ISSN: 1887‐5238
n.º 13 │20 15 │ pp. 172 2‐203
BERNAT CASSTANY PRADO
MANIFIESSTO DE LO OS ANACIO ONALISTA AS (1931)1
Haace ya diez años que eel anacionaalismo recorrre las filass del movi‐ miento essperantista obrero. M Miles de pro oletarios de el mundo eentero em‐ plean paraa comunicarse la mism ma lengua, yya sea en el seno de suus respecti‐ vos grupos, ya sea en n su corresppondencia ccon camaradas de paísses lejanos. brado la ide a de que ess posible qu ue los trabaajadores se Este hecho ha alumb do nuevos m métodos paara la lucha organicen de una forrma nueva, concibiend nalismo ha sido expuesto en mucchas ocasioones en los de clases. El anacion d la Senna acieca Asoccio Tutmonda (Asociacción Mundiial Anacio‐ órganos de nal), y hassta el mome ento nunca se ha manifestado un na oposiciónn demasia‐ do fuerte contra estta nueva dooctrina. Perro era de prever p que un día los onalistas orttodoxos se alzarían con ntra esta he erejía. En effecto, hace internacio ya algún tiempo t que e una vasta y metódica campaña de agitacióón ha sido emprendida para com mbatir esta nueva docttrina. Todo ello pod dría provocaar que duden aquelloss camaradaas que sim‐ on nuestrass tesis, peroo que no tienen de ellas una ideea precisa. patizan co Muchos d de ellos, incluso, equip aran irrefle exivamente el anacionaalismo con el «intern nacionalismo proletariio». Por essta razón, es e indispennsable que presentem mos nuestro o punto de vista de forrma clara y detallada, yy lo defen‐ damos de los ataquess de los ortoodoxos. Estto se ha vu uelto totalm mente nece esario, ya que si no oponemos enérgicam mente nuesttros argum entos a loss sofismas y a los tópic y cos propa‐ gados porr los internacionalistass, éstos loggrarán extra aviar al muundo espe‐ rantista, cconvenciénd dolo de quee son ellos los que reprresentan la única ten‐ dencia revvolucionariaa, cuando ees fácil dem mostrar que su internaccionalismo no es, de hecho, máss que una esspecie de oportunismo o, aceptablee por parte de aquello os dirigente es que ignooran el prob blema lingü üístico, peroo imperdo‐ nable en los esperanttistas prolettarios. Esttamos segu uros de quee la prácticaa del esperranto, proseeguida du‐ rante varios años po or trabajadoores concienciados, po or fuerza deebe llevar‐ mbrión de eestado de e espíritu anacional y, lu ego, a una nos, primeero, a un em clara conccepción de los probleemas, consiiderados de esde una pperspectiva puramentte anacional. No alberggamos ningguna duda d de que mucchos cama‐ radas hallarán en las páginas quue siguen laa explicación n, la confirm mación, de
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Texto origginal en esperranto de Eugèène Lanti. Traaducción al esspañol de Be rnat Castany Prado o, basándose en la traducc ión al francés de L.G. Avid yy G. Waringhi en.
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