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f loJ MCICJO/ delfutbol MARTIN KLEIN Ilustraciones de Manuela Olten
PRIMARIA13 NOMBRE: MAURO URBAN SOLANO
DIRECCIÓN EDITORIAl,: Cristi na A rasa CooRDINACióN o� LA coLECCióN: Mariana Mendía
Eo1c1óK: Ariadne Ortega González DisEÑo Y FORMACió'" José Ramón Gálvez Pérez TRADUCCióN: María del Rocío AguiJar Cbavira
Teo y los mayos delfut/Jol Título original en alemán:
T!Jeo 1md der Fuflballzirkus
Texto O. R. © Martin Klein Ilustraciones D. R.© Manuela Olten
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f lol MCICJOJ del futbol MARTIN KLEIN Ilustraciones de Manuela Olten
D. R.© 2012, Tulipan Verlag GmbH, Múnicb, Alemania
PRIMERA EDICIÓN: enerO de
2015 de 2016
PRIMERA HEIMPRESIÓN: mayo
O. R.© 2015. Ediciones Castillo, S. A. de C. V.
Castillo® es una marca registrada.
Insurgentes Sur
1886. Col. Florida.
Del. Á lvaro Obregón. C. P 01030, México. D. F.
Ediciones Castillo forma parte del Grupo Macmillan.
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536
1777
Miembro de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana. Registro núm. 3304
ISBN:
Traducción de Rocío Aguilar Chavira
978-607-621-136-6
Prohibida la reproducción o transmisión parcial o total de esta obra por cualquier medio o método, o en cualquier forma electrónica o mecánica, incluso fotocopia o sistema para recuperar la información. sin permiso escrito del edi tor.
Impreso en México
1 Printed in Mexico
CASTILLO
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LA LECTURA
�dentro y �fuer� 7
Truco/
Lol trel de l� Che�mpioh/ 19
Nueve �miqol 29
Trucol cadentro y cafuerca
A
fuera el día era espléndido, sin embargo,
Teo prefería jugar con su diábolo en casa. La sala era la pista del circo; la puerta, la entrada; y el sofá, la tribuna en donde Arno, su oso de parches, disfrutaba el espectáculo. -¡Atención, damas y caballeros! -anunció Teo-. ¡Les presentaremos un truco especial! Con ayuda de la cuerda, Teo lanzó el juguete al aire. El diábolo voló tan alto que parecía un ovni. Arno observaba emocionado y atento a cualquier detalle. 7
Continuó su viaje y surcó los aires hasta donde se encontraba un antiguo tazón de porcelana, tan caro como un álbum del mundial con todas
\
las estampas.
,
Arno permaneció inmóvil en su lugar, a diferencia de la espectadora que El ovni pasó volando frente a la televisión de pantalla plana, cuyo valor superaba por mucho la suma de los domingos que Teo había recibido en su vida. 8
•
acababa de llegar a la función y que lanzó un fuerte g rito: -¡Nooo!
/1
Con la elegancia de un
-¡Ups! -exclamó Teo mientras el juguete
cirquero profesional,
rodaba por la sala-., No se preocupen,
Teo atrapó el diábolo
damas y caballeros, todo está bajo control
con la cuerda.
-dijo nervioso mientras levantaba
-Todo se encuentra bajo
el diábolo del suelo.
control-sonrió al público
Por fortuna, no se rompió nada, pero
y preguntó-: ¿Ya pagó su
su mamá estaba tan molesta que le dijo:
entrada, señorita? -¡No puedes jugar con el diábolo en la casa, Teo! ¡Ya lo sabes! -gritó su mamá .mientras entraba por el lado derecho de la pista. -Ay, mamá, no te pongas así -respondió Teo con tranquilidad, pero en ese instante, el diábolo resbaló de la cuerda.
-¿Qué tal si mejor juegas afuera? -Estimado público, aquí acaba el primer acto de nuestro espectáculo -anunció Teo con seriedad y, desanimado, se fue con Arno a su cuarto.
Un poco después, alguien tocó la puerta. Eran Bruno y Nico, los mejores amigos de Teo. Ambos traían su equipo de acrobacias de circo y también a dos acompañantes. Bruno llevaba su monociclo en un hombro, y en el otro cargaba a Bobele, el orangután de un solo brazo. De la mochila de Nico sobresalían las clavas para hacer malabares y la sonrisa de Aletita, la orca de peluche sin aletas. Teo se preparó para salir con sus amigos: tomó el diábolo, empacó algunas provisiones y metió a Arno en su maleta especial.
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Los tres amigos fueron a jugar a la cancha
Arno, Bobele y Aletita los animaban desde
de futbol de su colonia. La portería sería
la tribuna.
la entrada del circo; el campo, la pista; y Teo, Bruno y Nico, los acróbatas.
-Damas y caballeros, ésta es la tercera llamada. ¡El espectáculo está a punto de comenzar! -exclamó Teo y lanzó su diábolo tan alto que parecía llegar el cielo. El juguete daba vueltas una y otra vez, como si nunca fuera a caer.
Bruno se deslizó con destreza por la cancha en el monociclo, aunque, de repente, perdió el equilibrio y cayó, pero no se lastimó.
-¡Estimado público, no hay nada de qué preocuparse! -exclamó Teo tras el percance y anunció el siguiente número-: Damas y caballeros, ahora les presentaremos el más peligroso y espectacular de todos nuestros trucos. Entonces apareció Nico con sus clavas, que revoloteaban en el aire; pero, de pronto, se le cayeron al pasto. Los colores de las clavas brillaban intensamente a la luz del sol. ¡El público estaba emocionado! Los amigos estaban a punto de presentar el siguiente truco cuando. . .
Lol trel de la Champion/ _Con cy k •••
d
e repente, llegaron tres nuevos
espectadores. -¿Y ustedes qué hacen aquí? ¿No saben· que en esta cancha sólo se puede jugar futbol? -reclamó uno. Los tres niños presumían unos increíbles uniformes originales de futbol. -Yo soy Wayne -declaró el niño con el uniforme rojo, al tiempo que ponía las manos en la cadera como si fuera un vaquero. -Yo soy Cristiano -dijo el niño con el uniforme blanco, mientras pisaba el pasto, como si fuera un gallo. -Y yo soy Franck. Franck con
e
yk
-interrumpió el tercer niño con el uniforme azul y rojo. 19
Franck traía su nuevo balón bajo el brazo.
-Champions League significa "Liga
Lo dejó caer y lo interceptó elegantemente
de Campeones", T ito -le explicó
con el empeine del pie derecho. El balón
Wayne a Nico.
permaneció quieto durante varios segundos. Teo, Bruno y Nico estaban asombrados. -Es original -les informó Wayne. -Es el nuevo de la Champions -aclaró Cristiano.
-Me llamo Nico, no T ito -protestó. -¿Quieren jugar un partido contra nosotros, Carlos? -lanzó Cristiano al tiempo que retaba a Bruno con la mirada. -No me llamo Carlos; soy Bruno -protestó éste.
-¡Nosotros somos el equipo de la Champions!
-Mejor dicho, contra nosotros -agregó
¿Y ustedes, Leo? -sonrió con ironía Franck
Cristiano.
con e y k, mientras observaba la reacción de Teo.
Los tres jugadores de la Champions miraron con arrogancia a Teo, Bruno y Nico, que
-Me llamo Teo, con t -respondió-.
estaban un poco nerviosos. Sin embargo,
¿Así que quieren jugar con nosotros?
aceptaron el reto y asintieron con la cabeza.
-¡Al contrario! -exclamó Wayne con tono
-Está bien, vamos a jugar, pero no se vale
burlón-. ¡Ustedes son los que quieren jugar
burlarse de quien pierda -propuso Teo.
con nosotros!
-Sí, sí, lo que tú digas -vociferó Wayne
Los tres jugadores profesionales pasaron
y corrió a toda velocidad hacia el medio
frente a la banca, donde estaban Arno,
campo. Franck y Cristiano lo siguieron.
Bobele y Aletita. Cristiano se burló:
-¡Sacamos primero! -gritó Wayne.
-¡Miren los peluches de estos payasos!
-¡Les vamos a dar una goliza, cirqueros!
-¡Están muy feos! -exclamó Franck
-afirmó Franclc
con cara de desagrado.
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Teo, Bruno y Nico se miraron entre ellos. No entendían por qué se portaban así aquellos niños. -Sólo una cosa más -aclaró Teo a los tres futbolistas-: en el segundo tiempo vamos a jugar al futbol de circo. -¡Está bien! -exclamaron los tres a coro y estallaron en carcajadas. Los jugadores de la Champions atacaron como un huracán. -¡No se preocupen, damas y caballeros, tenemos todo bajo control! -anunció Teo al público, pero Bruno y Nico se quedaron parados como espantapájaros bajo la lluvia. Wayne burló a Nico, Cristiano pasó de largo a Bruno, y Franck chutó con fuerza el balón enfrente de Teo y anotó el primer gol en un perfecto madruguete.
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. Tea �
c rría por todos lados, Bruno se caía
y Nico le pegaba al pasto en lugar de darle
al balón. Por el contario, Cristiano defendía con elegancia, Wayne disparaba a larga distancia y Franck hacía tantas fintas que parecía bailarín de salsa. El primer tiempo terminó con un marcador de 6 a O. -¡Son muy buenos! -dijo Bruno triste. -¡Seguro es por sus uniformes originales! -se lamentó Nico.
-No se desanimen -les dijo Teo que, a pesar de estar despeinado, no quería
-¡Sí, sí,·claro, lo que diga el payaso de circo!
rendirse-. Nosotros somos los mejores.
-exclamó Wayne con sarcasmo.
A ver, ¿ya intentaron pegarle al balón con la cabeza? -preguntó mientras Nico y Bruno se rascaban la frente-. ¡Todavía podemos ganar! ¡Ya verán! -afirmó con un aire lleno de misterio. Cuando terminó el medio tiempo, Teo se acercó al equipo contrario y dijo: -Ahora toca jugar. al futbol de circo.
Cristiano y Franck no paraban de reír y de burlarse de Teo y sus amigos. -Vayan por sus cosas. ¡El espectáculo va a comenzar! -anunció Teo. Los dos equipos se encontraron en el centro de la cancha.
Al terminar, Teo entregó a Franck el diábolo,
-Nos toca sacar -dijo Teo con seguridad
Bruno empujó el monociclo hasta donde se
e informó las nuevas reglas del juego-.
encontraba Cristiano y Nico puso las clavas
Sólo se vale meter gol si ustedes pueden
en las manos de Wayne.
hacer lo mismo que nosotros.
-Aquí tienen, es un préstamo especial.
De inmediato, Bruno comenzó a balancearse en el monociclo, Nico hizo malabares con las clavas y Teo lanzó su diábolo al aire. Los tres jugadores de la Champions estaban impresionados.
2 •
·
¡Ahora hagan su magia! -exclamó Teo.
El equipo de la Champions no tenía idea de lo difíciles que podían ser los trucos de circo. Franck se enredó con la cuerda del diábolo, Cristiano se cayó del monociclo y las clavas fueron a dar a la cabeza de Wayne.
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Sin embargo, Franck los interrumpió. -Eso no se vale. \. \.
-¡Claro que sí! -contestó Teo-. ¡Ya habíamos quedado! ¿O qué? ¿Ya se rindieron?
1 1
Con toda la tranquilidad del mundo, 1
Teo le dio un pase a Nico y éste lanzó el balón a Bruno, que anotó de taconcito. Los tres celebraron su primer gol con los brazos al aire. 36
1
-ยกNunca! ยกYa verรกn, esto no se quedarรก asรญ! -exclamรณ Franck, quien tomรณ el monociclo y tratรณ de controlarlo, pero sรณlo mantuvo el equilibrio durante un segundo y cayรณ en un charco de agua.
Teo anotรณ el segundo gol con el pie izquierdo y Nico hizo el tercero con el derecho. Wayne intentรณ controlar el diรกbolo, pero le cayรณ sobre la cabeza y Bruno aprovechรณ el momento para meter un gol de cabezazo. Siguiรณ el turno de que Cristiano hiciera malabares con las clavas, pero las lanzรณ tan mal que no pudo atrapar ni una. Teo metiรณ otro gol con sรณlo soplarle al balรณn y Nico anotรณ uno mรกs con un asombroso escorpiรณn. El marcador estaba empatado 6 a 6 y, en ese mismo instante, los magos del circo exigieron el silbatazo final. -ยกYa se acabรณ! -gritaron felices los tres en coro. El mal sabor de boca del primer tiempo habรญa quedado atrรกs.
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El equipo de la Champions no podía creerlo. El partido estuvo muy cerrado -aclaró
·
Franclc -Es verdad -respondió Tea y sacó las provisiones de su maleta. A todos, incluidos Arno, Bobele y Aletita, les convidó jugo y galletas. -Arno, Bobele y Aletita son nuestras mascotas -dijo Tea. Franck, Wayne y Cristiano se miraron entre sí y sonrieron. -¡Qué linda! -exclamó Franck cuando abrazó a Aletita.
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Los nueve amigos jugaron hasta tarde y aquel fue un dĂa lleno de magia y futbol.
Impreso en los taHeres de Editorial lmpresoraApolo, S.A. de C.V. Centeno 150-6, Col. Granjas Esmeralda, Del.lztapalapa. C.P. 09810. MĂŠXico, D.F. ' Mayo de 2016.
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LA LECTURA
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MARTIN KLEIN Ilustraciones de Manuela Olten Teo, Nico y Bruno juegan a ser artistas de circo; dominan el diábolo, el monociclo y las clavas. Un día, conocen a tres futbolistas que se burlan de sus malabares y trucos, y los retan a jugar un partido. Teo
y sus amigos sorprenderán a los futbolistas con su magia y destreza. En esta tercera entrega de la serie, Teo descubre cómo conciliar las dife rencias, compartir los buenos momentos y hacer nuevos amigos. Martin Klein (Cuenca de Ruhr, Alemania) es autor, ingeniero y paisajista. Escribió su primer libro hace más de veinte años. También publicó Tea y su oso y Tea y el parque de diversiones en Ediciones Castillo.
Manuela Olten (Bad Wildungen, Alemania) estudió fotografía y diseño, y se especializó en ilustración de libros para niños. Ediciones Castillo publicó ¿Dónde crece la pimienta?, también ilustrado por ella.