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Newsweek Península, junio 2020
COLAPSO ECONÓMICO EN YUCATÁN
La entidad se mantiene dentro de las cinco con mayor número de contagios, a pesar de las férreas medidas de confinamiento que dinamitaron la economía local
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POR FABIO FUENTES
ANALISTAS FINANCIEROS Y EM-
PRESARIOS CUESTIONAN ¿Cómo se mantiene el estado con alto número de contagios a pesar de ser los sacrificados de la epidemia? Los paliativos de despensas e incentivos fiscales de orden estatal, no recuperarán las finanzas ni a mediano plazo, advierten.
La hacienda estatal estima 80,000 desempleados, pero economistas de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), temen que la cifra podría llegar a 120,000 debido a la cantidad indeterminada de personas en edad productiva, quienes ni siquiera saben su condición de nuevos despedidos.
El panorama de la reactivación económica en Yucatán y Quintana Roo no comenzará cuando se levante el confinamiento, habrán de pasar al menos tres meses después del fin de la cuarentena, para saber si hay condiciones de salvar la economía 2020 en una ruta de incontables obstáculos, de acuerdo a cálculos empresariales.
Aproximadamente 65,000 yucatecos se afiliaron al seguro de desempleo emergente, pero además, la encuesta INEGI al último trimestre de 2019 arrojaba 21,000 personas sin trabajo en el estado, desde antes del cierre de negocios.
EN RUTA DE AYUDA HUMANITARIA Alvaro Cano Escalante, maestro en economía y administración pública e investigador universitario de la Autónoma, la Anáhuac, Marista y el Centro de Investigaciones Económicas (CIDE), advierte que el país está en ruta de ir por la ayuda humanitaria.
“De no cambiar la política económica de la federación, el país pasaría de la recesión a una depresión, y desde el extranjero es advertido que México podría engrosar las filas de los países necesitados de ayuda humanitaria ante la crecida de pobreza”, advirtió para Newsweek Península.
Señaló que el 33% de los ingresos federales dependen de las exportaciones petroleras, el resto, de los impuestos sobre la renta y al valor agregado. Los tres rubros están retenidos.
La caída de ingresos fiscales y ventas petroleras, arriesgan ajustes a las participaciones a los estados y de acuerdo al
economista consulto, Yucatán al aportar menos del 2% al Producto Interno Bruto (PIB) nacional, se ve pendido de un hilo sobre los recursos federales.
“Sí hay estimaciones, se calcula que en el caso general del país, el segundo trimestre podría tener una contracción económica del cinco al 15%, es un golpe terrible. Yucatán es una economía relativamente pequeña en el ámbito nacional y depende de los vaivenes del panorama nacional”, comentó.
Como en el resto del país, la actividad económica quedó relegada a una parálisis de dimensiones incuantificables. El gobierno del estado celebró durante la Fase III a inicios de mayo, que había logrado inhibir la movilidad ciudadana en 66% hasta alcanzar la meta de coartar el tránsito de las personas en 75%. Todo a fin de evitar la propagación del virus.
ECONOMÍA YUCATECA DEPENDIENTE Sin embargo, la parálisis destrozó a comerciantes, prestadores de servicios, industriales y un número indeterminado de nuevos desempleados, que ni con las despensas del gobierno o el seguro de desempleo alcanzan a mitigar la nueva brecha de despidos y pobreza.
“A pesar de su tamaño, es todavía menor su actividad económica en comparación con lo que debería corresponderle. Yucatán debería estar aportando cuando menos el 2% al PIB nacional pero no ocurre así. Quiere decir que la economía yucateca es dependiente del acontecer nacional”, refirió Cano.
Al cierre de 2019 el estado de Yucatán registró, de acuerdo al INEGI, 21,309 personas sin empleo ni actividad productiva alguna. En tanto que 59,049 encuestados por el organismo estadístico reportó estar en la subocupación.
Antes del estallido pandémico, la entidad apostaba su despegue laboral al incremento de visitantes, apertura de nuevos hoteles y la celebración del Tianguis Turístico en conjunción al período vacacional de Semana Santa, con la ampliación del aeropuerto de Mérida, así como la llegada de nuevos cruceros al remodelado puerto Progreso.
“Esperamos para el estado un impacto mayor incluso que el que tendría la recesión
nacional. Si la recesión en el país fuese, por ejemplo, del 5% para Yucatán sería del 7% probablemente, porque las economías pequeñas crecen más cuando el jalón es para adelante, pero como son parte del convoy se rezagan peor si viene el retroceso”, comentó Cano.
El presidente del Consejo Empresarial Turístico de Yucatán, Jorge Carrillo Sáenz, fue directo a la realidad: ni con los apoyos gubernamentales será posible para 181 alojamientos del estado cumplir con nóminas, cuotas al Seguro Social, impuesto sobre la renta y además los recibos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en la época más calurosa de la península.
El representante hotelero detalló que un negocio de alojamiento cubre no menos de 200,000 pesos de recibos de luz bimestrales, y el haberles permitido abrir al 15% de la capacidad no alcanzan a cubrir gastos. Menos la nómina de empleados, porque sea para una habitación o 10, el establecimiento debe contar con todos los servicios en operación.
Es la razón por la que la mayoría de hospedajes decidió cerrar, con la consecuencia sobre las cadenas de suministros para el consumo de bares, restaurantes y otros servicios.
80,000 DESEMPLEADOS Para el gobierno del estado la tasa de desempleo al final de la pandemia será engrosada con 80,000 pérdidas de plazas laborales, y la contracción del PIB será de entre el 7 y el 13%, reconoció en declaraciones a medios el secretario de Fomento Económico y Trabajo, Ernesto Herrera Novelo.
El Ejecutivo yucateco no veía otra alternativa que recurrir al endeudamiento para tratar de recuperar al menos 30,000 empleos, de acuerdo al Plan de Reactivación Económica.
Sin embargo, la Legislatura le negó al gobernador Vila el aval para contratar 1,720 millones de pesos en deuda, y el mandatario respondió en un mensaje furioso, que no habrá recuperación del empleo, en el más criticado de sus mensajes desde que asumió la responsabilidad.
La Encuesta Nacional del Empleo del INEGI arrojó que al cierre de 2019 en Yucatán todas las modalidades de empleo
informal sumaron 662,204 personas, lo cual representa al 60.8% de la población ocupada. El confinamiento también liquidó a quienes sobrevivían con trabajos no fijos y sin prestaciones.
El INEGI cerró con que el año pasado había 54,257 personas empleadas en el servicio doméstico remunerado. Hoy se desconoce cuántos habrán logrado salvar algún ingreso.
En 2019 el mandatario llevó a cuestas el crédito de 2,620 millones de pesos para el programa de seguridad estatal. 1,500 millones más para la contingencia sanitaria y pretendió uno mas de 1,720 millones pero le fue negado más endeudamiento.
LA CONSTRUCCIÓN EN PICADA La construcción y obra pública ya perdían impulso desde 2018, el dinamismo de la economía yucateca se remitía a servicios, porque la actividad primaria no es motor de desarrollo, lamentó el economista Álvaro Cano.
Describió que Yucatán fue uno de los estados con más expansión en el sector de la construcción, pero de dos años a la fecha empezó a desacelerar: “Si se cae la construcción tenemos el mayor indicativo del problema de la economía”.
En ese sentido, Herrera Novelo coincidió que la construcción es el referente del estado de la economía, porque el impacto es transversal a todos los sectores. La contracción de este sector dejaría de aportar al PÎB del estado alrededor de 3,000 millones de pesos y 60,000 empleos en riesgo.
Para el economista del CIDE, la fuga de maquiladoras a China en años recientes se resintió en la industria del estado, y la aportación de valor yucateca a la economía nacional, está centrada en el comercio y servicios.
“La aportación del sector primario a la economía yucateca es muy modesta y eso nos hace dependientes de consumir los productos de afuera, porque no tiene una agroindustria tecnificada y depende mucho del temporal”, refirió.
Cano añadió que el levantamiento de nuevos desarrollos inmobiliarios o complejos comerciales en micro ciudades al norte de Mérida, había perdido impulso al terminar 2019 con cero crecimiento económico nacional.
Al menos 8,000 trabajadores de la construcción yucatecos regresaron de Quintana Roo con el paro de la vecina entidad, y de manera local hasta 15,000 albañiles también se quedaron en compás
de espera, de acuerdo a cifras vertidas por la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda.
Además, otros 60,000 empleos se ven afectados con el paro de construcciones derivados de comercios proveedores de plomería, pintura y acabados. La cadena de afectación se hace interminable.
“Es indispensable incentivar la recontratación. Así como hay un programa dirigido al primer empleo, Jóvenes Construyendo el Futuro creo que se llama, habrían de ampliarlo y redirigir en apoyo de las personas que perdieron su plaza en esta crisis. Por lo menos durante dos meses entregar el recurso de esas becas a las empresas para que recontraten”, recomendó el analista financiero.
Añadió que en otros paises implementan programas de incentivos al consumo en actividades que sean multiplicadoras, es decir, con generación de ingresos, que permitan comprar productos y servicios, los cuales a su vez estén encadenados a otras actividades productivas.
“Así como pudieron reorientar el gasto para mantener sus proyectos Dos Bocas, Tren Maya y Santa Lucía, se podrían ejercer parte de esos recursos para programas urgentes, pero esta claridad como
lo comentamos no llega a quienes deben hacerlo, solo se necesita un cambio de mentalidad”, sentenció.
INDUSTRIA TEXTIL YUCATECA: 15,000 TRABAJADORES EN PARO El presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido delegación Yucatán, Fernando Muñoz Carrillo, enfatizó que el límite de sus agremiados –quienes aún subsisten- es al final de mayo. Si es prolongado el cierre a junio o julio ya no habrá modo de recuperarse.
En comentarios para Newsweek Península, el empresario textil lamentó que ni el Seguro Social o la Comisión Federal de Electricidad sean solidarios con su sector, porque no hay condonaciones de pagos y el acecho lo mantienen, a pesar de encontrarse en casi paro total.
Acusó Muñoz que el Infonavit ofreció a la cámara un “incentivo” de prolongar las cuotas, pero, sometido a interés añadido cual préstamo con gravamen.
Los industriales del vestido dependen en un 50% o más de las ventas a Quintana Roo por las boutiques de hoteles, centros comerciales y restaurantes. El freno a la Riviera Maya derivó otro golpe a la Canaive.
“El turismo cayó al 100%. Nos habíamos
preparado para el Tianguis pero nos quedamos los inventarios, tela, stock de prendas terminadas y con deudas a nuestros proveedores”, dijo el líder camaral.
Almacenes colmados con ropa de manta, casual y típica que venden para Quintana Roo, empiezan a convertirse en la loza mas pesada de no lograr colocar las piezas en el mercado, antes de la entrada del verano.
“Los hoteles están cerrados al 100% en ambos estados y de Yucatán se proveen camisetas o ropa ligera. El 80% de nuestros productos se cayeron también porque dependemos del turismo en toda la península”, aseguró.
“Ya llegó el momento de los vencimientos de las facturas, algunos agremiados lograron abrirse oportunidad al lograr convenios para maquilar ropa de trabajo esencial, pero son apenas el 15 %”, añadió.
Ahonda el problema que las cadenas departamentales no solo cancelaron los pedidos, sino además, cuando venga la reapertura, las prendas exhibidas antes del cierre habrán pasado de temporada.
“Cuando abra una tienda como Liverpool, por ejemplo, como la mercancía que tiene es de la temporada antepasada, lo que va a hacer es devolvernos el producto”, alertó Muñoz.
“Por otro lado tenemos problemas con los pagos del IMSS e Infonavit y al no tener ingresos, se complica cumplir con esa responsabilidad. No hemos recibido ningún apoyo federal. Infonavit nos propuso diferir los pagos para personas que no tengan crédito pero con actualizaciones y el 1.3 de interés, eso realmente es un tipo de préstamo, porque nos lo van a cobrar”, indicó.
El líder de los textileros pidió al gobierno federal apoyo con los pagos de impuestos, porque además, se suman problemas de rentas vencidas, nóminas y liquidación a proveedores.
“Llamamos a los caseros para que quienes nos puedan apoyar sean solidarios y evitar despidos de la gente, algunos lo hicieron pero no todos pueden. Si una tienda en un centro comercial tiene cuatro o cinco empleados y la renta es de 50,000 pesos, si nos condonan un mes o dos de renta tal vez podríamos conservar el empleo de esa gente”, refirió.
La industria del vestido tiene apoyos estatales con la confección de camisas escolares para el próximo ciclo escolar. Son mas de 41,000 camisas que dieron a los pequeños talleres familiares para que conservaran su trabajo esencial.
“De socios que somos, 140 más varios
que no están dados de alta con nosotros, estarán trabajando unas 10 empresas grandes y algunas menores. Nuestra fuerza laboral es de 17,000 trabajadores y no hay ahora más de 2,000 activos”, advirtió Muñoz.
Mención aparte se lleva CFE para la industria del vestido, porque hay elevados casos donde los medidores se encuentran
dentro de los locales cerrados, y para emitir recibos la “empresa de clase mundial”, alista una estrategia que tiene enardecidos a los empresarios del ramo.
“En el caso de las empresas cerradas o locales en plazas comerciales donde el medidor esté adentro, la CFE plantea hacer la suma de los tres últimos recibos y del promedio hará el recibo para el bimestre de la pandemia”, explicó.
“Nos van a querer cobrar como si hubiéramos estado abiertos al no poder acercarse al medidor. Nos quieren hacer una cuenta muy grande cuando no estuvimos operando”, agregó.
El líder de Canaive reveló que el ayuntamiento de Mérida solicitó permiso al congreso para un crédito de 400 millones de pesos con la finalidad de mitigar a los locales del centro actualmente confinados. Empero, después de junio no habrá más tela por donde cortar.
“Esperamos que en junio se vaya abriendo paulatinamente. Después de mayo viene la cruda realidad, lo que se pudo hacer se hizo, los fondos del gobierno se dieron, las rentas que se pudieron prorrogar o descontar ya vencieron, los créditos terminaron”, concluyó.
“Yo creo que lo mas duro viene ahora. Hay varias cortinas que ya cerraron desde
abril, la carga financiera, las deudas con bancos y proveedores. Aunque algunos lograron hallar un campo de oportunidad al hacer ropa de hospital y puede que ahora se queden en ese giro”.
ASEGURADORAS: 80,000 PESOS DIARIOS POR ESTAR INTUBADO Gabriel Polanco, analista y asesor de aseguradores en Mérida maneja una gama de 100 pólizas mensuales con varias firmas como Axa. El sistema dio un vuelco con la pandemia: aumentaron 50% las pólizas de vida, 65% las de gastos médicos mayores, pero en regresión cayeron 80% las de automóviles inscritos en plataformas digitales tipo Uber, el automotriz convencional e incluso las empresariales.
—¿Cuántos hospitales particulares aceptan pólizas por Covid-19?
—La mayoría de los “grandes”: Faro, Star Médica, Clínica Médica y CEMA…
—¿El costo por asegurarse contra el coronavirus?
—Depende del tamaño de la cobertura, temporalidad, desglose de pagos, edad y condiciones del contratante. No hay una forma de decir “este es el costo definitivo”. Este sector es muy delicado, hay agentes que ni siquiera informan que las coberturas, pagos y temporalidades, se pueden adaptar a las necesidades del contratante y en estas épocas de poca liquidez peor.
—¿Se elevó la demanda por contratar pólizas de gastos médicos mayores?
—Bastante, hay un temor generalizado, pero también se elevaron considerablemente las de vida. Hay un miedo infundado sobre contagiarse del virus y no lograr sobreponerse. Los nuevos contratantes y quienes renuevan –en capacidad de hacerlo- nos lo comentan, que de morir, no quieren dejar a sus familias en desamparo.
El sector de las aseguradoras se mantuvo a flote por el temor a la epidemia, sin embargo, los analistas infieren que la capacidad de atención en nosocomios particulares como Star Médica, está al límite por los seguros colectivos empresariales. Esto ha derivado en atrasos y quejas de usuarios.
“La atención en grandes hospitales particulares se va saturando por las grandes pólizas corporativas, esto hace que esos sitios aunque sean particulares se vean ocupados
como si fuera un seguro social particular. Es tanta la demanda de atención que el sistema particular hospitalario comienza a verse rebasado”, refirió Polanco.
—¿Cómo funciona la atención particular de aseguramiento por Covid-19?
—Las aseguradoras dispusieron médico en línea, puede ser vía whatsapp o telefónico, donde comienza un cuestionario para filtrar los síntomas del paciente sospechoso. En caso de ser susceptible a contagio, el médico contacta al hospital para el envío de ambulancia, con protocolos para aplicar la prueba al paciente.
—¿Cuánto cuesta en el sector privado contagiarse de coronavirus?
—Un ejemplo, una señora asegurada que estuvo ingresada al CEMA se llevó 90,000 pesos y eso que no fue necesario intubarla, afortunadamente respondió favorablemente. —¿Y cuánto vale quedar intubado? —Uuuy, en los particulares el día de respirador está en 35,000 pesos, la cama de terapia intensiva varía de otros 30,000 en Star Médica a 45,000 en el Faro. Puede salir el día intubado en 80,000 pesos, eso sin contar otros procedimientos, más medicamentos.
—¿Y por seguro cuánto cuesta la prueba de Covid?
—Varía también, aquí en Mérida anda entre 2,500 y 4,000 pesos. Es la que te demora un par de días el resultado, no es la rápida.
La gente está muy sensible y más cuando llegan noticias de la Ciudad de México de que se empiezan a quedar sin camas. No es el caso de Yucatán, pero lo que se ve en otros lados si afecta la sensibilidad de quienes pueden adquirir una póliza de gastos médicos.
Las restricciones a la circulación vehicular en la ciudad, más el cierre de comercios propició que cayera el negocio de plataformas digitales. Las pólizas de cobertura vehicular para automóviles empleados en Uber o Didí son 30% más elevadas que las convencionales.
“Pero cayeron drásticamente: de 80 altas promedio mensuales, este mes, han sido tres o cuatro. Las plataformas digitales indican que están paralizadas, y de no ser por las pólizas de vida o de hospital en el sector de los aseguradores, tampoco la habríamos librado”, concluyó.