La tecnología y la lectura
N
o son dos elementos antagonistas, sino que se necesitan mutuamente, Sin embargo, hay quien cree que la cultura tecnológica nos lleva a excluir alguna de las dos. Dicen o con ella o contra ella. O nos manifestamos unos defensores a ultranza de la informática, internet, los videojuegos, las redes sociales, los libros electrónicos, las pizarras virtuales o nos oponemos a ella. Nicholas Carr , profesor de literatura y especialista en el estudio del impacto de las tecnologías de la comunicación en el pensamiento , ha contado como al cabo de largo tiempo de utilizar la computadora , observó con alarma que había perdido su capacidad de leer textos largos . Se había acostumbrado a los vertiginosos cambios de pantalla que le permitían acceder a distintas fuentes de información instantáneamente, pero a cambio de un precio demasiado alto, ya que le costaba concentrarse en textos más extensos. Y se pregunta: ¿qué está haciendo internet con nuestras mentes? Las primeras víctimas según este profesor de literatura son la atención y la concentración. Internet nos facilita el acceso a una infinidad de contenidos, a cambio de no permanecer con la mirada fija en cada uno de ellos. Somos como surfistas que se deslizan por encima de textos movedizos como olas inestables.
Tal vez hayamos conseguido más habilidad para mantenernos en pie, pero no sabemos sumergirnos por las profundidades. No es una simple mudanza de hábitos. La pantalla privilegia lo visual. El escrito, lo mental. Internet favorece las comunicaciones intuitivas transmitidas en códigos de imágenes. El papel de imágenes. El papel, en cambio, invita al dialogo reflexivo, y por tanto, critico y creativo, con un texto con el que el lector puede demorarse y recapitular cuantas veces quiera. Todo necesita un tiempo de maduración para poder ser asimilado. Internet no es más que un canal a través del cual el usuario recibe unos datos. Al recibirlos queda la libertad de elegir ante los elementos que se amontonan y se suceden a toda velocidad, o el uso de la pantalla como si fuera la página quieta de un libro. Pero no nos engañemos. El medio es el mensaje. Internet es por definición el reino de lo breve y lo rápido, la multitarea, de los mensajes entrecortados e interrumpidos que rivalizan con otros mensajes para atraer nuestra precaria atención. En definitiva, las tecnologías tienen otras ventajas entre las que está la eficacia de la rapidez de su lenguaje, evitar palabras inútiles, ir al grano a buscar la máxima economía de unos enunciados escuetos, pero no perdamos el valor de la lectura reposada y de contenidos profundos.