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Obstáculos y trastornos a las organizaciones espirituales
from El Cristianismo en el Tercer Reich, Testis Fidelis, volume I, Editorial La Verdad, Buenos Aires, 194
by Nestor
JO" habían obtenido 3822 puestos o empleos. Debido a la ley del 5 de noviembre de 1935 sobre reglamento de trabajos, profesiones y empleos, a las útiles y beneficiosas "Bolsas de Trabajo" sólo les quedó permitido proporcionar ocupación a personas sin oficio determinado, vale decir no capacitadas plenamente para el trabajo. Aún así, hasta la promulgación de la nueva ley del 1 Q de agosto de 1936, lograron proporcionar ocupación a 2668 personas más."
Una dificultad todavía mayor tuvo que experimentar la Asociación "Karitas" con el veraneo de niños. La rebaja del 75 % en el precio de los billetes de recreo que solía conceder la Sociedad de Ferrocarriles del Reich por intermedio del Servicio de Salud Pública, no fué concedida a la mayor parte de los niños enviados por nuestra organización, es decir, a todos aquéllos niños destinados a pasar una temporada en casas de familias campesinas o en determinados asilos que no contaban con autorización especial del Servicio de Salud Pública para el cuidado y atención de niños. Sin embargo, se consiguió mantener, y aún elevar, el número de niños beneficiados con las vacaciones campestres, compensando la falta de la rebaja con elevados sacrificios realizados por los padres y por "Karitas".
En 1937 fué prohibido a los miembros del Partido pertenecer a la Asociación "Karitas". A partir de aquel mismo año se trató en forma sistemática de eliminar de los establecimientos de caridad al personal perteneciente a Ordenes Religiosas Católicas, sustituyéndolo por las llamadas "Hermanas Pardas", una organización fundada specialmente para tal fin por el nacional-socialismo. El hecho de que semejante procedimiento haya sido llevado a cabo muy despaio no es debido a que el nacional-socialismo hubiera reconocido en ulguna forma las actividades de las Ordenes Católicas en el campo d la caridad, sino únicamente a la imposibilidad de disponer con liw1tante rapidez de un número suficiente de personas en reemplazo 1 I, las Hermanas y Hermanos de Caridad. Muy significativas son las deducciones de S. E. el Arzobispo de 1 1 li11rgo, Mons. Dr. Grober, expuestas con motivo de la celebración , 1, 1 Domingo de "Karitas" el 3 de julio 1938, respecto a la difícil y 1111111111<1mente hablando, - casi desesperada situación de la aso,, , ,11 <'CllÓlica "Karitas" en el Tercer Reich. Dijo: 11 1,I , 11mplimiento del deber para con "Karitas", es hoy más apre' ¡111 11unca ¿Acaso mis arquidiocesanos ignoran que, en com' <11 1 1111 l pasado, las colectas públicas han sido reducidas, mo" 1 1 '11nl debemos aprovechar las pocas oportunidades que tl1111, 111 ontos a todo sacrificio? Sí, desdichadamente, lo expe-
wn ntamos demasiado bien; las diversas limitaciones que se desarrolian lenta, pero continuamente, ·contra ias obras y las instituciones de caridad, en general c~ean una situación precaria, que sólo será detenida y mejorada mediante una extraordinaria generosidad de parte nuestra para ofrecer limosnas. "Cuando, contra nuestra voluntad y con gran pesar nuestro, se aleja oficialmente a la Iglesia del terreno particular del cuidado de la salud pública, no tenemos culpa ninguna por nuestra notoria impotencia para una defensa eficaz. "No existe ninguna compensación equivalente para el amor cri3tiano al prójimo, siempre dispuesto a sacriíicarse. Las épocas de las grandes calamidades lo han demostrado muchas veces''. "Con gran contento del Arzobispo, gracias a las restricciones opuestas, la firmeza católica se reveló una vez más bajo muchos aspectos. Esto debe lograrse, también, en el campo de "Karitas". Si el Cristianismo católico tiene que terminar de modo parecido a sus comienzos en las catacumbas, eso es: silencioso, pero fuerte y fecundo, por alejársele cada vez más de la vida pública, debemos tener presente, ahora al pie de la letra, las palabras de los Actos de los Apóstoles que nos hablan con carácter simbólico de que los primeros cristianos se mantenían unidos de corazón y en el gozo de dar hasta empobrecerse".
En el ya varias veces mencionado Informe de principios de 1938 dol Obispo de Friburgo, acerca de los sufrimientos de la Iglesia en Bad n, ncontramos los datos siguientes sobre la destrucción del "Karitas" cut6lico: "Desdo l 0110 J 033, la caridad de la Iglesia ha sido duramente rechazada d lu vi<la pública, con un propósito definido y por todos los medios. Aclu lm ulo, "Karitas" está excluída casi por completo, de la coop ración n la beneficencia pública. Los empleados de la Asistencia 11 llClll hoy su tareas exclusivamente con ayuda de la Beneficencia Nuc;1011al-socialista, de la Obra de Auxilio de Invierno y de la Asociac;16n l' menina N. S. La católica Protección de las Jóvenes ha sido d spojada do la caritativa "Bolsa de Trabajo" desde noviembre do 1935. "En el terreno do la beneficencia, en los últimos cinco años, se ha ido alejando más y más a "Karitas" del cuidado espiritual y material con el pretexto de que la formación de hombres sanos de alma y de cuerpo, correspondía al Estado y a sus instituciones de beneficencia.