La estructura económica argentina Interpretada por el Partido Obrero Revolucionario
Introducción Desgraciadamente el autor de estos trabajos, en los últimos años no ha estudiado con atención la realidad nacional y latinoamericana. Paradójicamente, no cree tener que justificarse por ese "olvido" en sus planes de estudio, sino por el contrario felicitarse, ya que fue provocado por la entrega total, práctica y teórica, a la lucha contra la fracción revisionista de nuestra Internacional. La lucha de clases no tiene sosiego ni en las más remotas zonas geográficas, ni tampoco en los partidos o en el terreno mucho más abstracto de la literatura y la teoría. Derrotar a los que, impresionados por la prensa imperialista o stalinista o por nuestra debilidad orgánica, reniegan de nuestra tradición y programa, es una tarea revolucionaria de primera magnitud incrustada en la propia lucha de clases. La edición actual se debe a la iniciativa e insistencia de uno de los mejores dirigentes de nuestro partido y de la clase obrera argentina: el compañero Rodin. Los pedantes y fanfarrones que hablan de teoría marxista y bolchevique sin entender lo esencial de ella, jamás podrán comprender la profunda razón que ha llevado a Rodin a transformarse en el inspirador de una modesta editorial mimeografeada trotskista. Esa profunda razón es muy simple: Rodin, como auténtico militante, mejor dicho dirigente, sabe que es imprescindible el armamento teórico y la lucha teórica para la formación militante y del partido. En otras palabras, el triunfo teórico condiciona al político, ya que es parte de él. No hay triunfo teórico puro. En forma menos directa, pero no por eso menos profunda, nos encontramos con que nuestros mejores dirigentes, desde los de mayor calibre como Maen, hasta los nuevos como Luis y Ortiz, pasando por Osvaldo, Lamas y Baes, se plantean la necesidad de la más alta capacitación teórica, el estudio exhaustivo del “tabú" Hegel los unos, "El Capital", Filosofía marxista, los otros. Da la impresión que nuestros mejores cuadros, como los nadadores cuando se aprestan a dar seis o siete brazadas seguidas de “crawl”, estuvieran haciendo su máximo acopio de oxígeno. Nada más correcto y más sensible, que esta vuelta a las fuentes de nuestros camaradas más capaces. El trabajo teórico tiene una doble naturaleza: aprendizaje, dominio de la experiencia ya adquirida y elaboración. No es culpa de estos camaradas, sino de determinada situación histórica, que hasta el momento se hayan limitado a sólo un aspecto del trabajo teórico: el aprendizaje. La actitud de Rodin, Maen y Ortiz, para no citar más que a los que se han distinguido en sus respectivas zonas, en este intento de publicar o capacitarse, no es más que una reacción vigorosa por la base al olvido de una de las tareas fundamentales del partido. El aprendizaje teórico de los maestros del marxismo y de nuestras experiencias se puede y debe hacer a través de la lectura y de cursos. Debemos generalizar las experiencias de las distintas zonas creando a pasos acelerados un responsable editorial mimeográfico y preparando una escuela de cuadros de alta capacitación marxista. Es lo menos que podemos hacer para centralizar y organizar la brillante iniciativa de los compañeros que se han mencionado. Pero el tirón de orejas de estos camaradas al partido y sobre todo a la dirección y al camarada Moreno, tiene, para quienes lo quieran comprobar, un reclamo más amplio, Nuestro partido y la dirección han descuidado peligrosamente el frente teórico. No es una casualidad que no se haya regularizado la salida de la revista, ni tampoco se ha haya terminado de editar "En defensa del Marxismo".
1