La importancia de perder el tiempo

Jaime Hernández (FI)

Uno puede ver el servicio social en el Nigromante y pensar que es poca cosa.

Una revista estudiantil sin mucho público, que contiene mucha variedad sin importar del todo la calidad. Puede pensarse que al fin y al cabo, se trata de alumnos de ingeniería escribiendo para otros alumnos de ingeniería, ¿no?.

Si lo comparas con otros servicios sociales que te ofrecen tema de tesis, un futuro empleo si demuestras ser competente o por lo menos un par de líneas para el currículum, obligarte a escribir y ayudar a los profesores de sociales parece un trato poco conveniente. Y sin embargo en su momento decidí escuchar las palabras que solía decir mi profesor de Ética: “Date la oportunidad”, y a la fecha no me arrepiento. Gracias a esa decisión me fue posible hacer cosas que de otra manera no habría siquiera intentado, por ejemplo: Editar video, usar Photoshop, publicar un escrito mío y estar en un ambiente con más mujeres que hombres en la facultad.

Si bien ninguna de esas cosas me ha resultado particularmente útil en la vida laboral, y jamás escribí algo digno de futura referencia para nadie, o mucho menos tengo el talento para la crónica de Leñero, ¿quién dijo que no puedes usar el servicio social como un último escape antes de la vida laboral?

No me habrá dado el abanico de habilidades definitivo que me hará triunfar en el competitivo mundo laboral, pero me permitió estar en un ambiente diferente. Por lo tanto, si de algo estoy convencido es que el servicio social en la DCSyH de la FI fue el mejor posible para mí.

Date la oportunidadad