3 minute read

El circulo

Next Article
Pokemon Go

Pokemon Go

El circulo

Por Yusura Bulhusen

Advertisement

El círculo representa uno de los símbolos fundamentales para la mayoría de las culturas que habitan el mundo, en las que de manera universal representa lo celestial. Esta representación tiene una doble relación de significado; por una parte atiende a un punto de vista científico, pues reproduce la figura que forman los ciclos celestes y las revoluciones planetarias; y por la otra, responde a diversas interpretaciones teológicas, en las que se asocia al símbolo con el cielo, y éste último, a su vez, con Dios, la creación y el alma.

Existen tantas concepciones respecto a la simbología religiosa del círculo como religiones. Por ejemplo, dentro del cristianismo mantiene un significado dual, dependiendo del número de figuras con que se represente; es decir, cuando se trata de un solo círculo, alude a la eternidad y cuando se identifica la unión de tres, hace referencia a la Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo). La especulación religiosa babilónica, advierte que se trata de la noción del tiempo, considerado como indefinido, cíclico y universal. La concepción budista zen, indica que el círculo, en este caso concéntrico, explica la última etapa del perfeccionamiento interior que se logra cuando el hombre alcanza la armonía del espíritu adquirido.

El cubo, Ka´aba, en La Meca

Las normas arquitectónicas simbolizan la armonía mediante el círculo, es por esta razón que algunas tradiciones emplean ésta figura más que como un símbolo, como forma estructural. Para la usanza musulmana, la forma circular es considerada como la más perfecta, derivado de ello es empleada en la forma de las cúpulas de las mezquitas y en la base blanca y circular del cubo de la Ka´ba (en La Meca), en donde los peregrinos giran a su rededor, mientras que las iglesias románicas reproducen el Santo Sepulcro de Jerusalén mediante formas redondas e imitan los antiguos templos bizantinos.

Derviches giradores, danzando el Sema

Desde la antigüedad la forma envolvente y el circuito cerrado del círculo han significado protección, con base en ello, el hombre ha adaptado esta forma a diversos accesorios (sortijas, brazaletes, collares, cinturones y coronas) como medida de protección inmediata capaz de operar en los puntos más sensibles del cuerpo: los dedos de la mano, considerados como instrumentos naturales de emisión y recepción del fluido mágico.

Seguramente se están preguntando: ¿Qué pasa con la relación entre el círculo y el tiempo? Como es bien sabido, el círculo es el símbolo que representa, por excelencia, al tiempo. Suena simple pero va más allá de una idea vana del “tiempo cíclico”. Si pensamos en el tiempo como una unidad definida por una sucesión continua e invariable de muchos instantes, todos idénticos, entonces podemos transpolar ésta significación a la del movimiento circular, el cual es considerado perfecto por su naturaleza inmutable, en la que no es posible hallar el principio ni el fin, incluso ninguna variación. Tenemos entonces que tanto el tiempo como el círculo, se conforman de una serie de elementos idénticos que, mediante una unión perfecta, toman una forma definida; el primero de manera abstracta, en tanto que el segundo es capaz de materializarse. Los griegos materializaron está noción del tiempo mediante una serpiente que se muerde la cola.

El significado del círculo ha dado un sentido trascendental al mundo de los símbolos empleado por el hombre, se ha hecho presente tanto de manera abstracta como concreta, mediante artefactos, accesorios y hasta danzas (como la de los mevleví turcos, también conocidos como “derviches giradores”, quienes inspirados en un simbolismo cósmico, danzan con los brazos extendidos imitando la ronda de los planetas alrededor del sol, como manifestación de la búsqueda de Dios).

Según Dionisio Areopagita, discípulo de San Pablo, las relaciones del ser creado con su causa se explican mediante el círculo concéntrico y su centro, el cual funciona como referencia en donde coexisten todos los radios en una unidad única, un solo punto contiene a todas las líneas que conforman una circunferencia y estás guardan una relación entre sí que las mantiene unidas; entre mayor sea la separación entre ellas, mayores serán sus diferencias pero también, a menor distancia, la unión será más íntima. Ésta última teoría me hace pensar que valdría la pena que los hombres intentáramos imitar el comportamiento del circulo concéntrico, quizá acercándonos a la causa de nuestra existencia, manteniéndonos más cerca unos de los otros, podríamos lograr mayor empatía, tolerancia y conciencia, no solo con nuestros semejantes sino con el resto de los seres vivos.

This article is from: