Lod dos hermanos gemelos

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Los dos hermanos gemelos Hab铆a una vez dos hermanos, uno rico y otro pobre. El rico era un orfebre y de fr铆o coraz贸n. El pobre se manten铆a haciendo escobas, y era bueno y honorable. El pobre ten铆a dos ni帽os, que eran hermanos gemelos y uno tan similar al otro, como dos gotas de agua. Los dos muchachos iban de ac谩 para all谩 a la casa del rico, y a menudo consegu铆an algunas sobras para comer. Sucedi贸 que una vez cuando el hombre pobre se intern贸 en el bosque para traer broza, 茅l vio a un ave que era completamente de oro y m谩s hermosa que ninguna otra que 茅l jam谩s hab铆a tenido oportunidad de encontrar. 脡l recogi贸 una peque帽a piedra y se la lanz贸, y fue bastante afortunado para lograr golpearla, pero solamente una pluma de oro cay贸, y el ave se fue volando. El hombre tom贸 la pluma y se la llev贸 a su hermano, que la mir贸 y dijo, -"隆Esto es oro puro!"- y le dio mucho dinero por 茅l. Al d铆a siguiente el hombre pobre subi贸 a un 谩rbol de abedul, y estaba a punto de cortar un par de ramas cuando la misma ave sali贸 volando, y cuando el hombre busc贸 m谩s detenidamente, encontr贸 un nido con un huevo dentro de 茅l, el cual era de oro. 脡l llev贸 el huevo a su casa, y luego donde su hermano, que otra vez dijo, -"隆Esto es oro puro!"-, y le pag贸 lo que merec铆a. Por fin el orfebre se dijo, -"En efecto, me gustar铆a tener al ave para m铆 mismo."El hombre pobre entr贸 en el bosque por tercera vez, y de nuevo vio al ave de oro sentada en el 谩rbol, entonces 茅l tom贸 una piedra y la derrib贸 y la llev贸 a su hermano, que le dio un gran mont贸n de oro por ella. -"Ahora ya puedo mejorar mi condici贸n"-, pens贸 茅l, y se fue muy contento a su casa.


El orfebre era ma帽oso y astuto, y sab铆a muy bien cual tipo de ave era aquella. Llam贸 su esposa y le dijo, -"脕same esta ave de oro, y ten cuidado que nada de ella se pierda. Tengo un gran antojo de comerla toda yo mismo."El ave, sin embargo, no era un ave com煤n, sino de una clase tan maravillosa que quienquiera que comiera su coraz贸n y su h铆gado encontrar铆a cada ma帽ana un pedazo de oro bajo su almohada. La mujer alist贸 al ave, la puso sobre el asador, y la dej贸 asarse. Pero result贸 que cuando el ave estaba en el fuego, la mujer se vio obligada a salir de la cocina para hacer otro trabajo, y mientras tanto los dos ni帽os del fabricante de escoba pobre llegaron, se colocaron junto al asador y le dieron vuelta un par de veces. En ese momento dos peque帽os trozos del ave cayeron en la lata de goteo y uno de los muchachos dijo, -"Comamos estos dos peque帽os trozos; tengo tanta hambre, y nadie los echar谩 de menos."Entonces los dos comieron los pedazos, pero en eso la mujer entr贸 en la cocina y vio que ellos com铆an algo y pregunt贸, -"驴Qu茅 han estado comiendo ustedes?"-"Dos peque帽os bocados que cayeron a la lata"- contestaron ellos. -"Deben haber sido el coraz贸n y el h铆gado"-, dijo la mujer, completamente asustada. Y a fin de que su marido no pudiera notar su ausencia y se enojara, r谩pidamente mat贸 un joven pollo, sac贸 su coraz贸n y su h铆gado, los as贸 y los puso dentro del ave de oro. Cuando todo estuvo listo, ella lo llev贸 al orfebre, que consumi贸 todo 茅l solo, y no dej贸 nada de aquello. A la ma帽ana siguiente, sin embargo, cuando 茅l busc贸 bajo su almohada, esperando tener el pedazo de oro, no encontr贸 ning煤n pedazo de oro que se supon铆a deb铆a estar siempre all铆. Los dos ni帽os no sab铆an la gran fortuna que hab铆a llegado a sus dominios. A la ma帽ana siguiente, cu谩ndo ellos se levantaron, algo cay贸 traqueteando al suelo, y cuando lo recogieron vieron que eran 隆dos pedazos de oro! Entonces los llevaron a su padre, que se sorprendi贸 y dijo,


-"驴Como puede haber pasado?"Cuando al d铆a siguiente otra vez encontraron otros dos pedazos de oro, y as铆 diariamente, 茅l fue donde su hermano y le cont贸 la extra帽a historia. El orfebre inmediatamente supo como esto hab铆a venido a suceder, y que los ni帽os hab铆an comido el coraz贸n y el h铆gado de la ave de oro, y a fin de vengarse, porque sinti贸 envidia y dureza en su coraz贸n, 茅l dijo al padre, -"Tus ni帽os est谩n atrapados por el demonio, no tomes el oro, y no sufras por deshacerte de ellos para que no se queden m谩s tiempo en tu casa, ya que 茅l los tiene en su poder, y puede igualmente da帽arte a ti. El padre le crey贸 y temi贸 por el mal del demonio, y doloroso que fue para 茅l, condujo a los gemelos adentro del bosque, y con un coraz贸n triste los abandon贸 all铆. Y ahora los dos ni帽os corrieron en el bosque, y buscaron el camino a casa otra vez, pero no pod铆an encontrarlo, y s贸lo se perd铆an cada vez m谩s. Por fin se encontraron con un cazador, que les pregunt贸, -"驴De quien son ustedes?"-"Somos los hijos del pobre fabricante de escobas"-, respondieron ellos. Y adem谩s le dijeron que su padre no los tendr铆a m谩s tiempo en la casa porque un pedazo de oro aparec铆a est谩 cada ma帽ana bajo sus almohadas. -"Vengan", dijo el cazador, "eso no es tan malo, si al mismo tiempo ustedes se mantienen honestos y ocupados."Como al buen hombre le agradaron los ni帽os, y no ten铆a ninguno propio, 茅l los llev贸 a su casa y les dijo, -"Yo ser茅 su padre, y los mantendr茅 hasta que sean grandes."Pas贸 el tiempo y ellos aprendieron sobre la cacer铆a, y el pedazo de oro que cada uno de ellos encontraba cuando despertaban, fue guardado para ellos por el buen hombre por si ellos debieran necesitarlo en el futuro. Cuando ellos ya estuvieron grandes, su padre adoptivo un d铆a los llev贸 al bosque con 茅l, y dijo, -"Hoy van ustedes a hacerme su tiro de fin de ense帽anza, de modo que yo pueda liberarles de su aprendizaje, y llamarles verdaderos cazadores."-


Ellos fueron con 茅l para estar al acecho y se estuvieron as铆 por mucho rato, pero ninguna presa apareci贸. El cazador, sin embargo, mir贸 hacia arriba y vio un grupo de gansos salvajes que llegaban volando en la forma de un tri谩ngulo, y dijo a uno de los j贸venes, -"B谩jame de un tiro por vez, uno de cada esquina."脡l lo hizo exitosamente, y as铆 llev贸 a cabo su tiro de fin de ense帽anza. Poco despu茅s un nuevo grupo vino volando fomando la figura de un dos, y el cazador pidi贸 al otro joven tambi茅n bajar uno de cada esquina, y su tiro de fin de ense帽anza fue igualmente acertado. -"Ahora", dijo el padre adoptivo, "les confirmo el fin de su aprendizaje; ustedes son ya cazadores expertos."Luego los dos hermanos siguieron adelante juntos en el bosque, y se consultaban el uno con el otro planeando algo. Y por la tarde cuando ellos se hab铆an sentado a la cena, dijeron a su padre adoptivo, -"No tocaremos el alimento, ni siquiera tomaremos un bocado, hasta que usted nos haya concedido una petici贸n."-"驴Y cual, es su petici贸n?"- pregunt贸 el padre. Ellos contestaron, -"Hemos terminado ahora de aprender, y nosotros debemos ponernos a prueba en el mundo. Perm铆tanos que nosotros nos marchemos y viajemos."Entonces dijo el anciano con j煤bilo, -"'Ustedes hablan como cazadores valientes; que su deseo sea tambi茅n mi deseo; vayan adelante, todo ir谩 bien con ustedes."-


Con eso acordado, ellos comieron y bebieron alegremente juntos. Cuando el d铆a designado vino, su padre adoptivo dio a cada uno de ellos una buena arma y un perro, y dej贸 que cada uno de ellos llevara tantos pedazos de oro de los que ten铆an guardados como quisieran. Entonces 茅l los acompa帽贸 una parte del camino, y al momento de despedirse, 茅l les dio un cuchillo brillante, y dijo, -"Si alguna vez ustedes se separan, peguen este cuchillo en un 谩rbol en el lugar donde se separan, y cuando uno de ustedes regrese all铆, va a ser capaz de ver como a su hermano ausente le est谩 yendo, de modo que cuando el lado del cuchillo es girado en la direcci贸n por la cual 茅l se fue, se oxidar谩 si 茅l ha muerto, pero permanecer谩 brillante si 茅l est谩 vivo.' Los dos hermanos fueron todav铆a m谩s lejos hacia adelante, y llegaron a un bosque que era tan grande que fue imposible para ellos salir de 茅l en un d铆a. Entonces pasaron la noche all铆, y comieron lo que hab铆an puesto en sus bolsas de caza. Anduvieron todo el segundo d铆a igualmente, y todav铆a no sal铆an. Cuando no tuvieron nada para comer, uno de ellos dijo, -"Debemos cazar algo para nosotros o sufriremos hambre,"- y carg贸 su arma, y mir贸 alrededor 茅l. Y cuando una vieja liebre vino corriendo hacia ellos, 茅l puso su arma en su hombro, pero la liebre gritaba, -"Querido cazador, por favor d茅jeme vivir, y dos peque帽as liebres en mi lugar le dar茅"y salt贸 al instante en la espesura, y trajo dos j贸venes liebres. Pero las peque帽as criaturas jugaron tan alegremente, y eran tan bonitas, que los cazadores no pod铆an encontrar modo en sus corazones para matarlas. Por lo tanto las llevaron con ellos, y las peque帽as liebres los segu铆an detr谩s. Poco despu茅s de esto, un zorro se present贸 por delante; y ellos iban ya a pegarle un tiro, cuando el zorro grit贸, -"Querido cazador, por favor d茅jeme vivir, y dos peque帽os zorros en mi lugar le dar茅"-


脡l tambi茅n trajo dos peque帽os zorros, y a los cazadores no les gust贸 matarlos tampoco, y los agregaron a las liebres para su compa帽铆a. Y todos ellos los siguieron detr谩s. No fue mucho despu茅s que un lobo salt贸 de la espesura y los cazadores se prepararon para pegarle un tiro, pero el lobo grit贸, -"Querido cazador, por favor d茅jeme vivir, y dos peque帽os lobos en mi lugar le dar茅"Los cazadores ponen a los dos lobos al lado de los otros animales, y todos siguieron detr谩s de ellos. Entonces un oso vino, qui茅n quiso mantener su caminata, y grit贸: -"Querido cazador, por favor d茅jeme vivir, y dos peque帽os osos tambi茅n en mi lugar le dar茅"Los dos osos j贸venes fueron a帽adidos a los dem谩s, y hab铆a ya ocho de ellos. 驴Y quien lleg贸 al fin? Un le贸n vino, y sacudi贸 su melena. Pero los cazadores no se dejaron ser asustados y apuntaron a 茅l igualmente, pero el le贸n tambi茅n dijo, -"Querido cazador, por favor d茅jeme vivir, y dos peque帽os leones tambi茅n en mi lugar le dar茅"Y les trajo sus dos peque帽os. Ahora los cazadores ten铆an a dos leones, dos osos, dos lobos, dos zorros, y dos liebres, qui茅nes los segu铆an y les serv铆an. Mientras tanto su hambre no fue apaciguada por todo ello, y ellos dijeron a los zorros, -"Escuchen ustedes, compa帽eros astutos, prov茅anos de algo para comer. Ustedes son ma帽osos y sabios."Ellos contestaron, -"No lejos de aqu铆 est谩 un pueblo, del cual hemos tra铆do ya muchas aves; le mostraremos el camino."Entonces ellos entraron al pueblo, y con el oro se compraron algo para comer, y le dieron alimento a sus animales, y luego siguieron adelante. Los zorros, sin embargo, sab铆an su camino muy bien sobre el distrito y donde estaban las granjas de aves y eran capaces de dirigir a los cazadores.


Ahora ellos siguieron caminando por un rato, pero no encontraron situaciones en las cuales ellos podr铆an permanecer juntos, entonces dijeron, -"No hay nada m谩s que nos motive a seguir juntos, debemos ahora separarnos."Entonces dividieron a los animales, de modo que cada uno de ellos tuviera a un le贸n, un oso, un lobo, un zorro, y una liebre, y se despidieron el uno del otro, prometi茅ndose quererse el uno al otro como hermanos hasta su muerte, y pegaron el cuchillo que su padre adoptivo les hab铆a dado, en un 谩rbol, despu茅s de lo cual uno fue hacia el Este, y el otro fue hacia el Oeste. Uno de ellos lleg贸 con sus compa帽eros a una ciudad que estaba toda colgada con cresp贸n negro. 脡l entr贸 en una posada, y pregunt贸 al posadero si 茅l podr铆a acomodar a sus animales. El posadero le dio un establo, donde hab铆a un agujero en la pared, y la liebre sali贸 sigilosamente y se consigui贸 una col, y el zorro se tom贸 una gallina, y cuando ya la hab铆a devorado tom贸 tambi茅n al gallo, pero el lobo, el oso, y el le贸n no pod铆an salir porque eran demasiado grandes. Entonces el posadero les dej贸 ir a un lugar donde una vaca yac铆a en ese momento en la hierba, de modo que ellos podr铆an comer hasta que estuvieran satisfechos. Y cu谩ndo el cazador ya hab铆a atendido a sus animales, pregunt贸 al posadero por qu茅 la ciudad estaba as铆 colgada con cresp贸n negro. Dijo entonces el posadero, -"Porque la 煤nica hija de nuestro Rey debe morir ma帽ana."El cazador pregunt贸 si ella estaba enferma de muerte. -"隆No!", contest贸 el anfitri贸n, "隆ella est谩 vigorosa y sana, sin embargo debe morir!"-"驴C贸mo es eso?"- pregunt贸 el cazador. 'Hay una colina alta en las afueras de la ciudad, en la cual mora un drag贸n al que cada a帽o debe serle llevada una joven doncella, o 茅l dejar谩 al pa铆s entero hecho una basura. Pero ahora ya todas las doncellas le han sido dadas, y no hay ninguna otra excepto la hija del Rey, y no tiene ninguna piedad para ella; debe ser entregada a 茅l, y eso debe ser hecho ma帽ana."Pregunt贸 el cazador, -"驴Por qu茅 no han matado el drag贸n?"-


-"'Ah," contest贸 el posadero, "'tantos caballeros lo han intentado, pero eso les ha costado a todos ellos sus vidas. El Rey ha prometido que 茅l que derrote al drag贸n tendr谩 a su hija por esposa, y gobernar谩 igualmente el reino despu茅s de su propia muerte."El cazador no habl贸 nada m谩s sobre ello, pero a la ma帽ana siguiente tom贸 a sus animales, y con ellos subi贸 la colina del drag贸n. Una peque帽a iglesia estaba de pie en lo alto de ella, y en el altar hab铆a tres tazas llenas, con la inscripci贸n, "Quienquiera logre beber y vaciar las tazas se har谩 el hombre m谩s fuerte en la tierra, y ser谩 capaz de manejar la espada que est谩 sepultada antes del umbral de la puerta." El cazador no bebi贸, y sali贸 en busca de la espada en la tierra, pero fue incapaz de moverla de su lugar. Entonces entr贸, bebi贸 y vaci贸 las tazas, y ahora 茅l era bastante fuerte para tomar la espada, y su mano pod铆a manejarla f谩cilmente. Cuando lleg贸 la hora en que la doncella deb铆a ser entregada al drag贸n, el Rey, el mariscal, y los cortesanos la acompa帽aron. Desde lejos ella vio al cazador en la colina del drag贸n, y pens贸 que era el drag贸n que estaba all铆 esper谩ndola, y no quiso acercarse a 茅l, pero por fin, pensando en que por otra parte la ciudad entera podr铆a ser destruida, fue obligada a hacer el miserable viaje. El Rey y los cortesanos volvieron a casa llenos de pena; el mariscal del Rey, sin embargo, deb铆a quedarse en el sitio, y ver todo lo sucedido a una distancia prudente. Cuando la hija del Rey lleg贸 a la cumbre de la colina, vio que no era el drag贸n quien estaba de pie all铆, sino el cazador joven, que la consol贸, y dijo que 茅l la salvar铆a. La condujo dentro de la iglesia, y la cerr贸 con llave. No pas贸 mucho rato antes de que el drag贸n de siete cabezas llegara all铆 con un rugido fuerte. Cu谩ndo 茅l percibi贸 la presencia del cazador, qued贸 sorprendido y dijo, -"驴Que est谩s haciendo t煤 aqu铆 en la colina?"El cazador contest贸, -"Quiero luchar contigo."Y replic贸 el drag贸n,


-"Muchos caballeros han dejado sus vidas aqu铆, habr茅 hecho pronto un final de ti tambi茅n,"- y 茅l expuls贸 fuego por sus siete mand铆bulas. El fuego deb铆a haber encendido la hierba seca, y el cazador deb铆a haber sido asfixiado con el calor y el humo, pero los animales vinieron corriendo y pisotearon el fuego. Entonces el drag贸n se precipit贸 sobre el cazador, pero 茅l agit贸 su espada hasta que silbara por el aire, y cort贸 tres de sus cabezas al drag贸n. Entonces el drag贸n se puso furioso, y se elev贸 en el aire, y escupi贸 llamas de fuego sobre el cazador, y estuvo a punto de caer sobre 茅l, pero el cazador una vez m谩s sac贸 su espada, y otra vez cort贸 otras tres de sus cabezas. El monstruo se puso d茅bil y se derrumb贸, sin embargo a煤n era capaz de precipitarse sobre el cazador, pero 茅l, con su 煤ltima fuerza le cort贸 su cola, y cuando el drag贸n ya no pod铆a luchar m谩s, llam贸 a sus animales para que lo rasgaran en pedazos. Cuando la lucha termin贸, el cazador abri贸 la iglesia, y encontr贸 la hija del Rey yaciendo en el suelo, pues ella hab铆a perdido sus sentidos con angustia y terror durante la lucha. 脡l la sac贸, y cuando volvi贸 a su consciencia, y abri贸 sus ojos, 茅l le mostr贸 al drag贸n todo cortado en pedazos, y le dijo que ella ser铆a entregada a salvo. Ella se alegr贸 mucho y dijo, -"Ahora pronto ser谩s mi marido m谩s querido, como mi padre lo ha prometido a quien matara al drag贸n."Ah铆 mismo ella se quit贸 su collar de coral, y lo dividi贸 entre los animales a fin de recompensarlos, y el le贸n recibi贸 el broche de oro. Su pa帽uelo, sin embargo, en que estaba su nombre, se lo dio al cazador, que fue y cort贸 las lenguas de las siete cabezas del drag贸n, las envolvi贸 en el pa帽uelo, y las conserv贸 con cuidado. Hecho eso, como 茅l estaba tan d茅bil y cansado por el fuego y la batalla, dijo a la doncella, -"Estamos tanto d茅biles como cansados, mejor dormiremos un rato."Entonces ella dijo, -"S铆, es justo"-, y ellos posaron en la tierra, y el cazador dijo al le贸n,


-"Tu har谩s guardia, para que nadie nos sorprenda en nuestro sue帽o,"- y ambos se durmieron. El le贸n pos贸 al lado de ellos para vigilar, pero tambi茅n estaba tan cansado con la lucha, que llam贸 al oso y le dijo, -"Qu茅date cerca de m铆, debo dormir un poco; si algo viene, me despiertas."-

Entonces el oso se acomod贸 al lado de el le贸n, pero 茅l tambi茅n estaba cansado, y llam贸 al lobo y le dijo, -"Ponte cerca de m铆, debo dormir un poco, pero si algo viene, despi茅rtame"Entonces el lobo se pos贸 cerca del oso, pero 茅l estaba cansado igualmente, y llam贸 el zorro y le dijo, -"Qu茅date cerca de m铆, debo dormir un poco; si algo viene, despi茅rtame"Entonces el zorro qued贸 al lado de 茅l, pero 茅l tambi茅n estaba cansado, y llam贸 a la liebre y le dijo, -"Ponte cerca de m铆, debo dormir un poco, y si algo se ve venir, despi茅rtame"Entonces la liebre se sent贸 cerca de 茅l, pero la pobre liebre estaba cansada tambi茅n, y no ten铆a a nadie m谩s a quien pedir para que vigilara, y se durmi贸. Y ahora la hija del Rey, el cazador, el le贸n, el oso, el lobo, el zorro, y la liebre, dorm铆an todos un sue帽o reparador. El mariscal, sin embargo, qui茅n deb铆a mirar a una distancia, tom贸 coraje cuando 茅l no vio al drag贸n irse volando con la doncella, y viendo que toda la colina estaba tranquila, la subi贸. All铆 estaba el drag贸n cortado y tallado en pedazos sobre la tierra, y no lejos de 茅l estaban la hija del Rey y un cazador con sus animales, y todos ellos hundidos en un sue帽o profundo. Pero como el mariscal era malo y sin moral, sac贸 de su bolso un polvo m谩gico que hab铆a obtenido de un brujo, y colocando un poco en la nariz del cazador, lo


puso en estado de coma, o sea un sue帽o profundo del cual no hab铆a modo de que despertara, y agarr贸 a la doncella en sus brazos, y la llev贸 abajo de la colina. Entonces ella despert贸 y qued贸 aterrorizada, pero el mariscal dijo, -"Est谩s en mis manos, tienes que decir que fui yo quien mat贸 al drag贸n."-"No puedo hacer eso," contest贸 ella, "fueron un cazador con sus animales quienes lo hicieron."Entonces 茅l sac贸 su espada, y amenaz贸 con matarla si ella no le obedec铆a, y entonces la oblig贸 a que lo prometiera. Y as铆 茅l la llev贸 donde el Rey, que no sab铆a contenerse de la alegr铆a cuando una vez m谩s mir贸 a su querida hija con vida, y que 茅l cre铆a que hab铆a sido despedazada por el monstruo. El mariscal le dijo, -"He matado al drag贸n, y regresado a la doncella y salvado al reino entero tambi茅n, por lo tanto la exijo como mi esposa, como fue prometido. El Rey dijo a la doncella, -"驴Eso qu茅 茅l dice es verdadero?"-"Ah, s铆,"' contest贸 ella, "en efecto debe ser verdadero, pero no consentir茅 para celebrar la boda sino hasta el final de un a帽o y un d铆a,"- ya que ella pens贸 que durante aquel tiempo ella deber铆a o铆r algo de su querido cazador. Los animales, sin embargo, todav铆a yac铆an durmiendo al lado de su amo, quien estaba en coma, en la colina del drag贸n, y all铆 lleg贸 un gran abejorro y se pos贸 en la nariz de la liebre, pero la liebre lo quit贸 con su pata, y continu贸 durmiendo. El abejorro vino un segunda vez, pero la liebre otra vez lo quit贸 frotando su nariz y volvi贸 a dormir. Entonces vino por tercera vez, y pic贸 su nariz de modo que 茅l despertara. Tan pronto como la liebre estaba despierta, despert贸 al zorro, y el zorro al lobo, y el lobo al oso, y el oso al le贸n. Y cu谩ndo el le贸n despert贸 y vio que la doncella no estaba, y su amo tan dormido que no despertaba, comenz贸 a rugir terriblemente y gritaba, -"驴Qui茅n ha hecho esto? Oso, 驴Por qu茅 no me despertaste?"El oso pregunt贸 al lobo, -"驴Por qu茅 no me despertaste?"-


Y el lobo al zorro, 驴Por qu茅 no me despertaste?"Y el zorro a la liebre, 驴Por qu茅 no me despertaste?"La pobre liebre sola no sab铆a que respuesta hacer, y la culpa recay贸 sobre ella. Entonces ya iban ellos a caer sobre ella, pero les suplic贸 diciendo, -"No me maten, despertar茅 a nuestro amo a la vida otra vez."S茅 de una monta帽a en la cual una ra铆z crece que, cuando colocada en la boca de alguien, lo cura de toda enfermedad y de toda herida. Pero la monta帽a est谩 a doscientas horas de aqu铆. El le贸n entonces dijo, -"En cuatro-y-veinte horas debes haber corrido hasta all谩 y regresado, y haber tra铆do la ra铆z contigo."Obedeciendo, la liebre salt贸, y en cuatro-y-veinte horas estuvo de vuelta, y trajo la ra铆z con ella. El le贸n puso la cabeza del cazador en la mejor posici贸n, y la liebre coloc贸 la ra铆z en su boca, e inmediatamente empez贸 a moverse lentamente, y sus ojos se abrieron, y la vida, completamente despierto, volvi贸 a 茅l. Entonces el cazador se alarm贸 cuando no vio a la doncella, y pens贸, -"Ella debe haberse marchado mientras yo dorm铆a, a fin de deshacerme de m铆."Al mediod铆a, cuando 茅l iba a comer algo, pregunt贸 a los animales lo que le hab铆a pasado en su sue帽o. Entonces el le贸n le dijo que ellos, tambi茅n, se hab铆an dormido todos del cansancio, y al despertar, lo hab铆an encontrado sumido en coma, o sue帽o profundo, y que la liebre hab铆a tra铆do la ra铆z curadora. El cazador, sin embargo, estaba triste en su coraz贸n, y viaj贸 por el mundo, e hizo su baile de animales ante la gente. Y sucedi贸 que exactamente al final de un a帽o 茅l volvi贸 a la misma ciudad donde 茅l hab铆a librado a la hija del Rey del drag贸n, y esta vez la ciudad estaba alegremente decorada con tela roja. Entonces 茅l pregunt贸 al posadero,


-"驴Qu茅 significa todo eso?", "el a帽o pasado la ciudad estaba toda colgada con cresp贸n negro, 驴qu茅 significa la tela roja hoy?"-


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