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Nota Pie de Página

LA CARTA DE JAMAICA DE BOLÍVAR Vigencia en la Latinoamérica en el Siglo XXI

Notas al pie de página

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Ihttp://www.culturandalucia.com/CartasCristobal%20Col%C3%B3n.htm http://lema.rae.es/drae/?val=tirania. Señor, porque sé que habréis placer de la gran victoria que Nuestro Señor me ha dado en mi viaje, os escribo ésta, por la cual sabréis como en 33 días pasé de las islas de Canaria a las Indias con la armada que los ilustrísimos rey y reina nuestros señores me dieron, donde yo hallé muy muchas islas pobladas con gente sin número; y de ellas todas he tomado posesión por Sus Altezas con pregón y bandera real extendida, y no me fue contradicho. A la primera que yo hallé puse nombre San Salvador a conmemoración de Su Alta Majestad, el cual maravillosamente todo esto ha dado; los Indios la llaman Guanahaní; a la segunda puse nombre la isla de Santa María de Concepción; a la tercera Fernandina; a la cuarta la Isabela; a la quinta la isla Juana, y así a cada un nombre nuevo.

II De las Casas. B. (1500/1956). Historia de las Indias, Biblioteca Ayacucho. Caracas. Venezuela. Andaban, pues mucho número de indios acarreando cargas del pan cazabí (sic) y echavanlo (sic) en la barca que a la carabela lo llevaban. El señor y cacique de la isla traía una vara en la mano, andando de una parte a otra, dando prisa a sus indios, para ser placer a los cristianos. Estaba por allí que tenía el perro por la cadena, y como el perro veía el perro con vara y mucho menearse, cebábace (sic) muchas veces a querer a remeter a él, como estaba en desgarra: indios también amaestrados, y con dificultad el español lo podía refrenar y dijo a otro español: “¿Qué cosa sería si se le echásemos?” y dicha aquella palabra, él o el otro revertido del diablo, dijo al perro: “Tómalo” burlando creyendo poderlo tener, oído el perro “Tómalo” arremete con tanta fuerza como si fuera un poderoso caballo desbocado, y lleva tras sí al español arrastrándolo; y, no pudiéndolo tener, soltólo (sic) y va tras el cacique, y dale un bocado de aquellas ijares, y creo, si no me olvidado, que le asió de las tripas y el cacique huyendo a una parte y el perro con ellas en la boca y tirando hacia otras, las iba desliando.

III Iragorry. M. (1956). Tapices de Historia Patria. Ediciones Edime. Caracas- Madrid. España. El soldado español, cuya infundible (sic) altanería celta se había acrisolado durante la larga lucha contra los moros, era natural que mirase con desdén aquellas razas bárbaras de antropófagos e idolatras. Los primeros en venir buscaban en general el precio de la aventura, y cuando escasearon las perlas y las pepitas de oro, y aun sin tal escasez, fundamentaron en el canibalismo de algunos naturales y en el buen consejo del Licenciado Zuazo, la razón de esclavizarlos y venderlos para acrecentar la granjería. El rey mismo, que dudaba de aquellos sus nuevos súbditos, autorizó con su firma la licencia de hacer sacas de esclavos, y los salteadores, asolaron nuestras playas. (p.43)

IV Sanz, A. (2009). ¿Corrupción o necesidad? La venta de cargos de Gobiernos Americanos bajo Carlos II (1670-1700). Ed. CSIC. Madrid. España. Nuestro amigo León trabaja con inteligencia y sin sosiego: ya le considero impuesto de todo: y comienza á (sic) organizar y ordenar este libro descuadernado y descuartizado. Si él no lo hace, no crea Vd. Que hay quien lo haga. Luego que comience (sic) á poner un freno a estos ladrones y vagamundos, comenzarán también los chismes, imposturas y calumnias contra él. Por Dios, mi general, mi amigo y dueño, no se deje sorprender en esto ni en nada: váyase con pies (sic) de plomo, asegurado de que esta gente tiene una habilidad para desacreditar á los hombres de bien, a los útiles y amantes del orden. A veces me admiro extraordinariamente de la (sic) doblez y falacia de estos malvados. Vd. Sepa que tiene enemigos astutos que no duermen para arruinar á Vd. Bien sea por odio personal ó porque Vd. Es un estorbo para el efecto de sus ideas y designios. Mil veces he dicho á Vd. Que no se fíe de aparentes sumisiones: unos las prodigan por vileza: otros por malignidad: y otros por precipitar á Vd. Y con Vd. La libertad.

V http://www.semana.com. Durante la instalación de una cumbre de generales en la ciudad de Cartagena, donde participan militares de varios países de la región, el general Freddy Padilla de León, ministro de Defensa encargado, anunció la lista completa de las bases militares que podrán utilizar uniformados norteamericanos. Las bases son las de Malambo, Atlántico; Palanquero, en el Magdalena Medio; Apiay, en el Meta; las bases navales de Cartagena y el Pacífico; y ahora, el centro de entrenamiento de Tolemaida y la base del Ejército de Larandia, en el Caquetá. “Se trata de profundizar unas relaciones que han venido siendo exitosas con el acceso a bases militares colombianas. No son bases norteamericanas, son colombianas, pero brindamos la posibilidad de que accedan a nuestras instalaciones”, dijo el general Padilla. Esta decisión, que se conoció semanas atrás, ya provocó serias reacciones de países vecinos como Venezuela, que decidió retirar su embajador y a casi todo el personal diplomático de Bogotá, por considerar una amenaza para su seguridad la actividad de militares estadounidenses en Colombia. Así mismo, a partir de este martes, el presidente Álvaro Uribe comenzará una gira por los países de la Unasur para aclararles los alcances de esta presencia. Durante la presentación del encuentro, que busca explicar los alcances del pacto entre ambos países a representantes de Argentina, Brasil, Chile, México, Panamá, Paraguay, Perú, Uruguay y el propio

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Estados Unidos, el general Padilla dijo que los militares norteamericanos también podrían apoyar a los países vecinos, si estos así lo solicitan. “Es en este contexto de respeto por la autodeterminación de los pueblos, de soberanías inviolables, de respeto por los acuerdos internacionales, de agresiones globales como el terrorismo y el narcotráfico, que Colombia busca fortalecer una cooperación respetuosa y moderna con el pueblo y el Gobierno de los Estados Unidos; en donde solo los terroristas y narcotraficantes deben temer. Estamos convencidos que en la medida que seamos exitosos en esta noble lucha en Colombia, contra este flagelo universal, se contribuiría positivamente a la tranquilidad regional”, dijo Padilla en su discurso. VI Cartas de Colon Ibidem. Yo defendí que no se les diesen cosas tan civiles como pedazos de escudillas rotas, y pedazos de vidrio roto, y cabos de agujetas aunque, cuando ellos esto podían llegar, les parecía haber la mejor joya del mundo; que se acertó haber un marinero, por una agujeta, de oro peso de dos castellanos y medio; y otros, de otras cosas que muy menos valían, mucho más; ya por blancas nuevas daban por ellas todo cuanto tenían, aunque fuesen dos ni tres castellanos de oro, o una arroba o dos de algodón filado.

VII Barros, D. (1886). Historia General de Chile. Universidad de Michigan. Estados Unidos de América. La Superioridad intelectual de los criollos se hiso evidente el día del rompimiento con la metrópolis, contribuía a fomentar la desunión entre los americanos i (sic) los españoles europeos. No podían los primeros resignarse a ver ocupados los más altos puestos de la administración por hombres que les eran inferiores en luces… (p.439)

VIII Ríos, M. (2001). El Territorio de Venezuela: Documentos para su estudio. Universidad Católica Andrés Bello. Caracas. Venezuela. La capitulación con el capitán Diego Fernández de Serpa sobre el gobierno de Andalucía […]puede considerarse genésica por cuanto dio origen a la Provincia de la Nueva Andalucía, ocupando los territorios de los actuales Estados Anzoátegui, Monagas, Sucre, Trinidad, Delta Amacuro y Bolívar (Guayana) hasta el rio Marañón (Amazonas); sus términos para descubrir y poblar la provincia de Guayana y Caura abarcaban 300 leguas de costa entre los ríos huyaparí (Orinoco) y Marañón (Amazonas) […] El acento colonizador está presente en la capitulación; Serpa debía llevar labradores y diversos animales domésticos; se previó la fundación de ingenios azucareros y la siembra de viñas y árboles frutales. Se permitieron repartimientos de indios y se prohibió ocupar terrenos de estos sin su consentimiento. (p.229)

IX Camacho, C. (2003). La corrupción administrativa como efecto de la conducta no recíproca de la monarquía española durante la colonia en Venezuela. Artículo científico. Universidad de los Andes. Venezuela. Las individuales eran aquellas practicadas por vecinos y funcionarios como un hecho relativamente circunstancial, independiente y aislado. No había organización. Sólo se buscaba el beneficio estrictamente particular. Entre esos delitos estuvo el forjamiento y adulteración de documentos para facilitar el contrabando y evadir impuestos, la extorsión, el cobro ilegal de comisiones, la sustracción individual de dinero, prendas y demás bienes. (p.8) X Camacho (Ob. Cit). Este bloque de poder, encabezado por Don Esteban Fernández de León, tenía en la Real Audiencia las adhesiones de los Oidores Francisco Ignacio Cortinez, (sic) Juan Nepomuceno de Pedrosa y José Bernardo de Asteguieta;(sic) también la del Fiscal Julián Díaz de Saravia (compadre del regente), y la del Relator Licenciado Alonso Ballina. Adicionalmente, tenían influencia en la Iglesia a través del Presbítero doctor Don José Ignacio Moreno; en el Ayuntamiento, por intermedio de los Tovar Ponte, el Marqués del Toro, Don Francisco Espejo, Don José Hilario Mora y otros 23; y en el Real Consulado, por su misma influencia ya que Don Esteban fue cofundador de este organismo. […] De manera que el ámbito de influencia del grupo era poderoso y extenso. Por un lado, manejaban “a su antojo” la Intendencia, la Real Audiencia y la Junta Superior de Real Hacienda; por el otro, ejercían influencia en el Real Consulado a través del Intendente, quien intervenía allí y “quitaba libertad a sus deliberaciones” con el propósito de “apartar a los comerciantes europeos de toda conexión con sus actividades”; y finalmente, controlaba un sector del poder en el Ayuntamiento por intermedio de la alianza con el grupo mantuano (p.9)

XI Camacho (Ob. Cit). El objetivo último de este grupo era el control de una parte del poder. De él se valían para evadir impuestos, agilizar trámites, obtener títulos y privilegios, conseguir de la Audiencia juicios favorables en lo relativo a tierras y absolución de delitos cometidos por miembros del grupo, etc. Una de sus normas era actuar con un arraigado y solidario espíritu de cuerpo. (p.10)

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