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Lo que el plástico nos arrebató

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Lo que el plásticonos arrebató

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Por: Alain Castruita

Los usos del plástico son maravillosos. Son baratos, accesibles, flexibles y se encuentran en todos lados. Recuerdo que para hacer mis tareas de química cuando estudiaba la secundaria y preparatoria utilizaba una enciclopedia que mi madre tenía en la casa: Time Life.

Había una colección en particular que incluía una inmensa variedad de artículos acerca de química y especialmente sobre polímeros. Era fascinante ver lo que se podía crear manipulando moléculas de compuestos de carbono e hidrógeno, agregando y quitando compuestos. Tocar y ver con nuestras manos lo que a nivel microscópico es un arreglo de átomos y moléculas.

Con brochazos de desarrollo tecnológico mostraban aplicaciones nunca vistas. De la mano de pinceladas de historia y sociedad contagiaban con aire de modernidad. Creaban nuevas necesidades y aspiraciones a tener entre tus manos esos artículos tan modernos y útiles. Al fin, la ciencia puesta al uso de la sociedad.

El patio trasero

Hace dos años empecé a mirar las plantas que logré sembrar ese año a las que se le sumaron las que crecieron espontáneamente. Entre ellas me percaté que una de ellas parecía maíz. Pero una vez que tuvo mayor tamaño supe que era otra especie, pero desconocía cuál.

Intrigado, cada día que pasaba la miraba con detenimiento, hasta que me di cuenta de que los filamentos que contenían las semillas se parecían a los materiales con los que estaba fabricada la escoba de fibras naturales que tenía en la casa.

¡Gran descubrimiento o una ignorancia mayúscula!

Sacié mi curiosidad y tomé la escoba entre mis manos y la miré detenidamente. Era correcto. Entre las fibras se dejaban ver unas cuantas semillas, mismas que eran idénticas a las semillas de la planta viva en el jardín. Las semillas de alguna forma habían esperado en la tierra hasta que germinaron. Dándole paso a esta magnífica planta.

Al año siguiente, aparecieron cuatro plantas más, de la misma especie. Las semillas habían esperado hasta el momento correcto para germinar e impulsarse con energía vital.

Plástico vs. Fibras naturales

¿En qué momento empezamos a elegir una escoba de fibras naturales por una hecha de plástico?

No me malinterpreten, sin el plástico habría cosas imposibles de realizar. Sin embargo, en la actualidad no es nada complicado darse cuenta de que nuestra sociedad es adicta al plástico.

De aquellas publicaciones que presumían gloriosas ventajas de los polímeros cuya materia prima son los hidrocarburos, han ocurrido muchas cosas. El plástico se ha convertido en el villano en las últimas décadas. Es tan generalizado el uso que ha provocado un descontrol entre las tasas de fabricación, la velocidad con la que estos artículos se convierten en residuos y las velocidades tan lentas a las que dichos materiales se descomponen; y que no es sorpresa saber que pequeñas partículas plásticas han ingresado a la cadena alimenticia a través de los productos del mar que consumimos y el agua que bebemos.

¿Qué pasó con las escobas de palitos?

No necesariamente son palitos. Una opción de fabricación es el sorgo. Si todo mundo compra las plásticas ya sea por precio o por costumbre, entonces la cadena productiva que atendía esa demanda se está yendo por la borda, por mera sustitución.

Las fibras entonces no tienen mercado. La supervivencia del agricultor obliga a desplazar los plantíos de sorgo a otros productos que ofrezcan mayor rentabilidad, como las hortalizas. Y aquellos productores de escobas que aún sobreviven tienen que buscar su materia prima en lugares cada vez más alejados, encareciendo el producto final.

Los mercados tradicionales y los supermercados

El sorgo además de ser utilizado para alimento humano, también se ha incluido en la dieta de animales y ganado. Para estos tiempos modernos donde se e alérgico a todo: el sorgo no contiene gluten y se pueden encontrar infinidad de recetas. Piénsalo y no le des la espalda a los materiales de la época de la abuela.

Dicho lo anterior ¿Has estado en el pasillo de las escobas y mirando los precios? Es ese momento crucial donde se pelea tu conciencia con tu bolsillo. Elegir entre A o B. Plástico o natural.

Si eliges comprar el plástico porque aparentemente es más económico estás cerrando la puerta a la cadena productiva que ocupa un material natural que no es otra cosa que almacenes de carbono, biodegradables y acordes con ese ciclo infinito de la naturaleza.

Al final de su vida útil es un material que se reincorporará en el suelo sin grandes contratiempos y como dice la cuenta de instagram @Zerowastemx , al final el palo sirve para romper piñatas.

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