Cómo tener una buena experiencia solar
Se sabe que durante los meses de verano es necesario protegerse del sol porque puede producir daños importantes en la piel. Sin embargo, no se suelen tener en cuenta los beneficios de una exposición correcta. • Para beneficiarse de todos los efectos positivos de los rayos solares no conviene utilizar siempre cremas solares, porque filtran una parte importante de la radiación que posee efectos positivos. Las quemaduras se evitan tomando el sol antes de las diez del mediodía y después de las cinco de la tarde. También es necesario adaptarse muy poco a poco: un baño de sol de 15 minutos por cada lado está bien para empezar. Cada día puedes alargar el tiempo 10 minutos y a los 10 días habrás generado una protección natural importante. No obstante, ten en cuenta cuenta el tipo de piel, su capacidad de adaptación, que es mucho mayor en las personas morenas que en las rubias. • Si de todos modos deseas una protección solar, elige una lo más natural posible. Los productos naturales utilizan filtros minerales, como el dióxido de titanio y el óxido de cinc. Para mayor seguridad, elige solo productos con certificación ecológica. Es una buena idea utilizar la crema diariamente para proteger la cara, los brazos y las piernas (o todas las partes que la ropa deje al descubierto). • Recuerda que las cremas solares no son una protección total: solo prolongan el tiempo seguro de exposición. Por tanto, las variables fundamentales son la incidencia del sol, el tiempo de exposición y el tipo de piel. La crema solo es un moderador. Un factor de protección 8 significa que puedes multiplicar por 8 el tiempo de exposición al sol: es decir, tomar el sol con una crema de factor 8
durante 120 minutos equivale a tomarlo sin crema durante 15. Por tanto, si vas a tomar el sol durante 15 minutos, no necesitas crema. Los beneficios • Gracias a los rayos solares de tipo ultravioleta B (UVB) se sintetiza en la piel la vitamina D (se forma cuando los rayos ultravioletas inciden sobre una sustancia corporal denominada 7-dehidrocolesterina). La vitamina D es importante porque interviene en el proceso de asimilación del calcio y el fósforo (se fortalecen los huesos), y porque aumenta la capacidad para obtener energía a partir de los hidratos de carbono aportados por los alimentos. • Los rayos solares infrarrojos aumentan la temperatura local y dilatan los vasos sanguíneos periféricos, favoreciendo la circulación sanguínea, aumentando el número de glóbulos blancos (células defensivas) y de glóbulos rojos (distribuyen el oxígeno) en la sangre. Al provocar sudoración también ayudan a eliminar toxinas. • Los rayos del sol regulan el funcionamiento del metabolismo (lo aceleran si es lento y lo calman si es rápido) por lo que están muy indicados tanto en los casos de obesidad como de delgadez. Estimulan especialmente los procesos anabólicos, es decir, aquellos por los que el organismo sintetiza los compuestos complejos que necesita a partir de las sustancias simples que obtiene de la alimentación. En general, el sol provoca una mayor asimilación de los nutrientes. • El sol también tiene efectos antibióticos, regeneradores de los tejidos, analgésicos sobre dolores musculares y reumáticos, y estimulantes del estado de ánimo. El sistema inmunitario resulta muy favorecido.