Fotografía: Manrique Álvarez
Este año se cumplen ochenta años de celebrarse oficialmente en Costa Rica el Día de la Madre. La forjadora de esta fiesta nacional fue una insigne maestra, la niña Evangelina Solís, perteneciente a una de las familias arraigadas en Heredia desde principios del siglo XIX. Sus progenitores fueron Don José Piedades Solís Acuña y Doña Francisca Salvatierra Martínez. Los registros parroquiales de dicha ciudad, indican que el 23 de mayo de 1886 (otras fuentes dicen que nació en 17 de mayo de 1887), fue bautizada como Pascuala Evangelina del Carmen Solís Salvatierra. Según dichos documentos, fue la hija mayor de una numerosa descendencia, de al menos siete hermanas y un hermano, lo cual era un rasgo común de las familias en aquella época.
Realizó los estudios primarios en Heredia; en 1906 se graduó como Maestra Normal en el Colegio Superior de Señoritas. Con su acendrada vocación magisterial, impartió lecciones en varias escuelas de su ciudad natal: Escuela de Aplicación, hoy Joaquín Lizano, Braulio Morales y República Argentina. También se desempeño como directora de las escuelas Nicolás Ulloa y Cleto González Víquez. Según el escalafón escolar de 1928, en ese año tenía casi 21 años de laborar como maestra, por lo que ingresó muy joven, en 1907, al ejercicio del apostolado del Magisterio Nacional. En la Escuela Nicolás Ulloa, ubicada donde actualmente está el Palacio Municipal de Heredia, se acostumbraba celebrar, desde 1927, una pequeña fiesta a las madres de los alumnos, cada ocho de diciembre, aprovechando la conmemoración de la Inmaculada Concepción de la bienaventurada Virgen María. Era una pequeña asamblea en la que se realizaban algunas sencillas representaciones por parte del estudiantado y se entregaba a las madres obsequios elaborados por los alumnos. En 1932, como directora de la Escuela Nicolás Ulloa, tuvo la feliz iniciativa de reunir al personal docente y exponerle la idea de solicitar al Congreso de la República, la declaración oficial de un Día a la Madre Costarricense, que se celebraría en todo el territorio nacional, el ocho de diciembre de cada año, día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. Su propuesta tuvo el respaldo de todo el profesorado. El Congreso aprobó el Decreto Ley Nº 79, el ocho de agosto de 1932, el cual fue ratificado por el Presidente de la República, Don Ricardo Jiménez Oreamuno, junto con el Ministro de Educación Don Teodoro Picado Michalski. Sin embargo, se varió la fecha propuesta para la celebración de tan magna fiesta: el Día de la Madre se estableció el 15 de agosto de cada año, fecha en que se celebra La Asunción de la bienaventurada Virgen María, madre de nuestro Señor Jesucristo. ******
Fotografía: Edú
Por otra parte, este año se cumplen treinta y cinco años de la Ley 6132, del tres de noviembre de 1977, promulgada para erigir un Monumento a las Madres Costarricenses. De esa manea inició la culminación del sueño de los graduados de 1929 de la escuela Nicolás Ulloa, quienes al celebrar en 1957 los treinta y cinco años de la declaración oficial del Día de la Madre, se comprometieron a luchar para que en la ciudad de Heredia se erigiera el Monumento a la Madre.
Sin embargo, después de promulgada la Ley 6132, debieron pasar diez años para que, por gestiones de la Municipalidad de Heredia, la elaboración de la magna obra de homenaje a las madres costarricenses, por fin fuera encomendada al insigne escultor Miguel Angel Brenes Paniagua, oriundo de Barba. Este monumento fue ubicado en la explanada del edificio de la Unidad Sanitaria y oficinas de la Caja del Seguro Social, en la misma esquina donde estuvo la Escuela Nicolás Ulloa, y ahora está el Palacio Municipal de Heredia. De esta manera se cristalizó el anhelo de Don Gilberto Sánchez Herrera, último sobreviviente de la promoción escolar de 1929. También él, desde el año 1977, redobló sus esfuerzos para hacer realidad el ideal propio y de sus condiscípulos. La portentosa obra fue develada el ocho de diciembre de 1988. La niña Evangelina Solís no pudo admirar tan grandiosa escultura, pues murió el 17 de noviembre de 1974, pero de seguro, junto con los amados discípulos que para ella fueron sus propios hijos, desde el cielo disfruta el Infinito Día de la Madre y contemplará con una orgullosa sonrisa magistral, el Monumento Nacional a la Madre. He aquí dos hechos históricos autóctonos, propicios para que los heredianos de corazón celebremos este año de manera especial el Día de la Madre. Heredia, Agosto de 2012
Fuentes: — Revista Municipalidad Heredia 89 — Iván Molina: Maestros y Profesores de 1929 — Elías Zeledón: Surcos de Lucha.