Revista n° 37

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REVISTA DE LITERATURA INFANTIL ENERO,

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2 018, N°37

“EL REINO DE LOS NIÑOS” REVISTA LITERARIA Editora: Flor del Carmen Rodríguez Segura

FELIZ AÑO NUEVO A TODOS

FELIZ AÑO NUEVO, 2 018 DEDICADA A MIS COMPAÑEROS DE SEXTO GRADO DE LA ESCUELA 31 de ENERO, 2 018: “DÍA NACIONAL DE LA POESÍA”


“EL REINO DE LOS NIÑOS” REVISTA LITERARIA

“NAVIDAD” Ojos húmedos solo llueve por dentro es Navidad. INICIAMOS NUESTRO CUARTO AÑO DE LA REVISTA LITERARIA ¡GRACIAS A TODAS LAS PERSONAS QUE LO HAN HECHO POSIBLE! POETAS, LECTORES Y EDITORES.

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E O S MIS MEJORES DESEOS PARA TI EN EL 2 018

1- Que disfrutes éxitos, triunfos, victorias, esperanzas, paz, fe, amor en el Nuevo Año. 2- Que cada sonrisa te haga sentir bien. 3- Que se cumplan todos tus sueños. 4- Mi sonrisa quiero que sea mi mayor regalo. 5- Tu felicidad mi mayor anhelo. 6- Que poseas buena salud. Camina, corre, brinca, salta, nada, patina, etc. 7- Que tengas unión familiar. Ama mucho a tu familia, porque ‘la familia es para siempre’. 8- Que logres muchas satisfacciones y emociones positivas este año. 9- Debes proponerte metas que puedas lograr con éxito. 10- Nútrete de sueños, que pueden hacerse realidad. 11- Ama lo que haces, para que seas un niño feliz y equilibrado. 12- Ilusiónate con las cosas pequeñas, que a la larga, son las que nos dan felicidad. 13- Sé feliz con lo que tienes. No envidies lo que no tienes. 14- Da un poco de ti a los demás. Súmate a las campañas de solidaridad, 15- Ten siempre una actitud positiva ante la vida y confía en Dios, para cumplir tus retos y saltar obstáculos. 16- Asimila lo mejor que puedas todas las enseñanzas que vienen de cada persona con que te encuentras cada día. ¡La vida es bella! 17- Estudia mucho para que salgas adelante. Si no estudias, tu futuro puede no ser muy bueno. 18- Recibe todas las bendiciones con alegría, que son vibras positivas. 19- La felicidad está dentro de ti. Si das amor, solidaridad, bondad, recibirás lo mismo. 20- Recapitula tus objetivos y nuevos retos para este año. Flor del Carmen/ 2018 Escríbeme: florguez.segura@gmail.com


VENTANA DE LA POESÍA “AÑO NUEVO” FLOR DEL CARMEN/17

El tiempo vuela, es Año Nuevo… Ha llegado el viento, para elevar los papelotes. Es el tiempo del amor, la paz y la alegría. Ayudemos a los demás si queremos ser felices. Entre palabras y silencios divisaré esa playa íntima de la esperanza y me nutriré de ella.

“AMOR AZUL” FLOR DEL CARMEN/17

La vida azul y rosa me invita a soñar con mundos felices. Me llena un armonioso tañido de campanas y tiembla mi esperanza entre las flores y los ruiseñores de luna, en lo íntimo de mi amor por todos mis semejantes.

“MANOS” Jorge Debravo

¡Ah mis manos sumidas en manojos de manos! Mis manos empozadas en corazones vivos. Mis manos habitadas por tantas manos muertas. Mis manos traspasando tus manos con su espíritu. Mis manos terrenales, donde todos los hombres y todos los crepúsculos batallan confundidos. ¡Ah las manos difuntas penetrando el vientre de las madres tras las manos del hijo! ¡Ah las manos creciendo, madurando en cada mano nueva! ¡Ah los hondos racimos de manos que son más que una atadura, cuando la sangre crea territorios pacíficos! ¡Ah la vida que cruje por dentro de las manos!

¡Ah las manos de amor con el mundo cautivo! ¡Ah las manos que nacen de las manos! ¡Ah las manos que aman afilando el cuchillo, las que disparan el fusil como pidiendo perdón al enemigo! ¡Ah las manos cogiendo caracoles de fuego en los fondos marinos! ¡Ah las manos creando un nuevo territorio para todos los niños! ¡Ah las manos unidas en mitad de la sombra, abriendo a los que se aman misteriosos caminos! ¡Ah las manos espesas como lunas, alumbrando el amor con innúmeros nidos, ¡Ah las manos tatuadas de pura claridad en cuyo fondo el viento mueve pájaros vivos! ¡Ah las manos que vienen del futuro a enseñarles amor a nuestros hijos! “CANTO N° 52” WALT WHITMAN El halcón moteado cala sobre mí y me acusa lamentándose por mi charla y mi pereza. Yo también soy indomable. Yo también soy intraducible. Sobre los techos del mundo resuena mi bárbaro graznido. El último celaje del día se detiene a esperar por mí, lanzo mi figura tras las otras, reposando verdaderamente en cualquier sombra silvestre. Me insta engatusándome hacia la bruma, y hacia la oscuridad. Me alejo como el aire, sacudo mi bucle blanco en el sol fugitivo. Vierto mi carne en remolinos, y dejo arrastrar por la muesca del encaje. Me entrego, a mí mismo, al barro, para brotar en la hierba que amo. Si me necesitas, búscame en la suela de tus botas. Apenas sabrás quién soy y lo que quiero decir. No obstante, soy tu buena salud y filtraré con filamentos tu sangre. No desfallezcas si no me encuentras pronto. Si no estoy en un lugar, búscame en otro En algún lugar te estaré esperando. “AMA A TODOS COMO A TI MISMO”


Invitada especial: CLARA MARÍA AGUILAR MONTERO “EL ROSARIO DEL NIÑO” EN LA CASA DE MINCHO Y NATALIA Se acerca la Semana Santa, faltan diez días para el Miércoles de Ceniza –dice el sacerdote en la misa del domingo. Esta información alerta a Mincho y Natalia, ya que ellos no habían celebrado el Rosario del Niño. Deciden hacerlo el próximo martes e invitan a sus vecinos. La casa de Natalia y Mincho es de bahareque, rodeada por una cerca de piñuelas y un gran portón de troncos al frente. Tiene un dormitorio nada más, pues son una pareja sin hijos. La cocina tiene un fogón grande y a la par está la carga de leña de café bien seca, para que el fuego arda muy pronto. También hay una mesa, un armario que le había regalado la suegra y al cual le falta una pata que calzan con un tronquito; dos rudimentarias sillas de madera. El comedor tiene en el centro una mesa alta y cuadrada con cuatro sillas y en una de ellas se amarra la pata de la gallina champulona, que es la que arma pleito en el gallinero. __ La condenilla le gusta poner ajuera –dice Mincho a los invitados. Ese día coloca otras sillas, tan viejas como las suyas, que los vecinos le prestaron, dos butacas con almohadones tejidos por Natalia y dos troncos de madera bien recortados. El portal se ubica en una esquina de la sala. Las imágenes son de madera descolorida y lo único que se mantenía rosado era la bella carita del Niño Jesús. En el portal, sobre musgo seco, hay ovejas, bueyes, gallinas, pollitos, patitos en un laguito de espejo, un cerdito de alcancía, todos modelados en barro y cuatro muñecas con carita de cerámica, que le había heredado la abuela a Natalia, pero todas tienen alguna mutilación en sus miembros. Alrededor del nacimiento se encuentra una colección de ollas viejas y arrugadas que contienen begonias y helechos muy frescos. Un viejo encerado pegado al bahareque y sostenido por dos tarros con itabos. Una guirnalda de flores de papel china de color fucsia, era el orgullo artesanal de Natalia, ya que a todos les decía que ella las había hecho. En un extremo del portal está la Virgen del Carmen, en una estampa que representa las llamas del purgatorio con un naranja fuerte, y al otro extremo está la escultura de un San Martín de Porres. La gente empieza a llegar y todos buscan una silla. Los niños están en los regazos de la madre o corren por ahí haciendo bulla. De repente, se escucha la algarabía. Llega Aniceto, el rezador, vestido de pantalón negro y camisa café con chaleco color crema, y lloviera o no, jala un paraguas grande. Se sienta en la silla destinada para él, en frente del portal. Se pone de pie, muy señorial, mira al suelo, luego alza las cejas y con vista desdeñosa advierte a los niños: __ Los chiquitos deben de contestar todas las oraciones, cantar y no estar moviéndose y recuerden, es pecado distraerse o reírse. Todos los niños miran a Aniceto con un gesto de miedo y seriedad. Es la personificación del regaño, le falta la dulzura del Niño Dios. Empieza el rosario, todos se persignan y Aniceto hace miles de recomendaciones a la Sagrada Familia y a todos los Santos. Luego, viene el canto de “Venid pastorcillos…” y todos se alegran de que por fin va a iniciar “a lo que vinimos”. Después del rosario y cinco villancicos llegan las interminables letanías, seguidas de oraciones a la Virgen del Carmen y al milagroso San Martín de Porres. Después cantan “Brincan y saltan los peces en el agua…” Hora y cuarenta minutos después dice el Aleluya y da por terminado el rosario con un “Buenas Noches”. Los chicos semidormidos, despiertan porque llega el mejor momento del Rosario del Niño, el ágape, desde luego a esa edad no se pensaba con esa “sofís palabrilla”. Mincho se coloca en la entrada y dice: __ Naide se va todavía, porque se enoja el Niñito. Natalia empieza a servir, ayudada por sus vecinas: chicha de piñuelilla para los adultos y un fresco de piñuela coloreada con sirope, para los niños. Agua dulce para las viejitas y pan de levadura casero, sin leche ni huevos, que había quedado un poco duro, a riesgo de que alguien perdiera un diente. Mi madre, al ver mi cara de desconsuelo, por tan precario refrigerio, salió corriendo con la excusa de que tenía que hacerle la comida a papá. Pasó a la pulpería y compró un diez de caramelos y un cinco de confites de mora y me los dio con todo el amor del mundo. Un día, mi mamá comentó que Mincho y Natalia habían vendido su finca y se iban a vivir a Horquetas de Sarapiquí y yo me puse muy feliz con la noticia.


VENTANA DEL HUMOR Qué pasa si __

¿Qué pasa si un elefante se para sobre una pata? __ ¡El pato se queda viudo!

Qué resulta de __

¿Qué resulta de la mezcla de un mono con un pato? __ Un monopatín.

Que le dijo un gato... ¿Qué le dijo un gato a otro? __ Nada, los gatos no hablan.

Como se dice chico… __

¿Como se dice chico guapo en chino? Pin-ton.

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El bebé cocodrilo pregunta El bebé cocodrilo pregunta: __ ¡Dime, papá! ¿Algún día tendré mucho dinero? El papá cocodrilo responde: __ ¡Claro, hijo, cuando seas billetera!

El hijito camello pregunta: __

¡Mamá! ¿Por qué tenemos estas patas tan raras? ¡Ay, hijito, es para no hundirnos en las arenas de los desiertos! __ ¿Y por qué tenemos semejantes pestañas? __ ¡Chiquito mío, es para protegernos mejor del sol y la arena de los desiertos! __ ¿Y por qué tenemos semejante joroba? __ ¡Querido mío, en ella acumulamos líquido y grasa para soportar muchos días sin agua ni comida en los desiertos! __ ¿Y entonces, mami....qué hacemos tú y yo en un zoológico? __


“MUNDO INTELIGENTE” Henry José González Ortiz Con un guiño de mi ojo mi ventana inteligente se abre. Veo calles inteligentes, edificios inteligentes, autopistas inteligentes. El mundo conectado a la Internet. No es ciencia ficción. Es la Cuarta Revolución. ¡Todos la estábamos esperando! Un punto rojo se enciende en mi escafandra. Me queda un día de oxígeno. Soy el único ser vivo en todo este mundo inteligente. De repente un objeto volador no identificado se posa en el vidrio de mi casco. Leo: insecto hemimetábolos paurometábolos de cuerpo aplanado, que miden del orden de 3 cm a 7,5 cm. ¡Una cucaracha! ¡Al menos no moriré solo! “EL AROMA DEL AMOR”

John Javier Granada Aguilar

Subió alegremente hasta la cima de una montaña. Era un niño como de unos 12 años y llevaba una caja de cartón a cuestas. Al rato se sentó y empezó a jugar con las cosas que había llevado. Reía mucho. Me acerqué intrigado y señalando la caja, me dijo: “Inventé una máquina que irradia amor”. Me senté junto a él, le ayudé a hacer varios ajustes y el cielo brilló con más fuerza.

“EL CHICO DE LA BAJA CALIFICACIÓN” REIDER HERNÁNDEZ HUANCA

Molesto por la baja calificación en lenguaje, iba caminando hacia mi casa, cuando observé a un caballero que alimentaba a una paloma con prótesis, le pregunté si la hizo él; él me respondió que sí. Hablé con él y le conté mi situación. Él me dijo: Nuestras virtudes y nuestros defectos son inseparables, como la fuerza y la materia. Cuando se separan, el Hombre no existe. Años después, supe que él era investigador de la corriente alterna, su nombre era Nikola Tesla. Entonces comprendí que el mundo de la ciencia es maravilloso, y me dije: Albert, este es tu camino.

EL EXTRAHUMANO ELIO ANTENOR CÓRDOVA MENDO

Sobre una cama yace un extraterrestre. Los estudios de ADN que le realicé concluyeron que el 98% de su código genético es idéntico al del ser humano. Entonces, deduzco que los extraterrestres son en realidad humanos tecnológicamente evolucionados, humanos del futuro, que atravesaron el tiempo y el espacio, en esas naves que llamamos ovnis, para estar en nuestra era. Me aturde la incertidumbre. Necesito corroborar con otros estudios esa hipótesis absurda, pero inesperadamente, el extraterrestre se despierta. Con telepatía, absorbe mis pensamientos, mis vivencias. Y mientras se lleva mis últimos recuerdos, una voz extraña me repite: __No somos extraterrestres. (www.fundacionaquae.org). ¡CUIDA EL AMBIENTE Y LA NATURALEZA!


“EL ALBATROS Y EL PESCADOR” FLOR DEL CARMEN/ 17 En la aurora, el albatros alza sus alas y se pierde en la inmensidad del cielo. Hace acrobacias, cabriolas y pesca en el mar, luego vuelve a posarse en la palmera, cerca de la choza del pescador. Las nubes tiemblan y hacen ruidos como si se encabritaran todos los caballos del cielo. El ruido del viento crece hasta convertirse en aullidos. Pedro siente una opresión en el pecho como una premonición… __ ¡Dios mío, ampáranos! –Hijo, baja las velas. ¡Apresúrate! Juancho sale de la parte interior del bote y corre a arriar las velas. Relampaguea fuertemente y una turbonada se levanta a lo lejos y se les viene encima. Pedro y su hijo Juancho son pescadores de atún y quedan en medio de la arremetida del oleaje. Las enormes olas del mar con su ondulante y profundo bramido chocan ferozmente contra la barca, que parece una hoja movida por el viento, sin capitán ni dirección… Su hijo desaparece entre las gigantescas olas y por más que lo busca no puede encontrarlo. La espuma, las nubes y la niebla se hacen cada vez más oscuras entre las sombras de la noche y Pedro pierde la esperanza, cuando el palo mayor se le viene encima. La sofocada agonía de Pedro, llamado por muchos: Tiburón, se corta contra el filo de las olas que muerden sin piedad. Está tirado en el piso de la embarcación con la mano lastimada. El mástil lo tiene prensado contra la proa. El Tiburón ha perdido toda su prestancia y llora más de angustia que de dolor. No puede aceptar que el mar le haya robado lo más preciado que tenía: a su hijo, joven, musculoso, de buena presencia, amado por las mujeres, buen hijo, muy trabajador y excelente marinero. Está amaneciendo y la lancha se mueve con más calma. El cielo se ilumina despejado de centellas y de nubes grises. Pedro tiene un fuerte malestar en el pecho y trata de ponerse en pie, sin poder lograrlo. La tormenta ha pasado y el sol sonríe jugueteando sobre las montañas. La lancha se acerca a la playa. Pedro lo sabe por las gaviotas, que vuelan buscando alimento. Se aterroriza. Encallará en el arrecife, se volcará el bote hasta hundirse. Debe tomar el timón antes de que esto pase… El hombre de cabello y barba gris, pero de brazos musculosos y fuertes de tanto bregar con las redes, se esfuerza por zafarse del madero que lo aprisiona. El movimiento de las olas ha corrido un poquito la vela mayor y logra escabullirse hasta el fondo lleno de agua. El escozor de la sal le lastima sus heridas, sin embargo, aguanta y se levanta. Camina tambaleándose por la pequeña cubierta hasta llegar a la cabina, que ha sufrido aplastamiento con el palo mayor, aunque el timón está intacto. El capitán mira a lo lejos, las torres de la iglesia del pueblo y escucha las campanadas que llaman con voz de bronce a la misa diaria, como un canto de ángeles. Divisa el techo de su choza a la orilla de la playa. Ahí duerme todavía, su esposa Mariana… __ ¿Cómo le diré que Juancho cayó al mar tormentoso? ¿Acaso pude hacer algo? Él arriaba las velas y una ola enorme no le dio tiempo de nada. El mar lo envolvió en el negro sudario y no lo vi más. Lo busqué en medio de la tormenta, pero la vela mayor dobló el mástil y me prensó. Desee morir. Pude ver un espíritu sobre mí, que me hablaba, pero estaba tan angustiado que no pude entender lo que me decía… ¿Sería su alma? ¡Dios mío! Tú puedes hacer el milagro de salvarlo. Quizás no está muerto… –Llora desesperadamente. El sol brilla lanzando rayos candentes sobre el océano y las olas parecen encendidas con miles de lamparitas. Pedro observa a lo lejos y ve un hombre gigantesco que camina por sobre las olas y se acerca. Parece que se dirige hacia él, llamándolo papá… en un graznido. __ Una vez, mi hijo me dijo que si moría, iba a convertirse en un albatros. ¿Esos deseos se harán realidad? Quizás… No lo sé... Aquella sombra la transmiten las alas de una enorme ave marina que se acerca y se posa en la proa de la lancha de Pedro…


El hombre se desmaya por la impresión; es un albatros. La lancha patrullera del muelle rescata al Tiburón y lo lleva al hospital. Sacan su lanchón a la playa y lo amarran a una palmera para que pueda arreglarla después. El hombre está entre la vida y la muerte. Ha sufrido varias quebraduras en un brazo y en las costillas, además tiene una herida en la mano derecha. Pedro delira llamando a su hijo… __ ¡Juancho! ¡Juancho…! Un albatros se ha posado en un árbol cercano al hospital… Se ha quedado solo, aunque estas aves son gregarias y todas tienen su pareja, que es para toda la vida. Estas aves jamás se acercan a las ciudades. Ellas viven en los arrecifes de islas solitarias, donde tienen sus nidos. Pedro está mejorando y el doctor le permite levantarse de la cama para ver por la ventana. El enfermo ha escuchado el graznido de un ave marina por varios días, pero cree que solo está en su cabeza. La llamada de un albatros posado en la rama de un árbol, que puede ver desde el hospital, lo sobresalta… __ ¡Es Juancho, es Juancho…! –Grita excitado. Mariana, su esposa, lo visita aquella mañana. __ Mira, amor, aquel albatros es nuestro hijo Juancho… –Balbucea. Ella lo mira espantada… __ Se ha vuelto loco –piensa– lo cuidaré, con amor, es mi esposo –murmura triste– no solo perdí a Juancho, también he perdido a Pedro. Su mente se ha revelado a la muerte de nuestro hijo, aunque no han hallado su cuerpo… En el hospital le dan la salida al pescador y Mariana lo lleva a casa para que se recupere. Pero una cosa rara pasa, el albatros se muda a una palmera cercana a la choza de Pedro y Mariana. Por las tardes, Pedro lo llama para darle algo de comer y el albatros le obedece. Baja de la palmera y camina torpemente con sus grandes alas alrededor de Pedro y con sus graznidos parece que dice: __ ¡Papá! ¡Papá! Mariana los observa por la ventana cuando están juntos. Pedro le cuenta muchas cosas y se ríe de los chistes, como lo hacía con su hijo, tomándose una cerveza, debajo de aquella misma palmera. Los pescadores amigos pasan a dejarles pescado para que coman y permanecen largos ratos juntos. Pero en la aurora, el albatros alza sus alas y se pierde en la inmensidad del cielo. Hace acrobacias, cabriolas y pesca en el mar, luego vuelve a posarse en la palmera, cerca de la choza del pescador.

“GABRIEL Y LAS BURBUJAS” Es un niño feliz y saludable, tiene cinco años y corre por el patio jugando a las burbujas. Su madre le ha dado jabón con el que construye las pompas y corre tras ellas con gran entusiasmo. __ Mira, mamá, que grande la que hice… –dice Gabriel. La madre lava y lo ve por la ventana llena de gozo. El chico quisiera viajar muy lejos, montado dentro de una burbuja, para llegar hasta donde vive su hermano mayor. Él murió el año pasado por infección en los riñones. Gabriel mira a Eduardo que lo llama, dibujado en las pompas de colores tornasoles. De repente, el niño para en seco. Su hermano se ha bajado de la bomba y está en medio del patio, jugando con él, como si nunca se hubiera ido. Él también hace burbujas, que se expanden y lo remontan hasta un lugar maravilloso, donde todo es paz y libertad. Eduardo lleva a Gabriel para que observe que él vive feliz. Su sonrisa de cristal brilla como un ángel, que se reinventa entre los crisoles siderales. Gabriel juega con su hermano en el nácar del sol, las burbujas y en la inmensa patria de la esperanza.

Flor del Carmen/ 17


PEGASOS, LINDOS PEGASOS

Antonio Machado

LA TORTUGA COQUETA Flor del Carmen/17 Una tortuga verde y coqueta se encontró un sombrero de paja, con una flor amarilla más lindo que el sol. Se lo calzó en su cabeza, se asomó al manantial y se vio tan hermosa que quiso pasear en calesa.

Yo conocí siendo niño, la alegría de dar vueltas sobre un corcel colorado, en una noche de fiesta. En el aire polvoriento chispeaban las candelas, y la noche azul ardía toda sembrada de estrellas.

Pero al trepar al coche, el viento le voló el sombrero y debajo del caballo fue a dar. ¡Pobre sombrerito de paja! El caballo se lo comió. La tortuga muy triste dio su paseo en calesa, pero sin sombrero de paja, se le quemó la cabeza.

MARIPOSA Flor del Carmen/17

¡Alegrías infantiles que cuestan una moneda de cobre, lindos pegasos, caballitos de madera!

Mariposa que vuelas por el cielo azul, regálame tus cabriolas. Acaríciame con tus alas.

LORITOS EN NAVIDAD Flor del Carmen/17

Mariposa que al aire obsequias tu color, bésame a mí que soy una flor.

El loro, lorito Pitufo vestido de verde azul mira como se encienden las luces en el portal. La lorita está muy guapa con su delantal tisú. El lorito la contempla con ojos de cielo azul. María, María –llama el lorito pintado de tul. José, José –dice la lorita parada en el barandal. Jesús, desde su cuna, tiene una sonrisa en los labios, oyendo los parlanchines nombrar a sus padres.

EL GALLO Flor del Carmen/17 Quiquiriquí… Jesús nació Jesús nació –el gallo cantó muy alegre en el establo de Belén. Quiquiriquí… A las doce de la noche el gallo me despertó. Quiquiriquí… Jesús nació. El Niño me sonrió. Quiquiriquí… Jesús nació entre la mula y el buey. Su madre es María y su papá es José, abrazan al Niño con grande amor. Quiquiriquí… Jesús nació.


VENTANA DE POETA UNIVERSAL “JORGE DEBRAVO” 1938 - 1967 COSTARRICENSE 31 DE ENERO: “DÍA NACIONAL DE LA POESÍA” Nació el 31 de enero de 1938 en Santa Cruz de Turrialba en Cartago, Costa Rica, bajo el nombre de Jorge Delio Bravo Brenes. Creció en una familia de campesinos humildes, trabajando desde niño a medio tiempo para poder ayudar a su familia. Aun así desde muy temprana edad mostró mucho entusiasmo por el estudio. La Historia narra sobre los primeros días del curso lectivo de 1952, cuando Joaquín Bravo se animó a llevar a su hijo de 14 años, Jorge Delio, ante la presencia de Teresita López de Albán, la joven directora y maestra de la Escuela Mixta de Santa Cruz de Turrialba, en Cartago. El jovencito había insistido mucho, y la educadora cartaginesa supo adivinar que aquel muchacho que nunca había ido a la escuela, pero que sabía leer y escribir autodidácticamente, era un diamante listo para pulir. Y ella lo pulió: lo ascendió por sus conocimientos a sexto grado y después hasta gestionó una beca para que continuara los estudios secundarios. Cursó la segunda enseñanza en el Instituto Clodomiro Picado. Circunstancias económicas lo obligaron a dejar los estudios y buscar trabajo en la Caja Costarricense del Seguro Social (C.C.S.S.), a los 17 años. Es por ese periodo que comienza a publicar en el periódico El Turrialbeño en compañía de varios jóvenes de su tierra (entre los que se contaba Laureano Albán y Marco Aguilar). Tenía 21 años (1959) cuando casó con Margarita Salazar. Ese mismo año fundó el Círculo de Poetas Turrialbeños. En 1960 y 1961 nacieron sus hijos Lucrecia y Raimundo, respectivamente. Ese año sus méritos como trabajador le permitieron ascender al puesto de Inspector de la C.C.S.S. Dicho puesto requirió que primero se trasladara con su familia a San Isidro de El General y luego al Valle Central (Heredia y San José), donde fundó el Círculo de Poetas Costarricenses. Todas estas actividades literarias vinieron a refrescar la literatura costarricense, dando paso a lo que algunos llaman Periodo de Vanguardia Literaria. En 1965 termina, por fin, sus estudios de secundaria. Estudió periodismo por correspondencia y otros estudios de manera autodidacta. Leía constantemente sus libros favoritos de autores como Pablo Neruda, Vallejo, Amado Nervo, Miguel Hernández, Bécquer y Whitman. Jorge Debravo murió a los 29 años, el 4 de agosto de 1967, cuando viajaba en su motocicleta por asuntos de trabajo. Se dice que fue un conductor ebrio quien lo atropelló. El 31 de enero, día del nacimiento de Jorge Debravo, fue decretado en Costa Rica como el “Día

Nacional de la Poesía”. OBRA LITERARIA Su origen humilde le permitía acercarse a los trabajadores fácilmente en su puesto de inspector. De ahí que la poesía de Jorge Debravo se distinguió por una gran preocupación social, con varios tópicos recurrentes como la pobreza, la marginación y el armamentismo en el mundo.  Milagro abierto, 1959  Nosotros los hombres, 1966  Vórtices (póstumo), 1959  Canciones cotidianas  Bestiecillas plásticas, 1960 (póstumo), 1967  Consejos para Cristo al comenzar el  El canto absurdo año, 1960 (inédito), 1965  Madrigalejos y madrigaloides (inédito), 1960  Tierra Nuestra  Romancero Amargo (Inédito), 1960 (inédito), 1965  Nueve poemas a un pobre Amor muy  Canciones de humano (inédito), 1960 Amor y Pan,  Algunas Muertes y otras cosas recogidas en (inédito), 1965 la tierra (inédito), 1961  Los nuevos ojos  El grito más humano (inédito), 1961 (inédito) 1966-1967  Devocionario del amor sexual, 1963  Los Despiertos  Letras en tinta negra (inédito), 1963 (póstumo), 1972  Poemas de Amor para leerlos en la noche  Guerrilleros (póstumo), 19 (inédito), 1963  Aquí también se sufre (inédito), 1964  Poemas terrenales, 1964  Digo, 1965


VENTANA DEL POEMA DE JORGE DEBRAVO NOCTURNO SIN PATRIA Yo no quiero un cuchillo en manos de la patria. Ni un cuchillo ni un rifle para nadie: la tierra es para todos, como el aire. Me gustaría tener manos enormes, violentas y salvajes, para arrancar fronteras una a una y dejar de frontera solo el aire. Que nadie tenga tierra como tiene traje: que todos tengan tierra como tienen el aire. Cogería las guerras de la punta y no dejaría una en el paisaje y abriría la tierra para todos como si fuera el aire... Que el aire no es de nadie, nadie, nadie... Y todos tienen su parcela de aire.

POEMA Desde que el primer hijo -en noche de torturase desprendió de ti como un brazo viviente, la carne se te ha hecho una fruta madura y el amor como un pan se te ve y se te siente. Tus mejillas se han vuelto suaves como pañales, la voz se te ha llenado de ternuras y almohadas, palpitan en tus ojos dos tiernos animales y son como dos sombras tus manos sosegadas...

HIJOS Por la hija que ríe estoy doliente, por el hijo que llora estoy en pena, porque los dos me han puesto la colmena del alma toda abierta y toda ardiente. ESCRÍBEME: florguez.segura@gmail.com

Porque los dos han hecho que ese diente con que la vida muerde y envenena, me clave más veneno entre la vena y me vuelva el espanto incandescente. Porque los dos son chorros de esperanza. Porque los dos me pedirán mañana un mendrugo de paz que no se alcanza. Porque tendré que darles la campana de la muerte, del odio y la venganza. y nutrirles la voz con sangre humana.

HOMBRE Soy hombre, he nacido, tengo piel y esperanza. Yo exijo, por lo tanto, que me dejen usarlas. No soy dios: soy un hombre (como decir un alga). Pero exijo calor en mis raíces, almuerzo en mis entrañas. No pido eternidades llenas de estrellas blancas. Pido ternura, cena, silencio, pan, casa... Soy hombre, es decir, animal con palabras. Y exijo, por lo tanto, que me dejen usarlas.

PARTO Mujer, toda mi sangre está presente contigo en esa lucha que sostienes. Contigo está mi amor incandescente y en tu llanto y en tu duelo me contienes. Nunca en la vida estuve tan de prisa, tan lleno de relámpagos y ruegos, como ahora que ha muerto tu sonrisa y están con tu dolor todos tus llantos y fuegos. Nunca estuvo mi amor tan a tu lado, nunca como esta noche de tortura, cuando sufre mi amor crucificado en el mismo tablón de tu amargura!


“VENTANA DE LOS RECURSOS LITERARIOS”

LA SOLEDAD DEL ESCRITOR De entre todas las empresas humanamente posibles, de entre todas las aventuras en las que podemos embarcarnos en nuestra vida, la escritura es una de las que exige más soledad. Ante un folio en blanco que se agranda, que se extiende hacia el infinito, la soledad del escritor, solos ante nosotros mismos, ante las dudas que brotan al tiempo que las palabras; solos con la historia, con el verso que se nos escapa, con el diálogo que no cuaja y con la descripción que nos parece banal. Avanzamos sin detenernos cruzando praderas, bosques, ascendemos montañas y descendemos barrancos. Se nos caen las palabras, las dejamos atrás y retornamos para buscarlas, cuando ya se han hundido en el pozo de la memoria. Flaqueamos, nos detenemos para tomar aliento: acabamos un capítulo antes de tiempo. Nos levantamos, nos ponemos otra vez en marcha y cuando el ánimo se recupera nos damos cuenta una vez más, de que no conocemos la meta. ¿Hacia dónde vamos? ¿Hemos perdido el tiempo al haber dirigido nuestros pasos en dirección equivocada? Las preguntas nos asaltan y nos encontramos más solos, enfrentados a nosotros mismos, sin nadie que nos preste ayuda. ESCRIBIR, ESCRIBIR, ESCRIBIR: Aun así, seguimos porque nos dejamos arrastrar por una necesidad que nos invade: escribir, escribir, escribir. ¡Qué desagradecida es la escritura, que nos quiere solitarios hasta cruzando la meta! Sí, las metas se cruzan y disfrutamos de unos breves momentos de éxtasis, cuando la aventura ha concluido pero, ¿quién quiere, ahora, leernos? ¿Una carrera tan larga para tan poco efecto? Estábamos tan solos en el camino que no nos hemos dado cuenta de que cometimos errores; de que tropezamos con piedras ortográficas. Tal vez haya sido nuestra primera gran carrera y ninguno de estos errores se repita en las futuras. Puede ser. Sin embargo, antes necesitamos conocer cuáles han sido estos errores, y para ello, qué mejor que contar con apoyos para no calificar nuestro esfuerzo de infructuoso. Imaginemos que hubiéramos podido contar con varios compañeros en nuestra carrera. AYUDA PARA ESCRIBIR: Uno de ellos, un coaching literario o un ghostwriter, nos hubiera alzado cuando los obstáculos parecían insalvables, habría evitado que nos golpeáramos con las ramas bajas del bosque, cuando corríamos sin levantar la mirada. Es un amigo que conoce bien el viaje, que ha ido y vuelto tantas veces, como nos hubiera gustado a nosotros mismos; que camina a nuestro lado, sin importar que la victoria sea solo nuestra. Puede que corra en paralelo o incluso que se adelante, pero su objetivo es siempre que nosotros alcancemos la meta. Otro compañero ideal en este duro viaje hubiera sido aquel que conoce todas las rutas porque ha visto todas las carreras. Alguien que ha visto atletas caer y atletas alzarse, que conoce los caminos merecedores de ser recorridos y aquellos que han de ser abandonados para que no sean los lectores quienes nos abandonen. Es un amigo sincero que sabe si nuestra carrera ha merecido la pena o si debemos emprenderla a través de nuevas rutas. UN LECTOR EDITORIAL: El tercer compañero debería haber sido un experto rastreador, que nos hubiera señalado las rutas equivocadas, que habría borrado algunas de nuestras equívocas huellas, que nos habría salvado de los errores gramaticales, de las repeticiones innecesarias, de las ideas mal expresadas. UN CORRECTOR DE TEXTOS; un amigo que reconocerá aquellos fallos que pasamos por alto en nuestro largo camino, sin importar cuántas veces hayamos vuelto sobre nuestros pasos; capaz no sólo de racionar nuestros esfuerzos en cada etapa, sino de indicarnos su longitud y redistribuirlas con el objetivo de facilitarnos la llegada, esclarecer la dirección y sentido de la meta. ESCRIBIR ACOMPAÑADO: Un cuarto compañero recomendable habría sido ese que conoce a quienes deberíamos conocer, capaz de encontrar el aplauso, de dar con los hombres que buscaba Breton cuando publicaba, aquellos que quieren leer la misma aventura, compartir la lucha del atleta por superarse. Alguien que promocione a nuestra obra y a nosotros mismos. Podemos correr solos, por supuesto. Pero en nuestra mano está poder hacerlo con un equipo de útiles compañeros. Para evitar que flaqueemos, para escribir cada vez mejor, para que narremos la historia que queremos narrar y para que nuestra hazaña no quede en el olvido. Noviembre 1, 2016 por Tregolam en Artículos Literarios, Tregolam


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