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Mujeres en obra:
Formación y trabajo para desarmar estereotipos
Mujeres en Obra es una organización que reúne a 15 mujeres dispuestas a no dar nada por sentado: integran el escaso 5% de mujeres que trabajan en construcción y oficios asociados a nivel nacional, señalan cómo la incorporación de tecnología desplazaría a la fuerza física como condición necesaria para las tareas y defienden cupo de género equitativo en un rubro de alta rentabilidad como es la industria de la construcción. Mientras, así como se forman en usos y comercialización de productos para obra, también lo hacen en género. “Las jornadas de trabajo se organizan considerando la ejecución y resultado en obra, pero también contemplando el rol materno de nuestras trabajadoras. Pensamos en espacios de cuidado a partir de que algunas no podían asistir por este tema. Esto no puede ser un impedimento, tendemos redes con proveedores, profesionales y otras organizaciones con valores comunes”, explica Alejandra Cabeza quien junto a Georgina Arnhold, arquitecta, lideran la iniciativa que no para de crecer desde el epicentro constructivo del sur de Santa Fe, el gran Rosario.
- Cómo nace Mujeres en Obra? Cuál es su objetivo/metas?
-Podemos decir que los valores que gestaron el proyecto están en nosotr@s hace muchos años. Antes de conocernos incluso. Pero la pandemia nos cruzó con Georgina (Arnhold), vinculada laboralmente al rubro desde hace varios años casi de forma casual y este escenario disruptivo nos interpeló como mujeres en el ámbitos personal, profesional y social. Decidimos que queríamos dejar nuestra huella positiva en la construcción con un objetivo claro: aportar en forma concreta a la equidad de género en las obras de construcción desde una perspectiva sustentable, con impacto social y rentable. Mujeres en Obra define nuestro compromiso de generar inclusión laboral de calidad con perspectiva de género
- Cuántas mujeres están participando o han participado desde los comienzos?
-Casi mágicamente nos dimos cuenta de que éramos más de 15 mujeres formando parte del Equipo del Programa de Formación y entrenamiento y del staff de apoyo que nos permite armar los equipos de trabajo. Todas con alguna experiencia o conocimiento y con valores comunes. Con Georgina somos las impulsoras de este proyecto, pero les pertenece a cada una, así como también a las que seguirán incorporándose. Nuestro lanzamiento oficial es reciente, pero tanto Georgina como yo tenemos ‘expertise’ vinculado a la obra y materiales de construcción hace casi 15 años.
- La industria de la construcción no resulta un ambiente fácil y receptivo para mujeres, ¿cómo se preparan para avanzar pese a eso?
-Creemos que hay un contexto social e histórico que está cambiando. Hace unas semanas asistimos a una jornada virtual organizada por Camarco y otros actores públicos y privados sobre Equidad y Género. La realidad está cambiando más rápido de lo que podemos procesarla, estamos en un momento de transición, pero hay datos objetivos. El rubro de la construcción es una de las actividades económicas que mejor sintetiza la desigualdad de género: es percibida y naturalizada como masculina por la mayoría de l@s actores del sector y también a nivel social. Actualmente, el porcentaje de mujeres presentes en obra es menor al 5%. Y este porcentaje corresponde en su mayoría a profesionales arquitectas y administrativas. Los oficios con experticia no abundan. Sin embargo, sigue siendo uno de los sectores más dinámicos de la economía, aunque con un alto grado de informalidad. Eso nos hace ruido. Desde lo específico, creemos que en parte debido a las características del sistema constructivo tradicional predominante y a una baja inversión en incorporación de tecnologías y capacitación que se traducen en tareas de alto esfuerzo físico y escasa calificación. Nos resulta innecesario, por ejemplo, ver a personas levantando bolsas de 50kg más allá de su fuerza física. Y estas problemáticas nos incluye pero a la vez nos excede a las mujeres (ver nota)
¿Como abordamos esto? A través del programa de formación y entrenamiento que no solo consta de una formación teórico-práctica sobre los productos que comercializamos y aplicamos, sino también sobre todas las problemáticas que nos atraviesan. Generamos instancias formales e informales para adquirir buenas prácticas y conversar sobre aquello que nos atraviesa.
-Qué rubros resultan más y menos permeables a la mano de obra femenina? ¿Electricidad, pintura, colocación de sanitarios, etc.?
-Si bien hay rubros “más permeables” a la mano de obra femenina si esto lo asociamos a la fuerza física o a la precisión, repensar el cambio de perspectiva reconfigura los conceptos de permeabilidad en oficios. Para mujeres y otras identidades. Es decir, si para preparar un revoque reemplazamos el clásico pastón preparado en obra por productos listos para mezclar con agua no solo reducimos procesos, esfuerzos y optimizamos recursos sino que simplificamos la tarea para que pueda ser ejecutada por cualquier persona. Si para construir utilizamos ladrillos de encastre de plástico reciclado que pesan 11 veces menos que un bloque sucede lo mismo.
-Creen que apostar a la tecnología favorecerá una mayor equidad de género en la construcción? ¿Por qué?
-Sí. La incorporación de tecnologías y capacitación es inversamente proporcional al desarrollo de tareas con mucho esfuerzo físico y escasa calificación. Por tanto creemos que esto favorece la equidad de género pero también define un compromiso con mejorar la calidad de vida de todas las personas que trabajan en obra invirtiendo en técnicas, materiales y procesos más sostenibles.
- ¿Qué es la filosofía de triple impacto? ¿Cómo articulan género y sustentabilidad?
-Es un concepto de éxito corporativo diferente, un modelo. Mujeres en obra emprende en base a 3 principios alineadas a la filosofía de triple impacto: impacto Social, Sustentabilidad y Rentabilidad. Generamos espacios y condiciones que contribuyan a la equidad de género en el rubro promoviendo la independencia económica y mejoras en la comunidad. (Ej: Las jornadas de trabajo se organizan considerando la ejecución y resultado en obra, pero también contemplando el rol materno de nuestras trabajadoras. Pensamos en espacios de cuidado a partir de que algunas no podían asistir por este tema. Esto no puede ser un impedimento. Tendemos redes con proveedores, profesionales y otras organizaciones con valores comunes. (Ej: Implementamos nuestro Programa de Formación y entrenamiento en colaboración con el Centro de Formación Profesional de la UOCRA San Lorenzo y nuestros proveedores).
Aportamos a la jerarquización de los oficios ejecutando soluciones distinguidas y sustentables en obras. (Ej: Nos formamos en la ejecución de productos con valor añadido. El programa contempla especialización según las habilidades, conocimientos y preferencias de cada mujer sin descuidar la solución constructiva con concepto estético. Valoramos el detalle). Desde Mujeres en Obra estamos aportando a la #ConcienciaConstructiva.
Lideresas de Mujeres en Obra
Alejandra Cabeza
15 años de experiencia en empresa nacional fabricante de premezclas para la construcción. Desempeño en la Coordinación Comercial y Capacitaciones para el desarrollo de mano de obra especializada. Asesora experta en sistemas de revoques proyectables y otros morteros para la construcción. Modelo de Venta Consultiva.
Arq.Georgina Arnhold
8 años de trabajo como Profesional Independiente en proyecto, diseño y dirección de obras. Asesora comercial experta en usos y procesos de aplicación de materiales sustentables (ladrillos y venecitas plásticas, maderas tecnológicas. Entre otros productos para la construcción). Capacitación especializada de mano de obra.