1 minute read

Antes de entrar, permita volar

Next Article
Junto a la ventana

Junto a la ventana

Antes de entrar, permita volar

por: MafeerGP’

Advertisement

Me han pasado muchas historias en el STC Metro, pero esta ha sido de las mejores.

Ocurrió hace algunos años, me encontraba en la estación Balderas de la línea 3 (la que corre de Universidad a Indios Verdes) esperando poder subir al metro. Era un día de lluvia y por dicha razón había muchísima gente, tanto en el andén como en los trenes que llegaban. Casi nadie bajaba y las personas que pretendía bajar no lo lograban, pues era más la gente que trataba de subir a dichos trenes. Ya había pasado alrededor de 55 minutos esperando para poder subir y estuve por abandonar el metro para llegar a mi destino, pero en eso, ocurrió.

Llegó un tren y una de las ventanas quedó frente a mí, pero esta vez, la gente ya desesperada hacía de todo para poder salir. Voltee mi vista hacia la ventana y me pude percatar que un chico dialogaba con otro y señalaban aquel orificio. En eso uno de los dos le dio su mochila al otro, se subió al asiento, sacó su cabeza por allí y después el susodicho ya estaba tirado frente a mí, se levantó, el otro chico le pasó la mochila y todos comenzamos a aplaudir y a gritar de la emoción.

Una sorprendente experiencia. Los chicos que se encontraban junto a mí decidieron saludarlo, preguntarle su nombre (Carlos) e invitarlo a una fiesta.

Como dicen por ahí, cuando te gana la desesperación por entrar o salir del metro todo se vale, y si yo no lo hubiera visto, no lo hubiera creído.

This article is from: