En el departamento de Oruro existe un lugar sumamente especial y de mucho valor cultural e histórico, este es Chipaya, una población y un municipio rural autónomo indígena que data de más dos mil años de antigüedad, lo que los convierte en sabedores de amplios conocimientos ancestrales relacionados a la tierra y los animales, la vida y el desarrollo espiritual humano. Debido a esto es correcto y cierto pensar que nosotros tenemos bastante por aprender de ellos, pero ¿qué pasa cuando la realidad y el escenario de los chipaya cambia drástica y rápidamente y surgen variables que son nuevas para ellos? Surgen (lamentablemente hasta cierto punto) oportunidades de colaboraciones que abren las puertas a un mejor futuro para los chipaya, este es el caso del proyecto Qnas Soñi (Hombres del agua): Chipaya, entre tradición y tecnología, hacia un municipio resiliente financiado por la Unión Europea y ejecutado por GVC y su socio CEBEM (Centro Boliviano de Estudios Multidisciplinarios).