Introducción
El cuarto de mi tia duró un tiempo intacto, tal como ella lo había dejado antes de salir hacia la clínica, no se movió nada, todo seguía en el mismo lugar. El vaso de agua encima de la mesa de noche, la biblia y la foto de su hijo Darío que había muerto unos años antes. Por la casa rondaban su peluca, sus muletas, y su libreta de teléfonos. Recuerdo como tuvo que cambiar de sus zapatos elegantes de tacón a unos zapatos anchos, y cada vez más grandes hasta que finalmente tuvo que usar unas pantuflas de mi papá porque ya no le cabían los pies en ninguno de sus zapatos, eso evidenciaba el avance de su enfermedad. La familia tuvo que pasar por dos duelos en un corto tiempo, esta situación hizo que fuera más dificil asumir la pérdida. El proceso del duelo fue muy largo, a veces siento que aún no se ha resuelto por parte de algunos familiares, todo esto me ha llevado a tener un contacto directo con el tema del duelo y por ello replantear el sentido de la vida y su relación con la muerte. Cuando se siente la muerte tan cerca se comprende que la vida inevitablemente está ligada a la muerte. En el trabajo del duelo se activa la creatividad, porque hay confusión de sentimientos y muchos cambios psicológicos llenos de recuerdos e imaginería, todos estos cambios hacen que el proceso creativo tenga un material para que la obra tenga una conexión con el espectador. Inevitablemente todos tenemos pérdidas y se tienen muchos sentimientos en común cuando se vive esta experiencia. En este trabajo lo que quiero presentar es una ausencia que ya hace parte del pasado, está superada y ahora se hace presente en sus recuerdos.