u EDICIÓN ESPECIAL u
!"""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""R
!"""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""""R
la salud en
LÉ
ALO
YP
ÁSE LO
¿EPS?
Bogotá N1
A1
N1
EL DOCTOR ESTÁ ENFERMO POR CLARA LÓPEZ OBREGÓN ALCALDESA (D) DE BOGOTÁ Agosto 2011 - Edición No. 14 PROHIBIDA SU VENTA ISSN: 2027 - 2200 www.bogotapositiva.gov.co www.bogota.gov.co
2 La salud en Bogotá Agosto de 2011
Desde 1993 el gasto de los colombianos en salud ha crecido cerca de mil por ciento y los padecimientos, vaya paradoja, también en gran proporción. A pesar de este panorama, en Bogotá todo funciona de manera distinta a como ocurre en el resto del país.
El doctor está enfermo CLARA LÓPEZ OBREGÓN Alcaldesa (D) de Bogotá En el país se ha vuelto normal abrir la prensa y leer sobre un hospital cerrado, trabajadores de la salud que llevan meses sin recibir pago y personas que hacen largas filas para que les digan que no las pueden atender. También se lee sobre casos de ciudadanos que llevan meses o años esperando por una cirugía o miles de personas que al año tienen que “entutelar” para ser atendidas. Estas situaciones me hacen preguntarme si las cosas deben ser así. Yo no lo creo. Desde 1993 el gasto en salud de los colombianos ha crecido cerca de mil por ciento y los padecimientos, vaya paradoja, también en gran proporción. Algo está fallando en el sistema nacional de salud. No resulta aceptable que, a pesar de un esfuerzo económico sin precedentes, estos asuntos no encuentren solución. En 1993 cambiamos nuestro sistema. Ello se hizo, según se le dijo al país, para arreglar todos los problemas que tenía el sistema anterior. Se creó la Ley 100 y fueron introducidas las EPS. El gasto en salud se incrementó a gran velocidad. Hoy es de 34 billones de pesos anuales. Si se ha metido tanta plata ¿por qué los problemas no se resuelven y, al contrario, en muchos frentes se agravan? Las EPS intermedian el dinero que los colombianos aportan mediante los impuestos, las contribuciones obligatorias y voluntarias y el gasto de bolsillo. Estos rubros no han parado de crecer, al igual que las tutelas y las barreras para ingresar al sistema de salud. La plata le llega a las EPS, pero no fluye
a los hospitales y para los pacientes ya se volvió común escuchar: “Ese medicamento no lo hay, la cita se la daremos para dentro de un mes, usted no aparece en el sistema, ya se le autorizaron muchos exámenes, no hay cama, la EPS no autoriza ese tratamiento o esa cirugía…”. Cuando se montó el sistema de aseguramiento en salud, en el cual
POS. Se dijo que la competencia de las EPS llevaría a la construcción de una red de servicios que garantizaría el acceso a todos sin importar el origen social y étnico. Resulta que el sistema sí discrimina por origen social y étnico. Se dijo que las EPS crecerían y la salud también. Hoy existen EPS que han visto aumentar su patrimonio en más de 200 veces, mientras las personas se quedan enfermas en su casa
FOTO IGNACIO PRIETO R.
Clara López Obregón se une a la protesta estudiantil que exige un hospital universitario. las personas pagan y, en función de ese pago, reciben buena, regular, mala o ninguna salud, se les dijo a los colombianos que la población estaría cubierta en 2001. Hoy no toda la población está afiliada al contributivo o al subsidiado. Se les ofreció a los usuarios un Plan Obligatorio de Salud, POS, y el sistema niega medicinas o tratamientos que están en ese
o en las puertas de los hospitales o, lo que es peor, dentro del hospital mientras esperan la autorización de la EPS. Esta situación tiene que cambiar. Con la salud no se juega. La gente no se puede seguir muriendo de enfermedades que la medicina sabe curar. A pesar de este oscuro panorama, en Bogotá todo funciona de forma distinta
a como ocurre en el resto del país. Desde 2004 se tomó la decisión de crear una política de salud que convirtiera este servicio en un derecho. Se analizó cada una las barreras que tiene la ciudadanía cuando va a acceder al sistema de salud: geográficas, económicas y administrativas. Cada una de esas barreras se atacó. El Distrito, entonces, acercó los servicios a la gente. Construyó hospitales y centros de salud. Creó programas que llevaron a la casa, al colegio y al trabajo los servicios médicos. Y ejerció control sobre las EPS a través del flujo de recursos para que estas no negaran servicios y dieran las citas oportunamente. Las medidas fueron complementadas con una política de apoyos alimenticios en comedores comunitarios y colegios para mejorar la calidad de vida de las poblaciones vulnerables y evitar que estas enfermen. En la tarea se han invertido billones de pesos. Los resultados han sido tales que, por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud reconocen la labor de la Alcaldía de Bogotá. Este es un trabajo que debemos consolidar y profundizar. El almendrón del debate está en el papel que juegan las EPS en el sistema de salud. Esta edición de nuestro periódico busca contribuir en ese debate. Para la Alcaldía es indispensable que la ciudadanía tenga claridad sobre el por qué encuentran tantas dificultades a la hora de acceder a un servicio médico. Bienvenido el debate y que al final la razón se abra camino.
La salud en Bogotá Agosto de 2011
EPS MOROSAS A los hospitales públicos del Distrito, las EPS del régimen subsidiado Caprecom, Colsubsidio, Ecoopsos, Salud Cóndor, Salud Total, Unicajas, Solsalud y Humanavivir, les adeudan 213 mil millones de pesos. En materia de giros de recursos a los hospitales públicos, las otras EPS del régimen subsidiado ha cumplido con lo que la ley ordena.
La salud, de un servicio a un derecho La historia de la humanidad pasa siempre por la creación de formas de organización que den respuesta a los problemas y a las necesidades de los seres humanos: la alimentación, el techo, la política, la organización del Estado, la salud, entre otras. La complejidad de la organización social está vinculada a su nivel de desarrollo y a la forma como responde a las necesidades de la población. Con relación a la salud, se tiene que las comunidades inicialmente buscaban la cura a sus padecimientos en la chamanería y la brujería. A partir de allí, la respuesta a la enfermedad adquirió más complejidad. Nació la ciencia médica. Una comunidad que hace accesible esta ciencia y que se asegura que sus avances se distribuyan en forma justa, es más desarrollada. En los tiempos del medioevo, la Iglesia y los monarcas controlaban los Estados. Con el paso del tiempo, las guerras significaron avances en la medicina, ciencia que no se masificó hasta que se extendió el uso de la anestesia y la creación de sistemas públicos de salud. Las guerras mundiales crearon la necesidad de responder con rapidez a la gran masa de heridos, enfermos y mutilados que estas produjeron. Los países combatientes montaron redes hospitalarias. Los Estados emprendieron campañas para evitar el contagio de enfermedades transmisibles. Se desarrollaron vacunas contra la tuberculosis, el neumococo, la poliomelitis, el dengue, la viruela, el sarampión y otras enfermedades. Surgieron los sistemas de salud pública, es decir, aquellos que apuntaron a evitar el contagio de enfermedades, muchas de ellas mortales y a vigilar que el agua, los alimentos y el entorno no fueran focos de enfermedad.
Al mismo tiempo, el surgimiento de las masas obreras de la industria capitalista y la lucha de los trabajadores por mejores condiciones laborales dio pie a la creación de redes de salud para atenderlos. Nació así la seguridad social. En Colombia se fundó el Instituto de Seguros Sociales (ISS). Al tiempo se creó un sistema de seguros en el que las personas pagan a una empresa aseguradora para que una vez enfermen, sean atendidas. También se tiene el renglón de los que hoy se conocen como vinculados, personas de bajo nivel de ingresos quienes no tienen cómo pagar y acuden a hospitales públicos. Toda esta operación es financiada con impuestos, contribuciones y el gasto de bolsillo. En el país esto cuesta 34 billones de pesos al año.
un derecho desde 2008. La forma en que se organiza el sistema de salud puede garantizar o no este derecho. En 1993, Colombia modificó su sistema. Emuló el estadounidense, el más costoso entre los países desarrollados y donde, a pesar de un ingreso promedio por habitante de nueve veces superior el colombiano, existen 50 millones de personas sin salud. Ese mismo año se introdujo un actor inexistente: Las EPS. Estas entidades son aseguradoras que ofrecen un plan de cubrimiento a cambio de una tarifa pagada por el usuario. De ese pago las EPS sacan una ganancia. Si el usuario no pide servicios, las EPS guardan en sus arcas el valor del pago. Surge así una contradicción: si hay servicios de calidad se gana menos y si no los hay se gana más.
Todo sistema de salud debe tener tres pilares: Evitar la enfermedad, curar la enfermedad y mejorar el entorno económico y social de los individuos.
Todo sistema de salud debe tener tres pilares: Mejorar el entorno económico y social de los individuos y las familias (bienestar), evitar la enfermedad (salud pública) y curar la enfermedad (atención de primer, segundo, tercer nivel, etcétera). La calidad y acceso a la atención primaria depende de varios elementos. La sola existencia de un hospital o centro de salud no garantiza la atención, este puede quedar a una larga distancia de la residencia del paciente, no contar con personal suficiente o que ese personal tenga un régimen laboral que lo empuje a prestar un servicio de mala calidad. Las EPS no ofrecen, por ejemplo, con amplitud programas de prevención.
En Colombia, aunque la Ley 100 trata la salud como un servicio, la lucha social y legal de los usuarios llevó a la Corte Constitucional a declararla
En este mundo diverso, el modelo de la Ley 100 no es el único. Existen naciones con sistemas públicos que le llegan a la totalidad de su población. En Colombia, desde 2004 Bogotá emprendió la tarea de montar un sistema, que a pesar del marco general del aseguramiento, garantiza el derecho. Se estableció que en las zonas de la ciudad donde los bajos ingresos son pan de cada día, lleguen servicios en igual o mejores condiciones que en las zonas de estratos altos. Se extendieron los planes de vacunación gratuita. Se construyeron hospitales y centros de salud cercanos a la vivienda de los usuarios. Los programas de prevención y atención llegaron a la casa, al colegio y al trabajo de los usuarios. “Si la montaña no viene a Mahoma, Mahoma va a la montaña”, la filosofía de Salud a su Casa, Salud al Colegio y Salud al Trabajo. La que se denomina
atención primaria en salud se extendió de una forma nunca antes vista en la capital, a pesar de la Ley 100. Se fundó una EPS Distrital, Salud Capital, con mayoría de capital público, hecho también reflejado en la forma como se toman las decisiones. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), los que más saben del tema en el mundo, dicen que en Bogotá se han desarrollado con calidad programas que no se ven en ninguna otra ciudad de la tierra. Además, se reconoció la salud como un producto social, razón por la que se emprendió una política de mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes de barrios marginados. De allí que los comedores comunitarios y escolares y el aumento de la cobertura educativa, no deben verse aislados, sino como ejes de una visión integral que busca mejorar el nivel de vida de la gente. En este proceso también se definió la participación de la comunidad en las políticas de salud como un derecho. Pero en el resto del país el sistema está en cuidados intensivos. Este no es sólo un problema de corruptos. En el centro del debate está el modelo del aseguramiento. La pregunta a hacerse es si el modelo de la Ley 100 sirve para dar salud o para hacer de la salud un negocio. Si lo que prima es lo segundo, lo mejor será cambiar el modelo del aseguramiento. Otras naciones del mundo dan ejemplo y Bogotá también. La ciudad muestra que, si se dan los pasos correctos y no se convierte la salud en un negocio, es posible volverla un derecho. Que se abra, entonces, el debate y que la razón se ponga del lado del derecho de la ciudadanía, sin mirar clase, credo, etnia, opción sexual ni partido político.
3
4 La salud en BogotĂĄ
La salud en BogotĂĄ
Agosto de 2011
Agosto de 2011
RESULTADO IDEAL
EL SISTEMA QUE NOS PODRĂ?A CURAR 1˜>ĂŠiĂƒĂŒĂ•VĂŒĂ•Ă€>ĂŠĂŒĂ€ÂˆLĂ•ĂŒ>Ă€Âˆ>ĂŠ`i“œVĂ€?ĂŒÂˆV>ĂŠiĂƒĂŒ?ĂŠL>Ăƒ>`>ĂŠ iÂ˜ĂŠÂ?>ĂŠÂŤĂ€Âœ}Ă€iĂƒÂˆĂ›Âˆ`>`ĂŠ`iÂ?ĂŠVÂœLĂ€ÂœĂŠ`iĂŠÂ?ÂœĂƒĂŠÂˆÂ“ÂŤĂ•iĂƒĂŒÂœĂƒÂ°ĂŠ +Ă•ÂˆiÂ˜ĂŠÂ“?ĂƒĂŠĂŒÂˆi˜i]ʓ?ĂƒĂŠÂŤ>}>]ĂŠĂžĂŠÂľĂ•ÂˆiÂ˜ĂŠÂ“iÂ˜ÂœĂƒĂŠĂŒÂˆi˜i]ĂŠ “iÂ˜ÂœĂƒĂŠÂŤ>}>°Ê ÂœĂƒĂŠÂŤ>}ÂœĂƒĂŠ`iĂŠÂ?>ĂƒĂŠVÂœÂ˜ĂŒĂ€ÂˆLĂ•Vˆœ˜iĂƒĂŠĂƒiĂŠ iĂƒĂŒĂ€Ă•VĂŒĂ•Ă€>À‰>Â˜ĂŠ`iĂŠÂ?>ĂŠÂ“ÂˆĂƒÂ“>ĂŠvÂœĂ€Â“>°Ê/Âœ`ÂœĂƒĂŠÂ?ÂœĂƒĂŠ Ă€iVĂ•Ă€ĂƒÂœĂƒĂŠĂƒiĂŠÂŤÂœÂ˜iÂ˜ĂŠiÂ˜ĂŠĂ•Â˜ĂŠĂƒÂœÂ?ÂœĂŠvœ˜`ÂœĂŠÂŤĂ–LÂ?ˆVÂœĂŠ >`Â“ÂˆÂ˜ÂˆĂƒĂŒĂ€>`ÂœĂŠĂŒiĂ€Ă€ÂˆĂŒÂœĂ€Âˆ>Â?“iÂ˜ĂŒi°Ê ĂƒĂŒiĂŠÂ“Âœ`iÂ?ÂœĂŠ vˆ˜>˜Vˆ>À‰>ĂŠÂ?ÂœĂƒĂŠ}>ĂƒĂŒÂœĂƒĂŠ`iĂŠĂ•Â˜ĂŠÂ“Âœ`iÂ?ÂœĂŠ`iĂŠĂƒ>Â?Ă•`ĂŠÂŤ>Ă€>ĂŠ ĂŒÂœ`ÂœĂƒĂŠĂžĂŠĂŒÂœ`>ĂƒÂ°ĂŠ ÂœĂƒĂŠvœ˜`ÂœĂƒĂŠÂŤĂ–LÂ?ˆVÂœĂƒĂŠVĂ•LĂ€ÂˆĂ€Â‰>Â˜ĂŠÂ?>ĂŠ ÂŤĂ€iĂ›i˜VˆÂ?Â˜ĂŠĂžĂŠÂ?>ĂŠVĂ•Ă€>VˆÂ?Â˜ĂŠ`iĂŠÂ?>ĂŠi˜viÀ“i`>`ĂŠVÂœÂ“ÂœĂŠ ĂŒ>“LˆjÂ˜ĂŠiÂ?ĂŠLˆi˜iĂƒĂŒ>ÀÊ`iĂŠÂ?ÂœĂƒĂŠÂˆÂ˜`ÂˆĂ›Âˆ`Ă•ÂœĂƒĂŠĂžĂŠÂ?>ĂƒĂŠ v>“ˆÂ?ˆ>ĂƒĂŠĂƒi}Ă–Â˜ĂŠÂ?>ĂŠÂ˜iViĂƒÂˆ`>`ĂŠ`iĂŠV>`>ĂŠĂ•Â˜ÂœÂ°
FONDO PĂšBLICO NACIONAL DE SALUD
!"#$%
ESTADO
%$%$%$ %$%$%$%$% $%$%$% $%$%$%$%$ GANAN POCO GANAN MENOS O NADA, NO PAGAN MENOS %$%$%$ %$%$%$%$% PAGAN NADA $%$%$% $%$%$%$%$
%$%$% $%$%$ GANAN MĂ S PAGAN MENOS %$%$% $%$%$
SALUD PARA TODAS Y TODOS
INVERSIONES EN CALIDAD DE VIDA
IMPUESTOS $%$ %$% GANAN MĂ S PAGAN MĂ S $%$ %$%
ĂƒĂŒiĂŠĂƒÂˆĂƒĂŒi“>]ĂŠ>`Â“ÂˆÂ˜ÂˆĂƒĂŒĂ€>`ÂœĂŠivˆVˆiÂ˜ĂŒi“iÂ˜ĂŒiĂŠÂŤÂœĂ€ĂŠiÂ?ĂŠ ĂƒĂŒ>`ÂœĂŠVÂœÂ˜ĂŠÂŤ>Ă€ĂŒÂˆVÂˆÂŤ>VˆÂ?Â˜ĂŠ VÂˆĂ•`>`>˜>]ĂŠ`>À‰>ĂŠĂƒ>Â?Ă•`ÊÞÊLĂ•iÂ˜ĂŠĂ›ÂˆĂ›ÂˆĂ€ĂŠ>ĂŠ ĂŒÂœ`ÂœĂƒĂŠĂžĂŠĂŒÂœ`>ĂƒÂ°ĂŠ-ÂˆÂ˜ĂŠĂŒi˜iÀʾÕiĂŠ`iÂ“ÂœĂƒĂŒĂ€>ÀÊ ĂƒiĂ€ĂŠÂŤÂœLĂ€i]ĂŠĂƒÂˆÂ˜ĂŠ`ÂˆĂƒĂŒÂˆÂ˜}ÂœĂŠ`iĂŠVÂ?>Ăƒi]ĂŠVĂ€i`ÂœĂŠĂžĂŠ iĂŒÂ˜Âˆ>]ĂŠĂŒÂœ`>ĂƒĂŠÂ?>ĂƒĂŠÂŤiĂ€ĂƒÂœÂ˜>ĂƒĂŠ`ÂˆĂƒvĂ€Ă•ĂŒ>À‰>Â˜ĂŠ`iÂ?ĂŠ `iĂ€iVÂ…ÂœĂŠ>ĂŠÂ?>ĂŠĂƒ>Â?Ă•`°
%$%$%$%$%$%$%$ $%$%$%$%$%$%$% GANAN MENOS PAGAN MĂ S %$%$%$%$%$%$%$ $%$%$%$%$%$%$%
EPS
IMPUESTOS
ESTADO
FOSYGA
" "ĂŠ ĂŠ- 1, ĂŠ9ĂŠ , / -
EL SISTEMA QUE HOY NOS TIENE ENFERMOS
ÂœÂ?œ“Lˆ>ĂŠĂŒÂˆi˜iĂŠĂ•Â˜ĂŠĂƒÂˆĂƒĂŒi“>ĂŠĂŒĂ€ÂˆLĂ•ĂŒ>Ă€ÂˆÂœĂŠiÂ˜ĂŠiÂ?ʾÕiĂŠÂ?ÂœĂƒĂŠ VÂœÂ˜ĂŒĂ€ÂˆLĂ•ĂžiÂ˜ĂŒiĂƒĂŠÂľĂ•iʓ?ĂƒĂŠ}>˜>˜Vˆ>ĂƒĂŠĂŒÂˆi˜iÂ˜ĂŠĂƒÂœÂ˜ĂŠÂ?ÂœĂƒĂŠÂľĂ•iĂŠ }ÂœĂ˘>Â˜ĂŠ`iʓ?ĂƒĂŠiĂ?i˜Vˆœ˜iĂƒÂ°ĂŠ*ÂœĂ€ĂŠiĂƒÂœĂŠÂ?ÂœĂƒĂŠiĂƒĂŒĂ€>ĂŒÂœĂƒĂŠÂ“i`ÂˆÂœĂƒĂŠĂžĂŠ ÂŤÂœÂŤĂ•Â?>Ă€iĂƒĂŠV>Ă€}>Â˜ĂŠĂƒÂœLĂ€iĂŠĂƒĂ•ĂƒĂŠÂ…ÂœÂ“LĂ€ÂœĂƒĂŠiÂ?ĂŠÂŤiĂƒÂœĂŠ`iÂ?ĂŠĂƒÂœĂƒĂŒi˜ˆ“ˆiÂ˜ĂŒÂœĂŠ`iÂ?ĂŠĂƒÂˆĂƒĂŒi“>ĂŠ`iĂŠĂƒ>Â?Ă•`°Ê >ĂŠ iÞÊ£ääÊVĂ€iÂ?ĂŠĂ•Â˜ĂŠÂ“>Ă€VÂœĂŠÂ?i}>Â?ʾÕiĂŠv>VˆÂ?ÂˆĂŒ>ʾÕiĂŠiÂ?ĂŠ`ˆ˜iĂ€ÂœĂŠ`iĂŠ Â?ÂœĂƒĂŠÂˆÂ“ÂŤĂ•iĂƒĂŒÂœĂƒ]ĂŠ`iĂŠÂ?ÂœĂƒĂŠÂŤ>Ă€>vÂˆĂƒV>Â?iĂƒĂŠĂžĂŠ`iÂ?ĂŠ}>ĂƒĂŒÂœĂŠ`iĂŠLÂœÂ?ĂƒÂˆÂ?Â?ÂœĂŠ ¾ÕiĂŠÂŤ>}>Â˜ĂŠÂ?ÂœĂƒĂŠĂ•ĂƒĂ•>Ă€ÂˆÂœĂƒ]ĂŠĂƒiĂŠVœ˜ViÂ˜ĂŒĂ€iÂ˜ĂŠiÂ˜ĂŠÂ?>ĂƒĂŠ *-°Ê ĂƒĂŒ>ĂŠ ÂŤÂ?>ĂŒ>ĂŠĂƒiĂŠ`iLiÀ‰>ĂŠĂ•Ăƒ>Àʍ>Ă€>ĂŠVĂ•LĂ€ÂˆĂ€ĂŠÂ?ÂœĂƒĂŠÂ“i`ˆV>“iÂ˜ĂŒÂœĂƒ]ĂŠ ĂƒiĂ€Ă›ÂˆVÂˆÂœĂƒĂŠĂžĂŠÂŤĂ€ÂœVi`ˆ“ˆiÂ˜ĂŒÂœĂƒĂŠÂˆÂ˜VÂ?Ă•Âˆ`ÂœĂƒĂŠiÂ˜ĂŠiÂ?ĂŠ*"-°Ê ÂœĂƒĂŠ>ÂŤÂœĂ€ĂŒiĂƒĂŠ >ĂŠÂ?>ĂŠĂƒi}Ă•Ă€Âˆ`>`ĂŠĂƒÂœVˆ>Â?ĂŠÂ?Â?i}>Â˜ĂŠ>Â?ĂŠ ÂœĂƒĂž}>ÊÞÊÂ?ÂœĂƒĂŠÂˆÂ“ÂŤĂ•iĂƒĂŒÂœĂƒĂŠ>Â?ĂŠ ĂƒĂŒ>`ÂœĂŠĂžĂŠ`iĂƒÂŤĂ•jĂƒĂŠ>ĂŠÂ?>ĂƒĂŠ *-°Ê iĂŠ>Â?Â?‰Ê>ĂŠĂŒÂœ`>ĂƒĂŠÂ?>ĂƒĂŠÂˆÂ˜ĂƒĂŒÂˆĂŒĂ•Vˆœ˜iĂƒĂŠ ¾ÕiĂŠÂœvĂ€iViÂ˜ĂŠĂƒiĂ€Ă›ÂˆVÂˆÂœĂƒĂŠ`iĂŠĂƒ>Â?Ă•`ĂŠĂž]ĂŠÂŤÂœĂ€ĂŠĂ–Â?ĂŒÂˆÂ“Âœ]ĂŠ`iLiÂ˜ĂŠ VÂœÂ˜Ă›iĂ€ĂŒÂˆĂ€ĂƒiĂŠiÂ˜ĂŠĂƒiĂ€Ă›ÂˆVÂˆÂœĂƒĂŠÂŤ>Ă€>ĂŠ>ĂŒi˜`iÀÊ>ĂŠÂ?ÂœĂƒĂŠĂ•ĂƒĂ•>Ă€ÂˆÂœĂƒÂ°ĂŠ*iĂ€ÂœĂŠ iĂƒĂŒ>ĂŠV>`i˜>ĂŠ`iĂŠÂˆÂ˜ĂŒiÀ“i`ˆ>VˆÂ?Â˜ĂŠÂ˜ÂœĂŠiĂƒĂŒ?ĂŠ>}Ă€i}>˜`ÂœĂŠĂ›>Â?ÂœĂ€Â°ĂŠ*ÂœĂ€ĂŠ iÂ?ĂŠVÂœÂ˜ĂŒĂ€>Ă€ÂˆÂœ]ĂŠÂ?iĂŠiĂƒĂŒ?ĂŠĂƒĂ•ĂƒĂŒĂ€>Ăži˜`ÂœĂŠĂ€iVĂ•Ă€ĂƒÂœĂƒĂŠ>Â?ĂŠĂƒÂˆĂƒĂŒi“>°
UĂŠAHORRO EN GASTOS U UĂŠTUTELAS Y RECOBROS U CONTRIBUCIONES DE TRABAJADORES Y EMPRESAS UĂŠ "* "-ĂŠ9ĂŠ 1"/ -ĂŠ " , ", -ĂŠUĂŠ UĂŠ* , - -ĂŠU $%$%$%$%$%$%
La comunidad participa El derecho a la salud es un asunto de doble vĂa. No es solo que a los ciudadanos se les garantice el acceso al sistema y la participaciĂłn en la toma de decisiones, sino que la comunidad misma debe ejercer control social sobre la destinaciĂłn de los recursos y el diseĂąo y aplicaciĂłn de las polĂticas. Nadie conoce a la comunidad como ella misma. BogotĂĄ es la Ăşnica ciudad del paĂs que cuenta con una PolĂtica PĂşblica de ParticipaciĂłn Social y Servicio a la CiudadanĂa en Salud, construida
por las propias comunidades. La participaciĂłn social es un aspecto clave del derecho a la salud. La polĂtica de participaciĂłn ha fortalecido las asociaciones de usuarios en salud, los comitĂŠs de ĂŠtica hospitalaria y los comitĂŠs de participaciĂłn comunitaria. Teniendo en cuenta que las polĂticas se deben hacer entre todos, se han generado espacios deliberativos entre la comunidad y las instituciones distritales. En las
dos Ăşltimas administraciones se han llevado a cabo con ĂŠxito seis asambleas distritales por el Derecho a la Salud y a la Calidad de Vida, tres encuentros distritales de ComitĂŠs de ParticipaciĂłn Comunitaria, Copacos, dos audiencias pĂşblicas por el Derecho a la Salud y la Audiencia Ambiental del Sur “PĂĄrese duro por la calidad de vida en el surâ€?. TambiĂŠn se han respaldado dos congresos nacionales por la salud y el Congreso Internacional de Medicina Social.
AdemĂĄs de montarse una extensa red de puntos de atenciĂłn al ciudadano, para saber dĂłnde, cĂłmo y cuĂĄndo acceder a los servicios de salud, se crearon dos sistemas de informaciĂłn, pioneros en el paĂs: el Sistema de InformaciĂłn de Barreras de Acceso a la AtenciĂłn en Salud (Sidba) y el Sistema de Quejas y Soluciones (SQS). Éstos permiten monitorear la situaciĂłn en la ciudad y procuran resolver las barreras de acceso a los servicios. Estos sistemas son una herramienta para que la ciudadanĂa exija sus derechos.
PATRIMONIO DE LAS EPS UĂ&#x160; "Ă&#x160; 1/", < Ă&#x160; 8 -Ă&#x160;U UĂ&#x160; Ă&#x160;-1 -/,"Ă&#x160;9Ă&#x160; $ Ă&#x160; Ă&#x160; /"-Ă&#x160;U UĂ&#x160;- ,6 "-Ă&#x160; -* < "-Ă&#x160; 19Ă&#x160; "-Ă&#x160;U UĂ&#x160; "Ă&#x160;, / Ă&#x160; Ă&#x160; -* -/ Ă&#x160;U UĂ&#x160; ", Ă&#x160; Ă&#x160; "-Ă&#x160;* "-Ă&#x160; Ă&#x160; "-Ă&#x160; "-* / -Ă&#x160;U UĂ&#x160; "* "-Ă&#x160;9Ă&#x160; 1"/ -Ă&#x160; " , ", -Ă&#x160;U UĂ&#x160;/, ", -Ă&#x160; Ă&#x160;* "-Ă&#x160;U UĂ&#x160;-" , "-/"-Ă&#x160; Ă&#x160; /"-Ă&#x160;U UĂ&#x160; "Ă&#x160;, " " Ă&#x160; 1 -Ă&#x160; Ă&#x160; "-* / -Ă&#x160;U
RESULTADOS DE LA LEY 100 >Ă&#x192;Ă&#x160;L>Ă&#x20AC;Ă&#x20AC;iĂ&#x20AC;>Ă&#x192;Ă&#x160;`iĂ&#x160;>VViĂ&#x192;Â&#x153;Ă&#x160;>Ă&#x160; Ă&#x192;iĂ&#x20AC;Ă&#x203A;Â&#x2C6;VÂ&#x2C6;Â&#x153;Ă&#x192;Ă&#x160;Â&#x201C;j`Â&#x2C6;VÂ&#x153;Ă&#x192;Ă&#x160;ÂľĂ&#x2022;iĂ&#x160;ÂŤÂ&#x153;Â&#x2DC;iÂ&#x2DC;Ă&#x160;Â?>Ă&#x192;Ă&#x160; *-Ă&#x160;>Ă&#x160;Â?Â&#x153;Ă&#x192;Ă&#x160;Ă&#x2022;Ă&#x192;Ă&#x2022;>Ă&#x20AC;Â&#x2C6;Â&#x153;Ă&#x192;]Ă&#x160;>`iÂ&#x201C;?Ă&#x192;Ă&#x160;`iĂ&#x160; }iÂ&#x2DC;iĂ&#x20AC;>Ă&#x20AC;Ă&#x160;Â&#x201C;>Â?>Ă&#x160;V>Â?Â&#x2C6;`>`Ă&#x160;iĂ&#x160;Â&#x2C6;Â&#x2DC;Â&#x2C6;ÂľĂ&#x2022;Â&#x2C6;`>`]Ă&#x160; Ă&#x192;Â&#x153;Â&#x2DC;Ă&#x160;vĂ&#x2022;iÂ&#x2DC;Ă&#x152;iĂ&#x160;`iĂ&#x160;Â&#x201C;>Ă&#x17E;Â&#x153;Ă&#x20AC;iĂ&#x192;Ă&#x160;Â&#x2C6;Â&#x2DC;}Ă&#x20AC;iĂ&#x192;Â&#x153;Ă&#x192;Ă&#x160; ÂŤ>Ă&#x20AC;>Ă&#x160;Â?>Ă&#x192;Ă&#x160;>Ă&#x192;i}Ă&#x2022;Ă&#x20AC;>`Â&#x153;Ă&#x20AC;>Ă&#x192;°Ă&#x160; >Ă&#x192;Ă&#x160; *-Ă&#x160; Â&#x2DC;Â&#x2C6;i}>Â&#x2DC;Ă&#x160;Ă&#x192;iĂ&#x20AC;Ă&#x203A;Â&#x2C6;VÂ&#x2C6;Â&#x153;Ă&#x192;Ă&#x160;Â&#x2C6;Â&#x2DC;VÂ?Ă&#x2022;Â&#x2C6;`Â&#x153;Ă&#x192;Ă&#x160;iÂ&#x2DC;Ă&#x160;iÂ?Ă&#x160; *"-°Ă&#x160;"LÂ?Â&#x2C6;}>Â&#x2DC;Ă&#x160;>Ă&#x160;Â&#x201C;Ă&#x2022;VÂ&#x2026;Â&#x153;Ă&#x192;Ă&#x160;Ă&#x2022;Ă&#x192;Ă&#x2022;>Ă&#x20AC;Â&#x2C6;Â&#x153;Ă&#x192;Ă&#x160; >Ă&#x160;iÂ&#x2DC;Ă&#x152;>LÂ?>Ă&#x20AC;Ă&#x160;Ă&#x152;Ă&#x2022;Ă&#x152;iÂ?>Ă&#x192;Ă&#x160;ÂŤ>Ă&#x20AC;>Ă&#x160;Â&#x153;LĂ&#x152;iÂ&#x2DC;iĂ&#x20AC;Ă&#x160; Ă&#x192;iĂ&#x20AC;Ă&#x203A;Â&#x2C6;VÂ&#x2C6;Â&#x153;Ă&#x192;Ă&#x160;Â&#x153;Ă&#x160;Â&#x201C;i`Â&#x2C6;V>Â&#x201C;iÂ&#x2DC;Ă&#x152;Â&#x153;Ă&#x192;Ă&#x160; Â&#x2DC;i}>`Â&#x153;Ă&#x192;]Ă&#x160;Â?Â&#x153;Ă&#x192;Ă&#x160;VĂ&#x2022;>Â?iĂ&#x192;Ă&#x160;iÂ?Ă&#x160; Ă&#x192;Ă&#x152;>`Â&#x153;Ă&#x160;Â?iĂ&#x192;Ă&#x160; ÂŤ>}>Ă&#x160;>Ă&#x160;Â?>Ă&#x192;Ă&#x160; *-Ă&#x160;Â&#x201C;i`Â&#x2C6;>Â&#x2DC;Ă&#x152;iĂ&#x160;iÂ?Ă&#x160; Â&#x153;Ă&#x192;Ă&#x17E;}>Ă&#x160;ÂŤÂ&#x153;Ă&#x20AC;Ă&#x160;Â&#x201C;Â&#x153;Â&#x2DC;Ă&#x152;Â&#x153;Ă&#x192;Ă&#x160;iĂ?Â&#x153;Ă&#x20AC;LÂ&#x2C6;Ă&#x152;>Â&#x2DC;Ă&#x152;iĂ&#x192;°Ă&#x160; Â&#x153;Ă&#x192;Ă&#x160;VÂ&#x153;Â&#x2DC;Ă&#x152;Ă&#x20AC;Â&#x2C6;LĂ&#x2022;Ă&#x17E;iÂ&#x2DC;Ă&#x152;iĂ&#x192;Ă&#x160;Ă&#x17E;Ă&#x160;Ă&#x2022;Ă&#x192;Ă&#x2022;>Ă&#x20AC;Â&#x2C6;Â&#x153;Ă&#x192;Ă&#x160; Ă&#x152;iĂ&#x20AC;Â&#x201C;Â&#x2C6;Â&#x2DC;>Â&#x2DC;Ă&#x160;ÂŤ>}?Â&#x2DC;`Â&#x153;Â?iĂ&#x192;Ă&#x160;`Â&#x153;Ă&#x192;Ă&#x160;Ă&#x203A;iViĂ&#x192;Ă&#x160; ÂŤÂ&#x153;Ă&#x20AC;Ă&#x160;Ă&#x2022;Â&#x2DC;Ă&#x160;Ă&#x192;iĂ&#x20AC;Ă&#x203A;Â&#x2C6;VÂ&#x2C6;Â&#x153;Ă&#x160;>Ă&#x160;Â?>Ă&#x192;Ă&#x160; *-°Ă&#x160; >Ă&#x160; iVĂ&#x2022;>VÂ&#x2C6;Â?Â&#x2DC;Ă&#x160;`>Ă&#x160;VÂ&#x153;Â&#x201C;Â&#x153;Ă&#x160;Ă&#x20AC;iĂ&#x192;Ă&#x2022;Â?Ă&#x152;>`Â&#x153;\Ă&#x160; Â&#x201C;?Ă&#x192;Ă&#x160;ÂŤ>Ă&#x152;Ă&#x20AC;Â&#x2C6;Â&#x201C;Â&#x153;Â&#x2DC;Â&#x2C6;Â&#x153;Ă&#x160;ÂŤ>Ă&#x20AC;>Ă&#x160;Â?>Ă&#x192;Ă&#x160; *-Ă&#x160;Ă&#x17E;Ă&#x160; Â&#x201C;iÂ&#x2DC;Â&#x153;Ă&#x192;Ă&#x160;Ă&#x192;>Â?Ă&#x2022;`Ă&#x160;ÂŤ>Ă&#x20AC;>Ă&#x160;Â?>Ă&#x160;}iÂ&#x2DC;Ă&#x152;i°
5
6 La salud en Bogotá
La salud en Bogotá
Agosto de 2011
Agosto de 2011
UBA CODITO
HOSPITALES
UBA SANTA CECILIA UPA SERVITÁ UPA SAN CRISTÓBAL SIMÓN BOLIVAR
CAMI VERBENAL
PUNTOS DE ENTRADA A LA RED PÚBLICA DE SALUD CAMI - UPA - UBA - CAP
UPA SAN LUIS UBA USAQUÉN
CENTROS DE ATENCIÓN ENTREGADOS
UPA ORQUÍDEAS
UPA NUEVA ZELANDA
CAMI PRADO VERANIEGO
UPA RIONEGRO
UBA CANDELARIA UPA SAN FERNANDO
CAMI SUBA
HOSPITAL SUBA
CAP SAN CAYETANO
CAP AURES II (AURES)
CAP SAN CARLOS DE TIBABUYES
CAMI GAITANA
CAP LISBOA
UPA LORENCITA VILLEGAS DE SANTOS CAMI SAMPER MENDOZA
UPA BELLA VISTA
UPA QUIRIGUA
UPA BOYACÁ REAL UPA ESPAÑOLA UPA ESTRADA UPA BACHUÉ CAMI LA GRANJA
CAMI OLAYA UPA LOMAS
UBA TERMINAL TERRESTRE UBA DANUBIO
UPA GARCÉS NAVAS
UPA ALAMOS
UPA QUIROGA UPA SANTA RITA
CAMI TRINIDAD GALÁN
CAMI EMAUS
UBA EL PORVENIR
UBA TERMINAL AÉREO (PORTUARIO)
CLÍNICA MATERNO INFANTIL
UBA VISIÓN COLOMBIA
UPA 49 INTERNACIONAL
UPA 72 ARGELIA
UPA 48 SAN PABLO
EL TUNAL
CLÍNICA QUIRÚRGICA
UPA 37 PIO XII HOSPITAL FONTIBÓN II NIVEL CENTRO DÍA
HOSPITAL OCCIDENTE DE KENNEDY
CENTRO GERIÁTRICO
UPA SANTA MARTA (UBA)
UPA SAN FRANCISCO
UPA YOMASA UBA LORENZO ALCANTUZ
UPA MARICHUELA
CAMI USME
UPA CASA DE TEJA
UPA MOCHUELO HOSPITAL DE MEISSEN UPA LIMONAR CAMI VISTA HERMOSA UPA LA ESTRELLA
CLÍNICA SALUDABLE II
UPA 79 CARVAJAL UPA 29 KENNEDY
UPA LA REFORMA UPA BRETANIA CAMI SANTA LIBRADA
UPA SAN JORGE
UPA 63 ALQUERÍA
CAMI SAN PABLO
UBA ARRAYANES UPA LA FLORA (UBA)
CAMI DIANA TURBAY
UPA 26 ALCALÁ MUZU
UPA 50 PUERTA DE TEJA
RED PÚBLICA DE SERVICIOS DE SALUD DE BOGOTÁ
CAMI ALTAMIRA
LA VICTORIA
UPA SAN JOSÉ OBRERO
UPA 36 ASUNCIÓN BOCHICA
UPA 11 PUENTE ARANDA
HOSPITAL ENGATIVA
UPA CRUCES CENTRO DESPERTAR BALKANES
UPA RICAURTE UBA CARCEL DISTRITAL UPA ALPES UPA LA FAYETTE UPA SEVILLA UPA 35 CUNDINAMARCA HOSPITAL DÍA PEDIÁTRICO UPA LA VICTORIA DE CENTRO ORIENTE SANTA CLARA UPA SAN BLAS
CAMI FERIAS
UPA EL RINCÓN
HOSPITAL EL GUAVIO UPA LACHES UPA SANTA ROSA DE LIMA
CAMI PERSEVERANCIA
CAMI CHAPINERO
CLÍNICA FRAY BARTOLOMÉ
CAP RINCÓN
UPA JUAN XXIII
UBA ISLA DEL SOL
UPA POTOSÍ
UBA PARAÍSO UPA 30 BOMBEROS CAMI JERUSALÉN UPA ISMAEL PERDOMO CAMI PATIO BONITO UBA MEXICANA UPA SIERRA MORENA UPA OLARTE UPA 105 CATALINA UPA CANDELARIA LA NUEVA UPA SAN ISIDRO (UBA) UPA 68 BRITALIA UBA DINDALITO UPA 91 CLASS UPA LA ESTACIÓN
UPA 92 PATIOS
UBA PORVENIR BOSA UPA CABAÑAS
UPA LAURELES UPA JOSÉ MARÍA CARBONELL
UBA SAN JOAQUÍN
CAMI PABLO VI
UBA EL TOCHE UBA EL JARDÍN
La Alcaldía de Bogotá, con el enfoque de Atención Primaria en Salud, ha dividido la ciudad en territorios. Allí la ciudadanía encuentra la forma de prevenir o resolver problemas de salud. A través de una red se prestan servicios en todos los niveles de complejidad de la medicina. Con la menor distancia posible de su hogar, sitio de estudio o trabajo, una persona ingresa a la red de servicios de salud por medio de la Unidad Básica de Atención (UBA), la Unidad Primaria de Atención (UPA) o el Centro de Atención Intermedia (Cami). Dependiendo de la complejidad de la patología o atención que requiera el paciente, se define, después de una valoración médica, si debe o no ser remitido a hospitales con mayor complejidad, donde se puedan hacer intervenciones quirúrgicas, exámenes diagnósticos, medicina interna y hospitalización. La Alcaldía procura, con su red de servicios médicos, estar siempre cerca al ciudadano, para quien la salud tiene que ser un derecho.
7
8 La salud en Bogotá Agosto de 2011
Bogotá: ocho años de garantía al derecho a la salud
(Período 2008-2010)
280.109
MENORES DE 5 AÑOS
684.845
MAYORES DE 65 AÑOS
74.099
En 2003 los bogotanos sólo accedían a vacunas gratuitas en un plan limitado y de poca cobertura. El actual programa, con recursos por 40 mil millones de pesos incluye, como primer caso en el país, neumococo, rotavirus, influenza y hepatitis A. En 2010 se suministraron 681 mil dosis gratuitas de vacunas, lo que a los hogares pobres les permite acceder a estos programas y evitar la muerte de los más débiles. Las coberturas, en todos los casos, son cercanas a ciento por ciento, hecho que no se observa en ninguna otra ciudad o departamento de Colombia.
NIVELES DE DESNUTRICIÓN
2004
10,4% 2,3*
2010
GLOBAL TASA DE MORTALIDAD
8,4% 0,8
(casos por cada 100.000 niños menores de 5 años) *2003
SUMINISTRO DE DOSIS
PERSONAS EN CONDICIÓN DE DISCAPACIDAD
1.039.053
Para el Distrito, el foco principal son los pacientes y organizar los sistemas en torno a ellos y ellas. Para lograrlo, la Atención Primaria en Salud (APS), es clave para asegurar una mejor salud, con mayor equidad y menores costos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) “la APS es la asistencia sanitaria esencial accesible a todos los individuos y familias de la comunidad a través de medios aceptables para ellos, con su plena participación y a un costo asequible para la comunidad y el país. Es el núcleo del sistema de salud del país y forma parte integral del desarrollo socioeconómico general de la comunidad”.
Esquema de Vacunación Plus
+1.000.000
DE PLATOS DE COMIDA SE SUMINISTRAN CADA DÍA EN COMEDORES COMUNITARIOS Y RESTAURANTES ESCOLARES
85%
CAYÓ LA TASA DE MORTALIDAD POR DESNUTRICIÓN EN MENORES DE CINCO AÑOS
2003 0
0
600.000
300.000
208.000
NEUMOCOCO
HEPATITIS A
0
2010
ROTAVIRUS
$ DI
Ñ NI
N
ER O AHORRADO
IÓ N
$154.000
EN
La ubicación estratégica de puntos de atención en zonas de mayor vulnerabilidad, con problemas de acceso geográfico a los servicios y de menor concentración y cobertura de prestadores privados ha permitido disminuir barreras de acceso al sistema de salud, principal dificultad que padecen los afiliados de las EPS. Se incluyen en la renovación de estos servicios la red de hospitales públicos, los puntos de atención a los pacientes (UBA y Cami), las camas de hospitalización y observación, los consultorios de urgencias y quirófanos. La APS ha significado un gran salto hacia adelante en la garantía del derecho a la salud de todos los bogotanos y las bogotanas.
La atención integral también se ha concentrado en ayudas alimentarias a la población vulnerable. Como consecuencia directa de estos programas los niveles de desnutrición y las tasas de mortalidad infantil se han reducido a cifras sin precedentes.
ES
AC
Los grupos vulnerables de la población han gozado de la gratuidad de los servicios en esta área. Este es uno de los principales logros de los muchos del Distrito que refleja el nivel de eficiencia y modernidad del esquema de atención a la ciudadanía, un modelo de alto impacto social.
ATENCIONES SIN COSTO
VACUNACIÓN
O
La salud se construye entre el Estado y la sociedad con el propósito de asegurar el bienestar de las personas y el aumento constante en la calidad de vida. Sus procesos deben ser sostenibles, pero nunca brindando exclusividad y prioridad a la generación de una utilidad económica. La salud no es, y nunca debe convertirse, en una mercancía.
ALIMENTACIÓN
PL U S P O R
Sólo en estos últimos ocho años de gestión se ha reconocido de manera absoluta que la salud como derecho es de todos y todas y que el Estado está en la obligación de garantizar los servicios. El avance en la garantía al derecho a la salud durante las últimas dos administraciones en el Distrito Capital ha sido rápido y profundo.
EN 2009 BOGOTÁ PUSO EN FUNCIONAMIENTO EL PRIMER BANCO PÚBLICO DE TEJIDOS Y CÉLULAS DEL PAÍS Y DE LA REGIÓN ANDINA.
QUE
M A D E VA C
UN
801.716
NIÑOS Y NIÑAS DE UNO A OCHO AÑOS DE EDAD VACUNADOS CONTRA EL SARAMPIÓN Y LA RUBÉOLA
RUTA DE LA SALUD Se instaura en 2006 “Ruta de la Salud”, un programa para favorecer la atención de pacientes en condición de discapacidad y madres gestantes o lactantes. Ha permitido 496 mil traslados a centros asistenciales a gestantes, adultos mayores, individuos en condición de discapacidad y menores de cinco años.
109.718
NIÑOS Y NIÑAS DE SEIS A 35 MESES DE EDAD VACUNADOS CONTRA LA INFLUENZA
310.315
DOSIS APLICADAS EN ADULTOS CONTRA LA INFLUENZA AH1N1
La salud en Bogotá Agosto de 2011
PESE A LAS CONDICIONES DE MOVILIDAD, EL TIEMPO PROMEDIO DE RESPUESTA DEL SISTEMA DE ATENCIÓN PREHOSPITALARIA (AMBULANCIAS) ES DE 13 MINUTOS CON 36 SEGUNDOS.
LAS REVISTAS SEMANA Y DINERO, LA FUNDACIÓN RESTREPO BARCO, RCN RADIO Y RCN TELEVISIÓN Y PFIZER LE ENTREGARON A LA ALCADÍA DE BOGOTÁ EL RECONOCIMIENTO “PREMIO AL COMPROMISO CON LA NIÑEZ EN VACUNACIÓN Y NUTRICIÓN”.
2003
15,1 PREVENCIÓN EN COLEGIOS En Bogotá opera el programa de prevención “Salud al Colegio”, un sustituto de “Escuela Saludable” que funcionaba en 2003 con una cobertura de 130 sedes educativas y funcionarios externos que eran contratados por horas. Hoy se atienden 638 sedes educativas, 470 colegios distritales, 160 jardines infantiles, 546 centros escolares y ocho instituciones de educación superior. Salud al Colegio llega a 540 mil estudiantes, la tercera parte de la totalidad de la población estudiantil bogotana.
33,3
MÁS VIDAS PARA CONSTRUIR FUTURO MORTALIDAD INFANTIL EN MENORES DE UN AÑO (NIÑOS MUERTOS POR CADA MIL NACIDOS)
MORTALIDAD INFANTIL EN MENORES DE CINCO AÑOS (NIÑOS MUERTOS POR CADA 10 MIL VIVOS)
EN 2009 LA ONU Y LA OEA OTORGARON A BOGOTÁ EL PREMIO INTERNACIONAL AMÉRICA A LA EXCELENCIA EN EL SERVICIO PÚBLICO, EN LA CATEGORÍA DE “PREMIOS DE LIDERAZGO EN SALUD PÚBLICA: REDUCCIÓN EN MORTALIDAD INFANTIL”.
2010
11 23,2
2,3
MORTALIDAD POR DESNUTRICIÓN EN MENORES DE 5 AÑOS
0,8
10,4%
DESNUTRICIÓN EN MENORES DE 5 AÑOS
8,4%
6%
TASA DE MORTATILIDAD POR ENFERMEDAD DIARREICA AGUDA
1%
24,2%
TASA DE MORTALIDAD POR NEUMONÍA EN MENORES DE 5 AÑOS
14%
19.625
EMBARAZOS EN ADOLESCENTES DE 15 A 19 AÑOS
18.609
64,2
MORTALIDAD MATERNA
34,9
(MUERTOS POR CADA 100 MIL VIVOS)
(POR CADA 100 MIL NACIDOS VIVOS)
9
SALUD A SU CASA Programa bandera de prevención que ya ha cubierto 558.875 familias y 1.701.078 individuos bajo un modelo que contribuye a disminuir costos generales para la capital en atención en salud. La cobertura corresponde a 23,43 por ciento de la población de Bogotá y a 47 por ciento de la población clasificada en Sisbén uno, dos y tres.
41.943
VISITAS CON SEGUIMIENTO A GESTANTES DE ALTO RIESGO.
479.580
HOGARES CAPACITADOS EN MANEJO DEL AGUA Y DE DESECHOS SÓLIDOS, CONVIVENCIA CON ANIMALES Y VACUNACIÓN CONTRA LA RABIA ANIMAL.
89.965
JÓVENES VINCULADOS A PLANIFICACIÓN FAMILIAR.
7.084
FAMILIAS DESPLAZADAS ATENDIDAS.
5.580
MENORES DESESCOLARIZADOS REMITIDOS A LA SECRETARÍA DE EDUCACIÓN.
ATENCIÓN DE URGENCIAS
SALUD AL TRABAJO
El Centro Regulador de Urgencias y Emergencias (Crue) del Distrito, atendió 696.531 llamadas en 2010, un crecimiento de 37,2 por ciento comparado con las 507.516 solicitudes de 2008. El Crue cuenta con ambulancias básicas, ambulancias medicalizadas, vehículos de respuesta rápida y ambulancia neonatal. En cada zona de la ciudad hay 35 vehículos para atender emergencias.
Este programa desvinculó a 5.000 mil niños y niñas obligados a trabajar y los reincorporó a la escuela, intervino 35.000 unidades de trabajo en temas como condiciones laborales, promoción de la salud, seguridad y productividad para mejorar las prácticas laborales. Producto del programa, en 2010 Bogotá ocupó el segundo lugar en el Primer Concurso Hispanoamericano e Interamericano de Buenas Prácticas en Urbanismo y Salud, convocado por la Organización Panamericana de la Salud.
*FOTOS DE DIEGO BAUTISTA M.
422.873
MUJERES QUE SE BENEFICIAN DE LA CITOLOGÍA GRATUITA.
71.438
FAMILIAS CON INTERVENCIÓN SICOSOCIAL.
10 La salud en Bogotá Agosto de 2011
Los trabajadores cargan con costos de la ley 100 Sin condiciones laborales dignas no es posible prestar servicios de salud de calidad. Esta es una realidad que muchos usuarios ignoran. Las leyes 50 de 1990 y 100 de 1993 son fuente de una profunda crisis hospitalaria. Más de 60 por ciento de los centros públicos de atención en salud fueron cerrados y los empleos del sector ya no son formales. Predomina la flexibilización, la tercerización y la desfiguración del acto médico sobre la protección a la vida. El trabajo ya no es decente en la salud y el médico ya no es autónomo. Estudios de la Defensoría del Pueblo, por ejemplo, señalan que alrededor de 40 por ciento de los médicos ha sido presionado por las EPS para negarles servicios a los usuarios. Las EPS, con la lógica de extraer ganancia con la negación de servicios y demás barreras de acceso, establecen protocolos y técnicas administrativas a los que deben ceñirse los profesionales para que el negocio sea rentable. Negarse a esto, así sea en defensa de la salud del paciente, es exponerse a un despido. Las aseguradoras definen cómo se contrata el trabajador, cómo debe trabajar en términos de tiempos y ritmos, las conductas médicas y el monto de honorarios. Para ahorrar costos imponen al profesional conductas inadecuadas, máximo de exámenes clínicos, mínima prescripción de medicamentos y consultas “express”. En Bogotá, 17 mil hombres y mujeres están, por distintas modalidades de contratación, en el sector salud. Los
esfuerzos de esos capitalinos soportan en gran medida los costos de la Ley 100 en el Distrito. Frente a esta situación la Alcaldía está impulsando la Política de Talento Humano, para cumplir con los acuerdos de la Organización Internacional del Trabajo, destinados a lograr un trabajo decente. Es imprescindible generar condiciones dignas para estos trabajadores, quienes todos los días se levantan a cumplirle a la ciudadanía bogotana con el derecho a la salud.
Las aseguradoras definen cómo se contrata el trabajador, cómo debe trabajar en términos de tiempos y ritmos, las conductas médicas y el monto de honorarios. Para ahorrar costos imponen al profesional conductas inadecuadas, máximo de exámenes clínicos, mínima prescripción de medicamentos y consultas “express”.
“Abaratando la salud”
Beatriz Carvallo. Presidenta de la Asociación Nacional de Enfermeras de Colombia, ANEC ¿Qué piensa la Anec sobre la Ley 100? Esa Ley reglamentó el sistema de seguridad social en el país y en cada uno de los renglones creó un negocio. Respecto a la salud el gran cambio lo constituye la intermediación que entran a ejercer las empresas aseguradoras que, a su criterio, les pagan unos servicios a las instituciones prestadoras de salud de acuerdo con sus necesidades de ganancia. Todo eso se les entregó a los privados, pues fueron liquidadas las EPS públicas: El Seguro Social, la EPS de Caprecom y Cajanal. El aseguramiento en el sistema de salud quedó en manos del sector privado. La Ley 100 disminuyó o liquidó la red pública hospitalaria del país, en vista de que los recursos dejaron de fluir hacia los hospitales públicos. Hoy el mayor deudor de esos hospitales es el Gobierno Nacional. Otro elemento es el abandono de la salud pública. En este momento el país vive un resurgimiento de enfermedades que fueron tratadas en el anterior modelo de salud. Han reaparecido el dengue, el paludismo, la fiebre amarilla y la tuberculosis, ésta última ha resurgido con muchísima fuerza. El modelo no cumple con los principios de universalidad e igualdad. No toda la población tiene acceso. Están los vinculados, que no tienen acceso garantizado. Y los planes diferenciales han hecho que el servicio de salud se preste en función de la capacidad de pago. Esto ha generado grandes niveles de exclusión, especialmente de
Beatriz Carvallo la población más vulnerable. A este modelo se le debe hacer un cambio estructural.
¿Y cómo le ha ido a los trabajadores con la Ley 100? Ese es otro elemento crítico de la Ley. Los trabajadores de la salud han sido unos de los más golpeados con todas las reformas laborales y eso se observa tanto en el sector público como en el privado. Los trabajadores han sido sometidos a todas las actividades de intermediación laboral: cooperativas, órdenes de prestación de servicios, etcétera. Los trabajadores han perdido más de 30 por ciento de sus ingresos salariales. Deben pagar de su bolsillo las contribuciones a salud, riesgos profesionales y pensiones. No tienen derecho a vacaciones. Tal inestabilidad impacta indudablemente en la calidad de los servicios de salud. Sin buenas relaciones laborales y sin una atención adecuada de la formación y especialización de los trabajadores, no es posible prestar un servicio de calidad. En el sistema actual no importan las capacidades y formación sino la mano de obra barata para que haya una mayor ganancia en el negocio de la salud.
La salud en Bogotá Agosto de 2011
Capital Salud, la EPS de Bogotá Todo sistema de salud debe tener redes de atención, una política pública que evite la enfermedad, mano de obra capacitada y bien remunerada, centros académicos para la capacitación e investigación, vacunación masiva, un fondo al que lleguen los ingresos de los impuestos y las contribuciones de los beneficiarios del sistema, una política de producción y acceso a las medicinas, entre otras cosas. En Colombia, similar a países como Estados Unidos, por la Ley 100 se empoderó a un actor que no es indispensable para el buen funcionamiento de un sistema de salud. Si no hay hospitales, la gente se muere. Si no hay médicos, la gente se muere. Si no hay medicamentos, la gente se muere. Si no hay EPS, la gente no se muere. Sin embargo, en vista del papel preponderante de las EPS en la salud colombiana, la Alcaldía de Bogotá decidió fundar su propia EPS para que actúe en beneficio del paciente. ¿Qué es una EPS? Es una aseguradora. Los trabajadores, los empleadores y el Estado le pagan una prima, que en el caso de la salud se llama Unidad de Pago por Capitación (UPC). Dependiendo del valor de la prima, se ofrecen unos servicios. Si la prima es alta, son muchos servicios. Si es baja, son pocos servicios. De la prima proviene la ganancia de las EPS. Las aseguradoras, entonces, ponen restricciones para evitar que los recursos fluyan con rapidez hacia los hospitales, que son los puntos de entrada de los pacientes al sistema de salud. Así se extrae una mayor ganancia del negocio de vender seguros de salud. Por eso hay muchas barreras de acceso al sistema. Al paciente la EPS le dice: “Que usted no aparece en el sistema, que la cita solo la damos dentro de un mes, ese medicamento no está en la droguería o no está en el POS, tiene que pagar la cuota moderadora o el copago, ese servicio no lo prestamos aquí y tiene que desplazarse a otra ciudad o al otro lado de la ciudad…”. Y al hospital la EPS le dice: “Esa cuenta no se la pagamos o se la pagamos en 30, 60 ó 90 días; ese médico no debía recetar ese medicamento; a ese paciente no había necesidad de remitirlo al especialista”, etcétera.
11
“Hay que acabar las EPS”
Entrevista a Mario Hernández. Médico, profesor de la Universidad Nacional y ex secretario de Salud de Bogotá
Las barreras de acceso obligaron al Distrito a crear su propia EPS, la cual, en vista del marco jurídico nacional, tuvo que ser mixta. Si Capital Salud hubiera sido ciento por ciento pública, la posibilidad de ver la luz al final del túnel sería remota. La EPS Distrital tiene 51 por ciento de capital público y 49 por ciento privado. Cuenta con 450 mil afiliados del régimen subsidiado que serán atendidos en la red de hospitales y centros de atención públicos de Bogotá. Es cierto que se mueve en el modelo del aseguramiento, pero ese resultó ser el camino más expedito para garantizar el derecho a la salud de los capitalinos. Entonces, para contrarrestar y eliminar las barreras de acceso al sistema, la Alcaldía de Bogotá fundó Capital Salud.
¿Cuál es la opinión del Movimiento Nacional de la Salud sobre la Ley 100 de 1993?
En vista del papel preponderante de las EPS en la salud colombiana, la Alcaldía de Bogotá debió fundar su propia EPS para que actúe en beneficio del paciente.
Usted fue Secretario de Salud en Bogotá, ¿Qué pensó el Distrito en 2004 sobre un modelo de salud alternativo en la capital?
De mucho tiempo atrás el Movimiento ha manifestado que la forma como está organizado el sistema de salud, con estos intermediarios llamados EPS está extrayendo los recursos que todos ponemos para convertirlos en patrimonio de las mismas. Eso no es un valor agregado para un sistema de salud, sino todo lo contrario. Decimos, entonces, que es necesario construir un nuevo sistema que garantice el derecho a la salud, de carácter público, universal, sin POS y sin régimen subsidiado y contributivo. Todo esto se puede hacer, pero hay que acabar las EPS. En el mundo hay sistemas que no tienen EPS y a la gente le va bien. Ese es el punto central.
Cuando vimos que el sistema de salud produce y reproduce la iniquidad decidimos equilibrar las cargas, priorizando los territorios de la ciudad que están más marginados.
Mario Hernández Ordenamos la atención primaria en salud. Lo hicimos con la red hospitalaria pública de la ciudad. Esa red ha permitido tener más cerca los servicios a la casa, al colegio y a las comunidades, distinto a cuando las EPS lo controlan todo. La presencia de la red pública ha obligado a las EPS a hacer en Bogotá lo que no han querido hacer en otras partes. Eso ha producido mayor gobernabilidad del Distrito Capital sobre el sistema de salud. Han disminuido las desigualdades entre grupos poblacionales. A esto se le llama gestión social integral. La buena situación en salud de Bogotá se da porque se han puesto elementos de contención a los impactos negativos del sistema actual.
¿Cómo observa lo hecho y lo propuesto por el Gobierno? Es terriblemente demagógico. Se recogen frases de las demandas y las solicitudes de la gente, pero no se responde de fondo a ellas. Dicen que se va a garantizar el derecho y la autonomía a los médicos y que todas las cosas serán equitativas porque vamos a igualar los dos POS. Pero cuando uno va a ver, el sistema es el mismo. No hay ningún cambio estructural en la propuesta. Al contrario, lo que se va a producir es el monopolio de unas cuantas EPS gigantescas, con capital extranjero seguramente, que van a seguir haciendo un negocio con la salud. Además la igualación del POS será por la lógica de las enfermedades y no por la de los servicios. Esa lógica va a terminar sacando gente de la atención. El derecho a la salud hay que cubrirlo según la necesidad y el nuevo POS va a excluir gente. Eso ya se ha hecho en otros países. Al excluir enfermedades, hay unas minorías de la población que el sistema saca. Se van a producir más muertos, más enfermedades, más desigualdad y más iniquidad.
22 hospitales para estudiar Uno de los efectos más graves de la Ley 100 es el debilitamiento y marchitamiento de la red pública hospitalaria, incluyendo el cierre de hospitales universitarios. Esto ha llevado a un serio problema de acceso a servicios y a la falta de lugares donde se formen los estudiantes del área de la salud y el desarrollo de la investigación. En Bogotá, por ejemplo, la Universidad Nacional contaba con el hospital San Juan de Dios (La Hortúa) para la
formación de los profesionales del sector salud, ello con espacios de práctica clínica de alta calidad con reconocimiento mundial. En 2000 se cerró el Hospital San Juan de Dios y se debilitó el Instituto Materno Infantil, ambas decisiones afectaron a miles de ciudadanos, a docentes y estudiantes de las facultades de salud. Desde esa fecha docentes y estudiantes están como el “judío errante”. La Alcaldía Mayor entiende que la buena formación del personal humano
es fundamental para materializar el derecho a la salud. Por eso firmó un convenio con la Universidad Nacional, poniendo a su disposición los 22 hospitales públicos de la ciudad para que allí se formen los estudiantes, con lo que aporta un concepto novedoso, pasando de un Hospital Universitario a una Red Hospitalaria de Formación. Esto hará posible una educación más integral al ofrecer escenarios de formación tanto en niveles básicos, intermedios y especializados de atención.
La Alcaldía Mayor firmó un convenio con la Universidad Nacional, con el cual pone a disposición los hospitales públicos para la formación de los estudiantes aportando un concepto novedoso pasando de un Hospital Universitario a una Red Hospitalaria de Formación.
BOGOTÁ AYUDA A ENCONTRAR LA CURA La ciudad es un ejemplo de buena política en salud. Bogotá ha hecho un gran esfuerzo por convertir la salud en un derecho. Los centros de salud y hospitales están más cerca de los usuarios. A las poblaciones más pobres se les está proveyendo salud y seguridad alimentaria gratuitas. Son muy pocos los niños y las niñas sin vacunar. Los enfermos de poblaciones vulnerables y en alto riesgo pueden recibir servicios preventivos en su casa. Las comunidades participan en el diseño y aplicación de la política de salud. Se han vencido muchas de las barreras que pone la Ley 100. Vamos por el camino de cumplir con el mandato de la Corte Constitucional. Este trabajo se ha hecho con prisa y sin pausa. La experiencia y conocimiento de la capital los ponemos al servicio de toda la Nación. Bogotá quiere contribuir a la solución de la crisis de la salud. Estoy segura de que este "doctor enfermo" tiene cura. Nuestra experiencia es valiosa. Pero no somos los únicos. Muchos países del mundo han logrado crear sistemas públicos de salud que les garantizan los derechos a sus habitantes. Aprendamos de ellos. Canadá, Brasil, Costa Rica, Inglaterra, Suecia, Noruega y Francia tienen ejemplos que el país puede emular. En esas naciones las EPS no son el principal actor. Es más, en muchas de ellas no existen EPS. Allí los hospitales públicos y privados logran proveer servicios oportunos y de calidad a los pacientes. Los trabajadores tienen regímenes de contratación que respetan sus derechos. Cuando alguien se enferma, el sistema atiende. Y muchos no se enferman porque hay prevención. Eso es lo que tenemos que lograr en
Colombia. Lo podemos lograr. Estoy segura de que lo podemos lograr. Nuestra nación debe dar un amplio debate sobre la Ley 100. El paciente ya tiene suficientes diagnósticos. Los exámenes nos dicen que el problema no es sólo la mano peluda de la corrupción. Persigamos a los que se embolsillan la plata de la salud, pero también reflexionemos sobre la pertinencia de tener al aseguramiento como eje principal del modelo. Por ahora, es impostergable sanear nuestros hospitales públicos; vencer las barreras económicas, geográficas, culturales y administrativas que los colombianos encuentran cuando tratan de acceder a los servicios. Es necesario, además, evitar la enfermedad. Los programas de salud pública deben ser recuperados y revitalizados en todo el país. Las campañas de vacunación deben extenderse a todas las zonas del territorio nacional. Tenemos que vencer las barreras de la pobreza y la miseria. No podemos volver a escuchar la noticia de un niño muerto por desnutrición. Nuestras familias deben vivir mejor. Todo esto es posible. Es necesario tomar las decisiones correctas. La Alcaldía de Bogotá está en la disposición de hacer aportes para encontrar la solución que le convenga a todas y todos los colombianos. Las EPS tienen que cumplirle al país. No pueden continuar retrasando los pagos a los hospitales. No pueden seguir negándoles los servicios a los usuarios. Tenemos que repensar el modelo de salud de Colombia. Bogotá quiere ayudar a encontrarle la cura a este sistema de salud enfermo.
CLARA LÓPEZ OBREGÓN ALCALDESA (D) DE BOGOTÁ D.C.
V1 VI
ESTA ES UNA PUBLICACIÓN DE LA ALCALDÍA MAYOR DE BOGOTÁ D.C. www.bogotapositiva.gov.co adelantebogota.info@gmail.com Impreso en Casa Editorial El Tiempo
N1