LIBROS La evolución de la tecnología George Basalla Editorial Crítica 292 páginas que van desde la evolución del alambre de espino, el automóvil, la desmotadora de algodón, el radio y otros dispositivos tecnológicos.
Para iniciar la reseña del texto se hace necesario mencionar primero algunos datos de su autor para contextualizar la importancia de sus postulados. George Basalla es profesor de historia de la técnica en la Universidad de Delaware y dirige la colección “Cambridge History Sciencie”, en la que originalmente fue publicado este libro. Básicamente el autor durante toda la obra defiende la tesis de la continuidad de la técnica, así en uno de sus apartes menciona: “A pesar de la evidencia en sentido contrario, hay un considerable apoyo a la idea de que los inventos son el resultado de cataclismos tecnológicos revolucionarios producidos por genios individuales. Las fuentes de esta concepción son tres: la pérdida u ocultación de los antecedentes cruciales; la presentación del inventor como héroe; y la confusión entre cambio tecnológico y cambio socioeconómico”. Su tesis la defiende realizando un estudio histórico detallado de distintas aplicaciones, en diferentes campos de la técnica
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Durante la obra no sólo se mencionan los dispositivos desde un punto de vista histórico y de su evolución a través del tiempo, sino que también se plantean los efectos socioeconómicos que éstos tuvieron en la sociedad durante su evolución. Se plantea el hecho de que son necesarias unas condiciones socioeconómicas y en algunos casos políticas, para que se produzca el desarrollo de determinada tecnología. Así por ejemplo se conoce el caso de Mesoamérica (aproximadamente México y América Central), que aunque el transporte rodado sólo se conoció con la llegada de los españoles, los mesoamericanos ya hacían objetos miniaturas con ruedas antes de la llegada de éstos. ¿Cómo explicar esta no explotación de un invento comúnmente considerado como uno de los mayores logros técnicos de todas las épocas? La respuesta a este interrogante es sencilla. Los mesoamericanos no utilizaron vehículos de ruedas porque no era posible hacerlo debido a las características topográficas de su tierra y la fuerza animal de que disponían no era adecuada. Otro aspecto mencionado en la obra es que muchos de los artefactos conocidos hoy día son el desarrollo de naturfactos, que han ido evolucionando de manera que ya
casi no reconocemos su rasgos esenciales con los cuales fueron creados. “El automóvil moderno derivó de la bicicleta, y los primeros automóviles eran poco más que bicicletas de cuatro ruedas. Henry Ford llamó Cuadriciclo a su invento”. Otro punto planteado por el autor, que genera controversia, radica en que desmitifica al “gran inventor” como aquella persona que inició una revolución tecnológica con un gran invento que poco o nada tuvo ver con sus antecesores, mostrando cómo su invento solamente fue la evolución de otro u otros desarrollos tecnológicos realizados antes de éste y que se basa en uno o varios desarrollos que ya existían en su época. El texto se presenta de una manera ágil, que permite una lectura desprevenida, sin manejar demasiada terminología técnica, anclando cada uno de los temas tratados en un contexto histórico y sociocultural. Se puede considerar un texto de lectura obligatoria para todos aquellos que trabajamos en ingeniería, ya que nos brinda una visión general del desarrollo de la tecnología a través de la historia, además que nos plantea unos interrogantes que nos hacen cuestionar respecto de nuestros propios paradigmas y de nuestras concepciones de la tecnología. HÉCTOR ENRIQUE JARAMILLO SUÁREZ Jefe del Área de Mecánica de Sólidos y Materiales Ingeniería Mecánica Corporación Universitaria Autónoma de Occidente El Hombre y la Máquina No 18