Déjame oír tu voz: Propuestas de moniciones a los cantos del Camino Neocatecumenal

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Propuestas de moniciones a los cantos del Camino Neocatecumenal

Arturo García Zamora


Título: DÉJAME OÍR TU VOZ: Propuestas de moniciones a los cantos del Camino Neocatecumenal Autor: ©Juan Arturo García Zamora Impreso por Daktylius. EIRL Jr. Amalia Puga 712 Lima 25 Impreso en Perú – Printed in Perú Primera edición, enero 2021 Tiraje: 2,000 ejemplares Corrector de estilos: María Jiménez Rivas Diagramación: Noemí García Lazo Ilustraciones: Francisco García Lazo Tipeo: Lilian Palomares de Yataco Hecho el depósito Legal En la Biblioteca Nacional del Perú: 202010192 Este libro no podrá ser reproducido, ni total ni parcialmente, sin el previo permiso escrito del editor. Distribución Gratuita.



ÍNDICE 08

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Nota del autor

26 28 30 32 34 36 38 40 42 44 46 48 50 52

09 Prólogo

10 Moniciones 10 12 14 16 18 20 22

Abraham Aclamad al Señor Alabad al Señor en el Cielo Aleluya, alabad al Señor Alzaos puertas Babilonia criminal Balaam

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Bendeciré al Señor en todo tiempo Bendito eres Señor Cantad al Señor Cántico de los tres jóvenes Cómo es maravilloso Como la cierva Consolad a mi pueblo Cuando dormía Cuando el Señor Decidle a los de corazón cansado Delante de los ángeles Dice el Señor a mi Señor Dichoso el hombre El necio piensa que Dios no existe El pueblo que caminaba en las tinieblas Eres hermoso Este es el día en que actuó el Señor Gracias a Yahvéh Gritad jubilosos


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Hasta cuándo Huye amado mío La marcha es dura Levanto mis ojos a los montes Llegue hasta tu presencia mi clamor Magníficat María, casa de bendición Me enseñarás el camino de la vida Mirad qué estupendo Mucho me han perseguido No hay en Él parecer Noli me tangere Oh Dios, por tu nombre sálvame Oh Señor, nuestro Dios Pentecostés Qué amables son tus moradas Si el Señor no construye la casa Si hoy escucháis su voz Si me he refugiado en el Señor

100 102 104 106 108

Siéntate solitario y silencioso Te estoy llamando, Señor Te he manifestado mi pecado Un retoño Yahvéh tú eres mi Dios

110 Glosario

114 Bibliografía consultada

116 Índice de citas bíblicas


NOTA DEL AUTOR Doy gracias a Dios porque un 23 de diciembre de 1979 me llamó a iniciar el Camino y, sin opción a elegir, se me indicó aquel día ser el salmista de mi naciente comunidad. En ese momento fue para mí una llamada inesperada debido a mi evidente ausencia de dotes musicales. A pesar de ello, poco a poco, empecé a sentirme como seducido por los salmos, los cuales han estado presentes en los momentos más importantes de mi vida, en las alegrías, en las tristezas, en las angustias, en las incertidumbres, y todos los estados emocionales propias de la vida. En los primeros años del Camino, recuerdo que solíamos reunirnos un pequeño grupo de chiquillos (Marco y Juan Sarria, Martín Párraga, Oscar Vargas, entre otros) que con tanta ilusión, llenos de energía y mucha curiosidad, escrutábamos horas y horas los salmos siguiendo con inocencia juvenil al pie de la letra lo que nuestros catequistas (José Luis del Palacio, en aquel entonces joven laico y hoy obispo, el p. Jesús Gutiérrez, el p. Antonio Garciandía, más tarde, Julita Cid y Jesús Peña) predicaban con tanta gratuidad y fuerza. Estábamos impresionados de lo que por transmisión oral, recibíamos de ellos, enseñándonos que la Palabra de Dios es «viva y eficaz» y que tiene el poder de iluminar y guiar nuestras vidas. A través de celebraciones de la Palabra con mi comunidad he ido descubriendo, además, que para acercarse a ella no hace falta manipularla ni pretender hacer 10

interpretaciones personales, porque siempre es actual, actuante y profética, como dice el Salmo 119: «Para mis pies antorcha es tu palabra, luz para mi sendero». En agradecimiento a la Iglesia «quiero dar gratis lo que he recibido gratis» y pensando en ustedes, jóvenes Salmistas, les dedico este pequeño libro con cincuenta propuestas de moniciones a los cantos del Camino Neocatecumenal, con la intención de que puedan servirse de ellas para acercarse a las Escrituras y amar más este bello carisma al cual hemos sido llamados. Agradezco a quienes de manera anónima han hecho posible esta Edición. Agradezco, además, a los jóvenes salmistas que conforman el grupo de músicos: “San Francisco Javier”, quienes participaron con sus voces en la narración del Audiolibro, que acompaña a esta edición. Arturo García Zamora


PRÓLOGO «Una sola voz, con un solo corazón y con una sola alma» (Cf. Hch 4,32), es la expresión que sintetiza, en palabras de Kiko Argüello, la misión del cantor en la comunidad, en sus celebraciones, con su servicio humilde y esencial. Esta misión de «ayudar a crear la comunidad litúrgica o, mejor dicho, de recrearla» va de la mano con la educación en la fe que todo cristiano recibe de la iglesia adulta mediante la tradición oral y escrita, que afianza y garantiza — en palabras de San Pablo — la transmisión de lo que a su vez hemos recibido (Cf. 1Co 15,3). En este sentido, este libro remite — a través de las moniciones propuestas — a la riqueza de las fuentes de la revelación contenidas en la Sagrada Escritura y la Tradición de la Iglesia, encausadas en la predicación catequética que los hermanos de las comunidades neocatecumenales reciben de sus catequistas, fundamentalmente mediante la trasmisión oral. Esta tradición, contenida en moniciones y catequesis apropiadas nos ayudan a «comprender mejor el sentido de cada canto», a fin de disponernos a ofrecer a Dios, en forma creciente, un culto en espíritu y en verdad, que brota de la experiencia auténtica del amor que Dios nos tiene a nosotros pecadores, y del que la liturgia se constituye un lugar privilegiado.

La profundidad y alcance del ministerio del Cantor no está en contradicción con la sencillez con que el autor ha buscado presentar las moniciones contenidas en este libro, procurando, de este modo, ayudar a sintonizar con aquella sencillez de corazón en el temor del Señor, con la que Dios desea que hagamos todo para su agrado (Cf. Col 3,22-23). Las moniciones que acompañan a cada canto, están enriquecidas con referencias a la hermenéutica del Pueblo Hebreo, contenidas en sus comentarios a los salmos y cánticos, cuya esencia, como las raíces de un árbol, forman parte de la síntesis teológico-catequética tan familiar en la predicación, en el Camino Neocatecumenal. Compartimos con el autor el deseo que este primer libro de moniciones a los salmos y cánticos, con las “pistas” dadas, página tras página, contribuya a que el cantor quede aún con hambre y sienta todavía sed (Cf. Sir 24,21) de la Fuente de la Vida que es la Santísima Trinidad, a quienes se Canta para edificación de la comunidad cristiana, como cuerpo del Resucitado en el mundo. Rp. Dr. Homero Cruz Aguayo 08 de diciembre de 2020 Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Virgen María

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(Gn 18, 1-5)

Teofanía de Mambré

ABRAHAM

Así, Abraham creyó en Dios y le fue reputado como justicia. Entonces, tengan presente que los hijos de Abraham son los que creen. La Escritura, previendo que Dios justificaría a los gentiles por la fe, anunció con antelación a Abraham esta buena nueva: En ti serán bendecidas todas las naciones. Así pues, los que creen son bendecidos con Abraham el creyente (Ga 3, 6-9).

CANTO Hacía calor aquel día cuando Abraham estaba sentado delante de su tienda. Hacía calor aquel día cuando Abraham estaba sentado cerca del encinar de Mambré. Alzando los ojos, miró, y tres hombres de pie estaban delante. En cuanto los vio se inclinó hasta el suelo y dijo: «Oh Señor mío, no pases te ruego sin detenerte». SIN DETENERTE NO PASES TE RUEGO, SIN DETENERTE, SIN DETENERTE». «Os traeré un poco de agua, os lavaré los pies y reposaréis a la sombra, os traeré un bocado, os reconfortaréis y luego seguiréis adelante. No por casualidad habéis pasado hoy delante de mí». «OH SEÑOR MÍO, NO PASES TE RUEGO SIN DETENERTE, SIN DETENERTE. SIN DETENERTE, NO PASES TE RUEGO, SIN DETENERTE, SIN DETENERTE»

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MONICIÓN Este canto muestra la visita de Dios a la casa de Abraham y Sara en la persona de tres ángeles que les transmiten una promesa, que se cumplirá gratuitamente cambiándoles radicalmente la vida. Abraham es un hombre nómada que a su avanzada edad, no tenía descendencia por la esterilidad de su mujer, también de edad avanzada. Estos dos ancianos verán que la promesa se hará realidad con el nacimiento de Isaac, cuyo nombre en hebreo significa «risa». Abraham acoge a los tres enviados con gestos de hospitalidad que era la costumbre propia de la época. Abraham es elegido para ser padre de un pueblo numeroso como las estrellas del cielo (Cf. Gn 15, 5), y con esta promesa, abandonando su patria, emprende un camino racionalmente absurdo, aferrado a una esperanza que lo lleva a confiar en la certeza de la promesa divina (Cf. Hb 11, 17 -19). En esta gran peregrinación conocerá sus flaquezas, sus pecados, sus dudas y, sobre todo, la fidelidad de este Dios que cumple sus promesas y que es más fuerte que todos los dioses e ídolos en los que él se ha apoyado toda su vida, como gran politeísta. De este germen nacerá Jesús, llamado hijo de Abraham (Cf. Mt 1, 1). También nosotros, los hijos de la fe, somos hijos de Abraham (Cf. Rm 4, 1-3; Ga

3, 29). Como dice San Pablo: «Tengan pues entendido que los que viven de la fe, esos son los hijos de Abraham. La Escritura, previendo que Dios justificaría a los gentiles por la fe, anunció con antelación a Abraham esta buena nueva: En ti serán bendecidas todas las naciones. Así pues, los que viven de la fe son bendecidos con Abraham el creyente» (Ga 3, 7-9). Acojamos al Señor y cantemos este canto que evoca también la visita de Dios a nuestras vidas, llamándonos a emprender el camino de la fe en medio del calor agobiante de nuestros problemas y sufrimientos, trayéndonos este anuncio que entraña una promesa que se está realizando en nosotros, cambiando nuestra incertidumbre en «risa», nuestra esterilidad en fecundidad. Y digamos con Abraham: «Oh Señor mío, no pases te ruego sin detenerte. No por casualidad pasas hoy delante de mí».

ACOJAMOS “AL SEÑOR Y

CANTEMOS ESTE CANTO QUE EVOCA TAMBIÉN LA VISITA DE DIOS A NUESTRAS VIDAS...” 13


ACLAMAD AL SEÑOR Salmo 100 (99) Este salmo constituye una gozosa invitación a alabar al Señor, Pastor de su Pueblo. El salmo se desarrolla en una especie de hilo conductor de alabanza que no se rompe nunca, expresándose en una continua profesión de fe y de amor. Una alabanza que desde la tierra se eleva hacia Dios, pero que al mismo tiempo alimenta el espíritu del creyente (Juan Pablo II, catequesis sobre el salmo 99).

CANTO ¡ACLAMAD AL SEÑOR, TODA LA TIERRA, SERVID AL SEÑOR CON ALEGRÍA! ¡Acercaos a él con gritos de júbilo! ¡ACLAMAD AL SEÑOR, TODA LA TIERRA, SERVID AL SEÑOR CON ALEGRÍA! Porque el Señor es nuestro Dios, y nosotros su pueblo. ¡ACLAMAD AL SEÑOR, TODA LA TIERRA, SERVID AL SEÑOR CON ALEGRÍA! ¡Entrad por sus puertas con himnos de alegría! ¡ACLAMAD AL SEÑOR, TODA LA TIERRA, SERVID AL SEÑOR CON ALEGRÍA! ¡Bendecid su nombre, dándole gracias! ¡ACLAMAD AL SEÑOR, TODA LA TIERRA, SERVID AL SEÑOR CON ALEGRÍA! Porque es bueno el Señor, es eterno su amor con nosotros. ¡ACLAMAD AL SEÑOR, TODA LA TIERRA, SERVID AL SEÑOR CON ALEGRÍA!

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MONICIÓN El Papa Juan Pablo II dice: «Los hebreos llaman a este salmo “Salmo para la Todáh”, es decir, para la acción de gracias en el canto litúrgico, por lo cual se adapta muy bien para ser entonado en las Laudes de la mañana» (Cf. Juan Pablo II, Audiencia del Miércoles 7 de noviembre 2001).

Este salmo contiene tres elementos importantes: Llama a la oración en un marco litúrgico, convoca a toda la tierra a aclamar al Señor y hace profesión de fe: «Porque el Señor es nuestro Dios [...] porque es bueno el Señor, es eterno su amor con nosotros». (Cf. Mi 7, 20; Dt 7, 9). Confesemos, hermanos, nuestra fe entonando este himno, como demanda el principio del Decálogo: «Yo soy Yahvéh, tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, del lugar de esclavitud. No tendrás otros dioses delante de mí» (Cf. Ex 20, 2-3; Dt 6, 4). Exaltemos su bondad, su amor y su fidelidad perpetua, lazo que nunca se rompe ni se romperá, a pesar de nuestra naturaleza débil y de pecado (Cf. Rm 3, 3).

EXALTEMOS “SU BONDAD,

SU AMOR Y SU FIDELIDAD PERPETUA, LAZO QUE NUNCA SE ROMPE NI SE ROMPERÁ...” 15


ALABAD AL SEÑOR EN EL CIELO

Salmo 148 «Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y al que tú has enviado Jesucristo» (Jn 17 3). «Y toda creatura, del cielo, de la tierra, de debajo de la tierra y del mar, y todo lo que hay en ellos, oí que respondían: “Al que está sentado en el trono y al Cordero, alabanza, honor y gloria y potencia por los siglos de los siglos”» (Ap 5, 13).

CANTO ¡Alabad al Señor en el Cielo, ¡ALABADLO! Alabad al Señor en lo alto, ¡ALABADLO! Alabadlo, todos sus ángeles, ¡ALABADLO! Alabadlo, todos sus ejércitos! ¡ALABADLO! Alabadlo, sol y luna, ¡ALABADLO! Alabadlo, estrellas lucientes. ¡ALABADLO! Alabadlo, espacios celestes ¡ALABADLO! y aguas que cuelgan en el cielo. ¡ALABADLO! Alaben el nombre del Señor, ¡ALABADLO! porque Él lo mandó, y existieron. ¡ALABADLO! Les dio consistencia perpetua ¡ALABADLO! y una ley que no pasará. ¡ALABADLO! Alabad al Señor en la tierra, ¡ALABADLO! cetáceos y abismos del mar. ¡ALABADLO! Rayos, granizo, nieve y bruma, ¡ALABADLO! Viento huracanado que cumple sus órdenes. ¡ALABADLO! Montes y todas las sierras, ¡ALABADLO! árboles frutales y cedros. ¡ALABADLO! Fieras y animales domésticos, ¡ALABADLO! reptiles y pájaros que vuelan. ¡ALABADLO! Reyes y pueblos del orbe, ¡ALABADLO! príncipes y jefes del mundo. ¡ALABADLO! Los jóvenes y también las doncellas, ¡ALABADLO! los viejos a una con los niños. ¡ALABADLO! Alaben el nombre del Señor, ¡ALABADLO! el único nombre sublime. ¡ALABADLO!

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MONICIÓN Este salmo es un himno de invitación a la alabanza, que pudo ser un preludio perfecto al salmo 150, si no se interpusiese el 149 (Salmo de los Fieles) que interrumpe la continuidad rítmica y de sentido. El autor enumera y sintetiza de manera genial, como en cuatro movimientos, a todos los miembros invitados de la Asamblea Universal, conformada por la «hueste sideral», «la tierra», «el reino animal» y «el hombre». La Teología medieval afirma que en el universo existe un «empíreo», como el lugar más alto del firmamento donde habita físicamente Dios y residen los ángeles y las almas escogidas. Aquí podemos ver cómo se repite este mismo orden alegórico «en las montañas que se elevan sobre la tierra, los cedros que descuellan sobre los árboles, los reyes que dominan en los pueblos». Así, a Israel se le dio un puesto y un oficio privilegiado por su proximidad con Dios. Por eso el salmo concluye diciendo: «Israel, su pueblo escogido», que da la voz en la alabanza a todas las creaturas y pueblos de la tierra, representándolas como solista en el coro universal. En este salmo, el hombre, volviendo a nombrar a los seres: «…Sol y luna, estrellas lucientes. Montes y todas las sierras, árboles frutales y cedros, etc.», emulando a Adán en el Paraíso,

vuelve a tomar posesión de ellos y, nombrándolos, les devuelve su esplendor primitivo. El Señor nos invita hoy a participar de esta Liturgia Cósmica cantando esta alabanza y pronunciando, al unísono, como comunidad, los nombres en un acto de posesión compartida, no de propiedad personal, porque este himno está inspirado para ser pronunciado, no por el más poderoso, ni por el más rico sino por el más hombre: Cristo Nuestro Señor, muerto y glorificado, como dice San Pablo en la Carta a los Filipenses: «Por eso Dios lo exaltó y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre. Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos y toda lengua confiese que Cristo Jesús es el SEÑOR para gloria de Dios Padre» (Cf. Flp 2, 9-11). Cantemos este salmo unidos a Cristo Señor del cosmos.

ESTE SALMO “ ES UN HIMNO DE

INVITACIÓN A LA ALABANZA...”

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ALELUYA, ALABAD AL SEÑOR, ALELUYA Salmo 150 «David y toda la casa de Israel bailaban delante de Yahvéh con todas sus fuerzas, cantando con cítaras, arpas, adufes, sistros y cimbalillos» (2S 6,5).

CANTO ¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA! ¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA! Alabad al Señor en su templo, alabadlo en su fuerte firmamento, alabadlo por sus obras estupendas, alabadlo por su inmensa grandeza. ¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA! ¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA! Alabadlo al son de trompetas, alabadlo con arpas y guitarras, alabadlo con tambores y con danzas, alabadlo con trompas y flautas. ¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA! ¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA! Alabadlo con platillos sonoros, alabadlo con platillos vibrantes. ¡TODO SER ALABE AL SEÑOR, ALABE, ALABE AL SEÑOR! ¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA! ¡ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA!

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MONICIÓN Este salmo cierra la colección del Salterio, es un Himno orquestal, a modo de coda, que invita a todo ser que alienta a alabar la grandeza y el poder de Dios (Sal 8, 4-5). La música es capaz de estilizar sonidos creando una variedad de tonalidades que se convierten en melodías armónicas, y la danza hace lo suyo, con movimientos corporales mediante pantomimas y gestos, organizándolos en ritmos estilizados que siguen el perfecto orden de un patrón musical. Esto nos permite, ahorrándonos palabras, expresar los sentimientos más profundos de nuestro ser.

viva de Dios, va cambiando nuestra fealdad, desorden y oscuridad, producto del pecado, en una obra bella y armónica que se expresa en el Ágape de la comunidad cristiana, de cuyo corazón brota la bendición y la alabanza, como expresión espontánea de agradecimiento a la gratuidad de Dios, convirtiéndose así en el alma de la Liturgia. Cantemos ese Himno a Yahvéh, tañendo y tocando palmas en comunión con la naturaleza, dándole gracias porque ha resucitado a Cristo, constituyéndolo Señor de todo el Universo (Col 1, 19-20).

El salmista, cual director de orquesta, dirige la percusión, los vientos y las cuerdas, creando una bella obra y convirtiéndola en un hermoso espectáculo puesto en escena en honor a nuestro Dios. La perfección de Dios se muestra en toda la naturaleza, con sus formas, colores, en la diversidad de elementos que se contrastan y se dan valor el uno al otro creando una armonía de belleza única, sin necesidad de intervención de mano humana. La Nueva Estética, que surge como don gratuito en medio de la pequeña comunidad, viene a ser consecuencia secundaria que deriva de la renovación del Pueblo de Dios que, luego de muchos años de camino, experimentando la presencia

EL SALMISTA, “ CUAL DIRECTOR

DE ORQUESTA, DIRIGE LA PERCUSIÓN, LOS VIENTOS Y LAS CUERDAS, CREANDO UNA BELLA OBRA...” 19


Salmo 24 (23)

ALZAOS PUERTAS

«Ábranme las puertas del triunfo y entraré para dar gracias al Señor. Esta es la puerta del Señor, los vencedores (los justos) entrarán por ella» (Sal 118, 19-20).

CANTO ¡ALZAOS PUERTAS, ALZAOS LOS DINTELES, PUERTAS ETERNAS, DEBE ENTRAR EL REY DE LA GLORIA, DE LA GLORIA! ¿Quién es ese Rey de la Gloria? ¿QUIÉN ES ESE REY DE LA GLORIA? El Señor, el fuerte, el valiente. EL SEÑOR, EL FUERTE, EL VALIENTE El Señor valiente en la batalla VALIENTE EN LA BATALLA El Señor de los ejércitos EL SEÑOR DE LOS EJÉRCITOS Él es el Rey de la gloria EL REY DE LA GLORIA ¡ALZAOS PUERTAS... ¿Quién subirá al monte del Señor? ¿QUIÉN SUBIRÁ AL MONTE DEL SEÑOR? El de manos inocentes y puro corazón EL DE MANOS INOCENTES Y PURO CORAZÓN El que no conduce su vida por vanidad POR VANIDAD. Y nosotros somos su iglesia Y NOSOTROS SOMOS SU IGLESIA. Que hoy viene a tu presencia QUE HOY VIENE A TU PRESENCIA Que busca tu rostro, ¡oh Dios de Jacob! ¡OH DIOS DE JACOB! ¡ALZAOS PUERTAS...

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MONICIÓN En el desierto, el Pueblo hebreo cantaba este salmo al introducir el Arca de Yahvéh en el Santuario. Nosotros, por la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, somos ahora Santuario de Dios, y podemos abrir las puertas de nuestro corazón para que entre Cristo, el Rey de la Gloria, que viene como un guerrero a vencer a nuestros enemigos (Cf. 1Co 3, 16-17). Buscar el rostro de Dios, que al principio era «ir a consultar a Yahvéh en el Santuario», tomó luego, un sentido más general. Tratar de conocerle, vivir en su presencia, «buscar tu rostro», «a Yahvéh» es servirle fielmente.

entró en figura de hombre, y todas las cuevas de la Furia quedaron iluminadas. Y rompió los lazos, que hasta entonces no habían sido quebrantados, y el socorro de una virtud invencible nos visitó, a nosotros, que estábamos sentados en las profundidades de las tinieblas de nuestras faltas y en la sombra de la muerte de nuestros pecados» (Evangelio e Nicodemo XXII, 1-9). Cantemos al Señor que ha dado gratuitamente la libertad a los que yacíamos atrapados por la muerte.

Según los apócrifos, este salmo fue cantado por la legión que acompañó a Jesús en el momento de su descenso a los infiernos: «Ábranse, puertas eternas, que el Rey de la Gloria quiere entrar. Y la Furia, oyendo la voz, dijo a Satanás: Anda, sal, y pelea contra él. Y Satanás salió. Entonces la Furia dijo a sus demonios: Cierren las grandes puertas de bronce, cierren los grandes cerrojos de hierro, cierren con llave las grandes cerraduras, y pónganse todos de centinela, porque, si este hombre entra, estamos todos perdidos. Y, en el acto, las grandes puertas de bronce volaron en mil pedazos, y los que la muerte había tenido encadenados se levantaron. Y el Rey de la Gloria

“ CANTEMOS AL SEÑOR

QUE HA DADO GRATUITAMENTE LA LIBERTAD A LOS QUE YACÍAMOS ATRAPADOS POR LA MUERTE.” 21


Salmo 137 (136)

BABILONIA CRIMINAL

«Después de esto vi bajar del cielo a otro ángel, que tenía poder, y la tierra quedó iluminada con su resplandor. Gritó con potente voz diciendo: “¡Cayó la gran Babilonia! Se ha convertido en morada de demonios, […] Porque del vino de sus prostituciones han bebido todas las naciones y los reyes de la tierra han fornicado con ella, y los mercaderes de la tierra se han enriquecido con su lujo desenfrenado […] Salgan de ella, pueblo mío, no sea que se hagan cómplices de sus pecados y los alcancen sus plagas”» (Ap 18, 1-4).

CANTO JUNTO A LOS CANALES DE BABILONIA, ACORDÁNDONOS DE TI NOS SENTAMOS A LLORAR; DE LOS SAUCES COLGABAN LAS GUITARRAS; ACORDÁNDONOS DE TI NOS SENTAMOS A LLORAR. «¡CANTADNOS», NOS DECÍAN NUESTROS ENEMIGOS. «¡CANTADNOS», NOS DECÍAN NUESTROS OPRESORES. ELLOS QUERÍAN QUE NOSOTROS LES DIVIRTIÉRAMOS ¿Cómo cantar un cántico del Señor en tierra extraña? ¡Si de ti me olvidare, que se me seque la mano derecha! ¡Que se me pegue la lengua al paladar si de ti yo me olvidare Jerusalén, en la cumbre de mi alegría! SEÑOR, TOMA CUENTAS DE NUESTROS ENEMIGOS. SEÑOR, TOMA CUENTAS DE NUESTROS OPRESORES. CUANDO ELLOS SE DECÍAN: ¡ARRASADLA HASTA EL CIMIENTO! ¡Capital de Babilonia criminal, quién pudiera pagarte los males que nos has hecho! ¡quién pudiera estrellar tus hijos contra la piedra! JUNTO A LOS CANALES DE BABILONIA, ACORDÁNDONOS DE TI NOS SENTAMOS A LLORAR; DE LOS SAUCES COLGABAN LAS GUITARRAS; ACORDÁNDONOS DE TI NOS SENTAMOS A LLORAR. «¡CANTADNOS», NOS DECÍAN NUESTROS...

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MONICIÓN Este salmo expresa, con un lenguaje poético, la angustia del pueblo de Israel exiliado en una tierra extraña (Cf. Lm 3, 48) y grafica muy bien nuestra realidad cuando estamos desesperados, en crisis, sufriendo por alguna dificultad, una enfermedad, un problema que nos provoca amargura, sintiéndonos lejos de Dios.

En el Nuevo Testamento Roma es llamada Babilonia, la Gran Ciudad, la Prostituta, enemiga de Dios y de sus elegidos, llena de desenfreno, lujo, violencia, soberbia, injusticia, que persigue a muerte a los cristianos. Babilonia ha sido ya juzgada. Y aunque nos sigue atrapando, estamos aquí liberados por la acción de Dios (Cf. Ap 18, 21).

Israel lo había perdido todo. Había tenido jueces, reyes, sacerdotes, etc., y ahora no tiene templo, ni sacrificios. Dios había jurado en el Sinaí darles en posesión la Tierra Prometida. Por ello, se reunían a la orilla del agua para intentar rememorar la Palabra, buscando consuelo en las Escrituras, ya que el recordar las obras de Dios mantenían viva la esperanza de ser liberados y comenzar un Nuevo Éxodo (Cf. Ab 11, 15).

Babilonia y Jerusalén erguidas una frente a la otra, dos ciudades que se reparten los hombres. Mas Jerusalén, que es la Iglesia, no teme a Babilonia, que será vencida definitivamente cuando el Rey de los Reyes y Señor de los que dominan venga a pisotear el vino de la ardiente Cólera de Dios, asegurando así la victoria definitiva de Dios (Cf. Ap 18, 1ss).

Todos los cristianos tenemos que pasar por la purificación del sentimiento, la noche oscura del sentimiento, para llegar a la adultez de la fe (Cf. 1Co 3, 13-15).

ESTE SALMO “EXPRESA, CON

En esta situación extrema es purificado y espiritualizado el culto de este pequeño resto, y aparece lo que podría ser el arquetipo de lo que hoy es para nosotros la Celebración de la Palabra de Dios, lugar privilegiado, donde experimentamos su eficacia y su poder, que da sentido a nuestra vida (Cf. Hb 1, 3; 4, 12; St 1, 21).

UN LENGUAJE POÉTICO, LA ANGUSTIA DEL PUEBLO DE ISRAEL EXILIADO EN UNA TIERRA EXTRAÑA...”

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BALAAM Números 23, 7-24

CANTO De Aram me ha hecho venir Balaq, el rey de Moab, desde los montes de Oriente: «Ven y maldice a Jacob; ven y profetiza contra Israel»

Pueblo mío, recuerda, por favor, qué maquinó Balaq, […] Se te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno, lo que Yahvéh reclama de ti: tan solo que practiques la justicia, ames la piedad y camines humildemente con tu Dios (Mi 6, 5-8).

¿Cómo maldeciré, si Dios no quiere? ¿Cómo profetizaré, si Dios no me deja? De lo alto de esta cima yo diviso, desde lo alto de esta roca yo contemplo: este es un pueblo distinto a todas las naciones. ¡QUÉ BELLAS SON TUS TIENDAS, QUÉ BELLAS SON, ISRAEL! ¡QUÉ BELLAS SON TUS TIENDAS, QUÉ BELLAS SON, ISRAEL!

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«¿Pero qué es lo que estás haciendo? ¡Tú lo estás bendiciendo! Ven, quizá desde otra parte Dios lo quiera maldecir»

¿Quién contará, contará tu multitud? JACOB, JACOB, JACOB, JACOB. Sea, sea mi muerte como la muerte de tu Justo. Vaya mi vida donde él, VAYA MI VIDA DONDE ÉL

«Escucha, hijo de Sippor, pon el oído, rey Balaq. Que Dios no es un hombre que dice y se arrepiente. Una estrella surge de Jacob, se oyen aclamaciones por su Rey. Dios es su Padre. Se acuesta como león, se hecha como leona, nadie lo hará levantar.»

¡QUÉ BELLAS SON TUS TIENDAS, QUÉ BELLAS SON, ISRAEL! ¡QUÉ BELLAS SON TUS TIENDAS, QUÉ BELLAS SON, ISRAEL!

¡QUÉ BELLAS SON TUS TIENDAS, QUÉ BELLAS SON, ISRAEL! ¡QUÉ BELLAS SON TUS TIENDAS, QUÉ BELLAS SON, ISRAEL!


MONICIÓN Dios ha venido a buscarse un Pueblo y ha hecho una elección con él por medio de milagros. Los motivos de esta elección son el amor y la fidelidad a las promesas gratuitamente hechas a los padres:

cadas por nuestros enemigos externos e internos: el mundo, el demonio y la carne. Bendigamos al Señor que nos está conduciendo, poco a poco, al cristianismo, a la tierra prometida.

«No porque sean el más numeroso de todos los pueblos se ha prendado Yahvéh de ustedes y los ha elegido, pues son el menos numeroso, sino por el amor que les tiene y por guardar el juramento hecho a sus padres…» (Cf. Dt 7, 7-8). Este canto nos muestra con claridad la fuerza que habita en el Pueblo de Israel, pueblo escogido por Dios quien no se retracta o arrepiente y que mantiene sus promesas. Y esta fuerza que les viene de Dios es la garantía frente a sus enemigos, frente a lo cual Balaam, hombre inicuo, adivino y estratega militar, contratado por Balaq (rey de los moabitas) para maldecir a Israel, es obligado por la omnipotencia de Yahvéh a cambiar su maldición en bendición y exclama: «¡Este es un pueblo distinto a todas las naciones! ¡Qué bellas son tus tiendas, qué bellas son, Israel!» (Cf. Dt 23, 5; Jos 24, 9-10; Ne 13, 2). Nosotros hemos sido llamados a ser miembros de su Pueblo, miembros de la Iglesia, donde se nos está enseñando a vivir apoyados en su fuerza, como garantía frente a las adversidades provo-

ESTE CANTO “NOS MUESTRA

CON CLARIDAD LA FUERZA QUE HABITA EN EL PUEBLO DE ISRAEL, PUEBLO ESCOGIDO POR DIOS QUIEN NO SE RETRACTA O ARREPIENTE Y QUE MANTIENE SUS PROMESAS.” 25


BENDECIRÉ AL SEÑOR EN TODO TIEMPO Salmo 34 (33) «Estas palabras Bendeciré al Señor en todo tiempo han de ser consideradas a la luz de lo que dice la Escritura: Todo lo ha hecho hermoso en su tiempo (Qo 3,11). Y David dijo al Santo, bendito sea Él: “Maestro del universo ¿qué beneficio hay para el mundo con la locura? Cuando un hombre va al mercado y desgarra su vestido, y los niños corren tras él y se burlan, ¿es esto bello a tus ojos?” El Santo, bendito sea Él, contestó: “¿Elevas tú un grito contra la locura? Por tu vida, un día has de necesitar de ella”. Un día, David comenzó a implorar a Dios y suplicarle diciendo: “¡Maestro del universo, en esta hora de necesidad respóndeme!” El Santo, bendito sea Él, preguntó: “¿Qué necesitas?” David dijo: “Dame un poco de esa locura que tú has creado.” El Santo, bendito sea Él, replicó: “¿No te dije: Quien desprecie una cosa será echado por ella? ¡Y ahora pides locura!” Por eso se dice [un Salmo] de David; cuando cambió su comportamiento ante Abimélec. En ese instante David se regocijó que la locura había venido en su ayuda, y en su regocijo compuso este Salmo acróstico, diciendo al Santo, bendito sea Él: ¡Qué buena es la locura! Bendeciré al Señor en todo tiempo; su alabanza estará continuamente en mi boca (Sal 34,1) tanto en tiempo de razón como en tiempo de locura» (Midrash del salmo 34).

CANTO BENDECIRÉ AL SEÑOR EN TODO TIEMPO, EN MI BOCA SIEMPRE SU ALABANZA; YO ME GLORÍO EN EL SEÑOR, ¡LO ESCUCHEN LOS HUMILDES Y SE ALEGREN! Cantad conmigo al Señor, cantemos juntos a su Nombre. Porque este pobre grita, el Señor le escucha, y le libra de todas sus angustias. BENDECIRÉ AL SEÑOR... Porque el ángel del Señor acampa en torno a aquellos que le temen y les salva. Gritan ellos, y el Señor les escucha y los libra de todas sus angustias. GUSTAD Y VED QUÉ BUENO ES EL SEÑOR, DICHOSO EL HOMBRE QUE SE REFUGIA EN ÉL. Porque muchas son las pruebas que le esperan al Justo, mas de todas le libra el Señor. Gritan ellos, y el Señor les escucha y los libra de todas sus angustias. BENDECIRÉ AL SEÑOR...

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MONICIÓN Salmo de David, cuando fingiéndose demente ante Abimélec, fue despachado por él y se marchó. La biblia de Jerusalén señala como texto de tradición independiente el fragmento sobre la fuga de David, que resalta su habilidad con un rasgo humorístico.

de ‘angosto’) por el miedo o pánico a una enfermedad, a un peligro físico inminente, etc.

David, huyendo de Saúl, se refugió donde Aquis (Abimélec), rey de Gat. «Los servidores del rey filisteo le decían: “¿No es ese David, el rey del país?” […] Al sopesar David estas palabras, le entró miedo del rey, […] y les hizo creer que estaba loco […] tamborileaba sobre el batiente de la puerta y dejaba caer saliva sobre su barba. Dijo el rey a sus servidores, este hombre está loco. ¿Para qué me lo han traído? […] Partió David y se refugió en la casa de Adulán» (Cf. 1S 21, 11-16; Jn 10, 20).

Cantemos al Señor, que no es indiferente a nuestros sufrimientos, es sensible a nuestra angustia, y los salmos son como una especie de nexo profundo con nuestro hombre interior, porque expresan situaciones existenciales, descritas de manera muy sencilla como cuando dicen: «Celebraré su nombre porque es bueno, de la angustia él me ha liberado» (Cf. Sal 54); «Muchas son las pruebas que le esperan al justo, mas de todas lo libra el Señor»; «Porque el ángel del Señor acampa en torno a aquellos que le temen y les salva».

Dice este Salmo: «Cantad conmigo al Señor, cantemos juntos a su nombre, porque este pobre grita, el Señor lo escucha y lo libra de todas sus angustias». La angustia viene estimulada por una especie de asalto de emociones negativas y adversas que provocan un importante malestar psíquico, y que lleva a la persona a un sufrimiento profundo y serio, produciéndole una sensación de ahogo u opresión en el pecho (derivado del latín: angustus, ‘estrecho’, de la familia etimológica

Jesucristo ha conocido la angustia al extremo. En el Getsemaní sudó sangre de la angustia que sentía (Cf. Mt 26, 36-46).

SALMO DE “ DAVID, CUANDO

FINGIÉNDOSE DEMENTE ANTE ABIMÉLEC, FUE DESPACHADO POR ÉL Y SE MARCHÓ.” 27


BENDITO ERES SEÑOR

Daniel 3, 52-57 “Bendito eres en la bóveda del cielo: a ti honor y alabanza por los siglos” (Daniel 3, 56). Al cantar este himno en la mañana del domingo, el cristiano se siente agradecido no sólo por el don de la creación, sino también por el hecho de ser destinatario del cuidado paterno de Dios, que en Cristo le ha elevado a la dignidad de hijo. (S. Juan Pablo II)

CANTO Bendito eres, Señor, Dios de nuestros padres. A TI GLORIA Y ALABANZA, A TI GLORIA POR LOS SIGLOS. Bendito sea tu Nombre, tu Nombre santo y glorioso. A TI GLORIA Y ALABANZA... Bendito eres en el templo, en el templo de tu santa Gloria. A TI GLORIA Y ALABANZA... Bendito eres en el trono, en el trono de tu Reino. A TI GLORIA Y ALABANZA... Bendito entre querubines, tú, que sondeas los abismos. A TI GLORIA Y ALABANZA... Bendito eres, Señor, en la bóveda del cielo. A TI GLORIA Y ALABANZA... Criaturas todas del Señor. BENDECID AL SEÑOR. Ensalzadlo con himnos por los siglos. ENSALZADLO CON HIMNOS POR LOS SIGLOS.

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MONICIÓN La liturgia de las Horas en laudes coloca el Cántico de los tres hóvenes los cuatro domingos del mes (ver Cántico de los tres jóvenes). Los Domingos II y IV, encontramos siete bendiciones, dirigidas directamente a Dios, que dan inicio al cántico: «bendito Dios de nuestros padres»; «bendito su Nombre»; «bendito en el templo de su Gloria»; «bendito en el trono de su Reino»; «bendito entre querubines»; «bendito en la bóveda del Cielo»; «Criaturas todas, bendecid al Señor»… Dice S. Pedro: «pero ustedes son linaje elegido, sacerdocio real, nación santa, pueblo adquirido, para anunciar las alabanzas de Aquel que los ha llamado de las tinieblas a su admirable Luz. Ustedes, que en un tiempo no eran pueblo y que ahora son el Pueblo de Dios, de los que antes no se tuvo compasión, y ahora son compadecidos» (Cf. 1P 2, 9-10). «No devuelvan mal por mal, ni insulto por insulto; por el contrario, bendigan, pues han sido llamados a heredar la bendición» (Cf. 1P 3, 9). San Pedro afirma que hemos heredado de Israel (nuestros hermanos mayores) la bendición como Pueblo Sacerdotal. Por eso la iniciación cristiana nos está conduciendo, poco a poco, a la oración constante, a la bendición («bendeciré al Señor en todo tiempo», Sal 34), porque el alma, el ser de la liturgia cristiana, es la bendición, la exultación, la acción de gracias, la berajá; bendición que brota naturalmente solo de un corazón agradecido.

La intervención constante de Dios en medio de su pueblo provoca siempre en el creyente una respuesta: «¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Levantaré la Copa de salvación e invocaré el nombre del Señor» (Cf. Sal 116, 13+). Rito de acción de gracias conservado en las liturgias judía y cristiana que hace referencia directa a nuestra Eucaristía (Cf. 1Co 10, 16+) Pidamos al Señor nos conceda una visión teológica de la historia, el discernimiento, que nos permita interpretar desde la fe nuestra vida, porque solo así podemos reconocer a Dios como causa primera de todas las cosas, porque todo concurre para nuestro bien (Cf. Rm 8, 28) aunque algunas veces los hechos se nos presenten contrarios e incómodos a nuestra razón, como la enfermedad, los conflictos familiares, los problemas laborales, la precariedad económica, etc. La cruz que el Señor permite en nuestra vida, cual puerta estrecha, nos lleva a Él, y con su gracia nuestra vida se redimensiona, cobrando sentido y ordenándose a la voluntad de Dios nuestro Padre. Por eso, al caer la tarde del sábado, la Eucaristía nos introduce en el domingo, nos mete en el reposo mesiánico, día del Señor, día donde descansamos de toda actividad laboral y lo enmarcamos en la liturgia doméstica como agradecimiento al Señor, que es bueno con nosotros.

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CANTAD AL SEÑOR Salmo 117 (116) A pesar de su carácter breve y esencial, el Salmo 116 penetra en el corazón de la oración, que consiste en el encuentro y en el diálogo vivo y personal con Dios. En este acontecimiento, el misterio de la divinidad se revela como fidelidad y amor en un mundo tecnológico minado por un eclipse de lo sagrado, en una sociedad que se complace en una cierta autosuficiencia, el testimonio de quien ora es como un rayo de luz en la oscuridad (S. Juan Pablo II, catequesis sobre el salmo 117).

CANTO ¡CANTAD AL SEÑOR, PUEBLOS TODOS DE LA TIERRA, NACIONES, DADLE GLORIA!

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Porque grande es su Amor hacia nosotros, es eterna su misericordia. Naciones, dadle Gloria.

Porque firme es su Amor hacia nosotros, su fidelidad dura por siempre. Naciones, dadle Gloria

¡CANTAD AL SEÑOR, PUEBLOS TODOS DE LA TIERRA, NACIONES, DADLE GLORIA!

¡CANTAD AL SEÑOR, PUEBLOS TODOS DE LA TIERRA, NACIONES, DADLE GLORIA!


MONICIÓN Este breve salmo es una pieza lírica de alabanza, similar a una doxología, que suele pronunciarse al inicio o al final de un acto litúrgico (Cf. Sal 41, 14). San Pablo lo cita cuando habla del reino universal de Dios (Cf. Rm 15, 11). Aquí el salmista lo hace invitando a todas las naciones de la tierra a unirse a las alabanzas a Yahvéh, que ha mostrado la firmeza de su Amor y la perpetua fidelidad hacia Israel, su pueblo escogido, como primicia de su obra en el plan de salvación que traerá el Mesías para todos los pueblos, haciendo realidad las perspectivas universalistas que esbozan algunos salmos (Cf. Sal 86, 9; 67, 13; 22, 28) y el segundo Isaías (Cf. Is 60, 2-4). Piedad y fidelidad, dos pilares sobre los que se fundamenta la salvación de Israel y la de todos los pueblos (Cf. Ex 34, 6; Za 8, 8; Rm 3, 3). El salmista parece aspirar a formar un gigantesco orfeón (coro) con todos los pueblos, que entone la alabanza al Dios único (Cf. Sal 47, 2-3; 100, 1-3). Cantemos juntos al Señor, que se muestra siempre misericordioso y fiel hacia nosotros.

“ CANTEMOS JUNTOS AL

SEÑOR, QUE SE MUESTRA SIEMPRE MISERICORDIOSO Y FIEL HACIA NOSOTROS.” 31


CÁNTICO DE LOS TRES JÓVENES Daniel 3, 57-88

CANTO Criaturas todas del Señor. BENDECID AL SEÑOR. Ensalzadlo. CON HIMNOS POR LOS SIGLOS. Ángeles del Señor. BENDECID AL SEÑOR. Cielos. BENDECID AL SEÑOR. Aguas del espacio. BENDECID AL SEÑOR. Ejércitos del Señor. BENDECID AL SEÑOR. Sol y Luna. BENDECID AL SEÑOR. Astros del cielo. BENDECID AL SEÑOR. Lluvia y rocío. BENDECID AL SEÑOR. Vientos todos. BENDECID AL SEÑOR. Fuego y calor. BENDECID AL SEÑOR. Fríos y heladas. BENDECID AL SEÑOR. Rocíos y nevadas. BENDECID AL SEÑOR. Témpanos y hielos. BENDECID AL SEÑOR. Escarchas y nieves. BENDECID AL SEÑOR. Noche y día. BENDECID AL SEÑOR. Luz y tinieblas. BENDECID AL SEÑOR. Rayos y nubes. BENDECID AL SEÑOR. Bendiga la tierra al Señor. LO ENSALCE CON HIMNOS POR LOS SIGLOS. Montes y cumbres. BENDECID AL SEÑOR. Cuanto germina en la tierra. BENDIGA AL SEÑOR. 32

La respuesta que los jóvenes dieron al rey es muy significativa: no rezaron para salvarse del horno, sino solo para abrazar la voluntad de Dios. A causa de su fe, creen que pueden escapar de la muerte, pero dicen que si no fuera así, el Señor los librará de su mano de modo que el rey sepa que también pueden morir en los brazos del Dios al que aman (San Cipriano).

Manantiales. BENDECID AL SEÑOR. Mares y ríos. BENDECID AL SEÑOR. Cetáceos y peces. BENDECID AL SEÑOR. Aves del cielo. BENDECID AL SEÑOR. Fieras y ganados. BENDECID AL SEÑOR. Ensalzadlo. CON HIMNOS POR LOS SIGLOS. Hijos de los hombres. BENDECID AL SEÑOR. Bendiga Israel al Señor. BENDIGA AL SEÑOR. Sacerdotes del Señor. BENDECID AL SEÑOR. Siervos del Señor. BENDECID AL SEÑOR. Almas y espíritus justos. BENDECID AL SEÑOR. Santos y humildes de corazón. BENDECID AL SEÑOR. Ananías, Azarías y Misael. BENDECID AL SEÑOR. Ensalzadlo. CON HIMNOS POR LOS SIGLOS.


MONICIÓN La Liturgia de las Horas, en el Salterio, coloca este cántico los Domingos I y III, que grafica una especie de «desfile cósmico», perfectamente ordenado «cual sinfonía en tres movimientos que abarcan a toda la creación», empezando por los ángeles y cuerpos celestes, el sol, la luna las estrellas; los fenómenos naturales como el viento, la lluvia, la nieve, el granizo etc.; el tiempo, noche y día; luego, une a su invitación de alabanza a las creaturas que germinan sobre la tierra y el vasto reino animal terrestre, marino y animales que vuelan; y en un tercer movimiento invita al hombre, al pueblo elegido, los consagrados, los santos y las almas de los justos a unirse a la alabanza, que compone este gran Himno. Cantemos bendiciendo al Señor que está destruyendo en nosotros al hombre de pecado, al hombre viejo, para que surja el hombre nuevo, joven y fuerte lleno de

Espíritu, como aquellos tres: Ananías, Azarías y Misael, que, tras ser arrojados al horno, son protegidos por una brisa que no permitía que fueran abrasados por las llamas, y desde allí elevan al Señor este himno maravilloso de bendición en nombre de toda la creación. Este horno es imagen de la muerte que nos circunda cada día y el fuego es producto de nuestros pecados, que nos rodean y queman. La Escritura profetiza con esto la Misión de la Iglesia que, en medio del mundo, cual horno gigante que constantemente amenaza destruirla, permanece en pie liberada de la muerte y en bendición continua. La presencia de Cristo resucitado en medio de nosotros es una brisa fresca que enjuga y sana nuestras heridas, haciéndonos caminar como Iglesia en el mundo sin ser del mundo (Cf. Jn 17, 14ss).

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CÓMO ES MARAVILLOSO ESTAR CON LOS HERMANOS

Salmo 133 (132) “Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común. Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu (…) y alababan a Dios” (Hch 2, 44-47).

CANTO ¡Cómo es maravilloso estar con los hermanos! ¡CÓMO ES MARAVILLOSO ESTAR CON LOS HERMANOS! Maravilloso estar con los hermanos. MARAVILLOSO ESTAR CON LOS HERMANOS Es como aceite que baja por la barba de Aarón. ES COMO ACEITE QUE BAJA POR LA BARBA DE AARÓN. Como aceite por la barba de Aarón. COMO ACEITE POR LA BARBA DE AARÓN. Como rocío del Hermón que baja sobre Sion. COMO ROCÍO DEL HERMÓN QUE BAJA SOBRE SION. Como rocío que baja sobre Sion. COMO ROCÍO QUE BAJA SOBRE SION. Allí Yahvéh nos ha dado toda su bendición. ALLÍ YAHVÉH NOS HA DADO TODA SU BENDICIÓN. Nos ha dado toda su bendición. NOS HA DADO TODA SU BENDICIÓN. Allí Yahvéh nos ha dado la vida para siempre. ALLÍ YAHVÉH NOS HA DADO LA VIDA PARA SIEMPRE. Nos ha dado la vida para siempre. NOS HA DADO LA VIDA PARA SIEMPRE. ¡CÓMO ES MARAVILLOSO ESTAR CON LOS HERMANOS!

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MONICIÓN Dice el salmo: «Cómo es maravilloso estar con los hermanos». Por el Antiguo Testamento sabemos que desde el Génesis (Cf. Gn 4) hasta el Deuteronomio se extiende el término «hermano» a todo miembro de la comunidad, dejando de ser solo de exclusividad consanguínea. Para graficar el gozo maravilloso que produce este «estar con los hermanos», el autor hace dos comparaciones paralelas usando dos imágenes: «Como aceite perfumado» y «como rocío copioso» (Cf. Pr 27, 9). Comparaciones que tienen cualidades similares: aroma y frescura (sensibles al olfato y al tacto). Si entramos, por ejemplo, a un jardín de flores aromáticas, percibiremos un olor que penetra y envuelve produciendo en nosotros una indescriptible sensación placentera; lo mismo sucede si en un día caluroso y agobiante de pronto sopla suavemente una brisa muy fresca sobre nuestro rostro, provocando un deleite que se extiende a nuestro cuerpo brindándonos una sensación de bienestar, también indescriptible. El aceite que usaba el Sumo Sacerdote era aromático (Cf. Ex 30, 22s), hecho con mirra, acacia y otras especias, que se usaba para consagrar la tienda del Arca, el Altar y el Candelabro, etc., y el autor dice: “…es como ungüento que baja por la barba de Aarón”, o sea, desde la cabeza del Sumo Sa-

cerdote mediador hasta el pueblo, haciendo referencia AL CULTO, A LA LITURGIA. Luego: «…como rocío del Hermón hasta el monte Sion», el salmista sugiere un rocío que desciende desde los 2 700 metros que tiene el Hermón hasta la explanada del Templo, discurriendo frescor y fecundidad hasta el lugar donde se reúnen los israelitas, la comunidad de hermanos, recibiendo así la bendición que perdura por siempre. El Amor, fruto de la comunión perfecta que genera la presencia del Espíritu Santo en medio de la comunidad cristiana, es sobrenatural, y este AMOR y esta UNIDAD producen en quien lo ve desde fuera una sensación indescriptible que atrae y hace exclamar como en la Iglesia Primitiva: «Mirad cómo se aman» (Cf. 1P 1, 22; Jn 13, 34-35). Por lo cual, dirá San Pablo: «Por nuestro medio Cristo difunde la fragancia de su conocimiento, porque somos aroma de Cristo ofrecido a Dios» (2Co 2, 14-15). Hermanos, cantemos al Señor por el gozo que produce su presencia en medio de nosotros, celebrando su Amor y Misericordia. (Véase también la monición al canto «Mirad qué estupendo…».)

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COMO LA CIERVA Salmo 42-43 (41-42) «El que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna» (Jn 4, 14).

CANTO Como la cierva anhela las corrientes de agua, así mi alma te anhela a ti, Dios mío. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿cuándo podré ver el rostro de Dios? Mis lágrimas son mi pan, noche y día, mientras mis enemigos me dicen todo el día: ¿Dónde está tu Dios? ¿Dónde está tu Dios? ¿Dónde está tu Dios? Y cuando yo recuerdo, el alma se me llena de tristeza, cómo marchaba en medio de un pueblo en fiesta. ¿Por qué te abates, alma mía, por qué tú gimes dentro de mí? ESPERA EN DIOS, ESPERA EN DIOS: QUE VOLVERÁS A ALABARLO. ¡Porque él, él es tu salvación, él es tu Dios, él es tu Dios! ESPERA EN DIOS, ESPERA EN DIOS, ESPERA EN DIOS, ESPERA EN DIOS: QUE VOLVERÁS A ALABARLO. Cuántas veces le he dicho a mi roca: ¿Por qué me has abandonado? ¿Por qué camino triste oprimido por mis enemigos? Se me rompen los huesos de escuchar todo el día: ¿Dónde está tu Dios? ¿Dónde está ese Dios? Señor, envíame tu luz y tu verdad, que ellas me guíen hasta tu monte santo. Entonces podré cantar un canto de alegría con mi guitarra. ¿Por qué te abates, alma mía...

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MONICIÓN Este salmo nos muestra a un hombre en situación de crisis que gime: «Mis lágrimas son mi pan, noche y día mientras mis enemigos me dicen: ¿Dónde está tu Dios?» Cuando atravesamos situaciones concretas y difíciles que alteran nuestro estado anímico, que nos hunden en la angustia, cuando experimentamos que los hechos presionan y condicionan nuestra razón, haciéndonos ver todo feo, malo y absurdo, entramos en un conflicto y, según el cúmulo de experiencias de nuestra vida, responderemos a los hechos con una «impronta peculiar», juzgando todo con esa interpretación particular que hacemos con nuestra razón. Allí es donde aparece el «adversario», aprovechándose de este conflicto para lanzarnos esta pregunta: ¿Dónde está tu Dios? (Cf. Sal 10, 4; Mt 27, 39-44; Mi 7, 10). El demonio utiliza los hechos de nuestra historia para confundirnos, para impedirnos ver el amor de Dios. Cantemos, hermanos, y digamos a nuestra alma: ánimo, «espera en Dios, que volverás a alabarlo, porque él es tu salvación, él es tu Dios». Solo el don de la fe puede darnos una luz nueva, que permita abandonarnos a la voluntad de Dios, que nos ama y lleva la historia.

ESTE SALMO “ NOS MUESTRA A

UN HOMBRE EN SITUACIÓN DE CRISIS QUE GIME: «MIS LÁGRIMAS SON MI PAN, NOCHE Y DÍA MIENTRAS MIS ENEMIGOS ME DICEN: ¿DÓNDE ESTÁ TU DIOS?»”

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Isaías 40, 1-11

CONSOLAD A MI PUEBLO

¡Bendito sea Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación! Él nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos consolar a los que se sienten atribulados, ofreciéndoles el consuelo que nosotros mismos recibimos de Dios. (2Co 1, 3-4)

CANTO CONSOLAD A MI PUEBLO, Y HABLAD AL CORAZÓN DE JERUSALÉN Y DECIDLE QUE SE ACABA SU ESCLAVITUD ¡Ohey! Una voz en el desierto grita: “preparad el camino, la senda al Señor” PORQUE EL SEÑOR VIENE CON POTENCIA, TRAE CONSIGO EL PREMIO. COMO EL PASTOR REÚNE SU REBAÑO; LLEVA AL CORDERILLO EN SUS BRAZOS. Como el pastor conduce con cuidado las ovejas que van a ser madres; como el pastor que lleva a sus hombros la oveja perdida. CONSOLAD A MI PUEBLO, Y HABLAD AL CORAZON DE JERUSALÉN Y DECIDLE QUE SE ACABA SU ESCLAVITUD

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MONICIÓN Este canto da inicio a la segunda parte del Libro de Isaías (40 — 55). Se le atribuye a un poeta anónimo que vivió hacia fines del exilio, considerado por muchos como el mayor profeta y el mejor poeta de Israel, llamado también «Deuteroisaías» (Segundo Isaías). Es llamado el libro de la «consolación» porque difiere del primer libro (1 — 39) que narra una época de la historia de Judá bastante conflictiva, que generalmente contiene amenazas y alusiones a dos grandes potencias, Asiria y Egipto, que se pelean por adquirir la hegemonía del Oriente Medio. Este canto anuncia que la esclavitud del pueblo ha terminado, que la ruina de Jerusalén ya pasó. Israel en el exilio ha pagado el doble de su culpa a manos de un mercenario (Cf. Ex 22, 1-3ss) y que el tiempo de la restauración definitiva está cerca. Esta «Voz» (anónima) que grita en el desierto, obedeciendo al mandato del versículo 2 «Hablen al corazón de Jerusalén, y díganle que se acaba su esclavitud», ha sido aplicado por los evangelistas (Cf. Mt 3, 3; Jn 1, 23) a Juan Bautista, quien anuncia la venida del Mesías. Este «camino o senda del Señor» es la vía por la que Yahvéh conducirá a su pueblo, a través del desierto, a un nuevo Éxodo (Cf. Is 10, 25-27). Momentos difíciles para el pueblo que, habiendo pasado tres generaciones en el exilio, ha perdido ya

la esperanza, pero aún mantiene la fe en el Santo de Israel. Los ídolos a los que se les ha apegado el corazón infunden dudas de si seguir a la «voz que clama en el desierto» o quedarse en Babilonia. Por eso, Dios los invita a hacer memoria de la historia que han cantado desde pequeños en los salmos, y de la fe transmitida de generación en generación (Cf. Dt 6, 7-9), donde encontrarán un apoyo que les haga recuperar la esperanza (Cf. Sal 137, 1.5-6) Acojamos a Cristo, nuestro Pastor, que, sin juzgarnos ni exigirnos nada, nos pone sobre sus hombros y, respetando siempre nuestra libertad, nos conduce con ternura y paciencia por este camino maravilloso hacia el nuevo Éxodo (la Pascua). Y, rompiendo constantemente las dudas y esclavitudes propias de nuestra fragilidad humana, hace presente en medio de nosotros la Jerusalén Celeste.

ESTE CANTO “ANUNCIA QUE

LA ESCLAVITUD DEL PUEBLO HA TERMINADO, QUE LA RUINA DE JERUSALÉN YA PASÓ.” 39


CUANDO DORMÍA Cantar de los Cantares 5, 2ss «Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo» (Ap 3,20).

CANTO Cuando dormía, mi corazón velaba. ¡La voz de mi amado oí!: «¡Abre, hermana mía, ábreme, paloma! Que mi cabeza está cubierta de rocío y mis cabellos del relente de la noche». ¡Metió la mano por el agujero de la cerradura; y toda entera me estremecí! Me levanté corriendo, y mis manos destilaron mirra, mirra fluida mis dedos, por el pestillo de la puerta. OS CONJURO, HIJAS DE JERUSALÉN, SI ENCONTRÁIS A MI AMADO, DECIDLE QUE MUERO DE AMOR. Abrí, abrí a mi amado, pero no estaba, ya había pasado, y el alma se me escapó en su huida. Lo busqué y no lo hallé, lo llamé, lo llamé y no me respondió. Me encontraron los guardias, que hacen la ronda, me golpearon, me desnudaron los guardias de las murallas. OS CONJURO, HIJAS DE JERUSALÉN, SI ENCONTRÁIS A MI AMADO... ¡Ay, si tú fueras mi hermano! Te podría besar al encontrarte en la puerta. OS CONJURO, HIJAS DE JERUSALÉN, SI ENCONTRÁIS A MI AMADO...

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MONICIÓN El hombre no descansa en la búsqueda constante de felicidad; está dormido en su alienación y, aunque lo tenga «todo», aunque haya alcanzado una meta, adquirido muchos bienes, etc., su corazón está siempre en vela, porque no es verdaderamente feliz. «Cuando dormía y mi corazón velaba». En esta situación nos ha encontrado el Señor, y nos ha llamado, nos ha dejado escuchar su voz, como un enamorado llama a su amada intentando seducirla, y le pide abrir la puerta: «Abre, hermana mía, ábreme, paloma». Luego ha intentado, con delicadeza, abrir la cerradura, dejando un perfume a mirra. Ya desde las primeras catequesis el Señor te ha hecho sentir cosas bonitas hablando a tu espíritu, te ha hecho despertar del sueño, te ha conmovido a tal punto que te has apresurado a abrir (Cf Ef 5, 14). Pero sucedió algo paradójico: abres y Él ya no está. Y, en vez de decrecer el amor, fue en aumento, y has salido a buscarlo diciendo: “Hijas de Jerusalén, os conjuro, si encontráis a mi amado decidle que muero de amor”. Buscando al amado, vino la persecución, te desnudaron, te golpearon, y ahora que conoces este amor puedes decir al amado: «Si tú fueras mi hermano, te podría besar al encontrarte en la puerta”.

Jesús se ha hecho nuestro hermano. Por eso en la comunidad podemos darnos la paz, podemos perdonarnos, amarnos, porque el otro es Cristo (Cf Mc 3, 35; Hb 2, 11-13). Cantemos a Dios que rompe los muros que nos separan del otro y nos hace pasar gratuitamente del egoísmo al Amor.

CANTEMOS A “ DIOS QUE ROMPE

LOS MUROS QUE NOS SEPARAN DEL OTRO Y NOS HACE PASAR GRATUITAMENTE DEL EGOÍSMO AL AMOR.”

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CUANDO EL SEÑOR Salmo 126 (125) “Porque ha rescatado Yahvéh a Jacob, y lo ha redimido de la mano de otro más fuerte. Vendrán cantando y acudirán para gozar de los regalos de Yahvéh […] entonces la muchacha bailará de alegría, jóvenes y viejos serán felices, cambiaré su tristeza en alegría, los consolaré, los haré reír después de sus penas” (Jer 31,12-13).

CANTO Cuando el Señor hizo volver a los cautivos de Sion, nos parecía soñar; la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares. PORQUE AL IR, SE VA LLORANDO, LLEVANDO LA SEMILLA; MAS AL VOLVER, SE VIENE CANTANDO TRAYENDO LAS GAVILLAS. ¡Grandes cosas ha hecho, maravillas ha hecho el Señor con nosotros! ¡Por eso estamos alegres! PORQUE AL IR, SE VA LLORANDO, LLEVANDO LA SEMILLA; MAS AL VOLVER, SE VIENE CANTANDO TRAYENDO LAS GAVILLAS. 42


MONICIÓN La Biblia de Jerusalén titula este Salmo como «Canto del regreso». Es el momento de la repatriación desde Babilonia, de retorno del destierro. Luego de tantos años en el exilio, muchos, ya desanimados y agobiados, no acaban de creer que sea cierto este cambio de fortuna, y es tan grande el gozo para ellos, que les parece un sueño; invadidos, quizás, por una visión pesimista de la realidad que les hace pensar que la adversidad, los infortunios, las desgracias son normales y la dicha, la fortuna, la alegría son solo sueños, exclaman: «Nos parecía soñar, la boca se nos llenaba de risa, la lengua de cantares», como una explosión de gozo frente a la evidencia de que ha sucedido lo increíble (Cf Jb 8, 20-22; Is 25, 8-9; Ez 36, 36; Lc 1, 49). El salmista exalta el gozo de la cosecha frente a la penosa fatiga de la siembra cuando dice: «Porque al ir se va llorando, llevando la semilla; más al volver se viene cantando trayendo las gavillas». En el episodio del sepulcro vacío del Evangelio de Mateo dice: «Ellas partieron a toda prisa del sepulcro, con miedo y gran gozo…». Por su parte, Lucas habla del susto de las mujeres y de la incredulidad de los apóstoles (Cf. Lc 24, 11). Porque la Resurrección de Cristo, aunque ya estaba anunciada, no se esperaba.

Cuando ha llegado a nosotros el anuncio del Kerigma, la Buena Nueva de Cristo resucitado, quizás muchos no lo esperábamos, y su aparición nos ha sorprendido, provocándonos una mezcla de miedo con gran alegría, como el de quien no termina de creer (Cf. Hch 8, 6-8). El Señor nos ha encontrado, en medio de nuestro destierro, con una vida sin sentido, como acostumbrados a ser esclavos, y con su Poder y lleno de ternura nos ha puesto en camino hacia la Tierra Prometida. Esto nos pareció increíble, nos parecía soñar (Cf. Ef 2, 11-13). Cantemos con alegría por todas las maravillas que el Señor ha hecho y está haciendo en nuestra vida y digamos juntos: ¡El Señor ha hecho con nosotros grandes cosas!; ¡Por eso estamos alegres!

EL SALMISTA “ EXALTA EL GOZO

DE LA COSECHA FRENTE A LA PENOSA FATIGA DE LA SIEMBRA...” 43


DECIDLE A LOS DE CORAZÓN CANSADO Isaías 35, 4ss “Aquel día los sordos oirán las palabras de un libro, y desde la tiniebla y desde la oscuridad los ojos de los ciegos las verán. Otra vez la gente humilde volverá a alegrarse en Yahvéh, y los hombres más pobres se regocijarán en el Santo de Israel.” (Is 29, 18-19)

CANTO Decidle a los de corazón cansado, decídselo, decídselo a los pobres ¡Ánimo no temáis, que vuestro Dios viene a salvaros! Ya se abren los ojos de los ciegos, se abren los oídos de los sordos, el cojo salta como un ciervo, grita de júbilo la lengua del mudo.

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PORQUE SE ABRIRÁ UN CAMINO, UN CAMINO DE SALVACIÓN; UNA SENDA, UNA VÍA PARA LOS POBRES.

TODOS LOS POBRES, CIEGOS Y COJOS, LOS ALEJADOS DEL SEÑOR.

Y por ella retornarán los rescatados del Señor.

¡Los pecadores!

Y POR ELLA RETORNARÁN LOS RESCATADOS DEL SEÑOR.

Y CANTARÁN FELICIDAD, Y CANTARÁN FELICIDAD.

Todos los pobres, ciegos y cojos, los alejados del Señor.

ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA.


MONICIÓN Al juicio contra Edom y el anuncio del restablecimiento de Jerusalén en toda su gloria, le sigue este capítulo titulado: “El triunfo de Jerusalén”, que contiene bendiciones que hacen referencia al ‘Libro de la Consolación’, que empieza en el capítulo 40 (Cf. Is 40 — 55). El poeta muestra el camino por el que Yahvéh conducirá a su pueblo a través del desierto en un nuevo Éxodo; y complacido anuncia la liberación a los rescatados, que aún marchan por el desierto camino a Sion: Decidle a los de corazón cansado, decídselo a los pobres: ¡Ánimo, no temáis, que vuestro Dios viene a salvaros! La patente presencia del Señor actuante con signos claros, despierta en ellos una segura esperanza: «Ya se abren los ojos de los ciegos, se abren los oídos de los sordos. El cojo salta como u ciervo, grita de júbilo la lengua del mudo.» La Iglesia llegó a nosotros con el anuncio de Kerigma y poco a poco está abriendo nuestros ojos cuya ceguera nos impedía ver el amor de Dios en nuestra vida; abriendo nuestros oídos tapados por nuestras propias voces y proyectos egoístas, nos concede ahora entablar una relación con Él a través de su Palabra; estábamos paralizados con nuestra cojera y sin horizonte alguno, girando y girando sobre nuestro propio egoísmo, como sentados mendigando afecto, y Jesús nos

ha hecho saltar de júbilo, como Pedro al paralítico en la puerta del Templo llamada Hermosa (Cf. Hch 3, 1-10). En el Evangelio de Mateo vemos, los mismos milagros, cuando Jesús aludiendo a estos oráculos del profeta Isaías responde a los discípulos de Juan Bautista que, con estas obras se inaugura la ‘era mesiánica’: ¿Eres tú el que ha de venir, o debemos esperar a otro? Jesús les respondió Vayan y cuenten a Juan lo que oyen y ven: los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos resucitan y se anuncia la Buena Nueva…» (Cf. Mt 11, 5+) Luego dice el canto: «Porque se abrirá un camino de Salvación; una senda, una vía para los pobres.» La fe es un camino, que Cristo no lo impone desde fuera, sino que camina junto a nosotros acompañándonos pasos a paso en este catecumenado, guiándonos hacia el Reino que ha preparado para nosotros.

LA FE ES UN “CAMINO, QUE

CRISTO NO LO IMPONE DESDE FUERA...” 45


DELANTE DE LOS ÁNGELES Salmo 138 (137) David bendijo al Señor en presencia de toda la asamblea diciendo: ¡Bendito seas, Señor, Dios de Israel, nuestro Padre, desde siempre y para siempre (1Cro 23, 10).

CANTO DELANTE DE LOS ÁNGELES PARA TI YO CANTARÉ, SEÑOR. DELANTE DE LOS ÁNGELES PARA TI SALMODIARÉ. DARÉ GRACIAS A TU NOMBRE, PARA TI SALMODIARÉ. Te doy gracias, Señor, de todo corazón porque tus promesas han superado tu fama. Cuando te invoqué, tú me escuchaste, diste fuerza y vigor a mi alma.

¡Sublime es el Señor, que mira hacia el humilde, conoce al soberbio, le mira desde lejos! Más cuando yo camino en medio de la angustia, extiende su mano y su diestra me salva.

DELANTE DE LOS ÁNGELES... DELANTE DE LOS ÁNGELES...

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Te darán gracias, Señor, los reyes de la tierra, al escuchar las palabras de tu boca; y cantarán en el camino del Señor. Dirán: «”¡qué grande es tu amor!»”

El Señor terminará en mí lo comenzado. ¡Porque es eterno su amor! ¡No abandona la obra de sus manos! ¡Señor, no nos abandones!

DELANTE DE LOS ÁNGELES...

DELANTE DE LOS ÁNGELES...


MONICIÓN Este salmo es una resonancia de los sentimientos de agradecimientos del pueblo liberado de la terrible opresión babilónica. El salmista lo narra intercalando el singular y el plural (quizá producto de un error gramatical propio del hebreo que en esa época empezaba a decaer), exaltando con su canto la grandeza de Yahvéh que cumple sus promesas, que conoce el corazón del hombre, que no se desentiende del humilde y abatido, y que mira de lejos al soberbio respetando su postura. Lo hace delante de los supuestos «dioses» de las naciones que lo circundan; que la Biblia de Jerusalén traduce «ángeles», siguiendo el griego y el latín de la Vulgata (ver Sal 29, 1; Sal 45, 7+; Tb 5, 4+) (Cf. Sal 8, 6 y Sal 58, 2). Lo más notable de este breve y sencillo Salmo es el versículo final: «El Señor terminará en mí lo comenzado. ¡Porque es eterno su amor! ¡No abandona la obra de sus manos! ¡Señor, no nos abandones!», que lo coloca entre una salvación concedida y la salvación que está a punto de culminar. Pidamos al Señor que continúe cumpliendo sus promesas en nosotros; y, seguros del auxilio divino, digamos como San Pablo: … «firmemente convencido de que, quien inició en vosotros la

buena obra, la irá consumando hasta el Día de Cristo Jesús» (Flp 1, 6). El pasado redimido se va incorporando a nuestra vida configurándonos en la esperanza de un futuro pleno y definitivo en Cristo, que da sentido a nuestra existencia y que hace brotar de nuestro corazón un agradecimiento al Señor (Cf. Sal 6, 2). Por eso, demos gracias a Dios, delante de los ángeles, por este maravilloso Camino que estamos recorriendo en comunidad, y que está enmarcado entre Cristo que vino a nosotros (por el anuncio del Kerigma) y Cristo que retornará.

SALMO “ESESTE UNA RESO-

NANCIA DE LOS SENTIMIENTOS DE AGRADECIMIENTOS DEL PUEBLO LIBERADO DE LA TERRIBLE OPRESIÓN BABILÓNICA.” 47


DICE EL SEÑOR A MI SEÑOR

Salmo 110 (109) Él, por el contrario, tras haber ofrecido por los pecados un solo sacrificio, se sentó a la diestra de Dios para siempre, esperando desde entonces que sus enemigos sean puestos como escabel de sus pies (Hb 10, 12-14).

CANTO DICE EL SEÑOR A MI SEÑOR, SIÉNTATE A MI DERECHA, HASTA QUE PONGA A TUS ENEMIGOS COMO ESCABEL DE TUS PIES; DEBAJO DE TUS PIES, DEBAJO DE TUS PIES. El cetro de tu poder extiende el Señor desde Sion: ¡domina en medio de tus enemigos, domina en medio de tus enemigos! Desde el seno de la aurora como rocío yo te he engendrado; desde antes de la aurora como rocío yo te he engendrado. DICE EL SEÑOR A MI SEÑOR... El Señor ha jurado y no se arrepiente: «Tú eres sacerdote para siempre, a semejanza de Melquisedec, a semejanza de Melquisedec». Porque el Señor está a tu derecha, destruirá a tus enemigos, tú juzgarás a los pueblos, sentenciarás a las naciones. En el camino bebe del torrente, y levanta la cabeza, levanta la cabeza, levanta la cabeza. DICE EL SEÑOR A MI SEÑOR...

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MONICIÓN Salmo predilecto del Nuevo Testamento. La Biblia de Jerusalén lo titula «El sacerdocio del Mesías». Oráculo de los privilegios del Mesías, como rey universal, su actividad militar y sacerdotal. «Dice el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha». La derecha es el puesto privilegiado de Honor o de Autoridad (Cf. 1R 2, 19+, y sobre Salmos reales Cf. Sal 20.21.45 y 72).

«Hasta que ponga a tus enemigos como escabel de tus pies». Esta expresión nos deja entrever que el escabel que acompaña al trono donde el rey descansa los pies puede llevar, pintadas o talladas, las figuras de los enemigos vencidos, como se muestra en el trono del Faraón Tutankhamon y otros, que se conservan en el Museo egipcio de El Cairo.

Cristo, Rey y Sacerdote eterno, viene a darnos gratuitamente con su gracia la posibilidad de ser configurados en Él, que ha cargado con el mal del mundo y lo ha estrellado en la cruz. Y con su muerte y resurrección ha vencido la muerte que tiene atenazado a todo hombre sometiéndolo al mal, a la esclavitud, a la infelicidad (Cf. Hch 2, 34-35). La Victoria de Cristo sobre la muerte provoca en nosotros la posibilidad de donarnos como hostias vivas, amando a los otros. Y, aun siendo nosotros pecadores, reproducimos este sacerdocio santo para que el otro reciba la vida, esto como un don gratuito.

El sentido de «poner el pie sobre el vencido corresponde a un rito de victoria» (Cf. Jos 10, 24); (1Re 5, 1; Sal 18, 39).

Deseemos seriamente, hermanos, que Cristo sea verdaderamente Kyrios de nuestra vida, que reine en nuestro corazón, reine sobre nuestra soberbia, sobre nuestras concupiscencias, sobre nuestra realidad de pecado, porque Él ha puesto en nosotros una semilla que no muere nunca, que es eterna (Cf. 1Co 15, 25).

«El Señor ha jurado y no se arrepiente: “Tú eres sacerdote para siempre, a semejanza de Melquisedec”». La Carta a los hebreos dedica todo el capítulo 7 aplicándolo al sacerdocio de Cristo, como sacerdocio «exclusivo» en el sentido de «inmutable» e «intransferible» (que no se transmite de uno a otro), que no es de estirpe levítica, sino de la línea de Melquisedec y de existencia perpetua, nombrado y proclamado en juramento por el mismo Dios (Cf. Hb 7, 24+).

El mundo no soporta esta imagen, porque la presencia del justo incomoda, su sola presencia los denuncia. Que el Señor nos conceda ser «reactivos» en donde estemos, en el trabajo, en el barrio, en la universidad, etc. Si no somos reactivos, si no provocamos reacción, es porque quizás no somos más que meros ciudadanos burgueses, egoístas, amigos del mundo y no tenemos el espíritu de Cristo, que no se resiste al mal y que ha vencido la muerte. 49


DICHOSO EL HOMBRE Salmo 1 «Bendito sea aquel que confía en Yahvéh, pues no defraudará Yahvéh su confianza. Es como árbol plantado a las orillas del agua, que a la orilla de la corriente echa sus raíces. No temerá cuando viene el calor, y estará su follaje frondoso; en año de sequía no se inquieta ni deja de dar fruto (Jr 17, 7-8).

CANTO DICHOSO EL HOMBRE QUE NO SIGUE EL CONSEJO DE LOS IMPÍOS, NI EN LA SENDA DE LOS PECADORES SE DETIENE NI EN EL BANCO DE LOS BURLONES SE SIENTA. Mas se complace en la palabra del Señor, sus salmos susurra día y noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de agua. SERÁ COMO ÁRBOL PLANTADO JUNTO A CORRIENTES DE AGUA, que da fruto a su tiempo, nunca se marchitarán sus hojas; todo lo que emprende le sale bien, todo lo que emprende le sale bien. ¡No así los impíos, no así! Que son como la paja que se lleva el viento. ¡NO ASÍ LOS IMPIOS, NO ASÍ! QUE SON COMO LA PAJA QUE SE LLEVA EL VIENTO. No resistirán en el juicio los impíos, ni los pecadores en la comunidad de los santos. Porque el Señor cuida el camino de sus fieles, mas el camino de los impíos acaba mal, acaba mal, acaba mal. DICHOSO EL HOMBRE QUE NO SIGUE EL CONSEJO DE LOS IMPÍOS... Mas se complace en la palabra del Señor, sus salmos susurra día y noche.

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MONICIÓN Este primer Salmo de la colección (junto con el segundo) es como el prólogo del Salterio, cuya doctrina moral e ideas mesiánicas resumen. Contrapone los «dos caminos» y ensalza la Ley (la Torah) dada a los hombres para su felicidad (Cf. Dt 30, 15-20); (Cf. Mt 7, 13-14).

Pidamos al Señor con humildad que nos dé el santo temor, de donde mana el discernimiento; porque nos enfrentamos a una sociedad cuyas ideas son impías, fundamentadas en conceptos meramente humanos, que llevan al alejamiento de la verdad.

«Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los impíos» (que no tienen o no sienten compasión o piedad), que no sigue el «qué dirán», que no se acomoda al consenso de los paganos, etc. «Ni en el banco de los burlones se sienta». Es decir, se aleja de los soberbios (Cf. Si 3, 18.20). Kiko, cuando explica este salmo, se refiere a la palabra «consejo» como el «qué dirán». El hombre es un animal mimético, imita, y por ser gregario tiende a dejarse llevar. Las naciones son conducidas con parámetros sociológicos que arrastran a ciegas a millones de personas gregariamente, imponiéndoles ideologías y falsos conceptos «morales», porque les falta el discernimiento. «Mas se complace en la Palabra del Señor» (en la Ley, la Torah). La susurra día y noche, porque de allí, de escrutar la Palabra, de celebrarla, nos viene la verdadera gratificación, la dicha, y no de las cosas externas, como dice el Salmo 119: «Tu palabra es antorcha para mis pasos, luz para mi sendero».

ESTE PRIMER “SALMO DE LA

COLECCIÓN (JUNTO CON EL SEGUNDO) ES COMO EL PRÓLOGO DEL SALTERIO, CUYA DOCTRINA MORAL E IDEAS MESIÁNICAS RESUMEN.” 51


EL NECIO PIENSA QUE DIOS NO EXISTE Salmo 14 (13) Todos los hombres están implicados en el pecado de Adán. San Pablo lo afirma: “Por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores” (Rm 5,19); “Como por un solo hombre entró el pecado en el mundo y por el pecado la muerte y así la muerte alcanzó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron…” (Rm 5, 12). A la universalidad del pecado y de la muerte, el apóstol opone la universalidad de la salvación en Cristo: “Como el delito de uno solo atrajo sobre todos los hombres la condenación, así también la obra de justicia de uno solo (la de Cristo) procura a todos una justificación que da la vida” (Rm 5, 18) (CEC 402).

CANTO EL NECIO PIENSA QUE DIOS NO EXISTE. SE HAN CORROMPIDO, Y HACEN COSAS ABOMINABLES. NO HAY QUIEN OBRE EL BIEN, NO HAY QUIEN OBRE EL BIEN. El señor desde el cielo se inclina hacia los hombres, para ver si hay alguno que sea justo, un hombre que busque a Dios, un hombre que busque a Dios. Todos se han desviado, están pervertidos. Nadie que haga el bien, ni siquiera uno. EL NECIO PIENSA QUE DIOS NO EXISTE... No entienden nada los malvados que devoran a mi pueblo como pan. No invocan nunca al Señor, más temblarán de espanto. Porque Dios está con el justo: El Señor es su refugio. Porque Dios está con el justo: El Señor es su refugio. PORQUE DIOS ESTÁ CON EL JUSTO: EL SEÑOR ES SU REFUGIO. EL NECIO PIENSA QUE DIOS NO EXISTE...

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MONICIÓN Este salmo confronta dos rasgos humanos: El necio y el sensato, condiciones que vienen a ser la base de determinadas actitudes y conductas del hombre en todas las generaciones. El necio: Se pervierte, se corrompe, obstina, se extravía, devora, dice: No hay Dios. El sensato: Es honrado, obra bien, es justo, es leal, busca a Dios. De la insensatez teológica brotan la perversión y la explotación del prójimo indefenso y de la sensatez teológica brotan el bien obrar y el refugiarse en el Señor (Cf. Luis Alonso Schökel - “Traducción, introducciones y comentario a los Salmos” Pág. 266 - EDITORIAL VERBO DIVINO - España 1993).

Al leer el salmo rápidamente podría parecer que propone dos cosas: «Una visión universal y pesimista de la corrupción humana», con el riesgo de despertar en el lector un deseo de justicia social o una relación entre ateísmo y perversión, con el peligro a generalizar una calificación del ateo como malo y pervertido. El Libro de la Sabiduría no señala al ateísmo como el origen de las perversiones, sino a la idolatría: «La invención de los ídolos fue el comienzo de la infidelidad y su descubrimiento la corrupción de vida […] Como confían en ídolos sin vida, no temen que el jurar en falso les pueda perjudicar. Pero un doble castigo les aguarda: Por

hacerse una idea falsa de Dios, al entregarse a los ídolos…» (Sab 14, 12.29s). San Pablo, en la carta a los Romanos, explicando que todos los hombres, sin excepción, están bajo la ira de Dios, cita este salmo afirmando que no es él quien declara pecador a todo hombre sino la palabra por excelencia, la de Dios (Cf. Rm 2, 18-24; 2, 1-3.20). Dice el Salmo: «El Señor desde el cielo se inclina hacia los hombres para ver si hay alguno que sea justo […] Todos se han desviado, están pervertidos. Nadie que haga el bien ni siquiera uno […] no invocan nunca al Señor, más temblarán de espanto». Estamos en medio de una sociedad que vive de espaldas a Dios y se descarría en la idolatría por un ateísmo radical, que niega abiertamente a Dios, y un ateísmo práctico, que no niega la existencia de Dios sino su intervención en los asuntos humanos, como principio de insensatez. Lo cual se refleja con las siguientes frases: «no pide cuentas» (Cf. Sal 10, 4.13); «no se entera» (Cf. Sal 94,7); «su cólera no castiga ni se fija en los delitos» (Cf. Jb 35, 15); «las nubes lo tapan y no se dejan ver» (Cf. Jb 22, 14). Pidamos al Señor que rompa nuestra necedad y nos haga pasar a la sensatez de manera que podamos vivir la vida cristiana con coherencia y sinceridad. 53


EL PUEBLO QUE CAMINABA EN LAS TINIEBLAS Isaías 9, 1-5

CANTO

«Por las entrañas de misericordia de nuestro Dios que harán que nos visite una Luz de lo alto, a fin de iluminar a los que habitan en tinieblas y sombras de muerte y guiar nuestros pasos por el camino de la paz» (Lc, 1, 78s).

El pueblo que caminaba en las tinieblas ha visto una gran luz. Sobre los que vivían en tierras tenebrosas, una gran luz ha brillado Has acrecentado el gozo, hiciste grande la alegría. Como se alegran durante la siega como se alegran al reparto del botín, como se alegran al reparto del botín. EL DOMINIO ESTARÁ SOBRE SUS HOMBROS, Y SU NOMBRE SERÁ, Y SU NOMBRE SERÁ: «CONSEJERO MARAVILLOSO» «DIOS FUERTE», «PADRE ETERNO», «PRÍNCIPE DE PAZ», «PRÍNCIPE DE PAZ» Porque el yugo que pesaba sobre el pueblo, el yugo que oprimía sus espaldas, la vara del opresor, tú la has quebrado, como en Madián.

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Y todo el que pisa con dominio, todo manto manchado de sangre será para la quema, pasto del fuego. Porque nos ha nacido un niño, porque un hijo se nos ha dado. EL DOMINIO ESTARÁ SOBRE SUS HOMBROS, Y SU NOMBRE SERÁ, Y SU NOMBRE SERÁ: «CONSEJERO MARAVILLOSO» «DIOS FUERTE», «PADRE ETERNO», «PRÍNCIPE DE PAZ», «PRÍNCIPE DE PAZ».


MONICIÓN Judá fue dominada durante cuarenta años por la amenaza creciente de Asiria en tiempos del rey Ajaz, quien no actuaba recto a los ojos de Dios. La corrupción moral, que la prosperidad había traído a Judá, era la principal preocupación del profeta Isaías, cuya misión fue la de anunciar su ruina.

Este canto describe al pueblo que, sumido en las tinieblas, símbolo del caos e imagen de la muerte, «tierra de sombras», ve una grande Luz que aparece repentina como una «Nueva Creación» (Cf Is 42, 9.16). El nacimiento de un niño como don de Dios, el Emmanuel = Dios con nosotros (Cf Is 7, 14).

El rey de Damasco, Rasón, y el rey de Israel, Pécaj, quisieron arrastrar al joven Ajaz a una coalición contra el rey de Asiria, pero este se negó y fue atacado por ellos. Ajaz, en contra de los consejos de Isaías, recurrió a Teglatfalasar, rey de Asiria, declarándose su vasallo; pero al comprar de esta manera la protección del rey extranjero prepara la ruina de su reino. Por ello lo sucederá en el trono su hijo Ezequías (Cf. 2 Re 16, 1-19).

La opresión enemiga viene subrayada por el triple sinónimo: VARA, YUGO y BASTÓN.

La intención de estos aliados era derrocar la dinastía davídica yendo en contra de la promesa de Dios, hecha a David por el profeta Natán, y establecer una dinastía en Judá, quizá para enfrentar juntos a Asiria. Frente a esta argucia política y meramente humana Dios intervendrá. Es en este contexto donde surge esta «profecía mesiánica» que describe la promesa hecha a David (Cf. 2S 7, 8-16), juramento referido a la continuidad y estabilidad del linaje davídico sobre el trono de Israel.

«Se acabó la opresión porque ha nacido un niño», que lleva en el hombro la insignia de príncipe, niño que recibe un nombre cuádruple: «CONSEJERO», «GENERAL», «PADRE» y «PRÍNCIPE», cada uno con una determinación que lo eleva a la categoría divina: «MILAGRO», «DIOS», «ETERNO» y «PACÍFICO». Algunos exégetas, considerando excesivos estos nombres o títulos, aplicaron los tres primeros a Dios como sujeto y solo el cuarto al Mesías (rabino, David Kimchi). Mientras que los antiguos escritores cristianos, como S. Bernardo, lo aplican a Cristo y explican estos nombres como una cosa natural y admirable por su nacimiento: «Consejero en la predicación; Fuerte en la pasión; Padre de la era futura en la resurrección y Príncipe de Paz, en la felicidad Eterna».

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Salmo 45 (44)

ERES HERMOSO

Los hijos de Israel dijeron al Santo Bendito sea: «Maestro del universo, ¿cuándo nos redimirás?» y Él contestó: «Cuando hayas bajado hasta el fondo de la fosa, en esa hora, los redimiré, como está dicho: «los hijos de Judá y los hijos de Israel serán congregados… y surgirán de la tierra» (Os 2, 2); (Midrash del Salmo 45,1).

CANTO ERES HERMOSO, EL MÁS HERMOSO DE LOS HIJOS DE ADÁN, DE LOS HIJOS DE ADÁN, LA GRACIA ESTÁ EN TUS LABIOS. ERES BENDITO, EL BENDITO PARA SIEMPRE. Ciñe la espada a tu flanco, oh valiente, y marcha lleno de gloria y esplendor, cabalga por la verdad, la mansedumbre, la justicia. ¡Tensa tu arco, que hace temible tu derecha! Agudas son tus flechas, te han sido entregados los pueblos. TE HAN SIDO ENTREGADOS LOS PUEBLOS. ERES HERMOSO... Desde los palacios de marfil las cítaras cantan para ti. Hijas de reyes son tus favoritas; a tu derecha está la reina, en oro de Ofir. A TU DERECHA ESTÁ LA REINA, EN ORO DE OFIR. ERES HERMOSO... Escucha, hija, y mira, inclina el oído, olvida tu pueblo y la casa de tu padre, y el rey se prendará de tu belleza. Y EL REY SE PRENDARÁ DE TU BELLEZA. Él es tu Señor, ¡entrégate a él! Y en lugar de padres tendrás hijos, que serán príncipes sobre la tierra. ERES HERMOSO...

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MONICIÓN Este Salmo de género lírico es una pieza poética dedicada a un rey en la celebración de su boda (Epitalamio Real), que enmarca un ambiente festivo con música, salones lujosos, vestidos ostentosos, princesas, etc. Comienza describiendo las diversas cualidades y funciones del rey: bello, guapo, elocuente, victorioso de batallas y gobernante justo (Cf. Ct 5, 10-16). El término: «ciñe la espada» puede ser un gesto previo e inmediato para salir a combate o para un desfile de «gala». «Cabalga por la verdad, la mansedumbre, la justicia». Hoy no se ve la mansedumbre por ninguna parte, porque es considerada una «debilidad». La justicia es solo humanista, la verdad está desplazada por el relativismo. Sin embargo, estos tres atributos delinean la hermosura de Cristo. San Agustín, comentando este Salmo, dice, entre otras cosas: …Verbo junto a Dios, bello en el seno virginal donde sin perder la divinidad asumió la humanidad. Bello el Verbo […] Bello en el cielo, bello en la tierra, bello en las manos de sus padres, bello en los milagros, bello en los azotes […] Bello entregando la vida, bello recuperándola, bello en el leño, bello en la tumba, bello en el cielo. «La verdadera suma belleza es la justicia, si en todo es justo, todo es bello».

«Desde los palacios de marfil las cítaras cantan para ti, hijas de reyes son tus favoritas». En los conventos de clausura viven las monjas desposadas con Cristo, que con su entrega y oración sostienen la Iglesia. Con su ser son figura escatológica que abren el cielo y, llenas de amor a Cristo, nos muestran a lo que estamos llamados los cristianos, a enamorarnos profundamente de Jesús y amarlo por encima de todas las cosas, con todo el corazón, con toda el alma y con todas las fuerzas. (Cf. Dt 6, 5) Como dice la tradición de la Iglesia y los padres del desierto: El amar a Jesús y su recuerdo constante es la felicidad en esta tierra, el resto es vanidad. Este salmo contiene una promesa cuando dice: «Olvida tu pueblo y la casa de tu padre, y el rey se prendará de tu belleza». «Él es tu Señor, entrégate a Él, y en lugar de padres tendrás hijos que serán príncipes sobre la tierra» (Cf. Gn 16, 15; Gn 35, 9-12). Porque desposándote con Él, dejando a tus padres, dejándolo todo (sabemos que es duro y difícil dejar a los padres) tus hijos no serán esclavos sino príncipes, porque no serán dominados, ni por el dinero, ni por la droga, ni por el sexo, ni por nada de todo falso que presenta como «verdadero y bueno» esta sociedad neopagana, que niega a Dios. Cantemos con alegría este salmo a nuestro esposo Cristo que nos está llevando paso a paso, en este maravilloso camino, a vivir gratuitamente esta misma espiritualidad como cristianos. 57


ÉSTE ES EL DÍA EN QUE ACTUÓ EL SEÑOR Salmo 118 (117)

CANTO No he de morir, QUE VIVIRÉ; no he de morir, QUE VIVIRÉ, para cantar LAS HAZAÑAS DEL SEÑOR. Me castigó, ME CASTIGÓ, me castigó, ME CASTIGÓ, pero no me dejó en la muerte. Dad gracias al Señor porque es bueno, POR QUE ES ETERNA SU MISERICORDIA. Que lo diga la casa de Israel: ES ETERNA SU MISERICORDIA. Que lo diga la casa de Aarón: ES ETERNA... Que lo digan los fieles del Señor: ES ETERNA... Mejor es confiar en el Señor, QUE FIARSE DE LOS HOMBRES, mejor es apoyarse en el Señor, QUE CONFIAR EN LOS INTELIGENTES. Me rodeaban, ME RODEABAN, me rodeaban, ME RODEABAN, en el nombre del Señor LOS RECHACÉ. Me empujaban, ME EMPUJABAN, me empujaban, ME EMPUJABAN, pero el Señor me ayudó. Escuchad: hay cantos de victoria EN LAS TIENDAS DE LOS JUSTOS: 58

«…y cual la soberana grandeza de su poder para con nosotros, los creyentes, conforme a la eficacia de su fuerza poderosa, que desplegó en Cristo, resucitándole y sentándolo a su diestra en los cielos, por encima de todo principado, potestad, virtud, dominación y de todo cuanto tiene nombre no solo en el mundo sino también en el venidero. Sometió todo bajo sus pies y lo constituyó cabeza suprema de la Iglesia, que es su cuerpo, la plenitud del que lo llena todo en todo” (Ef 1, 19-23).

“La diestra del Señor es poderosa, ES EXCELSA LA DIESTRA DEL SEÑOR.” No he de morir, QUE VIVIRÉ... Abridme las puertas del triunfo. Y ENTRARÉ PARA DAR GRACIAS AL SEÑOR. Esta es la puerta del Señor: LOS VENCEDORES ENTRARÁN POR ELLA. La piedra que desecharon los arquitectos ES AHORA LA PIEDRA ANGULAR. Es el Señor quien lo ha hecho, HA SIDO UN MILAGRO PATENTE. Este es el día en que actuó el Señor: SEA NUESTRA ALEGRÍA Y NUESTRO GOZO. No he de morir, QUE VIVIRÉ...


MONICIÓN Dicho en términos musicales, este salmo se acerca más a una «cantata» que a un «oratorio», donde un solista (principal) narra el haber superado un peligro grave con la ayuda de Dios y la asamblea o comunidad, reconoce este acto coreando algunas cualidades del Señor y ponderando el valor de la confianza, a modo de acción de gracias ceremonial de aspecto litúrgico.

cado asciende y entra como vencedor en el santuario celestial (Cf. Hb 9).

Este es el último de los salmos del Hallel que los judíos recitaban en las grandes fiestas, especialmente al terminar la cena pascual (Cf. Sal 113 —118+). Una alusión al uso de estos salmos en el Nuevo Testamento la vemos en el Evangelio cuando Jesús celebra la Pascua con sus discípulos siguiendo el ritual judío, luego de la Institución de la Eucaristía: «Y cantados los himnos salieron hacia el monte de los Olivos» (Cf. Mt 26, 30).

El verso que dice: «La piedra que desecharon los arquitectos en piedra angular se ha convertido…» Lucas, lo cita al final de la Parábola de los viñadores homicidas, (Lc 20, 9-19) mientras que Mateo y Marcos, en la misma parábola, le añaden el verso siguiente: «Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un milagro patente» (Mt 21, 42; Mc 12, 10s); y, en el Libro de los Hechos de los Apóstoles, Pedro, explicando en qué consiste ser la «piedra angular» aplica este salmo a Jesús: Él es la piedra que ustedes los constructores han despreciado y que se ha convertido en piedra angular. Porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a os hombres por el que nosotros debamos salvarnos (Hch 4, 11-12); (Cf. Is 28, 6; 1Pe 2, 6-7).

El verso que dice: «Me castigó, pero no me dejó en la muerte»; «Me rodeaban, me empujaban, pero Él me ayudó», se ha cumplido en Jesús cuando, sometido a la pasión, los enemigos lo rodeaban como avispas, lo empujaban, lo golpeaban, pero él, antes de apoyarse en algún poder humano, se mantenía firme confiando solo en su Padre, (Cf. Jn 16, 32) quien quiso probarlo con la tribulación hasta una muerte de cruz, pero no lo entregó al poder total de la muerte, sino que lo resucitó. Por eso él puede decir: «no moriré para siempre, sino que viviré» (Cf. Rm 6, 9). Y glorifi-

Cristo, Nuestra Pascua, ha sido inmolado y, venciendo la muerte, es el Primogénito de una Nueva Creación, el Nuevo Adán. Es el Gran día de la Resurrección (Cf. Hch 2, 33; Mt 21, 9+; Rm 6, 9). Por eso podemos decir con Él: «Este es el día en que actuó el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo»; «No he de morir, que viviré, para cantar las Hazañas del Señor». Cantemos con alegría este Salmo Pascual al Señor que, entrando en el Santuario del Cielo (Cf. Hb 9), nos abre las Puertas del Triunfo (Cf. Sal 24, 7-10). Es el día Domingo, día del Señor, sea Él Nuestra Alegría y Nuestro Gozo. 59


GRACIAS A YAHVÉH

Salmo 136 (135) «Den gracias a Yahvéh, aclamen su Nombre, divulguen entre los pueblos sus hazañas, repitan que su nombre es Sublime. Canten a Yahvéh porque ha hecho proezas, algo digno de saberse en toda la tierra. Griten de gozo y de júbilo, moradores de Sion: grande es en medio de ti el Santo de Israel» (Is 12, 4-6).

CANTO GRACIAS A YAHVÉH, ALELUYA. GRACIAS A YAHVÉH, ALELUYA. GRACIAS A YAHVÉH, ALELUYA. GRACIAS A YAHVÉH, ALELUYA. Demos gracias al Dios de los dioses, PORQUE ETERNA ES SU MISERICORDIA, demos gracias al Señor de los Señores. GRACIAS A YAHVÉH, ALELUYA... Él ha abierto en dos partes el Mar Rojo, PORQUE ETERNA ES SU MISERICORDIA, hizo pasar por en medio a su pueblo. GRACIAS A YAHVÉH, ALELUYA... Él ha abierto un camino en el desierto, PORQUE ETERNA ES SU MISERICORDIA, e hizo con el pueblo una alianza para siempre. GRACIAS A YAHVÉH, ALELUYA... Él los condujo a la tierra prometida, PORQUE ETERNA ES SU MISERICORDIA, una tierra que mana leche y miel. GRACIAS A YAHVÉH, ALELUYA... En la angustia no nos abandona, PORQUE ETERNA ES SU MISERICORDIA, él nos libra de nuestros enemigos. GRACIAS A YAHVÉH, ALELUYA...

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MONICIÓN La Biblia de Jerusalén titula a este Salmo como «Letanía de Acción de Gracias», que proclama acciones de Dios más que sus obras. Los judíos hacen suyo este canto llamándolo «El Gran Hallel» que enlaza la liberación del pueblo de Israel en tres tiempos: SALIDA DE EGIPTO / CAMINO POR EL DESIERTO / ENTRADA A LA TIERRA PROMETIDA, recitándolo por Pascua después del pequeño Hallel. (Cf. Sal 113 — 118). Su estructura a modo de letanía (forma única que lo caracteriza entre los demás salmos) pone una respuesta idéntica a cada invocación: …Demos gracias al Dios de los dioses «Porque eterna es su misericordia» […] Él ha abierto en dos partes el Mar Rojo «Porque eterna es su misericordia…». Parece haber servido de modelo a nuestras liturgias, que también repiten una antífona con ritmo litánico. El nombre de Yahvéh se pronuncia una sola vez en todo el salmo, como si quisiera memorar la afirmación de monoteísmo: «Escucha, Israel, el Señor es el único Señor» (Cf. Dt 6, 4+; Mc 12, 29-32), con la que comenzará la oración del Shemá, que sigue siendo una de las preferidas de la piedad judía; y, en lugar de usar el título tradicional de nuestro Dios, el autor emplea «Dios de los dioses» y «Señor de los Señores», títulos equivalentes de corte superlativo que lo proclaman como Dios insuperable.

«Él ha abierto en dos partes el mar rojo»; «Él ha abierto un camino por el desierto»; «Él nos condujo a la tierra prometida…». Afirmación de que todos los milagros los hace él solo y solo él, sin ayuda de nadie (Cf. Is 2, 11.17; 44, 24). Cantemos la bondad de Dios con nosotros, cuyas acciones y obras revelan su misericordia perpetua, como una cualidad presente que lo trasciende todo, y convierte este canto en la Nueva Pascua de Cristo resucitado que viene a librarnos y a hacernos pasar a la Fiesta.

LA BIBLIA “ DE JERUSALÉN

TITULA A ESTE SALMO COMO «LETANÍA DE ACCIÓN DE GRACIAS»...” 61


GRITAD JUBILOSOS Isaías 12

Den gracias al Señor, invoquen su nombre, proclamen entre los pueblos sus proezas, cántenle, toquen en su honor, proclamen sus maravillas, gloríense de su nombre Santo, que se alegren los que buscan al señor (Sal 105, 1-3).

CANTO GRITAD JUBILOSOS: «QUÉ GRANDE ES EN MEDIO DE TI, EL SANTO DE ISRAEL». El Señor es mi Dios y mi Salvador: confiaré y no temeré, porque mi fuerza y mi canto es el Señor, él es mi salvación. GRITAD JUBILOSOS... Sacaréis aguas con gozo, de las fuentes de la salvación. Dad gracias al Señor, invocad su nombre, proclamad entre los pueblos sus hazañas. GRITAD JUBILOSOS... Cantad al Señor, que hizo proezas, anunciadlas por toda la tierra; gritad jubilosos, exultad habitantes de Sion. GRITAD JUBILOSOS...

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MONICIÓN Este himno nos muestra a un hombre que ha sido socorrido por Dios y rescatado de la tribulación, quien divide su narración en dos partes. La primera nos deja ver cómo la experiencia propia del consuelo interior por la liberación vivida le queda como un memorial que da paso a la confianza; e inspirado en el estribillo del «Cántico del Éxodo» (Ex 15, 2), hace una triple afirmación de la salvación diciendo: «El Señor es mi Dios y mi salvación» […] mi fuerza y mi canto es el Señor, él es mi salvación» […] sacarás aguas con gozo de las fuentes de la salvación» (Cf. vv 2-3; Sal 105, 1-3).

a semana, en la celebración de la Palabra, esta agua que sacia y se convierte dentro de nosotros en «fuente de agua que brota para la vida eterna» (Cf. Jn 4, 14; 7, 37-38).

En la segunda parte del himno con un tono lírico, lleno de entusiasmo e inspiración, invita al coro a honrar el «nombre» revelado para la invocación y el «renombre» ganado por sus proezas, e impele a su pueblo escogido a difundirlo por todo el orbe. «Gritad jubilosos: Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel». Cantemos, hermanos, la Gloria de Yahvéh, porque él se ha mostrado grande con nosotros desde el momento en que recibimos el anuncio del Kerigma, y nos acoge en su Iglesia a través de este Camino de redescubrimiento de la fe; camino que, paso a paso, nos está haciendo conocer los pozos de agua viva que jalonan toda la historia de la salvación cuyo culmen es Cristo, dándonos a beber, semana

CANTEMOS, “ HERMANOS,

LA GLORIA DE YAHVÉH, PORQUE ÉL SE HA MOSTRADO GRANDE CON NOSOTROS...” 63


HASTA CUÁNDO Salmo 13 (12) «Despierta tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te iluminará Cristo» (Ef 5, 14).

CANTO ¿Hasta cuándo, por fin, te acordarás, Yahvéh, de mí, y tu rostro a mí lo volverás? CANTARÉ A YAHVÉH, CANTARÉ AL QUE ES MI REDENTOR. ¡Mírame, respóndeme, Yahvéh, amor de mí! ¡Alumbra mis ojos, no me duerma yo en la muerte! CANTARÉ A YAHVÉH, CANTARÉ AL QUE ES MI REDENTOR. ¡Que no puedan decir mis enemigos: «¡Le vencí!», mis enemigos se alegrarán si yo cayera! CANTARÉ A YAHVÉH, CANTARÉ AL QUE ES MI REDENTOR. Pero yo espero en tu piedad; y mi corazón se alegrará en tu salvación. CANTARÉ A YAHVÉH, CANTARÉ AL QUE ES MI REDENTOR.

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MONICIÓN Las situaciones de peligro siempre nos llenan de pavor. Por ejemplo, el riesgo inminente de una enfermedad, que amenaza nuestra vida, nos hace conscientes de nuestra precariedad y la presencia de la muerte marca en nosotros un sentimiento que nos apremia a salir de esa situación. El tiempo de Dios es eterno, mientras que el nuestro es breve y finito. En esto podemos concluir que los tiempos de Dios y los nuestros no encajan (Cf. 2P 3, 8-9). Dice el salmo: «¿Hasta cuándo, por fin, te acordarás, Yahvéh, de mí, y tu rostro a mí lo volverás? CANTARÉ A YAHVÉH, CANTARÉ AL QUE ES MI REDENTOR» (Cf. Is 41, 14). Es un clamor lleno de confianza que pasa de un peligro presente a la expresión de confianza de una alabanza. La fe nos lleva, paso a paso, a la experiencia de que, cuando todo es adverso a nuestra razón, a nues-

tros proyectos y planes, surge (ella) como una impronta (Cf. Rm 8, 16) y prepondera la esperanza en una celebración de alegría en honor al Señor, el único capaz de detener el curso de la muerte. Cantemos este canto unidos a Cristo en quien se ha cumplido perfectamente el Siervo sufriente que entona esta súplica al Padre invocando que manifieste su poder librándolo de la muerte (Cf. Mc 14, 36).

CANTEMOS, “ESTE CANTO

UNIDOS A CRISTO EN QUIEN SE HA CUMPLIDO PERFECTAMENTE EL SIERVO SUFRIENTE...” 65


HUYE AMADO MÍO Cantar de los Cantares 8, 10-14 Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebata de mi mano. (Jn 10, 27-28)

CANTO ¡Tú, que vives en los jardines, donde tus compañeros te están escuchando: Hazme oír tu voz, hazme oír tu voz! ¡HUYE AMADO MÍO, COMO UNA GACELA, COMO UN CERVATILLO, HASTA EL MONTE DE LAS BALSAMERAS! Yo soy para mi amado como aquella que encontró la paz. Mi viña está aquí, está ante mí, mi viña está aquí, está ante mí. ¡HUYE AMADO MÍO, COMO UNA GACELA, COMO UN CERVATILLO, HASTA EL MONTE DE LAS BALSAMERAS! 66


MONICIÓN Este bello canto está tomado de los últimos versos que cierran la colección de una serie de poemas al amor mutuo de una pareja de amantes, que se juntan y se pierden, se buscan y se encuentran. Que es considerado por el Talmud y los comentaristas judíos desde el S. II de nuestra era, como un diálogo alegórico entre Dios e Israel; y los autores cristianos, sobre todo Orígenes, siguieron la misma línea de la exégesis judía, pero la alegoría se convierte en ellos en la de las bodas de Cristo con la Iglesia. (Cf. Introducción al cantar de los cantares, Biblia de Jerusalén) Dice: ¡Tú, que vives en los jardines, donde tus compañeros te están escuchando: hazme oír tu voz! Pareciera que el contexto está graficado por alguna temporal separación o ausencia del amado, quizá por alguna labor o diligencia que debía ser atendida lejos del hogar. La amada, está segura en el huerto o jardín entre compañeros, escucha al amado que susurrando le dice: «hazme oír tu voz» ¡déjame oír tu canto! (Cf. Ct 2, 14). Ella inmediatamente y con premura contesta: ¡huye amado mío, (apresúrate) como una gacela, como un cervatillo, hasta el monte de las balsameras! (Cf. Ct 2, 9). La gacela, es un bello antílope, de gracia corporal que corre muy ágil, por las praderas africanas.

¡Hasta el monte de las balsameras! monte perfumado, donde crecen los arbustos de los que se extrae una resina o bálsamo que es una sustancia muy aromática (Cf. 2S 5, 23-24; 1Cr 14, 14). ¡Mi viña está aquí, está ante mí! Qué largo camino ha recorrido la amada. Ella comenzó confesando: mi propia viña no la he guardado (Cf. Ct 1, 6), ocupada en viñas ajenas, ahora está bien atenta a su propia viña. El verdadero amor no es rutina, siempre es nuevo; a pesar del tiempo, la amada guarda en su memoria aquella primera imagen de la que se enamoró de su amado: una gacela, un cervatillo por los montes perfumados. Día a día le seguirá esperando anhelando que él la llame y la sorprenda. (Libro: “Cantar de los Cantares” – Resonancias Bíblicas, E. JIMÉNEZ. Pág. 310 -313, GRAFITE EDICIONES S.L - BILBAO 2002). Cantemos este canto que hace ligera nuestra peregrinación, deseando el encuentro final con el amado, porque han llegado ya las Bodas del Cordero, y su Esposa se ha engalanado. (Cf. Ap 19, 7; 22, 17.20).

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LA MARCHA ES DURA Himno inspirado en el canto espiritual negro: «Go down, Moses, let my People go» «Así pues, tenemos dos cosas seguras en las que Dios no puede mentirnos: promesa y juramento. Es bastante para darnos ánimo a los que acudimos a Él. Hemos de aferrarnos a la esperanza que se nos ofrece; ella es como un ancla espiritual, segura y firme, que penetra más allá de la cortina del Templo en el santuario mismo, adonde entró por nosotros como precursor Jesús…» (Hb 6, 18-20).

CANTO La marcha es dura, recio el sol, lento el caminar. Moisés caudillo de Israel lo va a liberar. ¡OYE, PADRE, EL GRITO DE TU PUEBLO! ¡OYE, PADRE, MANDA AL SALVADOR! El pueblo anhela vida y paz, quiere resurgir. Moisés caudillo de Israel va a librarlo al fin. ¡OYE, PADRE, EL GRITO DE TU PUEBLO! ¡OYE, PADRE, MANDA AL SALVADOR!

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MONICIÓN Rotas las cadenas de la esclavitud que ponen fin a la infame vida de cruel humillación, una vez cruzado el mar, el pueblo elegido emprende un camino, iniciando una etapa nueva en el desierto que los mantendrá en movimiento constante. Y, lejos de la instalación o aislamiento, avanzará en caravana descubriendo no solo la nueva realidad externa de una tierra árida y de mucho calor sino, sobre todo, conocerá lo que hay en su corazón, que los llevará poco a poco a reconocer a Yahvéh como único y verdadero Dios, para luego tomar posesión de la tierra que mana leche y miel (Cf. Dt 8, 2-3). Este es el misterio del desierto. Los judíos cada año conmemoran la marcha por el desierto celebrando el Sukot o Fiesta de las Tiendas (Cf. Lv 23, 33-35) mudándose durante una semana para vivir en una especie de carpa precaria, que instalan en el campo, en el balcón o jardín de sus casas, para revivir y hacer presente la precariedad del desierto y lo que esto significa para ellos (Cf. Lv 23, 42-43).

Hermanos, con alegría nos ponemos en marcha saliendo de nuestro Egipto hacia una tierra de vida y paz que es el Reino de Dios en nosotros. Caminamos juntos en caravana como pueblo, y tenemos por Caudillo a Cristo, nuevo Moisés que nos abre el Camino, habiendo ya Él entrado en esta tierra como Vencedor de todas nuestras muertes («Cantos para las Comunidades Neocatecumenales» p. 27 - Santo Domingo 1975).

“ CAMINAMOS JUNTOS EN

CARAVANA COMO PUEBLO, Y TENEMOS POR CAUDILLO A CRISTO, NUEVO MOISÉS...” 69


LEVANTO MIS OJOS A LOS MONTES Salmo 121 (120) «No hay nada como la soberbia para hacer que el pie resbale; no hay como la soberbia para hacer que el pie tropiece. Mas es la caridad la que guía en el camino nuestros pasos, mientras que el orgullo lleva a la ruina ¿Qué piensa el salmista? Los hijos de Adán a la sombra de tus alas se cobijan (Sal 35, 8). Si eligen la sombra de las alas, son humildes. ¡El Señor vigilará tus entradas y tus salidas, ahora y por siempre! Quien protege es el Señor. Él es el que vigila, no duerme ni reposa. Se durmió por nosotros una vez: se ha despertado y no volverá a dormir nunca más» (San Agustín, comentario al Salmo 120).

CANTO LEVANTO MIS OJOS A LOS MONTES: ¿DE DÓNDE ME VENDRÁ EL AUXILIO? EL AUXILIO ME VIENE DEL SEÑOR, QUE HIZO EL CIELO Y LA TIERRA. EL AUXILIO ME VIENE DEL SEÑOR, QUE HIZO EL CIELO Y LA TIERRA. ¡No permitirá que resbale tu pie! ¡Tu guardián no duerme! No duerme ni reposa, el guardián de Israel. LEVANTO MIS OJOS A LOS MONTES... El Señor te guarda a su sombra, él está a tu derecha. De día el sol no te hará daño, ni la luna de noche. LEVANTO MIS OJOS A LOS MONTES... El Señor te guarda de todo mal, él guarda tu alma; vigila tus entradas y salidas, ahora y por siempre. LEVANTO MIS OJOS A LOS MONTES...

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MONICIÓN El salmista, con esta expresión de confianza, anima a los peregrinos que emprenden la subida hacia Jerusalén por caminos difíciles, exhortándolos a confiar en Dios protector y guardián de Israel (Is 27, 3; 1P 2, 25).

con su muerte y resurrección lleva a plenitud este Salmo. Él está protegiéndonos y velando siempre y en todo momento nuestras entradas y salidas, de manera que podemos decir como San Agustín: «Se durmió una vez por todos, y resucitado ya no tiene que dormir de nuevo».

Así, para Israel le es más ligero emprender la marcha hacia la Ciudad Santa animándose unos a otros y levantando los ojos esperando divisar pronto los montes sobre los que descansa el Santuario de Dios. Los términos: sol y luna / día y noche / entradas y salidas / ahora y por siempre, son como contraposiciones que dibujan el “vaivén” del hombre que en el discurrir de sus días está expuesto precariamente a la salud y a la enfermedad / al gozo y a la tristeza / al ánimo y al desánimo / a la vida y la muerte. Esta interacción, entre los gritos, súplicas y exposición de todo tipo de situaciones anímicas del hombre y las respuestas bondadosas de Dios, nos va sellando en el corazón memoriales que poco a poco nos darán la certeza de la confianza absoluta en el Dios guardián de Israel que trasciende montes y cielos, y trasciende también la vigilia del sueño, porque no descansa, y lo da a sus hijos mientras duermen (Sal 127, 1ss; Jr 1, 12). En nuestro caminar hacia la Jerusalén celestial confiemos en Nuestro Señor Jesucristo, quien

EN NUESTRO “ CAMINAR HACIA

JERUSALÉN CELESTIAL CONFIEMOS EN NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO...” 71


LLEGUE HASTA TU PRESENCIA MI CLAMOR Salmo 119 (118) Los pobres comerán, hartos quedarán, los que buscan a Yahvéh lo alabarán: «¡Viva por siempre vuestro corazón!» (Sal 22, 27).

CANTO ¡Señor, Señor, Jesús! Llegue hasta tu presencia mi clamor, brota de mis labios tu canción, canta mi lengua tus palabras, alma mía, Jesús. Sea conmigo tu mano para ayudarme, de ti anhelo la salvación, viva mi alma para alabarte, mírame, ando errante. VEN, EN BUSCA DE TU SIERVO, VEN, SEÑOR JESÚS, VEN, QUE YO SIN TI ME PIERDO, VEN, SEÑOR JESÚS. Llegue hasta tu presencia mi clamor, brota de mis labios tu canción, canta mi lengua tus palabras, alma mía, Jesús. VEN, EN BUSCA DE TU SIERVO... 72


MONICIÓN Este canto, que es un clamor, una súplica, está tomado de la estrofa final del Salmo (vers. 169-176). Hemos sido llamados y puestos en camino hacia el Padre, pero este sendero, que es nuestra propia vida, nuestra propia realidad histórica, implica pasar por zonas oscuras y desiertos áridos que no conocemos y nos asustan, como imagen de las tinieblas exteriores que dominan el mundo. La trasposición cristiana nos permite dirigir a Jesús este clamor, porque muchos títulos y privilegios que se atribuyen en el judaísmo a la Torá, como agua, luz, camino, etc., en el Nuevo Testamento son atribuidos a Jesucristo. En los momentos de crisis, de extravío, de oscuridad, cuando no vemos clara la voluntad de Dios, porque los acontecimientos son adversos o porque vemos nuestra propia bajeza y debilidad, podemos gritar: «Ven en busca de tu siervo, ven, Señor Jesús; Ven que yo sin ti me pierdo, ven, Señor Jesús» para que Él nos ayude a pasar la voluntad del Padre, que es nuestra felicidad (Cf. Sal 141, 1; Ap 22, 20).

CANTO, “ ESTE QUE ES UN

CLAMOR, UNA SÚPLICA, ESTÁ TOMADO DE LA ESTROFA FINAL DEL SALMO.” 73


Lucas 1, 46-55

MAGNIFICAT

“Hija de Sion, alégrate. Oh Israel, lanza gritos de júbilo. Alégrate y alaba a Dios de todo corazón, Hija de Jerusalén… Yahvéh, tu Dios, está en tu seno, y es Poderoso salvador” (Sof 3, 14-17)

CANTO PROCLAMA MI ALMA LA GRANDEZA DEL SEÑOR, SE ALEGRA MI ESPÍRITU EN DIOS MI SALVADOR. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, DESDE AHORA ME FELICITARÁN TODAS LAS GENERACIONES. Porque el Poderoso ha hecho grandes cosas en mí: su nombre es santo, PORQUE EL PODEROSO HA HECHO GRANDES COSAS EN MÍ: SU NOMBRE ES SANTO. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, ÉL HACE PROEZAS CON SU BRAZO: DISPERSA A LOS SOBERBIOS DE CORAZÓN. Derriba a los poderosos y ensalza a los humildes, A LOS HAMBRIENTOS COLMA DE BIENES Y A LOS RICOS DESPIDE VACÍOS. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia, AUXILIA A ISRAEL SU SIERVO, ACORDÁNDOSE DE LA MISERICORDIA. Como lo había prometido en favor de Abraham, COMO LO HABÍA PROMETIDO EN FAVOR DE ABRAHAM. PROCLAMA MI ALMA LA GRANDEZA DEL SEÑOR, SE ALEGRA MI ESPÍRITU...

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MONICIÓN ‘Magnificat anima mea Dominum’, frase latina con la que empieza este bello cántico con el que María celebra la grandeza y omnipotencia de Dios, mostradas en la realización de las promesas anunciadas por el ángel, que superan largamente las expectativas y esperanzas del pueblo de la alianza. Una frase semejante se encuentra en el Antiguo Testamento, cuando Ana, madre de Samuel, señala la “humillación” y la “miseria” de una mujer estéril que encomienda su pena al Señor (Cf. 1S 1, 11). Mientras que María presenta su situación de pobreza y la conciencia de su pequeñez ante Dios que, con decisión gratuita, puso su mirada en ella (una joven humilde de Nazareth) llamándola a convertirse en madre del Mesías (Cf. Juan Pablo II / Audiencia General / 06 de noviembre de 1996).

María expresa así su profunda alegría tras saber, por el anuncio del ángel, que el mismo autor de la salvación nacería en su carne convirtiéndose en su Hijo y Señor. “Porque el poderoso ha hecho grandes obras en mí”. Ella, con toda humildad, no se atribuye méritos. Más bien, proclama la libre donación del poderoso que ha mostrado en la historia esta dinámica de levantar a sus fieles de su pequeñez y debilidad haciéndolos grandes y fuertes. Con mucha certeza afirma luego “su nombre es

santo” como una verdadera profesión de su fe que quiere hacer saber a todos quienes la oigan, que este Nombre también puede procurarles una participación a la santidad y a la verdadera salvación, como dice la Escritura: “Todo el que invoque al Señor se salvará” (Cf. Rm 10, 9-11.13). Quizás por esa razón la Iglesia en su sabiduría coloca el Magnificat en el rezo diario de las Vísperas del Oficio de las Horas, justo en el momento que cae la tarde, y concluye nuestra jornada de trabajo diario que nos deja fatigados y tensos, de manera que se nos ofrece encontrar en este hermoso cántico la paz del espíritu. Unámonos con nuestro canto al gozo de María y démosle gracias al Señor por las obras que él está haciendo en nosotros, destruyendo poco a poco nuestro orgullo y arrogancia para que podamos pasar por la puerta estrecha (Cf. Lc 13, 24) por donde solo pasan los humildes como María.

PORQUE EL “ PODEROSO HA

HECHO GRANDES OBRAS EN MÍ.”

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MARÍA, CASA DE BENDICIÓN Las Bodas de Caná Juan 2, 1-11 ¡Que me bese con besos de su boca! Mejores son que el vino tus amores; mejores al olfato tus perfumes; ungüento derramado es tu nombre, por eso te aman las doncellas. Llévame en pos de ti ¡Corramos! Méteme, rey mío en tu alcoba, disfrutemos juntos y gocemos, alabemos tus amores más que el vino. ¡Con razón eres amado! (Ct 1, 2-4).

CANTO MARÍA, CASA DE BENDICIÓN, SALUD DE NUESTRO SIGLO, MORADA TERRESTRE DEL HUMILDE. Tú, como en Caná de Galilea, has visto que nos faltaba el vino; que nuestra fiesta no era fiesta, que nuestra vida no era vida porque la muerte reinaba en nosotros. MARÍA, CASA DE BENDICIÓN... Tú nos has llevado hasta tu hijo y nos has enseñado a obedecerle y a hacer todo lo que nos diga Él, para que transforme nuestra agua en vino nuevo. ¡VICTORIA! ¡VICTORIA! ¡VIDA ETERNA EN CRISTO RESUCITADO! Aleluya, alelú, aleluya. ALELUYA, ALELÚ, AALELUYA.

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MONICIÓN En este diálogo vemos que María se ha percatado de que se acabó el vino de la fiesta; ella, siempre solícita a los problemas del hombre, aprovecha la ocasión para lanzarle una «indirecta» a Jesús: No tienen vino…; a lo cual él responde: ¡Qué tengo yo contigo, Mujer!, semitismo muy usado en el Antiguo Testamento (Cf. Jc 11, 12; 2S 16, 10; 19, 23; 1R 17, 18).

El vino guardado «hasta ahora» en las bodas en Caná es el signo del gozo que realiza la venida del Mesías. Cantemos este canto con alegría y digamos como la Iglesia ortodoxa rusa: ¡Victoria, Victoria!, que ha llegado la hora de pasar nuestra naturaleza esclava del pecado a ser vino nuevo.

Pero él, inmediatamente, identifica la expresión de María, con «su hora…»; asume que ella se está refiriendo a la humanidad que no tiene «vino» = fiesta, alegría, felicidad, gozo… –El hombre está muerto– (Cf Ap 3, 1). María lo ayuda, «lo empuja»; ¡Ánimo, hijo!, le habla con una libertad única, que no le da alternativa… y dice a los sirvientes: ¡HAGAN LO QUE ÉL LES DIGA! María, imagen de la Iglesia, es la que enseña a obedecer a su Hijo, porque sin obediencia a Cristo no hay salvación. Jesús accede y, con este primer milagro que manifiesta su gloria, dará inicio a su misión redentora, y este «vino nuevo», que rompe los odres viejos, será el símbolo de los tiempos mesiánicos, la nueva alianza que luego instituirá en su persona y que evoca el festín escatológico reservado a sus fieles (Cf. León Dufour - “El simbolismo del vino”).

EL VINO “ GUARDADO

«HASTA AHORA» EN LAS BODAS EN CANÁ ES EL SIGNO DEL GOZO QUE REALIZA LA VENIDA DEL MESÍAS.” 77


ME ENSEÑARÁS EL CAMINO DE LA VIDA Salmo 16 (15) Según R. Yudan, David le dijo al Santo, bendito sea: “Maestro del universo, muéstrame el camino de la vida” y el Santo, bendito sea, respondió: “¿Deseas la vida?” Mira como desde una atalaya al temor del Señor, ya que el temor del señor prolonga los días (Pr 10, 26)”. Según R. Azarías, David le dijo al Santo, bendito sea: “Muéstrame el camino de la vida”, y el Santo, bendito sea, respondió: “¿Deseas la vida? Mira como desde un atalaya el significado de la aflicción, ya que la aflicción es el camino de la vida (Pr 6, 23)”. Según Rab, sin embargo, el Santo, bendito sea, respondió así: “¿Deseas la vida?” Mira como desde una torre de vigilancia a la Toráh, ya que ella es un árbol de vida para los que se aferran a ella, y feliz es todo aquel que se aferra a ella (Pr 3, 18)”. “Según R. Abba, el Santo, bendito sea, le preguntó a David: “¿Comerías sin trabajar? Guarda mis mandamientos y tendrás un banquete, porque está dicho: “Guarda mis mandamientos y vive” (Pr 4, 4). (Midrash del salmo 16,11).

CANTO

ME ENSEÑARÁS EL CAMINO DE LA VIDA, ME ENSEÑARÁS EL CAMINO DE LA VIDA, ME SACIARÁS DE GOZO EN TU PRESENCIA, DE ALEGRÍA PERPETUA A TU DERECHA. Protéjeme, Dios mío, en ti me refugio. Yo digo a Dios: “Tú eres mi Señor. Sin ti no tengo nada.” ME ENSEÑARÁS EL CAMINO DE LA VIDA... El Señor es mi heredad y mi copa, mi vida está en sus manos; me ha tocado en suerte un lote hermoso, me encanta mi heredad. Bendigo al Señor que me aconseja; hasta de noche instruye mi corazón; tengo siempre delante de mí al Señor; está a mi derecha, no vacilaré. ME ENSEÑARÁS EL CAMINO DE LA VIDA... Por eso se alegra mi corazón, exulta mi alma, y mi carne descansa serena; porque no abandonarás mi vida en el sepulcro, ni dejarás que tu santo experimente la corrupción, la corrupción. ME ENSEÑARÁS EL CAMINO DE LA VIDA...

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MONICIÓN Para algunas culturas como la cultura Inca, la muerte era simplemente pasar de esta a la otra vida y no se atormentaban porque tenían la certeza de que sus descendientes y su Ayllu cuidarían de su cadáver momificado llevándole comidas y bebidas durante los años futuros, como una manera de perpetuar su existencia, que solo podría desaparecer si eran quemados o pulverizados. La etnia Huaro (al sur de Cusco), por su parte, concebía la reencarnación o transmigración del camaquen (fuerza vital que animaba todo lo que existía) de un sujeto que acababa de morir a otro que recién nacía.

podemos decir con el salmista: «El Señor es mi heredad y mi copa, mi vida está en sus manos; me ha tocado en suerte un lote hermoso, me encanta mi heredad». En Israel se medía con una cuerda el lote que le iba a tocar a cada uno (Cf. Jos 17, 5; Mi 2, 5). El Señor te ha asignado un lote y una heredad que irás descubriendo poco a poco en la medida de tu fe, como el salmista que expresa a Dios la experiencia que tiene con él y junto a él, y manifiesta ese gozo como alguien que ha recibido gratuitamente algo magnífico en un sorteo.

El islam representa el cielo como un lugar de alegría y placer, donde están vestidos con oro, perlas, diamantes y prendas de seda, y donde los mártires de la Yihad serán bendecidos de forma especial con 72 mujeres vírgenes, etc.

Cantemos este salmo unidos a Cristo; Él que es el primero cuya carne ha descansado serena y con esperanza, no solo de resucitar sino también de subir al cielo, sin haber experimentado la corrupción.

La Palabra de Dios, refiriéndose al cielo, dice: «Me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha».

Pidamos al Señor que nos conceda la gracia de renunciar a todo en este mundo, y así podamos decir: Me encanta mi heredad.

Este salmo está enmarcado por una intensa y profunda experiencia de Dios que empieza diciendo: «Protégeme, Dios mío, en ti me refugio. Yo digo a Dios: “Tú eres mi Señor, sin ti no tengo nada». Nosotros ya hemos empezado descubrir que sin Jesucristo nuestra vida pierde sentido, por eso

CANTEMOS “ESTE SALMO

UNIDOS A CRISTO.” 79


MIRAD QUÉ ESTUPENDO Salmo 133 (132) «Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común. Acudían al Templo todos los días con perseverancia y con un mismo espíritu (…) y alababan a Dios» (Hch 2, 44ss)

CANTO ¡MIRAD QUÉ ESTUPENDO, GUSTAD QUÉ ALEGRÍA EL AMOR ENTRE LOS HERMANOS! ¡MIRAD QUÉ ESTUPENDO, GUSTAD QUÉ ALEGRÍA EL AMOR ENTRE LOS HERMANOS! Es ungüento perfumado que desciende, que desciende por la barba de Aarón. ES UNGÜENTO PERFUMADO QUE DESCIENDE HASTA EL BORDE DEL MANTO. ¡MIRAD QUÉ ESTUPENDO... Es como rocío del Hermón, que desciende sobre el monte Sion; ES ROCÍO DEL HERMON QUE DESCIENDE SOBRE ELMONTE SION. ¡MIRAD QUÉ ESTUPENDO... Porque allí el Señor nos ha dado, nos ha dado su bendición. PORQUE ALLÍ EL SEÑOR NOS HADADO NOS HA DADO SU AMOR. ¡MIRAD QUÉ ESTUPENDO... Porque allí el Señor nos ha dado, la vida eternamente. PORQUE ALLÍ EL SEÑOR NOS HADADO LA VIDA PARA SIEMPRE. ¡MIRAD QUÉ ESTUPENDO...

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MONICIÓN Dice el salmo: «Mirad qué estupendo, gustad qué alegría, el amor entre los hermanos». San Pablo llama hermanos a los miembros de la comunidad (Cf. 1Co 4, 11) y San Agustín dirá: «Es la gracia de Dios la que hace habitar unidos a los hermanos». «La comunidad cristiana sucede al Templo de Jerusalén y el Espíritu que mora en ella da una nueva intensidad a la presencia de Dios en medio del pueblo santo» (Cf. Rm 12). Tertuliano, en el siglo II, refiriéndose a las primeras comunidades cristianas decía: «¡Mirad cómo se aman! ¡Mirad cómo están dispuestos a morir el uno por el otro!», porque ese era el talante que los caracterizaba; que siendo gente común y corriente brillaba en ellos un amor que supera toda pretensión filantrópica y humanista. Esta gracia sobrenatural hacía posible en ellos, dar la vida por los demás, cumpliendo el deseo de Jesús: «Les doy un mandamiento nuevo: que se amen los unos a los otros. Que, como yo los he amado, así se amen también ustedes los unos a los otros. En esto conocerán todos, que son discípulos míos: si se tienen amor los unos a otros» (Jn 13, 34-35). Solo si Dios permanece en nosotros, su amor, que es difusivo, se extiende entre nosotros y hace

posible la Unidad que lleva nuestra relación a un parentesco más profundo por la comunión en la Alianza (Cf Hch 1, 15). Celebremos nuestro gozo de estar unidos en el Señor, entonando esta suave melodía. (Véase también la monición al canto «Cómo es maravilloso estar con los hermanos».)

CELEBREMOS “NUESTRO GOZO

DE ESTAR UNIDOS EN EL SEÑOR, ENTONANDO ESTA SUAVE MELODÍA.” 81


MUCHO ME HAN PERSEGUIDO Salmo 129 (128) “Si Yahvéh no hubiera estado con nosotros —que lo diga Israel—, si Yahvéh no hubiera estado por nosotros, cuando unos hombres nos asaltaron, vivos nos habrían tragado en el ardor de su cólera” (Sal 124, 1-3).

CANTO Mucho me han perseguido desde mi juventud, mucho me han perseguido, que lo diga Israel. Mucho me han perseguido desde mi juventud, mucho me han perseguido, pero no han podido conmigo. SOBRE MI ESPALDA ARARON ARADORES, SOBRE MI ESPALDA ALARGARON SUS SURCOS. MAS EL SEÑOR, QUE ES JUSTO, ROMPIÓ LAS COYUNDAS DE LOS MALVADOS. ¡RETROCEDAN LOS QUE ODIAN A SION, RETROCEDAN LOS QUE ODIAN A SION! ¡Que sean como la hierba que crece en el tejado, como la hierba que se seca antes de arrancarla! De ella no llena el segador su mano, de ella no llena su regazo el gavillador. ¡RETROCEDAN LOS QUE ODIAN A SION, RETROCEDAN LOS QUE ODIAN A SION!

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MONICIÓN Dice el Salmo: «Mucho me han perseguido desde mi juventud» […] «pero no han podido conmigo». Vemos aquí una equivalencia simbólica de Sion con la Iglesia que desde sus inicios es perseguida una y otra vez. «Sobre mi espalda araron los aradores, sobre mi espalda alargaron sus surcos». El ‘Arar’ representa el trabajo lucrativo de los opresores que, llevados por la codicia, imponen a sus esclavos jornadas prolongadas y abusivas para sacar más provecho, obligándolos a arrastrar el arado u otra herramienta de trabajo, sujetados con coyundas que Dios romperá para librarlos de esa cruel opresión (Cf. Ex 2, 11; Is 9, 3), imagen de lo que hace el demonio con el hombre sometido al pecado (Cf. Hb 2, 14-15). Este Salmo se cumple en Jesucristo, que hace suyo el sufrimiento de los inocentes. «Retrocedan los que odian a Sion»; «Que sean como la hierba que crece en el tejado» […] «de ella no llena el segador su mano, de ella no llena su regazo el gavillador». La Iglesia, como madre y pedagoga, nos está enseñando también a vivir en combate constante (Cf. 1 Tm 6, 12-14; Ef 6, 11-19), no solo contra el dinero, los afectos, el sexo, etc., sino sobre todo contra el demonio, que nos tiende trampas y mentiras in-

sinuándonos constantemente que todo es falso, que nos lleva tantas veces a la incredulidad (1P 5, 8). Supliquemos al Señor, que es bueno con nosotros, que nos dé la fe y el Don de Ciencia para vencer la incredulidad y hagamos nuestro este salmo cantando con el salmista, quien, a distancia del día de la liberación, mira no solo el pasado remoto («desde mi juventud»), sino también el cercano, dándole gracias al Señor que está siempre actuante en medio de nosotros.

VEMOS “ AQUÍ UNA

EQUIVALENCIA SIMBÓLICA DE SION CON LA IGLESIA QUE DESDE SUS INICIOS ES PERSEGUIDA UNA Y OTRA VEZ.” 83


Cuarto Canto del Siervo de Yahvéh Isaías 53, 2-7

NO HAY EN ÉL PARECER

“Por lo cual Dios lo exaltó y le otorgó el Nombre, que está sobre todo nombre. Para que al Nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos y toda lengua confiese que Cristo Jesús es el SEÑOR para gloria de Dios (Flp 2, 9ss).

CANTO No hay en Él parecer; no hay hermosura que atraiga las miradas; no hay en Él belleza que agrade. Despreciado, desecho de los hombres, varón de dolores, conocedor de todos los quebrantos. ANTE QUIEN SE VUELVE EL ROSTRO, ANTE QUIEN SE VUELVE EL ROSTRO, ANTE QUIEN SE VUELVE EL ROSTRO, ANTE QUIEN SE VUELVE EL ROSTRO. Menospreciado, estimado en nada. Despreciado, desecho de los hombres, varón de dolores, conocedor de todos los quebrantos. ANTE QUIEN SE VUELVE EL ROSTRO... ¡Pero fue Él el que cargó con los pecados! ¡Pero fue Él el que cargó con los dolores! TODOS NOSOTROS ANDÁBAMOS ERRANTES. MALTRATADO MAS ÉL SE SOMETIÓ, NO ABRIÓ LA BOCA. COMO CORDERO LLEVADO AL MATADERO. ANTE QUIEN SE VUELVE EL ROSTRO... ¡MALTRATADO! ¡MALTRATADO! ¡MALTRATADO!

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MONICIÓN La Misión de la Iglesia es anunciar a los hombres de cada generación la Buena Noticia, y el Libro de Isaías nos presenta los rasgos de esa misión en los cantos del Siervo de Yahvéh. Este canto nos muestra a un pobre desgraciado ante quien, por su aspecto, quienes lo ven vuelven el rostro. El justo sobre quien recaen los pecados de todos los hombres es el mismo Dios hecho hombre, que viene a vencer la muerte que domina a la humanidad (Cf. Hb 2, 14-15). Kiko Argüello, explicando este canto, dice: «Dios ha juzgado el pecado de los hombres y su juicio ha sido el perdón. El veredicto de Dios frente a nuestros asesinatos y pecados ha sido la misericordia. Ahora se anuncia este perdón y hay un segundo juicio según se acoja o no este perdón gratuito» (Cf. Orientaciones a los equipos catequistas Vol. 1, Pág. 375, Madrid - 1972).

Pero ¿quién puede amar así? ¿Quién puede amar al enemigo? Solo aquellos que han vencido la muerte y reciben el Espíritu de Jesucristo vencedor de la muerte. (Cf. 1Jn 3, 14.16). Hace falta en esta generación que aparezca la Iglesia con fe adulta, con la espiritualidad que tenían los primeros cristianos, quienes estaban convencidos de que no eran ellos los que sufrían:

era Cristo el que moría en ellos, cargando con los pecados de los hombres. (Cf. Ga 2, 20). A esto nos está conduciendo la Iniciación Cristiana, que va destruyendo poco a poco nuestro hombre viejo y justiciero, haciendo crecer en nosotros la fe, como un Don gratuito (Cf. Rm 4, 13-16; Ga 5, 5). Esta actitud del Siervo sufriente, despreciado, maltratado, desecho de los hombres y torturado cruelmente no se puede entender a nivel humano, ni se puede imponer como una Ley a cumplir. De lo contrario, haríamos de la Iglesia una misión meramente humana, un compromiso social frente a la injusticia, o un lugar de refugio como tantas religiones. Pidamos al Señor que nos conceda su Espíritu, de manera que pueda reproducirse en nosotros la imagen humilde y miserable del siervo que no se resiste al mal, que ama al extremo de dar su vida en rescate (Cf. 2Co 4, 6-18; Mt 5, 38-48). En su humillación está nuestro triunfo, y esta es la única forma de que conozcan los otros la Buena Noticia (Cf. Ap 2, 19-21).

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NOLI ME TANGERE Juan 20, 15-17 Pues tanto el santificador como los santificados tienen todos el mismo origen. Por eso no se avergüenza de llamarles hermanos cuando dice: Anunciaré tu nombre a mis hermanos; en medio de la asamblea te cantaré himnos. (Hb 2, 11-12).

CANTO

MONICIÓN

Mujer, dime, ¿por qué lloras? Mujer, dime, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? ¿A quién buscas? ¿A quién buscas?

El Evangelio de San Juan presenta a la Virgen María al pie de la cruz como «Madre de todos los vivientes de una Nueva Creación» cuyo primogénito es Cristo (Cf. Jn 19, 25-27), y en este episodio del sepulcro presenta a María Magdalena como imagen de la «humanidad pecadora».

SEÑOR, SI TE LO HAS LLEVADO TÚ, SEÑOR, SI TE LO HAS LLEVADO TÚ, DIME DÓNDE LO HAS PUESTO, Y YO ME LO LLEVARÉ, Y YO ME LO LLEVARÉ. ¡María! ¡RABBUNÍ! ¡María! ¡RABBUNÍ! ¡Noli me tangere! No me toques, que todavía no he subido al Padre. VE Y ANUNCIA A MIS HERMANOS QUE SUBO AL PADRE MÍO Y PADRE VUESTRO, DIOS MÍO Y DIOS VUESTRO. QUE SUBO AL PADRE MÍO Y PADRE VUESTRO, DIOS MÍO Y DIOS VUESTRO. Que subo al Padre mío y Padre vuestro, Dios mío y Dios vuestro. 86

El escenario es un jardín (un huerto), lugar donde se hallaba el sepulcro (Cf. Jn 19, 41). Los siete demonios que Jesús expulsa de ella representan las siete naciones de la gentilidad, los siete pecados capitales que nos dominan (Cf. Dt 7, 1; Lc 8, 2; Ap 17, 9; Hch 13, 19). Esta petición de María al supuesto «hortelano» o encargado del jardín: «Dime dónde lo has puesto» nos sugiere un paralelismo con el jardín del Edén: «Tomó, pues, Yahvéh Dios al hombre y


lo dejó en el jardín de Edén, para que lo labrase y cuidase» (Cf. Gn 2, 15). Nos muestra la relación que hay entre el primer Adán y el jardín y el segundo Adán y el jardín. Jesús la va a llamar dos veces, primero le dice: «Mujer» y luego «María». Dice el Génesis: «No es bueno que el hombre esté solo, le haré una ayuda adecuada […] De la costilla que Yahvéh Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre. Entonces este exclamó: «Esta vez sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne» (Cf. Gn 2, 8-23). Ayuda adecuada quiere decir semejante (a él). El nombre mujer hace referencia a la «carne de mi carne» y hace una sola carne a la relación esponsal del hombre y la mujer. Kiko Argüello, comentando este canto, dice: que el hecho de que la Magdalena sale a buscar a Jesús y llora hace referencia al Cantar de los Cantares: «En mi lecho, por la noche, busqué al amor de mi alma, lo busqué y no lo encontré. Me levanté y recorrí la ciudad, calles y plazas, busqué al amor de mi alma, lo busqué y no lo encontré» (Ct 3, 1-3). Está buscando a su amado, y hay aquí un jardín, un huerto cerrado (Cf. Ct 4, 12). Dicen los Midrash más antiguos que cuando Dios (como Paraninfo) llevó a Eva ante Adán, este se quedó admirado de la belleza, de la estética de la mujer, y esto tiene relación con el Sinaí, cuando Dios lleva a su pueblo como una esposa venida de la esclavitud de Egipto, a cuyos miembros la idolatría los había dejado deformes, llenos de

defectos, ciegos, cojos, enfermos, afeados totalmente, entonces, hace el siguiente milagro con ellos: Cuando les dio la Torah, los ciegos recobraban la vista, los cojos andaban, los sordos escuchaban, etc. Los hizo bellos y así aparece una estética nueva. Esto lo vemos en el Evangelio cuando el Bautista envía a sus discípulos a preguntar a Jesús si era él el mesías o debían esperar a otro. Jesús les contesta, díganle a Juan que los cojos andan, los ciegos ven, los leprosos quedan limpios… (signos precursores de su misión). _Y esto es exactamente lo mismo que está haciendo el Señor con nosotros a través de este Camino, llamándonos a unos esponsales con Él, para mostrar en nosotros, como comunidad cristiana, la Nueva Estética que salvará al mundo. Por eso y gratuitamente, el Señor con su Espíritu nos hace estar en comunión y amarnos en una dimensión sobrenatural, hasta convertirnos en Sacramento Visible de Salvación Universal. Nos dice: Mujer, ¿por qué lloras?, y luego nos llama con el nombre de la nueva creación: María. La Magdalena, cuando reconoce a Jesús, se lanza a sus pies y él le dice: «Noli me tangere», cuya traducción del latín es «No me toques», que todavía no he subido al Padre, y es aquí cuando le da la misión: Ve y anuncia a mis hermanos. Que subo al Padre mío y Padre vuestro. Dios mío y Dios vuestro. Gritemos con María Magdalena ¡Rabbuní!, reconociendo a Jesús como nuestro maestro. 87


OH DIOS, POR TU NOMBRE SÁLVAME Salmo 54 (53) Jesús al aceptar en su corazón humano el amor del Padre hacia los hombres, “los amó hasta el extremo” porque “nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos”. Tanto en el sufrimiento como en la muerte, su humanidad se hizo el instrumento libre y perfecto de su amor divino que quiere la salvación de los hombres. En efecto, aceptó libremente su pasión y su muerte por amor a su padre y a los hombres que el Padre quiere salvar: “Nadie me quita [la vida]; yo la doy voluntariamente”. De aquí la soberana libertad del Hijo de Dios cuando Él mismo se encamina hacia la muerte. (CEC 609) Y Dios ¿no hará justicia a sus elegidos que están clamando a él día y noche? ¿les hará esperar? Les digo que les hará justicia pronto. Pero cuando el Hijo del Hombre venga, ¿encontrará la fe sobre la tierra? (Lc 18, 7-8).

CANTO ¡OH DIOS, POR TU NOMBRE, SÁLVAME, POR TU PODER HAZME JUSTICIA, OH DIOS, ESCUCHA MI ORACIÓN, ATIENDE A LAS PALABRAS DE MI BOCA! Porque los arrogantes se han aliado contra mí, los prepotentes andan buscando mi vida, no tienen nunca a Dios presente, no tienen nunca a Dios presente. MAS VED, QUE DIOS VIENE EN MI AYUDA, EL SEÑOR, EL SEÑOR ME SOSTIENE. De todo corazón le ofreceré un sacrificio, celebraré su nombre, porque es bueno, de toda angustia él me ha liberado, de toda angustia él me ha liberado, De toda angustia él me ha liberado. ¡OH DIOS, POR TU NOMBRE, SÁLVAME, POR TU PODER HAZME JUSTICIA, OH DIOS, ESCUCHA MI ORACIÓN, ATIENDE A LAS PALABRAS DE MI BOCA!

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MONICIÓN La Biblia de Jerusalén lo titula «Clamor al Dios justiciero». Poema de David, referido al episodio donde Dios lo salva de la mano de Saúl:

noce como ungido de Dios, muestra su respeto religioso del carácter sagrado del rey (Cf. 1S 26). Es en este contexto que surge esta súplica:

La historia narra que David, al enterarse que la ciudad de Queilá estaba siendo atacada y saqueada por los filisteos, interviene y la salva, luego estos traicionan a David avisando a Saúl del lugar donde se esconde él: Subieron algunos zifitas a Guibeá, donde Saúl, y le dijeron «Mira, David se esconde entre nosotros en los refugios de Jorsa, en la colina de Jaquilá, que está al sur de la estepa…». (Cf. 1S 23, 19). Y dice la nota al pie de página que el pueblo de Queilá traiciona a David porque este les hace pagar su asistencia viviendo a sus expensas con su tropa (Cf. 1S 23, 12) por lo cual apelan al poder regular (Ver 23, 19-20; 24, 2; 26, 1). Más adelante Saúl, sin saberlo, entra a la cueva donde estaban David y sus hombres, y se echa a descansar. Cuando está profundamente dormido, David se acerca silenciosamente a Saúl y le corta la punta del manto. Dice la Escritura que en ese momento a David «le late fuertemente el corazón por el remordimiento que siente», porque el vestido es un sustituto de la persona y tocar el vestido es tocar a la persona (Ver 18, 4 y la Nota al pie de 24, 6 de la Biblia de Jerusalén). En este gesto, podemos ver que David deja la justicia a Dios y, rehusándose matar a Saúl, a quien reco-

¡Oh Dios, por tu Nombre sálvame, por tu Poder hazme justicia, Oh Dios, escucha mi oración, atiende a las palabras de mi boca! Porque los arrogantes se han aliado contra mí, los prepotentes andan buscando mi vida, no tienen nunca a Dios presente. La Escritura nos muestra la humildad y la visión teológica sobre la historia que tiene David, que siempre consulta a Dios (sobre el Efod ver 1S 2, 28). Esto se contrapone a los arrogantes que se alían y lo persiguen a muerte. Este Salmo puede aplicarse muy bien a Cristo perseguido y a su sacrificio voluntario (Ver el v. 8) (Cf. Jn 10, 17-18; Flp 2, 6-8; Tt 2,14). Hermanos, sin temer al juicio y al poder de los hombres, cantemos este salmo ofreciendo de todo corazón un sacrificio de alabanza al Señor, que nos ha liberado de toda angustia, y por su Nombre nos salva siempre de la mano de nuestros enemigos (Cf. Tm 4, 18).

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OH SEÑOR, NUESTRO DIOS

Salmo 8 Cristo no es un soberano que se hace servir, sino que sirve, y se entrega a los demás: «el Hijo del Hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos» (Mc 10, 45). De este modo, recapitula en sí «todas las cosas, las del cielo y las de la tierra» (Ef 1, 10). Desde esta perspectiva cristológica, revela toda la fuerza de su mensaje y de su esperanza, invitándonos a ejercer nuestra soberanía sobre la creación no como dominadores sino con el amor (S. Juan pablo II)

CANTO ¡OH SEÑOR, NUESTRO DIOS, QUÉ ADMIRABLE ES TU NOMBRE POR TODA LA TIERRA, TU NOMBRE, HASTA EL CIELO SE ELEVA TU AMOR! Con la boca de los niños pequeños, afirmas tu gloria, oh Señor, y reduces al silencio enemigos y rebeldes. ¡OH SEÑOR, NUESTRO DIOS, QUE ADMIRABLE ES TU NOMBRE POR TODA LA TIERRA, TU NOMBRE, HASTA EL CIELO SE ELEVA TU AMOR! Si contemplo el cielo, obra de tus manos, la luna y las estrellas, que has creado, ¿qué es el hombre para que te acuerdes de él, el hijo del hombre para darle poder? Lo hiciste, lo hiciste poco menos que los ángeles, de gloria y honor lo has coronado; todo lo has sometido bajo sus pies. ¡OH SEÑOR, NUESTRO DIOS, QUE ADMIRABLE ES TU NOMBRE POR TODA LA TIERRA, TU NOMBRE, HASTA EL CIELO SE ELEVA TU AMOR!

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MONICIÓN Este salmo canta el poder del nombre divino y por ende el triunfo de Cristo (Mt 21, 15). Yahvéh revela su nombre sólo a Moisés, que en hebreo puede traducirse literalmente como: «Yo soy el que Soy», «…el que es», «…el existente», esto significa que es trascendente que sigue siendo un misterio para el hombre y que actúa en la historia humana (Cf. Ex 3, 13; y Ex 3, 14). Es sencillo obedecer a Dios cuando uno está de acuerdo. Sin embargo, muchas veces, obedecerle implica no seguir una lógica racional, y en muchos casos, puede hasta parecer absurdo. Por ello, obedecer de verdad es anular la propia voluntad como lo hizo Cristo, como un acto máximo de humildad. «Lo hiciste poco inferior a los ángeles». Cristo (el Siervo de Yahvéh), que hecho hombre descendió hasta ocupar el último lugar obedeciendo como un esclavo, inclusive hasta la muerte, anulando así su voluntad, vence la muerte y coronado de gloria y honor, ha sometido todo bajo sus pies (Cf. 1Co 15, 27; Ef 1, 22). Dice San Pablo: «Así pues, queridos míos, de la misma manera que han obedecido siempre…» (Flp 2, 12), obedezcamos al Señor humildemente siguiendo sus huellas, porque lo contrario al Evangelio es la soberbia, que nos lleva al error.

Kiko Argüello aplica este salmo a la evangelización, a los itinerantes en quienes, yendo como niños pequeños, sin vestirse de poder, sin pretensiones, dispuestos a ser rechazados, perdiendo la vida, se manifiesta el poder y la gloria de Dios. Así se muestra el Kiryos, que está sobre todos los poderes del mundo. Cantemos a Cristo victorioso, que con su amor gratuito está haciendo su nombre admirable por toda la tierra (Cf. Flp 3, 21).

OBEDECER “DE VERDAD

ES ANULAR LA PROPIA VOLUNTAD COMO LO HIZO CRISTO, COMO UN ACTO MÁXIMO DE HUMILDAD.” 91


PENTECOSTÉS «A este Jesús Dios lo resucitó; de lo cual todos nosotros somos testigos. Y exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido y ha derramado lo que ustedes ven y oyen» (Hch 2, 32-33).

CANTO SI SIENTES UN SOPLO DEL CIELO, UN VIENTO QUE MUEVE LAS PUERTAS, ESCUCHA LA VOZ QUE TE LLAMA, TE INVITA A CAMINAR LEJOS. ES FUEGO QUE NACE EN QUIEN SABE ESPERAR, EN QUIEN SABE NUTRIR ESPERANZAS DE AMOR. Eran pobres hombres como tú, como yo, habían echado las redes al lago, recogido los impuestos a la puerta de la ciudad. Que yo recuerde entre ellos no había ningún doctor; y aquel que llamaban Maestro estaba muerto y sepultado. SI SIENTES UN SOPLO DEL CIELO... Tenían un corazón como tú, como yo, que una mano de hielo oprimía; tenían los ojos llenos de lágrimas. Pensaban sin duda en el amigo perdido; en la mujer dejada en la puerta de la casa; en la cruz levantada en la cima del monte. 92

SI SIENTES UN SOPLO DEL CIELO... Y el viento llamó a la puerta de la casa, entró como un rayo en toda la estancia; y tuvieron los ojos y el corazón llenos de fuego, salieron a la calle gritando de alegría. Hombre que esperas escondido en las sombras, la voz que canta es para ti; te trae la alegría de una buena noticia: El reino de Dios ha llegado ya. SI SIENTES UN SOPLO DEL CIELO...


MONICIÓN Dice San Pablo, hablando de la función de la Ley (Cf. Rm 7, 7), que el precepto antiguo sirvió para iluminar la conciencia de pecado. Por eso afirma: «Sin la Ley no hubiese conocido el pecado que habita en mí». Pero la Ley iluminaba el espíritu, mas no daba la fuerza interior para realizarla (Cf. Ga 2, 16). Esta Ley sin ser objeto de pecado se convierte en su instrumento al ser excitada por la concupiscencia, que lleva a la condenación y a la muerte a aquellos que no la cumplen, por eso se la llama Ley de pecado o Ley de muerte (Cf. Rm 7, 12-13). Mas Cristo con su resurrección transforma esta Ley de pecado en una Ley de Misericordia y de Perdón, otorgándonos mediante el mismo Espíritu que hizo experimentar a los apóstoles, «hombres sin instrucción ni cultura» (Cf. Hch 4, 13), la posibilidad de vivir una vida de libertad y gracia, que nos lleva a caminar lejos y nos empuja a anunciar esta Buena Nueva (Cf. Ga 5, 1. 13-14). Escucha, hermano, esta voz que te llama, que te invita a ir en busca de quienes aún esperan en sombras de muerte para anunciarles el Reino de Dios. El Espíritu Santo nos está transformando y nos está haciendo, poco a poco, experimentar gratuitamente la Vida Eterna, el Cielo, ya aquí en la tierra.

CRISTO “ MAS CON SU

RESURRECCIÓN TRANSFORMA ESTA LEY DE PECADO EN UNA LEY DE MISERICORDIA Y DE PERDÓN...” 93


QUÉ AMABLES SON TUS MORADAS

Salmo 84 (83) Y vi la Ciudad Santa, la nueva Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios, engalanada como una novia ataviada para su esposo. Y oí una fuerte voz que decía desde el trono: «Esta es la morada de Dios con los hombres. Pondrá su morada entre ellos y ellos serán su pueblo y él, Dioscon-ellos, será su Dios». (Ap 21, 2-3).

CANTO ¡Qué amables son tus moradas, Señor, Señor de los ejércitos! Mi alma ansía y anhela los atrios del Señor. Hasta el pájaro encuentra una casa, la golondrina su nido; ¡junto a tus altares, Señor rey mío y Dios mío! ¡REY MÍO Y DIOS MÍO! DICHOSOS LOS QUE VIVEN EN TU CASA, SIEMPRE CANTAN TUS AMORES, SIEMPRE CANTAN TUS AMORES. DICHOSO EL QUE ENCUENTRA EN TI LA FUERZA, Y EN SU CORAZÓN DECIDE EL SANTO VIAJE. PASANDO POR EL VALLE DEL LLANTO, ÉL LO CAMBIA EN BENDICIÓN. CRECE EN EL CAMINO SU VIGOR, HASTA LLEGAR A SION, HASTA LLEGAR A SION. Mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos, QUE MIL FUERA DE ELLOS, porque estar en el umbral de tu casa es siempre mejor QUE HABITAR EN LOS PALACIOS. PASANDO POR EL VALLE DEL LLANTO, ÉL LO CAMBIA EN BENDICIÓN. CRECE EN EL CAMINO SU VIGOR, HASTA LLEGAR A SION, HASTA LLEGAR A SION. DICHOSOS LOS QUE VIVEN EN TU CASA, SIEMPRE CANTAN TUS AMORES, SIEMPRE CANTAN TUS AMORES...

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MONICIÓN Este salmo expresa en un sentido espiritual el deseo de peregrinar hacia el Templo, donde se muestra Dios, movidos por un gozo interno, más que por motivaciones o condicionamientos externos, como podría verse en el salmo 122 «allá suben las tribus según la costumbre de Israel».

impaciencias propias de alguien que ha emprendido un viaje para encontrarse con la persona querida. Aquí esta persona querida es Dios. Ese encuentro será tan «intenso y dichoso» que mitigará toda incomodidad y fastidio que puede haber significado la travesía.

El ansia y el anhelo conciernen a la distancia, y el marco: «Hasta el pájaro encuentra una casa, la golondrina su nido, junto a tus altares, Señor rey mío y Dios mío»; «pasando por el valle del llanto, Él lo cambia en bendición», proyecta un paisaje interior que propende hacia algo que se desea y se ama.

«Mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos, porque estar en el umbral de tu casa es siempre mejor que habitar en los palacios».

San Agustín, comentando este salmo, dice: «Como objeto de deseo solo les queda Dios. Ya no aman la tierra, pues aman al que hizo cielo y tierra. Aman y todavía no están con él. Su deseo se prolonga para crecer, crece para dar cabida. Pues no es poco lo que ha de dar Dios al que desea…». Hay momentos en nuestra vida en que brota un anhelo de desarraigo, que nos hace aspirar a las Moradas Celestes hacia las cuales nos dirigimos en este peregrinar que es nuestra propia vida (Cf. CEC 2691).

«Dichoso el que encuentra en ti la fuerza y en su corazón decide el santo viaje». Las ansias son

En el episodio cuando los fariseos reclamaban que los discípulos arrancaban y comían espigas en «sábado», trasgrediendo la Ley, Jesús contesta: «Pues yo digo que hay aquí algo mayor que el Templo» (Mt 12, 6). Jesús es el Nuevo y el Verdadero Templo porque en Él está presente y se manifiesta Dios, por eso puede afirmar: “Quien me ve a mí, ve al Padre” (Jn 14, 9). El Templo es la Iglesia y habitar en la Iglesia es peregrinar hacia la Patria. Cantemos, hermanos, este salmo pidiendo al Señor nos conceda vislumbrar y desear las Eternas Moradas que Él tiene preparadas para nosotros, de manera que nuestro peregrinar por esta vida, que tantas veces se vuelve dura y difícil por nuestra frágil condición humana, se torne suave y ligera.

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SI EL SEÑOR NO CONSTRUYE LA CASA Salmo 127 (126) «Guárdate de olvidar a Yahvéh tu Dios descuidando los mandamientos, normas y preceptos que yo te prescribo hoy; no sea que cuando comas y quedes harto, cuando construyas hermosas casas y vivas en ellas, cuando se multipliquen tus vacadas y tus ovejas, cuando tengas plata y otro en abundancia y se acrecienten todos tus bienes, tu corazón se engría y olvides a Yahvéh tu Dios que te sacó del país de Egipto, de la casa de servidumbre; que te ha conducido a través de ese desierto grande y terrible entre serpientes abrazadoras y escorpiones: que en un lugar de sed, sin agua, hizo brotar para ti agua de la roca más dura; que te alimentó en el desierto con el maná, que no habían conocido tus padres, a fin de humillarte y ponerte a prueba para después hacerte feliz. No digas en tu corazón: «Mi propia fuerza y poder de mi mano me han creado esta prosperidad», sino acuérdate de Yahvéh tu Dios, que es el que te da la fuerza para crear la prosperidad, cumpliendo así la alianza que bajo juramento prometió a tus padres, como lo hace hoy (Dt 8, 11-18).

CANTO SI EL SEÑOR NO CONSTRUYE LA CASA, EN VANO SE CANSAN LOS CONSTRUCTORES. Si el Señor no guarda la ciudad, en vano vigilan los centinelas. Si el Señor no guarda la ciudad. SI EL SEÑOR NO CONSTRUYE LA CASA... En vano madrugáis al levantaros, el descanso retrasáis, por conseguir el pan, Dios lo da a sus amigos mientras duermen. DIOS LO DA A SUS AMIGOS MIENTRAS DUERMEN. SI EL SEÑOR NO CONSTRUYE LA CASA... Don del Señor son los hijos, son como flechas en manos de un guerrero, los hijos de la juventud. Dichoso el hombre que tiene llena su aljaba; no temerá cuando lleguen a su puerta los enemigos. SI EL SEÑOR NO CONSTRUYE LA CASA...

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MONICIÓN Frente a nuestro afán constante de búsqueda de bienestar y felicidad que tantas veces nos lleva al extravío y al fracaso, este salmo nos invita a la confianza en Dios y a abandonarnos a su providencia (Cf. Pr 3, 5-6). La experiencia de Dios presente en nuestra historia poco a poco nos llevará a descubrirlo como causa primera de todas las cosas, porque la Fe nos conduce a la confianza, como lo hizo con Israel su pueblo escogido a lo largo del camino por el desierto, llevándolo inclusive a situaciones extremas de precariedad total, como forma pedagógica y misericordiosa de Dios presente y actuante en la historia. «Imaginémonos a un pueblo que vivía de la agricultura en medio de un desierto árido, sin medios para trabajar», aprendiendo a fiarse de Dios providente, que les manda el agua, el maná y las codornices a su tiempo. El trabajo del hombre propende al fracaso si Dios no lo fructifica. El pan de cada día y los hijos son Don de Dios, como lo afirma también la Escritura en el Libro de los Proverbios: «La bendición de Yahvéh es la que enriquece y nada le añade nuestra fatiga» (Pr 10, 22). «Se apareja el caballo para la batalla, pero la victoria la da Dios» (Pr 21, 31). «Si el Señor no construye la casa, en vano se cansan los constructores». Dios es el verdadero

Arquitecto, sin Él somos como el hombre que trabajó vanamente construyendo su casa sobre arena… (Cf. Mt 6, 26). En el sermón del monte, Cristo, con un tono cordial y entrañable, nos instruye en la confianza, reconociendo a Dios como Padre: «Por eso les digo: No anden preocupados por su vida… Miren las aves del cielo: No siembran ni cosechan, ni recogen en graneros; y su Padre celestial las alimenta… (Cf. Mt 6, 24-34). Pidamos al Señor nos conceda el desarraigo de nuestro yo y la gracia de vivir en la fe cada día.

LA “ EXPERIENCIA DE DIOS PRESENTE EN NUESTRA HISTORIA POCO A POCO NOS LLEVARÁ A DESCUBRIRLO COMO CAUSA PRIMERA DE TODAS LAS COSAS...”

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SI HOY ESCUCHÁIS SU VOZ

Salmo 95 (94) Acuérdate de los días de antaño, considera los años de edad en edad. Interroga a tu padre, que te cuente, a tus ancianos, que te hablen. Cuando el Altísimo repartió las naciones, cuando distribuyó a los hijos de Adán, fijó las fronteras de los pueblos, según el número de los hijos de Dios; mas la porción de Yahvéh fue su pueblo, Jacob su parte de heredad. En tierra desierta le encuentra, en la soledad rugiente de la estepa. Y lo envuelve, lo sustenta, lo cuida, como a la niña de sus ojos. Como un águila incita a su nidada, revolotea sobre sus polluelos, así, él despliega sus alas y lo toma y lo lleva sobre su plumaje. Solo Yahvéh lo guía a su destino, con él, ningún dios extranjero (Dt 32, 7-12).

CANTO SI HOY ESCUCHÁIS SU VOZ, NO ENDUREZCÁIS EL CORAZÓN. Venid, aclamemos al Señor, demos vítores a la roca que nos salva; vayamos a Él dándole gracias, aclamándolo con cantos y salmos. SI HOY ESCUCHÁIS SU VOZ... Porque el Señor es un Dios grande, más grande que todos los dioses; suyo es el mar, suya es la tierra, son suyas las cumbres de los montes. SI HOY ESCUCHÁIS SU VOZ... Entrad, postrémonos por tierra, bendiciendo al Señor creador nuestro. Porque Él es nuestro Dios, y nosotros su pueblo, el rebaño que Él conduce. SI HOY ESCUCHÁIS SU VOZ... ¡Ojalá, ojalá escuchéis hoy su voz!: «no endurezcáis el corazón como en Meribá, como el día de Masá en el desierto, donde vuestros padres dudaron de mí, aunque habían visto mis obras me obligaron a hacer su voluntad». «Durante cuarenta años, me disgustó aquella generación. Y dije: es un pueblo de corazón extraviado, no quiere conocer mis caminos. Por eso: ¡no entrarán en mi descanso!» SI HOY ESCUCHÁIS SU VOZ...

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MONICIÓN Lo peculiar de este salmo es que tiene dos partes claramente diferentes y colocadas en un orden donde la segunda suena como una irrupción sin preámbulo que interrumpe la invitación de entrada comunitaria que celebra con vítores y cantos la suprema grandeza de Dios. La Voz de Dios aparece súbitamente «congelando la fiesta», tras una severa y muy seria admonición (amonestación) que contiene inclusive una clara advertencia.

su descanso seamos cautos, para que ninguno quede rezagado... (Cf. Hb 3, 12-19; 4, 1-7). El que no tiene a Dios no sabe vivir, y el hoy se le hace inaguantable. Por eso todos tendemos a alienarnos para escapar, proyectando el hoy en un mañana que no existe, sublimando el presente en un futuro imaginario (virtual). Cantemos este salmo pidiéndole al Señor que el escuchar su Voz nos lleve a la confianza que da la fe. (Cf. CEC 2836). (Cf. 2Co 6, 1.2).

La realeza y soberanía de Dios imprime autoridad sobre su pueblo, a quien exige obediencia; y no es que lo rechace, pero amenaza rechazarlo si no obedece. Desde esta perspectiva su estructura es coherente y comprensible. La Iglesia coloca este salmo invitatorio al inicio de la oración matutina del Oficio de las Horas, poniéndonos delante este «HOY», que nos invita a comenzar el día sin perder de vista nuestra frágil realidad pobre y débil, dándonos la garantía de que su gracia nos ayuda a no extraviarnos, y a entrar en su voluntad. Como dice la Carta a los Hebreos: Que ninguno tenga un corazón perverso e incrédulo […] Animaos unos a otros mientras suena ese «Hoy» para que la seducción del pecado no endurezca nuestro corazón […] Mientras está en pie la promesa de entrar en

CANTEMOS “ESTE SALMO

PIDIÉNDOLE AL SEÑOR QUE EL ESCUCHAR SU VOZ NOS LLEVE A LA CONFIANZA QUE DA LA FE.” 99


SI ME HE REFUGIADO EN EL SEÑOR Salmo 11 (10) Las pupilas de Dios son la misericordia misma: Él cierra los ojos a muchas miserias. Si no fuera así, su mirada sería intolerable (Orígenes).

CANTO SI ME HE REFUGIADO EN EL SEÑOR, ¿CÓMO PODÉIS DECIRME, COMO PODÉIS DECIRME QUE HUYA COMO EL PÁJARO AL MONTE, QUE HUYA COMO EL PÁJARO AL MONTE? Yo sé que los malvados tensan el arco, que ajustan las flechas a la cuerda, para herir en la sombra al inocente. Mas cuando fallan los cimientos, ¿qué puede hacer el justo?, ¿qué puede hacer el justo? Mas el Señor, el Señor está en su templo santo, tiene su trono en el cielo; sus ojos observan el mundo, sus pupilas las acciones de los hombres. El Señor escruta a los justos, mas también escruta a los malvados; y el Señor no ama la violencia, el Señor no ama la violencia. SI ME HE REFUGIADO EN EL SEÑOR...

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MONICIÓN Este salmo compara con una paloma al fiel que está siendo perseguido, a quien le incitan a huir al monte, que es el lugar de refugio (Cf. Sal 7, 2; 56, 12). El que ha puesto su confianza en Dios puede decir: Si en Yahvéh me cobijo, ¿cómo pueden decirme que huya al monte? (Cf. 2Co 14, 10; Sal 27, 1). El Camino nos está conduciendo a redescubrir la fe, la roca sobre la que los cristianos apoyan sus pies. Como dice el Evangelio: «El que escucha mis palabras y las pone en práctica […] es semejante al hombre que cavando profundamente encontró la roca y puso sus cimientos sobre ella. Llegó la inundación […] y la casa no cayó porque estaba bien edificada» (Cf. Lc 6, 48; 1P 2, 4-6). Del catecumenado primitivo se conocen tres fases: “el acceso a la fe”, “caminar en la fe” y “sellar la fe”, fundamentales de la iniciación cristiana, que para nosotros son el «precatecumenado - catecumenado - elección». El Señor, para llevarnos a la fe, utiliza la cruz, el sufrimiento. Por eso en muchos salmos encontramos una ambivalencia como: «…mas cuando fallan los cimientos, ¿qué puede hacer el justo?» (expresión de angustia). Inmediatamente, dice: «Mas el Señor está en su Templo Santo […] sus ojos observan el mundo, sus pupilas las acciones de

los hombres» (afirmación de confianza), (Cf. Sal 21; 57; 29). Ánimo, hermanos, que Dios, manifestándose a nosotros como «Yo Soy el único Señor», nos ha dado la clave. Nos ha dicho: «haz esto y vivirás». No te desalientes por las dificultades. Vamos en caravana siguiendo las huellas de Cristo, el Camino que nos enseña cómo andar por la senda que nos llevará a la total confianza en Dios (Cf. Jn 14, 6+).

CAMINO “ ELNOS ESTÁ

CONDUCIENDO A REDESCUBRIR LA FE, LA ROCA SOBRE LA QUE LOS CRISTIANOS APOYAN SUS PIES.” 101


SIÉNTATE SOLITARIO Y SILENCIOSO Lamentaciones 3 Señor, mi corazón no es ambicioso, ni mis ojos altaneros. No persigo grandezas ni maravillas que me superan. Sino que mantengo mi alma en paz y en silencio, como niño en regazo materno. ¡Como niño destetado está mi alma en mí! ¡Espera, Israel, en Yahvéh desde ahora y por siempre! (Sal 131, 1-3).

CANTO Dios mío, Dios mío, me has llevado, me has llevado y me has hecho caminar entre tinieblas. Has construido para mí un yugo, y has atado mi cabeza, mi cabeza y la barbilla. Has tensado tu arco, me has fijado, me has fijado como blanco de tus flechas. Aun cuando grito y gimo tú sofocas, sofocas mi oración. Contemplar mi miseria y mi vida errante: ¡es para mí hiel y amargura! Mas qué puedo hacer si hasta me falta la esperanza, la esperanza que viene del Señor, que viene del Señor. SIÉNTATE SOLITARIO Y SILENCIOSO, PORQUE DIOS TE LO HA IMPUESTO; HUMILLA TU BOCA EN EL POLVO: QUIZÁ HAYA ESPERANZA, PON LA MEJILLA A QUIEN TE HIERE, PORQUE NO RECHAZA PARA SIEMPRE EL SEÑOR, AUN CUANDO AFLIGE, USA DE MISERICORDIA, según su gran amor.

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MONICIÓN Este es el tercero de los cinco poemas que presenta el Libro de las Lamentaciones, probablemente compuestos en Palestina por un mismo autor después de la ruina de Jerusalén en el 587. La biblia hebrea coloca al libro entre los cinco «megil-lot» que se leen en todas las comunidades judías el “Noveno de Av”, celebración de tres semanas que, entre ayunos y abstinencia, conmemoran los días de desgracia y calamidades por la destrucción del primer Templo de Jerusalén a manos del ejército de Nabucodonosor (Cf. 2R 23, 31-33) y el segundo Templo por las Legiones de Tito. La Iglesia lo incluye en la Liturgia de Semana Santa para evocar el drama del Calvario (Cf. Introducción al Libro de las Lamentaciones Biblia de Jerusalén). Este canto muestra, con un lenguaje poético, el sentimiento firme de confianza en Yahvéh, que brota en medio de penosos lamentos. Por mucho que avancen la tecnología y la ciencia, aún no encuentran una respuesta al sufrimiento humano. La Iglesia, madre y pedagoga, nos enseña que Dios interviene en la historia de una manera sorprendente y misericordiosa, y nos muestra una respuesta: «de la muerte puede salir vida» (Cf. Rm 8, 2; 2Tm 1, 10; Hb 2, 15). Frente al miedo que produce el sufrimiento, lejos de asumirlo el hombre busca seguridad y refugio,

acumulando y acumulando dinero y riquezas que le produzcan “sensación de seguridad”. Sin embargo, la realidad nos muestra que frente a la muerte todo se desvanece, porque esas acciones no resuelven el problema. Muchas veces nos pasa que, en los momentos de cierta estabilidad económica o buena salud, lejos de actuar como David, que asume su sufrimiento y acepta la humillación, nosotros nos evadimos, apoyándonos en lo humano, y nos instalamos como locos en nuestras fantasías, buscando seguridad en la alienación, y sobre esa base proyectamos nuestras liturgias, nuestras oraciones, nuestras celebraciones, haciéndolas falsas y vacías. Po eso, a la hora de la verdad, en el momento de la crisis, del miedo, todo se desvanece, todo nos parece mentira. Cantemos este canto con Jeremías que pone como eje de su vida a Dios, que es causa primera de la historia, y digamos: «Porque no rechaza para siempre el Señor: Aun cuando aflige, usa de misericordia, según su gran Amor» (Cf. Is 54, 8-9; Sal 103, 8-9). Cuando, sin proyectarnos a un futuro ilusorio, tomamos consciencia de la historia del momento presente poniendo a Dios como centro de nuestra vida, vemos que poco a poco todo se va iluminando y los hechos de nuestra historia van recobrando sentido. 103


TE ESTOY LLAMANDO, SEÑOR

Salmo 141 (140) Entre los sacrificios de la antigua ley, estaba el de la mañana y de la tarde (Cf. Nm 28, 1-3), que los sacerdotes tenían que ofrecer todos los días, sin importar lo que pasara. Otros sacrificios eran ocasionales, como la ofrenda por el pecado, mientras que los sacrificios matutinos y vespertinos eran oración pura. El sacrificio por el pecado (Cf. Lv 4 y 5) no siempre era aceptado, pero los sacrificios de la mañana y de la tarde si lo eran, porque eran oración pura. Aquí el salmista pide que su oración sea pura y aceptable y que, a través de ella, todas las pasiones y rencores sean desterrados de su alma. El mensaje mixto evoca sobre todo el sacrificio de la tarde porque, al anochecer, la adoración del día está terminada y cumplida: no se espera nada más (San Juan Crisóstomo).

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CANTO TE ESTOY LLAMANDO, TE ESTOY LLAMANDO, SEÑOR, VEN CORRIENDO, ESCUCHA MI VOZ QUE YO A TI GRITO. VALGA ANTE TI MI ORACIÓN COMO INCIENSO, EL ALZAR DE MIS MANOS, COMO SACRIFICIO DE LA TARDE. Pon, Señor, a mi boca un centinela, una guardia a la puerta de mis labios. No sea que se incline mi corazón a la maldad, a cometer acciones criminales. Que el justo me golpee por amor, y me corrija, para que el ungüento del malvado no perfume mi cabeza, porque yo me enviciaría en su maldad, porque yo me enviciaría en su maldad. TE ESTOY LLAMANDO, TE ESTOY LLAMANDO, SEÑOR, VEN CORRIENDO ESCUCHA MI VOZ QUE YO A TI GRITO. VALGA ANTE TI MI ORACIÓN COMO INCIENSO, EL ALZAR DE MIS MANOS, COMO SACRIFICIO DE LA TARDE. A ti, Señor, miran mis ojos, ¡en ti me refugio, no desampares mi alma! Guárdame tú del lazo que me tienden, de las trampas de tantos enemigos. Caigan ellos, cada uno en su red, que yo unido a ti paso indemne, que yo unido a ti paso indemne. TE ESTOY LLAMANDO, TE ESTOY LLAMANDO, SEÑOR, VEN CORRIENDO ESCUCHA MI VOZ QUE YO A TI GRITO...


MONICIÓN A este salmo (de David) la Biblia de Jerusalén lo titula «Contra la seducción del mal». Muestra la llamada urgente a Dios de un fiel que está a punto de caer en grave tentación.

cencia, que destruyen la vida cristiana (Cf. Mt 15, 19), porque el hablar mal de un hermano arruina a la comunidad y el juicio detiene la conversión. (Cf. St 1, 26; 4, 11)

Una súplica intensa de ser escuchado: «Te estoy llamando, Señor, ven corriendo, escucha mi voz que yo a ti grito», y la petición del castigo para sus enemigos: «Caigan ellos, cada uno en su red».

Sabemos por la tradición que la comida y la unción son propias de la hospitalidad oriental como se ve en las Escrituras: «Preparas una mesa ante mí; perfumas mi cabeza» (Cf. Sal 23, 5); «No ungiste mi cabeza con aceite, ella ha ungido mis pies con perfume» (Cf. Lc 7, 46), y es probable que en este contexto los malhechores, para poder embaucar a este hombre, le han invitado un banquete acompañado de la unción con perfume sobre su cabeza, para ganárselo, a lo cual él accede amablemente pero, al darse cuenta de la fechoría, invoca a Dios que custodie sus labios y su corazón, para no caer en la trampa. «Para que el ungüento del malvado no perfume mi cabeza, porque yo me enviciaría en su maldad». (Cf. 1Co 15, 33; Ef 5, 11)

El Salterio está lleno de oraciones existenciales, como lo muestra también este salmo. Este hombre se encuentra en medio de un sufrimiento y lleno de angustia clama a Dios, consciente de su realidad, de su debilidad. El discernimiento que tiene le hace reconocer con humildad que es capaz de hacer cosas malvadas, de corromperse, por eso pide: «Pon, Señor, a mi boca un centinela, una guardia a la puerta de mis labios, no sea que se incline mi corazón a la maldad, a cometer acciones criminales». (Cf. 1Re 8, 58; Ap 18, 4) Dice la Escritura que más han muerto por la lengua que por la espada (Cf. Eclo 28, 18). Por eso Dios habrá puesto a nuestra lengua dos puertas: los dientes para morderla y los labios. Porque la boca es la puerta de salida y el corazón es el origen, lugar de donde salen las intenciones malas, las injurias, el juicio, la crítica y la maledi-

Cantemos este salmo al Señor pidiéndole nos dé discernimiento y humildad para ajustarnos a su voluntad y no aferrarnos a nuestras ideas y proyectos, para no seguir el consejo de los paganos (Cf. Sal 1, 1) y podamos vivir en la verdadera pobreza, que no es la de ir con la ropa raída y comiendo mal, sino no vivir más para nosotros mismos. Y de igual manera, que el alzar de nuestras manos sea el incienso de una verdadera oración. 105


TE HE MANIFESTADO MI PECADO

Salmo 32 (31) «A ti acuden los mortales con sus malas acciones; nos abruman nuestras culpas, pero tú las perdonas» (Sal 65, 3b-4).

CANTO TE HE MANIFESTADO MI PECADO, NO HE TENIDO ESCONDIDOS MIS ERRORES; HE DICHO: «CONFESARÉ AL SEÑOR MI CULPA». Y TÚ HAS PERDONADO LA MALICIA DE MI PECADO. ¡Dichoso el hombre al que le son perdonadas sus culpas, y que le fueron cubiertos sus pecados! Dichoso el hombre al que el Señor no le imputa ningún mal, y en cuyo espíritu no hay engaño. TE HE MANIFESTADO MI PECADO... Callaba y se consumían mis huesos gimiendo todo el día, porque día y noche pesaba tu mano sobre mí; como estío de verano estaba árido mi corazón. Mas te he manifestado mi pecado, no he tenido escondidos mis errores; he dicho: «confesaré al Señor mi culpa». Y tú has perdonado la malicia de mi pecado. TE HE MANIFESTADO MI PECADO... Por eso te suplican tus fieles en el día de la angustia, cuando las aguas caudalosas se desbordan, mas a él no le alcanzarán. Tú eres mi refugio, tú me preservas del peligro, me rodeas de cantos de salvación. Me dices: «te haré sabio, te indicaré el camino de la vida». TE HE MANIFESTADO MI PECADO...

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MONICIÓN La Biblia de Jerusalén lo titula «El reconocimiento del pecado obtiene el perdón». Salmo penitencial donde el orante expone a manera de macarismo o bienaventuranza su experiencia gozosa tras haber sido perdonado su pecado luego de su confesión. San Pablo, en la Carta a los Romanos, cita los primeros versículos de este salmo para enseñarnos que el hombre no se justifica por sus obras, afirmando que la justicia no se conquista sino que se la recibe como don (Cf. Rm 4, 7-8). Por eso antes dirá: «¿Dónde está entonces el derecho a gloriarse?». Queda eliminado. ¿Por qué ley? ¿Por la de las obras? No. Por la ley de la fe. Porque pensamos que el hombre es justificado por la fe, independientemente de las obras de la ley (Cf. Rm 3, 27-28+ y 4, 7-8). Y cuando dice: la ley de la fe, quiere decir una ley que consiste en creer, contraponiendo la ley escrita en las tablas de piedra (Cf. 2Co 3, 3) y la fe (Cf. Rm 1, 16+). ley interior grabada en el corazón (Jr 31, 33) que actúa por la caridad (Ga 5, 6) y que es la ley del Espíritu (Rm 8, 2). Entonces, Dios salva, restablece o sana al hombre independientemente de las obras como se muestra aquí: «Te he manifestado mi pecado, no he tenido escondidos mis errores; he dicho: Confesaré al Señor mi culpa. Y tú has perdonado la malicia de mi pecado».

Al pecador se le ha concedido el perdón, no por su buena conducta o por méritos adquiridos sino porque pidió perdón. Cantemos a Nuestro Señor Jesucristo dándole gracias, porque ninguna condenación pesa ya sobre nosotros. Él, destruyendo la carne en su persona mediante su muerte, ha destruido el pecado que reinaba en la carne (C.f Rm 8, 1-3).

AL PECADOR SE “ LE HA CONCEDIDO

EL PERDÓN, NO POR SU BUENA CONDUCTA O POR MÉRITOS ADQUIRIDOS SINO PORQUE PIDIÓ PERDÓN.” 107


UN RETOÑO Isaías 11, 1-11

CANTO UN RETOÑO BROTA DEL TRONCO DE JESÉ, UN GERMEN DE SUS RAÍCES. SOBRE ÉL SE POSA EL ESPÍRITU DEL SEÑOR: ESPÍRITU DE SABIDURÍA E INTELIGENCIA, ESPÍRITU DE CONSEJO Y FORTALEZA, ESPÍRITU DE CIENCIA Y DE PIEDAD, ESPÍRITU DE TEMOR DEL SEÑOR No juzgará de oídas, sino que ayudará a los oprimidos. Su palabra será una vara contra el violento y con el soplo de su boca matará al malvado. El lobo vivirá con el cordero, la pantera se echará con el cabrito, el león y el novillo pacerán juntos, y un niño los guiará, y un niño los guiará.

Por tanto, acójanse mutuamente como Cristo los acogió para gloria de Dios. Pues afirmo que Cristo se puso al servicio de los circuncisos a favor de la veracidad de Dios para dar cumplimiento a las promesas hechas a los patriarcas, y para que los gentiles glorificasen a Dios por su misericordia, como dice la Escritura: Por eso te bendeciré entre los gentiles y ensalzaré tu nombre. Y en otro lugar: Gentiles regocíjense juntamente con su pueblo; y de nuevo: Alaben, gentiles todos, al Señor y cántenle himnos todos los pueblos. Y a su vez Isaías dice: Aparecerá el retoño de Jesé, el que se levanta para imperar sobre los gentiles. En él pondrán los gentiles su esperanza (Rm 15, 7-12).

UN RETOÑO BROTA DEL TRONCO DE JESÉ... La vaca y la osa estarán juntas, el león, como el buey, comerá paja. El niño de pecho hurgará en el agujero del áspid, el recién nacido meterá la mano en la hura de la víbora. Porque ya nadie hará daño. PORQUE YA NADIE HARÁ DAÑO. Porque la tierra estará llena del conocimiento del Señor. PORQUE LA TIERRA ESTARÁ LLENA DEL CONOCIMIENTO DEL SEÑOR. 108

Porque aquel día la raíz de Jesé se levantará como estandarte de los pueblos, y las gentes lo seguirán con ansia. En aquel día el Señor extenderá su mano y un camino se formará, Y UN CAMINO SE FORMARÁ; una vía para todas las naciones, UNA VÍA PARA TODAS LAS NACIONES que la Virgen indicará. UN RETOÑO BROTA DEL TRONCO DE JESÉ...


MONICIÓN Este poema canta la paz definitiva –el nuevo paraíso– y muestra en imágenes algunos rasgos del mesías futuro: vástago proveniente del linaje davídico (brota como un germen del tronco de Jesé). Humilde y lleno del espíritu de los profetas hará que reine entre los hombres la justicia y restablecerá la Paz paradisiaca (Cf. Sal 72 y CEC 712). Sabemos por el Génesis que, por causa de la rebelión del hombre contra Dios (Cf. Gn 3), se rompe la armonía entre el hombre y el hombre y el hombre con la naturaleza (Cf. Gn 4; Rm 8, 18-27). Los profetas a lo largo de la historia de Israel anunciaban guerras e invasiones como castigo de las infidelidades del pueblo. La «era mesiánica», al contrario, nos muestra al Mesías que nos trae el perdón de los pecados y la reconciliación con Dios, estableciendo gratuitamente en medio de nosotros un reino de justicia y paz (Cf. Sal 72, 7). Las imágenes que presenta este canto muestran la domesticación de los animales pastoreados por un niño, las fieras reconciliadas con los animales mansos, como la «vaca y la osa», «el león y el novillo pastando juntos», «el lobo junto al cordero», etc. Vemos, incluso, a la serpiente, que en el Génesis personifica al Diablo, antípoda de Adán, haciendo las paces con el hombre, sumisa a un recién nacido que mete la mano en su madriguera, como signo de que, destruido el mal y

amansadas las fieras, «ya nadie hará daño», fruto del conocimiento del Señor (Cf. Jr 31, 1-34). Kiko Argüello ha agregado a la frase «un camino se formará, una vía para las naciones» la expresión «que la Virgen indicará», como queriendo mostrar a la Iglesia, concretizada en la pequeña comunidad cristiana, caminando en caravana hacia la fe. Pidámosle al Señor nos asista con sus siete dones, para que este germen implantado dentro de nosotros por nuestro bautismo crezca y se desarrolle, y podamos como comunidad arrojar los signos de la fe: el Amor y la Unidad, de forma que seamos en medio del mundo Sacramento Universal de Salvación (Cf. CEC 774; LG 48).

ESTE POEMA “CANTA LA PAZ

DEFINITIVA Y MUESTRA EN IMÁGENES ALGUNOS RASGOS DEL MESÍAS FUTURO...” 109


YAHVÉH, TÚ ERES MI DIOS Isaías 25 «Todos los creyentes vivían unidos y tenían todo en común; […] Alababan a Dios y gozaban de la simpatía de todo el pueblo» (Hch 2, 44.47).

CANTO YAHVÉH, TÚ ERES MI DIOS YO TE ENSALZARÉ. Y alabaré tu nombre, alabaré tu nombre, alabaré tu nombre. YAHVÉH, TÚ ERES MI DIOS YO TE ENSALZARÉ. Destruirás la muerte para siempre. Y enjugarás las lágrimas de todos los rostros, de todos los rostros. YAHVÉH, TÚ ERES MI DIOS YO TE ENSALZARÉ. Ya se acercan los pasos de los pobres, los pies de los humildes, los pies de los humildes, el resto de Jacob. YAHVÉH, TÚ ERES MI DIOS YO TE ENSALZARÉ.

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MONICIÓN Este canto, tomado del libro de Isaías, es un himno de victoria posterior al exilio, «himno de los salvados» que describe (junto a todo su contexto) un juicio al que le sigue la intervención salvífica de Yahvéh a favor de los desvalidos y la instauración del reino definitivo.

la muerte, y constantemente sigue curando las heridas que nos deja el pecado. (Cf. 1P 2, 23-24). Digamos juntos: Yahvéh, tú eres mi Dios, yo te ensalzo, porque eres bueno conmigo.

Habla de un «resto» del pueblo que se salva y es reunido nuevamente en su tierra tras la derrota de Moab, ciudad hostil: «…y se acercan los pasos de los pobres, los pies de los humildes, el resto de Jacob» (Cf. Lc 1, 51-53; 1Co 1, 27; St 2, 5). Canta la aniquilación definitiva y para siempre de la muerte, que esclaviza al hombre al pecado. (Cf. 1Co 16, 26) Sabemos por el relato del Génesis que, en el diálogo con la serpiente, Eva es seducida por el diablo, quien le hace creer con engaños que Dios oculta la verdad de lo que sucedería realmente tras comer del fruto con el fin de rebatir con mentiras la prohibición divina (Cf. Gn 3). Eva sucumbe y con ella toda la humanidad queda profundamente afectada por la muerte (Cf. Hb 2, 14; Rm 3, 23-24). Hermanos: Ha llegado la plenitud de los tiempos y vemos esta profecía realizada en Nuestro Señor Jesucristo, prueba palpable de que Dios no se ha quedado indiferente a nuestro sufrimiento. Él ha venido a buscarnos lleno de amor y misericordia bajando a nuestra realidad para rescatarnos de

DIGAMOS “ JUNTOS: YAHVÉH,

TÚ ERES MI DIOS, YO TE ENSALZO, PORQUE ERES BUENO CONMIGO.” 111


GLOSARIO Admonición. Discurso con que se hace ver un mal y se invita a corregirse. Ágape. 'amor', es la comida de caridad que hacían entre sí los primeros cristianos en sus reuniones para cimentar la concordia y la unión entre los miembros del mismo cuerpo. Angustia. Es una respuesta psicológica, se caracteriza por aparecer como reacción ante los síntomas de la ansiedad, el miedo o un peligro desconocido. Es un estado emocional intenso interpretado como muy desagradable e insoportable. Antípoda. Totalmente opuesto a otro; o persona vive (o lugar que está) en un punto de la superficie terrestre diametralmente opuesto a otro. Arquetipo. Modelo original y primario de un arte u otra cosa. Ayllu. (palabra quechua) Es la forma tradicional de una comunidad originaria de la región andina en América del Sur, particularmente en Perú y Bolivia, con una descendencia común — real o supuesta— que trabajaba en forma colectiva en un territorio de propiedad arcipreste. Los ayllus funcionaban antes de la conquista incaica.

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Berajá. Una “Berajá” es una declaración, una fórmula, a través de la cual se bendice a Dios. En hebreo bendecir significa, en primer lugar, declarar o reconocer quien es la fuente y el origen de todo lo que tenemos. Por ejemplo cuando un judío dice una bendición antes de comer una fruta Baruj Atá Hashem… boré perí haets, está diciendo: “Yo reconozco y declaro que Tú eres el creados de los frutos del árbol”. Camaquen. Vocablo que definía a la fuerza vital que animaba todo cuanto existía en la tierra, según la fe del Tahuantinsuyo los seres vivos y muertos tenían «camaquen», inclusive los cerros, piedras, lagunas y demás seres sagrados tenían un «camaquen». Cantata. Composición poética extensa, escrita para que se le ponga música y se cante. Coda. Parte que se añade al período final de una pieza musical, que con frecuencia suele ser la repetición de uno de los mejores motivos de la misma. Deuteroisaías. Del griego deuteros, segundo. Segundo Isaías. Empíreo. Es en la teología católica medieval el más alto de los cielos. Es asimismo el sitio de la


presencia física de Dios, donde residen los ángeles y las almas acogidas en el Paraíso, así como los bienaventurados. Epitalamio. Composición poética del género lírico, en celebración de una boda. Hal-lel. Oración judía que está compuesta por seis salmos (113-118), que son recitados como una unidad como alabanza y agradecimiento en las festividades. Generalmente es cantado en voz alta como parte del Shacharit (por la mañana), después de la Amidá o durante las oraciones nocturnas de la primera noche de la Pésaj. Hay dos versiones: Hallel completo: compuesto por los salmos 113-118, es recitado apenas en las grandes celebraciones, y el Hallel parcial: son omitidas las partes iniciales del salmo 115 (versículos 1 a 11) y del 116 (1 a 11), siendo recitada en el primer día de cada mes (Rosh Jodesh) y en los días siguientes a la festividad de Pésaj. Hortelano. Persona que por oficio cuida o cultiva huertas. Huaro. Es uno de los doce distritos de la provincia de Quispicanchi, ubicada en el departamento de Cuzco, Perú, bajo la administración del Gobierno regional del Cuzco. La Provincia de Quispicanchi,

desde el punto de vista jerárquico de la Iglesia Católica, pertenece a la Arquidiócesis del Cusco. Letanía. En culto cristiano y algunas formas de adoración judía, es una forma de oración usada en los servicios y procesiones, y consiste en una serie de alabanzas y súplicas de manera ordenada, que una persona recita o canta y que las demás personas que participan en la oración repiten o contestan. Macarismo. Es un género literario muy utilizado, tanto en la Biblia hebrea como en el Nuevo Testamento, más conocido con el nombre de bienaventuranza. En el rezo de los griegos los macarismos son himnos o estrofas en honor de los Santos. Magnificat anima mea Dominum. Frase en latín que significa «alaba mi alma al Señor». Cántico que reproduce las palabras que María, madre de Jesús, dirigidas a Dios en ocasión de su visita a su prima Isabel. Midrash. Término hebreo que traducido es “explicación”. Su plural es midrashim. Se le conoce también por ser un método de exégesis de un texto bíblico, dirigido al estudio o investigación que facilite la comprensión de la Torá. El término midrash también puede referirse a una compila-

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ción de las enseñanzas midráshicas en forma de comentarios legales, exegéticos u homiléticos del Tanaj y del Talmud. El Midrash toma elementos actuales para ejemplificar de un modo comprensible los textos antiguos. Neopagano(a). perteneciente al conjunto de movimientos espirituales modernos inspirados en diversas formas de religiosidad politeísta anteriores al cristianismo, a menudo emparejado con una interpretación religiosa de la ecología moderna. Noli me tangere. ("no me toques" en latín) es un texto de la Vulgata (versículo 17 del capítulo 20 del evangelio de San Juan): las palabras que Jesucristo dirige a María Magdalena después de su resurrección. En el griego original la expresión sugiere una acción que continúa en el tiempo; por lo que una posible traducción es también "no me retengas". Oráculo. Que deriva del latín oraculum, significa la respuesta de una divinidad o de los dioses a las cuestiones que se les plantean. Oratorio. Composición musical dramática pero sin acción escénica, de asunto religioso. Orfeón. Agrupación de cantantes en coro, sin instrumentos que lo acompañan. Paraninfo. Entre los hebreos, el paraninfo era el amigo íntimo del esposo que hacía los honores de

114

la boda y conducía a la esposa a casa del esposo. Su significado más reciente ha sido el de padrino de bodas o, en términos generales, el que anunciaba alguna felicidad. También se llama así al salón de actos de una universidad donde tienen lugar acontecimientos importantes. Rabbuni. Es un título honorífico que se daba a los maestros de Israel. De los tres títulos que se les daba: rab, rabbi y rabban (o rabbon) el segundo era más honorífico que el primero; y el tercero más que el segundo. De rabbon se deriva rabboni (ó, según muchos códices rabunni) Discuten los filólogos si la i final es simplemente intensiva, o más bien es el sufijo personal de la primera persona equivalente a mío. Semítico. Relativo a los pueblos que se establecieron en Mesopotamia y el Próximo Oriente con anterioridad al primer milenio antes de Cristo y que tenían lenguas con un origen común. Semitismo. Conjunto de doctrinas, instituciones y costumbres propias de los pueblos semíticos y en especial del actual pueblo hebreo. Sukot. (o Sucot) Es una festividad judía, llamada también precisamente «Fiesta de las Cabañas» o «de los Tabernáculos», que se celebra a lo largo de 7 días en Israel (del 15 al 22 de Tishrei, en septiembre-octubre) y 8 días en la diáspora judía (hasta el 23 de ese mes). Festividad de origen bíblico que rememora las vicisitudes del Israel durante su


deambular por el desierto, y la precariedad de sus condiciones materiales simbolizada por el precepto de morar en una cabaña provisoria o sucá. Talmud. Término hebreo que significa «instrucción, enseñanza». Obra que recoge principalmente las discusiones rabínicas sobre leyes judías, tradiciones, costumbres, narraciones y dichos, parábolas, historias y leyendas. Es un inmenso código civil y religioso, elaborado entre el siglo III y el V por eruditos hebreos de Babilonia y Eretz Israel.

Yihad. Es un concepto del islam que representa una obligación religiosa de los musulmanes. En español, la palabra árabe yihād se traduce literalmente como esfuerzo. A quienes participan y están comprometidos con la yihad se les conoce como muyahidín, en plural muyahidines.

Teofanía. Manifestación o aparición de la divinidad de Dios al hombre. Torah. Término hebreo que significa «instrucción, enseñanza, doctrina». Es el texto que contiene la ley y el patrimonio identitario del pueblo judío; es llamada Pentateuco en el cristianismo; y constituye la base y el fundamento del judaísmo. Según la tradición judía, involucra la totalidad de la revelación y enseñanza divina otorgada al pueblo de Israel. Vástago. Tallo nuevo que brota de un árbol o de una planta. Dícese también de individuo joven que desciende de otro. Vulgata. Es una traducción de la Biblia hebrea y griega al latín, realizada a finales del siglo IV, por Jerónimo de Estridón. Fue encargada por el papa Dámaso I dos años antes de su muerte.

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BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA ALONSO-SCHOKEL, L., profetas, ediciones cristiandad, Madrid 1980. ALONSO-SCHOKEL, L., Salmos, I-II, EVD, Estella (Navarra) 1992. ARGÜELLO, K., El carisma del cantor al servicio de la comunidad, Convivencia de cantores, Madrid 1978. ARGÜELLO, K., El carisma del salmista-cantor, Convivencia de cantores, Roma, 16 de marzo 1980 BIBLIA COMENTADA, Mercaba.org / salmos 100150. BIBLIA DE JERUSALÉN, DDB, Bilbao 19752. BOHOEFFER, D., Vida en comunidad, Ediciones Sígueme, Salamanca 1992. CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA, NUEVA EDICIÓN CONFORME AL TEXTO LATINO OFICIAL, ASOCIACIÓN DE EDITORES DEL CATECISMO – LIBRERIA EDITRICE VATICANA, BILBAO 2001. CONSEJO PONTIFICIO PARA LOS LAICOS, Directorio catequético del Camino Neocatecumenal, Roma, 2002. 116

COTRUFO, T. — UREÑAS, J.M. El cerebro y las emociones, sentir pensar decidir, (Neurociencia & Psicología) EMSE EDAPP, Barcelona 2018. EMILIANO — NATI — RINO — JOSÉ ÁNGEL — LUCÍA — PINO, «Cantos para las comunidades neocatecumenales», Instituto Técnico Salesiano, Santo Domingo 1975. HESCHEL, A.J., «La vocación del cantor en la tradición hebrea» [acceso: 01.11.2020], https:// docplayer.es/25622876-El-carisma-del-cantoral-servicio-de-la-comunidad-de-a-j-hescheltraducido-al-espanol-del-original-en-italiano-porjames-arosemena.html JIMÉNEZ HERNÁNDEZ, E., Isaías: el profeta de la consolación, Caparrós Editores, Madrid 2007. JIMÉNEZ HERNÁNDEZ, E., La vida en Cristo, Desclée De Brouwer, España 1995 JIMÉNEZ HERNÁNDEZ, E., El Cantar de los cantares. Resonancias bíblicas, Grafite, Bilbao 2002. LECTORUM, Los Evangelios Apócrifos, Editorial Lectorum S.A., Ciudad de México 2016.


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ÍNDICE DE CITAS BÍBLICAS ANTIGUO TESTAMENTO

Números

2, 28 ........................... 87

1 Crónicas

21 .................................. 47

23, 7-24 ................... 22

18, 4 ............................ 87

14, 14 .......................... 65

21; 57; 29 .................. 99

28, 1-3 ...................... 102

21, 11-16 ...................... 25

23, 10 ......................... 44

22, 27 ........................ 70

Génesis

23, 19 .......................... 87 Deuteronomio

23, 12 .......................... 87

Nehemías

23, 5 .......................... 103

2, 15 ............................. 85

6, 4 .................... 13 y 59

23, 19-20 ................. 87

13, 2 ............................. 23

24 .................................. 18

3 .................... 107 y 109

6, 5 ............................... 55

24, 2 ........................... 87

4 ...................... 33 y 107

6, 7-9 .......................... 37

24, 6 ........................... 87

Tobías

27, 1 ............................. 99

15, 5 ............................... 11

7, 1 ............................... 84

26 ................................. 87

5, 4 .............................. 45

29, 1 ............................. 45

16, 15 ........................... 55

7, 7-8 .......................... 23

26, 1 ............................ 87

18, 1-5 ........................... 11

7, 9 ................................ 13

35, 9-12 ..................... 55

8, 2-3 .......................... 67 8, 11-18 ...................... 94

Éxodo

2, 11 ............................... 81 3, 13-14 ..................... 89

24, 7-10 ..................... 57

32 ............................... 104 Salmos

34 ........................ 24, 25

2 Samuel

1 .................................... 48

34, 1 ............................ 24

5, 23-24 .................... 65

1, 1 ............................... 103

41, 14 .......................... 29

23, 5 ............................ 23

6, 5 ................................ 16

6, 2 .............................. 45

42 - 43 ...................... 34

30, 15-20 ................. 49

7, 8-16 ........................ 53

7, 2 ............................... 99

45 ..................... 47 y 54

32, 7-12 ..................... 96

16, 10 ........................... 75

8 ................................... 88

45, 7 ........................... 45

19, 23 .......................... 75

8, 4-5 .......................... 17

47, 2-3 ....................... 29

15, 2 .............................. 61 20, 2-3 ........................ 13

Josué

8, 6 .............................. 45

54 ..................... 25 y 86

22, 1-3 ........................ 37

10, 24 ......................... 47

1 Reyes

10, 4 ............................ 35

56, 12 .......................... 99

30, 22s ...................... 33

17, 5 ............................. 77

2, 19 ............................. 47

10, 4.13 ........................ 51

58, 2 ........................... 45

34, 6 ........................... 29

24, 9-10 .................... 23

5, 1 ................................ 47

11 ................................... 98

65, 3b-4 ................ 104

8, 58 ......................... 103

13 .................................. 62

67, 13 .......................... 29

Levítico

Jueces

17, 18 ........................... 75

14 ................................. 50

72 ................... 47 y 107

4 ................................. 102

11, 12 ............................ 75

5 .................................. 102

118

22, 28 ........................ 29

2, 8-23 ...................... 85

16 .................................. 76

72, 7 ......................... 107

2 Reyes

16, 11 ............................ 76

84 ................................ 92

23, 33-35 ................. 67

1 Samuel

16, 1-19 ....................... 53

18, 39 ......................... 47

86, 9 ........................... 29

23, 42-43 ................ 67

1, 11 ............................... 73

23, 31-33 ................... 111

20 ................................. 47

94, 7 ............................ 51


95 ................................. 96

150 ................................ 16

100 .................... 12 y 46

6, 23 ............................ 76

25 ............................... 108

3, 56 ............................ 26 3, 57-88 ................... 30

10, 22 .......................... 95

25, 8-9 ....................... 41

100, 1-3 ..................... 29

Cantar de los

21, 31 ........................... 95

27, 3 ............................ 69

103, 8-9 ................... 101

Cantares

10, 26 ......................... 76

28, 6 ........................... 57

Oseas

105, 1-3 ....................... 61

1, 2-4 .......................... 74

27, 9 ............................ 33

29, 18-19 .................. 42

2, 2 .................................. 54

113 — 118 .................. 59

1, 6 ................................ 65

116 ................................ 28

2, 9 ............................... 65

Eclesiastés

40, 1-11 ...................... 36

Abdías

116, 13 ......................... 27

2, 14 ............................ 65

3, 11 .............................. 24

40 — 55 .......... 36, 43

11, 15 ................................. 21

117 ................................ 28

3, 1-3 ........................... 85

118 ................................ 56

4, 12 ............................ 85

Sabiduría

42, 9.16 ...................... 53

Miqueas

118, 19-20 ................. 18

5, 10-16 ...................... 55

14, 12.29s .................. 51

44, 24 ........................ 59

2, 5 .................................. 77

119 .................... 49 y 70

5, 22ss ....................... 38

121 ................................ 68

8, 10-14 .................... 64

124, 1-3 ..................... 80 126 .............................. 40

Lamentaciones

127 ............................... 94

3 ................................. 100

127, 1ss ...................... 69

3, 48 ............................ 21

35, 4ss ...................... 42

41, 14 .......................... 63

53, 2-7 ....................... 82

6, 5-8 ............................. 22

Eclesiástico

54, 8-9 ..................... 101

7, 10 ................................ 35

3, 18.20 ..................... 49

60, 2-4 ...................... 29

7, 20 ................................ 13

28, 18 ....................... 103 Jeremías

Sofonías

Isaías

1, 12 .............................. 69

3, 14-17 ......................... 72

1 — 39 ....................... 37

17, 7-8 ....................... 48

133 .................... 32 y 78

Job

2, 11.17 ........................ 59

31, 1-34 .................... 107

Zacarías

131, 1-3 ..................... 100

8, 20-22 .................... 41

7, 14 ............................. 53

31, 12-13 .................... 40

8, 8 ................................. 29

136 ............................... 58

22, 14 ........................... 51

9, 1-15 ......................... 52

31, 33 ........................ 105

137 ............................... 20

35, 15 ........................... 51

9, 13 .............................. 81

129 .............................. 80

137, 1.5-6 ................... 37

10, 25-27 .................. 37

Ezequiel

36, 36 ......................... 41

138 .............................. 44

Proverbios

11, 1-11 ....................... 106

141 .............................. 102

3, 5-6 .......................... 95

12 .................................. 60

141, 1 ............................. 71

3, 18 ............................. 76

12, 2-3 ......................... 61

Daniel

148 ............................... 14

4, 4 .............................. 76

12, 4-6 ....................... 58

3, 52-57 .................... 26

119


NUEVO TESTAMENTO

1, 51-53 .................... 108

1, 15 .............................. 79

8, 2 ................ 101 y 105

3, 7-9 ............................ 11

1, 78s .......................... 52

2, 32-33 .................... 90

8, 16 ............................ 63

3, 29 .............................. 11

6, 48 .......................... 99

2, 33 ............................ 57

8, 18-27 .................. 107

5, 1.13-14 .................... 91

Mateo

7, 46 ......................... 103

2, 34-35 .................... 47

8, 28 ........................... 27

5, 5 ............................... 83

1, 1 ................................... 11

8, 2 .............................. 84

2, 44ss ...................... 78

10, 9-11.13 ................. 73

3, 3 ............................... 37

13, 24 .......................... 73

2, 44.47 ................. 108

12 .................................. 79

Efesios

5, 38-48 ................... 83

18, 7-8 ....................... 86

2, 44-47 ................... 32

15, 7-12 .................... 106

1, 10 ............................. 88

6, 24-34 ................... 95

20, 9-19 .................... 57

3, 1-10 ......................... 43

15, 11 ............................ 29

1, 19-23 ...................... 56

6, 26 ........................... 95

24, 11 ............................ 41

4, 11-12 ....................... 57

7, 13-14 ...................... 49

1 Corintios

2, 11-13 ........................ 41

11, 5+ ........................... 43

Juan

8, 6-8 .......................... 41

1, 27 ........................... 109

5, 11 ............................ 103

12, 6 ............................. 93

1, 23 ............................. 37

13, 19 .......................... 84

3, 16-17 ....................... 19

5, 14 ................. 39 y 62

15, 19 ......................... 103

2, 1-11 .......................... 74

3, 13-15 ........................ 21

6, 11-19 ........................ 81

21, 9+ .......................... 57

4, 14 ................. 34 y 61

Romanos

4, 11 ............................. 79

21, 15 ........................... 84

7, 37-38 ..................... 61

1, 16+ ......................... 105

10, 16+ ........................ 27

Filipenses

21, 42 .......................... 57

10, 17-18 .................... 87

2, 1-3.20 ..................... 51

15, 25 .......................... 47

1, 6 ............................... 45

26, 30 ........................ 57

10, 20 .................... 2 y 5

2, 18-24 ...................... 51

15, 27 .......................... 89

2, 6-8 ......................... 87

26, 36-46 ................ 25

10, 27-28 ................. 64

3, 3 ..................... 13 y 29

15, 33 ........................ 103

2, 9ss ......................... 82

27, 39-44 ................ 35

13, 34-35 ....... 33 y 79

3, 23-24 ................. 109

16, 26 ....................... 109

2, 9-11 .......................... 15

14, 6+ ......................... 99

3, 27-28+ ............... 105

Marcos

14, 9 ............................ 93

4, 1-3 ............................. 11

2 Corintios

3, 35 ............................ 39

16, 32 .......................... 57

4, 7-8 ....................... 105

1, 3-4 .......................... 36

10, 45 ......................... 88

17, 3 .............................. 14

4, 13-16 ..................... 83

2, 14-15 ...................... 33

Colosenses

12, 10s ........................ 57

17, 14ss ....................... 31

5, 12 ............................. 50

3, 3 ............................. 105

1, 19-20 ....................... 17

12, 29-32 .................. 59

19, 25-27 ................. 84

5, 18 ............................ 50

4, 6-18 ....................... 83

14, 36 ......................... 63

19, 41 .......................... 84

5, 19 ............................ 50

4, 11 ............................. 79

20, 15-17 .................. 84

6, 9 ............................... 57

Lucas

120

1, 22 ............................. 89

4, 13 .............................. 91

2, 12 ............................. 89 3, 21 ............................. 89

1 Timoteo

6, 12-14 ....................... 81

7, 7 ................................ 91

Gálatas

1, 46-55 ..................... 72

Hechos de los

7, 12-13 ........................ 91

2, 16 .............................. 91

2 Timoteo

1, 49 ............................. 41

Apóstoles

8, 1-3 ......................... 105

2, 20 ........................... 83

1, 10 ............................. 101


4, 18 ............................ 87

2, 23-24 ................. 109 2, 25 ............................ 69

Tito

3, 9 ............................... 27

2, 14 ............................ 87

5, 8 ............................... 81

Hebreos

2 Pedro

1, 3 ................................. 21

3, 8-9 ......................... 63

2, 11-13 ....................... 39 2, 11-12 ....................... 84

Epístola de San

2, 14 .......................... 109

Juan

2, 14-15 ........... 81 y 83

3, 14.16 ...................... 83

2, 15 ............................ 101 3, 12-19 ...................... 97

Apocalipsis

4, 1-7 .......................... 97

2, 19-21 ...................... 83

6, 18-20 .................... 66

3, 1 ................................ 75

7, 24+ ......................... 47

3, 20 ........................... 38

9 .................................... 57

5, 13 .............................. 14

10, 12-14 ................... 46

21, 2-3 ........................ 92

11, 17 -19 .................... 11

18, 1ss .......................... 21 18, 1-4 ........................ 20

Santiago

17, 9 ............................ 84

1, 21 ............................... 21

18, 4 .......................... 103

1, 26; 4, 11 ............... 103

18, 21 ........................... 21

2, 5 ............................ 109

19, 7 ............................. 65 22, 17.20 ................... 65

1 Pedro

22, 20 .......................... 71

1, 22 ............................. 33 2, 4-6 ......................... 99 2, 6-7 .......................... 57 2, 9-10 ....................... 27

121




124


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