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El ejemplo de altos funcionarios del Estado y del Partido

relegada do la calzada a las veredas, siendo sometida a diversas restricciones. Así por ejemplo, no podían tirarse ílores, por haberse descubierto (después de tantos años) que las flores esparcidas, ¡entrañaban el peligro de accidentes! Como detalle digno de interés merece consignarse que en Aquisgrán, justamente para el día de Corpus, se organizó una gran reunión nacional-socialista.

En 1939, algunas semanas antes de Corpus, en el salón del Jardín Zoológico de Frankfort, tuvo lugar una reunión obligatoria para todos los empleados y empleadas de Correos. El orador principal, entre otras cosas, declaró: "Pronto llegará de nuevo i.c1 época de la Procesión de Corpus. Hace ya algunos años, se ha dicho que las procesiones de Corpus no son actos piadosos, sino demostraciones de catolicismo político. En cuanto atañe a los empleados decidirse a tomar parte o no en ellas, que cada cual tenga presente esto: "Aquel que en el futuro espere recibir pan de la Iglesia Católica, formará tranquilamente en ella; el que coníía recibir su pan del gobierno, queda seriamente prevenido con esto".

A pesar de que, según lo expuesto, se oponían a las procesiones toda clase de dificultades, y muchos empleados y dependientes fueron suspendidos, presionados y amenazados por haber tomado parte en ellas, cabe notar que las del año 1939, acusaron una asistencia extraordinaria. En Munich, por ejemplo, 16.000 fieles, entre ellos muchos jóvenes, 600 estudiantes universitarios de ambos sexos y muchos hombres, acompañaron al Santísimo.

En Frankfort, la concurrencia, precisamente de hombres, fué más numerosa que nunca. Acerca de la gran procesión de cmtorchas, que organiza anualmente en Munich la congregación Mariana de hombres el domingo de la Santísima Trinidad, nos informa uno de lo asistentes a la del año 1937: "También este año, miles dé hombres llevaron a través de las rn 11( us brillantes luces de colores, a pesar de secretas intimacio11 y menazas. Lo más notable fué que tomaba parte un grandísi111, 1 1111m ro de hombres jóvenes. Una profunda gravedad se obserd 111 11 1 dos los rostros, no siendo pronunciado el tradicional ser1111111 d, li, fi ata por el presidente de la Congregación de hombres de 111111 1 11 1 llvd . P. Rupert Mayer S. J., por impedírselo la prohibición de ., l, ,,1 1 q111 todavía pesa sobre él. Pero, como todos los años, el 1 1" l I t, 1 y 1 11 v consigo a todos los adherentes a la Catedral, donde, 1' 1o , 111 11111 111 111ponente fiesta, dirigió unas breves palabras do 1 I' , 1 1111, 11!11 11 11 leales adictos. Con honda emoción escucharon 1 11 1 1 d II su Director espiritual, a quien debían la fon

dttc16n y la prosperidad de su Congregación. Millares de fieles borcl aban las calles en respetuoso silencio durante la Procesión de antorchas".

También en la Alta Silesia Alemana, se trató, por todos los medios, de disminuir el número de participantes en la Procesión de Corpus, con el fin de dar la impresión de que los fieles católicos de la población de Alta Silesia, se apartaban más y más de la Iglesia.

En otros tiempos habían existido restricciones oficiales para el desarrollo de las procesiones, pero los fieles nunca las tuvieron en cuenta, razón por la cual, esta vez se recurrió a la gerencia de las grandes empresas industriales para presionar en esta forma al personal. Desde varios días antes aparecieron, en las entradas de las minas y de las fábricas, carteles, en los que el personal era invitado a trabajar el Día de Corpus, en atención a la necesidad de obtener una superproducción. Esto imitaba por completo el sistema de la propaganda de los dirigentes de la Unión Soviética. Los que dirigían el plan tuvieron la sorpresa de advertir que sus palabras obtuvieron sólo un resultado insignificante entre los trabajadores; tan es así. que la concurrencia de hombres católicos a las procesiones fué mayor que en los años anteriores. ·

En setiembre de 1939, se comunicó al clero católico de Baviera, que, desde entonces, las procesiones tradicionales, peregrinaciones, retiros, etc. que tuvieran lugar fuera de la iglesia, necesitaban un · permiso especial de las autoridades oficiales. Hasta entonces, las procesiones y peregrinaciones tradicionales habían sido exceptuadas de este requisito.

Por otra parte, cintas cinematográficas en las que se representaban fiestas religiosas, fueron confiscadas y prohibidas repetidas veces. Así ocurrió on ol año 1936 con un film documental sobre Lourdes, y en 1939 con una placa de linterna mágica en la que aparecía una fotografía d 1 Congreso Eucarístico de Budapest.

La mordaza radial

Un paso ad lanlo en el destierro de la religión de la vida pública, fué la prohibición de transmisiones religiosas por radiotelefonía.

Ya en 1936 varias emisoras del Reich Alemán, junto con la emisora de Hamburgo, resolvieron suprimir de sus programas la transmisión de disposiciones religiosas y litúrgicas, para no exacerbar la "Lucha contra el confesionalismo en la Vida Pública", resuelta por el Estado.

1 11 il 1 1 mbre de 1936, el Obispo nacional evangélico, Mons. 1 1, p1d1l c6 en el Periódico evangélico de Hamhm·go las siguien' 11 , 1 lttdas advertencias a los oradores del círculo cristiano: '/\ las. transmisiones radiales les falta lo esencial, al excluir 11111 y más de ellas a la Iglesia. Se desecha el deseo evidente de 11111chos camaradas, que sin duda es también el deseo oculto de lo mayoría del pueblo humilde alemán, de que .'.los sean devueltas loa transmisiones de los actos del culto. Se niega la existencia de la llamada "Lucha por el destierro del confesionalismo de la Vida Pública". Sin embargo, la omisión de aquello que para cada alemán s tanto como su propia nacionalidad, de aquello que va hasta lo más profundo de su ser, perjudicaría su nacionaiismo, y, lejos de

fomentar la unidad popular, más bien la dañaría. La historia demuestra de sobra que con esto son amargamente vengadas las faltas cometidas contra el pueblo".

En tanto que los alemanes "paganos" tenían plena libertad de realizar propaganda radiotelefónica, por ejemplo, el 28lllll937 fué transmitida una reunión del Círculo Nacional de Silesia por la broadcasting de Breslau en cadena con las de Gleiwitz y Gorlitz, fueron reduciéndose más y más las transmisiones de actos del culto y fies-cm cristianas. En abril de 1939, una solicitud dirigida a la broadcasting de Berlín, fué contestada en la siguiente forma: "Contestando su carta, le comunicamos que, en lo sucesivo, por razones técnicas, ya no propalamos en nuestros programas informaciones de índole confesional". Naturalmente, las organizaciones nacional-socialistas, en particular la Juventud Hitlerista, continuaron transmitiendo por la emisora sus iniquidades impías.

Antes de poner término a este capítulo, mencionaremos un hecho uignificativo: En el año de 1939, la prensa católica del Tercer Reich, fuó intimada a no hacer uso en sus crónicas y artículos de la palabra "pueblo", al referirse a la cantidad de personas que tesmaban parte 1 n las manifestaciones religiosas, por cuanto el nacional-socialismo < 111 ndía que el "pueblo" estaba com:tituído por la totalidad de los rn1cladanos del país, con prescindencia de toda clase de confesiones ,, 1 e¡ onas. l.11 importancia que reviste, para el nacional-socialismo, el des1 , 1111 1 d H o luto de la Iglesia de la vida pública, se halla de manifiesto li111il11111, , 11 los procedimientos brutales puesto:; en juego por lapo111 111 , 11 1<1 111c111ifestaciones religiosas públicas. Nos referiremos exten1 111111 11 Ir 11 , 1111 1 más adelante, al exponer las condenas de ilegalidad il I lt 11 11 1 ·1111 li e 1 1 a católicos alemanes.

Hemos hablado, ya, de las extraordinarias organizaciones de kc Iglesia para la cura de almc1s, de las manifestaciones públicas, peregrinaciones y procesiones. Pero, naturalmente, es mucho más importante, todavía, la misma cura de almas en sí, con sus diversos y austeros medios religiosos, como ser: la asistencia a Misa, la recepción de los Sacramentos, la asistencia del Sacerdote a los enfermos, encarcelados, etc. La importancia de una cura de almas intensiva por parte del Párroco, resulta puesta más en evidencia, por el hecho de que los círculos y asociaciones católicos que más habían contl'ibuído a propagarla y defenderla, fueron los más perseguidos por el solapado e implacable adversario.

Tampoco este campo interior de la vida cristiana quedó libre de la persecución del nacional-socialismo. Para demostrarlo, en primer lugar, citaremos unos cuantos hechos, como ser las dificultades puestas a los sacerdotes en su acción solícita en pro de lc:x salud de las almas, y las trabas que el nacional-socialismo pone a la cura de almas, por la Iglesia, mediante medidas drásticas contra los mismos creyentes.

Obstáculos a la cura de almas

V arias instituciones que habían sido creadas por el Episcopado alemán para ayudar a la obra de asistencia espiritual, como la Organización Escolar Católica y la Casa Central de la Acción Católica, transformada más tarde en un Consejo para la unificación de las obras parroquiales, debieron cerrar sus puertas, a pesar de que ambas llenaban una ipisión puramente interna de la Iglesia.

La prueba del modo cómo es vigilada esta obra de la Iglesia para la asistencia espiritual de las almas, la tenemos en los siguientes "Informes de sorvicio" dirigidos a un dirigente del N. S. D. A. P., informe que abarca los puntos siguientes: I l) Sermones de los clérigos locales. - Comisionar a personas de confianza para quo oigan los sermones y tomen nota de toda posible impugnación do la idea racial, de toda referencia a la Historia alemana, de cualquier defensa eventual del judaísmo y de todo censura a las ideas de esterilización. 2) Cursos parroquiales do religión, realizados en asociaciones confesionales. - Asistir a ellos y tomar nota de lo expuesto. 3) Ejercicios de movimiento. - Observarlos y vigilarlos. 4) Informar acerca de las Misiones, Ordenes que corresponden a Misionero3 y nombres de los Superiores de las Misiones.

5) Controlar reuniones para Misiones en el extranjero de: Centro del

Niño Jesús y Centro de Misión Ludwig. 6) Obtener listas de Peregrinos a Roma en las propias Comunidades. 7) Informar acerca de la construcción de Escuelas Católicas, nuevos templos y nuevos conventos y de la creación de nuevas Ordenes.

II

1) Vigilar el proceder de los sacerdotes católicos frente al nuevo

Estado. 2) Idem de los clérigos acerca del saludo alemán. 8) Informar acerca de la impugnación de medidas oficiales. (Probablemente a la GESTAPO). 3) Idem respecto a la propagación de noticias abominables. 5) Tomar nota de las faltas contra la moral cometidas por clérigos. 6) Vigilar la circulación de clérigos por la frontera (?). III

1) Vigilar los Círculos católicos. 2) Vigilar de modo especial las actividades de los Centros católico::; llamados: Liqa Católica de Mujeres, Sociedad Católica "Karitas",

Centros de Hombres, Liga de Jóvenes.

También causó graves perjuicios a la cura de almas la expulsión por el gobierno de muchos sacerdotes, deportados de sus feligresía::. sin ningún miramiento, prohibiéndoseles el ejercicio de su Ministerio. Las protestas y ruegos de los Obispos, solicitando que aquellos sacerdotes fueran reintegrados en sus puestos, o bien no recibían respuesta, o eran contestadas con gran demora.

También merece destacarse que la Capillita erigida en la Estación principal del Ferrocarril de Munich, donde todos los domingos celebraba una Misa matinal para excursionistas y viajeros, fué obligada a trasladarse.

Sin la menor base jurídica o legal, en muchísimos casos fueron 1 u oh ibidos y secuestrados, cartas, folletos, carteles y otros impresos 1111 1e limitaban exclusivamente a invitar a reuniones de carácter 1• 1it11al. 1:,1 1 oño 1935, en un lugar próximo a Munich, una ioven fué ti, h II cl11 p r la policía y llevada a presencia del Intendente, por l11il11 1 1 prnt clo a domicilio una invitación immesa, diri9ida a las l11v1 11 , 11 1•n1dóncioles el deber de la Comunión Pascual. Un ca tC'l 1•011 1 IÍltilo 11 Pmh s católicos, se os invita cordialmente a conc:nrrir o 1 • d 1 • p tw padres", qu(l hc;xbíct sido impreso en mayo d l 3

poi slablecimiento de arte gráfico Huber, de Munich, fué secuestrado, destruído y prohibido. Hasta hoy, en muchos lugares no se r rmite invitar a asistir a "Semanas religiosas para jóvenes", ni por medio de carteles, ni con volantes impresos, ni siquiera con esquelas escritas a mano. Los permisos solicitados al efecto han sido rehusados muchas veces por los Jefes de distrito respectivos. La reproducción a mimeógrafo de la invitación de un Cura Párroco a sus feligreses para tomar parte en una velada de adoración al Santísimo, fué secueztrada por la policía y prohibida.

Como es fácil ver, con semejantes restricciones, la preparación de misiones populares, la organización de Semanas religiosas y demás, fueron dificultadas en extremo, resultando prácticamente imposibles las concentraciones parroquiales en gran escala. Existía un verdadero ejército de empleados de distrito que, desde varias semanas antes de la celebración de las misiones populares organizadas exclusivamente con fines espirituales, como se comprende, pretendían averiguar toda clase de antecedentes, solicitando informaciones exactas y minuciosas acerca de la época de las conferencias, participación de colegios y centros, nombres y direcciones de los sacerdotes concurrentes, etc.

Después de la disolución forzada de la mayor parte de los Centros católicos, los sacerdotes con cura de almas, trataron de reunir a los fieles, especialmente a la juventud, en pequeños grupos sueltos, ofreciéndoles ciclos de conferencias religiosas. También en estas rel1niones las autoridades veían motivo de recelo, a pesar de que en ellas se trataban, pura y exclusivamente, temas religiosos.

Do acuerdo con una información del "Deutsches Nachrichtenbüro", el 11 de diciembre de 1937, en Hannover, el Ministro de Asuntos Ecler,::á~tico;, del íloich 1 i'?O la niguiente declaración a uno de los redactores d esa aq ncia noticiosa: "Nunca se ha impedido ejercer sus funciones a ningún párroco. Nadie ha impedido la celebración de Ofi...:ios Divinos o do la Misa". En realidad, se han producido numerosos nechos que demuestran lo contrario. Así, por ejemplo, para citar sólo .:dgunos casos registrados en la diócesis de Hildesheirn, a la que perte:1ece Hannóver, la celebración de la Santa Misa fué impedida en Münder del Deister, en Winsen del Luhe y en Hessen, Brunswick. Durante b celebración de la Santa Misa en un salón - por no dispon8rse de iglesia, - un policía entró en el local y, obedeciendo órdenes de la GESTAPO, gritó: "¡I-Ieil Hitler! ¡Queda prohibido el Oficio Divino!" En Vvesermünde se había convenido un servicio religioso especial para los católico3 que actuaban en aquellos "campai::.er.-.to:;; de trc,Ibajo,,,

pese a lo cual, la GESTAPO solamente lo permitía una vez por mes. Durante mucho tiempo, las autoridades de Münder del Deister prohibieron la celebración de la Santa Misa en una sala.

Los jefes de la Juventud Hitlerista organizaban astutamente sus desfiles y ceremonias, de modo que la celebración de los mismos tuviera lugar en horas que los jóvenes católicos debían concurrir a reuniones de carácter religioso-espiritual; el procedimiento no extrañará a nadie que conozca bien a fondo el espíritu dominante en aquella "Juventud del Estado". -

La interrupción de los oficios divinos era cosa muy frecuente. Así, por ejemplo, el 31 de marzo de 1935, en una localidad situada cerca de Tréveris, miembros de la Juventud Hitlerista, pertenecientes a un grupo de otra localidad y vestidos de uniforme, interrumpieron el sermón con risas y observaciones a media voz, entonando luego el cántico sagrado: "Cristo, Señor del nuevo tiempo", pero substituyendo la letra en forma blasfema, por: "Hitler, señor del nuevo tiempo". Los jefes del ya citado campamento de Lenggries, llegaron al extremo de hacer desfilar a los jóvenes frente al altar erigido al aire libre, tolerando que durante la celebración de la Santa Misa fuera cantada la cor.ocida copla de las divisas, y otras contra "la ralea negra", etcétera.

Las secciones del Partido molestaban muy a menudo la celebrat:ión de los oficios divinos, desfilando en formación delante de las iqlesias, y entonando canciones, de contenido hostil la mayor parte d las veces. Así, por ejemplo, el 11 de agosto de 1935, durante la ce1, hración de los oficios divinos de las 9 y de las 12, un grupo de la l1 1v ntud Hitlerista desfiló frente a la iglesia de San Matías, en Berlín, , 11lonc:mdo canciones injuriosas y da:µdo media vuelta a unos 50 mei•o I d distancia, para pasar de nuevo delante de la iglesia. 1 :1 8 de enero de 1936 fué perturbado el oficio divino que se cele1111 il ,c I n la iglesia de San Pío, en Munich. 1' 11 1 pliombre de 1939, en varias regiones de Alemania entró 1111 decreto por el cual quedaban prohibidas todas las activi1 r tualos extraordinarias. Indudablemente, tal decreto sig11, 1 q,cm paso hacia adelante en el camino de las restric1 111111r·c11 impuestas a la cura de almas, afectando especial-

1 1 ,

1 ,1,, 11111 roquial, toda vez que, entre otras cosas, impedía il , 11111 , 1 C ' CIC' s de renovación espiritual: las misiones y Jo,;

En Polonia

Durante la guerra actual, en la zona de Polonia ocupada por los alemanes, la cura de almas era impedida de manera brutal. particularmente en la diócesis de Gniezno y Poznan. De fuente absolutamente fidedigna, por una información que data del mes de enero de 1940, hemos sabido los detalles siguientes: En la zona de Polonia ocupada por los alemanes muchas iglesias fueron cerradas sin más ni más. Pero los procedimientos no eran igua1 les en todas partes. La catedral de la arquidiócesis de Gniezno, que en los últimos años había sido restaurada y reformada, fué cerrada por la policía, pretextando su estado ruinoso. Sin embargo, eso no impidió que se realizaran en ella conciertos privados, que se grababan en discos. La Iglesia de la Santísima Trinidad, la más importante de la parroquia, fué profanada. Las iglesias donde todavía quedaban sacerdotes - la mitad de las parroquias de aquella arquidiócesis habían sido privadas de sus sacerdotes, - podían abrirse solamente los domingos, de 9 a ll. Unicamente en Bydgoszcz (Bromberg) se goza de un poco más de libertad. A las nueve, apenas se abren las iglesias, muchísimas personas acuden para hacer bautizar a sus hijos, y para confesar y comulgar, de modo que los sacerdotes apenas pueden terminar la Misa antes de las 11, hora fijada por el reglamento para el cierre de la iglesia. Los Padres Lazaristas de Bydgoszcz fueron despojados de su magnífica iglesia, recién construída, quedando prohibido celebrar en ella oficios divinos. En lo que atañe a la arquidiócesis de Poznan, tenemos noticias concretas de los siguientes hechos: La catedral de la ciudad de Posen, que al mismo tiempo era iglesia parroquial para un radio habitado por 14. 000 almas, fué cerrada por la policía, con el pretexto de que se hallaba en estado ruinoso. Las llaves están en poder de la GEST APO. La iglesia más hermosa de Posen, la colegiata de Santa María Magdalcma, iglesia parroquial para una población de 23. 000 almas, fué cerrada también. Lo mismo sucedió con la iglesia de los

Jesuítas de Posen. En las iglesias de la arquidiócesis de Posen que todavía permanecían abiertas, sólo estaba permitida la celebración de oficios divinos los domingos, de 9 o 11. En alqunos casos, los sacerdotes procedían a celebrar también la Santa Misa los días hábiles. muy de madrugada y a puertas cerradas, pero no tardó en serles terminantemente prohibido. En algunas iglesias estaba permitido cel'?brar Misas de Requiem, pero una sola vez por semana.

La asistencia a enfennos y presos

La asistencia espiritual es negada hasta a los enfermos y a los presos.

Indudablemente, este capítulo de la lucha del nacional -socialismo contra la Iglesia provocará las protestas de todo el mundo civilizado. Es un hecho irrefutable que durante años enteros se impidió

recibir los sacramentos a los internados en campos de concentración

y a otros presos, en muchos casos con prohibiciones concretas. En general, la cura de almas hacia los presos políticos fué sumamente restringida. Todos los pretextos imaginables, eran utilizados para impedir a los sacerdotes acercarse a los presos. En 1939, las autoridades austríacas trataron de impedir a todo trance que un sacerdote confesara a un preso; el inspector se negó a permanecer fuera del alcance de la voz, y no quería permitir que el sacerdote diera la absolución, por

ser pronunciada en idioma extranjero.

Desde el advenimiento al poder del nacional-socialismo, los enfermos internados en los hospitales se hallan en la más afligente de las situaciones. En los hospitales de Austria, por ejemplo, la asistencia espiritual propiamente dicha, es casi imposible. Antes de llamar a un sacerdote deben cumplirse un sinnúmero de fo:·:·nalidades. El personal de los hospitales, en vez de facilitar la asistencia espiritual, cpone a ella toda clase de dificultades, por lo cual los enfermos muy débiles o agonizantes no pueden ser asistidos por el sacerdote. Según el boletín de la diócesis de Viena, del 30 de septiembre de 1938, el 12 de julio del mismo año el Ministro de Culto de Viena publicó un decreto, estableciendo que la recepción del Viático debía ser solicitada por escrito por el propio enfermo, y que la Extremaunción sólo podía ser administrada en un aposento aislado. Para que las generaciones futuras puedan formarse una idea exacta d':! semejante decreto de las autoridades nacional-socialistas, -único por su crueldad y por su ob<-oluta falta de toda consideración, - reproducimos el texto íntegro del mi,,;mo, tal como fué promulgado, el día 19 de agosto de 1938, por 1 gobernador de la Alta Austria. El decreto dice: "A todos los hospitales públicos y particulares del territorio de la /\ Ita Austria. "Con el fin de prevenir inconvenientes y deficiencias de la oRiH 1 11 c ir1 médica en los hospitales, se dispone que la asistencia Rph 111,tl II los mismos quede limitada a los enfermos que la solic-il 11 ,

11" 111111 nt "l't, 1 tanto, los directores administrativos, de acu Hin 1·011 111 11

1tl ,IJ V ttl.,t1 -) ~¡, , ~~t4«,~0~~ij':,.:_~<.l)~( i~~I ..jJ., 1)( ' <'011d 011 s locales de cada una de aquellas instituciones, reglament(ll6t1 los servicios de asistencia espiritual, de modo que los respectivos el seos de los enfermos sean comunicados diariamente al personal 0 anitario, siendo transmitidos luego por escrito, directamente o por intermedio de la dirección, y a una hora determinada, a la repartición correspondiente. Sólo en casos excepcionales - agravación repentina del estado de un enfermo, necesidad urgente de una intervención quirúrgica difícil o internación de moribundos, - podrán formularse solicitudes a otra hora, pero siempre de acuerdo con el dictamen del médico de cabecera o del de turno. En las solicitudes se indicará: nombre del enfermo, número de la sala o del aposento y, e•,entuahnente, de la cama, así como la clase de servicios espirituales cuya administración se desea. "Queda terminantemente prohibido a los empleados de todas las ..:alegorías influenciar al respecto a los enfermos, en ningún sentido. "Sin excepcién, el servicio espiritual deberá ser prestado en confm.·midad con el servicio médico, es decir, de acuerdo con la índole de la sala del hospital, etcétera. Así, por ejemplo, por razones médicas y psicológicas, el sacramen~o de la extremaunción no se administrará en una sala donde se asistan otros enfermos graves. "En conformidad con el decreto circular ZI. 53.632 del 22 de julio de 1938, del Ministro del Interior y de Culto, el contenido de la presente es dado a publicidad, quedando invitados a tomar buena nota del mismo los directores, jefes de salas y sacerdotes encargados de la asistencia espiritual en los hospitales."

En realidad, se trataba de dificultar la administración de los santos sacramentoa por todos los medios, o, de inducir a los fieles a que dejen do recibirlo~. mediante burlas y escarnio.

El 1 d novi m r do 1937, n 'Das Schwarze Korps" apareció un artículo titulado "No ll toques ni me beses", en el que se decía lo siguiente: l' ~r íl: .~ "La salud d lo r cién nacidos preocupa sobremanera a los padres y a los m dicos, p ro, más que a éstos, a los sacerdotes católicos, quienes d dican todas sus energías a conseguir que las almas de los recién nacidos El an limpiadas del pecado original por medio del Bautismo. Con tal fin, el Reverendo Padre se mete el dedo en la boca y, después de haberle soplado al recién nacido en el rostro, le moja las narices y las orejas con la saliva. Si la criatura emoieza o llorar, el sacerdote, para calmarla, le pone un poco de sal entre el labio inferior y la encía. Sin embargo, en la mayoría de los casos eso no sirve para nada, razón Fºr la cU<;d recurre a echarle agua fría so-

bre la parte posterior de la cabeza. Más tarde, las enfermeras deben esforzarse para calmar a las criaturas excitadas, a la cabecera de cuyas camitas hay carteles en los que se lee: "¡No me toques ni me beses!" Finalmente, las enfermeras muestran los niños a los padres, pero a través de una vidriera, debido a que los mortales comunes tienen la saliva infestada con microbios v no, como el Reverendo Padre, dotada de la virtud de lavar todos los pecados originales. "Dicen que el Bautismo es un Sacramento instituído por Jesucristo, a pesar de haber sido San Juan el primero en practicarlo y quien bautizó al mismo Jesucristo en el Jordán. Ni él ni Jesucristo se chuparon el dedo, ni comieron sal, aparte de que Jesucristo ya no se hallaba en la edad peligrosa de la mortalidad infantil. Por consiguiente, los sacerdotes católicos podrían prescindir de los actos "simbólicos", que no son inevitables ni de buen gusto. O, de lo contrario, los médicos de las maternidades deberían impedir que el Bautismo se realizara antes del día que también el padre de ]a criatura pudiera acercarse a la misma sin vidriera de por medio. Lo mismo que en el Jordán. donde el Bautista y la paloma se aproximaron al mismo tiempo".

La prensa partidista escarnece las disposiciones del episcopado relativas al bautismo de judíos; como ser por ejemplo, las disoosiriones de S. Em. el Cardenal Serédi, de Hunqría, comentadas en "Das Schwarze Korps", del 5 de enero de 1939, pág. 2.

La misma publicación, con fecha 27 de julio de 1939, relataba el <'rTso siguiente, que se decía sucedido en Essen: Una mujer, cuyo mar ido se había separado de la Iglesia hacía tres años, dió a luz un vmón, a quien la madre de la esposa hizo bautizar a escondidas de 11 yerno. Este, al enterarse, ateniéndose· a las formalidades de riqcr, nlkitó al tribunal correspondiente que la criatura fuese borrada de lrt 1 <110: de miembros de la Iglesia. Sin embargo, debido a aue lama1l1 rl la criatura se negó a dar el consentimiento que la ley estima mio, el tribunal tuvo que rechazar la solicitud.

V , 1 órgano de los SS expresa su indignación por este caso en 11111, 11! s términos: r 1,, r•rrh la menor duda de que la ley debe ser reformada. O 1 prnlr quien debe decidir por sus hijos - incapaces todavía , , ,m Al mismos - si han de pertenecer a la Iglesia o no to no puede apoderarse de los niños contra la voluny, 1 JOr tanto, la aspersión con agua bendita que se hizo 11,, 1 r1<io de ser una diversión sin valor legal nínquno; o, , 1 11 unto debe ser resuelto de común acuerdo entre 11 , o ln cual, si falta el consentimiento ele uno de

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