. D. Autopercepción de estar demasiado obeso junto a ideas intrusivas de obesidad (que a menudo conducen a un déficit de peso).
BULIMIA NERVIOSA ATÍPICA
Trastorno que reúne alguna de las características de la bulimia nerviosa pero en el cual el cuadro clínico general no justifica ese diagnóstico. Por ejemplo, pueden presentarse accesos repetitivos de hiperingestión de alimentos y uso excesivo de purgantes sin cambios significativos del peso, y puede no existir el típico excesivo interés por la apariencia corporal y el peso.
Para el estudio de las formas atípicas de bulimia nerviosa, como aquellas que se acompañan de un peso anormal o excesivo, se recomienda a los Investigadores que decidan el número y tipo de criterios que se deben cumplir.
Trastornos de la personalidad El DSM-5 presenta en la forma propuesta un cambio significativo en el enfoque de diagnóstico de los trastornos de la personalidad. Los criterios diagnósticos descritos en el DSMIII y DSM-IV y la introducción del eje II centraban la atención en la práctica clínica para fomentar la investigación sobre el diagnóstico, la epidemiología, la psicobiología, el curso clínico y el tratamiento de los síndromes descritos Criterios diagnósticos generales para un Trastorno de la personalidad A. Un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto. Este patrón se manifiesta en dos (o más) de las áreas siguientes: 1. cognición (p. ej., formas de percibir e interpretarse a uno mismo, a los demás y a los acontecimientos) 2. afectividad (p. ej., la gama, intensidad, labilidad y adecuación de la respuesta emocional) 3. actividad interpersonal 4. control de los impulsos B. Este patrón persistente es inflexible y se extiende a una amplia gama de situaciones personales y sociales.
C. Este patrón persistente provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. D. El patrón es estable y de larga duración, y su inicio se remonta al menos a la adolescencia o al principio de la edad adulta. E. El patrón persistente no es atribuible a una manifestación o a una consecuencia de otro trastorno mental. F. El patrón persistente no es debido a los efectos fisiológicos directos de una sustancia (p. ej., una droga, un medicamento) ni a una enfermedad médica (p. ej., traumatismo craneal).
Criterios para el diagnóstico de F60.0 Trastorno paranoide de la personalidad (301.0) A. Desconfianza y suspicacia general desde el inicio de la edad adulta, de forma que las intenciones de los demás son interpretadas como maliciosas, que aparecen en diversos contextos, como lo indican cuatro (o más) de los siguientes puntos: 1. sospecha, sin base suficiente, que los demás se van a aprovechar de ellos, les van a hacer daño o les van a engañar 2. preocupación por dudas no justificadas acerca de la lealtad o la fidelidad de los amigos y socios 3. reticencia a confiar en los demás por temor injustificado a que la información que compartan vaya a ser utilizada en su contra 4. en las observaciones o los hechos más inocentes vislumbra significados ocultos que son degradantes o amenazadores 5. alberga rencores durante mucho tiempo, por ejemplo, no olvida los insultos, injurias o desprecios 6. percibe ataques a su persona o a su reputación que no son aparentes para los demás y está predispuesto a reaccionar con ira o a contraatacar 7. sospecha repetida e injustificadamente que su cónyuge o su pareja le es infiel
B. Estas características no aparecen exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos u otro trastorno psicótico y no son debidas a los efectos fisiológicos directos de una enfermedad médica. Nota: Si se cumplen los criterios antes del inicio de una esquizofrenia, añadir "premórbido", por ejemplo, "trastorno paranoide de la personalidad (premórbido)".
Criterios para el diagnóstico de F60.1 Trastorno esquizoide de la personalidad (301.20) A. Un patrón general de distanciamiento de las relaciones sociales y de restricción de la expresión emocional en el plano interpersonal, que comienza al principio de la edad adulta y se da en diversos contextos, como lo indican cuatro (o más) de los siguientes puntos: 1. ni desea ni disfruta de las relaciones personales, incluido el formar parte de una familia 2. escoge casi siempre actividades solitarias 3. tiene escaso o ningún interés en tener experiencias sexuales con otra persona 4. disfruta con pocas o ninguna actividad 5. no tiene amigos íntimos o personas de confianza, aparte de los familiares de primer grado 6. se muestra indiferente a los halagos o las críticas de los demás 7. muestra frialdad emocional, distanciamiento o
aplanamiento de la afectividad B. Estas características no aparecen exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos u otro trastorno psicótico y no son debidas a los efectos fisiológicos directos de una enfermedad médica. Nota: Si se cumplen los criterios antes del inicio de una esquizofrenia, añadir "premórbido", por ejemplo, "trastorno esquizoide de la personalidad (premórbido)".
Criterios para el diagnóstico de F21 Trastorno esquizotípico de la personalidad (301.22) A. Un patrón general de déficit sociales e interpersonales asociados a malestar agudo y una capacidad reducida para las relaciones personales, así como distorsiones cognoscitivas o perceptivas y excentricidades del comportamiento, que comienzan al principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos, como lo indican cinco (o más) de los siguientes puntos: 1. ideas de referencia (excluidas las ideas delirantes de referencia) 2. creencias raras o pensamiento mágico que influye en el comportamiento y no es consistente con las normas subculturales (p. ej., superstición, creer en la clarividencia, telepatía o "sexto sentido"; en niños y adolescentes, fantasías o preocupaciones extrañas) 3. experiencias perceptivas inhabituales, incluidas las ilusiones corporales 4. pensamiento y lenguaje raros (p. ej., vago, circunstancial, metafórico, sobreelaborado o estereotipado) 5. suspicacia o ideación paranoide 6. afectividad inapropiada o restringida 7. comportamiento o apariencia raros, excéntricos o peculiares 8. falta de amigos íntimos o desconfianza aparte de los familiares de primer grado 9. ansiedad social excesiva que no disminuye con la familiarización y que tiende a asociarse con los temores paranoides más que con juicios negativos sobre uno mismo B. Estas características no aparecen exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia, un trastorno del estado de ánimo con síntomas psicóticos u otro trastorno psicótico o de un trastorno generalizado del desarrollo.
Nota: Si se cumplen los criterios antes del inicio de una esquizofrenia, añadir "premórbido", por ejemplo, "trastorno esquizotípico de la personalidad (premórbido)".
Criterios para el diagnóstico de F60.2 Trastorno antisocial de la personalidad (301.7) A. Un patrón general de desprecio y violación de los derechos de los demás que se presenta desde la edad de 15 años, como lo indican tres (o más) de los siguientes ítems: 1. fracaso para adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal, como lo indica el perpetrar repetidamente actos que son motivo de detención 2. deshonestidad, indicada por mentir repetidamente, utilizar un alias, estafar a otros para obtener un beneficio personal o por placer 3. impulsividad o incapacidad para planificar el futuro 4. irritabilidad y agresividad, indicados por peleas físicas repetidas o agresiones 5. despreocupación imprudente por su seguridad o la de los demás 6. irresponsabilidad persistente, indicada por la incapacidad de mantener un trabajo con constancia o de hacerse cargo de obligaciones económicas 7. falta de remordimientos, como lo indica la indiferencia o la justificación del haber dañado, maltratado o robado a otros B. El sujeto tiene al menos 18 años. C. Existen pruebas de un trastorno disocial que comienza antes de la edad de 15 años. D. El comportamiento antisocial no aparece exclusivamente en el transcurso de una esquizofrenia o un episodio maníaco.
Criterios para el diagnóstico de F60.3 Trastorno límite de la personalidad (301.83) Un patrón general de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la autoimagen y la efectividad, y una notable impulsividad, que comienzan al principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos, como lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems:
1. esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginado. Nota: No incluir los comportamientos suicidas o de automutilación que se recogen en el Criterio 5. 2. un patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas caracterizado por la alternancia entre los extremos de idealización y devaluación. 3. alteración de la identidad: autoimagen o sentido de sí mismo acusada y persistentemente inestable. 4. impulsividad en al menos dos áreas, que es potencialmente dañina para sí mismo (p. ej., gastos, sexo, abuso de sustancias, conducción temeraria, atracones de comida). Nota: No incluir los comportamientos suicidas o de automutilación que se recogen en el Criterio 5. 5. comportamientos, intentos o amenazas suicidas recurrentes, o comportamiento de automutilación. 6. inestabilidad afectiva debida a una notable reactividad del estado de ánimo (p. ej., episodios de intensa disforia, irritabilidad o ansiedad, que suelen durar unas horas y rara vez unos días) 7. sentimientos crónicos de vacío. 8. ira inapropiada e intensa o dificultades para controlar la ira (p. ej., muestras frecuentes de mal genio, enfado constante, peleas físicas recurrentes). 9. ideación paranoide transitoria relacionada con el estrés o síntomas disociativos graves.
Criterios para el diagnóstico de F60.4 Trastorno histriónico de la personalidad (301.50) Un patrón general de excesiva emotividad y una búsqueda de atención, que empiezan al principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos, como lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems: 1. no se siente cómodo en las situaciones en las que no es el centro de la atención. 2. la interacción con los demás suele estar caracterizada por un comportamiento sexualmente seductor o provocador. 3. muestra una expresión emocional superficial y rápidamente cambiante. 4. utiliza permanentemente el aspecto físico para llamar la atención sobre sí mismo. 5. tiene una forma de hablar excesivamente subjetiva y carente de matices. 6. muestra autodramatización, teatralidad y exagerada expresión emocional. 7. es sugestionable, por ejemplo, fácilmente influenciable por los demás o
por las circunstancias. 8. considera sus relaciones más íntimas de lo que son en realidad.
Criterios para el diagnóstico de F60.8 Trastorno narcisista de la personalidad (301.81) Un patrón general de grandiosidad (en la imaginación o en el comportamiento), una necesidad de admiración y una falta de empatia, que empiezan al principio de la edad adulta y que se dan en diversos contextos como lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems: 1. tiene un grandioso sentido de autoimportancia (p. ej., exagera los logros y capacidades, espera ser reconocido como superior, sin unos logros proporcionados). 2. está preocupado por fantasías de éxito ilimitado, poder, brillantez, belleza o amor imaginarios. 3. cree que es "especial" y único y que sólo puede ser comprendido por, o sólo puede relacionarse con otras personas (o instituciones) que son especiales o de alto status. 4. exige una admiración excesiva. 5. es muy pretencioso, por ejemplo, expectativas irrazonables de recibir un trato de favor especial o de que se cumplan automáticamente sus expectativas. 6. es interpersonalmente explotador, por ejemplo, saca provecho de los demás para alcanzar sus propias metas. 7. carece de empatia: es reacio a reconocer o identificarse con los sentimientos y necesidades de los demás. 8. frecuentemente envidia a los demás o cree que los demás le envidian a él. 9. presenta comportamientos o actitudes arrogantes o soberbios.
Criterios para el diagnóstico de F60.6 Trastorno de la personalidad por evitación (301.82) Un patrón general de inhibición social, unos sentimientos de inferioridad y una hipersensibilidad a la evaluación negativa, que comienzan al principio de la edad adulta y se dan en diversos contextos, como lo indican cuatro (o más) de los siguientes ítems:
1. evita trabajos o actividades que impliquen un contacto interpersonal importante debido al miedo a las críticas, la desaprobación o el rechazo. 2. es reacio a implicarse con la gente si no está seguro de que va a agradar. 3. demuestra represión en las relaciones íntimas debido al miedo a ser avergonzado o ridiculizado. 4. está preocupado por la posibilidad de ser criticado o rechazado en las situaciones sociales. 5. está inhibido en las situaciones interpersonales nuevas a causa de sentimientos de inferioridad. 6. se ve a sí mismo socialmente inepto, personalmente poco interesante o inferior a los demás. 7. es extremadamente reacio a correr riesgos personales o a implicarse en nuevas actividades debido a que pueden ser comprometedoras.
Criterios para el diagnóstico de F60.7 Trastorno de la personalidad por dependencia (301.6) Una necesidad general y excesiva de que se ocupen de uno, que ocasiona un comportamiento de sumisión y adhesión y temores de separación, que empieza al inicio de la edad adulta y se da en varios contextos, como lo indican cinco (o más) de los siguientes ítems: 1. tiene dificultades para tomar las decisiones cotidianas si no cuenta con un excesivo aconsejamiento y reafirmación por parte de los demás. 2. necesidad de que otros asuman la responsabilidad en las principales parcelas de su vida. 3. tiene dificultades para expresar el desacuerdo con los demás debido al temor a la pérdida de apoyo o aprobación. Nota: No se incluyen los temores o la retribución realistas. 4. tiene dificultades para iniciar proyectos o para hacer las cosas a su manera (debido a la falta de confianza en su propio juicio o en sus capacidades más que a una falta de motivación o de energía). 5. va demasiado lejos llevado por su deseo de lograr protección y apoyo de los demás, hasta el punto de presentarse voluntario para realizar tareas desagradables. 6. se siente incómodo o desamparado cuando está solo debido a sus temores exagerados a ser incapaz de cuidar de sí mismo. 7. cuando termina una relación importante, busca urgentemente otra relación que le proporcione el cuidado y el apoyo que necesita. 8. está preocupado de forma no realista por el miedo a que le abandonen y tenga que cuidar de sí mismo.
Criterios para el diagnóstico de F60.5 Trastorno obsesivo-compulsivo de la personalidad (301.4) Un patrón general de preocupación por el orden, el perfeccionismo y el control mental e interpersonal, a expensas de la flexibilidad, la espontaneidad y la eficiencia, que empieza al principio de la edad adulta y se da en diversos contextos, como lo indican cuatro (o más) de los siguientes ítems: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 1. preocupación por los detalles, las normas, las listas, el orden, la organización o los horarios, hasta el punto de perder de vista el objeto principal de la actividad. 2. perfeccionismo que interfiere con la finalización de las tareas (p. ej., es incapaz de acabar un proyecto porque no cumple sus propias exigencias, que son demasiado estrictas). 3. dedicación excesiva al trabajo y a la productividad con exclusión de las actividades de ocio y las amistades (no atribuible a necesidades económicas evidentes). 4. excesiva terquedad, escrupulosidad e inflexibilidad en temas de moral, ética o valores (no atribuible a la identificación con la cultura o la religión). 5. incapacidad para tirar los objetos gastados o inútiles, incluso cuando no tienen un valor sentimental. 6. es reacio a delegar tareas o trabajo en otros, a no ser que éstos se sometan exactamente a su manera de hacer las cosas. 7. adopta un estilo avaro en los gastos para él y para los demás; el dinero se considera algo que hay que acumular con vistas a catástrofes futuras. 8. muestra rigidez y obstinación.
Trastornos parafilicos Una parafilia es un patrón de comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer se encuentra en objetos, situaciones, actividades o individuos atípicos. Esencialmente consisten en que el individuo tiene unas necesidades y fantasías sexuales intensas y recurrentes que generalmente suponen:
1. Objetos no humanos 2. Sufrimiento o humillación propia o del compañero 3. Niños o personas que no consienten Hay que tener muy en cuenta que las imágenes o fantasías parafílicas pueden ser estímulo de excitación sexual para una persona sin ello llegar a ser una parafilia. Por ejemplo, la ropa interior femenina suele ser excitante para muchos hombres. Será parafilia sólo cuando el individuo actúe sobre ellas o cuando le afecten en exceso.
Trastorno de Voyeurismo: 302.82 (F65.3)
Es una conducta, que puede llegar a ser parafílica, caracterizada por la contemplación de personas desnudas o realizando algún tipo de actividad sexual con el objetivo de conseguir una excitación sexual (delectación voyeurista). La actividad del voyerista no implica ninguna actividad sexual posterior. Trastorno de Exhibicionismo: 302.4 (F65.2)
Es una de las parafilias más frecuentes y constituye un delito. El trastorno es básicamente masculino, y quien lo sufre padece además un deterioro significativo en su vida.
El exhibicionismo es la exposición de los propios genitales en público ante personas desconocidas, a veces, el exhibicionista se masturba durante la exposición, o posteriormente cuando lo recuerda o imagina. No suelen ser individuos peligrosos, ni intentan abusar de sus víctimas, al contrario la mayoría reaccionan de forma insegura y se dan a la fuga si su oferta es correspondida. Su deseo radica en sorprender a la víctima, provocando en ella reacciones de miedo, asco o curiosidad, lo que le da al exhibicionista una sensación de dominio. La reacción que más detestan es la de burla o indiferencia.
Trastorno de Fetichismo: 302.81 (F65.0)
La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis meses de duración, que implican el uso de objetos inanimados (fetiches). Ropa interior, zapatos, botas, son fetiches comunes. El individuo se masturba mientras sostiene, acaricia, etc., el fetiche o le pide al compañero que se lo ponga. El objeto ha de ser marcadamente preferido para lograr la excitación sexual. La persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra marcadamente perturbada ellas. Trastorno de Frotteurismo: 302.89 (F65.81)
La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis meses de duración, que implican el contacto y el roce con una persona que no consiente. Teniendo presente que lo excitante es el contacto pero no necesariamente la naturaleza coercitiva del acto. La persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra marcadamente perturbada ellas.
Trastorno de Pedofilia: 302.2 (F65.4)
La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis meses de duración, que implican actividad sexual con niños prepúberes. Los niños suelen ser menores de 12-13 años y el individuo ha de tener por lo menos cinco años más que el niño para que sea considerado el trastorno. La persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra marcadamente perturbada ellas. Trastorno de Masoquismo Sexual: 302.83 (F65.51)
La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis meses de duración, que implica el acto (real o simulado) de ser humillado, golpeado, atado o cualquier tipo de sufrimiento. La persona
ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra marcadamente perturbada ellas. Trastorno de Sadismo Sexual: 302.84 (F65.52)
La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis meses de duración, que implican actos (reales, no simulados) en los que el sufrimiento físico o psicológico de la víctima es sexualmente excitante. La persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra marcadamente perturbada ellas.
Trastorno de Travestismo: 302.3 (F65.1) La sintomatología esencial de este trastorno consiste en intensas necesidades sexuales recurrentes y en fantasías sexuales excitantes de por lo menos seis meses de duración, que implican vestirse con ropas del sexo contrario. La persona ha actuado de acuerdo con estas necesidades o se encuentra marcadamente perturbada ellas. Generalmente guarda una importante colección de ropa para transvestirse cuando está sólo, luego se masturba imaginando que otros hombres se sienten atraídos por él como si fuera una mujer.
Trastorno de sustancias CRITERIOS A. Un patrón desadaptativo de consumo de sustancias que conlleva un deterioro o malestar
clínicamente
significativos,
expresado por uno (o más) de los ítems siguientes durante un período de 12 meses: 1. consumo recurrente de sustancias, que da lugar al incumplimiento de obligaciones en el trabajo, la escuela o en casa (p. ej., ausencias repetidas o rendimiento pobre relacionados con el consumo de sustancias; ausencias, suspensiones o expulsiones de la escuela relacionadas
con la sustancia;
descuido de los niños o de las obligaciones de la casa) 2. consumo recurrente de la sustancia en situaciones en las que hacerlo es físicamente peligroso (p. ej., conducir un automóvil o accionar una máquina bajo los efectos de la sustancia)
3. problemas legales repetidos relacionados con la sustancia (p. ej., arrestos por comportamiento escandaloso debido a la sustancia)
4. consumo continuado de la sustancia, a pesar de tener problemas sociales continuos o recurrentes o problemas interpersonales causados o exacerbados por los efectos de la sustancia (p. ej., discusiones con la esposa acerca de las consecuencias de la intoxicación, o violencia física)
B. Los síntomas no han cumplido nunca los criterios para la dependencia de sustancias de esta clase de sustancia. Codificación del tipo de sustancia en el tercer dígito.
TRASTORNOS INDUCIDOS POR SUSTANCIAS Criterios Para Intoxicación Por Sustancias A. Presencia de un síndrome reversible específico de una sustancia debido a su ingestión reciente (o a su exposición). Nota: diferentes sustancias pueden producir
síndromes
idénticos
o
similares. B. Cambios psicológicos o comportamentales desadaptativos clínicamente significativos debidos al efecto de la sustancia sobre el sistema nervioso central (p. ej., irritabilidad, labilidad emocional, deterioro cognoscitivo, deterioro de la capacidad de juicio, deterioro de la actividad laboral o social), que se presentan durante el consumo de la sustancia o poco tiempo después. C. Los síntomas no se deben a una enfermedad médica y no se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental. Codificación del tipo de sustancia en el tercer dígito. Criterios para Abstinencia de sustancias
A. Presencia de un síndrome específico de una sustancia debido al cese o reducción de su consumo prolongado y en grandes cantidades. B. El síndrome específico de la sustancia causa un malestar clínicamente significativo o un deterioro de la actividad laboral y social o en otras áreas importantes de la actividad del individuo. C. Los síntomas no se deben a una enfermedad médica y no se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental. Codificación del tipo de sustancia en el tercer dígito.
CONCLUSIONES
Podemos concluir que en el siguiente libro digital aclaramos y dudas adquirimos mas conocimientos en base a lo aprendido en Psicopatología en el trascurso del semestre. Como este será una base para nuestra carrera como estudiantes de Psicología, el tener claro los conceptos, semiología y el DMS-V para poder realizar un buen diagnostico.
RECOMENDACIONES
Como recomendaciones desearía haber tenido más tiempo para aprender, con el fin de adquirir más conocimiento plantear la idea de hacer visitas en grupo docente alumno a la unidad de salud mental. Agradecer al docente Dr. Antonio Amaris por facilitarnos y ayudarnos con la obtención de pacientes para la realización de los trabajos lo cual nos permitió ver lo explicado en clases desde otra perspectiva.
REFERENCIAS
AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION.(2000). Diagnostic And statistical manual of mental di- sonders (4th ed.., text revision). Washington, DC: Author. AMERICAN PSYCHIATRIC ASSOCIATION. (2013).Diagnostic and statical manual of mental di-sonders ( 4th ed.., text revision). Washington, DC: Author. MESA,P (1999). Fundamentos de Psicopatología general.Madrid,España.: Ediciones Piramides, S.A. MARTINEZ,E, & RICO, D ( UNIVERSIDAD DE VALENCIA . Obtenido de LOS NEURODESARROLLO;
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https://es.wikiversity.org/wiki/Introducci%C3%B3n_a_la_Psicopatolog%C 3%ADa